Capítulo 1: En el bar de los rumores
Navidad, otro año donde veo a las parejas ir de aquí allá, estoy cansada la verdad. Tengo 18 años, estoy en mi último año de preparatoria, y a excepción de mi, mis amigas ya hicieron parejas y disfrutan de esta festividad con ellos. Acá en Japón la Navidad es para estar con tu pareja, me gustaría que fuera un poco más como en América y esta fecha sea más para la familia. Aunque las películas te hacen ver que es para eso. Ah, que difícil es la adolescencia; Ring ring, allí está mi teléfono
- Kagome, ya estás de camino a casa?- Esa es mi mamá preocupada.
- Si, ya estoy llegando.
Ah, no puedo evitar suspirar, mis amigas felices con sus respectivos novios y yo acá en casa, no me molesta estar con mi familia pero me gustaría vivir un poco mi vida, me gustaría tener a alguien con quien tener un interés romántico, siempre escucho a mis amigas hablar de lo lindo que es el amor. Y de lo felices que son.
- Ya llegué a casa, y estoy feliz de llegar, estoy feliz de estar acá, y que todos estemos juntos…?
- Mamá, ya llegué
- Bienvenida hija
- Oye mamá, y sota?
- Ah, me llamó y dijo que está en una cita con Hitomi, volverán antes de las 12.
Cómo es posible, sota solo tiene 13 años y ya está en este tipo de citas, y yo sin haber estado con nadie nunca, que vergüenza mi hermano menor sabe más sobre citas que yo. Ring ring…
- Ah, mi teléfono?- pues si era mi teléfono, al leer la pantalla no podía creerlo. Era Ayumi, así que atendí- hola, Ayumi, cómo estás?
- Kagome, puedes hacerme un favor y venir por mí? - Ayumi se escuchaba extraña como si estuviera llorando, además se escucha música techno en el fondo.
- Si, dime dónde estás para ir por ti.
- Estoy en un bar, está en (...) y (...) - está un poco lejos pero Ayumi es mi amiga y me necesita.
- Está bien iré por ti, no te muevas. - no me gusta esto, ella está llorando, no me gusta que mi amiga llore, ¿qué habrá pasado?Así que colgué.
- Mamá, Ayumi me necesita.
- Está todo bien?- me preguntó mi madre, con una clara angustia por esa llamada.
- La verdad, no sé. Pero ella me necesita y yo iré a buscarla.
- Cuidate por favor
Me coloque la bufanda, tome mi cartera y salí de casa, tardé mucho en encontrar un taxi que llevará, estoy un poco asustada, y ahora trato de llamar a Ayumi para decirle que voy llegando pero su teléfono está apagado ¿Por qué? Me estoy asustando por mi amiga, que será, de mi amiga.
Al llegar, le pagué al taxista y salí corriendo al bar a buscar a mi amiga. Al entrar trate de buscarla con la vista pero era imposible divisarla, había mucha gente y me era imposible ver con esas luces, así que me puse a caminar entre la multitud y trate de gritar su nombre con la esperanza que me escuche, estoy asustada y me estoy desesperando aún más por ella. Dónde está? Me acerqué a la barra y le pregunté al cantinero si la había visto, mientras le mostraba una foto de ella con mi teléfono.
- Lo siento, no la he visto- me dijo sin siquiera prestarle atención a la foto.
- Por favor, es mi amiga, tiene que estar acá.
- Mira niña, no la he visto, y no importa cuánto insistas, muchas personas vienen a este bar, es imposible memorizarlas todas.- Ese cantinero me está molestando mucho, estoy asustada por mi amiga, y a él no le importa nada.
Seguí buscándola con la mira por todo el bar, no podía encontrarla, en el baño! No la busqué en el baño, salí corriendo al baño, y la busqué en los cubículos, pero no tuve éxito, ya no estoy aguantando más, quiero llorar no puedo encontrarla, intenté llamarla otra vez, pero no funcionó seguía apagado.
- ¿Estás bien? - me dijo una chica desconocida.
- No encuentro a mi amiga y estoy muy asustada por ella. - ya no aguante más y caí en llanto, le mostré una foto de ella.
- Yo la vi, estaba muy borracha - no puede ser, ella la vio, no creo que sea mentira.
- Dime, dónde? Por favor te lo suplico - Esa mujer es un rayo de luz en mi vida.
Salimos del baño, y me dijo que la vio en una mesa pero ya no estaba allí, sin embargo más adelante estaba ella, un hombre la tenía de la mano parecía que se la estaba llevando, ella se veía muy borracha tanto como si no supiera lo que pasa, le agradecí a la desconocida y me fui corriendo detrás de Ayumi. Tenía que verla y saber que estaba bien.
Corrí lo más rápido que pude entre la gente, y llegué con Ayumi, la tomé de la mano y detuve su andar.
- Ayumi, estaba asustada, te busqué por todas partes. - cuando volteo, era extraño sus ojos no me veían, estaba perdida en su mirada, era como si no me reconociera, que tenía?- Ayumi háblame, ¿qué ocurre contigo? - no me contesta, que le ocurre, tiene las pupilas muy dilatadas, ella estaba drogada!?.
- Oye, niña, ella no quiere hablarte, déjala en paz, tenemos cosas que hacer - ese hombre la había drogado y quien sabe lo que haría con ella.
- Pues es mi amiga y no voy a dejarla sola
- Si, quieres podemos hacer un trío - que cosas decía ese tipo, yo quería proteger a mi amiga, no iré de puta con un tipo cualquiera.
- No lo sueñe, suelta a mi amiga - trate de jalar a Ayumi para que viniera conmigo, ella parece un muñeca de trapo no hace nada de fuerza, está en estado de trance.
- Oye, tu amiga quiere acción esta noche y yo se la voy a dar - este tipo está loco, no dejaré que se vayan.
- Ayumi despierta, por favor, dime algo dame una señal - nada, no obtenía respuestas de su parte, que puedo hacer este tipo no quiere soltarla y yo no tengo fuerza para llevarla. ¿Qué hago?
- Oye, porque no dejas a esa mujer en paz- un muchacho se nos acercó, era alto me sacaba una cabeza de altura, su cabello negro como la noche y tenía los ojos color dorados, que guapo era. Pero no es momento de deleitarse con la apariencia de aquel hombre tenía que salvar a mi amiga.
- No, te metas esta mujer está conmigo, ya nos íbamos a un lugar más privado cuando está mujer nos está interrumpiendo, alegando que es su amiga. Pero mi conquista no parece conocerla.
- Seguro es porque la tienes drogada, no me es difícil ver que seguro pusiste algo en su bebida para poder tener una conquista fácil. - esó, ojos dorados, gracias por ayudarme.
- Porque no te vas a otro lado, y evitas meter tu nariz en donde no te llaman.
- No me gusta tu tono, puedes irte pero la chica se queda.
- ¿Qué vas a hacer?
Esto se está saliendo de control, el tipo que tiene a Ayumi le está lastimando la mano gracias al enojo que está tomando por la discusión, le va a dejar un moretón feo en la muñeca, también puedo ver que el chico de ojos dorados está preparando para pelear, esto va a explotar en cualquier momento. Y no sé qué hacer para evitar una pelea, pero yo solo estoy aquí por Ayumi. Ella me preocupa que siga con su mirada perdida. Y no sé si sea bueno dejarla mucho tiempo así.
- ¿Te parece si resolvemos esto afuera? - sabía que el chico de ojos dorados no aguantaría más su ira, se veía que la tenía muy acumulada.
- Ja, y perder mi conquista, no gracias. Mejor me voy y paso una excelente noche.
El chico de ojos dorados no aguantó más, y golpeó al otro justo en la mandíbula. Cayó al suelo y Ayumi junto a él, ya que la tenía agarrada muy fuerte. Por fin le soltó la muñeca a Ayumi, y se fue de golpes con el de ojos dorados, no me importaba la pelea solo quería sacar a Ayumi de allí. Llegaron los de seguridad y se los llevaron a los 2. Aproveché para agarrar ayumi y sacarla del bar, al llegar a la calle busque un lugar donde tomar un taxi, tenía que llevarla a algún hospital para que la vean y me digan que está bien. No pasaba nada, consulté a mi teléfono la hora eran las 2:17 am, dios qué tarde era, sin embargo pude divisar un taxi y le hice señas para pararlo. Se detuvo, y justo cuando la estaba montando vi al chico de ojos dorados salir del bar, al parecer tenía varios golpes. Quería agradecerle por ayudarme, a la distancia me vio, le dije al taxista que me esperara, y fui a hablar con aquel chico.
- Gracias, por ayudarme
- Tu amiga debería estar más pendiente de quien acepta una bebida.
- No se, que paso antes que yo llegara, sin embargo te agradezco por todo - le di una reverencia en agradecimiento. - no necesitas ir al hospital? Estás herido.
- No seas tonta, esto no es nada.
- No hacía falta insultarme, solo me preocupaba por ti, eso es todo.
- Nadie te dijo que lo hicieras - que falta de respeto tratarme así - deberías irte el taxi espera y no creo que dure mucho su paciencia.
- Bueno me voy.
Me subí al taxi y le dije para ir al hospital, ese chico le agradezco la ayuda pero lo odio por hablarme de ese modo. Al llegar al hospital, le dije lo ocurrido a una enfermera, se la llevaron y le hicieron un diagnóstico junto a una prueba de sangre, efectivamente la habían drogado, le hicieron un lavado estomacal y la dejaron en cuidados intensivos. Llame a mi madre y le conté lo ocurrido, se asustó con la historia que le conté pero se calmó al saber que estaba a salvo en el hospital, me quedé hasta que llegaron los padres de Ayumi, al parecer ellos también estaban desesperados buscándola, pero no sabían dónde comenzar, la Verdad me alegro que esta noche de pesadilla acabará bien.
Fui al hospital a la mañana siguiente, para saber cómo estaba y si había despertado, cuando llegó a su habitación, me doy cuenta que está su mamá junto a un oficial policial. Al parecer estaban tomando declaraciones.
