Cap. 3 Lady Zoe.

** Notas al final **

Beteado por Hikari Takaishi Yagami :3 Mil gracias :3

La gente se movió del área, aún algunos curiosos se negaban a ello pero Erwin no dudó en darles miradas severas. Y, tras un instante más, del vagón bajón un joven hombre de cabello rubio y ojos verde oliva que parecía haber estaba ocupado por su apariencia apresurada.

Vestía pantalones de loneta gris bajo botas altas, camisa blanca y saco largo de un verde militar más una boina que sostenía un par de googles claramente de trabajo.

—Señorita Hanji, le dije que no saliera antes que yo, me distraje solo un momento y percibo su aroma de Alfa de repente.— Regañó el hombre de ojos verdes mientras colocaba un sombrero de copa con algunos aditamentos añadidos sobre la cabeza de Hanji para después tomar una lata que colgaba de su cinturón unida a una boquilla de la cual comenzó a liberar un gas de color blanco que se expandió rápidamente.

—¿Qué es eso?— Cuestionaron tanto Erwin como Levi al unísono.

Hanji les miró y mientras se acomodaba su sombrero explicó.

—Ah, perdón. Este amable varón es Moblit Berner, mi ayudante personal, y esto que nos rodea es un agente gaseoso enzimático** el cual yo misma preparé y sirve para eliminar las feromonas del aire, del suelo, de nuestras ropas mismas. Es super efectivo para llevar a un Alfa u omega alterado de 100 a 0 en segundos, solo requiere respirarlo. Es decir, elimina las feromonas y por tanto su efecto.—Explicó Hanji bastante emocionada.

Levi la miró con curiosidad ante aquellas palabras ¿Que ella creó aquel gas? Es bastante inteligente hasta donde parece. Pensó un poco mirando aquel recipiente.

—Bueno, ya que estamos aquí.— Habló esta vez Erwin. —Hanji, Moblit, permítanme presentarles a Levi Ackerman, no es un noble pero está bajo la protección del Rey y, bueno, actualmente la Corte ha decidido que puede ser cortejado pero solo por los Alfas que Levi apruebe. En este momento estamos en una cita, sin embargo, Levi sintió curiosidad por conocer a Hanji así que venimos.

Hanji sonrió coqueta poniendo toda su atención en Levi.

—Entonces debo ser muy afortunada por tener la atención del Omega más deseado de la Corte, en especial si tuviste la osadía de interrumpir tu cita con Erwin, uno de los Alfas nobles con más pretendientes.

Levi solo la escuchó, mirándola con cierta molestia. Después se inclinó un poco al frente y olfateó nuevamente a Hanji, tras ellos Moblit pareció tomar la boquilla en caso de tener que liberar más inhibidor pero Levi retrocedió a su posición inicial tras verificar que las feromonas se habían ido.

—No te creas tan afortunada, si sigues apestado a metal para el momento de la cita consideraré descartarte.

Erwin rodó los ojos ante aquello, Levi podía ser demasiado directo y seco con sus palabras pero Hanji no cambió ni un poco su sonrisa.

—Eres un omega de lo más intrigante Levi. Camino hacia aquí me informe bastante de ti y tu fiera resistencia a las normas omega, por lo que me encantaría saber más de ti.

Levi solo la observó, su rostro no expresó nada pero su interior se removió ante el haber encontrado a una Alfa que no sólo tenía un aroma que le atraía si no que ella no intentaba saltar sobre él para marcarlo y estaba interesada en conocerlo.

—Bueno, ¿Por qué no seguimos con esta conversación en un lugar más tranquilo?— Sugirió Erwin.

—¡Sí, vamos Moblit!— Animó Hanji pero el rubio de ojos verdes negó.

—Señorita Zoe, debemos ir a Palacio ahora mismo. Recuerde que debe instalarse su padre la espera.

Hanji frunció el ceño e infló las mejillas.

—Por favor, los chicos pueden llevar las cosas a Palacio. Mi padre es consciente que seguramente nos detendremos.

