Capítulo 3: El traslador plus.

Esa mañana Harry se levantó cansado, ya que había dormido poco. Bajó a desayunar, allí ya estaban hablando Ginny, Ron y Hermione, que pararon al ver a Harry.

-Buenos dias – dijo Harry, bostezando – ¿de que habláis?
-De Luna y Neville – dijo Hermione, que le dio un mordisco a la tostada – nos preguntamos también cuando iréis tu y Ronnie – Ron la miró haciendo pucheros, pero se le pasó cuando Hermione lo besó (Harry miró para otro lado distraído) – a hacer el examen de aparición.
-Por mí, podemos ir el día 19 de agosto aprovechando que… ¡Ah! Pero si aún no lo sabéis – dijo Harry, pensativo, mientras lo miraban con cara de decir "¿que es lo que no sabemos?" – hablé con Scrimgeour, y acepté su oferta, así que quedamos el día 19, lo aprovechamos e iremos a hacer el examen de aparición.

Dicho esto se fue a su habitación. Donde pasó casi todo el resto del día.

Pasaron unas casi tres semanas, durante este periodo, Harry se lo pasó bien jugando al quidditch, pensaban y hablaban sobre los Horcruxes y de R.A.B., y de tantas veces que Harry había leído la carta de R.A.B. ya se la sabía de memoria.

Finalmente llegó el esperadísimo 19 de agosto, el día en que harían el examen. Lo hablaron el otro día y decidieron ir al Ministerio con polvos flu, de forma mágica.

Ya estaban vestidos, esperando al señor Weasley delante de la chimenea. Cuando el señor Weasley llegó, los tres cogieron un puñado de polvos flu, lo tiraron a la chimenea, que emitió un fuego verde. Harry era el último así que cuando los otros dos ya hubieran llegado Harry dijo:
-¡Despacho del señor Weasley! – dijo todas las pausas y sílabas con claridad, para que no se repitiera la desagradable experiencia que tuvo años atrás, ya que se apareció en el lugar que no era.

En unos segundos apareció en la chimenea del despacho del señor Weasley, y Harry pudo ver que había cambiado mucho respecto al antiguo despacho.

Este tenía lujos y comodidades, con grandes sillones y una bonita mesa como escritorio. Era muy elegante. Incluso tenía un baño.

Harry salió del despacho del señor Weasley, estaban en la primera planta. En la misma planta donde estaba el despacho de Rufus Scrimgeour, el ministro de magia. Y hablando del ministro, este salió de su despacho al ver a Harry y se dirigió a saludarles.

-¡Harry has venido! – Dijo tendiéndole la mano, los hambres que estaban por alrededor miraban al ministro y Harry, que se podía decir que parecían felices - ¿y…usted? – preguntó Scrimgeour, ante la inesperada visita del pelirrojo. No esperaba que Harry trajera un amigo.
-Ron Weasley, señor – respondió Ron con una extraña educación que Harry nunca había visto en él.
-Ah! El hijo de Arthur ¿no? – dijo Scrimgeour, sonriendo – muy bien, ¿adonde queréis ir?
-En realidad – dijo Harry – hemos venido a hacer el examen de aparición ¿Dónde lo hacemos? – preguntó Harry.
-Ah!... os acompaño, es en la cuarta planta – dijo Sgrimgeour. Harry tenía la impresión de que quería que lo vieran junto a Harry. Scrimgeour saludaba con gestos a algunos de sus compañeros. Tenía la otra mano depositada en el hombro de Harry.

Se acercaron a un ascensor y Harry, Ron y Scrimgeour subieron, y, se encontraron, muy a su pesar, a Rita Skeater y su fotógrafo.

