Epílogo

Un par de meses pasaron desde la Luna de miel de Gabriel y Nathalie. El despertador sonó en la habitación. Una mano salió de las cobijas para poder apagarlo y la figura se volvió a acomodar en la cama.

—No, Nathalie hay que trabajar.

Gabriel se levantó de su cama, bastante enérgico.

La observo detenidamente. Parecía enferma.

—Te vez pálida—Gabriel acaricio con mimo su mejilla — ¿Segura que estas bien?

—Sí, no te preocupes, con que este en cama unas horas mejorare. Pero no quiero dejarte solo con todo ese trabajo —Nathalie tomo su mano.

—Tranquila puedo manejarlo solo por hoy, tu solo preocúpate en descansar —Le dio un beso en la frente y se dirigió a la puerta de su habitación — Si necesitas algo avísame a mí o a Adrien, ¿Sí?

Gabriel cerró la puerta con lentitud, tratando de no molestarla demasiado. Ella cerró los ojos y se quedó dormida nuevamente. Despertó unas horas después. Sentía que el mundo le daba vueltas, sintiendo un ligero mareo. Intento levantarse, pero se volvió a recostar para tratar de recuperarse un poco. Tomo unas pastillas para el mareo que lograron aliviarla un poco.

Fue a tomar una ducha, con agua caliente. Salió en su bata de baño y una toalla en la cabeza y se sentó en la cama.

De un momento a otro sintió como el estómago le dio vueltas y corrió al baño cerrando con llave. Después de eso se lavó los dientes y se retoco un poco el maquillaje, que se había arruinado después de ese episodio de vomito.

Salió de la habitación y se dirigió a la oficina de su esposo. Miro a la pintura que recientemente había sido instalada en la entrada principal. Estaban ella y Gabriel junto con Adrien el día de su boda. Sonrió al verla. Bajo con su tableta y entro en el estudio.

—Te vez mucho mejor, mi amor — Gabriel fue hasta su escritorio y beso su mejilla —Toma la carga de trabajo que puedas, no quiero que te sobre esfuerces si no puedes.

El olor de su colonia la mareaba y le provocó nauseas. No pudo contener la arcada que la ataco y volteo el rostro hacia el otro lado llevándose la mano a la boca. Pero eso no evito que su esposo lo notara.

— ¿Qué sucede? —pregunto Gabriel preocupado. Nathalie solo agito su mano tratando de despreocuparlo.

—Perdón, es solo un poco de mareo.

—Pero nunca te marea mi colonia —Gabriel paso una de sus manos por su espalda.

—No lo sé, tal vez fue algo que comí.

Nathalie le insistió a Gabriel que estaba bien y que ya se le pasaría. El no muy convencido salió un momento del atelier para realizar algunas diligencias. Ella continúo trabajando en su computadora y luego almorzó algo ligero.

Adrien llego de la escuela unas horas más tarde. Se fue directo a saludar a Nathalie quien se encontraba en la oficina. Abrió la puerta solo para encontrarla abrazada al bote de basura, devolviendo tal vez lo poco que consumió en el almuerzo.

—Nathalie, ¿Estas bien?, te vez muy mal.

Ella limpiándose las pequeñas lagrimas que se habían formado en sus ojos le respondió de la manera calma.

—Tranquilo Adrien, estoy bien. Solo es un virus estomacal, ya se me pasara.

Adrien no parecía muy convencido. Hacía días que la había visto así, y sabía bien que un virus estomacal no duraba tanto tiempo.

En la noche cuando ya era hora de dormir entro junto con Gabriel a su dormitorio y se recostó de manera lenta, ya que se sentía bastante enferma. Gabriel la noto bastante pálida, más que esa misma mañana que se había ido.

— ¿Estas bien? —Gabriel se acostó junto a ella suavemente para no molestarla.

—Me he sentido cansada eso es todo —suspiro enterrando su cabeza en la almohada.

— Eso no es lo que Adrien me dijo – Le tomo de la barbilla con delicadeza e hizo que lo mirara —¿Qué crees que pueda ser?

—Bueno pensaba que tal vez adquirí algún virus. O talvez los efectos del pavo real volvieron — Con la mirada de Nathalie se podía decir que estaba muy preocupada.

Gabriel negó.

—No digas eso, debe ser otra cosa.

Gabriel se acostó junto a ella y ambos cerraron los ojos. De pronto Gabriel recordó algo muy importante que vio en su teléfono y que tal vez explicaría por qué Nathalie estaba enferma. Ella abrió los ojos extrañada por su repentina acción.

Gabriel tomo el teléfono de la mesita de noche, busco su calendario donde estaban todos sus horarios. Unos cuadros rojos también aparecían en este.

—Descubrí que también sincronizaste las fechas de tu menstruación cuando fuiste al día de las profesiones con Adrien hace meses, Nath— Ella se sonrojo y se levantó para mirar el celular junto a su esposo. Ella bajo el calendario hasta el mes en el que estaban notando los cuadros faltantes en meses anteriores.

