Capítulo 7: encuentros no agradables y entregas deseables
Inuyasha anotó en un papel la dirección donde estaría trabajando, terminó de desayunar y se fue corriendo a la moto. Y fue a trabajar. Ahora me tocó pensar en un almuerzo delicioso para él. Pero antes fui a arreglar la cama del cuarto. Fue allí cuando me fijé que la ropa que Inuyasha me compro ayer estaba tirada dentro del clóset, acaso yo tiré la ropa allí? ¿O fue Inuyasha? ¿Qué pasó anoche? Se que nos fuimos a beber. Lo último que recuerdo fue cuando estábamos hablando de la casa, de su abuela. No, espera recuerdo que pedimos un taxi para venir, y hablamos de algo con el chófer, que hablamos con él. No recuerdo que hablamos, y después estábamos aquí en la habitación, Inuyasha dijo algo y… ¡Fui yo quién tiró la ropa dentro del clóset! Lo que ocurrió después no lo recuerdo. Esto me está carcomiendo por dentro. Mejor no pierdo el tiempo, limpio rápido, hago la comida de Inuyasha, le llegó medicina para la cabeza y también le preguntó qué pasó anoche.
Me bañé, y me cambie por otro conjunto, tome el bento de Inuyasha, pase por una farmacia y me fui a donde estaba trabajando.
Era una mansión enorme, que estará haciendo aquí? Llame al timbre y pregunté por él, al inicio me dijeron que no estaba, pero cuando le expliqué mejor al señor del parlante me dejaron entrar me dijeron que las remodelaciones estaban atrás, di un recorrido por alrededor de la casa, era una casa tradicional inmensa, tenía que ser una familia muy importante.
Llegué a la construcción, donde vi a Inuyasha, y Kōga, además de otros 2 que no conocía.
- Inuyasha - le salude desde la distancia.
- Kagome… - me terminé por acercar.
- Ten, te traje tu almuerzo, también traje varias bebidas y también unas pastillas para la cabeza.
- Gracias. Me hacía falta.
- Kagome, cuánto tiempo sin verte - me saludo Kōga
- Si, muchas gracias por cuidar de Inuyasha - me incline en agradecimiento
- No creo que ese sería el término correcto - me dijo Kōga algo avergonzado
- Eh? - dije algo malo?
- Olvidalo Kagome. - Me dijo Inuyasha
- Ah, por cierto Inuyasha puedo hablar contigo de algo?
- Si, vamos. Ya es hora de comer. ¡Muchachos vamos a comer!
- Gracias señor - dijo a lo lejos uno de los empleados
- Estaba muriendo - dijo el otro
- Vamos, Kagome.
Nos alejamos un poco del grupo, y nos sentamos cerca de en un estanque con peces koi
- Que bonitos.
- De qué querías hablar kagome
- Ah, es sobre anoche.
- No me digas que te arrepientes ahora de aceptar vivir conmigo. - así que Inuyasha me pidió vivir con él.
- Ni lo recuerdo.
- Kagome - me dijo algo molesto
- Lo siento, no lo recuerdo.
- Ah, bien. Anoche te propuse vivir juntos, me dijiste que si, luego metiste la ropa que te compré en el clóset y nos acostamos a dormir.
- Así que eso pasó.
- Entonces qué me dices?
- Eh, sobre que?
- ¡No te hagas la tonta! Hablo de vivir juntos!
- Ah, sobre eso. Pues no lo sé… es decir, no estoy rechazando la propuesta pero no te parece un poco apresurado, recién volvimos
- Entonces no quieres?
- Si quiero estar contigo, Pero lo siento muy apresurado Inuyasha te parece si lo hacemos por parte?
- Explicate.
- Bueno, te parece si me quedo en tu casa los fines de semana, y en mi casa los días de semana.
- Supongo que es mejor que nada.
- Bien acepto.
- Gracias, Inuyasha.
Inuyasha terminó de comer y yo debía irme, era una falta de respeto distraerlo en su trabajo. Me fui, ya le entregué a Inuyasha su comida, ahora que debo hacer? Inuyasha me dijo para vivir juntos, y aún cuando llegamos a un acuerdo del fin de semana, debo buscar algo de ropa íntima, esperar ropa íntima, eso significa que ya es obvio que vamos a dormir juntos y si llegamos a hacer "eso". Debo llevar mi mejor ropa interior, no, mejor compro ropa interior nueva.
Salí de la mansión, y me despedí amablemente del guardia. Cuando inició mi paso, veo a un mujer caminar hacia mi dirección, llevaba un vestido blanco con encajes azules claros, su cabello es negro liso además de largo. Su piel es muy blanca y se ve tan delicada.
Cuando sus ojos tocaron los míos, no pude evitar bajar la mirada. Cuando pasamos por un lado, la escuché pude escucharla.
- ¿Qué haces tú aquí? - me dijo esa mujer en tono reprobatorio
- Eh, perdón me habla a mi? - quizás se confundió
- No actúes como estúpida. ¿Qué haces aquí?
- Perdón no la conozco, creo que me confunde con alguien más.
- No actúes de esa forma tan estúpida. Viniste por Makoto, cierto?
- Makoto? ¿Hablas de Inuyasha?
- Si, y no le digas Inuyasha es obvio que odia ese nombre. Aunque dudó que alguien como tú pueda entenderlo.
- Espera un momento, no tienes por qué tratarme así, ni la conozco y ya comenzó a insultarme. Si tiene algún problema conmigo, aprenda a decírmelo directamente.
- Eres tonta, no ves que a Makoto no le interesas, porque insistes en venir a buscarlo. Ya déjalo en paz.
- Eres Kikyo, cierto?
- Así que te hablo de mí, sin embargo yo no te he dado permiso de usar mi nombre. No eres más que una mocosa irrespetuosa. - ella ríe al saber que Inuyasha me habló de ella, que arrogante es esta mujer.
- Pues si, Inuyasha me habló de los malos consejos de amor que le distes
- Malos? Estás aquí desesperada, pidiendo a Makoto volver.
- Que?
- Makoto, me ha mostrado los mensajes que le enviaste queriendo hablar, pero los borro, sabes! prefirió ignorarte.
- Inuyasha ya me dijo que esos mensajes nunca los leyó y tú tuviste acceso a su teléfono.
- Por favor, le vas a creer eso. Es obvio que lo dijo para tenerte retenida. - ya me está cansando está conversación. Pero hay algo que quiero saber.
- ¿Estás enamorada de Inuyasha? - después de mi pregunta se calló, así que está enamorada de Inuyasha.
- Makoto me prometió matrimonio, que te ofreció a ti?
- Inuyasha te pidió matrimonio cuando eran niños, no ahora.
- Me dijo que la propuesta sigue en pie.
- Segura? O te gustaría que su propuesta siguiera en pie
- No se porque discuto esto con una mujer que no tiene amor propio y buscar que un hombre vuelva con ella, no lo lograrás - Se dio vuelta y comenzó a caminar, no quiero guardarme nada
- Inuyasha y yo estamos juntos… y me pidió vivir con él - detuvo su andar.
- ¿Cuándo volvieron?
- El sábado.
- Me dijo que iría a la playa con su hermana
- También fue conmigo y unos amigos. - no puedo verla de frente pero se que está molesta.
- Makoto…
- Tu aún estás enamorada de Inuyasha, por eso sentiste celos que estuviera conmigo.
- Cállate
- Por eso quisiste separarnos.
- Tu no sabes nada, Makoto me habló de ti, una niña tonta que ha tenido una vida perfecta, una estupida que siempre obtiene lo que quiere. ¿Por qué?... ¿Por qué le hice caso a mi padre?
- Tu padre?
- Si mi padre no me hubiera prohibido ver a Makoto, estoy segura que los dos estaríamos juntos y yo sería feliz.
- Señorita Dekorēta
- Dekorēta? Maldito seas Naraku.
- Naraku?
- Mi padre me obligó a casarme con Naraku. He sido infeliz cada día de mi vida después de eso.
- Ya veo.
- Cuando por fin vi un rayo de luz en mi vida, cuando por fin volví a encontrarme con Makoto, él ya estaba contigo. Cuando me pidió consejos para conquistarte creí que si lo dejabas vendría conmigo por consuelo. Y yo sería su consuelo.
No se que decir, realmente se escucha miserable, pero realmente quiere a Inuyasha o la fantasía que cree que puede darle?
- Lo lamento, por todo lo que estás sufriendo - le dije a la señorita Dekorēta
- No digas que lo lamentas cuando es obvio que es una mentira - no se que hacer ahora.
- No miento.
- Dime algo, si yo le pido a Makoto escaparnos juntos, él vendría conmigo? - con esa pregunta estoy entre la espada y la pared
- No lo sé.
