Inuyasha fanfic
"TODO SENGOKU ES TERRITORIO TELCELL"
por Ivan
Emiliano Altamirano
Advertencia: Todos los personajes en este
fanfic son propiedad de Rumiko Takahashi. Pero en realidad me
vale...hubiera preferido una victoria mexicana en el mundial...ejem,
me traspole de papeles...vamos directo a la historia.
-Otra vez?
Inuyasha dio un paso atrás cuando sus 3 amigos hablaron al mismo tiempo. El Hanyou tosio levemente.
-Feh, esta vez fue culpa suya - murmuro tratando de defenderse.
-Culpa suya? La señorita Kagome se fue porque volviste a salir trás Kikyo - murmuro Miroku cruzandose de brazos - acaso no escuchas mis consejos?
-Usted es el que menos tiene autoridad en esos casos su excelencia - musito Sango por lo bajo. Miroku le sonrio nerviosamente.
-Lo se Sango, pero el muchacho debería aprender de mejores ejemplos.
-No los hay sinceramente - Sango se levanto - mejor me voy...
-Espera Sango - Miroku trato de levantarse, pero la mirada de Sango le paro en seco - eh...esta bien, te dejo sola.
La exterminadora asintio mientras se daba la vuelta.
-Creo que Sango también aprendio a decir "sientate" - sonrio Shippo. Inuyasha y Miroku le miraron seriamente.
-Idiota! - se escucho detrás de la
puerta seguido de como varias cosas se rompían en
pedazos.
-Souta - la madre de Kagome aparecio - que es ese
ruido?
-Parece que mi hermana se volvio a pelear con
Inuyasha.
-Eso pense - sonrio la señora. Souta enarco una
ceja.
-No estas molesta?
-Claro que no, son amor de
jovenes
-Ah, sí - a Souta le salio una gota de sudor
mientras se oía como se rompía un jarrón...
-Claro,
a mi me regaña cuando aparece Kouga, pero el señorito
apenas ve a Kikyo, sale corriendo, típico de él! -
Kagome trituro con el pie los restos del cajón - es un
idiota!
Dio un último pisotón. Sin embargo, sintio
como un fragmento del jarrón se le enterraba en el zapato,
hasta llegar a la misma piel.
-Argh! - retiro el pie de golpe.
Noto como una gota de sangre se deslizaba de la suela al piso - lo
que faltaba! Todo es por tu culpa Inuyasha!
-Atchis! - Inuyasha estornudo
fuertemente.
-Salud - musito Miroku mientras comenzaba a preparar
el fuego para la noche. Inuyasha no contesto mientras seguía
recargado contra un árbol cruzado de brazos.
-No vas a ir a
ver a la señorita Kagome?
-No tengo que hacerlo. Esta vez
no fue culpa mía
-Claro que lo fue, Inuyasha, no seas
necio!
-Que no! Encontrar a Kikyo fue una coincidencia, lo que
detecte fue a Naraku.
-Quizás tengas razón, pero
haber salido disparado como lo hiciste, es típico de cuando
esta la señorita Kikyo cerca
-Sí, lo se, más
cuando tenía a Kagome en mi espalda,
pero...
-Pero...?
-Olvídalo - se dio la vuelta
nuevamente - y tu porque no vas a buscar a Sango?
-No es buena
idea hacerlo ahora
-Porque no? Siempre lo haces cuando metes la
pata
-Dígamos que esta en esa etapa del mes que esta más
quisquillosa que de costumbre.
Inuyasha no pudo evitar soltar una
risita.
-Cuidado te oye - murmuro el monje - capaz te estrella su
Hiraikotsu en la cabeza.
-Mi cabeza es dura - sonrio Inuyasha - el
detalle es si rompe la tuya.
Miroku trago saliva mientras removía
las brasas.
-Estupida mensuación! - murmuro
Sango
-No es menstruación?
-Shippo - se escucho la voz
de la joven trás unos arbustos - te pedí me acompañaras
para vigilar el lugar, no para corregirme.
-Sí, sí -
sonrio el zorro mientras veía salir a su amiga entre la maleza
- mejor?
-Sí, antes era muy incomodo estar moviendome, pero
desde que Kagome trajo esas toallitas desechables, han sido mi
salvación.
-Toallitas? Para que?
-Ah - Sango se sonrojo
- es algo de mujeres.
-Bueeeno - Shippo había aprendido a
no preguntar más. Sango y Kagome eran muy volubles en esa
etapa, que aunque no entendía del todo, eran bastante
peligrosas. Los golpes de Inuyasha y Miroku se lo habían
comprobado.
-Crees que Kagome regrese?
-Lo hara, siempre pelea
con Inuyasha, le dice "sientate" y luego se regresa a su
mundo.
-Pero esta vez si parecía muy molesta - comento con
pena el zorro. Sango asintio.
-Es que Inuyasha se pasa...parece no
controlarse.
-Es como Miroku
-Los hombres son todos iguales -
Sango hizo una mueca mientras se inclinaba hacia su bolsa de viaje.
Entonces noto como algo brillaba en su interior. Con sorpresa vio que
era un fragmento de Shikon, que parecía pegado a una especie
de piedra metálica.
-Ahh, Kagome debio olvidarlo
Entonces
el sonido de un timbre hizo que Sango y Shippo saltaran.
-Pero que
diablos... - la exterminadora noto que la piedra con la cual estaba
pegada el fragmento, con botones y números, vibraba emitiendo
una cancioncilla.
-Es el celular de Kagome! - sonrio Shippo
reconociendo el objeto
-Celular? - Sango lo miraba con
extrañeza.
-Sí, es un aparato que según
Kagome, te permite hablar con otra persona aun a kilométros de
distancia.
-Vaya...que cosa más rara...pero viniendo del
mundo de Kagome, debe ser normal - el celular dejo de vibrar y
"cantar" - vaya, parece que se calmo.
Pero nuevamente
volvio a vibrar. Sango lo miraba espantada.
-Ahh, otra vez! Como
lo calmo?
-Es sencillo - Shippo se inclino - solo aprieta esta
tecla verde y listo.
Sango fruncio el entrecejo, pero asintio. Al
instante de pulsar el botón, una voz emergio del aparato
haciendo que la exterminadora casí lo soltara.
-Kagome,
eres tú?
-Ahh, Kagome?
-Ahh - la voz de una chica se
detuvo - este es el celular de Kagome Higurashi?
-Eh... - Sango
por instinto se coloco el aparato cerca de su oreja - sí,
por?
-Es que quisiera hablar con ella, quien eres?
-Este...Kagome
no se encuentra por el momento...soy una amiga.
-Ya veo, bueno,
podrías pasarle el recado? Dile que Yuka hablo y que no se le
olvide entregar su parte del trabajo para la siguiente semana - se
hizo un silencio - hey, estas allí?
-Sí, sí -
Sango estaba con una gota de sudor - se lo dire
-Gracias, nos
vemos - la comunicación se corto. Sango solto un suspiro de
alivio mientras miraba el celular.
-Que cosas...momento! Como es
que la llamada de su mundo llego al nuestro!
Kagome ahogo un grito de dolor mientras
aplicaba algo de isodine sobre la herida.
-Inuyasha, esto es culpa
- mascullaba en voz baja. Los fragmentos del jarrón ya se
encontraban en el bote de basura mientras, con una torunda, limpiaba
la herida con cuidado. No era muy profunda, pero dolía como
los mil demonios.
-Cuando regrese, yo... - Kagome se detuvo.
¿Regresar, realmente valía la pena regresar? - quizás
no - la chica se detuvo y bajo la mirada. Es cierto que ella misma
había aceptado los sentimientos de Inuyasha con Kikyo. Sin
embargo, con el tiempo siempre penso que el terminaría
viendola a ella.
Pero sus escapadas cuando localizaba a Kikyo
seguían siendo las mismas. Realmente hacía honor a su
condición: corría como un perro con su ama.
-Y yo
que pensaba que era su verdadera dueña? - sonrio imaginandose
la escena. No pudo evitar soltar una risita. Sin embargo, seguida de
un largo suspiro. En el fondo, realmente quería a ese
cabezadura.
