Hola a todos los lectores. Luego de tantos problemas, finalmente el ultimo capitulo de este primer volumen de esta deslumbrante colección. Me ha costado, pero finalmente lo conseguí, así que comencemos.

Disclaimer: Pokémon no me pertenece, todos los derechos son de gamefreak.

Volumen 1: Apuesta olímpica (Parte 3 y final)

En ciudad Shalour, ubicada en la región de Kalos, se lleva a cabo la 33ª edición de los juegos olímpicos. Tras una ceremonia de apertura, con un increíble espectáculo, donde mostraban toda la cultura de la región, el desfile de los atletas de todas las regiones, y tras encender la antorcha olímpica, los juegos oficialmente han iniciado, donde el objeto de todos es solamente uno: ganar.

Dentro de un estadio, se estaba llevando a cabo una disciplina, bastante practicada, y que junto a otras, era seguida muy de cerca por todos: Batalla Pokémon. Ahora mismo, arrancaba la ronda de dieciseisavos de final, donde de 32 participantes, uno se llevaría el oro. En una banca, Ash estaba sentado, esperando su turno de participar, mientras veía en una televisión del lugar, un combate que apenas había terminado, dando por ganador a un competidor de la región Sinnoh. Aunque no era tanto en la batalla en lo que estaba pensando, si no en algo que lo tenia mas concentrado.

—Entonces Unova, que suerte que no nos toco enfrentarnos a Kalos o Galar en el primer partido, aunque viendo como nos acomodaron, tendremos que enfrentar a Galar si pasamos de ronda. —decía, analizando y pensando en sus rivales en la disciplina de futbol, al primero que debían enfrentar, y al que seguiría, en caso de clasificación. El pokémon que tenia en su hombro, Pikachu, le había hablado a su manera, pero entendía que quería decirle —Tienes razón, no puedo anticiparme, primero hay que jugar y pasar de ronda.

—¡Participante Ash Ketchum, se le solicita su presencia en la arena! —aviso un altoparlante, indicando que era hora de su batalla. Tan pronto lo escucho, Ash se levanto, para ir a librar su combate, donde este saldría victorioso, contra un entrenador de la región Johto. Después de aquel evento, Ash estaba caminando por las calles de Shalour, para matar el tiempo, y de paso conocer mas la ciudad sede de la competición, y no tenia el tiempo encima, ya que no había entrenamiento de futbol hoy, por lo que podía tener un día de descanso, antes del compromiso de mañana. Su mente estaba concentrada en el juego, hasta que vio una escena inusual en plena calle.

—¿Qué dices, linda? Me darías un paseo por la ciudad —había una persona, hablando con una chica rubia, intentando algo con ella, mas allá de lo que le pedía.

—Me halagas, pero… —cuando iba intentar decir algo, el mismo chico la interrumpió.

—Vamos. Vine desde Unova hasta aquí, y si son los anfitriones, deberían darme ese trato. ¿O es que tienes un compromiso con alguien?

—Si. Quede de verme con mi cita aquí mismo. —dijo la chica, llamada Korrina, en un intento de quitarse de encima a quien tenia en frente.

—Ah si… ¿Y donde esta tu cita? Que no la veo. —dijo el sujeto, queriendo asegurarse que esas palabras tuvieran valides, o era solo un pretexto. En lo que Korrina veía a la gente pasar, fue cuando vio a Ash, quien llevaba rato parado enfrente suyo, y no dudo en llamarle la atención.

—¡Ah, que bueno que ya llegaste! —exclamo Korrina, corriendo en dirección hacia Ash. El estaba totalmente confundido, y no sabia como reaccionar. —Sígueme la corriente, por favor. —susurro a su oído.

—Si, ya estoy aquí, ¿Te hice esperar? —dijo Ash, intentando adaptarse a la situación que le pedía Korrina.

—No, para nada. —contesto Korrina, igualmente, siguiendo con la conversación. El chico solo mostró indiferencia ante esa escena, y se marcho en silencio. —Gracias, lamento haberte metido en esto.

—Esta bien, creo que te saque de un apuro, ¿No?

—Si, tienes razón. Por cierto, tu no pareces ser de aquí, ¿Cierto?

—No, yo soy de Kanto. —contesto Ash, aclarando la duda de Korrina. —De hecho, me pareces familiar, creo haberte visto antes.

—Creo que has de haberme visto en televisión. —dijo Korrina, intentando aclarar esa duda.