La señora Dekorēta, simplemente se dio la vuelta y siguió su camino. Si es verdad lo que dijo entonces la casa donde Inuyasha está trabajando es de ella. Por eso han estado tan cercanos, y efectivamente la vi entrar en la mansión donde está inuyasha trabajando. Así que ellos se ven todos los días.
Me fui a mi casa, esa pregunta me estaba carcomiendo por dentro, realmente Inuyasha se iría con ella, si se lo pide?, Aún cuando Inuyasha me dijo que no sentía nada por ella, no puedo evitar sentir mis dudas sobre eso.
Llegué a mi casa, mi mamá me recibió y se enfadó un poco por no decirle que estaría tantos días afuera. Pero me salvé porque el mismo sábado le pase un mensaje diciéndole lo ocurrido. Nos sentamos en el sofá y le expliqué lo ocurrido que cuando llegamos Ayumi nos sorprendió con la habitación de las aguas termales, le conté que Inuyasha y yo volvimos omitiendo lo que ocurrió en las duchas, también le conté de mi cita con él, y que luego fuimos a beber, omitiendo nuevamente que Inuyasha y yo terminamos juntos en la cama, pero le confesé que Inuyasha me pidió vivir con él, y que le dije para solo ir el fin de semana, también le conté sobre la señora Dekorēta, su relación con Inuyasha, la razón de nuestra separación, sobre mi encuentro con ella y los sentimientos de ella por Inuyasha.
- Todo suena tan complicado - esas fueron las palabras de mi madre
- Si, no estoy segura si Inuyasha aún siente algo por ella.
- Kagome, Makoto siempre ha sido sincero contigo, si es verdad que cometió errores pero los admitió y aprende de ellos.
- Tengo miedo mamá, tengo miedo de no volverlo a ver nunca.
- Kagome me temo que eso, sólo el tiempo lo dirá.
- Mamá…
No pude más, comencé a sollozar en los brazos de mi madre, la relación entre Inuyasha y yo se está complicando y temo que será él quién se canse de mi. La señora Dekorēta tiene razón, no conozco los sentimientos de Inuyasha, pero conozco a Inuyasha, conozco cuáles son sus miedo e inseguridades, solo sé que lo amo y no quiero perderlo. Quiero que sea feliz.
Luego de desahogarme con mi mamá, llegue a mi habitación y allí estaba Makoto, me río un poco ya que la señora Dekorēta le dice a Inuyasha, Makoto. Y yo le puse ese nombre a mi perrito. Ahora es como si la señora Dekorēta, estuviera hablando de mi perrito y no de Inuyasha. Pero me pongo a pensar, realmente a Inuyasha le molesta que le diga así, es decir el mismo dijo que no le importaba, sin embargo se que el origen de ese nombre no es bueno pero nunca le pregunté si podía llamarlo por su nombre. Ahora siento que estamos más separados que nunca. No me siento bien, me siento muy deprimida por eso.
Durante la semana, no hice más que estudiar y prepararme para ir al departamento de Inuyasha el sábado, hoy es viernes y estoy algo nerviosa, y deprimida por eso.
Decidí salir de la casa, pienso que estar encerrada en la casa no me hará ningún bien. Así que salí, caminé mucho rato, y observé muchas tiendas, me comí un helado, y seguí caminando hasta que llegue a una tienda de lencería, es verdad, voy a dormir con Inuyasha, y no sé. Si en algún punto Inuyasha me pida hacer "eso", quizá no le agrade mi cuerpo. Quizás no sea tan esculpido como el de la señora Dekorēta. No, debo sacar estás dudas de mí cabeza. Me dispuse a entrar. Para probarme algo. La trabajadora me mostró varios conjuntos, les pedí de mi talla y me los fui a probar al probador. Primero me probé un encaje de color rosa, también probé uno color rojo y uno negro, sentía que me quedaban bien, pero al pensar si a Inuyasha le gustaría me entraban mis dudas. Me decidí por un conjunto simple y el de encaje rosa.
Volví a casa, y preparé mi maleta para ir al departamento, cuando llegue Sango me abrió la puerta, es obvio que a esa hora Inuyasha estaría trabajando y llegaba muy tarde. Ayude a Sango con las comidas, y le dije el trato que teníamos Inuyasha y yo de venir a dormir los fines de semana.
- Me sorprende que Inuyasha tome ese tipo de iniciativa. - me dijo Sango sorprendida de escuchar la propuesta de Inuyasha
- Si, la verdad a mí también me sorprendió.
- ¿Por qué no le dijiste para quedarte aquí definitivamente?
- Aún estamos conociéndonos sentimentalmente, no lo veía correcto.
- Creo que tienes miedo
- Si también tengo miedo. Todo es nuevo para mi.
Terminamos de cocinar y cenamos, entré en el cuarto de Inuyasha, estaba limpio y oscuro como siempre, abrí las ventanas y la noche se hizo presente en la habitación, pero la luz de la luna la iluminaba un poco. Revisé el cajón donde coloque la ropa que me compro Inuyasha y no estaba allí, estaba vacío, supongo que ese cajón es mío, abrí las puertas grandes del clóset y mi ropa estaba allí junto a la de Inuyasha, realmente el me quería cerca. Sin quererlo camine hacia atrás y caí sentada en la cama, tomé la almohada en mis manos y comencé a olerla tenía el aroma de Inuyasha impregnado, me acosté de lado en la cama en posición fetal mientras abrazaba y olía la almohada, me daba mucha paz estar allí, me calmaba sentirlo cerca.
- Kagome - Sango me llamo
- Si! - me asusté, qué dirá ella si entra y me ve oliendo su almohada, pensara que estoy loca
- Ya terminé de bañarme. - ah, era eso.
- Ya voy
Era mi turno de bañarme, no era que no quería bañarme con ella. Es que se suponía que iba a arreglar mi ropa en la habitación de Inuyasha. Pero en su lugar me puse a oler su almohada, soy una pervertida. Qué vergüenza.
Me bañé y luego me metí en la tina, estaba caliente, me pregunto por todas las veces que se bañó en este baño, cuánto tiempo llegó cansado y quería relajar sus huesos pero una nueva jornada laboral comenzaba y no tenía tiempo, quiero que Inuyasha no trabaje tanto, quiero que disfrute un poco de la vida tan dura que le ha tocado. Lo quiero.
Después de un rato salí del agua, me sequé con la toalla y me vestí, Sango y yo terminamos de ver una película. Y luego Sango me mostró que Inuyasha le compro una super Computadora, me tenía bastante impresionada, Sango me dijo que ya le compro varios juegos. Y estaba feliz de poder disfrutar de esas cosas, me dijo que hasta el momento su juego favorito se llama shikon no Tama, en el juego, seleccionas a unos de los 4 protagonistas, y puedes moldear su historia dependiendo de las opciones que tomes. Se escuchaba entretenido, pero solo era para un jugador, dejé a Sango tranquila jugando y me fui a la habitación de Inuyasha, estaba un poco aburrida la verdad, sería bueno tener un televisor al menos, así que mejor me fui a la sala a ver una película.
Durante el transcurso de la película me quedé dormida, pero me despertó el sonido de la puerta cerrándose.
- Inuyasha bienvenido.
- Kagome, qué haces aquí?
- Pues llegamos al acuerdo de estar juntos el fin de semana
- Esa parte la se, lo que no se, es que haces aquí en la sala? Deberías estar dormida en la cama
- Es que quería darte la bienvenida cuando llegarás.
- Kagome…
- Sango y yo, te preparamos la cena. Dame un momento y te la caliento.
Me metí en la cocina a calentar la comida a Inuyasha, luego la coloque en la mesa para que comiera. Una vez terminó el plato le dije que fuera a la cama.
La verdad no pensé en esto bien, es decir ya he dormido con Inuyasha antes pero uno fue una mera siesta y la otra fue gracias al alcohol. Además, no sé cómo se hace "eso" es decir yo soy virgen, eh Inuyasha es hombre ellos no aguantan tanto su virginidad, espera si Inuyasha ya no es virgen con quien la perdió? Con la señora Dekorēta? No, ellos tenían años que no se veían. Será que Inuyasha al igual que yo aún es virgen? Terminé de lavar los platos y fui a la habitación, cada paso que daba la puerta parecía alejarse más y más. Yo estoy entrando en pánico, es decir vamos a hacerlo? O Inuyasha no me verá con esa intención?
Abrí la puerta Inuyasha, se limpió el sudor con un baño y un bol lleno de agua caliente
- ¿Por qué no mejor te bañas?
- Hay duchas en la carnicería, me baño allí es solo que un inconsciente venía con el auto malo, venía soltando humo negro del tuvo de escape, no quería acostarme en la cama con el humo de ese carro encima
- Ya veo, aunque para mí no hueles a nada
- No, pero lo siento encima.
- Inuyasha…
Espera ya recordé, quería llamar a Inuyasha por su nombre, es decir su verdadero nombre, y no este invento.