-Hija - se escucho la voz de la señora
Higurashi - tienes una llamada de Eri
-Voy mamá - Kagome se
levanto y con un pie, salto hacia su cama, donde tomo el teléfono
inalambrico - cuelga por favor...Eri, que tal?
-Kagome, entonces
si estas en casa como dijo Yuka, que gusto.
-Eh, como sabe Yuka
que estoy aquí?
-Es que hablo a tu celular y contesto
alguien por tí, espero te halla pasado el recado.
-Contesto
alguien mi celular? - Kagome enarco una ceja. Fue entonces cuando se
paro de golpe - alguien contesto mi celular?
-Sí...estas
bien? Suenas como si eso fuera imposible
-No, es que - Kagome
trago saliva. Era imposible que alguien lo contestara. Según
recordaba, lo había dejado en la época Sengoku con la
bolsa de Sango cuando le trajo las toallitas
desechables
-Kagome?
-Aquí estoy... - la chica se
sacudio del estupor
-Esta bien, mejor te dejo descansar. La fiebre
de las montañas rocallosas que menciono tu abuelo debe estar
afectandote.
-Eh, sí - Kagome le salio una gota de sudor -
gracias, luego nos vemos en la escuela...
La chica colgo y
entonces miro el teléfono con detenimiento.
-No, debe ser
un sueño...no puede ser posible...
-Así que recibiste una llamada del
mundo de la señorita Kagome?
-Sí - Sango estabam
emocionada - fue formidable! Pude escuchar la voz de otra persona a
años de aquí
-Pero como? - Inuyasha miro el celular
mientras lo olfateaba - no parece encantado
-No es eso - Miroku
tomo el aparato y le dio vuelta enseñando el fragmento de la
perla - creo fue por esto.
-Entonces Excelencia, cree que el
fragmento le dio "poderes" al celular?
-Podría
ser. Recuerden que la señorita Kagome puede cruzar por el
agujero gracias a los fragmentos de la perla.
-Sí, pero yo
puedo hacerlo sin necesidad de eso
-Ahora no entremos en detalles
Inuyasha - Miroku comenzo a pulsar el aparato - mensajes, registro,
llamadas, perfiles...no entiendo mucho de esto.
-Demelo Excelencia
- Sango lo tomo - Shippo me enseño un poco...creo que se
aprieta aquí y aquí.
Inuyasha y Miroku se miraron
mientras Sango mientras se escuchaba el sonido emitido al pulsar las
teclas.
-Listo, parece que lo tengo - la chica se puso el aparato
contra la oreja - creo que era así...veamos...se escucha un
pitido.
Sango no tuvo que esperar mucho cuando un grito de Kagome
hizo que saltara.
-Saaaango! Eres tu?
-Lo soy, pero no
hables tan fuerte! - protesto la chica.
-Funciono...vaya - silbo
Miroku sorprendido. Sin embargo, luego de 5 minutos más, Sango
seguía hablando por teléfono sin mirar a sus amigos. Al
principio las dos platicaban sobre como habían logrado
comunicarse, pero cuando comenzaron a reír y a hablar sobre
"chicos y la escuela", los rostros de los 3 varones del
grupo fruncieron el entrecejo.
-Es lo mismo en un mundo y otro -
murmuro Inuyasha - una vez ví a Kagome platicar con horas por
esa cosa con sus amigas. Parece que eso viene incluído en cada
mujer, no importando la epoca.
Sango parecio oírlo y
murmuro algo en voz baja. Asintio y luego se dirigio hacia
Inuyasha.
-Kagome quiere darte un mensaje.
-En serio? - sonrio
el chico orgulloso - de seguro va a perdonarme... - tomo el aparato -
si Kagome?
-SIENTATE!
Lo último que se vio fue a
Inuyasha enmedio de un agujero mientras salía humo de su
cuerpo. Sango sonrio dulcemente y siguio hablando.
-Ya lo he visto
todo - suspiro el monje...
Llevan 30 minutos así - musito Miroku
removiendo las brasas. Shippo ya se había dormido cerca de
Kirara mientras Inuyasha estaba de costado, dandole la espalda a su
amigo.
-Dejalas, al menos estan más tranquilas
-En eso
tienes razón...
-Ah, se acabo - Sango hablo en voz alta
mirando el aparato - en fin...perdonen chicos, es que estuvimos
hablando de varias cosas.
-Se acabo? Como esta eso?
-La
batería...o algo así me dijo Kagome. Es lo que le da
vida al celular.
-Entiendo, que lástima
-Porque lo dice
su Excelencia? - Sango se sento a lado de él. Miroku iba a
hablar, pero mejor se contuvo.
-Por nada, te veías
divertida.
-Sí, me hacía faltar hablar con ella, es
una gran amiga. Es mejor si estuviera aquí, pero sino fuera
por cierta persona.
Inuyasha solo se froto la cabeza mientras
soltaba un largo bostezo. Sango le miro fríamente.
-Inuyasha,
dí algo
-Que quieres que diga? Ya dije que no fue culpa
mía.
-Lo sé, pero ella no lo cree así, ve a
disculparte.
-Yo siempre tengo que hacerlo, que no puede admitir
que fue un error suyo por primera vez?
-Kagome es demasiado
orgullosa, jamás lo admitiría.
-Y mi orgullo
que?
Sango suspiro y se levanto.
-Sango, a donde vas?
-A
dormir un rato - miro al monje y luego al Hanyou - buenas
noches.
Inuyasha no respondio. Sango se dio la vuelta, pero luego
de dar un par de pasos se detuvo.
-Si realmente la quisieras, tu
orgullo no sería problema. El cargador del celular esta en
casa de Kagome, con el podrías recargar la batería...
Sango
dejo el celular encima de una roca. Miroku fruncio el entrecejo
mientras veía alejarse a la exterminadora. Luego miro a
Inuyasha. Su posición no había cambiado.
-Creo que
es mejor dejarlo solo - Miroku se levanto y se dirigio hacia donde
Sango...
yasashisa o kawaisou na boku
e
Lost mind kanashimi kanjite
Get life igai to gouman na no
desu
ORE wa saitei
naku to ii KIRISUTO ni ginge
shite
gedatsu o kokoromita yoru desu
butterfly sanagi wa minna
kaeru
setsunakatta NA-BUSTED
ima ano hi no kokoro
torimodoshitai
I want this only
sagashi
motomeru ano giniro no hikari no naka de
naiteru hito mo tatakau
hito mo
ai suru hito mo ai suru boku mo
dare mo kizuitenai
keredo... why?
sou sa... kono mama no pain trance continue
sagasou kotae wa
kikanaide
mitsuketai GIRIGIRI no shoubu de
Get life jikan ga
sonna ni nai ze
sore ga start way
I want this only
sagashi
motomeru ano giniro no hikari no naka de
dare ka o kizutsukete
jibun mo kizutsuite
dakedo owarazuni tada oimotome
nani mo
mietenai keredo... why?
kitto kono mama no pain trance continue
sagasou kotae wa
kikanaide
fuan mo kanashimi mo kakushite...
dare ka ni aitai to
kanjite
kokoro ga kowaresou ni naru...
shinitai to iu toki ikitai
to kanjiru
kono giniro no hikaru no naka de
aitai to iu toki
aenai to kanjiru
kono kanashimi no hikari no naka de
I want this only
sagashi
motomeru ano giniro no hikari no naka de
hikari no naka de hikari
no naka de hikari o tsukinukete
I want this only...
Kagome sudaba copiosamente mientras lanzaba la cuerda de salto a la cama. Mientras tomaba agua, se dirigio hacia su reproductor de sonido, subiendo aun más el volumen de la canción
-Estupido - musitaba en voz baja mientras
lanzaba puñetazos al aire como si fuera un boxeador - es un
idiota...
Luego de las últimas batallas, Kagome se había
dado cuenta que Naraku había aumentado sus fuerzas. La unión
de Sango y Miroku se había fortalecido pese a las peleas que
tenían, mientras que Shippo conforme crecía, se volvía
más fuerte. Inclusive el bobo de Inuyasha había
desarrollado una técnica nueva: lanzas de diamante.
Sin
embargo, ella continuaba en el mismo nivel. Cierto que tenía
los poderes de una sacerdotisa, pero su cuerpo seguía siendo
bastante vulnerable. Era natural, las sacerdotisas basaban toda su
fuerza en sus poderes y su físio era bastante vulnerable.
