¡Saludos, queridos lectores!

Como mencioné la semana pasada en la actualización de La marca del lobo, esta historia quedó en segundo lugar en la dinámica que se anunció anterioremente. No será la única historia que actualice este fin de semana, pero quizá tarde un poco en subir la siguiente.

Espero que esta historia siga siendo de su agrado, y sin más, los dejo con la continuación n.n


Sakura no se quedó mucho tiempo con ellos, después de todo, Sasuke estaba durmiendo y ella sólo había querido mantenerlos informados. Sin embargo, más que darles tranquilidad, comenzó a inquietarlos, pues llegada la noche, nadie había ido a hablarles de los resultados.

—Iré a preguntar —dijo Sasuke levantándose de la silla.

—No tiene caso. Si no han venido a decir nada, tampoco te dirán si preguntas —Karin lo detuvo, pero eso era algo que el joven ya sabía, sólo que intentaba hacer algo para que la espera para ella fuera menos pesada.

—Al menos me gustaría saber si planean decir algo hoy —musitó el joven volviendo a su silla.

—No lo creo. Quizá Orochimaru-sama les dió datos o propuestas que quieren comprobar antes de decirnos. Si es el caso, cuando vengan quizá quieran hacer pruebas o repetir estudios —respondió la pelirroja e hizo una pausa— ¿Sabes? Deberías ir a casa y dormir un poco. Y antes de que objetes, recuerda que estoy más sensible por el embarazo, así que sé por tu chakra que no dormiste bien en esa silla. Necesitas ir a la cama.

—Me quedaré aquí hasta que haya noticias —insistió el azabache.

—No seas necio. Además, estoy segura que ni siquiera avisaste por qué no fuiste a trabajar hoy.

—Sakura o Tsunade debieron hacerlo o ya habrían enviado a buscar por mi —respondió Sasuke quitándole importancia al asunto.

—Enserio, ya habíamos hablado que si no duermes y comes bien, me harás compañía en el hospital como paciente —Karin hablaba preocupada— Ni siquiera voy a estar tranquila sabiendo que estás haciendo todo esto por mi culpa.

Sasuke dió un gruñido descontento y al poco de ello se levantó de la silla haciéndole pensar a su novia que finalmente aceptaría irse. Sin embargo, el joven se sentó a la orilla de la cama.

—Recórrete.

—¿Qué? —preguntó Karin confundida.

—Dormiré contigo en la cama.

—¿Estás loco? Eso no…

—No me voy a ir —aseguró el azabache y aunque Karin frunció el ceño a sabiendas de que él estaba siendo firme al respecto, se sonrojó.

La joven terminó por hacerle espacio a su novio en la cama, él se acostó y antes de que ella señalara el poco espacio que había en una cama individual de hospital para dos personas, él la abrazó y la pegó hacia sí.

—Se supone que esté en reposo completo —señaló Karin en un último intento por hacerlo ir a la casa.

—¿Te molesto aquí? —preguntó su novio y ella, más roja todavía, no pudo contestar. Después de todo, ella se sentía más relajada estando en los brazos de su novio que estando sola en el hospital.

Tras aquella discusión, permanecieron en silencio, pero cuando Karin iba a sugerirle al joven que fuera a cenar algo, llamaron a la puerta.

—¿Puedo pasar? —se oyó la voz de Sakura y Sasuke salió de la cama de un salto, pues le avergonzaba evidenciar su afecto en público. Además, esperaba que al fin les dieran noticias.

—Adelante —Karin invitó entre risitas a Sakura a pasar. Ella sabía por qué su novio actuaba así.

—¿Ya tienen un veredicto? —Sasuke le preguntó a su antigua compañera cuando ella entró a la habitación.

—Si. Mi maestra vendrá a hablar con ustedes en un momento —respondió Sakura tratando de ocultar su inquietud, pero era inútil porque Karin podía sentirlo— Sólo tiene que concretar el informe con los datos que envió Orochimaru.

—Mi bebé no sobrevivirá ¿Verdad? —Karin comentó tocándose el vientre y aunque trataba de escucharse serena, era evidente que su voz se quebraba.

—No estamos seguras —contestó Sakura con sinceridad, pues sabía que no podía mentirle— Pero no pierdan la esperanza, quizá…

—¿Qué tanto tardará Tsunade en venir? —Sasuke la interrumpió, pues sabía que era complicado lidiar con el radar de Karin y que sería mejor esperar a la Sannin por las noticias a dejar que su novia la presionara aprovechando su radar.

—No debe tardar. Dijo que estaría aquí en unos minutos.

Sasuke tomó una de las manos de Karin para tratar de tranquilizarla y aunque no dijo nada, ella entendió con ese gesto que él intentaba decirle que no se adelantara a los hechos.

—¿Saben cuándo la darán de alta? —preguntó el azabache para no darle tiempo a su novia de indagar.

—De momento no ha presentado nada que sea señal de alarma, así que si todo sigue así, es probable que la demos de alta mañana —respondió Haruno agradecida de que el tema se desviara— Todo dependerá de los resultados que haya en la evaluación de mañana, aunque…

Llamaron a la puerta en ese instante. Era Tsunade que al fin llegaba con algunos documentos en mano.

—¿Cómo te has sentido? —la rubia preguntó a su paciente sentándose en la silla donde había estado Uchiha todo el día. Él estaba sentado a la orilla de la cama.

—No tiene que ser condescendiente conmigo —respondió Karin a punto del llanto, pues podía sentir el chakra de la doctora desde antes de llegar a la habitación— Sólo sea honesta y dejé de darle vueltas al asunto.

—Ese radar tuyo podría ser un problema en estas circunstancias —musitó la rubia. Dió un suspiro y comenzó a hablar antes de que la pelirroja pudiera insistir que hablara— En las últimas dos revisiones, hicimos una exploración más minuciosa y descubrimos cosas importantes —comenzó la explicación— Ya les habíamos comentado que hallamos un daño particular en tu matriz y los estudios eran para definir si afectaría o no al desarrollo del feto. Pues bien, el motivo por el que no les dábamos noticias, era porque el daño, si bien si representaba un riesgo, no era lo suficientemente profundo para pensar que el riesgo fuera mayor al 10% —abrió el folder y le mostró a la pelirroja algunas de las imágenes del estudio, pues sabía que ella podía entenderlos— Sin embargo, el progreso del embarazo señalaba problemas que no concordaban con el daño.