Moblit solo suspiró y miró a un lado donde un pequeño grupo de personas los había estado viendo. Ahí fue cuando Erwin y Levi notaron que Hanji en realidad había llegado con todo un equipo y no sólo con su asistente.

Moblit se acercó a darles instrucciones a dos hombres jóvenes y una chica que esperaban con varias maletas, estos solo asintieron y se retiraron con el equipaje.

Más tarde.

Los minutos habían pasado. Hanji, Moblit, Levi y Erwin estaban sentados en un bonito y modesto café tras un biombo que les daba privacidad.

—Y en esa clase fue donde nos conocimos, yo solo quería resolver el problema de física, pero Hanji se empeñó en hacer todo el diagrama de por qué ocurría de esa forma. Admito que al principio la noté como una competencia y yo estaba en desventaja.— Terminó de explicar Erwin riendo un poco.

Hanji tomó un poco de su té y también rió con el rubio.

—¿En serio? Yo creí que podíamos ser amigos desde el principio.— Añadió ella. — ¿Y ustedes?

—No hay mucho que decir, el tío de Levi es el guardaespaldas y persona de confianza del Rey, su madre es una ayudante privada, organiza y se ocupa que la habitación del Rey esté impecable así como todos sus objetos de uso personal estén limpios y siempre disponible para él. Levi y yo nos conocemos desde pequeños, él tenía dos años y yo cinco cuando nos "presentaron", fue un desastre pues Levi tiró de mi cabello y yo lo tiré de su caballito de madera. Con Mike fue más o menos lo mismo.— Contó Erwin con humor mientras Levi solo entornaba los ojos en realidad él no recordaba ese evento con sólo dos años.

—¿Y qué hay de ti, Moblit? ¿Cómo te volviste el ayudante de Hanji? — Quiso saber Erwin.

—¿Eh? Bueno, no es muy interesante, la señorita Zoe y yo crecimos en la casa de campo del Duque Zoe. Mi familia ha trabajado para la suya desde hace un par de generaciones, mi abuelo fue secretario de su abuelo, mi padre lo es de su padre y bueno, creo que seguimos con eso.— Explicó Moblit con simpleza.

Pero Hanji le palmeó la espalda con ánimo.

—Por favor, Moblit, no tienes que ser tan formal, y deja eso de "señorita Zoe", es molesto solo dime Hanji, como siempre. Crecimos juntos en esa casa de campo, jugábamos, trepamos árboles y atrapamos ranas en ese entonces. Y bueno, Moblit es un amigo muy preciado para mí, además de mi ayudante y cuida que no tenga problemas con otros Alfas, Moblit es un Delta**.

Erwin y Levi miraron sorprendidos ante aquello.

—¿Un Delta?— Repitió Erwin.

Seguido por Levi.

—¿Que acaso esa probabilidad es casi imposible? ¿Qué hay de todo lo que se dice de ellos?... Sin ánimo de ofender Moblit.

El rubio aludido sólo sonrió de forma cordial.

—No se preocupen, sé que ser Delta es algo que toma por sorpresa a la mayoría. Pero mi clasificación me ayuda mucho en mi trabajo apoyando a Hanji.

Erwin lo pensó solo un poco. Los Delta, además de ser una clasificación sumamente rara, tenían características que les daban una buena ventaja en un mundo controlado por Alfas. Eran fuertes como Alfas, podían percibir el aroma de las feromonas tanto de Alfas como de omegas pero sin entrar en excitación, para ellos era como oler el aroma de cualquier perfume en el aire. Así que podían anticiparse a muchas cosas como si un Alfa estaba agresivo antes de dar muestras o si un omega estaba en estado vulnerable.