- Hija tienes que decirles todo lo que sabes - su voz sonaba quebrada, como si temiera a las palabras que iba a decir Ayumi.
- Mamá, ya te dije no recuerdo nada, llegué al bar y me puse a beber un poco pero nunca tomé nada de un desconocido siempre fue directo del barman.
- En algunos casos, la víctima no recuerda nada de desde mucho antes del Incidente - le dijo la oficial, a la madre de Ayumi. Un poco para que no siguiera presionandola.
- Mamá, lo siento. No se que paso, me siento sucia, y como si algo malo pasó conmigo - Ayumi comenzó a llorar, mientras seguía pidiéndole perdón a su madre.
- Dijiste que había una amiga que te salvo, quizás ella nos pueda dar una descripción del atacante. - dijo la oficial, obviamente se refería a mi.
- Si, mi amiga Kagome, ella me salvó - se me pusieron las mejillas rojas obvio que fui por ella, pero si el chico de ojos dorados no fuese intervenido no sé cómo habría sido todo.
- Kagome! - me llamo Ayumi, se dio cuenta de mi presencia en la habitación.
- ¿Usted es la amiga, con quien estuvo en el bar?
- Si, soy yo.
- Podrías darme una descripción del hombre que se propaso con tu amiga? Y como fue que la drogó?
- Bueno la verdad, cuando llegué, ya estaba drogada así que no se que método uso para eso, sin embargo si vi al hombre y no dudó en decirme que lo había hecho. - le expliqué a la oficial todo lo que ocurrió cuando llegue, la discusión, la pelea todo, le dije como era el hombre que la quiso violar.
- Bueno creo que con eso es suficiente, muchas gracias. - se despidió educadamente y salió de la habitación.
Hablé con la madre de Ayumi, sobre lo ocurrido, y ella también agradeció mentalmente al chico de ojos dorados por intervenir. Era grosero pero fue amable, y estoy segura que Ayumi también querría agradecerle. La mamá de Ayumi me dijo que la enfermera le dio indicaciones de que la droga ya estaba fuera de su sistema, sin embargo quizás estaría un poco débil, debido al lavado de estómago y los sueros que le implementaron. Tras 2 días en cuidados intensivos por fin le dieron de alta.
Cuando la madre de Ayumi salió de la habitación, le pregunté qué hacía en ese bar, y porque estaba llorando, me dijo que había llamado a su novio para verse bajo el reloj del centro, pero él nunca contestó a su llamado, así que decidió caminar un rato y vio a través de la ventana de un restaurante a su novio pidiéndole matrimonio a otra chica, quería ir a encararlo pero no quería ocasionar un drama, y no quería pasar vergüenza así que desde lejos cuando la vio afuera del restaurante lo llamó, y él fue a su búsqueda, imaginando que le dio una excusa a la otra chica, cuando le pidió una explicación. Él le dijo que no quería que se enterará de esa forma, y que terminaba su relación, para ir a quien verdaderamente amaba. Fue allí cuando Ayumi se fue llorando y sin darse cuenta entró a ese bar y pidió una cerveza y me llamó. No quería estar sola, y sabía que yo iría en su busca. Me dolió escuchar su historia, y me sentí culpable de envidiar tanto la relación de mis amigas, ahora veo que no todo es color de rosa.
Pasaron varios días, y Ayumi me dijo que la oficial la llamó para informarle que encontraron droga en el bar, la misma que usaron en ella, acompañe a Ayumi para ir a meter una denuncia hacia el bar y cual fue mi sorpresa que el chico que quería violar a Ayumi, era un barman de ese bar, Ayumi me dijo que ese era el barman que la atendió a ella, y yo le dije que era el hombre que iba a llevarsela. Se abrió un juicio en contra de ese hombre, dijo que comenzaría a partir de enero ya que estábamos en fechas festivas y no había suficiente personal para abrir un juicio en ese momento.
Mientras la oficial le decía a Ayumi que debía esperar por el juicio, yo solo podía verle la cara al barman, estaba destrozado parecía como si hubiera tenido un accidente muy feo de auto. Yo no estuve muy pendiente de la pelea que tuvo con el otro chico pero se veía muy mal, y yo que pensaba que el labio roto y la mejilla morada del ojos dorados estaba mal, la verdad es que se veía quien tenía la ventaja en esa pelea, ahora me doy cuenta del porque solo al chico de ojos dorados fue a quien sacaron del bar, el otro trabajaba allí. Dios, quedó muy feo ese barman. Volví a agradecer mentalmente al chico de ojos dorados por darle tremenda paliza a ese otro.
- Las cámaras al parecer, no servían - ah, tengo que prestarle atención a esta conversación.
- Y que debemos hacer ahora? - le preguntó Ayumi, a la oficial.
- Será tu palabra contra la suya, sin embargo no te asustes, tenemos suficientes pruebas y testigos que nos pueden ayudar - le dijo la oficial a modo de aliento. Me agrada ver que alguien se colocará en su zapatos y ayudará en lo posible.
- Tengo miedo de que haya represalias, y que todos me vean diferente - porque habla como si fuese hecho algo malo, ella es la víctima no la asaltante, que no entiende?
- Escúchame, te voy a recomendar una psicóloga para esto te ayudará a llevar este trauma - la oficial es mi heroína.
- Está bien, iré. - la voz apagada de Ayumi no me dio mucha esperanza. Pero trataré de apoyarla en lo que pueda.
Nos fuimos de allí, el bar donde ocurrió todo será clausurado, hasta que venga un juicio y se dicte que hacer ya que encontraron droga, y desconocen si la usaron en otras chicas, me siento mal si ya tenían de antes este modus operandi, a cuántas chicas les habrían hecho lo mismo solo que con un final diferente.
Estamos entrando en enero, y a volver a clases, pensar en todo lo que pasó en diciembre me alegro de pasar a tener una vida normal, además ya me falta poco para acabar la preparatoria. Y luego no se que hacer, la verdad nunca pensé en que quería ser. No veo una carrera profesional que llame mi atención. Qué difícil es ser estudiante. Aunque lo más difícil es ser adulto.
Mi día en clases transcurrió de los más tranquilo, y sin inconvenientes. Más que nada por la escuela se comenzó el rumor de que Ayumi estaba embarazada, cómo demonios la gente se inventa tantas cosas para lidiar con su aburrida vida, eso comenzó por qué Ayumi no ha venido a la escuela en una semana, y se sabe que rompió con su novio por algún motivo. Pobre Ayumi, no tiene mucha paz. Imagino que aún está mal por lo que pasó. Trate de eliminar el rumor de que era mentira lo del embarazo, pero cuando me preguntaban porque había faltado la semana, no sabia que contestar, no me parece bueno que la gente sepa lo que pasó.
Al salir de clases , me dispuse a irme a mi casa, estaba muy cansada al igual que Eri y Yuka, ellas también sabían lo que pasó en verdad y trataron de eliminar el rumor del embarazo sin comentar nada de lo verdaderamente ocurrido.
Mientras caminaba a mi casa, pude ver a un chico y una chica hablando, la chica atenúa mi uniforme por lo que debía ser de mi preparatoria, no quise meterme en con ellos pero al pasar por un lado no pude evitar hoy un pedazo de la discusión
- Ya te dije que no quiero - le dijo la chica
- Vamos, todos saben que eres una persona fácil, se dice que no tienes padres y que vives prostituyendote para vivir - que grosero, como se le ocurre hablarle así.
- No soy ninguna puta, que está de hombre y hombre, lárgate antes de que te vayas mal - eso chica tu date a respetar.
- Está bien, ya entendí. - genial ahora vete. - quieres dinero, ¿cuánto cobras?
Como se le ocurre decirle algo así a alguien, no la conozco pero dudó mucho que ella sea ese tipo de persona. Creo que una tiene el poder de ver que mujer es de ese tipo y cuál no lo es.
- Vamos ven conmigo - le agarro la mano, y el rostro de esa chica pasó de enfado a un miedo extremo, tenía que ayudarla.
- Oye, dejala en paz - le dije con mucho enojo.
- Eh? ¿Quién eres?
- Soy… soy su hermana ahora déjala en paz, no la toques - no lo vi muy convencido con mi afirmación, sin embargo no me iba a echar atrás.
- No dijiste que tú hermano era hombre? - le dijo el chico a la chica. Estaba muy asustada, tanto que estaba a punto de llorar, tenía que salvarla de alguna forma.
Por suerte, la calle se comenzó a llenar, y el chico la soltó para evitar hacer una escena con tanta gente.
- Olvídalo, tú no vales la pena - le dijo para soltarla de la mano, y se fue.
Ella estaba asustada, muy asustada. Estaba muy pálida, por un momento creí que se iba a desmayar.
- ¿Estás bien? - le pregunté con clara angustia. Pero ella parecía no escucharme.
- Si, lo deseas puedo llamar a tu hermano para que venga a buscarte - seguía en trauma pero acepto llamarlo.
Le di mi teléfono, ella se sabía su número de memoria, y lo llamó. Fue una conversación corta, le dijo que lo esperaba en un pequeño parque infantil y omitió decirle que un chico la acosó.
- Gracias - me dijo, mientras se inclinaba cortésmente.
- No fue nada, entre chicas debemos ayudarnos - me asintió un poco contenta con mi respuesta.
- Me llamo Kagome Higurashi, estoy en último año, y tú?
- Sango Dekiru, soy de primer año.
- Ah, entonces soy tu superior. Me alegro saber que no te hizo nada. Tu hermano debe de estar llegando.
- Si, tiene una moto, así que será rápido.
- Tiene moto, vaya. Tu hermano debe ser un rompe corazones
- Nunca lo he visto con una chica. Siempre está trabajando y casi nunca se divierte.
- Debe ser un buen hermano.
- El mejor que cualquiera pueda tener.