—¿Por qué? —preguntó Sasuke con impaciencia.

—Eso es lo que estuvimos averiguando —intervino Sakura.

—¿Qué descubrieron? —interrogó Karin.

—Resulta que hay daños microscópicos en toda tu matriz, las trompas y los ovarios. Aunque son microscópicos, son demasiados y por ello hubo el incidente de ayer —explicaba Tsunade y les dió unos momentos para asimilar esa información, porque lo que les diría después, sería complicado— Creemos que hay más daños microscópicos que los aparatos no pueden detectar, por lo que incidentes como ese seguirán ocurriendo a lo largo del embarazo.

—¿Se puede hacer algo? —preguntó Sasuke alarmado, pero podía sentir a su novia temblar. Ella ya debía saber la respuesta.

—Podemos seguir atendiéndola si vuelve a tener más de esos episodios, pero no podemos garantizar la vida del feto y tampoco podemos saber cuánto es que su cuerpo aguante. Son ataques perjudiciales para su cuerpo que la irán desgastando —la rubia miró a Karin— Debido a los daños, las probabilidades de que el feto sobreviva hasta el final del embarazo es menos del 3% y las probabilidades de que tú sobrevivas a esos episodios son menos del 8% —la pelirroja comenzaba a derramar lágrimas, pero Tsunade tenía que decir todo aún si su paciente ya sabía lo que le diría— Mi recomendación, es interrumpir el embarazo para salvaguardar tu vida y tu salud, pues las probabilidades de llegar al final del embarazo son mínimas. Además, aún si lograras llevarlo a término, es probable que el bebé nazca con problemas de salud.

—¿No hay alguna forma? —preguntó Sasuke tratando de ser fuerte.

—Seguimos sin saber con certeza el por qué ella tiene esos daños. Es decir, se teorizó que fuera por los venenos de los que nos hablaron, pero no hay forma de asegurarlo sin probarlo en alguien más y sin esa información, es difícil trabajar en una cura —respondió la Sannin— Por otro lado, aunque encontráramos una cura, le llevaría tiempo a su cuerpo recuperarse para estar óptimo, así que ella y el feto seguirían en riesgo —hizo una nueva pausa— Entiendo lo difícil que debe ser para ambos, especialmente después del diagnóstico de infertilidad, pero creo que entienden que la prioridad es salvar la vida de Karin. Sin embargo, la decisión es de ella y como pareja, deberían discutirlo.

Karin lloraba en silencio, porque era algo que ya esperaba escuchar desde que le dijeron que estaba embarazada y que tenían que hacerle estudios.

—¿Qué dijo Orochimaru? —preguntó Sasuke, pues aunque para él la prioridad también era la vida de su novia, sabía que la noticia la destrozaba.

—Él fue el que hizo los cálculos de probabilidades de los efectos, pero le han dado permiso de venir a revisarte personalmente —respondió Sakura— Vendrá a reajustar las probabilidades y tratar de recopilar información de tu estado por si hay algo más por hacer.

—Pero no esperen nada de esa evaluación. La variación de probabilidades no será significativa —intervino Tsunade que sabía que su alumna intentaba darles algún tipo de consuelo, sólo que debían ser francas, porque en su opinión, era más cruel dejar que tuvieran decepción tras decepción— Sólo se ajustará para tener un antecedente más preciso en caso de que algo similar ocurra.

—Igualmente, yo seguiré estudiando el caso si así lo desean —Sakura insistía en darles esperanzas, pero Sasuke la conocía lo suficiente y Karin podía sentir su chakra para saber que aquella declaración estaba llena de buenas intenciones y no de verdaderas posibilidades.

—Sé que lo que voy a decirles ahora sonará insensible en sus circunstancias, pero Karin, necesitas estar lo más tranquila y relajada posible —Tsunade siguió con las recomendaciones— El estrés y la ansiedad en cualquier ámbito perjudican la salud. Puedes entender que tú condición es delicada y agregarle esos factores sólo aumentará el peligro —miró a Sasuke— No va a ser un trabajo fácil y quizá sea absurdo decirlo, pero trata de ayudarla a qué ella mantenga buen ánimo.

—Chicos…

—Los dejaremos a solas para que procesen la noticia —Tsunade interrumpió a Haruno levantándose de la silla— Orochimaru llegará mañana y junto a él, haremos un nuevo análisis para definir si puedes ir a casa o no —el tono de la Kunoichi era firme, pero compasivo— También para preparar lo necesario si deciden interrumpir el embarazo.

—Pueden ir a buscarme si necesitan algo —fue lo último que Sakura pudo decir antes de salir de la habitación detrás de su maestra.

Cuando los jóvenes quedaron solos en la habitación, ninguno pudo pronunciar palabra alguna. Sólo se oían los sollozos de la pelirroja, pues en ambos, las palabras de las doctoras retumbaban en su cabeza, pero el corazón de Karin parecía querer revelarse.

—Tenemos que asegurarnos de que tú estés a salvó —Sasuke fue el primero en hablar tras abrazarla.

—Lo sé —dijo Karin sollozando.

—Vas a estar bien —Sasuke se refería a lo físico, porque sabía que en lo emocional, iba a ser un largo camino.

—Yo… te dije que me lo arrebatarían —ella desvió el tema, porque su corazón quería darle una oportunidad a esa lejana probabilidad.

—Estoy contigo y me voy a quedar a tu lado —respondió el azabache para recordarle que no había acertado en toda su suposición.

De nuevo hubo silencio, porque Sasuke no era de palabras y le costaba trabajo consolar a su novia sin demostrarle que él también estaba afectado con la noticia. Por supuesto, ella debía saberlo si prestaba atención a su chakra, pero trataba de no darle más angustias.

Karin, por su parte, miraba por encima los papeles que Tsunade le había dejado, esperando encontrar que se habían equivocado, pero tampoco se atrevía a leerlos a profundidad porque sería como recibir la noticia de nuevo.

—¿Y si lo intentamos? —preguntó Karin después de un largo rato de silencio.

—No digas tonterías. No voy a poner en juego tu vida —respondió Sasuke enojado, pero también sorprendido y de hecho, soltó su abrazo.

—Tu no lo harás. Yo lo haré.