Algunos Alfas les tenían rechazo porque los Deltas habían llegado a intervenir en actos de Alfas evitando que sometieran a omegas, o incluso alejándolos antes de que el Alfa mostrará sus intenciones, el uso de La Voz rara vez logra someterlos. En resumen, los Deltas eran como Betas pero con las ventajas de los Alfas. Y, por si fuera poco, estos también podían emitir un aroma cargado de feromonas pero este no provoca atracción, por el contrario el aroma que emanaba provocaba el completo rechazo de los Alfas y omegas alejándolos.

Sin embargo, tantos beneficios arrastrarían un precio alto. Y era que los Deltas también tenían un período de celo pero, mientras los Alfas se volvían dominantes y los omegas sumisos ante su propio celo, los Deltas se volvían en un comportamiento violento y peligroso.

—¿No eres acaso un peligro para Zoe? — Preguntó repentinamente Levi sin suavizar las palabras ni cubrir lo que pensaba.

Erwin le dio una mirada de desaprobación pero Levi se mantuvo serio, mirando al rubio más bajo.

Moblit por su parte mantuvo su sonrisa amable y tono tranquilo

—No, soy muy precavido con mis periodos de "locura"— Respondió sin incomodarse levantando un poco su chaqueta mostrando que, cosido al dorso de su camisa, tenía dos delgadas bolsas de tela más firme que contenía dos inyecciones cerradas pero claramente listas para usar, inhibidores claramente **.

—No es necesario explicar.— Continuó Erwin a modo de disculpa. —Levi, no seas grosero.— Regañó, mirando al omega.

—No se preocupe, sé bien que mi condición normalmente incomoda y preocupa a todos por igual.— Intervino Moblit.

Levi solo chasqueó la lengua.

Más tarde los cuatro salieron del lugar y Erwin platicaba con Moblit mientras de reojo no había dejado de notar cómo Levi y Hanji se daban cortas miradas de interés. La hermosa Alfa, de forma clara y hasta descarada, le miraba y daba pequeños coqueteos, Levi por su parte parecían intentar ignorarla pero siempre terminaba regresando la mirada con algún gesto de molestia. Aquello sí que era inusitado, nunca había visto a Levi dar tal cabida a ningún Alfa pero ahora, aunque arisco, mostraba interés.

Llegaron a la plaza blanca donde Moblit comentó que debía tomar un carruaje a Palacio ahora.

—Quisiera que podamos quedarnos pero es importante que nos presentemos en Palacio.

Erwin asintió, él aún tenía algunas cosas que hablar con Levi. Hanji no dijo nada de ello, en realidad estaba mirando a un lado donde había un bonito carro con flores a la venta a donde se dirigió.

Levi, por su parte, se despidió de Moblit. Después de todo, aunque estarán en Palacio también los recién llegados ocuparían las habitaciones de invitados mientras que los Ackerman tenían las suyas en el ala trasera de Palacio la que era ocupada solo por Uri y la familia real por lo que nadie más podía ingresar a esta.

En ello estaban cuando una hermosa rosa roja se posó en la nariz de Levi quien miró su origen con gesto irritado.

—Haces las mismas tonterías que todos, no creas que una planta te va a dar ventaja. Además ni siquiera te tomaste la molestia de impregnarla.**— Se quejó el varón pero Hanji solo sonrió con mayor interés.

—Eres un omega de lo más interesante, incluso te atreves a reclamar atención especial de los Alfas.

Levi solo frunció el ceño por aquello observando que Hanji tomó el capullo de la flor entre una de sus manos por un momento, después notó que aquella planta tenía un tallo largo que iba hacia una pequeña maceta.

—Esa planta aún tiene raíz, ¿Acaso te parece que soy un jardinero? — Se quejó Levi entornando una ceja por aquello.

Hanji le miró pero está vez su sonrisa era bastante más coqueta que las anteriores, acortó la distancia entre ellos y tomó una de las manos de Levi, colocando la pequeña maceta en ella.

—Esta rosa tiene raíz porque no es un simple adorno que compran por su belleza para después dejarla marchitar en la esquina de una habitación, es como tú, sostenida por su propia fuerza y lista para seguir viviendo, no está resignada a ser un adorno, tiene una raíz fuerte y la clara vitalidad para convertirse en todo un rosal, solo necesita salir de esta pequeña maceta.