- Ma… ma… - no me sale, decirlo no soy tan valiente
- Ma? Ma, que? - el se está cansando de mi indecisión, tengo que decirlo rápido.
- Makoto.
- No lo entiendo
- Makoto… ese es tu nombre verdad. Yo quiero llamarte por tu nombre.
- Kagome…
- Es decir, se que el nombre de Inuyasha, no tiene buen origen así que pensé que quizás te molesta que te llamen Inuyasha
- No me molesta que me llames Inuyasha, de hecho me gusta más ese nombre.
- Eh?
- Kagome, ya te dije el origen de ese nombre fue en una pelea protegiendo a Sango, con el tiempo las personas me comenzaron a llamar así, al inicio me enfadaba por él, pero luego vi como ese nombre mantenía alejado a los malos de Sango. Veo este nombre más como una protección, que como otra cosa. Y cada vez que te escucho decirlo, siento que también estás protegida de algún modo
- Inuyasha
- Además me gusta siempre el tono en que lo dices.
Inuyasha tomó mi mentón con su mano y lo levantó para besarme, allí estábamos los dos besándonos, nuevamente nuestras lenguas volvieron a jugar una con la otra. Inuyasha comienza a caminar hacia atrás, y yo lo sigo para evitar romper el beso, me di cuenta que Inuyasha se sentó al borde de la cama y yo, sin pensarlos me senté en sus piernas y continúe con el beso, mientras nos besamos, puedo sentir las manos de Inuyasha tocar mis piernas, acaricias mis piernas, y sus manos suben a mis nalgas, me avergüenza un poco pero no quiero apartarlo. Inuyasha terminó por caer su espalda en la cama y yo estoy sentada encima de él. Las manos de Inuyasha dejaron mis trasero para subir por mi espalda, siento sus manos callosas y secas por la falta de cuidados.
- Inuyasha
No puedo controlar mi voz, pero rompí el beso, me termine de sentar bien en el estómago de Inuyasha, colocando mis piernas a los costados de su cuerpo, y tomé sus manos para verlas mejor, Era verdad que sus manos estaban callosas y secas. Me levanté de él. Y fui a buscar en mi bolso una crema para las manos, cuando la encontré, me senté al lado de Inuyasha en la cama, él también se sentó, fue cuando saqué un poco de crema y se la coloque en las manos.
- Kagome
- Me duele, saber que no te has cuidado.
- Solo no le prestes atención
- No puedo simplemente ignorarlo. Me preocupo por ti.
- Kagome
Inuyasha volvió a besarme, pero está vez fue un beso corto, y superficial.
- Gracias Kagome
- Yo te amo Inuyasha.
De otro beso corto, Nos acostamos en la cama, y nos dispusimos a dormir. Inuyasha me abrazó para dormir. Me pregunto si realmente perdí un momento íntimo importante por eso. Pero no quiero entregarme hasta estar segura que Inuyasha no me va a abandonar por la señora Dekorēta más adelante. Sin embargo, hasta que eso pase quiero estar con Inuyasha, quiero sanar todo su dolor y darle todo mi apoyo, quiero que esté bien y feliz.
Cuando despertamos era sábado, así que podíamos dormir hasta tarde si queríamos, pero también quería despertar a Inuyasha con el desayuno. Así que con cuidado trate de romper su abrazo para ir a la cocina. Lastimosamente mi plan no funcionó.
- ¿A dónde crees que vas? - me dijo Inuyasha, con voz ronca. Al parecer yo lo desperté
- Quería salir para hacerte el desayuno.
- No, le prestes atención a eso. Deja que Sango lo haga. Al final y al cabo ella quiere ser chef.
- Si, pero quería ser yo quien te consintiera
- Estás aquí conmigo, con eso me consientes bastante.
- Inuyasha, no me basta.
- ¿Qué quieres hacer entonces?
- Quiero curar tus manos
- Realmente no te gustan mis manos
- No es que no me gusten, es que en ellas se refleja todo el arduo trabajo que has realizado, y me duele que tengan una vida tan dura.
- Kagome
- Inuyasha, quiero curar tus manos, al menos así, puedo aliviar en algo, tu alma adolorida.
- Si eso deseas.
Inuyasha soltó mi agarre y me dejo levantarme de la cama, salí a buscar, todo lo necesario para limpiar sus manos, me tomé mi tiempo en eliminar todos los rasgos de impurezas, de lijar todos los males, de aplicarle todo mi apoyo, quería que Inuyasha supiera que siempre voy a estar con el. Cuando termine ya no sentía sus manos tan secas.
- Ahora solo tienes que colocarte está crema cada noche. - le dije a Inuyasha.
- Necesitaré que me lo recuerdes, todos los días.
- Inuyasha
Inuyasha tomó mi rostro y volvimos a besarnos, pude sentir la mano de Inuyasha nuevamente en mi pierna, ahora me sentí mejor. Al saber que pude curar sus manos me doy cuenta que me estoy acercando a él cada vez más, quiero sentirlo cerca, quiero tenerlo cerca.
- Inuyasha, Kagome el desayuno está listo - esa era Sango. No entrará en la habitación, verdad?
Por suerte Inuyasha y yo nos separamos antes que entrara en la habitación, voy a tener que pedirle a Sango de alguna forma que toque la puerta antes de entrar.
- Ya levantense, de la cama flojos - nos regaño Sango
- Feh, deberías aprender a tocar la puerta antes de entrar - le dijo Inuyasha, creo que me leyó el pensamiento.
- Ah. Mejor vamos a comer - dije para evitar una discusión entre hermanos.
- Voy a darme una ducha - dijo Inuyasha.
- Pero no dijiste que te bañaste anoche? - le pregunté, me pareció raro.
- Feh, solo voy a tomar una ducha
Después de decir eso, se metió al baño, ¿qué ocurrió? Acaso hice algo malo? Me fui a la mesa con Sango.
- Qué le habrá ocurrido a Inuyasha - le pregunté a Sango
- Ni idea, si no lo sabes tú menos lo sé yo.
Inuyasha se nos unió en la comida, después de la ducha, llegó vestido con el cabello mojado. Pudimos desayunar juntos, después de arreglar mi ropa en el clóset con Inuyasha, él nos propuso salir a pasear, nosotros 3. Fuimos al karaoke, en el centro comercial Inuyasha compró un televisor de 40 pulgadas para colocarlos en la habitación, de esa forma no me aburrida mientras lo espero, también compró un escritorio, para cuando tenga que estudiar. Sango también pidió ropa y varias cosas nuevas, Al volver estábamos muy cansados para hacer cualquier cosa, así que solo nos bañamos, preparamos la cena, vimos una película y nos fuimos a dormir. Inuyasha y yo solo dormimos.
Al día siguiente, comenzamos a armar el escritorio y a colgar el televisor en la pared. Bueno Inuyasha hacía todo mientras yo leía las instrucciones. Sin darnos cuenta se nos fue el día, me quedé a dormir esa noche también. Ya el lunes me desperté temprano y logré salir del brazo de Inuyasha, le preparé el desayuno a Sango e Inuyasha, y también le preparé el bento a Inuyasha. Sango está de vacaciones aún.
Lo convertimos en una rutina, en lo que quedó de agosto, seguimos en lo mismo durante septiembre.
Llegó octubre, y es mi cumpleaños, quiero celebrarlo pero no le he dicho a Inuyasha cuándo es mi cumpleaños, aunque ahora que lo pienso, tampoco sé cuándo es el suyo. Quizás él ya cumplió años y soy la peor novia del mundo por no saber cuándo cumple años. Estoy lavando la ropa de Inuyasha, Sango sale mucho últimamente con Rin, se han hecho muy amigas y son casi inseparables, me siento feliz que Sango encontrará una amiga de su edad. Luego de lavar y colgar la ropa de Inuyasha, me doy cuenta que estábamos viviendo tanto en la rutina que no supe en qué momento le perdí la vergüenza a su ropa interior, incluso hay varias prendas mías cerca de las de el. Qué vergüenza. Creo que llegamos a un grado de intimidad que no había conocido.
- Ya volví - esa es la voz de Inuyasha.
- Ah, bienvenido - le recibí en la entrada.
- Kagome, y dónde está Sango?
- Salió con Rin y tenemos el departamento solo.
- Ya veo. ¿Quieres hacer algo en particular?
- Mmm… me gustaría. Beber un poco contigo
- Beber?
- Si, quiero beber contigo.
Apesar de mi extraña petición Inuyasha acepto. Yo saqué varias botellas de sake, y también compré un buen sake para Inuyasha. Y nos pusimos a beber en la mesa.
- En serio, Kagome por qué estamos bebiendo?
- Yo, solo quería celebrar este día contigo.
- Y qué tiene de especial este día?
- Nada en particular. - le decía mientras bebíamos nuestros vasos.