—¿En televisión?

—Si. Estoy participando de las olimpiadas, y tengo tiempo de haber terminado mi combate en batalla pokémon.

—¡Yo también, de hecho, hace rato acabo de terminar mi combate! —dijo Ash, entusiasmado por haber encontrado a una atleta, que encima, participada en la misma disciplina.

—¡¿En serio?! ¡¿Y pasaste de ronda?! —dijo Korrina, con ese mismo entusiasmo y emoción.

—Si, estoy clasificado a la siguiente ronda. —contesto Ash, afirmando la pregunta.

—¡Yo también clasifique de ronda!

—¡Ah, ya se, eras la chica del Lucario, ¿Cierto?! —dijo Ash, haciendo memoria de haber visto antes a Korrina.

—Si, esa era yo, ¿Viste mi combate?

—No realmente, voltee a la televisión, y creo te vi por un momento.

—Ah, ya veo. Aunque, con todo lo que hablamos, aun no me has dicho tu nombre.

—Cierto. Soy Ash Ketchum. El es mi compañero, Pikachu. —Ash se presento, tanto el como a su acompañante. —¿Y tu?

—Yo me llamo Korrina, soy de aquí mismo. Ya se, Qué te parece si te pago el favor que me hiciste ¿Tienes tiempo?

—Si, creo que te lo agradecería, ¿Y que tienes en mente? —dijo Ash, aceptando la propuesta de Korrina.

Al cabo de 15 minutos, ambos estaban sentados en una banca, con un cono de helado para cada uno.

—Y estos helados, solo los servimos aquí en Shalour.

—Es increíble, muy distintos a los que he probado en Kanto. Aunque me sorprende que el tuyo sea de un sabor algo raro. —dijo Ash, comentando sobre el helado de Korrina.

—¿Qué tiene? Si el sabor baya zidra–menta es lo mejor, es lo que siempre pido. Y al parecer, tu no quisiste arriesgarte. —contesto Korrina, ahora sobre el helado de Ash, que era de un clásico sabor chocolate, el chico solo sonrió nerviosamente.

—Pero cambiando de tema, ¿También participas en otras disciplinas en estos juegos? —pregunto Ash; en el camino, Korrina le comento que era participante de otras dos disciplinas.

—Si. Participo también en karate y patinaje sobre patines. Y en dos días justamente, empiezo mi participación en ambas. —dijo Korrina, mencionando dichas disciplinas en las que estaba involucrada. —¿Y que hay de ti? Aunque es raro que alguien participe en mas de una disciplina.

—Si, yo también participo en una mas. En realidad, participo en futbol. —contesto Ash, sorprendiendo a Korrina.

—Vaya, no creí que tu también participaras en otra disciplina, aunque no te veo con pinta de futbolista.

—¿Tu crees?, ¡Pero vamos yo y mi selección, ganaremos esa medalla de oro a como de lugar! —exclamo un Ash entusiasmado, mismo a el que Pikachu replico, aunque la reacción de Korrina no fue la que esperaba, ya que escuchaba pequeñas risas de ella. — ¿Eh? ¿Acaso dije algo gracioso?

—Ahora, que lo dices, si. Lo siento, pero es imposible que una selección como la de Kanto, gane el oro. —dijo Korrina, menospreciando las declaraciones de Ash, lo que empezó a causarle molestia.

—¡¿Y que te hace pensar eso?!

—Bueno, es que no tienen nada que hacer ante mi región. Sabes que nuestro nivel es superior al del resto, tan solo Galar podría darnos pelea, además que somos los máximos favoritos. —dijo Korrina, que aunque no era aficionada a este deporte, pero sabia de lo que se hablaba constantemente en la región.

—¡Yo creo que podemos lograrlo, y que no se puede dar por hecho un resultado antes de tiempo! —dijo Ash, intentando defenderse de alguna manera.

—Lo dudo. Pero creo que mejor te dejo en tu fantasía, de poder ganarnos. —dijo Korrina. Ella no era así, pero era cierto que la confianza de Kalos en su selección, era bastante alta.

—Entonces, ¿Quieres apostar? —dijo Ash, en un tono muy serio. No podía soportar el hecho de escuchar ese menosprecio deportivo.

—¿Apostar? —dijo Korrina, algo atónita por esa inesperada propuesta.

—Si, la selección que llegue mas lejos, le pedirá al perdedor hacer lo que pida. ¿Te parece? —Ash impuso en que consistía la apuesta, y el castigo a cumplir.