Pensaba que si Kikyo hubiera sido tan fuerte como Sango, habría
sobrevivido al ataque de Naraku hace 50 años.
Con eso en
mente, fue cuando comenzo a entrenar, ya sea a escondidas de sus
amigos o cuando venía a su época por medicinas y
comida.
Antes no podía hacer ni siquiera 10 saltos de
cuerda y ahora luego de un mes, podía hacer mínimo 100
sin parar.
Eso la había llenado de confianza, no quería
ser una carga para sus amigos...
Menos para él...
-Pero
como me lo paga! - exclamo mientras tiraba un gancho al aire seguido
de varios jabs - ve a la otra y sale como un idiota trás
ella!
Kagome tiro un par de golpes seguidos y se detuvo. Miro su
puño mientras sentía las lágrimas agolparse a
sus ojos.
-Yo que trato de ser más fuerte para tí y
así me lo pagas... - suspiro tratando de contener el llanto -
será mejor meter a bañarme...como quisiera decir que te
sentarás!
Al momento de dirigirse al baño, noto el
cargador del celular pegado al tomacorriente.
-Espero al menos
Sango y Miroku esten bien - murmuro mientras entraba en la ducha...
Sango apreto los dientes. Los colicos se
estaban volviendo insoportables.
-Maldita la hora en que nací
mujer.
-No deberías insultarte a tí misma.
Sango
dio un respingo y se levanto de su colchoneta. Miroku le sonreía
desde la entrada de la cabaña.
-Excelencia, que hace
aquí?
-Vine a ver como estabas
-Aja...de seguro quería
aprovecharse no?
-Claro que no...
Sango le dirigio una mirada y
se volvio.
-No puedo tocarte - siguio la voz de Miroku - según
lo que leí, la menstruación provoca cólicos,
cambios de humor y también hace que muchas mujeres les duelan
los senos.
-Eh! - Sango se volvio - como sabe eso?
-La
señorita Kagome dejo un par de libros sobre medicina familiar
con la señora Kaede.
-No es un tema que me guste comentar -
bajo la mirada - será mejor que se vaya.
-Esta bien, no
quiero morir tan joven - siguio sonriendo pero entonces entro en la
cabaña.
-Excelencia, que le dije?
El monje siguio
sonriendo. Sango se puso en posición de defensa, pero noto
como sacaba algo de sus ropas. Lo deposito a los pies de Sango.
-Son
hierbas con propiedades analgesicas, seguro te ayudaran...
Sango
parpadeo mientras el monje le dedicaba un gesto de despedida y se
daba la vuelta. Sango se quedo largo rato viendo las hierbas luego de
ello...
Kagome cayo rendida sobre su cama mientras
la toalla aun estaba sobre su cabeza.
-Que cansado es hacer algo
de boxing - murmuro contra la almohada - tal vez deba suspenderlo. El
no lo vale.
Entonces se dio la vuelta y noto al flexionar sus
brazos, como estos se habían tonificado. Separo ambos brazos y
noto tambien su busto.
-Bueno, no puedo quejarme - sonrio - al
menos mi figura ha mejorado.
Con ese pensamiento feliz, cerro los
ojos. Sin embargo, con todo ello, no había notado como su
celular había aparecido misteriosamente, conectado al
cargador...
Inuyasha miro de reojo desde lo alto de la
cabaña donde dormían generalmente. No se había
despertado nadie por suerte.
-Eso estuvo cerca - suspiro de
alivio.
-Que ha estado cerca?
El susodicho pego un respingo
mientras veía hacia abajo. Miroku se encontraba recargado
contra una de las paredes, leyendo un libro de medicina.
-Miroku,
que haces tan temprano aquí?
-Realmente dormí
afuera. No quería molestar a Sango.
-En serio, eso no te
creo.
-Inuyasha, muchacho, también tengo mis momentos - le
sonrio - además, trato de entender la fisiologia de
Sango.
-Fisio que...?
-Así le dicen en la epoca moderna
a la función del cuerpo, que diferencia con las leyendas
antiguas, especialmente con las 4 almas.
-Sí, sí -
Inuyasha mascullo - deja los tecnisismos para después.
-A
propósito, como esta la señorita Kagome?
-Como esta?
- Inuyasha parpadeo - si ni siquiera he ido a verla.
-En serio? -
Miroku seguía hojeando el libro - Sango me dijo que el celular
había desaparecido y curiosamente cuando me levante, lo ví
justo a lado de su futón. Que extraño no?
-Seguro lo
encontro en la noche no? - el hibrido trago saliva - mejor
concentrate en tus propios asuntos.
-Como quieras - sonrio el
monje. Inuyasha no contesto, simplemente se dio la vuelta mientras se
dirigía hacia la aldea.
-El celular tenía carga cuando te
despertaste? - pregunto Kagome sorprendida. Sango asintio.
-Sí,
parece que el fragmento de la perla actuo como una...como le
dices?
-Una pila - sonrio Kagome - bueno, eso parece, aunque no
deja de ser extraño.
-Lo importante es que podemos hablar -
Sango sonrio - me hace falta tu compañia, más en estos
momentos.
-Je, tienes aun toallitas desechables.
-Sí,
más que suficientes, aparte agradezco haber traído esos
libros de medicina.
-Encontraste algo bueno en ellos?
-No
realmente, bueno, su Excelencia los ha estado leyendo.
-Miroku
siempre ha tenido interés en ellos, pero - Kagome sonrio
maliciosamente - acaso hizo algo?
-Eh, como que? - Sango se
enrojecio.
-No sé, hay un capítulo sobre sexualidad
muy bueno.
-Kagome! - SAngo se puso aun más roja - no
hables de eso!
-En serio, trata de posiciones y todo
eso.
-Kagome! No digas que por eso su Excelencia ha estado
leyendolo?
-Ahh, entonces lo admites eh?
Sango hizo una
mueca mientras sentía que el calor de la habitación era
enorme. Odiaba cuando Kagome la ponía en evidencia.
-No,
además, pense lo hacía porque se preocupaba por mí.
Ayer me dio un buen remedio para los cólicos.
-Ya veo,
perdona no haber llevado analgesicos, te habrían servido
mejor.
-A propósito Kagome, cuando regresaras?
-No lo se
- respondio la chica luego de unos momentos - sigo molesta.
-Jamás
te había durado tanto - Sango se preocupo - tienes que
perdonarlo.
-No lo merece, tu lo sabes mejor que nadie.
-Sí,
es un terco e idiota, pero...
-Sango, el no me quiere de esa
manera, tu lo has visto bien.
-No, al contrario, es celoso
contigo, sobreprotector y siempre esta al tanto de ti
-Como con
Kikyo.
-Kikyo es otro asunto
-No lo es, siempre esta en la
memoria de ese estupido.
-Allí esta, vuelves a estar
celosa..
-Yo no soy celosa! Solo que...argh - Kagome apreto los
dientes - es tan...
-Atractivo?
Ahora Kagome se puso roja.
Sango solto una risita.
-Touche - murmuro.
-No sabía que
hablaras frances.
-Esa lengua es interesante - rio Sango. Kagome
no tardo en hacerlo.
-Otra vez llevan años hablando -
murmuro Inuyasha recargado en un árbol mientras digería
algunas frutas. Abajo, Miroku seguía enfrascado con la
lectura.
-Agradece al celular, así Sango no nos
matara
-Quizás, pero eso hace que Kagome no este
aquí.
-Entonces si la extrañas?
Inuyasha no
respondio. Simplemente le dio un mordisco a la manzana que tenía
en la mano. Miroku abrio la boca pero no dijo nada. Entonces se abrio
la puerta de la cabaña y emergio una sonriente Sango que
saludo a los chicos. Miroku le correspondio el gesto, pero Inuyasha
hizo un "feh" mientras se daba la vuelta.
-He convencido
a Kagome - dijo con gesto de triunfo - va a regresar.
-Me da gusto
- sonrio Miroku. Inuyasha siguio inmutable mientras terminaba de
devorar la manzana.
-Feh, al fin esa tonta se dio cuenta de su
error.