- Kagome
- La verdad soy feliz estando contigo, soy feliz solo de estar así.
- Mmm…segura que no deseas nada más?
- Eh? Bueno… la verdad no se me ocurre nada.
Inuyasha siguió bebiendo conmigo, hasta que terminamos la botella.
- Kagome, dime qué quieres? - creo que ya se le subió un poco el alcohol
- Ya te dije que no quiero nada.
- Ni siquiera en tu cumpleaños?
- Eh?
Inuyasha ya lo sabía, él sabía que estaba cumpliendo año.
- Como? Cómo lo sabes? -le pregunté a Inuyasha.
- Hace tiempo se lo pregunté a tus amigas, ellas me dijeron que tú cumpleaños era hoy
- Inuyasha - el saco una pequeña caja, envuelta en papel de regalo del bolso que siempre lleva
- Feliz cumpleaños número 19
- Gracias, Inuyasha.
No pude evitar sollozar un poco. Estaba muy feliz de estar aquí con él. Me levanté de la mesa y bese a Inuyasha en los labios, no me importaba en ese momento si creía o no que era una atrevida, pero estaba feliz de ese regalo aunque aún no lo habría. Cuando rompí el beso, Inuyasha no hacía más que solo mirarme, aunque terminó por regalarme una sonrisa. Y valoré esa expresión más de lo que pude imaginar.
- Ábrelo - me ordenó Inuyasha
- Si…
Lo tomé con mis manos y desate el lazo que lo tenía unido, al abrirlo está una pequeña cadena de plata, y un dije en forma de perla rosada.
- Inuyasha, es hermoso
- ¿Puedo? - me pidió permiso para colocarla.
- Gracias
- No fue nada
Me volteé, para verlo a la cara, y coloque mis manos alrededor de su cuello, mientras él colocaba sus manos sobre mi cadera. Y nos veamos a la cara, Aún sin música comenzamos a balancearnos como si existiese una tonada lenta.
- Kagome
- Te amo Inuyasha
Volvimos a juntar nuestros labios, quizás no tenga una fiesta inmensa con todo tipo de lujos pero soy feliz así, aunque más tarde llegaron Ayumi, Eri, Yuka, Yuki, Kohaku, Sango y Rin. Y nos pusimos a beber. Fue una celebración corta pero entretenida y llena de risas. Me trajeron un pastel de fresa, y pedí mi deseo a las velas, desee poder estar con Inuyasha para siempre.
Cuando todos se fueron que nos dispusimos a dormir, en la cama recordé algo importante.
- Oye Inuyasha
- Dime
- ¿Cuándo es tu cumpleaños?
- El 13 de noviembre.
- Así que aún no pasa, estoy contenta
Nos dormimos abrazados, la verdad es costumbre dormir así, no llegamos a nada más, Inuyasha no me exige llegar a más. Finalmente me dejé llevar por los brazos de Morfeo.
Trate por todos los medios buscar un regalo para Inuyasha y en todo el mes de octubre, y lo que hay de noviembre no se me ocurre nada que regalarle, es decir, nunca pensé si hay algo que particular que él desee. Tampoco puedo preguntarle de frente que desea. Donde estaría la sorpresa allí.
Ah, no me quiero rendir, dios ayudame.
Creo que no me escucho, que puedo comprarle, hoy es su cumpleaños y no quería que pensara que lo planee todo a última hora, su regalo fue muy bonito, aquel collar de plata con la perla rosa no me lo he quitado desde que Inuyasha me lo puso, me duermo, y salgo con el. Solo me lo quito para bañarme. Este fue un regalo perfecto y yo no tengo nada. A ver, ¿un accesorio para la moto? No. Ropa? No. ¿Un peluche? Ni que fuera mujercita. ¿Qué hago? No tengo idea.
Una tienda en particular llamó mi atención, era una joyería, Inuyasha me regaló una joya, quizás yo pueda darle una igual, entre en la tienda para ver qué cosas ofrecían. El señor que estaba en la barra me atendió.
- Buenas tardes señorita, se le ofrece algo. - me atendió el señor mayor muy amable.
- Vera estoy buscando un regalo para mi novio, quería saber qué podía regalarle.
- Mmm… Tenemos unas excelentes cadenas de oro y plata. - me mostró esos collares que usan los raperos, Inuyasha no tiene ese estilo es más recatado.
- Mejor otra cosa, algo que no llame la atención.
- Mmm.. algo más pequeño… que te parece esta cadena de plata, es un sujetador de reloj pero hoy en día la juventud la usa de adorno en el pantalón
- Mmm…
- O puede ser este reloj antiguo de bolsillo.
- Creo que no.
Continué viendo entre los exhibidores algo que me llamara la atención, y fue allí donde vi un dije algo raro, tenía la forma de una espada grande.
- Es un dije de plata, tiene la forma de la famosa espada colmillo de acero. - me dijo el vendedor.
- ¿Colmillo de acero?
- Se dice que la espada, solo funciona cuando se desea proteger a la persona que más ama.
- Es muy bonito.
Le dije al vendedor que me la llevaba, aparte le compré una cadena, y también la envolvió en regalo. Es perfecto, Inuyasha siempre habla sobre proteger a Sango y a mi, pero al menos simbólicamente me gustaría que supiera que yo también deseo protegerlo de sus demonios.
Al inicio me pareció extraño que Inuyasha no volviera aún cuando su hora de trabajo pasó y hace tiempo debía estar en el departamento, ya era de noche y su cumpleaños había quedado en el día anterior, aún es día de semana y se que no debería estar aquí, pero quería verlo quería estar con el. Finalmente escuche las llaves para abrir la puerta, y el entro, mareado, quizás fue a beber para celebrarlo. Cuando subió la mirada y me vio.
- Esto se pone mejor - está muy ebrio.
- Inuyasha, ¿te sientes bien?
- Si, solo un poco mareado, pero eso ya lo sabes.
- Vamos a la cama, ven te llevo
Le costaba mantenerse de pie, así que lo ayudé a llegar a la habitación.
- Sabes me gustaría que fuera un fin de semana para que estuvieras aquí conmigo - Me dijo Inuyasha, acaso está tan borracho que piensa que soy una alucinación.
- Inuyasha soy real estoy aquí - le dije mientras le quitaba los zapatos para que durmiera más cómodo.
- Si, quiero que la real esté aquí. - creo que no puedo convencerlo.
- Inuyasha.
- Ahora hay 2 Kagome - definitivamente está muy borracho
- Aja, si lo que tú digas. - solo podía desabrocharle el pantalón, para que esté cómodo.
- Ahora son 3 Kagome, este es el mejor cumpleaños del mundo
Y después de esa declaración, se quedó dormido. Me senté al borde de la cama, y observé su rostro, su respiración pausada. Toqué su rostro, baje mi mano a su clavícula, veía su manzana de Adán, mi mano volvió a subir a su rostro y pasó por sus labios, unos labios que ya probé muchas veces, creo que nunca me cansaré de su sabor.
No tenía caso, mejor me acuesto a dormir, me levanté de la cama, fui al clóset y saqué un cambio de ropa, un pijama, Inuyasha está dormido, así que me desvestí en la habitación y me cambié de ropa. Ya terminé de desvestirme y me iba a colocar el pantalón cuando…
- Esta muy buena la vista
- Inuyasha! - Me asusto que me atrapará a medio vestir, tape mis senos con las manos.
- Kagome, no te tapes…
Sé que está borracho, pero me siento avergonzada.
- Por favor, Kagome, por mi cumpleaños
Aun con mi vergüenza, deje que me viera, baje mis manos, es decir tenía puesto mi sostén y pantys pero aún así me dio vergüenza, me sentí desnuda, sentía que ante su mirada yo no tenía nada, el solo me ve con una cara de satisfacción. Luego de un momento me vestí, ya no podía soportar su mirada caliente sobre mi cuerpo. Después de colocarme el pijama, veía como Inuyasha no me perdía con la mirada, incluso me dio un poco de miedo de acostarme con él.
- Kagome, si no deseas hacer nada, no haremos nada.
Quiero creerle, en serio quiero creerle, pero tengo miedo. Aún así me acosté con él. Me abrazó como siempre para dormir.
- Me gustaría que la verdadera Kagome estuviera aquí.
- Inuyasha, estoy aquí.
- Kagome…
Al despertar, Inuyasha se dio cuenta que me tenía entre sus brazos. Yo quería fingir dormir un poco más.
- Kagome, ¿Qué haces aquí?
- Vine ayer para desearte un feliz cumpleaños, pero llegaste muy borracho anoche.
- Si fui a beber. No sabía que vendrías, de haberlo sabido, habría venido al departamento, por que no me dijiste?
- Quería darte una sorpresa.
- Tonta, tenías que decirme que estabas acá.
- Ve a bañarte
- Kagome…
- Llegarás tarde a trabajar
- Kagome, no me cambies el tema.