-Señor ministro ¿Cómo…? – pero Rita se llevó una mano a la boca cuando vio a Harry – pero si es… ¡Harry Potter! – Ron estaba un poco marginado ante esta situación, pero a Ron parecía gustarle que solo se dirigieran a Harry, dejándolo muy tranquilo y fuera de peligro.
-¡Hola Rita! ¿Qué tal? – mirando como Rita sacaba de su típico bolso de piel de cocodrilo, una pluma y papel, apuntando todo lo que decía, i indicando a su amigo el fotógrafo que hiciera muchas fotos.
-Bien señor ministro – dijo Rita, apuntando varias cosas en el pergamino - ¿y a que se debe este honor? – añadió mirando a Harry.
-¿Lo dices por Harry? – dijo Scrimgeour, sonriendo y su mano en el hombro de Harry.
-Así es – dijo Rita, escribiendo en el pergamino y asistiendo con la cabeza.
-Bueno el señor Potter y el señor Weasley – Rita miró a Ron por un instante y escribió en el pergamino – van a asistir a su examen de aparición. Y bueno, he tenido anteriormente unas palabras con Harry – añadió rápidamente, habían llegado a la cuarta y siguieron caminando. Con Rita y su fotógrafo detrás, haciendo fotos a toda hora.
-¿Y de que hablaron? – dijo astutamente la periodista, mirando al ministro con interés.
-Ah! Bueno…no lo puedo decir, solo diré que… que… - se quedó pensativo durante un tiempo y añadió sonriendo – que estamos haciendo un complejo plan par acabar con Vol… quiero decir, con quien-tu-sabes…
-Di mejor Voldemort – interrumpió Harry a Scrimgeour, todos se le quedaron mirando, haciendo muecas de dolor al oír ese nombre. Harry estaba haciendo un papelón - ¿Qué? – dijo mirándolos – el primer paso para acabar con Voldemort – nuevas muecas de dolor (Harry las ignoró) – es llamarlo como se llama, y no llamarle esa chorrada de quien-tu-sabes, así le demostramos miedo, y eso no es lo que queremos ¿verdad ministro? –dijo Harry, obligando al ministro a hablar.
-Si claro, acabaremos con Vo-Voldemort – dijo Scrimgeour, tartamudeando.

Harry había hecho un discurso un poco raro. Ron no lo reconocía y ponía cara de extrañado y de queriendo decir "¿Quién eres tu y que has hecho con mi hermano Harry?". Rita escribía muy deprisa, Harry casi no distinguía las letras. Rita parecía la persona más feliz del mundo. Se despidió de los chicos y la periodista y se fue con su fotógrafo.

-Así se hace Harry, veo que has captado mi idea, ahora mismo iba a liberar a Stan personalmente – y se despidió de Harry y de Ron, marchándose satisfecho.
-Ya verás los titulares mañana – dijo Ron, algo nervioso por el examen – "el elegido" habla – dijo burlándose y riéndose, entrando en la oficina de aparición.
-Buenas tardes señores – dijo un hombre bajo y calvo - ¿en que les puedo ayudar?
-Venimos a las pruebas de aparición – dijo Ron con mucha determinación.
-Seguidme – dijo el hombre.

Al cabo de dos horas los dos muchachos salieron sonriendo, con el carné en sus manos. Los había examinado el mismo hombre del año pasado, Wilkie Twycross, y tenían que aparecerse de un lado de la sala a otro. A Ron le salió bien, Harry sabía que Ron ya lo había intentado y que lo tendría más fácil. Harry también lo hizo a la primera, recordando las tres D's, de las que les había hablado Twycross, destino, determinación, decisión, y así lo pudo hacer.

Iban a subir por el ascensor y se encontraron con una grandísima sorpresa. Habían coincidido en el ascensor con Neville Longbottom, y su abuela.

-¡Neville! – Exclamaron Harry y Ron al verle - ¿Cómo tu por aquí? – esto último lo dijo Ron.
-He venido a hacer el examen de aparición – dijo Neville, nervioso.
-Ah! Nosotros lo acabamos de hacer y ya lo hemos aprobado – dijo el orgulloso Ron.
-Ah! Vosotros debéis ser Harry y Ron ¿no? – dijo la abuela Longbottom, contenta – por los muchachos que mi Neville no quiere ir a Hogwarts.