Levi se quedó mudo, solo escuchando las palabras de la castaña, le miró con expectación pero no dijo nada, tras su faz de hielo su ser interior se ruborizo, aquel halago y su instinto gritaba, ¡esta Alfa, es esta la correcta!

Tras ellos Hanji y Moblit se alejaron, ya apurados debido a la hora.

Erwin los miró alejarse contemplando la espalda de Hanji, sus labios se curvaron en una suave sonrisa y pensó.

"Poemas de un amor carmesi" Autores selectos… Eso es una trampa, Hanji. Seguro que has memorizado cada palabra. Pensó el rubio citando el origen del pequeño poema aunque eso no era importante, lo relevante era que Levi era receptivo con Hanji, cosa que no pensó podrían ser posible.

—Bueno Levi… Ya que esta aún es nuestra "cita" ¿Te gustaría ir a ver el atardecer al mirador? — Pregunto el rubio pero Levi estaba más interesado en oler suavemente el aroma impregnado en la rosa. Las feromonas de la joven Alfa castaña.

Un poco después ambos estaban en la parte más alejada de un hermoso mirador al otro lado del parque desde donde se podía ver el atardecer sobre la ciudad y la costa un poco más alejada.

El sol ocultándose en la lejanía pintaba todo de un tono dorado y el cielo en tonos naranja daban entrada a la oscuridad nocturna.

—¿Qué más sabes de Zöe?— preguntó Levi mirando al horizonte.

Erwin recargado en el barandal se veía sumamente atractivo con el color de la tarde resaltando su rubio cabello y el profundo azul de sus ojos de cielo. Parecía distraído pero escuchó la pregunta.

—Hanji, la hija del Duque Zoe, es inteligente, muy activa e inquieta. Su padre ha recibido propuestas de matrimonios arreglados para su hija desde que ella cumplió 15 pero siempre fueron rechazadas, él es un hombre que quiere solo lo mejor para su hija. Quiere que se convierta en la nueva inventora de la Corte y, claro, tome su lugar en la mesa de los nobles.

Muchos desaprueban esto, después de todo las jóvenes nobles clasificadas como Alfas son muy solicitadas en matrimonio con y para Alfas varones, ya que esto casi les asegura una descendencia Alfa, aunque eso significa que esas jóvenes son obligadas a reprimir su instinto reproductor hacia los omegas y limitarse a sólo copular con su marido Alfa, creo que no necesito detallar a qué me refiero. No lo tomes a mal pero el Duque ve en ti la posibilidad de que su hija se case con un omega con el que no tendría que verse reprimida o limitada en su carrera como inventora ni como pareja. Aunque creo que ustedes dos se han entendido bien.— Terminó Erwin mirando como Levi llevaba la rosa cargando la maceta junto a él.

Por su parte el de cabello negro solo chasqueó la lengua, en parte molesto, en parte incómodo. No pretendían ser la pareja adorno de ningún Alfa, pero Erwin tenía razón, Hanji y él parecía que se entenderían bien.

Anochecer en el palacio.

Kenny miraba por una de las ventanas altas cómo llegaba un carruaje y de este baja Levi y Erwin los vio conversar mientras atravesaban la reja principal y conforme se acercaban a la escalinata noto que su sobrino llevaba una rosa con él, una rosa en maceta.

Una de sus cejas se curvó, Levi nunca había aceptado flores de nadie pero el que estuviera portando una rosa en una maceta lo hacía aún más raro. Además de que la cita duró casi todo el día cuando esperaba tenerlo de regreso un par de horas después de que se fuera probablemente de mal humor y diciendo pestes.