—Karin…

—¡Ni se te ocurra decirme que podemos volver a intentarlo más tarde! —la aludida lo interrumpió, pues adivinaba lo que le diría— Después de esto, no habrá más oportunidades para intentarlo.

—Se suponía que no podrías embarazarte y pasó. Si nos enfocamos en tu salud, eventualmente deberíamos poder intentarlo de nuevo —señaló el azabache creyendo que quizá su novia sólo hablaba porque la noticia le había hecho creer que todo se perdería, pero ella comenzó a llorar más fuerte, tomó uno de los papeles del folder y prácticamente se lo arrojó.

—Toda mi matriz está estropeada, incluidas las trompas de falopio. Fue sólo suerte… o mala suerte que el esperma llegara a los ovarios —decía devastada— Aún si pasara de nuevo, la recomendación sería la misma. Por ese mismo motivo, van a sugerir la esterilización definitiva para evitar los riesgos de salud.

—Tsunade…

—No, no dijo nada porque está esperando a que me calme, tome la decisión de terminar el embarazo y advertirme que deberán hacerlo para conservar mi salud —dijo Karin llorando y en todo momento se tocaba el vientre. Ella ya conocía algunos de los protocolos del hospital— Ella quiere que tome su recomendación y que me convenzas de hacerlo antes de decirnos el resto de su diagnóstico, así pretende que no me aferre al bebé.

Al principio, Sasuke quiso creer que su novia se equivocaba, que la mala noticia le hacía ver todo de forma negativa, pero antes de siquiera considerar ir a buscar a la Sannin para preguntarle al respecto, se dió cuenta que su novia tenía razón, porque si tuvieran la oportunidad de volver a concebir sin riesgos, Tsunade lo habría mencionado para motivarlos a interrumpir el embarazo en ese momento. Sin embargo, ella ni siquiera lo mencionó.

—Siempre has elegido la mejor manera para sobrevivir y seguir adelante. Sería una locura si ahora tomaras el riesgo —espetó el joven tratando de recordarle a su novia una de sus mejores cualidades.

—También hice locuras que ponían en riesgo mi vida por amor —ella le respondió y él sabía a la perfección a lo que se refería.

—¡Me prometiste que no volverías a hacer una estupidez como esa! —exclamó Sasuke recordándole el acuerdo que hicieron cuando él había conseguido su verdadero perdón sobre el asunto de Danzou: ella no se volvía a arriesgar por él y él no tendría otra oportunidad si la traicionaba— Ya te dije que no me importa si tenemos hijos o no. Sólo quiero estar…

—No seas tan vanidoso, Uchiha. No lo haría por ti —Karin lo interrumpió— Lo haría por el amor que ya le tengo a este bebé.

—¡¿Qué hay de las probabilidades?! ¡¿Qué hay de tu vida?! ¡¿Qué hay de nosotros?!

—Las probabilidades no son cero, así que no sería en vano apostar mi vida si conseguimos ese 3% ¿No? —respondió Karin calmada— Si no lo consigo, podrás buscar a alguien, pero si lo consigo, podríamos tener una familia más grande ¿No te gustaría?

—¡No! Si ese bebé llegara a nacer, podría no sobrevivir o nacer enfermo. En cualquiera de los dos casos, vamos a sufrir, el niño incluído —respondió Sasuke exasperado de modo que volvió a caminar de un lado a otro por la habitación al no saber cómo convencerla de mantenerse segura— Si no lo consigues y sobrevives, te vas a derrumbar de nuevo y si no sobrevives, volvería a quedarme solo al perder a mi familia. No quiero…

En el ir y venir, Sasuke pateó la mochila que dejó a un lado de la cama. Había olvidado por completo que había estado con la adivina hasta que sintió la caja de madera en el golpe.

—Sé que tienes razón y créeme que mi cerebro me grita que es una mala idea, pero no puedo ignorar a mi bebé —contestó la pelirroja abrazándose el vientre— Si te es tan sencillo olvidarte de nuestro hijo, no debería serte difícil olvidarme si muero al intentarlo.

Al recordar a la médium, Sasuke quedó estupefacto, al punto de que Karin sólo pudo percibir en él como si su chakra se congelara. Ella creyó que se debía a que lo había acusado de ser frío con el bebé, pero más bien el azabache estaba recordando aquello que le habían dicho de las cartas.

Dos caminos a seguir:

El de la sabiduría que les traería mucho dolor, pero iban a superarlo. Sin duda se refería a la interrupción del embarazo.

El de la locura tendría una gama de posibilidades, en la que, en los extremos estaba que se separarían para siempre u obtendrían lo que querían. Esa separación, debía referirse a la muerte, porque si en el camino de la sabiduría podrían superar su pérdida por elección, no tendría mucho sentido separarse por perder al bebé involuntariamente. Por otro lado, el obtener lo que querían, debería referirse a que su bebé nacería sano y estarían juntos ¿No?

Sasuke sólo podía interpretar lo que la médium le dijo de esa manera y la verdad, es que aunque le había dado los amuletos para acercarse al mejor resultado, él no se sentiría tranquilo dejando que su novia tomara un riesgo tan grande.

—¿Sasuke? —Karin interrumpió sus pensamientos, porque la espina de la duda entró en su cabeza y lo había congelado.

Cuando el miró a la pelirroja, no supo qué decir. Después regresó la mirada a la mochila y cuando a lo lejos oyó la voz de la chica preguntándole qué tenía, se acercó a ella.

—Hagamos una cosa. No decidamos ahora —respondió el azabache tomando las manos de su novia entre las suyas, porque aunque él no quería arriesgar a su novia, aún con los amuletos, los cuales no sabía si creer que funcionarían, se le ocurrió una forma de intentar convencerla de desistir de su plan.

—Pero…

—Sakura dijo que Orochimaru vendría mañana a ayudar con la evaluación. Esperemos a oír lo que él tenga que decir después de hacerla —Uchiha le sugirió y Karin podía sentir en su chakra un flujo alternado de inquietud y tranqulidad— Si él te sugiere obedecer a Tsunade, deberías considerar hacerlo. Él no es blando y nos dirá la verdad sobre las probabilidades.

Él no estaba sugiriendo que Tsunade y Sakura habían mentido sobre su diagnóstico y Karin sabía que su novio se refería a que Orochimaru no les hablaría con tacto, sino con la frívola visión de alguien calculador que actuaba buscando los mejores resultados con la menor pérdida.