—Estoy atrasada—Tanta fue impresión que Nathalie quedo boquiabierta.

—¿Podrías estar embarazada, Nathalie?

—No lo había pensado… —Nathalie ahora que lo pensaba tenía mucho sentido—Estaba tan ocupada que no me di cuenta.

—Emilie tuvo los mismos síntomas que tu cuando descubrió que estaba embarazada de Adrien.

Gabriel paso su mano por su estómago hasta llegar a donde quería revisar. Noto un casi imperceptible abultamiento en su vientre.

—Mañana iremos al doctor para que te haga la prueba, sin excepciones.

Nathalie no se quiso quedar callada frente a la pregunta que se guardó durante mucho tiempo.

—Pero ¿Realmente quieres tener otro hijo? ¿Tan pronto?

Gabriel entrelazo sus manos con las de ella.

—Me daría mucha ilusión tener un hijo tuyo, mi amor. Además ¿Sabes por cuanto tiempo estuvo Adrien pidiéndome un hermano o hermana?

Ella sonrió, recordando todas las veces que Adrien le decía a Emilie y a Gabriel que quería un hermanito o hermanita.

—Todo estará bien. Yo estaré contigo y entre los dos lograremos superar todos los problemas que tengamos, mon coeur.

El la beso ahí mismo. Dulce y suavemente. En esos momentos solo podían pensar en su futuro juntos.


Los años pasaron y todas las cosas volvieron a la normalidad. Cuando confirmaron el embarazo se sintieron dichosos. Adrien en especial estaba muy feliz. Siempre quiso ser un hermano mayor.

El nuevo miembro de la familia les llevo felicidad a todos. Gabriel fue muy feliz con el nacimiento de su hija. Años atrás creyó que no volvería a ser padre de nuevo, pero el destino le probó lo contrario. Aunque Emilie y él lo intentaron varias veces, simplemente no sucedió y decidieron desistir de la idea. Mucho antes de que naciera Adrien deseaba tener una niña con todo su corazón y su deseo por fin se cumplió.

Y no solo el de él, sino el de Adrien también. El mimaba mucho a su hermanita. El siempre deseo algo como eso desde que era un niño, y esos deseos se acrecentaron aún más al ver la relación de hermanos que tenían Luka y Juleka.

La pequeña Celine era el orgullo de Gabriel, porque, aunque era un poco reservada y tímida en ocasiones, tenía un gran talento para el diseño de modas. Y no solo eso, sino que amaba mucho a su hermano Adrien, y Marinette quien al igual que su padre era su modelo a seguir.

Años después, Adrien se le propuso a Marinette y ambos se casaron en Notre Dame, para luego celebrarlo a las afueras de la Paris. Fue un día que nadie olvidaría. Como su regalo de bodas, Gabriel y Nathalie les obsequiaron un apartamento bastante cómodo y cercano a su lugar de trabajo, en el corazón de la ciudad.


Nathalie quien ahora también tenía algunas marcas por la edad se acercó a la oficina de su esposo, quien le había dicho que se quedaría un buen rato allí trabajando en unos diseños para la compañía muy importantes. Aunque ella sabía que eso no era tan cierto del todo.

Aclarando su garganta y golpeando la puerta espero a la respuesta. Oyó unas risas como las de una niña pequeña acalladas por la puerta.

—Voy a entrar.

Nathalie miro a su alrededor, tratando de encontrar a su nieta, hasta que noto los pequeños pies que se asomaban de detrás de unas de una de las decoraciones del atelier.

—Gabriel sé que la niña está ahí.

—No sé de qué me hablas —dijo con su mirada severa, como si tratara de ganar una batalla de miradas con ella. Rodando los ojos, Nathalie se acercó a donde se encontraba aquella pequeña visitante.

—Emma sal de ahí. Tu mamá vino a recogerte —exclamo Nathalie pasando su mirada por toda la habitación, disimuladamente.

Una pequeña niña de aproximadamente 4 años salió de su escondite, riendo. Tenía cabello rubio claro con ojos verdes. Era muy parecida a Emilie.

—Abuelita Natalie. ¿Puedo quedarme un poco más? ¿Por favor? —pregunto la pequeña haciendo un puchero.

—Lo siento Emma, pero tú madre espera. Pero te estaremos esperando con ansias.

La niña abrazo las piernas de su abuelo y se dirigió a hacia su abuelita que le tomo la mano y con su otra manito le hizo una seña de despedida.

—Adiós, abuelito Gabriel.

Gabriel suspiro cuando Nathalie había cerrado la puerta. Convertirse en abuelo le había dado una nueva perspectiva de la vida. Vio las fotos encima de su escritorio. En ella estaban fotos de todos sus familiares más cercanos. Un gran cuadro con la familia tomada hacia un mes. Marinette y Adrien en un rincón con su primera hija: Emma. Emma la primogénita, quien había heredado los ojos verdes y cabello rubio de su padre, pero tenía la actitud de su madre. Vivo retrato de su primera esposa.