—¿Eh? Interesante, acepto, pero no vayas a lamentarte si te eliminan apenas empezando. —dijo Korrina, aceptando la propuesta de Ash.

—Para nada, pero háre que te tragues tus palabras. —dijo Ash, extendiendo su mano, para cerrar el trato.

—Eso quiero verlo. —dijo Korrina, estrechando su mano con la de Ash, indicando que la apuesta era un hecho, solo debían esperar cual seria el resultado de la misma.

Al día siguiente, y tras esa apuesta, cada uno se separo para concentrarse en sus respectivas disciplinas a participar. Ash se encontraba en el vestidor de su equipo, vestido con una playera morada, al igual que el resto del equipo, preparándose para salir a la cancha, y aunque su mente la debía tener totalmente en el juego, no podía tampoco dejar de pensar en la apuesta con Korrina. Tras las indicaciones del entrenador, y unas palabras motivacionales de su capitán, aunque vieron a Ash mas exaltado de lo normal al motivar, al punto de preguntarse que ocurrió con el, todo el representativo de Kanto, salió a la cancha, dispuestos a avanzar de ronda. Sus rivales, la selección de Unova, que vestían un conjunto de playera naranja y detalles blancos, saltaron ambas escuadras al terreno de juego.

Mientras tanto en otro sitio. Se veía a Korrina, sentada frente a la televisión, viendo dicho encuentro, a parte de que ya había cumplido con sus compromisos este día, lo veía mas que nada, para ver como le iba a ir al chico con el que apostó, y esperar un resultado que le hiciera ganar la apuesta pronto.

—Que inusual, Korrina. ¿Viendo un partido de futbol? —pregunto su abuelo, Gurkinn.

—Si, es que estaba algo aburrida, creí que podría entretenerme un poco. —contesto Korrina. Aunque, lo cierto es que no podía decirle a su abuelo sobre la apuesta, ya que creería que seria una distracción para ella.

—¿Kanto contra Unova? ¿Por qué este partido? Ni siquiera es uno de nuestra región.

—Es lo que me encontré, además, ya jugo nuestra selección, y ganamos. —contesto Korrina; horas antes del partido de Kanto, Kalos venció a su similar de Sinnoh, por un marcador de 3-1, avanzando a semifinales, y esperando rival.

—Bueno, no es que me interese, pero ven a entrenar en cuanto termines.

—Si, si. —respondió Korrina, y era ahora cuando podía ver el juego sin distracciones.

Todo el partido, Korrina estuvo al pendiente de cada jugada, incluso reaccionando a cada una, y esperaba una victoria de Unova sobre Kanto, para acabar pronto con la apuesta, y que Ash pagara por ella, pero eso nunca ocurrió, ya que Kanto logro la victoria por dos goles a cero, incluso Ash había anotado, lo que decepciono a Korrina.

—Bueno, solo puedo depender del rival que les toque.

¡Y así están las cosas, Kanto deberá esperar rival, que podría salir en el enfrentamiento de mañana entre Alola y Galar! —dijo el comentarista de la transmisión. Este comentario en particular, lleno de esperanzas a Korrina, creyendo en un triunfo de Galar, que pudiera darle la victoria en la apuesta.

Los días transcurrieron, y en el mismo estadio donde se llevaban a cabo las batallas pokémon, para los octavos de final, Ash entro al lugar, a alistarse para su próximo encuentro, aunque lo primero que estaba haciendo, era encontrar a Korrina, hasta que la encontró sentada en una banca cercana.

—Hola, Korrina. —saludo Ash, lo que provoco que Korrina volteara a verlo.

—H-Hola. —devolvió Korrina el saludo, aunque con una mueca forzada, al ver al chico con el que estaba apostando.

—Sabes, ayer le ganamos a Unova y estamos en semifinales, y a dos pasos de la medalla. —dijo Ash, queriendo poner al día a Korrina, por si no lo sabia. —además, marque gol para la victoria.

—Si, lo se, vi tu partido.

—¿En serio? No creí que estuvieras tan pendiente de mi. —dijo Ash, en un tono despreocupado.

—Pues claro, pero no por ti, sino porque tengo que saber en que momento te eliminaran. Además, te toca Galar, y a diferencia de Unova, no la tendrán nada fácil.