-Sí, como sea - Sango ignoro el comentario - solo
que será en una semana
Inuyasha se quedo a medio
mordisco.
-Una semana? Porque tanto tiempo?
-Dice que tiene
que ordenar ciertas cosas... - Sango hizo enfasis en la última
palabra. Tanto ella como Miroku miraron a Inuyasha. Este aplasto el
resto de la manzana entre sus garras.
-Es una tonta! - exclamo
dandose la vuelta y se alejo saltando.
-En serio tardara una
semana en volver? - pregunto Miroku cuando se había alejado lo
suficiente. Sango asintio.
-Realmente será en 10 días,
pero si lo decía, capaz salía corriendo por ella.
-Y
no hubiera sido lo mejor?
-Su excelencia, Kagome esta muy molesta,
si fuera ahora, solo aumentaría más ello.
-Bueno,
según esto - Miroku señalo el libro - hacer explotar el
momento es lo mejor, más que prolongarlo
Sango iba a
protestar, pero entonces se puso roja.
-Kagome tenía razón!
- le grito - es usted un pervertido!
Sango volvio a la cabaña
furiosa dando un fuerte azotón a la puerta. Miroku se rasco la
cabeza.
-Pero que dije? - murmuro viendo el capítulo
"relaciones de pareja".
Inuyasha miro con detenimiento el pozo.
Apoyo un pie en el borde del mismo, pero se detuvo.
-Que estoy
haciendo? - se pregunto mientras se rascaba la cabeza - ella fue la
culpable, no yo!
Dio la vuelta y se dejo caer de espaldas contra
el borde. Se sentía desesperado, ansioso...
Triste
Aunque
doliera admitirlo, extrañaba la presencia de Kagome. Solo
habían 3 días, pero se sentía solo.
-Ella
tiene razón, soy un perro en toda la expresión de la
palabra - murmuro al aire mientras golpeaba el suelo - maldición!
Se
volvio hacia el pozo listo para saltar, pero volvio a contenerse. Eso
mismo le sorprendio. El jamás se contenía, siempre
hacía lo primero que le venía a la cabeza.
-Y por
esa misma actitud, Kagome se fue - musito. Sus garras apretaron la
madera del pozo casí hasta romperla.
-KAGOME! - grito -
ERES UNA TONTA!
-Ouh - musito la joven mientras sentía
como la cuerda de saltar se enredaba en uno de sus tobillos - maldita
cuerda!
Furiosa azoto la cuerda de saltar contra el suelo.
Repentinamente, cayo al suelo sollozando en voz baja.
-Porque
tiene que ser tan... - golpeo el suelo. Sin embargo, su voz perdio
toda furia entre las lágrimas - Inuyasha...ven...por
favor...
Afuera de la recamarada, Souta parpadeo sorprendido. Sin
embargo, cuando iba a entrar, una mano le detuvo del hombro.
-Mamá...
- murmuro el chico. La señora Higurashi nego con la cabeza.
Souta solto un largo suspiro.
Esa noche, Sango se frotaba la parte baja
del abdomen.
-Vaya - sonrio - ya no me duele tanto. Creo que esta
por acabar.
-Sango? - se escucharon toques a la puerta - puedo
pasar?
-Sí Excelencia, adelante...
El monje entro con un
paquete de varias frutas y raíces.
-Te traje esto, creo que
te ayudara.
-Gracias - sonrio la joven. Entonces suspiro - perdone
su Excelencia.
-Por?
-Estos días, lo he tratado muy
mal...no solamente estos días, sino cuando estoy así,
en los mess anteriores.
-Ah, eso? No te preocupes. Pienso que es
mi castigo por tocar tus encantos.
Ella siguio
sonriendole.
-Aunque espero te recuperes pronto eh? - le guiño
un ojo.
-Sí, quiero golpearlo con justificación -
Sango rio. Miroku le sonrio y se acerco a ella.
-Te ves preciosa
cuando sonríes.
Sango detuvo de golpe su risa y le
miro.
-No va a engatuzarme, se bien sus trucos. A propósito,
como sigue Inuyasha?
-Shippo fue a espíarlo. Esta a lado
del pozo, pero no se ha movido de allí en horas. Esta muy
deprimido.
-Debe estar luchando entre su instinto y la razón.
No sabe que hacer.
-Sango, y si realmente Inuyasha tiene
razón?
-Yo también he llegado a creerlo.
Generalmente el termina disculpandose, pero esta vez...
-Se que
hemos juzgado antes bien, pero ahora...
-Quiere que insista con
Kagome? - pregunto tomando el celular. Miroku se toco la barbilla
pensativo.
-No, espera, tengo una mejor idea.
Inuyasha miraba el pozo. Sin embargo, sus pensamientos iban más lejos, justamente en la noche anterior...
Era una desesperación horrible.
Tal vez instinto, tal vez necesidad, pero tenía que...
Feh!
No se ni lo que pienso, ahora...ni tampoco lo que hago. Apenas me doy
cuenta de que estoy frente a la habitación de Kagome...más
bien frente a su ventana. Apenas me asomo y la veo moviendose de un
lado a otro, lanzando puñetazos al aire. Por un momento pienso
que esta peleando contra algo, pero me detengo. En realidad parece
estar...ejercitandose. Vaya palabra más extraña que
usan las personas de este siglo. Lógico, no es como en la
época antigua, donde luchas para sobrevivir. Esta época
es demasiado tranquila.
Por un momento pienso en entrar, pero me
detengo y me sujeto del marco. Es curioso, es la tercera vez que me
reprimo. Generalmente lo hago, lo primero que me llega a la cabeza lo
hago. Sin embargo, esta vez es distinto. Esta vez no quiero cometer
erorres...
Finalmente, la música cede. Es cuando decido
entrar, pero ahora escucho un sollozo. Miro de reojo y me quedo de
una pieza. Kagome esta hincada en el centro de su habitación,
maldice en voz baja y varias lágrimas recorren su
cara.
-Rayos! - mascullo. Seguro es por culpa mía.
-...como
me gustaría que te sentarás! - exclamo Kagome. Inuyasha
iba a poner un pie dentro, pero la orden de Kagome, hizo que cayera
del segundo piso, estampandose contra el suelo.
-Aghh - el Hanyou
estaba en el suelo, mientras alzaba una mano - esa
maldita...palabra...
-Porque no vas?
Los recuerdos de Inuyasha
se interrumpieron al escuchar la voz de Miroku.
-No tengo que
hacerlo, la culpa es de ella.
-No me refiero a eso... - el monje
se coloco a lado de él - ve por ella.
-Eh?
-Inuyasha,
dejarás que la señorita Kagome nos abandone
-Si
quiere hacerlo, adelante...no es mi responsabilidad.
-Temí
dirías eso... - el monje suspiro. Entonces habilmente uso su
bastón para trabar las piernas de Inuyasha y trastabillarlo
mientras lo empujaba por el pozo.
-MIROKU! - grito Inuyasha
mientras caía dentro del pozo.
-A eso le llama una idea? -
Sango aparecio entre los árboles con el celular en mano.
Miroku se encogio de hombros.
-Funciono no? Ahora es tu
turno.
Sango asintio mientras marcaba el teléfono de
Kagome...
Inuyasha emergio del pozo sacudiendose el
polvo de su dogi escarlata.
-Miroku, cuando regrese, juro que te
matare! - mascullo mientras dirigía su mirada hacia la casa de
Kagome.
-No Sango! No pienso perdonarlo!
-Pero
Kagome - la voz de la exterminadora resono por el celular - por
favor, ya fue por tí.
-Sí se aparece, lo golpeare
con todo!
-Kagome, no seas necia!
-No soy necia! - Kagome
estallo - tengo miedo!
-Miedo de que?
-De que ese idiota me
vuelva a hacer daño.
-Pero no puedes rendirte a ello...
-Tu
eres la que menos puedes decirme eso
-Eh, a que te refieres? -
Sango sintio una punzada en el pecho
-Sí, estas enamorada
de Miroku y no puedes ni expresarselo!
-Kagome...no continues, no
quiero...discutirlo
-Lo ves? Te jactas de ser una gran
exterminadora y le tienes miedo a un simple hombre.
Sango hizo una
mueca.
-No me hables así.