Escuché una moto estacionar en la calle, y vi un hombre grande y bastante musculoso bajar vaya que estaba muy fornido. Cuando se quitó el casco casi me caí al suelo, era el chico de ojos dorados, díganme que estoy soñando o es una coincidencia muy grande que él estuviera acá.
- Inuyasha, perdón por llamarte mientras estabas trabajando.
Le dijo Sango, se veía un poco avergonzada. ¿Espera Inuyasha? Qué nombre tan extraño, no creo que sea su verdadero nombre. Tiene que ser una broma de mal gusto.
- ¿Estás bien? - le dijo "Inuyasha", sigo sin creer que sea su nombre.
- Si, la señorita Higurashi, me ayudó
- Dime Kagome, no me gusta mucho que me llamen por mi apellido.
- Oh, perdón Kagome. - dijo Sango sonrojada.
- Oye, no eres la chica del bar? - me dijo el chico de ojos dorados.
- Si, pensé que no me reconocidas
- Eres menor de edad, que hacías en un lugar como ese!
- ¡Fui a salvar a mi amiga, haría lo que fuera por una amiga!
- Por la estupidez de tu amiga y tuya, casi les pasa algo malo, porque no se quedaban en sus casa como niñas buenas en lugar de estar en lugares donde no pintan nada! - ya me estoy enojando, este tipo no me conoce.
- Quien te crees que eres para gritarme, escúchame bien, lo que pasó fue un accidente que para bien termino en buenos términos, no hace falta que un idiota como tú venga a darme órdenes y me grite en la calle!
- Niña tonta, si yo no fuese intervenido tu amiga habría tenido algo peor que un mal recuerdo, aunque dudó mucho que recuerde algo!
- No hables mal de mi amiga, ese día tuvo un día muy malo, y gracias a Dios no terminó en algo peor!
- Gracias a Dios? ¿Qué tiene que ver el? Si yo no fuese intervenido, entonces que ibas a hacer mujer estúpida!
- Primero que nada deja de insultarme, mi nombre es Kagome, mételo en la cabeza Kagome, pedazo de idiota!
- Feh, no vale la pena pelear con una niña tonta.
- Y yo no seguiré peleando con un neandertal.
- Que tipo tan desagradable, no me conoce y aún así me insulta, quien se cree que es?
- Sango, no te juntes con esta mujer, no se te pegue lo tonta - le dijo a su hermana, ella simplemente no dijo nada solo bajo la mirada.
- Tú no puedes decidir con quién puede estar ella o no.
- Si puedo, soy su hermano mayor y yo se lo que es mejor para ella.
- ¿Qué le pasa? Como puede tratarla así, y ella porque no se defiende?
- Pues no eres su padre para saber qué es lo mejor para ella.
Ya no me grita, se calló. De hecho se ve en su mirada una irá muy grande. Y en la cara de Sango se refleja el miedo extremo. ¿Qué pasó? ¿Qué dije?
- Tu no sabes nada - me dijo ojos dorados, con evidente enfado - Sango vámonos.
La tomó de la mano y se la llevó a la moto, le dio un casco, ella se subió y ambos se fueron. Se veía muy molesto. Después de unos minutos pensando en lo que pasó, me doy cuenta que no dije nada malo, él fue grosero. Bueno mañana intentaré hablar con Sango.
Al día siguiente, trate de buscar a Sango pero me di cuenta que algo raro pasaba, cuando la describía a los compañeros, me decían que la evitará, escuche varios rumores de ella que no eran muy buenos. Hablaban de que ella trabajaba de prostituta, que su padre era un asesino, que su hermano mayor era pandillero y mató a varias personas pero por falta de pruebas no lo han arrestado, y otro montón de rumores que no valen la pena mencionar. Al llegar al salón de clase de Sango la vi sentada sola, nadie se le acercaba o le hablaba. Estaba comiendo sola. Yo había comido así que, para mañana decidí venir a almorzar con ella y decirle a Eri y Yuka que me acompañen. Me acerqué a Sango a preguntarle si le gustaría.
- Hola - le dije a Sango de forma amable, sin embargo se asustó de que alguien le hablara.
- Ho… hola
- Oye te gustaría almorzar conmigo y unas amigas, mañana?
- ¿Almorzar?
- Si, te gustaría estar con nosotras?
- Mi hermano dijo que no me acercara a ti.
- No le hagas caso, ¿qué quieres hacer?
- No lo sé, no quiero meterme en problemas
- No lo harás, mira almuerza con nosotras mañana debajo del árbol que está en el patio junto a la cancha, si no te agrada no vuelves y listo no paso nada.
- Mmm…
No la vi muy convencida, sin embargo antes de darme una respuesta negativa me despedí y me fui antes que nada. No sé si mañana venga pero me gustaría que hablara un poco más, quizás solo somos una introvertida con una extrovertida, pero me gustaría que no viera tanto al suelo al hablar, como si la respuesta aparecerá mágicamente por allí.
Al día siguiente, estaba ansiosa para salir a almorzar, les dije a Yuka y Eri que no tenían problema con comer con alguien más. Y aún más si era la hermana del hombre que salvó a Ayumi. Apenas sonó el timbre que indicaba el almuerzo salí corriendo a apartar la sombra del árbol, Eri y Yuka se me unieron, pero Sango no se veía por ningún lado, temía que no viniera. Pero luego de una rato vino, a la distancia la veía debatirse si venir o no.
- Sango! Acá estamos! - le dije a la distancia, para que viniera
- Hola - dijo Sango con algo de vergüenza.
- Hola - le dijeron Eri y Yuka.
- Qué cabello tan bonito - le dijo Yuka
- Yo siempre he querido tener el cabello largo, pero mi mamá no me deja - dijo Eri.
- Es hermoso, se ve como una cascada de chocolate.
- Gra… gracias - dijo Sango con pena, estaba roja de vergüenza. Pero me gustó que viniera.
Han pasado varias semanas y Sango de abrió un poco con nosotras, siempre nos vemos a la hora de comer, Ayumi se unió a nosotras tras recibir un poco de terapia, cuando vio a Sango la primera vez, se le hizo raro que se nos uniera una chica de una grado menor pero le expliqué que Sango era hermana del hombre que la salvó, luego de eso Ayumi le trajo varios regalos para Inuyasha en agradecimiento por todo. Después de más semanas Sango cuando teníamos de comer.
- Kagome, puedo hablar contigo? - volvió a poner su mirada en el suelo.
- Si, no hay problema.
- Kagome te esperamos en el salón - me dijeron mis amigas para dejarme sola con Sango.
- Bueno ya estamos solas, que necesitas? - le pregunté a Sango de la forma más amable que tenía pensando que hacía dejaría la vergüenza.
- Ver… verás tengo problemas con matemáticas, y quería saber si podrías ayudarme - me dijo Sango, casi sin verme a la cara, y roja de vergüenza.
- Tranquila, no tengo problema en ayudarte de hecho me siento feliz de que confíes en mí para eso.
- En serio, te lo agradezco.
- Entonces dónde quieres estudiar? - Sango me vio sin entender mi pregunta - en tu casa o la mía? le rectifiqué.
- Eh… este, no se. En mi casa? - no la vi muy segura.
- Si No quieres que vaya a tu casa…
- No, si quiero, es decir no se.
- Bueno, te parece si voy mañana, que es domingo.
- Ah, si.
Listo con eso estamos, nos fuimos cada una a sus respectivos salones, estoy un poco contenta de que me invite a su casa, en la salida. sin embargo olvide un detalle muy insignificante, y lo recordé solo por verlo en la moto frente a la escuela ese tipo despreciable, el vino a buscar a Sango, y yo voy a su casa mañana, no puede ser me olvidé de él. Lo odio, lo odio. Cómo puede alguien tan linda como Sango ser hermana de alguien tan despreciable como él. Ah, esto es malo.
Ya es domingo, y Sango y yo quedamos en vernos en el reloj del centro, a las 2pm, logré encontrar mis cuadernos de primer año. Así que será más fácil explicarle, ya vi a Sango estaba tan linda con ese vestido de falda larga, se veía como niña.
- Kagome, perdón tenías mucho esperando?
- No tranquila, acabo de llegar.
- Bien, vamos
- Pero antes que te parece si vamos a comprar unos helados?
- Eh, sí me parece bien.
La verdad es que después de los helados, fuimos al cine, y luego unos accesorios de joyería, Tenía miedo de ir a su casa y encontrarme con "Inuyasha" , un nombre raro definitivamente, sin embargo ya no encontré otra excusa para no ir, y también olvidé decirles a Ayumi, Eri y Yuka. De venir con ellas habría tenido más valor para enfrentarlo.
- Kagome, no quieres ir a mi casa? - demonios se dio cuenta.
- No, es que quería tener un día contigo.
- En serio, qué alivio - Sango no es por ti, es tu hermano.
- Bueno vamos a tu casa.
Nos fuimos a casa de Sango, me pregunto qué tanto de los rumores es cierto? No pude evitar pensar en los rumores, que tan cierto serían. No lo sé. No quiero juzgar a Sango, ella ha sido muy buena. Y estas últimas semanas me han hecho ver que es muy tímida y desconocen hasta de su propia apariencia.
- Listo, ya llegamos.
Estuve tan sumergida en mi cabeza que no me di cuenta de lo que caminamos, y nos encontramos en un edificio de apartamento. Ella vive en el tercer piso, en el apartamento "29b" era muy bonito, estaba bien arreglado.
- Pasa, tranquila. Estamos solas - es como si leyera mi mente y supiera que no quiero ver a su hermano.
- Y qué hay de tus padres?
- Solo vivimos aquí mi hermano y yo - me dijo Sango, en un tono extraño como si no quisiera hablar de eso.
- Bueno vamos a tu habitación a estudiar.
- Si, vamos.
- La habitación de Sango estaba muy limpia y llena de peluches, de casi todos los tamaños, figuras y colores.
- Te gustan mucho, los peluches
- Inuyasha siempre me los regala, uno nuevo cada cumpleaños o de vez en cuando.