Además, Sasuke conocía lo suficiente a Karin, para saber que la opinión de su antiguo maestro tenía peso para ella.

—Y si él nos da alguna esperanza ¿Considerarás apoyarme? —Karin le preguntó y su llanto se estaba calmando, porque ella quería pensar que aunque Tsunade les advirtió que las probabilidades no aumentarían lo suficiente, su antiguo maestro podría ampliarlas.

La petición de Karin lo hizo dudar, porque él le temía a la predicción más desastrosa y no quería comprometerse a apoyarla en algo que era prácticamente un suicidio. Empero, accedió a hacerlo, porque Tsunade había asegurado que las probabilidades de éxito apenas y aumentarían y Orochimaru siempre trabajaba bajo cierto margen de error en aquellos experimentos que no podían repetirse más de una vez. Si él sugería arriesgarse, sería porque las probabilidades aumentarían lo suficiente.

—De acuerdo.

Para Sasuke, ver a su novia a salvo valía mucho más que una lejana posibilidad de poder tener un hijo con ella, pero no podía negar que la idea lo hizo dudar. Sin embargo, había encontrado la excusa perfecta para no pelear con ella y que alguien a quién ella escuchaba en el ámbito médico y experimental, pudiera convencerla de no ponerse en peligro.

Si, definitivamente necesitaba ayuda para convencerla, porque él no estaba seguro de poder lidiar con un embarazo que supondría un riesgo diario.

Además, si ambos lo pensaban bien, la decisión había sido tomada con algo de precipitación. Sólo habían pasado unos minutos, a lo mucho, una hora desde que les dieron las malas noticias, y cada uno ya tenía una postura. Ambos necesitaban calmarse antes de elegir, y aunque ambos lo sabían, cada uno consideraba que su decisión no iba a tener cambio aún con la intervención de Orochimaru.

Lo que restó del día… o mejor dicho, de la noche, ambos evitaron el tema. Algo que no les fue nada difícil, teniendo en cuenta que Sasuke pidió permiso para cenar en la habitación de Karin junto a ella y que una hora después ambos se fueron a dormir.

Decir que fueron a dormir, era sólo un decir, porque aunque cada uno tenía tomada su decisión, sus mentes les recordaban que existía la otra opción y si acaso, la única que había dormido, sólo un poco, había sido la pelirroja, porque aunque ella era la que estaba viviendo en carne propia las circunstancias, el embarazo en sí mismo la agotaba.

Apenas amaneció, Sasuke salió a preguntar por la llegada de Orochimaru, pues aunque les informaron que llegaría ese día, nadie les dió una hora aproximada ni de su llegada ni de la hora de los exámenes. Sin embargo, Kakashi, al que fue a buscar para cuestionarlo aunque él seguía en casa aperezado, le dijo que lo esperaban para el medio día.

Llegado el momento, Orochimaru llegó a Konoha, sólo que tardó un poco más en llegar al hospital, pues parte de la condición de dejarlo entrar, era hacerle una revisión, por lo que no fue sino hasta las cinco de la tarde, que iniciaron los estudios de Karin.

Es decir, si, se habían tardado en hacer las inspección, pero no tanto, sólo que Tsunade sabía que si les anunciaban a Sasuke y Karin que él ya estaba listo, se saltarían la comida con tal de hacer los estudios lo antes posible, así que la rubia prolongó el momento.

—¿Cómo te sientes, Karin-chan? —Orochimaru preguntó a su antigua subordinada— Me refiero, a físicamente.

—No he sentido ningún tipo de malestar desde el incidente de antier —respondió la pelirroja sin darle mucha importancia al comentario que podía sonar cruel, especialmente con esa sonrisa. Sin embargo, las únicas que parecían ofendidas por su insensibilidad, eran Tsunade y Sakura.

—Me lo supuse. Al menos las inferencias que hemos estado haciendo, están siendo acertadas.

—Tsunade dijo que los estudios que van a hacerle, sólo son para recopilar información —comentó Sasuke con la intención de que su antiguo maestro lo confirmara frente a su novia.

—Así es. Karin-chan es la única sujeto de prueba sobreviviente de a quella época de quién puedo seguir recolectando información sobre esos venenos y debo decir que es la que más ha arrojado resultados. Después de todo, Oto y yo estamos bajo la supervisión de Konoha —respondió Orochimaru ofendiendo más a las doctoras, porque su comentario daba a entender que si pudiera seguir experimentando en humanos, lo haría— Además, las pruebas que hagamos ahora, serán para determinar la mejor forma de proceder con el aborto y proceder con la esterilización, pues con su condición particular, debemos tomar procedimientos particulares.

—Nosotras aún no…

—Lo supe desde el principio —Karin interrumpió a Sakura que estaba inquieta de que Orochimaru mencionara la esterilización.

—Entonces si fue por los venenos —comentó Sasuke muy serio.

—Si, es lo más probable. A menos que Karin-chan haya tenido algún otro tipo de problema que se lo provocara —contestó el Sannin, haciendo dudar a la pareja, pues al principio lo había asegurado como si tuviera la certeza y ahora sólo hablaba de "lo más probable".

—Karin, ya conoces los estudios que hay que hacerte y Sasuke puede quedarse a tu lado en la mayoría de ellos si así lo deseas —comentó Tsunade para no perder el tiempo y sobre todo, que Orochimaru dejara de hacer comentarios insensibles frente a la pareja— Las muestras de sangre que te tomamos antes del desayuno ya están en el laboratorio. Shizune las está revisando y las tendremos cuando acabemos con lo de aquí.

Tras aquellas palabras, se procedió a hacer los estudios correspondientes y en todo ese tiempo, tanto Sasuke cómo Karin, permanecieron silenciosos y muy serios, algo que si bien en el joven era normal, podía sentirse la pesadez que emanaba de él.

En cuanto a la chica, fue quien más les sorprendió a las doctoras, pues esperaban que en algún momento soltara a llorar o que quizá, mientras hacían los estudios, hiciera preguntas buscando esperanza, pero ni siquiera su mirada les hablaba de algo similar.

No era que Karin hubiese dejado su pesar a un lado, ni que no esperara un milagro, sino que ella no quería desmoronarse frente a todos porque sabía que una vez que comenzara a hablar, no pararía de llorar y eso podría arruinar o posponer las pruebas.