Harry lo miró sorprendido, después miró a su abuela con
indiferencia.

-Ah! Por supuesto a mi no me importa – dijo la abuela Longbottom – prefiero que este con vosotros. Y una cosa, ¿ya os habéis enterado?

Harry y Ron negaron muy curiosos con la cabeza, mirándola.

-¡Frank y Alice! ¡Ya se han recuperado, y ya son conscientes de lo que hacen! ¡Pero lo más conmovedor es que reconocieron a Neville!

Harry y Ron se miraron, contentos.

-¡Esas son excelentes noticias! – exclamó Harry.
-¡Si, es verdad! – dijo Ron.
-Bueno chicos nos vamos – dijo la abuela de Neville – Neville, despídete.
-Adiós – dijo, y les extendió la mano.
-Trae a Luna contigo, que se aparezca contigo, guíala – susurró Harry a Neville. Solo lo oyeron ellos dos y Ron – queda con ella y se lo dices – Neville asintió y salió del ascensor, con nerviosismo.

Harry y Ron bajaron y se dirigieron a la primera planta, donde les esperaba el señor Weasley, para ir una vez más, pero sin polvos flu, a la Madriguera.

-¿Cómo os ha salido? – preguntó el señor Weasley, aunque la mano de Ron, en la que llevaba el carné, respondía por ella, y el señor Weasley sonrió. – Excelente – añadió, dirigiéndose a la chimenea a por polvos flu.
-Nos apareceremos papá – dijo Ron – así practicamos.
-Pues que así sea – dijo el señor Weasley, pero Ron ya se había aparecido. – Harry espera un momento – añadió.

Harry sorprendido por esto miró al señor Weasley.

-Dijiste que irías a Godric's Hollow ¿no es así? – Harry asintió, y el señor Weasley se puso a escarbar en un cajón, y sacó un libro viejo - ¿y ya has pensado en como irías?

A Harry se le cayó el cielo a los pies, no había pensado en como llegaría, pensándolo mejor, ni siquiera sabía donde estaba Godric's Hollow.

-No – dijo Harry, pensando en que sorpresa le tenía guardada el señor Weasley.
-Por suerte, Dumbledore piensa en todo – dijo el señor Weasley sonriendo y señalando el libro.
-Pero… ¿Dumbledore? Si el está… - el señor Weasley terminó la frase por él.
-Si, muerto lo sé. Pero antes de morir dejó un regalo para ti. Es un traslador que lleva a Godric's Hollow, pero no un traslador cualquiera. – harry lo miró extrañado – este solo se activa con dos toquecitos de tu varita, o la de quien-tu-sabes claro, ya que tengo entendido de que es la misma que la tuya – dijo el señor Weasley, sin dejárselo muy claro a Harry lo que era un traslador plus.

Harry se despidió del señor Weasley, y se apareció en la habitación de Ron. Como vio que no estaba allí, bajó a la cocina y lo encontró allí comiendo.

-¿Por qué has tardado tanto? – dijo Ron, tragando antes de hablar (por fin – pensó Harry).
-Por esto – dijo Harry sacando el libro de su bolsillo y le explicó a Ron todo lo que su padre le había dicho.
-¿A ver? – dijo su amigo con curiosidad. Harry aún no se había fijado ni en el libro ni lo había abierto tampoco, pero cuando Ron lo cogió, una nota se cayó hacia tierra deslizándose lentamente. Más que una nota, era una carta. Harry la abrió y reconoció la letra de Dumbledore al instante, porque era una noble y majestuosa letra:

Querido Harry:

Supongo que cuando leas esta carta, yo estaré muerto, pero se que quieres ir a visitar a tus padres antes de ir en busca de los Horcruxes. Este libro es un traslador plus, espero que el señor Weasley te lo haya explicado ya. Si no, te doy una breve explicación. Este tipo de trasladores los inventé yo, y son unos trasladores corrientes, con la capacidad de usarse cuando uno quiera, y no cuando lo toque. Así que fabriqué este pensando en tu varita, pero sabes que el problema es que Voldemort tiene el mismo tipo de varita que tu, así que ten cuidado, recuerda que eres muy valioso.
También quiero que te leas ese libro, y si sabes hacer todos los encantamientos, serás más que un buen mago, valorado más que un mago normal, pero es magia muy avanzada, se necesitan conocimientos para practicar algunos de los hechizos que hay allí.
Terminaré diciéndote que cuando vayas a Godric's Hollow, te llevarás una inmensa y agradable sorpresa. De todas formas, yo te he ido dejando cartas explicándote cosas en algunos sitios a los que estoy seguro de que visitarás, y no usaré mi nombre, sino mis iniciales. Recuerda que me llamo Albus Percival Wulfric Brian Dumbledore (un nombre ridículamente largo).

Recibe un saludo y mis mejores deseos,

Albus Dumbledore.

P.D.: "nunca dejaré Hogwarts siempre que me quede alguien fiel"

Harry se quedó de piedra, había sido una carta muy explícita. Se la enseñó a Ron, quien, con la carta en la mano, se fue rápidamente a buscar a Ginny y a Hermione. Harry se sentó y por primera vez en semanas se puso algo contento ¿podría estar Albus Percival Wulfric Brian Dumbledore, el mayor hechicero de todos, vivo? Era la primera vez que se lo planteaba…

"No – pensó Harry – Snape lo mató y que yo piense esto no lo devolverá a la vida, además no quiero hacerme muchas ilusiones por si acaso…"

Miró el título del libro, y en el ponía: "Magia ofensiva, defensiva, y evasiva, último grado"

-Harry, enséñame ese libro – dijo Hermione. Ron había ido a buscarla y Ginny apareció detrás de Hermione. Ron apareció con la carta en la mano.

Harry, inmediatamente se lo tiró de mala gana (Hermione se ofendió ante esto último), lo cogió y leyó el título en voz alta.

-¡Ja! – exclamó triunfante, después de darle un vistazo por encima y devolverle el libro a Harry – yo sabía que tarde o temprano te introduciría en magia avanzada, y difícil de conjurar, pero lo más interesante es la magia evasiva…
-Bueno, Harry, creo que esto para ti debería ser como un Horcrux, llévalo siempre – dijo Ron. Tenía razón, Harry debía llevarlos siempre.
-De acuerdo, lo llevaré siempre – dijo Harry – y cambiando de tema…, esta noche me voy, ya no nos veremos hasta el día 25 de agosto, me iré a vivir a Grimmauld Place.
-Pero Harry… - dijo Ginny – no nos dejes…
-Y no quiero que me acompañéis – dijo Harry con determinación y fuerza.
-Sabíamos que harías algo así – dijo Ron, medio orgulloso de su amigo – no te voy a impedir que vayas si es lo que quieres, solo que tengas mucho cuidado.

Harry asintió y no dijo nada más, hizo el equipaje, y ya lo tenía todo listo. Primero dejaría el equipaje en Grimmauld Place, y luego se iría a Godric's Hollow a ver las tumbas de sus padres y a visitar las ruinas de su antigua casa, porque se imaginaba que encontraría algo allí, pero mas que nada quería ir a ver donde había empezado todo, donde había dejado de ser un niño normal…

Ya estaba en el cuarto de Ron con Ginny, Ron y Hermione, y ya le había decido a la señora Weasley lo de que se iba (esta se había negado, pero finalmente cedió).