- ¿Es un buen hermano?
- Es muy gruñón, pero no es malo. El siempre está trabajando, para pagar todo. Él es quien costea el apartamento y la comida, también me da dinero para mis cosas personales.
- No suena para nada el hombre con quien me vi en el parque.
- Perdón por qué te haya tratado así - se inclinó a modo de disculpas por su hermano.
- No, tranquila no es necesario. Pero sabes hay algo que me da curiosidad, cuando llego al parque ese día lo llamaste Inuyasha, porque? No creo que ese sea su nombre.
- Ah, es su apodo. Pero le gusta que lo llamen así. Su verdadero nombre es Makoto.
- Y qué hizo para ganarse tal apodo?
- No creo que yo deba exponer el porqué de ese nombre, pero te aseguro que no… - me quedé esperando a ver qué decía pero - bueno, este es el ejercicio que no entiendo. - me cambio de tema.
- Bueno tranquila yo te ayudo.
Las horas pasaron sin ningún percance, Sango logró dominar las matemáticas, dijo que mi cuaderno estaba muy organizado y entendía muy bien lo que explicaba, me dijo que sería una excelente profesora.
Profesora, sigo sin saber qué es lo que quiero hacer después de la preparatoria, pensar en enseñar no me suena tan mal, quizás pueda ser profesora.
- Sango ya llegué
- Bienvenido - Sango le contestó casi automática.
Era la voz de un hombre, no puede ser Inuyasha llegó, que hago? No quería verlo.
- ¿Qué hago? - Sango está tan asustada como yo.
-¿Sango? - le dije en voz baja para que no me escuchará nadie más.
- Inuyasha, no puede saber que estás aquí, me prohibió verte.
- Creí que tú hermano te dio permiso luego de entregarle los regalos de Ayumi.
- No se, perdoname no pude dárselos, me delataría que estuviera contigo y ellas.
- Porque le tienes tanto miedo a tu hermano.
- No le tengo miedo, él siempre me cuida, es el único en el mundo que se preocupa por mi, en la escuela nadie me hablaba y tampoco querían hacerlo, estoy segura que escuchaste algunos rumores de mi.
- Si, me dijeron que trabajabas de prostituta, que tu padre era un asesino, que Inuyasha era pandillero y mató a varias personas pero por falta de pruebas no lo han arrestado, entre otros más. Pero sé que todo eso es mentira.
- Una parte de eso es cierto.
Sango me dijo eso, pero me costaba creerlo, es decir puede que Inuyasha sea gruñón pero trabaja para mantener a su hermana no creo que sea mal sujeto, y Sango no es ninguna mujer fácil, de hecho creo que le tiene miedo al género masculino.
- Sango - me duele verla tan herida, me duele ver que está triste, me…
- Oye, Sango necesitas algo voy a salir.
Inuyasha entró en la habitación de Sango olvide que él estaba en casa, puedo sentir como sus ojos queman mi espalda con la mirada.
- ¿Qué hace ella aquí? - dijo Inuyasha con todo el desdén que puede tener una persona.
- Eh… - no sé, qué decir.
- Yo la invité. - fue Sango quien salió a defenderme
- No te dije que te alejes de ella, no trae nada bueno entre manos.
- Pero, ella ha sido muy buena conmigo. Además yo… yo… pensé que podía tener una amiga.
Sango estaba a punto de llorar, no quiero verla así, me levanté para ir con ella y abrazarla en modo de consuelo. Inuyasha simplemente nos veía desde la puerta, luego nos dejó solas. Yo necesito hablar con él, y tratar de volver a comenzar. Le dije a Sango que tenía que hablar con Inuyasha, ella dejó de llorar y me permitió ir a hablar con el. Inuyasha estaba en la cocina
- Hola - le dije a Inuyasha para iniciar una conversación.
- Ha estado muy feliz estas últimas semanas, sabes.
- Eh?
- Ella nunca ha tenido muchos ánimos de ir a la escuela, y desde hace unas semanas la vi de mejor humor, pensé que había hecho amigas.
- Y lo hizo, a estado con nosotras estas semanas
- Incluso me dijo que ya no fuera por ella a la preparatoria para estar un poco más con ustedes.
- Realmente es tan malo que haga amigas?
- No me malinterpretes, yo solo no quiero que la vuelvan a molestar
- Molestar?
- En la escuela, unas niñas le hacían bullying, me moleste mucho por eso. Cuando cambié de escuela volvió a pasar lo mismo. Solo quería que nada malo le pasara.
- No le voy a hacer nada malo. Solo quiero ser su amiga.
- No me dijo nada, solo se limitó a verme a la cara, como si me juzgará con la mirada. No sé qué hacer, tampoco sé qué decir. Solo nos vemos a la cara.
- Ah, mi nombre es Makoto Dekiru, pero todos me dicen…
- Inuyasha - lo interrumpí, fue sin querer.
- Si, casi nadie me llama por mi nombre. Así que solo llámame por mi apodo. Como te diste cuenta Sango también me llama por mi apodo.
- Si, y es un poco extraño eso… por cierto, de dónde viene tu apodo.
- No deberías meterte donde no te llaman.
- Realmente es tan malo el origen de tu "nombre"
- No es una historia bonita, eso es seguro.
- Si no tiene un buen origen, y no te gusta. ¿Por qué lo usas entonces?
- Sin darme cuenta todos me llamaban así, y ya no pude evitarlo, con el tiempo me acostumbré y dejó de importarme.
- Mmm…
Mientras Inuyasha me contaba, veía como calentaba agua y sacaba 2 envases de ramen instantáneo.
- ¿No vas a cenar? - le pregunté con intriga.
- Esta será mi cena y la de Sango.
- Eso no es nada nutritivo.
- Ya debo irme a trabajar y no me da tiempo de cocinar, además yo no sé cocinar y Sango bueno… - ahora entiendo porque Sango siempre trae comida comprada.
- Osea que siempre comen esto?
- Si.
No se alimentan bien, esas comidas los llenan pero no tienen valor nutricional. Me pregunto si su mamá no les enseñó a cocinar o qué ocurrió con su historia. Aún es todo un misterio pero no son malas personas ninguno de los 2.
Luego de estudiar, y antes de que se hiciera más tarde, me fui a casa Sango progreso mucho en matemáticas y le dejé mi cuaderno para que siguiera estudiando. Inuyasha luego de comer el ramen instantáneo se fue, Sango me dijo que se fue a su 2do trabajo.
Al llegar a mi casa, tome una decisión, pase por un supermercado. Y compre lo necesario para el almuerzo y la cena, además llene un termo completo de café. Me desperté más temprano, me dispuse a hacer el desayuno de todos, y cuando digo todos es todos. De sota, Inuyasha, Sango, y el mío. Prepare un almuerzo y cena. Luego me fui a la preparatoria, traté de llegar muy temprano para encontrarme con Inuyasha y Sango, él siempre venía a dejarla. Estoy en la entrada de la preparatoria. Creo que fui la primera en llegar. Esperé mucho tiempo cuando ya comenzaba a llegar la gente entre tantas personas, escuché una moto sabía que era Inuyasha y traía a Sango. Fui corriendo a su encuentro.
- Buenos días - les dije a ambos.
- Buenos días - me respondieron, pero Inuyasha se veía cansado.
- A Inuyasha, su jefe le dijo que hiciera horas extras y aceptó, me preocupa, está muy cansado - me dijo Sango con obvia preocupación.
- No importa, además es algo extra. - dijo Inuyasha mientras se estiraba, haciendo como que estaba bien.
- Bueno supongo que está bien que trajera esto. - ambos me veían sin entender a qué me refería.
- Toma - le di a Inuyasha el café, junto a las 2 comidas.
- ¿Qué es esto?
- Ayer vi que no se alimentaban bien, así que decidí hacerles algo más nutritivo que ese intento de comida, y allí tienes algo de café. Para que te despiertes un poco.
- ¿Hiciste esto para nosotros? - me dijo Sango cuando le di el suyo.
- Si.
- ¿Por qué? - Inuyasha no se veía muy convencido.
- Sango me dijo que tienes 2 trabajos completos y trabajas los fines de semana en medio tiempo, debes comer algo que te nutra más, porque sino puede que tu cuerpo ya no resista tanto movimiento, quizás no le veas ahora pero en algún punto podrías enfermar. Solo me preocupo por ti.
Me veía, le impresionaron mis palabras, solo me agradeció en voz baja, más para sus adentros que para otros. Guardo la comida junto al café, se colocó el casco y se fue. No dijo nada más. Sango y yo entramos a nuestros respectivos salones con la promesa de vernos en el almuerzo. Pero de camino a mi salón, escuche varias cosas inquietantes.
- Escuchaste, es ella, al parecer se metió a prostituta
- Yo escuché que estaba contratando a un asesino para matar a alguien.
- Yo vi claramente como le pago, al delincuente de la moto para matar a alguien.
No tenían ni la decencia de esperar a que me fuera para hablar a mis espaldas, vaya gente tan tonta. Como pueden decir todas esas mentiras. Y la verdad yo no les iba a prestar atención, simplemente los ignoré. Las clases iniciaron con casi completa normalidad, los rumores se extienden rápido Eri, Ayumi y Yuka cuando llegaron ya conocían los rumores. Me impresionó bastante lo rápido que se extendía. Pero ellas sabían que yo no era así y trataron de evitar que se siguiera corriendo pero fue inútil nadie quería entender la realidad, seguí mi semana sin más problemas más que las miradas que me juzgaban, se intensificaron los rumores conforme en las mañanas le daba a Inuyasha y Sango sus comidas para el día, no fue hasta el viernes a la salida donde me tocó limpiar el salón, juntos con mis amigas pero Ayumi tenía cita médica y Eri la acompaño, así que solo quedamos Yuka y yo limpiando, ella fue a botar el agua sucia del salón y yo me quede a terminar las labores, estaba sola cuando un chico que no conocía entró.