Para las mujeres de Konoha podría parecerles fría, incluso sospechaban que eran los efectos de haber crecido como subordinada de Orochimaru, pero lo cierto era que si alguien le planteaba la pregunta sobre lo que había decidido sobre su embarazo, iba a derrumbarse.

—Compararemos lo que recabamos hoy con los análisis de Shizune-sempai —habló Sakura cuando terminaron con las pruebas— Les informaremos de cualquier cosa en cuanto lo sepamos.

Karin fue llevaba a su habitación en el hospital de nuevo y Sasuke la acompañó en silencio, uno que duró casi una hora porque ambos ya habían oído lo que Orochimaru había dicho y sabían que los resultados que obtuvieran difícilmente lo harían cambiar de opinión. Sin embargo, ninguno se atrevía a tocar de nuevo el tema porque al hacerlo, se desatarían las emociones y aún tenían que recibir a las doctoras que les darían las noticias de los análisis.

Hundidos aún en el silencio, ni siquiera se miraban a los ojos, pero fueron interrumpidos con el llamado a la puerta.

—Adelante —habló Sasuke pensando que eran las personas que estaban esperando, pero la cara de confusión de su novia, le hizo saber que no era el caso aún antes de que la persona tras la puerta entrara.

—Ha sido un día largo ¿Verdad? —era Orochimaru sonriendo. Obviamente no era él quien iba a darles las noticias del informe porque no llevaba papeles en la mano y él sólo había ido ahí como un externo, la responsabilidad de darles noticias, eran los médicos de Konoha.

—¿No debería estar ayudando con los informes? —preguntó Karin.

—Ya hice mi parte. Lo de llenar formularios es responsabilidad de los que trabajan aquí —respondió el hombre mientras caminaba lentamente por la habitación hasta llegar a la ventana en la que se asomó.

—¿Qué vienes a hacer aquí? —preguntó Sasuke sabiendo que ese hombre no actuaba al azar y difícilmente lo hacía por motivos emocionales.

—Vengo a hablarles de los venenos —respondió Orochimaru e hizo una pausa antes de continuar en un tono más bajo— ¿Tenemos espías en el pasillo?

—Hay un par de enfermeras afuera, aunque no creo que estén lo suficientemente cerca de la puerta para oírnos si hablamos bajo —respondió Karin igual de bajo.

—Eso será un problema para ustedes —respondió el Sannin en un tono de voz normal, para luego bajarlo— Notarán que cuchicheamos si no oyen nuestras voces.

—¿Qué sugieres? —preguntó Sasuke en un volumen normal.

—¿Recuerdas qué venenos eran? —Orochimaru se volvió a la pelirroja.

—Si. RK5, RG6 y RQ1 —respondió la joven y el hombre asentía a cada una.

—Cuando te los administramos, fue en separado, cuando los efectos del anterior parecían haberse disipado, pero teorizo que cuando inyectamos el segundo, aún no estabas del todo sanada y lo mismo con el tercero —explicaba el pelinegro— Hice algunos experimentos… obviamente no en humanos, sino directamente con los venenos y descubrí que estos se evaporan y condensan una y otra vez hasta que se dispersan completamente en el ambiente.

—Eso sería como envenenarse una y otra vez —comentó Karin sorprendida.

—Así es. El primer veneno, al ingerirlo, tuvo efectos en tu cuerpo, después, se evaporó y cuando hicimos las pruebas, marcaban que ya no había veneno líquido en tu sistema, pero cuando volvieron a condensarse, volvías a estar envenenada.

—¿Y para qué demonios le hiciste eso? —preguntó Sasuke enfadado.

—Sabes del chakra curativo de Karin-chan, pero su capacidad de curación era algo que ninguno de los dos conocía, así que los dos queríamos ponerlo a prueba para descubrir qué tipo de daños podía curar tanto en otras personas como en sí misma, además de la gravedad de estos —decía con las manos por detrás de la cintura con mucha serenidad— Tu sabes a la perfección que la capacidad de curación de Karin-chan es increíble porque lo has experimentado de primera mano, pero si se trata de curarse a sí misma… bueno, es muy variada. Dependiendo del tipo de daño, puede ser lenta o increíblemente rápida y precisa.

—Esos tres venenos, además de otros, podía curarlos con mucha facilidad en mi propio cuerpo, pero en el de alguien más, podía ser impreciso o sólo podía ganar tiempo para administrar la cura —Karin siguió la plática— Pero si esos tres venenos se evaporaban, quiere decir que en realidad, mi chakra jamás los curó ¿O si? De lo contrario, no tendría los efectos que creemos que… me causó el daño que tengo ahora.

Sasuke miró a Orochimaru buscando una respuesta, pero tanto él como su novia ya habían entendido que él tenía algo que decirles que Konoha no podía saber, así que si no hablaba, la clave debería estar en aquello que no podía decir.

—Dijeron que los exámenes mostraban que no había veneno —señaló el azabache.

—No lo había de forma líquida porque se evaporó, por eso los exámenes salían limpios, pero si se condensaba, Karin-chan no volvía a usar su chakra curativo para sanar el daño.

—Ella habría tenido síntomas —protestó Uchiha.

—Los efectos de esos venenos eran de bajo impacto… o eso creímos. Sólo causaban dolores estomacales, a veces dolor de cabeza y en algunos casos inflamación de garganta —respondió Orochimaru— La evaporización y condensación de los venenos cambiaba las dosis según la temperatura del cuerpo de Karin-chan, así que ella pudo confundir los síntomas con malestares de enfermedades normales.

—No tiene sentido. Los demás sujetos de prueba debieron tener daños similares a los míos.

—Los demás sujetos de prueba sólo tomaron un tipo de veneno, así que los daños fueron menores a los tuyos que tomaste tres. Los tres te hacían daño al mismo tiempo —el Sannin había negado con la cabeza primero— Además, los otros sujetos de prueba, cuando dieron negativo a los venenos, fueron sometidos a otras pruebas en las cuales murieron. Tu fuiste la única que vivió lo suficiente para que el daño continuara y se hiciera evidente.

—¿Eso quiere decir que el veneno sigue en su cuerpo? —preguntó Sasuke inquieto.

—No. Ya lo he comprobado, pero el tiempo que tuvo ese veneno en su cuerpo fue prolongado, así que provocó varios años, especialmente en el vientre.