Por un momento recordó la imagen de Levi en la pubertad, molesto mirando por la ventana. Aquella tarde Kuchel lo había tenido que "castigar" por su reacción cuando un chico Alfa, un tanto mayor a él, le había dicho algo al oído. Levi nunca expresó qué fue lo que le dijo pero seguramente debió ser alguna obscenidad porque él, ya bastante sabido de la técnica de combate de Kenny, lo golpeó en el estómago con el codo para después lanzarlo al frente haciéndolo caer sobre una mesita decorativa con varios arreglos de flores.

No hubiera sido la gran cosa a no ser que aquello sucedió durante una reunión social en uno de los salones de Palacio.

Todos se horrorizaron ante el acto pero Uri estaba presente y, acercándose a Levi solo le dio una mirada de reprimenda después un pequeño y casi cómico "zape" en la nuca para enseguida mirar a Kuchel y pedirle.

—Por favor, quería poner un castigo a Levi. Acaba de romper una de mis bonitas mesas.

Por supuesto fue increpado por el padre del chico Alfa lanzado. Sin embargo, aunque Uri era pequeño de complexión, cuando quería podía dar una mirada que silencia a todos haciendo que su suave voz sonara como una afilada hoja.

—Querido conde, creo que aquí la única osadía es que no haya educado y puesto un alto a la lasciva y obscena lengua de su hijo… ¿Acaso no está usted de acuerdo? — Pronunció el pequeño Rey cuyos ojos violeta podían parecer impasibles a sólo segundos de verse amables y cálidos .

Aquel conde no pudo más que morderse la lengua y dar una mansa respuesta con un "No se repetirá, Su Alteza" y con ello agregando un punto más al odio que sentían por los Ackerman.

Un poco después Levi entró al área que pertenecía a sus dormitorios, una linda sala decorada en blanco y dorado con un gran ventanal que daba paso a un pequeño jardín privado. Y a su derecha estaba el pasillo que daba a las tres habitaciones que ocupaban.

Kenny ya lo esperaba en la sala y sin rodeos habló.

—¿Y bien? ¿Descubriste en una tarde que estás perdidamente enamorado de Erwin y ahora aceptas sus regalos?

Levi ignoró aquellas preguntas y tomando un plato decorativo de uno de los libreros colocó la maceta con la rosa. Buscó con la mirada entre las plantas de interior hasta localizar una pequeña regadera de latón la cual tomó para regar su probablemente sedienta flor y, tras aquello, puso atención a Kenny.

—Fui con Erwin a recoger a Zoe a la estación, parece completamente loca, viste como miembro de un taller de máquinas y apesta a metal. Es atrevida y descarada en sus coqueteos hacia mi persona, ella me dio esa planta en maceta.— Se quejó Levi.

Kenny estaba un poco confundido con las quejas de su sobrino, no sabía por qué había querido conocer a la hija del Duque antes menos por que le aceptaría una flor en maceta si le había desagradado tanto. Además acababa de notar que le faltaba su cravat.

—Bueno, si la mujer es tan molesta para ti entonces queda entre Erwin y Mike, ambos son buena opción, Erwin es respetable e inteligente además de serio. Mike también, además es aún más discreto y ya tiene una omega así que no habrá problemas por ello…— Respondió Kenny pero Levi le interrumpió.

—No he terminado. El aroma de Zoe... su aroma de Alfa es grato para mí, es fuerte pero fresco como el té más sofisticado que hubiera probado alguna vez, es como la mezcla de finas yerbas, como el té negro absorbe todo a su alrededor y se impone con su presencia. La quiero a ella, puedo aceptar que me marque si su comportamiento es la mitad de decente cuando estemos a solas que como se mostró ahora en público.

Kenny estaba quieto, las palabras de Levi lo habían desarmado por completo, ni una sola línea ácida podría ser ejecutada por su lengua en aquellos segundos. Su sobrino estaba cediendo ante una chica Alfa que acaban de conocer durante aquella tarde.