- Ayudaré a Sango con el desayuno.
- Kagome…
No quería pelear, salí de la habitación y Sango ya estaba preparando las comidas, le dije para ayudarla en la cocina. Mientras Inuyasha se bañaba para despertar bien de su fiesta de anoche, Cuando Inuyasha terminó de bañarse se nos reunió en la mesa y desayunamos los 3.
- Oye Kagome ya le diste su regalo a Inuyasha? - dijo Sango en la mesa
- Aún no, se lo daré pronto - le respondí
- ¿Qué regalo? - preguntó Inuyasha.
- Te compre algo por tu cumpleaños - le dije a Inuyasha.
- No tenías que comprarme nada - me dijo Inuyasha
- Aún así quería hacerlo.
Terminamos de desayunar, y le dije a Sango que dejará los platos en el fregadero que luego limpiaba yo, ella se fue a terminar de arreglarse, y me quedé con Inuyasha, busque en mi bolso. El regalo de Inuyasha y se lo di.
- Ya te dije que no hacía falta
- Y yo te dije que lo compre igual.
Inuyasha lo abrió, y se impresionó de ver una pulsera de plata y el dije con forma de espada.
- Una espada? - pregunto Inuyasha
- Se llama, colmillo de acero
- Colmillo de acero
- Es una espada que sirve para proteger a las personas que amas - le expliqué a Inuyasha, lo que me dijo el vendedor.
- Gracias Kagome.
Inuyasha y Sango se prepararon para salir, Sango a la preparatoria e Inuyasha a trabajar, yo me quedaría hoy en el departamento, cuando Sango e Inuyasha volvieran le daría una torta a Inuyasha. Limpie los platos termine de recoger la ropa y doblarla para guardarla, limpie un poco el departamento, después me puse hacer la torta para Inuyasha, quería que fuera personal. Así que comencé a preparar todo. Ahora que lo pienso debí hacer todo esto ayer. Aunque del mismo modo no había soplado las velas ayer. Ya que se fue a beber con los amigos. Mientras el bizcocho se hacía en el horno, fui a hacer las demás tareas, limpiar el baño, y las ventanas…
Ahora que lo pienso, desde cuando hago estás tareas? Desde cuándo tomé tantas libertades en este departamento? Desde cuándo? Yo vivo aquí? Solo los fines de semana, pero incluso vengo entre semana, y ayudó a Sango con su tarea, o vengo para ver a Inuyasha, dormimos en la misma cama, ya tengo bastante muda de ropa acá. En que momento paso?
Al anochecer entrando en la madrugada, Sango hizo el sacrificio de estar despierta para recibir a Inuyasha y ver cómo sopla las velas. Tan solo eso y nos fuimos a dormir.
Estamos en la última semana de noviembre. Y el festival cultural en la escuela de Sango será pronto, Sango aún no nos dice que van a hacer en su clase. Inuyasha pidió ese día para ir a ver a Sango.
Llegó el día del festival cultural en la preparatoria, llegué con inuyasha, A la preparatoria, todo estaba muy animado, Inuyasha y yo probamos algunos bocados antes de ir al salón de Sango. Guíe a Inuyasha de la mano por todo el instituto.
- Es por acá - le indique a Inuyasha.
- Hasta que llegamos
Al parecer Sango y su salón realizó una casa de terror, el chico en la entrega me asustó, por tomarme de sorpresa, yo me reí de mi susto pero Inuyasha se mostró molestó con el chico por mi reacción temerosa.
- Tranquilo Inuyasha, fue la sorpresa - le dije a Inuyasha para calmarlo.
- No me agrada esto de la casa de terror
- Vamos es divertido, y así buscamos a Sango.
Entramos en la casa de terror, estaba todo adornado con sábanas negras lo que impedían la luz del día. En un momento cayeron arañas del techo, yo me asusté, para luego reírme pero Inuyasha no compartía mi sentimiento, aunque ya no se enfadaba, trataba de ocultar su alegría. Creo que solo se burla de mi, la verdad es que dejo de tener miedo cuando me abraza, por que solo en sus brazos me siento segura. Seguimos caminando y salían los estudiantes disfrazados de monstruos a asustarnos, mientras yo me asustaba la risa de Inuyasha se hacía cada vez más evidente, hasta que terminaba de contagiarmela a mi.
Sin darnos cuenta llegamos a un cubículo donde no veíamos nada, cuando quisimos salir nos percatamos que las paredes estaban duras.
- ¿Dónde está la salida? - le pregunté a Inuyasha
- No lo se, podría romper la pared
- No, no romperás nada. Seguro esto es parte del juego, y en un momento vendrán a asustarnos - le dije para que no rompiera nada.
- Maldición, no se ve nada.
Inuyasha tenía razón, estamos a oscuras, no veíamos ni nuestra propia nariz. Por un momento sentí el cuerpo de Inuyasha pasar cerca de mí, le pedí que no me soltara, ya que no quería estar sola en ese lugar, se que es algo infantil de mi parte. Pero este lugar me está dando un escalofrío por algún motivo, siento que algo malo viene, y no quiero que llegue. Fue cuando escuchamos el movimiento de algo, y salió un Drácula a asustarnos, quizás era eso lo que presentía. Seguimos nuestro andar hasta encontrarnos con Sango vestida de fantasma.
- Si vinieron - dijo Sango emocionada
- Claro no nos perderíamos este día por nada - le dije a ella
- Salgo en 1 hora, luego me reuniré con ustedes - nos dijo Sango.
- Bien, estaremos por allí - le respondió Inuyasha.
Salimos de esa sala de terror, y caminamos por varios salones, en uno de ellos, que era una cafetería, nos sentamos en una mesa y una chica vestida de maid nos atendió.
- Buenas tardes, bienvenidos. Aquí está la carta.
Fue muy amable, y tomó nuestros pedidos. Tanto Inuyasha como yo, solo pedimos una malteada, no queríamos llenarnos mucho de comida o de postres, ya que habían puestos que Inuyasha quería ver aún.
Estábamos felices mientras esperábamos los pedidos hasta que…
- No espere encontrarte aquí - esa voz es de…
- Kikyō - dijo Inuyasha
- Vaya Makoto, nunca pensé verte en un lugar como este. - dijo Kikyo ignorandome
- Lo mismo digo - le respondió Inuyasha - déjame presentarte a Kagome.
¿Acaso Kikyo no le dijo a Inuyasha que ya nos conocíamos? Bueno, Tampoco puedo quejarme de ella, yo tampoco le dije a Inuyasha sobre nuestro encuentro.
- Mucho gusto, yo soy Kikyo Dekorēta - al parecer ella prefiere ignorar ese encuentro.
- Kagome Higurashi
Si ella quiere ambas podemos fingir que eso no ocurrió, sin embargo yo conozco sus verdaderos sentimientos por Inuyasha.
- Kikyō, qué haces aquí? - le pregunto Inuyasha
- Estaba por acá cerca y vi el festival, decidí acercarme a ver. Fue justo cuando pase por este lugar que te vi. - claro, eso no me lo creo, sabía que Inuyasha estaría aquí
- Aquí están sus malteadas - llegó la chica con nuestros pedidos
- Muchas gracias - le agradecí a la chica. Y ella se retiró
- Se ve que la están pasando bien - le dijo Kikyō a Inuyasha, está por todos los medios tratando de ignorarme.
- Si, Kagome y yo vimos muchas cosas. Especialmente en la sala del terror, estaba tan asustada que me pidió no soltarla - Inuyasha lo dice de broma, no puedo evitar sentir vergüenza por eso.
- Me parece que solo era una excusa para abrazarte. - que quería decir con eso?
- Si lo era no me molestó para nada. - no creo que Inuyasha se de cuenta que me está atacando. Si ella puede yo también
- Eh, señorita Dekorēta o señora? Perdón no pregunté - trate de sonar lo más natural posible.
- Señora Dekorēta - mi punto de ataque.
- Ah, perdón vino aquí con su esposo?
- No me temo que él está trabajando, así que dispongo de mucho tiempo libre, tanto tiempo para perderlo con quien yo quiera.
Esa es una clara amenaza, pero Inuyasha no comprende la conversación y solo está tomandose su malteada. No se da cuenta que la conversación va en su dirección.
- Ah, perdonen por interrumpir en su día
Dijo Kikyō, para luego querer retirarse aunque. A medio andar se dio la vuelta y le habló a Inuyasha
- Ah, por cierto Inuyasha puedo hablarte de algo en privado?
- ¿Es importante? - le pregunto Inuyasha
- Si, realmente es urgente - que intenta hacer Kikyo, al pedirle a Inuyasha hablar en privado?