- Así que acá estás - me dijo el mientras cerraba la puerta.
- Si, estoy acá - no entendí en ese momento que necesitaba o quería.
- Bueno, ¿cuánto cobras?
- ¿Cobrar?
- Si, ¿cuánto?
- Perdón, no entiendo a qué te refieres.
- No te hagas la tonta, estamos solos. Solo dime cuánto cobras y dónde lo hacemos.
- Perdón pero me temo que me confundes con otra persona.
- Estoy seguro que eres tú, te estuve viendo toda la semana. - me decía mientras caminaba para acercarse pero yo me movía hacia atrás.
- Lo siento, sigo sin saber que estás diciendo. - choque contra la pared, sin darme cuenta me tenía atrapada.
- No te hagas ahora, se dice que cobras barato porque no tienes dinero para vivir, así que ofreces tu cuerpo.
- Temo que estás muy equivocado, yo no ofrezco mi cuerpo ni nada por dinero. Así que déjame en paz.
- Que, ahora me vas a decir que eres selecta con tus clientes. No tienes muchas opciones, así sabes.
- No me importa, ahora solo déjame
Le grite, ya estaba muy asustada por su cercanía. Sin embargo no entendió que yo no era la persona de los rumores y me tomó de las muñecas y las colocó por sobre mi cabeza. Me moleste, cuando se fue por mi cuello. Le pegue con mi rodilla en las bolas, y salí corriendo, abrí el salón y salí de allí. Me encontré con Yuka en las escaleras y me puse a llorar en sus brazos.
Cuándo llegue a casa mi mamá me vio con los ojos rojos de tanto llorar, se preocupó y me pregunto qué fue lo que pasó. Le conté lo ocurrido, desde los rumores hasta el ataque de este chico. Mi mamá me dijo que haría una denuncia en la escuela. Le dije que no lo hiciera, que no quería llamar la atención y que no pasó nada más. Mi mamá seguía con la idea de meter una denuncia para que encuentren al chico y lo castiguen por eso. Y yo también quería que lo castigarán por lo que intento hacer conmigo. Pero no quería seguir llamando la atención y ser más objetivo para que hablen.
Al día siguiente, no tenía muchos ánimos de ir, pero mi mamá dijo que no hice nada malo, tratando inútilmente de darme ánimos, además les prometí a Sango y Inuyasha que les llevaría las comidas todos los días. Les preparé los bento y me fui. Ya sabía a qué hora llegaban así que no tuve que esperar mucho. Apenas llegaron trate de saludarlos de la forma más común que había pero, me daba miedo encontrarme con el chico de ayer.
- Buenos días, Sango… Inuyasha.
- Buenos días, gracias por hacer esto por nosotros todos los días - me dijo Sango alegre
- No es por nada - como siempre Inuyasha no me hablaba solo escuchaba la conversación, pero está vez fue distinto no dejo de verme.
- ¿Ocurre algo Inuyasha? - le dijo Sango dándose cuenta igual que yo, que me veía de más.
- ¿Estás bien? - me preguntó Inuyasha, me parece raro que me haga esa pregunta.
- Si, estoy bien. Más que bien, súper bien - no puede ser, me estoy poniendo nerviosa y mi voz se está quebrando.
- Sango, déjame hablar con Kagome, por favor - Sango asintió y se fue, no puede ser que quiere hablar conmigo. Y porque me pongo tan nerviosa de hablar con él?
- Kagome mírame, dime si todo está bien - tenía la cara muy seria.
- Si estoy bien. No te preocupes por mí.
- ¿Estás segura?
- Si…
Se formó un silencio a nuestro alrededor, me puse muy nerviosa, así que le di su bento, me despedí y salí corriendo. Mis ojos se están llenando, siento que no puedo más pero me estuje los ojos y respire, con eso evité llorar. Y me fui a mi salón, después de que sonara el timbre de entrada que iniciaba las clases, me llamaron a la dirección, el director quería verme. No sabía por qué, hasta que llegué a la oficina. dentro estaba el director junto a un profesor.
- Señorita Higurashi? - me llamo el director.
- Si, soy yo - le dije y me incliné a modo de respeto.
- Verá señorita Higurashi, usted es una de nuestras mejores estudiantes está en el 3er puesto de los más inteligentes, por eso se me hace muy problemático los "rumores" que comienzan a circular sobre usted. - no puede ser el director también lo sabe.
- Verá señorita Higurashi, al principio creí que podía ser la envidia de un alumno, por su lugar en la tabla de alumnos reconocidos. Pero, también llegó a mis oídos de que uno de sus amoríos es un profesor.
- Es mentira, yo jamás he estado con nadie, no soy esa persona que dicen que soy. Son mentiras todas. - se que es una falta de respeto interrumpir pero es mi vida.
- Verás yo también las creí mentira pero ayer vino un estudiante, un testigo que afirmó que estabas haciendo cosas indecentes en uno de los salones ayer. Dice que no alcanzo a ver al chico pero te vio a ti. - no puede ser alguien vio lo que pasó ayer, pero lo malinterpreto todo.
- Se equivoca, un chico me atacó ayer mientras estaba en la limpieza.
- Y porque no lo reportó ayer, aún había maestros en el salón de maestros.
- Porque no quería causar problemas, no quería que los rumores se siguieran extendiendo más.
- Una mala decisión debo decir, tenía que reportar el crimen ayer cuando pasó, de hacerlo le creería la historia que me está contando ahora.
- Pero...
- Como yo lo veo, usted me está inventando una historia ahora pasa salir ilesa de todo esto, no quería creer los rumores pero veo que no eran rumores y son algo completamente cierto. Queda suspendida.
- Pero, ¿por qué?...
- Sienta alegría que no la expulsen por su comportamiento tan indecente. - me dijo el profesor que hasta el momento estaba callado.
No puede ser, porque me pasó esto? Yo no hice nada malo, y aún así me castigaron.
- Veo que no era mentira solo mire su cuello.
No puede ser, el maquillaje que me puse se desvaneció, y se veía la marca roja que tenía, pensé que con maquillaje y el cabello lo podía esconder. Pero me equivoque.
- Salga de mi vista, la secretaria le dirá cuándo puede volver.
Salí de la oficina del director, no me despedí, ni pude ver a la secretaría a la cara, solo me dio un sobre, lo tomé y me fui. Ya no podía volver a clases. Así que me cambié los zapatos y me fui a mi casa. Mi mamá no estaba, tampoco mi abuelo, sota debía estar en la escuela. Llegué a mi cuarto y simplemente me puse a llorar de la impotencia que sentía, me castigaron y yo fui la víctima de todo mientras que el verdadero culpable estaba impune.
Sin darme cuenta me quedé dormida de tanto llorar, posiblemente mi mamá ya había llegado. Revisé mi teléfono, y tenía varias llamadas de Ayumi, seguro se preguntaban porque no volví, baje las escaleras tenía que enfrentar a mi mamá y contarle lo que pasó.
- Kagome, cómo estás hija? Vi tus zapatos, y cuando fui a verte estabas dormida - mi mamá se veía muy angustiada con clara preocupación.
- Mamá, me suspendieron - quizás sea lo mejor decirle sin tantos problemas.
- ¿Cómo te suspendieron? ¿Qué pasó? ¿Por qué?
Al parecer un estudiante vio el ataque de ayer pero malinterpreto todo y pensó que yo me le estaba ofreciendo.
- Te dije que había que acusarlo, y tú le contaste la verdad?
- Si, pero no me creyeron, dijo que lo estaba inventando para salvarme, tomó como prueba la marca que me dejo.
- Cómo es eso posible, ese hombre es muy desagradable. Como no toma en cuenta tu versión, sólo supone las cosas. Me molesta todo esto.
- Lo sé mamá yo también estoy molesta pero no pude hacer nada, lo tenía todo en contra.
- ¿Cuánto tiempo te suspendieron?
- No lo sé, no abrí el sobre.
- Bueno, que vas a hacer en ese tiempo?
- Quizás vaya a un refuerzo en el centro. Y tomé un curso de avanzada para no perder el tiempo sin hacer nada.
- Mi Kagome, siempre tan aplicada. Igual sigo molesta porque te suspendieron, pero sé que no es tu culpa.
Me bañe, cambie mi ropa y me vestí para ir al centro y ver cuáles eran los horarios de estudio avanzados, así que entre en el edificio, y consulte las clases todas eran después de las 3pm. También le dejé un mensaje a Ayumi para que comunicara lo ocurrido a las chicas, caminé por las calles tratando de despejar mi mente. Estaba pasando por el centro comercial, cuando lo vi. A Inuyasha. Y me vio también a la distancia.
- Kagome
- Hola
- ¿Qué haces aquí? deberías estar en la escuela.
- Es una larga historia, ¿qué haces tú aquí?
- Mi jefe me dio el día, ya que terminé mi trabajo y la carga nueva llegaba mañana. Además tengo tiempo antes de mi otro trabajo.
- Trabajas mucho, eres alguien de admirar.
- No es para tanto.
- Claro que si, nadie trabaja tanto para mantener a su pequeña hermana - creo que se ruborizó pero volteo tan rápido que no me dio tiempo de ver
- Bueno, y qué haces por acá?
- Solo quería caminar y despejar un poco la mente, y tú?
- Yo, bueno voy para allá. - Me señaló, una tienda de peluches.
- ¿Le vas a comprar otro peluche a Sango?
- Si, tengo tiempo que no le compro uno.
- Creo que ya tiene muchos, además ya no es una niña. Sabes ya es una mujer
- Incluso para mí es difícil verlo así.
- Te preocupas mucho por ella. Eres un buen hermano.
- Supongo.
- Vamos te acompaño.
Lo tomé de la mano y lo lleve directo a la tienda, vimos tantos peluches que incluso yo sentía que tenía que llevarme casi media tienda. Inuyasha incluso me pregunto cuál sería el más bonito para Sango además de no repetir. Recuerdo alguno de los peluches de Sango, pero no todos es difícil saber cual estaría repetido. Después de elegir un elefante turquesa, salimos de la tienda y sin darnos cuenta pasamos frente al cine.