—¿Qué? Ok… debo conocer a esa hija del Duque, debe ser todo un caso para que te dejara así… Además ¿su aroma?— Cuestionó Kenny sin saber qué pensar. Sería acaso posible que… ¿Destinados? Se cuestionó dudando de su pregunta. Era demasiado extraño que se diera en especial en los círculos de la nobleza debido aquel el emparejamiento predominante era por matrimonios arreglados y un Alfa y omega predestinados encontrándose en aquella esfera social era como encontrar una aguja en 10 pajares, más imposible aún, que se les permitiera la unión en especial si había intereses de por medio.

Aquello incluso había dejado algunas historias trágicas entre parejas destinadas que no pudieron unirse, condenados a estar separados algunos casos culminando con la muerte del omega por tristeza.

Pero ahora ahí estaba frente a sus ojos su sobrino, posiblemente después de haber encontrado al Alfa nacido para emparejarse con él, una chica de la nobleza que había sido librada de otros intentos de matrimonio.

Cap. 0.1 Memorias de un pecador: Aquella casa.

La coronación habían sido fastuosa, la sala del Trono había estado cubierta de telas bordadas de oro sobre la más fina seda, la alfombra de terciopelo peinado sólo podría haber sido pisada por sus finas botas de cuero curado, su propia ropa estaba bordada con piedras preciosas y el anillo del rey hecho de oro macizo con pequeños diamantes incrustados valdría más que cualquiera de las construcciones que ahora mismo flanqueaban la opulenta carroza del Rey.

La corona ahora descansaba sobre la cabeza de Uri, el nuevo Rey de aquel vasto territorio, en el palacio la celebración aún continuaba, ríos de caro vino corrían a la par de un gran banquete, a diferencia de lo que pudieran tener quienes habitaban la zona por la que ahora cruzaban.

Los gritos de ¡Viva el rey! Aún resonaban en sus oído, la voces de los nobles petulantes aún hacían eco en él, todos listos para intentar tomar un pedazo de su poder sin embargo no se esperaba en absoluto lo que su nuevo rey pretendía hacer.

La carroza se detuvo por completo donde Uri había ordenado. En realidad nunca había estado ahí pero la descripción calzaba a la perfección además del nombre del área y número.

—¿Aquí vive Kenny? — se preguntó en silencio al ver la pequeña casa derruida por la que atrás vez de las pequeñas ventanas se podía ver una tenue luz.

La puerta del carruaje se abrió y un hombre joven y rubio se asomó.

—Hemos llegado, Su Majestad. Permita que el paje y el cochero extiendan una cubierta sobre este suelo sucio. — Exclamó pero Uri ya está haciéndolo aún lado para bajar.

—No se preocupe, Duque Smith. Ya hizo mucho acompañándome aquí mientras su familia está en Palacio. — Habló Uri bajando a aquel llamado suelo sucio.

Sus botas se posaron sobre el lodo apelmazado en él y, ante los ojos de sus sirvientes y el Duque, dejó que su capa arrastrara por este camino directo hacia aquella puerta notando como ojos curiosos le miraban desde las casitas contiguas.

Los dos soldados, que habían acompañado al monarca, bajaron de sus posiciones para flanquearlo pero Uri pidió que se quedarán en su posición.

Sus pasos llegaron hasta la puerta y tocó tres veces, esperó un poco y esta se abrió con un rechinido.

La persona desde adentro le miró con desconfianza y confusión.

—¿Uri? ¿Qué carajos haces aquí? ¿Qué hoy no era tu coronación? — Exclamó.

Uri sonrió a aquel hombre.

—Hola, Kenny ¿Puedo pasar un momento?

—¿Qué? ¿Aquí? ¿Como carajos nos encontraste pensé que solo conocías el área de a… No importa ¿Qué quieres? Ahora eres Rey, pensé que hace 3 noches sería la última vez que nos viéramos.— Remarcó Kenny bajando la voz en la última parte de su diálogo pero haciéndose a un lado para dejarlo pasar.

Uri miró hacia atrás y ordenó.

—Esperen aquí, no quiero interrupciones de ningún tipo, esperen a que salga.

Tras ello ingresó y Kenny cerró la puerta.