-Aja, entonces yo solo debo
aceptar lo que tu digas
-Claro que sí! No soy una
cobarde!
-Lo eres con todas las de la ley!
Miroku veía a
lo lejos como Sango le gritaba al celular.
-Creo que no fue tan
buena idea como pensaba.
Entonces se oyo como Sango colgaba y se
volvía hacia él
-Esta furiosa - penso el monje
acercandose - Sango, que fue lo que...
-Excelencia,
callese!
Miroku se paro en seco. Sango jamás le había
hablado así. Sin embargo, fue aun más sorprendente lo
que siguio cuando Sango lo agarro de sus ropas y le planto un
apasionado beso en los labios.
Kagome miro con resignación el
teléfono. No le gustaba discutir con Sango, pero la tenía
harta. Quería manipular su vida y ella...
-Necesito
ejercitarme - musito mientras encendía el aparato reproductor.
ryuusei no ai ga kimi ni
isshun no hikari okutteru...
eien no yume o mite...rolling go...
ame ga furi yamazu ni kata o
nurasu keredo
SUPIIDO wa yurumenu mama...street go...
soshite
toki wa nagare dare mo kawaru keredo
boku wa ano hi no
mama...street song...
I want to dive...lost
mind...
I want to dive...lost mind...
I want feeling...I want
feeling...itsumo... I want to dive...lost mind...
why, why, why,
why? I want to dive!
feeling over...
ryuusei no ai ga kimi ni
isshun no hikari okutteru...
eien no yume o mite...lonely go...
nani mo kangaezu ni ima o
ikiru dake no
boku o sasaete iru...street song...
I want to dive...lost
mind...
I want to dive...lost mind...
why, why, why, why? I
want to dive!
feeling over...
ryuusei no ai ga kimi ni
isshun no hikari okutteru...
ryuusei no ai ga jibun ni eien no
yume okutteru...
going the way...you know...you know...yo...
Inuyasha volvio a ver a Kagome lanzando
puñetazos al aire como si tuviera un enemigo invisible frente
a ella. La música, pese a que las ventanas estaban cerradas,
resonaba perfectamente fuera de la habitación.
-Será
mejor entrar por la puerta... - penso - si voy por la ventana, seguro
me gritará "sientate" y todo se irá al
garete.
Kagome estaba fuera de sí. Solo veía
la imagen de Inuyasha frente a suyo. Cada golpe, cada jab o upper que
daba al aire, era como si fuera para él. La discusión
con Sango había sido el acabose...el acabose de todo.
-Idiota,
idiota - decía en voz baja. Al momento de volverse hacia la
puerta, parecio ver la imagen de Inuyasha. Una imagen sumamente
realista...nítida...
-Toma! - grito mientras se lanzaba
contra la imagen agachandose un momento para luego utilizar sus
rodillas como soporte y lanzar un poderoso upper cruzado hacia la
cara - el golpe de la gacela!
Por un momento penso que su golpe
se estamparía contra la puerta, haciendose daño. Sin
embargo, lo que su puño sintio fue una superficie mucho más
blanda, diría hasta humana. Y luego para su sorpresa, noto
como la imagen de Inuyasha salía despedida hacia atrás
de manera espectacular mientras se estrellaba contra la puerta
salvajemente.
-Ehh - Kagome se paro en seco. Las imagenes no
podían golpearse contra la pared y mucho menos exhalar un
grito de dolor en el proceso - acaso...
Entonces parpadeo varias
veces y vio una figura de rojo contra el suelo, mientras un par de
cruces sustituían a sus ojos.
-Vaya - Souta aparecio - eso
fue un puñetazo formidable hermana, todo un K.O.
La chica
trago saliva. Entonces se inclino hacia la figura, que tenía
orejas de perro y largo cabello blanco.
-Yo...noquee a
Inuyasha?
-Lo siento - Kagome usaba un algodón
para limpiar la mejilla de Inuyasha - pense que eras...
-Feh! -
mascullo el híbrido. Kagome estaba apenada. En su furia, había
perdido el control y se había lanzado sobre el verdadero
Inuyasha. Sin embargo, en el fondo, se sentía...contenta. Al
menos había logrado un poco de venganza y aparte lo que había
practicado no eran patrañas.
-No te disculpes - mascullo el
chico - me lo merecía...en parte.
Kagome no contesto
mientras guardaba el estuche de curación. Inuyasha la miro de
reojo.
-Que hacias cuando llegue?
-Que hacia? - Kagome parpadeo
- ahh, eso? Estaba boxeando
-Boxeo?
Kagome asintio mientras se
colocaba en posición.
-Parece el estilo de pelea que usa
Sango cuando esta desarmada - comento Inuyasha.
-Así es, es
un estilo de pelea sin armas, pero solo se usan los puños.
-Solo
los puños? Pero si las piernas te brindan más alcance y
potencia
-En este caso, las piernas tienen otro uso - sonrio
mientras Kagome daba un sprint hacia Inuyasha. Este se sorprendio al
ver a Kagome enfrente suyo en un instante, mientras le daba un
golpecito en la mejilla.
-Wow - parpadeo el chico - por eso
lograste golpearme con esa fuerza. Usaste tus piernas para darte
potencia
-Sí - Kagome sonrio orgullosa retirando su puño.
Fue entonces cuando noto que sus nudillos habían tocado la
cara del hibrido nuevamente. Se puso roja al instante - eh, bueno,
eso fue un golpe rápido, un jab.
Inuyasha aun se tocaba la
cara impresionado.
-Te has vuelto...rapida - solo alcanzo a
decir.
-Vamos, solo he entrenado unas cuantas semanas, pero creo
que tengo talento - sonrio viendo sus puños - podría
ser como Tanya Alí.
-Tanya que?
-Una boxeadora muy
importante.
-Acaso las mujeres y hombres no lo hacen por
igual?
-No - Kagome le miro con molestía - como
tu...comprenderas, las chicas somos menospreciadas, más cuando
hay otras presentes.
Inuyasha se sabía distraído,
pero había captado la indirecta.
-Kagome, no fui por Kikyo,
lo sabes
-No, realmente no lo se - le miro ferozmente - solo se
que te hallamos con ella cuando te alcanzamos.
-Fue una
coincidencia, estaba tan concentrado en perseguir a Naraku que no
note su aroma.
-No te creo, tu puedes oler a quien sea a
kilómetros, más siendo Kikyo!
-No, solo tengo un
cierto rango y... - Inuyasha bajo la mirada - antes podía
hacerlo porque sentía algo por Kikyo.
Kagome abrio los
ojos. Era la primera vez que Inuyasha aceptaba algo por la
sacerdotisa. Sintio un repentino impulso de correr, pero se contuvo.
Inuyasha aun parecía tener algo más que decir.
-Pero
cuando ví a Kikyo, allí...note que ese rango había
desaparecido
-Como?
-Sí - el chico se sento y suspiro -
no es fácil decirlo, pero nosotros los seres sobrenaturales
cuando elegimos una "hembra" o pareja como ustedes los
humanos le dicen, nuestros sentidos se afilan y enfocan en ella.
-En
consecuencia, podrías detectar el aroma de Kikyo aun más
que los otros no?
Inuyasha asintio. Kagome noto que Inuyasha había
hablado en pasado..y ella también, sin darse cuenta.
-Que
quieres decirme?
-Ya... - Inuyasha bajo la mirada -
esto...
-Inuyasha? - Kagome se hinco.
-No hagas eso! - el chico
la empujo. Kagome cayo sentada desconcertada.
-Porque...?
-Dejame
en paz! - se levanto dando vueltas - yo...estoy confundido, es
todo.
Kagome no supo que decir. Inuyasha fijo su vista en la
lejanía, en algun punto de la habitación.
-Me
importas...
-Eh?
-Acaso estas sorda? - se volvio molesto - me
importas y mucho!
-Inuyasha...
El Hanyou apreto el puño
y se dirigio con rapidez hacia la ventana, pero Kagome fue más
rápida y lo intercepto, sujetandolo del brazo.
-A donde
vas?
Inuyasha parecio sorprendido. Sin querer, una sonrisa
emergio de sus labios.
-Vaya, eso del "boxeo" si te ha
ayudado...