La puerta sonó de nuevo, con Nathalie apareciendo detrás de ella. Una pequeña expresión de alegría adornaba su rostro.

—Emma quiere volver a venir a verte este fin de semana.

—Tengo claro que es su cumpleaños —dijo Gabriel dejando su Stylus a un lado.

— ¿Le compraste los patines que te pidió? Aún es muy pequeña para eso.

—No, pero no creo que se niegue a este peluche que le hice—se dirigió al cajón del escritorio de Nathalie mostrándole el gran peluche que el mismo diseño.

Nathalie se le acercó y tomando de los hombros le dio un beso en el mentón.

Unos golpes en la puerta alertaron a ambos.

—Pase.

La puerta se volvió a abrir, para dar paso a una muchacha de aproximadamente unos 14 años, de cabellos negros.

—Hola papá —Se dirigió a abrazarlo. El recibió el abrazo con gusto, dándole un beso en sus cabellos.

—Celine, mi dulce hija. ¿Cómo amaneciste?

—Muy bien papá —dijo ella plantando un beso en la mejilla de su padre.

Gabriel observo las facciones de su hija. Era demasiado parecida a Nathalie. Tenía el cabello negro con una parte de este amarrado en la parte de atrás con un broche, mientras que el resto caía por su espalda. Pero definitivamente, sus ojos azules eran del mismo tono y forma que los de Gabriel. Una chica de bastante carácter, pero que se preocupaba mucho por sus seres queridos, sobre todo por sus padres y por su medio hermano. Era la consentida de la casa y la adoración de sus padres.

—Voy a ir a ver a Bustier.

— ¿El hijo de madame Bustier? ¿Acaso piensas tener novio antes de tus dieciséis? —Gabriel le pregunto de manera directa.

Ella se sonrojo ante aquella mención y rio nerviosa.

—Pero que cosas dices papá, solo somos amigos. Bueno nos veremos en la noche mamá, papá.

Se retiró con una sonrisa de oreja a oreja.

—Se le nota a kilómetros, ¿No es así? —menciono Nathalie pasando sus brazos alrededor de su cuello.

—Bueno, yo no era muy brillante que digamos en ese tema.

Nathalie negó con la cabeza, divertida.

—En eso tienes razón, querido.

Gabriel la tomo de la cintura y se inclinó para darle un beso que ella recibió con mucho gusto.

Ambos eran felices con la gran familia que tenían ahora y la que seguiría su legado en el futuro. Porque la catalizadora llego en el momento indicado para cambiarlo todo.

Fin


Respuesta a Arianne Luna: Muchas gracias por tu comentario. Me alegra que te parezca hermoso este fic.

Y llegamos al final de esta historia. Me da cierta nostalgia terminar este fic. Empezó como mi primer fic Gabenath en el año 2017 (Justo cuando se estrenó el episodio del coleccionista) y ahí fue cuando vi el potencial del Gabenath a partir de la segunda temporada y que se fortaleció incluso más con episodios como Style Queen y el especial del día de los héroes y la tercera temporada no hizo más que alimentar mi inspiración por este fic que había quedado varado porque realmente no sabía cómo desarrollar la historia, además de no tener tiempo por culpa de la universidad. Lo que vi en las temporada me hizo replantearme el fic y quedo mucho mejor que la versión original.

La historia original era muy diferente a esta. En esa versión era Gabriel quien daba el primer paso y le pedía a Nathalie que se casaran para que Adrien tuviera una madre (además de que Gabriel en esta versión ya estaba superando a Emilie). Además de que tocaba el tema de que Adrien se negaba dejar ir a su madre. Lo único que se quedo fue el epilogo con unos pequeños cambios y un nombre para el hijo Gabenath sin nombre.

Me alegro el camino que tomo la serie con el ship y de que Adrien terminara aceptando una posible relación entre su padre y Nathalie. Especialmente porque muchas cosas del fic original no tenían ningún sentido.

Cabe mencionar que otra gran inspiración para este fic fue una telenovela muy conocida creada en mi país llamada "Yo soy Betty la fea" (la versión original). Cuando estuve a punto de abandonar el fic, esta telenovela me dio bastante inspiración también.

Agradecimientos especiales al servidor de discord "Gabenath Book Club and Art Club". Sin su apoyo esta historia nunca hubiera salido a la luz. En un servidor lleno de personas que también shipean el Gabenath y es bastante agradable estar allí.

Agradecimientos también a todos los que leyeron este fic, lo agregaron a sus favoritos y que comentaron el fic. Realmente lo aprecio mucho.

Y con esto termino oficialmente esta historia. A pesar de eso estaré terminado unos one-shot relacionados a la historia si están interesados. Además de que voy a estar trabajando en otros fics Gabenath y en piezas de arte también. Me podrán encontrar como theredeyeswolf en todas mis redes.