- Vamos a ver una película - le dije a Inuyasha, muy emocionada
- no entro en el cine, desde hace años.
- Bueno, vamos.
Elegimos la película por azar, y entramos a ver Godzilla vs Drácula. La verdad no me llamaba mucho la atención pero igual fui a verla con Inuyasha, al salir del cine. Fuimos por unas hamburguesas la verdad tenía un poco de hambre. Pedimos nuestra orden y nos sentamos a comer.
- Mmm… que rica. - le dije después de morder mi hamburguesa.
- Ahora me vas a decir porque no estás en clase.
- La verdad, no es una historia agradable.
- Pruébame.
- Hagamos un trato, tú me dices el origen de tu nombre y yo te digo porque estoy aquí - se veía molesto, se peino con la mano los cabellos hacia atrás.
- Bien, pero promete que no le dirás a nadie.
- Prometido.
- Ya habrás escuchado los rumores que tiene Sango.
- Si, me parece muy cruel.
- A Sango siempre le costó hacer amigos, sin embargo en la secundaria intentó hacerlo, ya te dije que a Sango le hacían bullying, verdad?
- Si, me lo dijiste.
- Bien, esas chicas fueron las que iniciaron los rumores de que Sango era prostituta, luego de que se enterasen que solo vivía conmigo, todos lo creyeron. Le dije a Sango que no hiciera caso de los rumores, pero la cosa se complicó cuando un chico la atrapó después de la escuela - se está enfadando imagino que debe ser difícil decirme todo esto, le sujeté la mano en apoyo.
- Desde hacía unos días siempre buscaba a Sango para llevarla y traerla a casa, no tenía la moto aún así que iba a pie, cuando llegué… encontré a mi hermana siendo atacada, Sango no tenía la camisa del uniforme y estaban tratando de quitarle la falta, me enoje, cai segado de mi propia irá, y comence a golpearlos a todos, Gruñía mientras los golpeaba. Cuando acabé con los 5, me di cuenta que Sango me estaba abrazando, me pedía que me calmara mientras lloraba, para que no los matará, Mi hermana fue quien impidió que los matará en ese momento. Llame a la policía, y fuimos arrestados todos, ellos por intento de violación y yo por casi matarlos a golpes… pero al transcurrir las semanas comenzaron nuevos rumores de que yo mate a esos chicos, y que lo hice por qué soltaron mi cadena, cual perro con rabia. Me decían el demonio perro, pero luego también decían que solo era una vergüenza y qué demonio no era conveniente para mí, comenzaron a llamarme Inuyasha después de eso. Mi nombre comenzó a alejar a los malas personas de Sango, así que me quedé con el nombre para protegerla, Sango no podía hacer amigos porque los rumores hacían que me tuvieran miedo, por eso le comencé a comprar peluches para que estos le hagan compañía, la compañía que yo no puedo darle.
Quiero llorar, no es justo que Sango haya tenido que pasar por tanto, no es justo lo que pasó simplemente no es nada justo. Pero ahora entiendo porque Sango le tiene miedo a los hombres, aún no superó su trauma.
- ¿Qué hay de ti? ¿Por qué estás aquí? - supongo que llegó mi turno
- Bueno, la verdad mi historia tiene un parecido al de Sango, verás desde que les estoy dando los bento a ustedes me dicen que comencé a trabajar para ti, de prostituta, uno de los alumnos quiso pasarse conmigo - moví mi cabello para que viera la marca que me dejó en el cuello.
- Pero le di una patada en las pelotas y salí corriendo. Al día siguiente, me llamó el director a su despacho y me dijo que alguien me acusó de que yo era la que me ofrecí, así que me suspendieron por conducta inapropiada.
- Y no les dijiste que fuiste una víctima
- Lo intenté, pero no me dejaron defenderme, dijeron que solo era una excusa para salir impune.
- Maldita sea.
- Inuyasha - estaba muy enfadado, y la verdad no sé qué hacer.
- Cuando te vi en la mañana, lucias extraña era por eso?
- Si.
- Kagome, dime que no llegó a nada más por favor, júrame que no pasó nada más.
- Eh, no entiendo.
- Júrame que no llegó a…
- No, Inuyasha te juro que solo me dejo esta marca, no pudo hacerme nada más.
- Kagome...
No era incómodo, solo nos veíamos el uno al otro, incluso se nos quitó el hambre, estuvimos mucho tiempo viéndonos como si el mundo se fuese acabado y solo quedamos nosotros. Una parte de mi no quería que ese momento acabará. Pero no podíamos estar así para siempre. Le propuse ir a las máquinas a jugar un rato. Nos divertimos allí, en la garra vi un muñeco que me gusto mucho, era un perrito blanco con un collar de cuencas moradas., pero lo que más me gustó fueron sus ojos dorados, igual que inuyasha. Inuyasha se puso a jugar en la garra hasta que lo ganó para mí, luego jugamos en la mesa de hockey. Fue un día muy entretenido.
Conocí algo de Inuyasha y es que no le gusta el picante, eso porque habían unas muestras gratuitas, no se dio cuenta de eran picantes y salió corriendo a comprar una bebida para el picor, y ahora aún más me doy cuenta que no es un mal sujeto, de hecho es bastante divertido y atento, un buen hermano.
Se hacía tarde y debía volver a casa, Inuyasha me llevó en su moto, era la primera vez que me subía en una, estaba algo asustada, el me decía que no me pusiera nerviosa. Al principio era difícil pero conforme me hablaba me fui calmando, además su espalda es muy cómoda y cálida. Me pregunto si Sango se siente igual de protegida por él como yo en este momento.
- Eso fue divertido, deberíamos hacerlo otra vez - le dije con entusiasmo.
- Si, lo fue - es mi imaginación o es la primera vez que veo a Inuyasha sonreír, se ve muy atractivo cuando sonríe.
- Bueno, debo irme. Nos vemos Kagome.
Se fue en su moto, y yo simplemente me quedé viéndolo hasta que se perdió a la distancia, por qué me sonroje cuando dijo mi nombre? ¿Por qué me late tan rápido el corazón? No lo entiendo. Después de calmarme fue que encontré el valor para entrar a casa, mi madre me dio la bienvenida.
- Kagome, cómo te fue?
- Bien, bien - no puede ser mi mamá sabe que salí con Inuyasha, bueno eso no fue una cita, solo fue una coincidencia encontrarnos allí.
- ¿Lograste inscribirte en clases avanzadas? - ah, era eso a lo que se refería.
- Si, logré inscribirme. Comienzo mañana.
- Qué alegría… bueno ya la cena tardará un poco, si lo deseas puedes ir a tu habitación.
- Gracias mamá.
Eso no fue una cita verdad, la verdad es que viéndola ahora sí lo fue, y fue muy divertida. Pero no, no fue una cita, Inuyasha es buen tipo pero yo quiero un hombre más amable, que no sea tan agresivo, que sepa escuchar y que se preocupe por mi. Ese sería mi hombre ideal. Inuyasha es solo un buen amigo.
Al día siguiente, por fin conseguí el valor de abrir el sobre que decía cuánto tiempo iba a estar suspendida. 1 mes, bueno no fue tan malo, supongo que no querían perder mucho prestigio al echarme tanto tiempo, ellos perderían si me sacaban mucho tiempo.
Sango y las chicas van a venir mañana, quieren que les cuente que pasó. Y que voy a hacer. Me estoy preparando para mañana, limpiando mi habitación. Y escondiendo al perrito de peluche, ¿por qué lo escondo? ¿Por qué me avergüenza que lo vean? No es por eso, no me avergüenza es solo que no quiero que se ensucie, eso. Esa es la respuesta, no quiero que se ensucie. Lo guardé en mi armario en una bolsa.
Domingo, tarde, las chicas están apunto de llegar, ya está todo listo. Ahora lo difícil será saber cómo va a reaccionar a mi historia.
- Hola - llegaron, esas son sus voces.
- Ya voy - tengo que buscarlas en la puerta. Sota está jugando videojuegos, mi abuelo está en el templo y mi mamá estará acompañándolo.
- Hola a todas, pasen. Vamos a mi habitación - fuimos a mi habitación y comenzaron las preguntas al cerrar la puerta.
- Kagome qué ocurrió? ¿Por qué no fuiste a la escuela?
- Si, ya comenzaron otros rumores de que quedaste embarazada de un cliente y por eso no has ido.
- Yo escuché, que la estaba buscando la policía. Por asesinato. - Sango estaba callada, ella sabe que los rumores no son verdad.
- Chicas no es nada de eso. Verán todo fue un mal entendido. - la verdad no quiero decir la historia porque sé que Sango se va a culpar a sí misma. Ya que es por ella que me tomaron los rumores a mi.
- Pero tienes que decirnos qué pasó.
- Si, no nos iremos hasta que nos cuentes. - no me dejan otra opción, les dije la verdad desde el chico propasandose conmigo hasta la charla con el director.
- No puede ser.
- Pero cómo es posible, que tu siendo la víctima te culpen por todo.
- Me parece injusto. - mis amigas seguían hablando y Sango solo estaba con la cabeza baja, no podía ver sus ojos.
- Estoy cansada de esos rumores. - dijo Sango finalmente.
- Sango - no sé qué quiso decir con esas palabras.
- Es por mi culpa, todo esto es por mi culpa. - no quiero que se sienta así.
- No, Sango nada de esto es tu culpa. - le dije para tratar de animarla sabía que esto pasaría.
- Si, Kagome tiene razón, esto es culpa de la gente que se aburre tanto con su vida y que se siente tan miserable, que necesita buscar a alguien para hacerlo más miserable, solo para ser feliz - dijo Eri, no podía estar más de acuerdo con ella.
- Es verdad, tu no tienes la culpa, quien expande rumores es porque está aburrido de su vida, y todavía no madura lo suficiente - Yuka.