- Esta bien, Kagome vuelvo enseguida termina tu malteada
Demonios Inuyasha ya terminó su malteada y yo aún tengo intacta la mía, estaba tan concentrada en la charla que no me di cuenta que logró separar a Inuyasha de mi. No quiero que estén solos, trate de tomar la malteada rápido para ver qué hacían, pero solo logré que se me congelara el cerebro, me dolió, aún más me duele que Inuyasha se fuera. Cuando pude terminar mi malteada y le pagué a la chica busque a Inuyasha y Kikyo por todos lados que pude pero no los encontré en ningún lado. No fue hasta pasar por unas escaleras que tenían un letrero de no pasar, que escuche una voces provenientes del lugar, me asome primero para saber si eran Inuyasha y Kikyo y efectivamente eran ellos.
- Tu eliges Makoto, ¿realmente vas a perderla por algo tan pequeño?
- Pero… no quiero que sea así… Me gustaría que fuera con Kagome
- Piénsalo bien te estoy ayudando a que ella ser mejor para ella.
- Kikyō
- Es lo mejor, si aceptas mi trato. Te veré el sábado.
Escuche los pasos de sus tacones acercándose trate de esconderme, lo más rápido que pude. de qué estaban hablando? Quiero saberlos. Kikyō me vio pero fingió no hacerlo e ir por otro lado, yo caminé y vi a Inuyasha bajar de las escaleras.
- Kagome, perdóname por dejarte sola, sigamos nuestro recorrido.
Quiero preguntarle a Inuyasha de que hablaron pero estoy segura que no me dirá nada. Pero aún así quiero intentarlo.
- Oye Inuyasha, ¿de que hablaste con la señora Dekorēta?
- Mira allí está Sango - ignoró por completo mi pregunta.
Con Sango terminamos de pasar el festival, vimos la obra de teatro, nos reímos mucho con ella, comimos un gran festín, y terminamos por bailar un poco en la hoguera que hicieron ya por la noche.
Inuyasha me dejó en mi casa, nos despedimos y él se fue. Nunca me dijo que fue lo que le pidió Kikyo hacer, ella solo quiere separarnos por estar enamorada de Inuyasha, entre en mi habitación, y mi Makoto es el único consuelo que tengo, este sábado yo debería estar en el departamento, pero Inuyasha si acepta a Kikyo entonces se irá con ella. Y eso solo significa que yo soy su segunda opción.
Acabó el otoño, entramos en invierno, estamos en diciembre, el año está terminando, es miércoles y ya la nieve está cayendo a tal magnitud, Que ya las calles estaban pintadas de esa pequeña capa de cristal gracias a esa agua congelada, estaba caminando por la ciudad sin rumbo ni destino. Solo podía pensar que este fin de semana, Inuyasha tomaría la decisión de elegir entre la señora Dekorēta y yo. Aún no se que fue lo que ella le propuso, aún no lo se. Pero estoy segura que sea lo que sea que le proponga será para ella obtener su propia felicidad. Pero si Inuyasha es feliz con ella, entonces yo me apartare, me iré solo para que sea feliz.
Camino por las calles, cuando las luces me hacen ver, una vitrina donde se exhibe ropa íntima de mujer. Quizás al menos pueda despedirme, quizás al menos pueda experimentar algo de amor antes de una separación. No, no quiero ser ese tipo de mujeres que solo se regalan sin amor, yo quería, quiero que mi primera vez sea con amor. Seguí mi andar ignorando por completo esa tienda. Pero camine en un estado de ensoñación o sin conciencia, solo estaba atrapada en mi cabeza. Cuando me di cuenta que estaba en esa tienda de lencería, en qué momento entré, en que momento tomé un vestido babydoll, de color beige. Era un conjunto con pantis, sin muchos ánimos camine a los probadores me saque toda la ropa que tenía para probarme el conjunto. Al verme al espejo, solo podía preguntarme si a Inuyasha le gustaría, si él tomaría mi cuerpo y lo amaría. No voy a negar que en todo este tiempo quedándome en su casa, las caricias se hacían cada vez más insistentes. Después de un tiempo me di cuenta que el hormigueo que sentía en realidad era mi cuerpo clamando por el suyo. Sin embargo las distracciones e interrupciones impedían que se concretará algo, quizás por eso Inuyasha se sentía aburrido de estar conmigo.
No quiero perderlo, no quiero que se vaya pero tampoco quiero que sea infeliz a mi lado, ahora estoy aquí en la tienda de lencería con ganas de llorar y estando desnuda con un vestido babydoll de encaje y pantis, mientras mi ropa yace en el suelo. Pero solo me estoy apresurado a la decisión que tomará Inuyasha, él dictará con cuál de las dos quedarse.
Me volví a colocar mi ropa, y compre el conjunto de babydoll, termine por hacer las compras navideñas y volví a mi casa, allí también todo es rutinario, mi madre me preguntó si traería a Inuyasha y Sango a cenar en navidad, le dije que sí, tengo mis dudas pero no quiero dar indicios de algo malo en estas fechas, ya nos llevamos un susto en la última navidad.
Mañana es sábado, estoy preparando todo para irme al departamento, estoy asustada por lo que pueda pasar.
Llegue al departamento, y toque el timbre, ahora que me doy cuenta que no tengo llave de este lugar, una pequeña parte de mi piensa que quizás no soy bienvenida o quizás es por qué Inuyasha no se quería comprometer en serio conmigo.
Sango me abrió la puerta, nos saludamos. Y entre Sango tenía a Rin de visita, ambas estaban en la habitación estudiando, bueno más que eso estaban jugando ya que escuchaba la música de los juegos. En la habitación de Inuyasha, Compre varios cosméticos que se me terminaron además de la crema de manos de Inuyasha, mientras saco los cosméticos de mi bolso y los guardo, no puedo evitar pensar que por cuánto tiempo durará esto, estoy completamente segura que la propuesta de la señora Dekorēta, hará que Inuyasha termine por decidirse por ella.
Una vez guardé las cosas me acosté en la cama y abracé la almohada, me gustaría tener aquí a Makoto (perrito), al menos sé que él no me dejará nunca.
Decidí dejar mi tristeza aún lado y unirme a Sango y Rin, nos pusimos a jugar un rato, sabía que estar sola en esa habitación no me haría ningún bien.
- Kagome eres muy mala para los videojuegos - me dijo Sango
- No juego mucho, Sota es quien siempre termina ocupando la consola -no es mentira, sota siempre está jugando.
- Bueno, solo es cuestión de práctica - me dijo Rin.
Siguieron burlándose de mi falta de habilidad en los juegos, yo también me reí de eso, hasta que se hizo tarde y se que Sango y Rin tienen clases mañana, Rin se despidió y se fue antes que se hiciera tarde. Volvimos al departamento, Sango fue a bañarse mientras yo preparaba la cena, cuando termine comimos y me fui a bañar yo, al terminar. Me dirigí a la habitación de Inuyasha, encendí un momento la televisión para ver las noticias, el tiempo pasó, sabía que Inuyasha llegaba ya entrando muy en la madrugada, quería esperarlo despierta pero finalmente Morfeo me reclamó antes que eso pasará.
Cuando el día se hizo presente, ya Inuyasha estaba conmigo en la cama, tenía su mano sobre mi estómago, y yo solo me di vuelta para verlo dormir, se veía muy pacífico estando así. De repente lo vi pelearse en sus sueños, él estaba teniendo una pesadilla, trate de calmarlo, clamando su nombre, acabe por abrazarlo contra mi pecho, cuando terminó de despertar, subió su mirada para encontrarse conmigo
- Hola - fue lo que pude expresar con palabras.
- Hola - fue lo que obtuve en respuesta
Inuyasha simplemente se hundió en mi pecho y me abrazó, como si ese lugar alejara todos sus males, como si la pesadilla se hubiera quedado atrás.
- ¿Qué estabas soñando? - no pude evitar preguntar
- Soñé que ya no querías volver a verme - fue lo que pude escuchar.
La voz de Inuyasha, sonaba apagada, como si temiera que se hiciera realidad.
- Kagome, te gusta cómo estamos ahora?
- Como?
- ¿Te gusta la relación que tenemos ahora?
- Claro que me gusta, por que preguntas?
- Me gustaría que estuvieras aquí siempre, me cuesta conciliar el sueño cuando no estás, en cambio ahora siento que puedo dormir tranquilo.
- Inuyasha - luego de decir su nombre, Inuyasha se levantó apoyando su peso entre las manos y rodillas, yo quedé debajo de él.
- Kagome, quédate aquí, para siempre.
- Inuyasha…
-Quiero que nuestra relación crezca.
- Inuyasha - no entiendo a qué quiere llegar, pero me estoy poniendo nerviosa.
- Kagome, quédate conmigo.