—Lo se, pero eso me emociona. —dijo Ash, que para sorpresa de Korrina, no se veía para nada intimidado. —¿No crees que, enfrentarte a alguien así de fuerte, te da la motivación de querer vencerlo?

—Bueno, ahora que lo dices, creo que si. ¡Enfrentarse a rivales mas fuerte, es emocionante, y superarlos aun mas! —exclamo Korrina con emoción. Si había algo que ambos tenían en común, era el tener un fuerte espíritu competitivo; aunque esta reacción, provoco una ligera risa en Ash. —¿Q-Que pasa? No dije eso para que te rieras.

—No es eso. Sabes, aun con la apuesta, y que minimizaste a mi equipo, realmente me agradas, especialmente cuando te pones así de animada. —dijo Ash, algo que Korrina tardo en procesar, hasta que lo hizo, mostrándose demasiado sorprendida.

—¡¿Q-Que estas tratando de decirme?! ¡Si es algo para distraerme, te advierto que no funcionara! —contesto Korrina, queriendo mostrarse fuerte ante esa declaración, aunque estaba malentendido todo.

—Para nada, siento que realmente, podemos dejar esta rivalidad fuera de la apuesta y de lo deportivo.

Korrina ya había entendido lo que Ash quería decir, y realmente tenia razón, no había motivos reales para tener esta especie de rivalidad en el ámbito personal.

—Creo que tienes razón. También me agradaste, desde que te conocí hace días. —dijo Korrina, y con esto, la relación entre ambos se fortaleció, ahora no solo eran rivales por lo deportivo, sino que también amigos en lo personal. —Aun así, no creo que superen a Galar, y si llegan a la final, mucho menos contra mi selección.

—Eso lo veremos, y prepárate para vernos campeones. —dijo Ash, respondiendo a la provocación de Korrina, aunque de una forma muy distinta a como empezaron con la apuesta.

Muchos días de competición pasaron, y muchas competencias avanzaron, algunas concluidas, y otras que aun estaban pendientes, ¿Cómo les fue a los dos? De lado de Korrina, logro el oro en patinaje, y es lo único que pudo ganar, ya que en karate, fue eliminada por una atleta de Galar, pero estuvo realmente cerca; lo mismo que en batalla pokémon, donde no pudo avanzar de los cuartos de final, lo mismo con Ash, que fue eliminado de la misma ronda, por lo que no hubo posibilidad de que se enfrentaran entre si. ¿Y que paso con Ash y su selección? Aunque las apuestas daban como favorito a Galar, y contra todo pronostico, Kanto logro vencerla por la mínima, en los últimos 10 minutos de partido, por lo que Ash, junto con Kanto, estaban en la final, y el ultimo paso a la gloria, era el anfitrión y máximo favorito, Kalos.

Y finalmente, a cuatro días de concluir de concluir con los juegos, todavía queda un evento importante para cerrar con broche de oro toda la competición, la gran final de futbol entre Kalos y Kanto. —decía un hombre en las noticias, que se transmitía por televisión. —La selección anfitriona cumplió con los pronósticos, y espera alzarse con la medalla de oro, pero este combinado de Kanto a sido la gran revelación, por lo que esperamos un partido lleno de emociones y que gane el mejor.

—¡Rayos, ¿Cómo es posible que haya podido llegar tan lejos?! —quien miraba la tele, era Korrina, mostrándose algo enfadada al ver como el equipo de Ash, había llegado tan lejos, por lo que la apuesta entre ambos, estaba mas pareja de lo que se creía.

—¿Estas bien Korrina? —pregunto Gurkinn, extrañado al ver a su nieta de esa forma.

—¡Claro que si, ¿Por qué?! —exclamo Korrina. Realmente, en los últimos días, Korrina estaba muy al pendiente al futbol, algo inusual en ella hasta ahora, pero su abuelo no sabia exactamente el motivo, ni tampoco su mas reciente reacción.

—Por nada, si dices que estas bien. —dijo Gurkinn, sin querer ahondar en el asunto. —sabes Korrina, como ya tu participación termino, y como veo que estas muy pendiente al futbol, ¿Te apetece ir a ver la final?

—¡¿Eh?! ¡¿En serio?! —dijo Korrina, sorprendida por esa propuesta. —¡¿Tienes entradas?!

—Si, aunque a duras penas las conseguí. A mi no me interesa tanto, pero si a ti si…

—¡Si, vamos allá! —dijo Korrina, aceptando la invitación con emoción, aunque mas allá de ver a su selección campeona, esperaba ver a Ash perder en persona.