—Eso explica la prueba negativa de fertilidad, pero no explica el por qué ahora sólo presento daño en la matriz.

—Asigné a Karin-chan en la guarida del Sur donde no solía usar su chakra curativo. En una visita, usamos aquellos venenos como experimento y tuve que volver a mi guarida principal antes de recolectar los datos porque necesitaba cambiar de cuerpo —el viejo Sannin hizo un gesto con la mano como si pidiera silencio, a pesar de que seguía hablando, pero sus alumnos entendieron que no podían hacer más preguntas porque no podría responderlas por la vigilancia— A partir de allí, Karin-chan usó muy poco su chakra curativo en sí misma, por lo que dejaba que el veneno dañara su cuerpo y sólo cuando usaba su chakra, curaba parte del daño, pero con la paz… ¿Cuándo fue la última vez que usaste tu habilidad?

Cualquiera que oyera esa explicación, podría entender que el chakra curativo de Karin era la clave para sanar su cuerpo y poder mantener al bebé. Sin embargo, Orochimaru no lo había mencionado y obviamente tenía un secreto que no quería que Konoha supiera. Esto quería decir que esa suposición era errada, pero no podía decirles el por qué mientras hubiese vigilantes.

Ni Sasuke ni Karin se atrevían a decir nada más porque aunque tenían dudas, ya no podían adivinar qué podían o no mencionar sin arruinar el hecho de que su antiguo maestro intentaba ocultar algo.

—Por desgracia, aunque tú chakra logró sanar un poco tu cuerpo, jamás terminará de curarlo porque es un daño de años —Orochimaru siguió hablando— ¿Recuerdas que hicimos pruebas sobre si podías curar cicatrices viejas y no funcionó? Es la misma lógica del daño que tienes.

Karin quedó muda, porque en efecto, habían hecho esa prueba, pero los resultados no habían sido exactamente como Orochimaru había dicho en ese momento. Es decir, ella no podía curar cicatrices viejas de otras personas, pero las cicatrices en ella… no habían podido descubrir cuáles eran las que podían curar.

Algunas cicatrices viejas se podían curar y algunas no, pero no habían tenido suficiente tiempo para descubrir qué diferencia había entre unas u otras. Sólo tenían la certeza de que las cicatrices hechas en su piel para la mordida curativa, no podían borrarse.

—¿Cómo es que usó esos venenos sin saber que se evaporizaban y condensaban? —preguntó Sasuke después de una pausa silenciosa.

—Yo no creé esos venenos. Se los robé a un médico de otro continente que tenía fama de genio, pero no pude robar los informes donde venía la composición y efectos —explicó el Sannin— Ese médico era famoso por crear venenos letales difíciles de detectar y ya que no tenía los informes, tuve que experimentar para saber qué tan buenos eran. Honestamente, creí que había sido un engaño porque los resultados de mis experimentos no eran sorprendentes y de la caja que robé, sólo me quedé con tres que tenían efectos interesantes —se encogió de hombros— Es una pena que hasta ahora pueda entender por completo el por qué eran indetectables y cómo funcionaban, pero al menos pude crearles una cura.

—Demasiado tarde —murmuró Karin.

—Como sea, quería que supieran sobre ello. Claro, siguen siendo especulaciones y no vamos a poder repetir el experimento para confirmarlo, pero el pequeño experimento que hice casi lo confirma.

—¿Qué experimento? —preguntó Sasuke, pues si lo había dicho en voz alta, quería decir que no importaba si preguntaba y seguramente su respuesta sería una mentira para encubrir la verdad. Es decir, tanto él como su novia, ya sospechaban que el Sannin había hecho experimentos ilegales para llegar a esas conclusiones y las disfrazaba con un "es lo más probable".

—Bueno, obviamente no podía suministrar esos venenos a otros humanos, pero experimenté con las reacciones de los venenos, por ello pude descubrir que se evaporaban y condensaban a partir de la temperatura —respondió Orochimaru sin dejar de lado su sonrisa— Y también descubrí que como vapor, los venenos eran muy pesados, así que la dispersión de estos era lenta. Por ello y que estaban combinados, tardaron en salir del cuerpo de Karin-chan prolongando los daños.

—¿Y experimentos en animales? —preguntó Karin.

—Tengo prohibido por Konoha hacer experimentos sobre cualquier tipo de ser vivo, excepto las plantas y, si tenían dudas, cuando avisaron de su problema, la aldea me envió un vigilante para asegurarse que no hiciera trampa —respondió el pelinegro para después soltar una risilla— Aunque debería agradecerle a Konoha esas limitaciones, porque de no ser por ellas, probablemente habría tardado más en descubrir que los venenos tenían ese tipo de efectos si se cambiaban de temperatura.

A partir de ese momento, la plática entre Orochimaru y sus antiguos alumnos fue haciéndose sin importancia y aún así, Karin podía darse cuenta que las enfermeras que los espiaban, continuaban vigilando, pues sus fluctuaciones de chakra reaccionaban a lo que ellos platicaban. La charla siguió entre ellos hasta que Tsunade y Sakura volvieron a la habitación con los resultados en mano.

—¿Les hablaste de los resultados? —Tsunade le preguntó a su antiguo compañero de equipo.

—Hablábamos de mis experimentos con los venenos, no tiene caso repetir lo que ya saben.

Tsunade y Sakura miraron mal al Sannin por su falta de tacto al confirmar las cosas, pero no dijeron nada al hombre y se dirigieron a la pareja.

—Con Orochimaru presente, logramos concretar todos los estudios con una mejor eficacia —comenzó a hablar la rubia— Ya no tenemos dudas ni cuestiones sobre los resultados a diferencia de las otras ocasiones.

—Trabajamos mucho en ello —agregó Sakura acongojada con tener que repetir las malas noticias.

—Los resultados son los que ya habíamos comentado con ustedes la última vez y el ajuste de porcentajes, como se les mencionó, no variaría demasiado —siguió Tsunade— Si deciden seguir con el embarazo, las probabilidades de que sobreviva son de 3.5% y las probabilidades de que tú sobrevivas son del 7%

La habitación quedó en silencio, para permitir a la pareja que procesara la información una vez más, especialmente ahora que las esperanzas por el bebé apenas y habían aumentado, pero las esperanzas de supervivencia de Karin habían disminuído.