Antes de que Kagome reaccionara, solo vio como Inuyasha
se paraba frente a ella y se inclinaba lentamente hacia sus labios.
Había aprendido a defenderse del enemigo, pero ahora ese
apuesto joven con orejas de perro, no le parecía nada
agresivo...así que simplemente se dejo llevar...
Miroku se retiro pero en lugar de quedarse
embelesado con el beso, dio un paso atrás y se encogio
cerrando los ojos, esperando el golpe. Sin embargo, luego de unos
momentos, no había pasado nada.
Con cierto temor, abrio los
ojos y vio algo increíble. Sango estaba con los ojos cerrados,
aun con los labios entreabiertos, con las mejillas sonrojadas. Era
una estampa tan distinta a la que conocía...tan
hermosa.
-Su...excelencia - la chica parecio despertar -
yo...
-Sango, estas bien? - Miroku se acerco. Ella asintio aun
sonrojada.
-Perdone, solo que me deje llevar.
-Eh?
-Se que
suena tonto - ella miro hacia otro lado mientras se frotaba el brazo
con nerviosismo - pero al fin decidí dejarme
llevar.
-Entonces, por eso siempre me abofeteabas?
-No, eso se
lo merecía - le miro duramente, pero luego su gesto se suavizo
- solo que no me había dado cuenta que tan a la defensiva
siempre he estado...todo desde que mi gente murio.
-Sango...
-Aun
cuando ustedes me aceptaron - ella continuo - yo no los acepte del
todo a ustedes. Siempre procuraba hacer las cosas a mi estilo y
modo.
-Eso no es cierto, siempre has sido una parte importante del
equipo...
-No me refiero a eso - le interrumpio - temia miedo de
que alguien me amara...o de querer a alguien y perderlo. Su
excelencia, usted puede morir en cualquier momento!
Miroku
parpadeo sorprendido, pero luego sonrio, para finalmente soltar una
carcajada. Sango parecio molesta.
-Que tiene de gracioso?
-Nada,
solo que me parece el gesto más tierno que he visto en
alguien. Mira que preocuparte más que yo por ese detalle.
-No
es cualquier detalle - le tomo la mano enguantada con el rosario,
pero Miroku le detuvo.
-Sango, preciosa, yo se más que
nadie sobre esto, pero prefiero no pensar demasiado. Si algo me
enseño el Agujero Negro es a vivir a cada momento, sin
arrepentirme. Se que un día mi vida puede extinguirse, pero si
me pongo a pensar, no hare nada y no podre encontrar la
solución.
-Derrotar a Naraku?
Miroku asintio.
-Así
que no te preocupes, no pienso morir.
-Eso se dice tan sencillo.
Mi familia, mis amigos...
-Tienes que aprender a confiar - le
sonrio. Sango entonces se inclino entrecerrando los
ojos.
-Gracias...Excelencia...
Miroku sonrio y tambien
entrecerro los ojos, pero entonces sintio un pellizco en su mano
izquierda tremendo.
-Excelencia - Sango tenia la mano de Miroku
entre sus dedos mientras la retiraba de su trasero - usted no aprende
verdad?
-La verdad, no.
Solo se escucho una bofetada a lo
lejos...
-No!
Inuyasha cayo de espaldas. Kagome
estaba sobre la cama, con parte de la camiseta hasta el torso. El
dogi de Inuyasha estaba desatado por el frente.
-Yo... - el chico
reacciono - lo siento, no se que me paso.
Pero Kagome se volteo
dandole espalda.
-Vete - murmuro
-Pero...
-Por favor,
necesito una ducha...
-E-Esta bien - Inuyasha se levanto
torpemente y salio rapidamente de la habitación. Abajo se
escuchaban las voces de la familia de Kagome, pero el chico estaba
aun turbado por lo que había pasado...más bien, no
recordaba nada luego del beso. El resto eran parpadeos de imagenes.
Ella acariciandole la espalda, el frotandole insistemente los
brazos...hasta...
-Basta! - Inuyasha golpeo la pared que tenía
enfrente - que me paso!
Como todo proceso, de la incredulidad no
tardo en pasar a la verguenza y el arrepentimiento.
-Que pensara
de mí ahora? - Inuyasha se agarro la cabeza - solo fue un
impulso...un maldito impulso!
Sin embargo, si Kagome lo había
rechazado, porque esa mirada de excitación brillaba en sus
ojos antes de que se diera la vuelta?
-Idiota...idiota - Kagome quería
rasgar con la uñas el panel del baño. El chorro de agua
fría caía sobre su cuerpo desnudo. Sin embargo, pese a
que tiritaba, aun sentía un calor que no se calmaba pese al
agua.
-Inuyasha debe pensar que soy una tonta, una necesitada! -
apreto los puños - malditas hormonas!
Por un momento Kagome
trato de justificarse. Tenía 16 años, era natural
sentirse así y jamás lo había experimentado.
Realmente hubiera dado el paso siguiente, pero cuando disfrutaba de
las caricias del chico, sintio tanto placer...
Tanto que le dio
miedo...
Siempre creyo estar enamorada de Inuyasha, pero no al
extremo de entregarle...
-Soy una cobarde - Kagome se hinco en el
piso de la regadera. Sus lágrimas se mezclaban con el agua - y
yo aconsejando a Sango que fuera valiente...
-Kagome! - se escucho
un porrazo en la puerta - sal, tenemos que hablar!
-Inuyasha! -
Kagome se levanto de golpe, tan fuerte que casí se resbala -
te dije que necesitaba una ducha!
-Yo también - se escucho.
Kagome entro en pánico. Acaso el planeaba...?
-Lo digo
porque Souta me echo encima algo y no puedo quitarmelo.
-Esta
bien, ya voy... - la chica suspiro y cerro la regadera. Tomo su bata
y sin importar su aspecto, salio rapidamente. Sin embargo, noto con
sorpresa como Inuyasha estaba en perfecto estado.
-Tu - entonces
se dio cuenta del engaño - me mentiste!
Inuyasha no
dijo nada, solo suspiro y se sento frente a ella.
-Necesitamos
hablar...
-No hay de que hablar, ahora si me disculpas, quiero
cambiarme!
-Si te espero más, me hubiera vuelto loco - el
chico le miro con ojos suplicantes. Kagome se sorprendio de esa
mirada. Jamás había visto a Inuyasha pedirle algo a
alguien...no de esa manera.
-Aparte - sonrio finalmente - no
hubiera suficiente agua fría en el mundo para apagarte.
Kagome
se puso roja
-SIENTATE!
Al instante, Inuyasha azoto contra el
suelo.
-Eres un maldito egocentrista! Sientate, sientate,
sientate! - Kagome estaba fuera de sí mientras Inuyasha caía
una y otra vez. Luego de unos instantes, Inuyasha levanto la vista
del suelo esperando otro "sientate", pero no hubo más.
Finalmente alzo la cabeza bastante adolorido y vio a Kagome con la
cara entre las manos,
sollozando.
-Kagome...
-Inuyasha...porque...tenías que
aparecer...porque tenías que hacerme sentir así?
-Me
gustas...
Kagome se paro en seco.
-Que...?
Inuyasha estaba
cruzado de brazos viendo para otro lado.
-No dije nada.
-Dijiste
algo, lo se...por favor.
-Yo no dije nada! - refunfuño -
cosas que imaginas.
A diferencia de otras veces, donde Inuyasha
manifestaba algun sentimiento hacia ella, generalmente terminaba con
un chiste pesimo que la hacía enfurecer. Sin embargo, en esta
ocasión, el chico parecia demasiado serio.
-Cuando un ser
sobrenatural escoge una pareja - la voz de Inuyasha interrumpio los
pensamientos de Kagome - su libido aumenta
considerablemente.
-Pero...?
-Generalmente escogemos pareja
para reproducirnos - Inuyasha continuo mientras se levantaba - pero
yo soy un hibrido. Tal vez mi forma de ver eso sea distinta.
Kagome
no dijo nada. Inuyasha se dirigio hacia la ventana.
-Te dejare
cambiarte, te veo luego - se sujeto del borde.
Kagome asintio.
Entonces noto como el chico se volvía a verla.
-Curiosamente,
con Kikyo jamás tuve este sentimiento - le sonrio - no eres la
única asustada...