Tres días después, había llegado el momento, la final en futbol, entre la local Kalos, y la revelación del torneo, Kanto, solo 90 minutos los separaba de la victoria. El estadio había sido llenado, en su mayoría, por aficionados locales, esperando el triunfo de su selección, entre ellos, estaban Korrina y Gurkinn, en las gradas como espectadores, esperando el inicio del encuentro.

Mientras tanto, en los vestidores de Kanto, se veía al equipo preparándose, para el partido, el que quizás hasta ahora, sea el mas importante que van a afrontar.

—Entonces, así es como saldremos a jugar, ¿Quedo claro? —dijo el entrenador del equipo, Surge.

—¡Si, entrenador! —todos respondieron, como si estuvieran en algún ejercito, frente a un sargento.

—Ash, ¿Algo que decir, antes de saltar al campo? —dijo Surge, dirigiéndose al capitán del equipo.

—Si. —dijo Ash, caminando hasta el centro del lugar. —¡Escuchen chicos, hemos llegado tan lejos como dejar pasar la oportunidad. Por mucho que el rival pueda ser superior en nombre, nosotros seremos mejores que ellos, y eso hay que demostrarlo en la cancha, si no ganamos, se acabo todo! —dijo Ash, a forma de palabras de aliento, para mantener la moral del equipo alta.

—Sabes, desde hace días te notas mas animado que de costumbre, ¿Ocurrió algo? —pregunto uno de sus compañeros de equipo, Gary Oak, al notar a un Ash diferente en ese sentido.

—¡N-No, nada en particular! —contesto Ash, tratando de evitar el tema, y es que nadie sabia de la apuesta entre el y Korrina, y realmente no había motivo por que lo supieran, al ser algo muy personal de Ash. —Como sea, ¡Saltemos al campo, y mostrémosle a todos lo que realmente valemos! —como ultimas palabras de aliento por parte de Ash, todos exclamaron al unísono, y salieron del vestidor en dirección al campo, con toda la motivación posible.

Tras los respectivos actos protocolarios, y con ambos equipos en el campo, había dado inicio el partido, produciendo que la grada gritara de la emoción, incluyendo a Korrina, aun siendo la primera vez que experimenta esto.

—¡Luchen equipo, no se dejen vencer! —grito Korrina, animando al equipo de su región.

—Cielos, no creí que estuvieras tan entusiasmada con esto. —dijo Gurkinn, al ver la nueva faceta de Korrina.

—Tengo que apoyar a nuestro equipo, ¿No te parece?

En los primeros 15 minutos de partido, Kalos era superior en el dominio del juego, y llegando a tener dos oportunidades de gol, que no llegaron a concretar. En una jugada en la delantera de Kanto, Ash fue detenido por una falta defensiva, terminando en el pasto.

—¡Eso, deténganlo a como de lugar! —exclamo Korrina, al ver como se cometía la falta sobre Ash, de hecho, durante este tiempo, reaccionaba mas a cada movimiento de el, al de su equipo, mas si eran faltas.

—Oye Korrina, como que le tienes mas manía a ese jugador que a cualquier otro. —dijo Gurkinn, notando ese comportamiento de su nieta.

—¿Eh? ¿Tu crees? —dijo Korrina, en un tono algo nervioso, mientras llevaba su mano atrás de su cuello.

—Pues no veo que te dirijas a ningún otro jugador. ¿Sucedió algo?

—N-No, absolutamente nada. —dijo Korrina, negando que algo haya ocurrido entre ella y Ash, pero si que paso algo entre ellos.

Pasados los primeros 45 minutos de tiempo reglamentario, sorprendentemente el marcador permanecía 0-0, cuando por lógica, ya debería haber alguna anotación por parte de Kalos, pero Kanto verdaderamente estaba siendo un rival mas duro de lo esperado. Tras el descanso, el partido volvió a reanudarse, empezando el segundo tiempo; Kalos empezaba a ir al frente, obligado a anotar, pero la defensa de Kanto no permitía muchos acercamientos, y así transcurrió el resto del juego, que en 15 minutos, se había convertido en un ida y vuelta por parte de ambos equipos, con oportunidades de gol para cada uno, pero ninguna concretada. Por el lado de Kanto, se veía esperanza, al ver como jugaban de igual a igual contra el rival, pero para Kalos, se empezaba a sentir desesperación, tanto del publico local, como del propio equipo, al no llevar la ventaja en el partido.