- Además sabemos que no eres así, seguro que quien creó el rumor está muy celosa de ti, quizás la persona que inició el rumor estaba celoso de lo linda que eres - Ayumi.
- Sango, aquí todas somos tus amigas y te conocemos, sabemos el tipo de persona que eres y el tipo que no. Nunca te culparemos de nada que no hagas - sentí que debía poner de mi parte también.
- Gracias - está sollozando. Pero estoy feliz de saber que lo hace de alegría.
Tuvimos una reunión muy entretenida, terminamos riéndonos y contando anécdotas alegres, les dije que iría a un curso de avanzada para no perder el ritmo, y así iniciar las clases sin problemas, Con respecto a los almuerzos que le daba a Sango e Inuyasha. Aún se los doy, Inuyasha pasa por la casa a buscarlos junto con Sango y luego se van a la preparatoria.
En la tarde voy a mis clases de avanzada, aunque no tuve en cuenta la salida, era de noche al salir. Bueno ya tengo una semana así, además cuando Inuyasha se enteró de lo tarde que salía, me dijo que cada vez que podía me llevaría a casa, él cumplió su palabra durante la semana, No era como si la calle estuviera sola. Es decir, aún hay mucha gente alrededor, pero me pone un poco nerviosa, irme sola a mi casa.
- ¡Higurashi! - Alguien me llama. Ah, pero si es...
- Hojo - Akitoki hojo, íbamos juntos a la misma secundaria. Me invitó a salir varias veces, pero siempre lo vi solo como un amigo.
- Oye que haces por aquí?
- Me inscribí en clases avanzadas.
- Vaya que eres aplicada.
- Si, bueno y tú qué haces aquí?
- Verás, mi madre va a estar de cumpleaños pronto y quería comprarle un regalo, pero no sé qué darle.
- Ya veo.
- Podría pedirte ayuda. Es decir eres una chica y seguro tú me dices algo que le agrade.
- Ah, no tengo ningún problema en ayudarte.
- Bien, te lo agradezco.
- No hay de que.
- Entonces quedamos el domingo para que me ayudes?
- Claro no veo porque no.
Así que otra vez volveré a salir con Hojo, bueno la verdad es que el sabe que solo somos amigos nunca le di indicios de querer una relación con el. Hojo se fue, e Inuyasha llegó unos minutos después, para llevarme en la moto a casa, esto hace según él en compensación por los bentos que les hago a él y sango, mi semana transcurrió con normalidad, el sábado después de clases quedé con Sango para ir a su casa a enseñarle a cocinar hamburguesas. Con este tipo de cosas siento que los malos sabores y experiencias quedaron atrás hace mucho tiempo, estoy un poco feliz por eso.
Llegó el sábado y estoy llegando a casa de Sango, ya volvió de la escuela. Y entre en la cocina, pero…
- Que!? - le dije impresionada por el cambio.
- Por favor, enséñame a hacer galletas de chocolate y avena.
- Pero, pensé que querías aprender hacer hamburguesas.
- En realidad, quiero aprender hacer galletas la próxima semana es San Valentín y quería darles un regalo a todos, han sido muy buenos conmigo y quería compensarlos.
- Ya veo, dijiste lo de las hamburguesas para que nadie se enterará.
- Si.
- Tranquila Sango, yo te ayudaré.
Salimos al minimarket que estaba cerca y compramos los materiales necesarios para hacer las galletas. Salir con Sango era como estar con una niña, se emociona con todo. Era muy linda.
Llegamos nuevamente al departamento y Comencé a explicarle cómo se hacían las distribuciones, sin embargo.
- Oye Sango, no hay jarras medidoras?
- Qué es eso?
Me tomó un momento explicarle lo que era, y su función, me dijo que nunca ha tenido nada de eso. Así que observé las ollas y los instrumentos de cocina que tenían. Me di cuenta que no tenían casi nada para cocinar, volvimos a salir al mercado para comprar los instrumentos de cocina necesarios. Y comencé a explicarle cómo se dosifica la harina junto a sus respectivas cantidades. Ella lo anotaba todo en su cuaderno. Le explicaba lo que había que hacer mientras ella lo hacía de su propia mano, y anotaba para no olvidarlo. Me divertí con ella y sentía que debíamos tomar una foto. Así que saqué mi teléfono y nos tomamos unas cuántas mientras esperábamos a que las galletas estuvieran listas. Cuando se hizo tiempo las sacamos. Y dejamos enfriar. Se veían hermosas, y olían bien. De sabor quedaron un poco simples pero estaban bien para ser la primera vez de Sango.
- Oye, Sango ahora que lo pienso. Hay alguien especial a quién le vas a dar galletas?
- Eh, no… yo no - está roja de la vergüenza, así que hay alguien especial que linda.
- Lo conozco, dime quién es.
- No, no hay nadie en serio - se ponía aún más roja, que linda.
- Ese chico tiene que ser muy especial.
- Yo…
No seguí insistiendo, si ella desea decírmelo a su tiempo lo aceptaré. Admito que me mata la curiosidad. Pero no puedo hacer nada. Le informé a mi mamá que me iba a quedar a dormir con Sango, así no hay problema. Después de limpiar los instrumentos Sango guardo las galletas para más tarde. También le dije cómo se hacían las hamburguesas, porque ya había traído los ingredientes y teníamos que cenar. Allí me di cuenta que Inuyasha llega muy tarde a la casa casi a las 4 am, Sango y yo vimos una película en la TV, y pasamos la tarde hablando de cosas triviales, cuando llegó el momento de dormir me dormí con Sango en la cama, y Morfeo nos tomó en sus brazos. Me desperté del susto cuando escuché llegar a Inuyasha. Salí y lo vi devorando las hamburguesas que le dejamos de cenar.
- Me alegro que te gustarán - le dije en voz baja para no asustarlo pero no salió bien mi plan y casi se ahoga con la carne.
- No me asustes así, pude morir.
- Perdón, no pensé que te asustarias siempre pareces estar en alerta
- Por lo general siempre lo estoy. Así puedo evitar algún percance o accidente.
- Oye, no me has dicho de que trabajas, es decir se que tienes de 2 hasta 3 trabajos pero no sé qué haces.
- En la mañana, trabajo en una constructora desde las 8am hasta las 4pm, o hasta que termine las tareas que me encomiendan, de 5pm hasta las 1am, trabajo en el puerto de llegada de carne. Hoy me quedé haciendo horas extra.
- Puedo preguntarte porque trabajas tanto, es decir se que con un trabajo ya tendrías lo suficiente para vivir y otro se puede justificar que para comprar cosas por mera vanidad. Pero tú tienes 3 trabajos, ¿por qué?
- Quiero comprar una casa
- Oh!
- Quiero vivir en una casa y también quiero que Sango no se preocupe por el dinero y que ella escoja una carrera que le guste quiero que estudie y sea una profesional. Quiero que sea alguien importante.
- Y qué hay de ti?
- Yo?
- Si, eso es lo que quieres para Sango, pero que deseas tu?
- Mmm… nunca lo había pensado
- En serio, no hay nada que quieras?
- No se me viene nada a la cabeza.
- No deseas formar una familia.
No se porque dije eso, pero no pude evitar pensarlo cuando dijo que quería una casa, es decir ese tipo de ambiciones solo lo tienen los que quieren formar una familia, yo quiero imaginarlo en el patio jugando con sus hijos pero no puedo ver a una mujer con el, y el niño que sostiene en sus brazos se ve exactamente como él solo que más pequeño. ¿Por qué no puedo imaginarlo casado? Que vergüenza que pensara el de mi? Inuyasha no te quedes callado dime algo lo que sea.
- No creo que yo forme una familia, yo no sería un buen padre.
- Que? - no me creo que diga eso, sería un excelente padre solo hay que ver cómo trata a Sango, es más una hija que una hermana.
- No creo que sea bueno en ese papel, me cuesta verme a mí mismo cargando un niño.
- No me lo creo.
- Eh?, Kagome te digo la verdad yo no sería un buen padre.
- Si lo seras, serías uno de los mejores que puedo ver.
- ¿Cómo estás tan segura?
- Porque veo como tratas a Sango, más que una hermana, tienes una responsabilidad a tu cargo que es como tener un hijo y tú lo haces bien.
- No lo hago bien, mirame bien Kagome, Sango tiene muchos traumas encima y todo porque no hice el trabajo de protegerla, si lo que tú me dices es verdad que del mismo modo que trato a Sango serían mis hijos entonces no quiero tenerlos para que no sufran, no me quiero imaginar si tengo una niña y le pasa lo mismo que ha Sango o incluso peor, no lo soportaría.
- Inuyasha escúchame, ningún padre desea que su hijo sufra a pase un mal rato, lo de Sango fue algo horrible pero no puedes culparte por eso, eres el mejor hombre que conozco y sé perfectamente que harías cualquiera cosa como padre para que tus hijos estén bien y protegidos, te doy mi palabra que no les pasará nada nunca.
De igual forma estaba callado, veía a la mesa enfadado de algo que pasó y de algo que no ha pasado. Me levanté de mi silla para darle vuelta a la mesa y lo abracé por detrás, solo puedo darle consuelo en este momento, pero me doy cuenta que Inuyasha siempre protegería a sus hijos. Sé que él haría cualquier cosa por ellos.
- Kagome
- Estoy aquí, no voy a dejarte.
Nos quedamos así un momento, hasta que me di cuenta de lo tarde que era, le dije que fuera a dormir, que yo lavaba los platos sucios, porque él tenía que despertar en unas pocas horas, me daba un poco de dolor saber que hace todo por Sango cuando él no tiene un sueño propio. Ahora que lo pienso yo tampoco sé qué es lo que quiero hacer, pensar en formar una familia es algo que todos deseamos, o la mayoría. También pienso en que no se que estudiar, para laborar en algo que me guste. Tampoco es que tenga una propuesta de matrimonio que me guste. Ah, ¿por qué la vida adulta es tan difícil?