Kagome alzo la mano, pero Inuyasha había
desaparecido por la ventana...
Una pareja se besaba de manera apasionada
debajo de un árbol mientras miles de estrellas cubrían
el cielo.
Sin embargo, el sonido de un celular emergio enmedio de
la noche. Se podría decir que era algo normal, pero no 500
años antes de haber sido inventados.
-Es Kagome - se
escucho una voz femenina.
-Deja eso y continuemos - le contesto
una voz masculina que tenía un deje de impaciencia.
-Sí
- susurro la voz femenina mientras el sonido de unos labios besandose
se hacía más intenso. El celular detuvo su repiqueteo.
Sin embargo, minutos después volvio a resonar.
-Ah, no
puedo - susurro la femina - perdí la concentración.
-La
señorita Kagome tendrá que darme muchas
explicaciones.
Solo escucho un resoplido y luego como un
resplandor emergia entre la oscuridad, iluminando la cara de
Sango.
-Sí, bueno?
-Sango - Kagome parecía
angustiada - necesito hablarte...perdoname por lo que dije
yo...
-Kagome...por Kami - Sango se arreglo el cabello que estaba
un tanto desordenado - estoy algo ocupada, sabes?
-Mucho - se
escucho la voz de Miroku.
-Ah - Kagome parecio desconcertada, pero
luego se escucho su risa - no me digan que...
-Kagome! - Sango se
puso roja.
-Esta bien, pero luego me darás los detalles. Al
menos algo me alegra el día.
-A tí tal vez, pero -
Sango resoplo mientras veía como el monje se levantaba. Le
hizo un gesto a la joven con dirección a la cabaña.
Sango asintio - bien, supongo que Inuyasha tuvo que ver en esto
no?
-Hasta donde has llegado con Miroku?
-Que! Porque me lo
preguntas?
-No lo digo por morbo - la voz de Kagome sonaba
cansina.
-Bueno, antes de que tu hablarás, estabamos...ya
sabes.
-Ah...Inuyasha y yo casí pasamos a la
siguiente...fase.
-Que! En serio?
-No es gracioso - Kagome
suspiro - no lo deje continuar.
-Suena como si te doliera, más
que alegrarte.
-Es que me duele. Solo que...
-Tienes miedo
-Lo
tengo! Y mucho!
-Kagome, tu misma dijiste que querías a
Inuyasha
-Sí, pero jamás pense que pasaría
esto. Siempre creí que él ...que yo...
-Creo que ver
tanto a Kikyo te hizo ver que todo saldría de una manera más
díficil no?
-Un poco...
-Al menos el te dijo que te
gustaba o simplemente saltaron a la cama?
-Sango! - Kagome
estaba roja. Se escucho la carcajada de la castaña.
-Esa es
por todas las que me has hecho pasar!
-No sabía las
contarás - Kagome fruncio el entrecejo - vale, entonces? En
realidad...me dijo algo parecido luego de que lo detuve.
-Sabes -
Sango contesto luego de un momento de silencio - no pense decirlo
nunca, pero ahora apoyo a Inuyasha. Eres una tonta.
-Ya...lo
sé...lo sé...ahora si vuelve a tocar el tema, será
en unos 100 años.
-Lo cual te mereces, tuviste tu
oportunidad.
Kagome no respondio. Simplemente solto un largo
suspiro.
-Por más de mil generaciones, los
Caballeros Jedis fueron los guardianes de la antigua República,
antes de los tiempos oscuros...antes del Imperio...-Wooow! -
Inuyasha se había quedado pasmado con las imagenes - que es
eso?
-El episodio III - comento Souta guardando varias cosas en
una mochila - lo van a pasar esta noche, por eso voy con unos amigos
a verlo. Es el estreno nacional en televisión.
-Episodio
III? Televisión?
-Mira - Souta saco una caja que contenía
5 DVD - esto es Starwars, una serie de películas. Ya sabes
operar el DVD amigo, así que te dejare verlas.
-En serio? -
Inuyasha saco el primer disco del estuche - gracias Souta.
-Nosotros
también nos vamos - llego la madre de Kagome con el abuelo -
tenemos una cena importante con unos amigos.
-Van a salir todos? -
se volvio el híbrido poniendo el primer disco en el
reproductor.
-Sí, así que te encargamos a Kagome -
le guiño el ojo la señora Higurashi - tenemos comida en
la nevera, así que no te contengas...
Antes de que Inuyasha
llegara a replicar, la familia había desaparecido.
-Kagome
- murmuro al volver la vista hacia la entrada de la sala. Sin
embargo, la peculiar entrada desvio su atención hacia el
televisor...
Kagome se encontraba justamente trás
la puerta. Había visto a Inuyasha, pero no se atrevía a
entrar.
-Que puedo hacer? - se mordio el labio inferior.
-El miedo es el camino al Lado Oscuro, el miedo lleva a la ira, la ira lleva al odio, el odio al sufrimiento..
Kagome parpadeo. Inuyasha estaba viendo el
episodio I. Seguro había seguido el consejo de Souta de ver
los episodios anteriores para entender el que iban a transmitir.
-Es
lo mismo que dijo Sango - sonrio mientras reflexionaba la frase. Sin
más, se dirigio hacia la cocina.
Inuyasha brincaba literalmente en la sala
mientras veía el duelo entre Darth Maul y Obi-wan. Jamás
había visto a alguien manejar de esa manera la espada.
-Tal
vez pueda aplicar algo de esos ataques - sonrio el Hanyou
emocionado.
-Si crees que es buena esa pelea, espera a ver a Yoda
pelear - se escucho trás él.
-Yoda? - contesto
Inuyasha por reflejo - pero si ese enanito verde parece que se va a
romper.
-Creeme, se lo que te digo - Kagome aparecio con un plato
de palomitas de maíz. Inuyasha la volteo a ver y trago saliva.
La chica igualmente parecía nerviosa.
-Toma - dejo el tazón
- es mejor si comes esto cuando ves una película.
-G-Gracias
- mascullo el chico tomando un puñado mientras volvía
su atención a la pantalla. Kagome asintio y también
comenzo a ver la película. Sin embargo, luego de una media
hora, se notaba una gran tensión en el aire.
Habían
cambiado de DVD y ahora veían el episodio II. Kagome
contestaba a las ocasionales preguntas de Inuyasha, pero nada
más.
-Estamos como al principio - penso Kagome mientras
Inuyasha estaba en su típica pose, acostado de lado, viendo el
televisor.
Sin embargo, el susodicho en realidad tenía la
mente en otro lado.
-Siempre discutimos - penso Inuyasha mientras
Obi-wan hablaba con Anakin en la película - pero ahora ni
siquiera eso...
-Estar cerca de ella es intoxicante...
Inuyasha sonrio ante la frase del supuesto
Elegido. No podía tener más razón.
-Voy por
más palomitas - musito Kagome.
-Si quieres te ayudo.
La
joven volteo a verlo. Él no era amable, porque ahora...?
-No,
puedo hacerlo sola.
-Feh, vamos, ando de buenas, dejame que... -
al momento que Inuyasha se levanto, presiono accidentalmente el
control remoto del DVD. Al instante, la película se corto y se
puso la pantalla en azul.
-Que hiciste? - Kagome se inclino hacia
él
-No lo sé, solo presione esta cosa - señalo
el mando.
-Vaya contigo, debiste cambiar de DVD, como es
multidisco...
-Multique?
-Olvídalo, esperemos se ponga
el otro para cambiar
Al momento, la imagen cambio a un paisaje
salvaje con créditos de fondo moviendose mientras una canción
se escuchaba de fondo.
Como me apena el verte
llorar
Toma mi mano, sientela
Yo te protejo, de cualquier
cosa
No llores más, aquí estoy
Fragil te ves,
dulce y sensual
Quiero abrazarte y te protegere
Esta fusión
es irrompible
No llores más, aquí estoy.
En mi
corazón, tu vivirás
Desde hoy será y para
siempre amor
En mi corazón no importando que dirán
Dentro
de mí estarás
Siempre
-Vaya, Souta debio estar viendo Tarzán
- musito Kagome - debería al menos guardar el disco, vamos a
cambiarle...
-Espera - Inuyasha tomo su mando - dejame
escuchar.