Dentro Uri notó que el suelo era de madera vieja así como la demás construcción, sostenida entre sí por girones añadidos, el techo tenía muchos arreglos que el tiempo había hecho acumularse unos sobre otros.

Sentada cerca a una pequeña mesa estaba una hermosa mujer de piel pálida y en un tono parecido a la ceniza, su cabello era negro como la noche y parecía algo cansada. Entre sus brazos daba calor a un cuerpo más pequeño.

Un niño, de no más de dos años, estaba cubierto por una pequeña sábana y acurrucado contra su madre. El pequeño no dormía pues éste giró sus pequeños ojos hacia Uri, era exactamente como su madre piel blanca sin embargo de aspecto un poco más saludable, cabello negro y aun con la luz de las velas se notaba que sus ojos eran grises.

La vista pasó de éste hacia la mesa donde había dos tazas grandes y una más pequeña con la asa rota y una bolsa marrón con algunos panes.

Kenny se acercó desde atrás y cruzando los brazos habló.

—¿Y bien? Habla ya. Sí, esa es Kuchel, mi hermana, y ese enano mi sobrino.

Uri se mantuvo en silencio por unos segundos, hasta que habló nuevamente.

—Lo siento Kenny... Esto es... además yo sabía que tu hermana había tenido un hijo..

Kenny curvó una ceja, sin estar seguro de lo que quería decir el Rey.

—¿De qué te estás disculpando?— Interrogó ahora intrigado. —¿Estás hablando de lo que ves? Lo que me has dado por cuidar tu trasero aquí es bueno. Este lugar no está tan jodido como las casas de alrededor, incluso pude pagar un médico para que naciera ese pequeño estorbo, aunque yo hubiera preferido que lo abortara.

—¡KENNY!— Le reclamó Kuchel levantándose. — Su Majestad, mi hermano siempre me dijo que sirve de su guardaespaldas cuando viene a las casas de apuesta, nos honra con su visita pero... ¿Qué es lo que necesita de nosotros?— Preguntó con amabilidad haciendo una reverencia.

Uri posó su mano sobre el hombro de Kuchel y habló.

—No, yo soy quien agradece lo que he aprendido con cada visita a esta zona.— Habló con amabilidad notando cómo ahora el pequeño le miraba con ojos curiosos.

—Se llama Levi.— Susurró ella acariciando los cabellos negros de su niño quien ahora estiraba una de sus manos hacia Uri, curioso por los reflejos brillantes de la corona sobre su cabeza.

El Rey sonrió a aquello y, tomando su corona, la retiró jalando un poco su cabello, dándose cuenta que ésta tenía dos pequeños broches que la mantenían en su lugar y él ni siquiera sabía cómo se colocaban. Por lo que sólo la quitó dejando su cabello desarreglado para tenderla hacia el pequeño que la tomó como si fuera el más hermoso juguete que hubiera visto en su corta vida.

—Hey, Hey, Hey ¿Qué estás haciendo?— Cuestionó Kenny quitando la cara corona de las manos de su sobrino.

Uri pudo notar cómo el rostro del menor se mostraba con pesar, su boca hizo una mueca de tristeza y solo se volteó hacia su madre pero no lloró en absoluto. ¿Acaso era que el pequeño, a semejante edad, ya conocía tan bien la decepción como para solo aceptarla?

—No es por nada pero Levi aún es pequeño y los niños pequeños rompen todo y lo creo capaz de sacarle una joya a esto solo porque "brilla".— Explicó Kenny devolviendo la corona pero se quedó congelado cuando miro a Uri y dos finas lágrimas corrían por su rostro. —¿Y qué carajos te pasa a ti ahora?— Entregruñó, incómodo.

Uri le miró y trató de explicar su reacción.

—Yo no quiero ser un Rey que provoque miseria en su gente.

Kuchel miró un momento a Kenny y prefirió retirarse, era buen momento para llevar a dormir a su hijo además era su hermano quien había creado amistad con Uri así que sería mejor que él lidiara con aquello.