—"Cielos, no creí que Kanto fuera tan aguerrido. En cualquier momento pueden anotar" —pensó Korrina, sintiéndose superada por un equipo que un inicio menosprecio, y ahora podrían darle una gran sorpresa.

Por increíble que pareciera, y cumplidos los 45 minutos finales, el marcador seguía igualado sin anotaciones, ya solo faltaba el añadido, que seria de cuatro minutos, o alguien anotaba, o iban a la prorroga. Había una jugada que llenaba de ilusión a Kalos, en un tiro de esquina, que una vez cobrado por medio de un cabezazo, la reacción del portero de Kanto fue determinante para evitar el gol, e inmediatamente dio el pase para iniciar el contraataque, y tras un juego colectivo de pases que inicio desde la defensa, el balón ya lo llevaban los delanteros, y la defensa de Kalos estaba lista para defender a su portero, pero tras una finta de Gary, le había dado el balón a los pies de Ash, quien ya estaba cerca de área, para dar un tiro que sorprendió al portero de Kalos, y poner el 1-0 en los últimos minutos. La euforia entre los jugadores de Kanto era demasiada, que todos corrieron hacia Ash, para celebrar el gol que les daba la medalla de oro. Mientras tanto, el estadio había sido silenciado por el gol, y el escepticismo de la afición local, era mas que evidente, no podían creer lo que estaba sucediendo, especialmente Korrina, que veía en completo shock, como estaba apunto de perder la apuesta.

—Esto… no puede ser. —era lo único que podía decir, mientras escuchaba el silbatazo final, Kanto contra todo pronostico, se quedaba con la medalla de oro, derrotando a la selección local en su propio estadio. El jubilo entre el equipo era total, festejando en todo lo alto, junto con los aficionados de Kanto presentes, y los que veían el triunfo desde sus hogares.

Un día después del partido, y al mismo tiempo, el día de la ceremonia de clausura, se veía a Korrina caminando por la ciudad, con una cara desanimada, por lo ocurrido el día anterior, había perdido esa apuesta, en la que no creía que terminaran las cosas en su contra, y solo faltaba saber que es lo que Ash iba a pedirle, aunque preferiría no encontrárselo, pero conforme caminaba, no había señales de que el estuviera cerca.

—Vaya, el ambiente hoy es diferente a lo que se esperaba. Se supone que iba a ser un dia de jubilo. —se dijo Korrina a si misma, en lo que veía los alrededores de donde estaba. —solo espero no toparme con Ash nuevamente, no se como lo veo a la cara y que me pedirá hacer.

—¡Ah, ahí estas, Korrina! —una voz inmediatamente la llamo, dándole un gran susto, al reconocer la voz, y de quien menos quería toparse. Korrina no quería contestar ni voltearlo a ver, por lo que intento ignorarlo y pasar desapercibida. —Oye, no tienes que ignorarme, tenemos que hablar.

Por mucho y que Korrina quería evitar hablar de la apuesta ahora, no tenia escapatoria.

—¡Lo siento mucho. Realmente te subestime a ti y a tu selección! —dijo Korrina, disculpándose de una forma que parecía cómica. —¡Esta bien, yo perdí por confiada, así que dime que quieres que haga. Pero si estas pensando en algo indecente…

—Para nada. De hecho, aquí esta lo quiero que hagas. —dijo Ash, mostrándole una bolsa de papel. Korrina se le levanto de la posición en la que estaba, y agarro la bolsa para ver el contenido de esta.

—¿Esto es?

—Si, quiero que la vistas el día de hoy, hasta la ceremonia de clausura.

—Bueno… supongo que puedo aceptarlo.

El resto del dia paso, hasta la noche, donde en el estadio de la ciudad, se celebraba la ceremonia de clausura, para finalizar la justa olímpica. El estadio estaba a su máxima capacidad, para apreciar un gran espectáculo, como suele ser este evento. Tras algunos actos, como el desfile de banderas, junto con los atletas de cada región, seguía la exhibición artística, donde se mostraba en forma de espectáculo, un poco de lo que era Kalos y su cultura. Justo en la pista, donde todos los atletas estaban reunidos, y viendo el espectáculo, se veía a Ash caminando, buscando a alguien.

—Hola, Korrina. —dijo Ash, encontrando a la persona, con la que mas interacción tuvo durante los juegos.