Kagome iba a hablar, pero noto como las garras del
híbrido tomaban las suyas. Jamás se había dado
cuenta de lo grande que eran los dedos de Inuyasha...más bien
si lo sabía. Esos mismos dedos la habían tocado
antes...
No pueden entender nuestro
sentir
Ni confiarán en nuestro proceder
Se que hay
diferencias, más por dentro
Somos iguales tú y yo
En
mi corazón, tu vivirás
Desde hoy será, y para
siempre amor.
No escuches ya más, que pueden saber.
Si
nos queremos, mañana y hoy
Entenderán...lo sé
Tal
vez el destino, te hará pensar
Más la soledad,
tendrás que aguantar
Entenderán, lo sé, lo
haremos muy juntos.
Pues en mi corazón, creeme que tu
vivirás
Estarás dentro de mí, hoy y por
siempre amor
Tu en mi corazón, sí
en mi corazón
No importan lo que digan...no sufras
Dentro
de mi estarás, siempre
Sieeeempre
-Tarzan es esa película donde un tipo
que se creía mono encuentra su origen no?
Los pensamientos
de Kagome se vieron interrumpidos por la pregunta de Inuyasha.
-Sí,
pero al final encuentra la felicidad con una chica citadina que va a
la selva. Es curioso, en esta película, a Tarzan lo muestran
como un hibrido entre dos culturas.
-Como yo... - murmuro el
chico.
-Se podría decir que sí...
-Pero al final
encontro a su Jane no?
Kagome se sonrojo.
-No sabía
recordarás eso
Pero Inuyasha no contesto, simplemente se
inclino hacia ella rapidamente. Kagome trato de reaccionar, pero la
caricia en su mano paralizo su cuerpo entero.
¿Desde hacía
cuanto que Inuyasha había estado acariciando su mano?
Aquí siempre, para tí
estare siempre.
Siempre y por siempre.
Solo mira a tu lado
Solo
mira a tu lado
Solo mira a tu lado
Yo estare sieeeempre.
Kagome se separo de Inuyasha. Un rubor
cubría sus mejillas mientras le sonreía. Ambos se
habían desprendido de la parte superior de sus ropas, así
que el contacto de piel con piel era total.
-Me perdo... - inicio
Kagome, pero sintio los dedos de Inuyasha tapando sus labios.
-Shhhh
- le sonrio frotando sus hombros - no ha pasado nada.
-Sí,
nada - Kagome correspondio el gesto - que hacemos ahora?
-Que tal
dejarnos llevar?
-Pero...y si pasa algo más?
-Bueno, eso
tenemos que averiguarlo no?
-Tengo miedo...
-Y yo, pero eso no
impide verte como lo que eres.
-Inuyasha...
-Perdoname por
decir que tu aroma era detestable - los dedos del híbrido
recorrieron el brazo de Kagome lentamente. Esto hizo que Kagome
temblara.
-Y a mí...por... - Kagome no continuo mientras
volvía a besar a este chico que le había robado el
corazón.
-Que le diremos a Inuyasha y Kagome? - Sango
caminaba a lado de Miroku - bueno, usted sabe Excelencia...
-Dejalos,
tarde o temprano se darán cuenta
-Sí, quizás
sea lo mejor - le sonrio tomandole un momento de la mano. Miroku hizo
lo mismo, pero entonces subio su mano hasta el trasero de ella.
A
pocos metros de allí, Inuyasha ayudaba a Kagome a salir del
pozo.
-Listo, gracias - la chica le sonrio a Inuyasha. Este
asintio. Sin embargo, las miradas que se dirigieron un momento,
habían dicho más que mil palabras.
-Gracias por lo
de anoche - murmuro la joven sonrojada viendo al suelo. Inuyasha le
paso un brazo por el hombro.
-Gracías a tí, me
siento mejor.
-En serio? Espero haber dicho todo y...
-Calma,
estamos los dos bien no?
-Sí...muy bien - Kagome tomo la
mano del chico apretandola. Al instante se escucho una bofetada al
aire - vaya, creo que Miroku no ha aprendido.
-No, en lo absoluto
- sonrio el Hanyou inclinandose - vamos, hay que darnos prisa.
Kagome
dudo un momento en subirse a la espalda de Inuyasha. Sin embargo,
simplemente se lanzo sobre él.
-Oye, ten cuidado, estas
pesada.
-Insinuas que he engordado?
-Eso parece, los musculos
que has hecho con eso del boxeo supongo.
-Eres un idiota! -
mascullo Kagome.
-Feh, solo digo la verdad!
-Tu solo quieres
fastidiarme! - Kagome aporreo su espalda.
-Oye, deja de hacer eso
o te suelto!
-Hazlo y sabrás que te espera
Mientras, Sango se alejaba a paso rápido
de Miroku. Este lucía una impresionante marca de los dedos en
su mejilla.
-Pense que...
-Su Excelencia - Sango mascullo - ni
se atreva
-Oh, vaya... - suspiro el monje mientras veía a
Inuyasha y Kagome discutir a voz viva - esos dos, estan como
siempre.
-Sí, parece que todo vuelve a la normalidad -
Sango le sonrio a Miroku. Este asintio.
Entre tanto, Kagome e
Inuyasha habían dejado de discutir un momento y no pudieron
evitar sonreír al ver a sus dos amigos.
Definitivamente,
todo había vuelto a la normalidad...por el momento...
Fin...por el momento.
Notas finales.
El título proviene
de la propaganda que circulaba en México, sobre una famosa
marca de celulares: "Todo México es territorio Telcel"
y del famoso globo azul de la misma. Sí, se que es un golazo,
pero que le vamos a hacer?
Nuevamente, la psicología forma
parte de esta historia. Se que es el típico trillado de
"Inuyasha enfada a Kagome, Kagome se enoja con Inuyasha, se
pelean, va al otro mundo y vuelven contentos". En este caso,
quise manejarlo con toques más modernos y chuscos, así
con el tema del "miedo". Generalmente, lo que hace fracasar
muchas relaciones, es el miedo a querer a alguien. Curiosamente, el
ser humano es el único animal que tiene miedo a amar, cuando
debería ser al revés, pero más que ello, es el
miedo a perder lo que uno ha avanzado. Como específique en
Clocks, es necesaria una cierta evolución conforme avanzamos
para mejorar, pero pocas personas logran entender y más aun,
aplicar este concepto. Muchos preferimos quedarnos donde estamos,
porque nos sentimos más seguidos. Solo pocos se lanzan al
vacío para luchar por algo mejor.
Aquí, los 4
personajes principales, afrontan el miedo de distintas maneras.
Inuyasha es por su historia, el que lo afronta más
directamente, mientras que Sango y Kagome son las que van dudando en
la historia. Esto no signifique que las mujeres sean menos valientes,
pero son más sensibles y por ente, el daño recibido a
veces es mayor (sin menospreciar tampoco su resistencia, pero supongo
me ganare algunas críticas). Finalmente, Miroku se ve como el
menos afectado, lo cual no deja de ser peculiar: el mismo agujero
negro que es su desgracia, es también su mayor virtud. El no
tiene nada que perder, el poco o mucho tiempo que tenga es una
ganancia, así que tiene que aprovecharlo al máximo, y
por ente, se salta las trabas (lo cual justifica en parte su parte
libidinosa, pero solo en parte, jeje).
Ya para acabar estas largas
notas, que tienen más que el fic, las canciones en este fic
son tres. Las dos primeras son de una serie estupenda, llamada Hajime
no Ippo (Inner Light y Under Star de Shocking Lemon), que trata de
boxeo. Justamente de allí me inspire para darle a Kagome, un
estilo de pelea muy distinto a usado en otras historias (el golpe de
la gacela sí existe). Finalmente, no podría faltar una
romántica y tampoco de uno de mis autores favoritos, Phil
Collins, en este caso, es "En mi corazón estarás"
de la película de Tarzán.
Finalmente, este fic va
dedicado a todas aquellas personas que se toman su tiempo para leer
estas historias. Se que muchas les hubiera gustado ver una escena
lemon, pero para empezar, ocurrio algo entre Inuyasha y Kagome?
Bueno, les dejo esa pequeña duda, je.
Nos vemos en otro
fic..