- Inuyasha…
No se, que decir, no se que admitir. Sin darme cuenta Inuyasha acercó su rostro al mío, Y comenzamos nuevamente la terapia de besos, pero estos eran diferentes, había algo en ellos que no había sentido antes. ¿Qué era? Admito que me estoy excitando un poco, esa parte de mi cuerpo ya la conozco. Pero hay algo más. No me había dado cuenta que Inuyasha colocó su rodilla entre mis piernas, y poco a poco subió hasta tocar mi intimidad, no pude evitar dar un pequeño grito por la impresión, acaso él quiere hacer eso? Yo quería prepararme para eso, quería vestirme con el babydoll.
- Inuyasha, espera, no así. - quiero estar bien preparada para él.
- Kagome…
Quería explicarle que quería estar bien preparada para él, pero antes de poder abrir la boca, Inuyasha se levantó y se fue de la habitación, Cuando me di cuenta intenté seguirlo pero también se fue del departamento. Intenté seguirlo pero tomó su moto y se fue. Se fue...
Traté de llamarlo pero no contestaba el teléfono, después de varios intentos me respondió. La llamada.
- ¿Qué pasa? - me dijo un poco con desdén
- Déjame explicarte Inuyasha
- Entiendo que mi falta de experiencia sea un problema para los dos - estaba muy molesto, pero sonaba molestó consigo mismo.
- Inuyasha…
- Kagome, no quiero hacerte daño.
- Makoto vamos - esa es la voz de Kikyo? ¿Qué hace con ella?
- ¿Estás con la señora Dekorēta? - no pude evitar preguntar, Inuyasha no me dijo nada
- Makoto, debemos darnos prisa - decía Kikyo al fondo.
- Kagome…
- Ya veo que tomaste tu decisión, espero seas feliz con ella. - Ahora me moleste yo.
Colgué el teléfono, se fue con ella. ¿Por qué siempre se va con ella? Si el mundo decidió unirlo entonces ya no voy a interferir más en eso. Fui a la habitación de Inuyasha, saque mi maleta y guarde toda mi ropa, él eligió, tomó su decisión, quizás sea lo mejor. Observe la cama, hasta hace unos instantes estábamos los dos allí dándonos amor y el se fue. Simplemente se fue.
Terminé de empacar mis cosas y me fui a mi casa, ya no lo soportaba más, yo quería estar con él, quería perder mi virginidad con él, quería tener una vida con él. Pero si cada vez que tenemos un desacuerdo o una pelea se irá con ella entonces nunca vamos a ser felices.
Mi teléfono suena es Inuyasha llamándome.
- Ahora que? - fui yo quien le contestó con desdén.
- Kagome no seas tonta, esto lo hago por los dos, necesito tener experiencia para poder estar contigo. - trataba de justificarse, ya no podía soportarlo más.
- Kikyo está enamorada de ti, lo sabes cierto?
- No seas tonta, ella está casada. Solo quiere ayudarme.
- Pregúntale, por sus sentimientos, y sobre todos los consejos que te dio. Nos vemos.
Le volví a colgar, acaso es idiota y no se daba cuenta de lo que ella sentía? Pues. Ahora la tiene en bandeja de plata para confesarse también y que ambos sean felices juntos. Al fin y al cabo donde hubo fuego cenizas quedan.
Las calles estaban llenas de parejas por todos lados, los odio, estoy comenzando a sentir odio por todos, yo no era así, porque ahora este sentimiento me abarca tanto, no quiero que esté sentimiento me consuma, todo sería más fácil si Kikyo estuviera muerta…
Vaya no me había dado cuenta de lo celosa que puedo ser, detuve mi andar y levanté mi mirada a todos, si es verdad que veía muchas parejas a mi alrededor, pero no podía odiarlos solo porque si, ellos no tenían culpa de lo que yo sentía, ellos no eran responsables de lo que yo provoque.
Cuando llegue a mi casa solo deseaba. Acostarme y abrazar a Makoto, él era el único que no me abandonaría nunca. Pero al entrar en mi habitación, no estaba en la cama, donde está Makoto, no no quiero que Makoto desaparezca, no quiero que Makoto se vaya, baje para preguntarle a mi mamá donde estaba Makoto.
- Hermana, lo siento - me dijo Sota sin poder verme a la cara.
- ¿Qué pasó? ¿Dónde está Makoto? - mi voz sonaba desesperada.
- Kagome, hija calmante fue un accidente. - trato de calmarme mi mamá, ¿qué pasó?
- Sota, dime qué pasó?
- Yo, entre a tu habitación, y buyo. Se llevó a tu perrito, trate de seguirlo pero no sé dónde lo boto. Trate de buscarlo pero no lo encuentro.
- Makoto - ya no pude más, caí en el suelo a llorar, Makoto también se fue.
- Hermana lo siento, no pensé que te pondrías así por ese peluche, volveré a salir a buscarlo.
Mi mamá me abrazó, para tratar de apaciguar mi alma en todo lo ocurrido, de todos en la casa la única que se dio cuenta de la maleta que traía era ella.
- Kagome pasó algo?
- Yo me equivoque, yo me equivoque mamá
No quería decir más, solo me deje estar en los reconfortante brazos de mi madre, no había otro lugar donde me gustaría estar en ese momento. Después de un tiempo me separé de los brazos de mi madre, Sota volvió y se disculpó conmigo por no encontrar a Makoto. Dejé la maleta sobre mi cama y salí a buscar a Makoto, hacía mucho frío, pero busqué a Makoto por todo el templo, no lo encontré, alrededor de la casa hay un pequeño bosque, quizás buyo lo llevó por algún lado. Ya era muy de noche y seguía buscando a Makoto, no quiero dejarlo afuera, no quiero detener mi búsqueda.
La nieve cae sin detenerse, el frío me cala los huesos. Me estoy muriendo aquí. Aún entre mi ruta llegué a la calle y seguía sin encontrar a Makoto, decidí que lo mejor que podía hacer era dejarlo por hoy. Estaba muy oscuro para ver algo y el frío me iba a matar en cualquier momento.
Camine hacia la escalera para subir al templo, cuando mi vista divisó a Inuyasha apoyado en su moto, me escondí rápidamente en un árbol, y solo pude observar desde mi escondite a Inuyasha mirando hacia arriba a mi casa, como si se debatiera entre subir o irse, lo vi bajar la mirada como si se rindiera, subió a su moto y se fue.
Salí de mi escondite, y subí a mi casa, al día siguiente volví a buscar a Makoto pero no lo encontré. Sin importar todo los lugares que buscaba a Makoto, no estaba.
Siguieron pasando los días y la navidad estaba cada vez más cerca. Nunca encontré a Makoto, tampoco he hablado con Inuyasha la última vez que lo vi fue cuando lo vi fuera de mi casa. Aquel día.
Sota me ha pedido perdón por entrar en mi habitación sin permiso, se que no quería que esto pasará pero fue lo que ocurrió.
- Kagome aún te duele la pérdida de tu peluche? - me preguntó mi abuelo.
- Era especial para mí - le respondí sin ánimos.
- Lo siento hermana. Prometo buscar uno igual - me dijo Sota
- No importa Sota, no lo hiciste a propósito. Además quien se lo llevó fue buyo.
Sota aún se sentía mal por lo que pasó, trate de decirle varias veces que no se preocupara por eso. Me sentía un poco mejor estando aquí en la sala de la casa viendo películas, en familia… Así es como deberían ser los 24, tranquilos.
Mi teléfono comenzó a sonar, era un recordatorio, cena de restaurante, a las 8pm.
Es verdad Inuyasha y yo ganamos esas entradas para el restaurante, y esas entradas son hoy, que hago? Inuyasha y yo ya no estamos juntos. Le di indicios a mi mamá para hablar en privado. Le conté lo ocurrido.
- ¿Vas a ir? - me preguntó mi mamá.
- No lo sé, no creo que Inuyasha vaya, es decir, ya no estamos juntos.
- Kagome, creo que deberías ir
- Mamá, pero…
- Escúchame, sino vas pasarás el resto de tu vida pensando en este momento, todo lo que pudo haber pasado. Miraras siempre en tu vida y pensarás en lo arrepentida que estás de no ir.
- Mamá…
Una parte de mi, sabe que mi mamá tiene razón, tengo que saber que ocurrió ese día y si de verdad Inuyasha estará esperándome, aquel día quiso venir a verme pero sino se atrevió a verme ambos estamos asustados de lo que el otro pueda pensar.
- Iré…
- Esa es mi niña.