Luego de lavar los platos me fui a dormir, Sango ni se percató que salí de la habitación, tiene el sueño pesado, aunque no ronca ni nada. Y se ve muy linda mientras duerme. Ahora me doy cuenta que yo también la veo como una niña, igual que Inuyasha lo hace. ¿Por qué será?
Al despertar, ya Inuyasha se había ido, yo no podría soportar su jornada de trabajo. Sería difícil para mí haber resistido incluso sin alimentarme bien. Me sorprende que no esté cansado o haya caído enfermo. No, no quiero que Inuyasha se enferme, quiero que esté sano y bien. Sango merece estar con su hermano. Eh Inuyasha merece tener una familia feliz.
- Kagome?
- Bueno nos quedaron unos huevos, ¿te enseño a hacer un tamagoyaki?
- Si, me gustaría.
Fue el mismo proceso, le expliqué pasó a paso cómo se hace mientras era ella la que lo hacía, y anotaba para no olvidarlo. Le quedó perfecto.
- Sabes que para ser la primera vez que haces esto, y las galletas te quedan bien, deberías ser chef profesional.
- Si, me gustaría aprender a cocinar, así podré probar y hacer todo lo que quiera.
- Me alegra oírte.
- La verdad es que me inspiraste Kagome.
- Eh?
- No me había dado cuenta de la comida hasta que comenzaste a hacernos los bentos a Inuyasha y a mi, me di cuenta que yo no pongo mucho de mi parte y siempre dependo de Inuyasha para todo, además que como hermana al menos debí asegurarme de que el estuviera bien alimentado, me siento mal de saber que como hermana solo soy una carga para el.
- No eres una carga para nadie Sango, solo no te diste cuenta que podías hacer más de lo que veías, tú puedes ser más, puedes ser quien quieras. Y puedes hacer lo que quieras.
- Crees realmente que puedo hacerlo.
- Estoy segura de eso Sango.
- Kagome…
- Sabes en el centro dar cursos de cocina si deseas mejorar.
- Gracias... por todo.
- Realmente no hice nada.
Nos despedimos con un abrazo, tenía que estar en el centro, para ver a hojo, no era una cita solo lo acompañó a comprarle algo a su mamá de cumpleaños, Pero no puedo evitar pensar que estoy mintiendo para verlo porque… espera a quien le "miento", no entiendo, no logro organizar mis pensamientos, qué es lo que siento, no logro comprender mis propios sentimientos.
- Higurashi
- Hojo, hola.
- Perdón me esperaste mucho?
- No, acabo de llegar.
- Bien. Vamos al centro comercial
- Si, ya has averiguado algo que le guste a tu mamá?
- La verdad, no tengo idea. Aunque tenía pensado comprarle un collar o unos aretes.
- Sería lindo, si mi hijo me los regalará siempre los usaría.
- Hijos?
- Si… oye hojo, ¿tu planeas tener hijos?
- Pues si, algún día cuando esté casado y mi esposa esté lista - se está sonrojado, pero no le prestó mucha atención a eso.
- Y serías un buen padre?
- Claro, haría mi mejor esfuerzo en ser el mejor padre que ese niño o niña que tenga.
- Mmm… no pensarías en que nada malo les pase, verdad?
- Nadie quiere que su hijo sufra o pase un mal rato. Uno siempre piensa que serán felices.
- Mmmm…
- ¿Por qué, tu planeas tener hijos? - me pregunta Hojo, aún continúa su sonrojo, aunque lo ignoró.
- No lo sé, es decir creo que sí.
Mientras hablamos, sin darnos cuenta llegamos al centro comercial, Nos fuimos directo a la joyería, Hojo me preguntaba por cuál pulsera o aretes eran los más bonitos. Incluso me pidió la opinión sobre los anillos, aunque esos eran de compromiso. Me limité a decirle solo las piezas que a mí parecer eran los más lindos, solo en pulseras y aretes, cuando me pedía la opinión sobre los anillos cambiaba de tema o lo ignoraba.
- Bueno creo que esta pulsera es la más linda para mi madre, además a ella siempre le gustó la esmeralda.
- Estoy segura que estará muy contenta de ese regalo.
- Gracias, sin ti no lo fuese encontrado
- De nada, aunque no hice mucho.
- Oye en compensación te invito un café, aún hace algo de frío así que vendría bien
- Está bien.
No era como si tuviera algo más que hacer, así que después de que Hojo pagará la pulsera, fuimos a una cafetería, de camino no podía dejar de pensar en el futuro, y que era lo que yo quería, sin darme cuenta una persona disfrazada completamente de de gato, con traje me detiene para darme un folleto, al parecer un restaurante nuevo va a abrir, Kuro Neko. Tome el folleto pero la persona disfrazada no me dejaba seguir el camino.
- Disculpa no puedo pasar.
No obtuve respuesta de su parte, olvide que algunos jefes les dicen que no digan nada para no romper la "magia" del disfraz, Hojo me esperaba al otro lado del hombre gato, me pregunto que quiere.
- Lo siento, pero me puedes dar un permiso.
El hombre gato, me hizo señas con la mano, para leer el folleto mejor, al parecer el restaurante es solo para parejas románticas, y el primer día había un concurso, luego me señaló a Hojo.
- Ah, perdón te equivocaste no estoy enamorada de él, es solo un amigo.
Por alguna razón pareció calmarse, y me dejó seguir con mi paso. Eso fue extraño pero seguí con Hojo, aún así cuando me volteé vi que me observaba, parecía no querer quitarme los ojos de encima, me puse algo nerviosa. Entramos en el café, y pedimos uno para cada uno, luego nos fuimos a una mesa.
- Oye Higurashi. Hay algo que quería preguntarte.
- Dime
- Hace un rato me preguntaste si yo sería bueno como padre, y quería saber si esa pregunta era para mi, bueno si deseas saber si era conmigo? - no entiendo que me quiere decir, además que habla muy bajo y casi no lo escucho.
- Perdón no entiendo tu pregunta.
- Verás Higurashi, cuando me preguntaste si sería buen padre no pude evitar pensar en que quizás, tú querías formar una familia conmigo - no, no fue así.
- Lo siento Hojo no fue mi intención darte una esperanza, aún te veo como un amigo, y te soy sincera. La pregunta surgió porque hay alguien a quien quiero que dice que no sería un buen padre… - espera, alguien a quien quiero? Yo dije eso?
- Así que es a él de quien estás enamorada - enamorada?, ¿Estoy enamorada de Inuyasha?
- Lo siento Hojo, no quería que te sintieras usado.
- Bueno la verdad es que desde la secundaria siempre me dijiste que solo era un amigo, aún cuando te confesé lo que sentía. - me siento mal por no poder corresponderle.
- Pero si tú deseas tener una familia y él no, entonces eso significa que no deben estar juntos.
- Eh?
- Porque serías infeliz de querer tener algo que a él le desagrada y una familia es un sueño grande que tienen que construirse de a dos.
- Hojo.
- Ese tipo de sueños se hacen como pareja como un equipo, si él no desea tener hijos pero tú sí, entonces no hay futuro en esa relación.
- Te equivocas él y yo no somos nada, no estamos saliendo ni nada.
- Entonces, es una advertencia para no iniciar nada.
- Que cosas dices
- Él no te merece. Debes buscar a alguien con quien formar un futuro como equipo.
- Mejor olvidemos está conversación, no veo que lleguemos a ningún lado.
- Lamento romper tus esperanzas con él, pero no te merece.
- Mejor hablemos de cómo te va en la preparatoria, escuché que es solo para hombres.
- Pues si me va bien en clases, estoy entre los primeros 30, bueno soy el número 17 pero quiero seguir subiendo.
- Si eres aplicado.
- ¿Qué hay de ti Higurashi?
- Yo? - genial, olvide que a mí no me va tan bien. Pero no hay porque dar detalles completos. - si estoy bien, estaba de 2do lugar aunque baje un poco.
- Vaya que eres aplicada, se que bajar de lugar hará que te sientas un poco mal, pero estoy seguro que puedes llegar al 1ero.
- Si, muchas gracias.
- Por eso te inscribiste en clases avanzadas para mejorar tu rendimiento?
- Si, digamos que si.
Luego de un rato, Hojo también quería que fuéramos al cine a ver Godzilla vs Drácula, le dije que ya la había visto. Y no me apetecía repetirla, además tampoco quería estar mucho con él me siento incómoda por alguna razón. También cada vez que volteo está ese gato con traje, acaso me está siguiendo? Además de eso Hojo está tratando de acercarse a mí, y temo que es porque sabe que estoy interesada en alguien más, y que si demuestra ser mejor estaría con él. Pero es como si no hubiera punto de comparación, Inuyasha es diferente y me siento diferente cuando estoy con él. ¿Por qué pienso en Inuyasha? Y por qué lo estoy comparando con Hojo? Realmente estoy enamorada de Inuyasha?
- Sabes Hojo, tengo algo que hacer. Podemos hablar otro día?
- Seguro no hay problema.
- Gracias.
Tengo que saber si realmente estoy enamorada de Inuyasha, tengo que saberlo. Al cruzar por una esquina, volví a encontrarme con el gato de traje, bueno choque contra el. Me disculpé y seguí mi camino. Ese gato es raro. Corrí comencé a correr, y llegué al edificio donde vive Inuyasha, pero ahora que estoy aquí, no sé cómo averiguarlo es decir, como puedo descubrir cuáles son mis sentimientos, nunca había sentido eso por nadie, jamás me había enamorado, así que no sé cómo se siente. No estoy segura siquiera si esto es amor
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bueno señoras y señores hasta aca el primer capitulo, espero que este bien. me costo escribirlo aqui ya que me falla mucho la carga de word, pero en fin. algo que voy a resaltar es el significado de los nombres, inuyasha significa perro medio demonio, por eso es un nombre raro, incluso las amigas de kagome lo dicen en el anime. y esa es la razon.
tratare de subir los capitulos los viernes.