—Hola Ash. —devolvió Korrina el saludo del chico, aunque algo apenada, por la ropa que estaba vistiendo.

—Sabes, la camiseta de mi selección se te ve bien.

Como dijo, Korrina vestía la camiseta de la selección de Kanto, y eso fue lo que le pidió hacer por perder la apuesta.

—N-No se si me estas halagando, o te estas burlando. —dijo Korrina, sobresaltada en un inicio, y con sus mejillas algo enrojecida. —además, no creas que me hace tanta gracia vestirla.

—¿Por qué no? Si es la camiseta del medallista de oro. —dijo Ash, al mismo tiempo que mostraba su medalla.

—Ya se, no tienes que presumirlo. Pero tomare revancha en los próximos juegos.

—¿Tomaras revancha?

—Si, los próximos se realizaran en Kanto, ¿No es así? —dijo Korrina, mencionando la sede de la próxima justa olímpica.

—Cierto, en ciudad Celadon.

—Y como es tu región, me tocara ahora ganarte ahí.

—¿Quieres apostar de nuevo? —pregunto Ash, suponiendo que era lo que quería Korrina.

—Si, no me puedo quedar tranquila después de esto. Pero hagámoslo distinto, los dos participaremos ahora en tres disciplinas, quien consiga mas medallas, gana. —dijo Korrina, estableciendo nuevas condiciones.

—¡Suena bien, acepto! —dijo Ash, aceptando la propuesta de Korrina con entusiasmo. —¿Y que apostaremos esta vez?

—Aun faltan años, pero te recomiendo que estés listo, para lo que te voy a pedir. —dijo Korrina, junto con un guiño de su ojo.

—Bien, pues veremos quien gana para la próxima.

—"Tal vez no sea hoy, pero definitivamente llegare a ti en cuanto te gane" —pensó Korrina, mientras observaba a Ash, sin que el se diera cuenta.

—Mira, Korrina. —dijo Ash, sacándola de sus pensamientos.

—¡¿Q-Que?! —respondió Korrina exaltada, para ver que Ash apuntaba a un lado, concretamente al cielo, donde tronaban varios fuegos artificiales. Ambos veían con maravillados ese espectáculo, al igual que el publico, llenando el lugar de aplausos. Y tras un discurso, la llama olímpica se había apagado, marcando el fin de los juegos.

Fin.

Huh, quien diría que esto estaría publicado en plenos juegos olímpicos de Tokyo, aunque esa no era mi intención. Si tarde mas de la cuenta, fue por dos cosas. Lo primero, no salían las ideas, y no supe como continuar, y tampoco como ejecutar algunos conceptos, y lo segundo, mi computadora se había estropeado dos veces, una por una falla, y otra, al poco tiempo de que me la devolvieron, por accidente se me mojo el teclado de agua, así que estuve sin computadora por mucho tiempo. Me la tuvieron que formatear, aunque afortunadamente, recupere cosas importantes a tiempo, entre ellas este capitulo que estaba a medio escribir, y otros mas, así que no hubo perdidas de las cuales llorar.

En fin, por comentar unas curiosidades de esta historia en general.

En un inicio, quería que la apuesta se midiera, por quien conseguía mas medallas, pero no le encontré otra disciplina a Ash, así que se quedo que se midiera en futbol solamente.

El uniforme de Kanto, si vieron que era morado, y el de Unova de naranja, esta basado en las banderas de Tokyo y Nueva York respectivamente, localizaciones en la que están basadas dichas regiones. El Kalos es azul, como Francia en la vida real, y el de Galar, igualmente, blanco como el de Inglaterra.

Y creo que eso es todo, no quiero rellenar mas todo esto.

¿Ahora quien sigue de tener su historia? Ya esta decidido, y dije que las chicas serian escogidas al azar, pero en el caso de Korrina y la siguiente, ya lo tenia decidido desde el inicio, pero antes, les debo unos capítulos de ciertas historias, por lo que me dedicare de lleno a eso. Pero eso si, quiero que estén al pendiente, y sigan el fic, porque lo que seguirá en la próxima historia, será algo nunca antes visto.

Eso seria todo por hoy, espero que les haya gustado este capitulo, y esta historia en general, que todavía queda mucho, pero mucho mas que contar con otros personajes, así que espérenlo. Dejen sus reviews sobre esta historia, y que esperan ver a futuro. Yo me despido y nos leemos hasta la próxima, adieu.