—Creo que saben muy bien lo que tienen qué hacer —Orochimaru rompió el silencio— Claro, a menos que quieran hacer una apuesta arriesgada.

—Sigues estable por el momento, pero conforme el embarazo avance, habrán más complicaciones y probabilidad de que pases por episodios como el de la última vez —Tsunade siguió hablando tras mirar mal al Sannin— Te mantendremos en observación sólo un día más y si todo sigue igual, podemos darte de alta mañana —pasó saliva antes de seguir— Tomando en cuenta el peligro por el que corres, preferiría que accedieras a mi recomendación desde ya, para evitar otro tipo de riesgos, especialmente de salud.

—Sasuke-kun te trajo aquí a tiempo la última vez, pero si pasas por otro episodio como ese… el tiempo es un determinante entre la vida y la muerte —agregó Sakura con tristeza.

—Entendemos —habló Sasuke con un gesto que ordenaba que si no había nada más que hablar, se fueran.

—Mañana pasaré a verlos, por ahora descansen —espetó la rubia con intenciones de salir, pero al ver que su alumna no lo hacía, se dirigió a ella— Sakura, aún tenemos trabajo por hacer.

Haruno no quería irse mientras Orochimaru siguiera en la habitación, pero no tenía excusas para quedarse, así que no tuvo de otra que obedecer a su maestra.

—Llámenme si necesitan algo —dijo Sakura acercándose a la puerta y saliendo antes que su maestra.

—Sé que querrán hablar a solas, pero les sugiero que no se precipiten a elegir, eso podría ponerlos en decisiones opuestas y llegar a un consenso en estás circunstancias será difícil —les sugirió Orochimaru cuando Tsunade y Sakura salieron de la habitación— Es una recomendación para cualquier decisión que tengan que tomar como pareja. Ahora tienen algo que decidir, pero muy pronto podrían tener que debatirse por algo más.

—Orochimaru-sama ¿Podría llevarse a Sasuke a cenar algo más tarde? —pidió Karin. Desde la llegada de Tsunade y Sakura se mantuvo callada, casi imperturbable a pesar de las malas noticias y era hasta ese momento que finalmente había hablado— Ha estado mucho tiempo encerrado aquí, necesita despejarse.

—Claro. Iré con Tsunade a arreglar algunos asuntos, pero volveré por él en un rato —el hombre caminó hacia la puerta.

—Yo no…

—Vamos a terminar discutiendo si no tenemos un tiempo a solas para pensar —Karin interrumpió la protesta de su novio.

—Karin-chan se verá agobiada si no lo haces —Orochimaru secundó a la pelirroja— Recuerda que también hay que mantenerla tranquila.

Sasuke permaneció callado y Orochimaru salió de la habitación.

—Ya se fueron —anunció la pelirroja refiriéndose a las enfermeras que habían estado vigilando al Sannin.

Todo aquello era solo un acto con la esperanza de que fuera del hospital, Orochimaru pudiera hablar con Sasuke de aquello que obviamente quería decirles, pero que no podía hacerlo frente a los de Konoha.

Aquello le daba esperanzas a Karin de que hubiese otra opción, quizá una cura y por ello el Sannin había sugerido no precipitarse antes de elegir. De no tener esa esperanza, seguramente ella se habría puesto a llorar de nuevo.

—No sé qué pensar de lo que Orochimaru tenga que decir —mencionó el azabache temiendo que las insinuaciones de su antiguo maestro le estuvieran dando falsas ilusiones a su novia. Tampoco estaba contento de dejarla sola, pero obviamente no iban a poder hablar con él a solas en el hospital.

—Quiero saberlo antes de tomar una decisión. Acordamos que consideraríamos su recomendación.

—No sé qué habrá descubierto, pero tampoco tengo muchas esperanzas si no ha querido decirle a Konoha —respondió Sasuke no queriendo ser cruel, pero recordándole a su novia que no debía dejarse llevar hasta no saber qué tramaba— Aún si tuviera una solución y nos las da ¿Qué explicación le daríamos a los de la aldea?

—Estoy segura que él ya ha pensando en eso —respondió Karin.

—O quizá a eso se refería con tomar una decisión —sugirió Sasuke, quien recordó de inmediato lo que había hablado con la médium.

Los amuletos seguían guardados en la mochila a un lado de la cama y ya se había dicho que había que tomar una decisión difícil. Quizá, sin importar si Orochimaru les daba o no esperanzas que valiera la pena, darle de una vez el amuleto a su novia, y si este funcionaba, le ayudaría con el humor.

—Sasuke, por favor prométeme que sin importar si estás de acuerdo o en contra con lo que Orochimaru-sama te diga, vas a decírmelo —suplicó Karin, quien temía que, como ella no podría oír lo que su antiguo maestro tenía que decir, él le ocultara las cosas para que ella eligiera lo que sería más seguro.

Internamente, Sasuke gruñó, pues si bien él no tenía la intención inicial de ocultarle a Karin lo que sea que Orochimaru iba a decirle fuera del hospital, ahora que ella lo mencionaba, quizá habría sido buena idea ocultarlo si esa información era igual o más riesgosa que lo mencionado por Tsunade. Sin embargo, ahora debía prometer que se lo diría, pues rehusarse causaría una pelea entre ellos, no tener su promesa la haría estar inquieta y ello le provocaría estrés a su novia, algo que se suponía debían evitar.

—Te diré cualquier cosa que me diga, pero recuerda que no debemos tomar decisiones precipitadas —le recordó para luego hacer una pausa y tomar la mochila— Quiero darte algo antes de que alguien más venga a interrumpirnos. Avísame si alguien viene.

—Claro, yo te aviso, pero ¿Qué se supone que vas a darme? —preguntó Karin con inquietud, pues su novio no era precisamente un hombre de regalos. ¿Qué podría querer darle en una situación como aquella?

Sasuke sacó la caja de madera y se la mostró a la pelirroja. Empero, ambos permanecieron callados unos instantes antes de que el azabache decidiera hablar.

—Yo no quiero aceptar que lo que dijo la médium está pasando, pero sé que tú lo crees —comenzó su explicación— Fui a la tienda de magia y me aseguró que estos amuletos ayudarían a mejorar tu humor.

Uchiha abrió la caja de madera y dentro, la pareja encontró un par de colgantes tejidos en hilos rojos que tenían metidos en las costuras, piedras… quizá cuarzos de colores.