Kenny sólo miraba a Uri después cruzó los brazos y, sabiendo que no era ningún redentor, dijo lo único que se le venía a la mente.

—Has estado paseando por este infierno desde hace ya bastante tiempo, si quieres hacer algo diferente a tu padre y los anteriores reyes inútiles solo hazlo. Toma todo el poder para ti y hazlo, si acaso se te ocurre cómo.

Aquella noche Uri regresó al castillo con la corona entre sus manos y no sobre su cabeza, los nobles lo interrogaron sobre su ausencia y su falta de clase al llevar la corona colgando de su brazo.

Uri sólo hizo una cosa, la que marcaría el inicio de su gobierno absoluto. Terminó con la fiesta de aquella noche e hizo salir a los nobles de la sala del Trono.

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Los recuerdos se agolparon en su cabeza con aquellos pensamientos, no se arrepentía de sus acciones menos de los resultados, él era un Rey que no se detendría ante su visión.

Tomó su corona y la colocó en su cabeza fijando los dos pequeños broches. Ahora estaba listo para la reunión de acuerdos. Caminó hacia el pasillo donde una joven rubia lo esperaba.

—Bien, Traute. Vamos, dime ¿Kenny recibió mi carta?

—Sí, Su Majestad. El mensajero regresó por el resto del pago y dijo que Kenny casi le corta el cuello así que sí, la carta se entregó.

—Bien, vamos a la reunión y después quiero que me confirmes que Zeke llegará a Palacio el día acordado, también recuérdale que estaré atento a su elección de pareja.

Gracias por leer :D

Nos leemos pronto. Besos. ¿Comentarios?

NOTAS:

Sustancias enzimáticas: Estas son reales y se usan en productos para mascotas o animales que marcan con orina. Su fabricación descompone las enzimas / feromonas que deja el animal en cuestión para marcar, evitando que con ello vuelva a orinar en el lugar así como evitar que otros orinen ahí para marcar también.

Son adecuados para quitar el olor a orina y heces que dejan. Comercialmente lo encuentran como jabón o shampoo enzimático. Estos productos usados para la higiene de la casa con mascotas pueden cortar y disolver las feromonas.

Inhibidores: Los inhibidores son para los Alfas lo que los supresores para los omegas. Soluciones inyectables que suprimen la reacción durante el período de celo. No suelen ser usadas por muchos Alfas debido a que se suelen sentirse "ofendidos" ante la idea de restringir su "naturaleza" de Alfa.

También son usados por otras clasificaciones con reacciones de celo menos favorables como los Delta que tienen un celo riesgoso.

Deltas: Es una cuarta clasificación, muy poco común, se cree que es el resultado de la mutación del gen Alfa. Tienen las características más destacables de un Alfa, pero no pierden el control ante el aroma de un omega en celo, pueden percibir el aroma de Alfa y omegas con facilidad. Su comportamiento varía según su educación, crianza y modales. La mayoría lleva una vida tranquila a base de Inhibidores y se hacen pasar por betas.

Muchos se han ganado el rechazo de parte de los Alfas ya que no suelen mirar a un lado cuando saben que un omega está en riesgo ante un Alfa. Su mayor problema radica en su propio período de celo ya que este es casi un lapso de locura violenta y descontrolada. Motivo por lo cual prefieren ocultar su clasificación debido al rechazo ante tal situación. Muchos nunca logran emparejarse por lo que su genética no trasciende con facilidad y son pocos en la clasificación.

Impregnar: Se refiere a dejar el aroma de Alfa en algún objeto para dárselo al omega y este pueda percibirlo en el objeto después.

Comentarios:

pegasusryuseikenyazmin - Hola, :D gracias por comenta me alegra que te guste :D :D :D en este capitulo supumos un poco mas de Hanji :D y sip la convivencia y curiosa relacion entre Kenny y Uri la veremos por aqui ;P y su muy particular forma de interactuar. :D :D :D