-Ah! Y una cosa… - dijo Harry antes de irse – cuando os aparezcáis en Grimmauld Place, esperad a Ginny y a Neville ya que ellos no se pueden aparecer, y los guiáis vosotros claro esta y entrad todos juntos ¿vale?

Los chicos asintieron con la cabeza.

-Harry – dijo Hermione - ¿y si te topas con Bellatrix Lestrange por allí?
-Oh! – dijo Harry, realmente no lo había pensado – no he pensado en eso, pero ya se me ocurrirá algo – dicho esto cerró los ojos, dejándolos medio asustados.

Se concentró fuertemente en su destino, Grimmauld Place, y se apareció.

Se había aparecido en una plaza llena de casas. Harry buscó el número de las casas. Encontró el 11… y el 13, pero entre estas dos casas había un espacio grande, en la que cabía otra casa. Harry se acercó hasta que el número doce de Grimmauld Place apareció de la nada.

Harry entró recordando la casa, y su frío y oscuro vestíbulo, y al hacer tanto ruido, una señora se puso a chillar y gritar como una loca. Harry luego comprendió que acababa de despertar a la señora Black.
-ASQUEROSO MESTIZO ¿CÓMO TE ATREVES A ENTRAR EN LA NOBLE Y ANCESTRAL CASA DE LOS BLACK? ASQUEROSO ENGREÍDO Y TRAIDOR A LA SANGRE PURA…

Harry pasó totalmente de los insultos, subió al primer piso, y en la primera habitación que se encontró, dejó el equipaje. Entonces Harry se dio cuenta de que tenía una lechuza muy inteligente, porque ya lo esperaba en la habitación (Harry no quería preguntarse ni como había conseguido llegar hasta allí, así que no hizo caso i no pensó nada).

Harry se fue a la cocina para ver que tanto había cambiado, pero descubrió que no había variado, que seguía igual que siempre, por que estaba muy revuelta y desordenada. Los platos sucios por limpiar en la pileta. Después entró en el comedor, donde había muchas sillas y un grupo de mesas por allí, era la habitación donde Dumbledore hacía las reuniones. También visitó la habitación de Buckbeack (mejor dicho witherwings), esto significaba que estaba en el desván, porque era allí arriba donde guardaban al hipogrifo. Pasó también por el tapiz del árbol familiar de los Black, donde había una inscripción: "la noble y ancestral, casa de los Black", pero no se fijó en él.

Bajó a la cocina por segunda vez, ordenó un poco la cocina con la varita y se sentó preparándose la cena. No sabía que hacer, si visitar Godric's Hollow ese mismo día o esperar hasta mañana, porque ya era tarde.

Cuando terminó de cenar subió a la habitación más grande de la casa, que debía de ser la de los señores Black, los padres de Sirius. Harry se acordó de que Sirius había tenido un hermano que fue mortígrafo, al que Kreacher, el elfo doméstico, quería mucho.

Y Harry se sorprendió mucho al ver un pequeño espejo en la mesita y se acordó de que él tenía uno aunque roto. Harry se fue corriendo a su habitación, escarbó en su equipaje, y lo encontró, con los cristales rotos.

-¡Reparo! – dijo Harry, y de repente, el espejito volvió a su forma natural.

Harry pensó que sería una buena forma de comunicación y se los guardó, en el cajón de la mesita. Ya se podía comunicar con alguien de dentro de Hogwarts.

Y por último, con el libro ya en la mano, la varita en la otra y delante del tapiz de los Black, le dio dos toquecitos al libro, con miedo.

Harry notó que se desvanecía y fue una sensación muy extraña y terrible, porque Harry tragó mucho humo, o algo parecido.

Estaba en un camino de arena ligeramente formado y marcado, y a unos metros se veía una pequeña aldea, que Harry identificó como Godric's Hollow.

Espero que manden ya algún mensaje, review o como lo llamen, porque me estoy matando a escribir…

Salu2

Dark Dumbledore X