Fui corriendo a bañarme, también me coloque el babydoll, aún si Inuyasha no lo veía, aún si Inuyasha no iba una parte de mí sabrá que fue para él, y solo para él. Me pongo mi mejor vestido para estar en invierno. Mire el reloj eran las 7:35pm y la cita es a las 8pm, no llegaré a tiempo. Quizás si tomo un taxi, llegue en unos 20 minutos, porque no puse la alarma antes para tener tiempo de arreglarme. Baje corriendo las escaleras, casi me caigo dos veces pero no paso nada, aguarde en la calle rezando que viniera un taxi rápido. Como no pasó nada decidí correr lo más que pude quería llegar realmente quería verlo, quiero verte Inuyasha. Justo pasó un taxi que estaba libre me subí rápidamente, las calles estaban llenas y el semáforo tardaba una eternidad en cambiar, cuando cambió y logré llegar al restaurante, ya eran las 8:35pm había llegado tarde. Entre en el restaurante, busqué a Inuyasha con la mirada pero no lo vi, ¿dónde estaba? Acaso se fue? ¿Será que no vino? ¿No me espero?
- Kagome - esa voz, Inuyasha
Me di la vuelta y allí estaba él, estaba de traje, y sujetaba una bolsa negra en la mano, pero el vino, si vino.
- Inuyasha
Quiero abrazarlo, quiero besarlo, pero no puedo ser débil y caer nuevamente en lo mismo, debo estar segura de lo que siente, de lo que yo siento.
- Señor su mesa está lista
Nos dijo una camarera, para luego guiarnos a nuestra mesa. Cuando nos sentamos, no podíamos ni vernos a la cara, solo veíamos nuestras manos.
- Estás linda - fue Inuyasha quien rompió el silenció
- Gracias… lamento llegar tarde
- Estaba asustado de que no vendrías
- Al inicio tenía mis dudas de venir
- ¿Qué te hizo cambiar de opinión?
- Pensé en lo arrepentida que estaría sino viniera a este lugar, a la que posiblemente sea nuestra última cena
- Me gustaría que no fuera así.
- Inuyasha…
- Kagome, tenías razón. Kikyo estaba enamorada de mi.
- Inuyasha
- Ese día, cuando me colgaste el teléfono, no pude evitar pensar que tenías razón. Le pregunté a Kikyo si estaba enamorada de mi…
Inicio de flash back ( acá cuenta Inuyasha)
Mi teléfono suena, ese sonido que emite al hacer una llamada, Kagome no me quiere costestar, acaso?
- Ahora que? - Kagome me está hablando con desdén
- Kagome no seas tonta, esto lo hago por los dos, necesito tener experiencia para poder estar contigo. - trato de explicarle a Kagome, en donde estoy fallando yo en la relación.
- Kikyo está enamorada de ti, lo sabes cierto? - que? ¿Por qué me dice esto ahora que tiene que ver?
- No seas tonta, ella está casada. Solo quiere ayudarme. - solo eso, ella es una amiga.
- Pregúntale, por sus sentimientos, y sobre todos los consejos que te dio. Nos vemos.
Me colgó nuevamente, porque hace eso? Kagome no sabe nada, ellos son solo amigos es decir, si le gustaba Kikyo cuando era niño pero era cuando era niño. Ya ahora son adultos y ella está casada se casó por amor, ella está enamorada de su esposo.
- ¿Ocurrió algo Makoto? - me pregunto Kikyo, eso solo es preocupación no es amor.
- Kagome está enfadada conmigo, eso es todo, necesito arreglar esto.
- Y te lo dije en el techo de la preparatoria. Tu Kagome desea tener intimidad contigo sin embargo con tu falta de experiencia y la de ella, vas a lastimarla cuando por fin estén juntos.
- Necesito saber cómo puedo evitar lastimarla.
- Practicando, todo se aprende Makoto.
- Me dijiste que me ayudarías a practicar pero no me dijiste como.
- Conmigo. Práctica conmigo
- Que! ¿De qué hablas?
- Escúchame Makoto, toma mi cuerpo y úsalo para saber cómo complacer al de ella.
- Pero eso no… no es lo que yo pensé que haríamos.
- Makoto, solo es entrenamiento solo eso.
- No Kikyo, eso es engaño. No voy a traicionar a Kagome, quiero que mi primera vez sea con ella.
- Kagome… Kagome… Kagome. Por es todo por ella, que tiene ella? Yo soy tu amiga, soy tu confidente, soy tu primer amor. Makoto por favor no me dejes.
- Kikyō, de qué estás hablando?
- Quiero ser feliz Makoto, quiero que me saques de aquí, quiero me des la vida que debí vivir a tu lado.
- Kikyō, yo creí que eras feliz aquí. Estás casada creí que por amor
- Amor? Mi padre me obligó a casarme con Naraku, nunca pude ser la dueña de mi propia vida, nunca he podido moldear mi propio destino. Estoy atrapada en una pesadilla.
- Pero por qué no te vas?
- El nombre de la familia Hanaya recae en mis hombros, yo era la hija de una familia que desde la era del Sengoku, formaba posibles y medicinas a través de las plantas y hierbas medicinales. Debía casarme con alguien de la familia Dekorēta, cuya tradición también venía desde hace mucho años más.
No podía creerlo ella era infeliz, lo suyo fue un matrimonio arreglado, creí que se había casado por amor, creí que su vida era perfecta. Pero Kikyo no era más que un pájaro atrapado en una jaula de oro.
- Kikyo tú estás enamorada de mi?
- Siempre lo estuve, si mi padre no me fuese obligado a casarme con Naraku, si mi padre no me fuese obligado a no hablarte entonces estoy segura. Estoy segura que… Habríamos tenido una hermosa vida juntos.
Kikyo ya no aguanto más, y ahora está llorando en mi pecho, ella también ha estado sufriendo.
- Al menos déjame probar la felicidad, al menos déjame saber lo que pudo ser mío de otro modo - que me quiere decir? ¿Qué se supone que debí hacer?
- Kikyō, no sé qué decirte.
- Acepta Makoto, acepta darme tu primera vez. Dame una pequeña muestra de felicidad antes de hundirme nuevamente en el infierno.
- Kikyō… lo siento, no puedo
Ella sufría, pero no podía hacer nada para arreglarlo, es decir que puedo hacer, si acepto hacer feliz a Kikyo entonces estaría traicionando a Kagome y mis principios, si no lo hago Kikyo terminará por sufrir en una eterna soledad, y tampoco es algo que deseo, no quiero que ninguna de las dos sufra. Quiero que las dos sean felices pero como puedo lograrlo. No existe una manera de hacerlo.
Fin del flashback ( acá vuelve a contar Kagome)
- Inuyasha
Entonces Kikyo se le ofreció a Inuyasha, realmente me siento mal por ella, y por todo lo que tiene que estar sufriendo. Ella realmente no ha tenido una buena vida. Y lo que menos quería era estar sola.
- Inuyasha qué hiciste?
- No encontré una solución en ese momento que la ayudará a ella a salir de esa vida
- Lo lamento
- Durante varios días pensé en ir a verte pero no podía estar contigo hasta que el asunto de Kikyo estuviera solucionado.
- Y por qué estás aquí? Es decir, si ella aún te está esperando, ¿no?
- Después de un tiempo me di cuenta que ella solo necesitaba salir de allí, salir de esa jaula.
- ¿Qué hiciste? Inuyasha
- Le compré un boleto de avión a Nueva York, le dije que buscará rehacer su vida allá, que trate de formarse un futuro en donde no sienta la presión de ninguna persona, que sea libre de tomar sus propias decisiones. Así que la llevé al aeropuerto, y ella me invitó a irme con ella.
- ¿Y tu, Quieres irte con ella?
- Sentí tu voz llamándome - no contesto mi pregunta.
- Pero Kikyo está bien y a salvo, podrá iniciar la vida que siempre quiso, sin ataduras ni impedimentos
- Kagome, lamento todo los males que te hice pasar lamento todo el dolor que te cause, si pudiera regresar en el tiempo y hacer las cosas bien entonces lo haría.
- Inuyasha
- Pero no quiero hacerte daño otra vez.
- Inuyasha
- Hace tiempo fui a tu casa, y quince disculparme por no darme cuenta de tus sentimientos.
La bolsa negra que tiene Inuyasha, está sacando lo que tiene allí. Y es Makoto.
- ¿Dónde lo encontrarte? - le dije desesperada, y volví a tener a Makoto en mis manos
- Estaba en la calle, lo vi tirado, lleno de lodo, creí que te deshiciste de él, cuando nos peleamos
- La verdad, no. He estado buscandolo todo este tiempo, mi gato buyo se lo llevó y no sabía dónde lo había botado
- Entonces no fuiste tú quien se deshizo de él?
- No, de hecho he tenido problemas para dormir porque no está él conmigo
- Creo que estoy celoso de ese muñeco de felpa
- Lo siento, Inuyasha. Yo debería de confiar más en ti.
- Muchas veces, me demostraste que confiabas realmente en mi.
- Soy celosa, no puedo evitarlo.
- Yo Tampoco
Hasta acá el capítulo de hoy, gracias por leer.
para los cumpleaños decidí colocar las fechas de estreno de los manga y animé
Inuyasha (manga) y Kagome (anime)
los personajes no son míos son creación de Rumiko Takahashi solo la historia es mia