Ambos amuletos eran exactamente iguales. Su tejido se veía complejo y fácilmente podría pasar por llavero comprado en alguna tienda de recuerdos de una zona turística.

Sasuke no había abierto la caja desde que se la entregaron, así que, así como Karin, era la primera vez que los veía y comenzó a pensar que le habían visto la cara. Y si, no le habían cobrado nada, de lo contrario ya habría ido a reclamar, pero la idea de que fuera una baratija le molestaba, porque se suponía que él estaba buscando algún tipo de esperanza o consuelo a su novia.

—Debieron costar muy caros.

—Esa maldita bruja debió haberme engañado —bufó el azabache a punto de levantarse de la cama con frustración.

—Pero son amuletos de fertilidad del Remolino —dijo Karin.

—¿Qué? —preguntó sorprendido, especialmente porque su novia los reconoció.

—Mamá tenía un par. Dijo que me los regalaría cuando me casara, pero me fui de la Hierba sin nada y después de que se quemó…

—¿Estás segura?

—¡Si!

—Pero esa mujer me dijo que eran para ayudar a tomar decisiones difíciles —respondió Sasuke irritado, pues la médium jamás mencionó nada de "fertilidad", pero su asistente le había gritado que eran para la buena suerte.

—Mamá me contó que esos amuletos eran creados por una sacerdotisa muy conocida por hacerlos. Cada cierto tiempo, se vendían para mantener el templo donde ella vivía y sólo a algunos les hacía amuletos personalizados —contaba la pelirroja— Según mamá, la sacerdotisa decía que la fertilidad de una pareja era símbolo de buena fortuna y un equilibrio mental y espiritual, así que hacía amuletos para parejas para alcanzar esos objetivos, pero una vez que se rompían, significaba que habían alcanzado el objetivo tras un problema fuerte —explicaba muy sorprendida de reconocer los amuletos— En esa época eran muy difíciles de conseguir, así que no puedo creer que hayas conseguido un par. Debieron costarte una fortuna ahora que ni siquiera existe el Remolino. Ni siquiera imaginé que habría un par en algún lado.

—¿Estás segura? —preguntó Sasuke sorprendido y sospechando que podrían ser falsos.

—Muy segura. Tienen el sello de la sacerdotisa —Karin le señaló con el dedo una insignia de metal al final del tejido— Investigué un poco cuando estuve en la guarida del Sur y se decía que era imposible falsificar el sello que avalaba los amuletos. Todos quienes lo intentaron, fueron atrapados porque se decía que el sello de la sacerdotisa era mágico y que cada que alguien lo falsificaba, atraía la mala suerte —contaba aún muy sorprendida de lo que veía— Intenté conseguir un par por la memoria de mi madre, pero…

—Quizá sean falsos y hayas olvidado cómo era el sello original —Uchiha la interrumpió— No quiero que deposites tu fe en algo que podría ser falso.

Sasuke pretendía mejorar el humor de su novia con los amuletos, pero ahora que se decía que eran amuletos de fertilidad, se arrepentía de haberlos sacado antes de que tomaran una decisión sobre el bebé. ¿Y si los amuletos impulsaban más a Karin a tomar ese riesgo?

Desgraciadamente, ya los había sacado y no estaba muy seguro de cómo retractarse de ello.

—¡Por supuesto que recuerdo cómo era el sello! —exclamó la pelirroja— Yo ví los que tenía mamá y cuando investigaba dónde conseguir un par, tenía una foto del sello —insistió la joven— Quiero confiar en mamá y en este amuleto.

—No quiero que te arriesgues.

—Pero…

—Las probabilidades están en nuestra contra y tú y yo sabemos que lo que Orochimaru tenga que decir, difícilmente será una solución sin riesgos —señaló el hombre cerrando la caja— Por favor, entiende. Si no tenemos hijos no pasará nada porque nos tendremos a nosotros, pero si tomas el riesgo…

Sasuke no demostraba en su rostro ni en su voz lo que su chakra si. Le destrozaba la idea de perderla. Él ya había aceptado que no tendrían hijos, así que no le importaba si sólo eran ellos dos.

Silencio.

—Dijimos que no íbamos a tocar el tema hasta escuchar a Orochimaru-sama —Karin puso su mano sobre la mano de Sasuke que sostenían la caja de madera— Si no quieres darme el amuleto, lo entiendo, pero esperemos ¿Si?

Ahora Sasuke se sentía culpable y se preguntaba si sería mejor darle el amuleto o no. Es decir, no quería hacerlo ahora que el peso simbólico era referente a la fertilidad, pero… si, debía dárselo, porque le angustiaba que no dárselo ahora que sabía de su existencia, pudiera deprimirla, lo que sería perjudicial en su estado. Además, parecía muy importante para ella por la relación que tenía con su madre y si de verdad servían, quizá le ayudaría a tomar una decisión más objetiva.

—Esperaremos como acordamos —él le aseguró y volvió a abrir la caja— Pero quiero que tengamos esto.

—¿Estás seguro? —preguntó Karin que podía sentir las dudas en su chakra.

—Deseo para ambos esa fertilidad, ese equilibrio mental y espiritual y la buena fortuna que ellos traerán —le aseguró con sinceridad— Sólo temo que tener el amuleto, te haga más intrépida e imprudente al tomar esta decisión.

—No tomaré la decisión sin ti. Te necesito a mi lado —ella respondió queriendo abrazarlo, pero él la detuvo antes de que hubiese otro incidente con los cables de los aparatos.

—Esa mujer dijo que debíamos tomar uno cada quien y pedir para que nos ayuden a tomar esta decisión importante —Sasuke le explicó— Una vez que los tomemos, debemos guardarlos con nosotros y no permitir que nadie los toque, ni siquiera el otro.

Ambos se miraron y asintieron al mismo tiempo. Sin palabras o acuerdos verbales supieron en qué momento tomar los amuletos y mentalmente desearon ser conducidos por el mejor camino para su dilema.

—Los dos deseamos la mejor decisión, así que cuando hagan su efecto, deberíamos estar de acuerdo —Karin rompió el silencio que se había cernido en aquella especie de ceremonia.

—Eso espero —respondió el azabache deseando que al menos esa parte funcionara. Guardó el amuleto por dentro de su ropa, se inclinó hacia su novia y la besó.


¿Qué será aquello que Orochimaru quiere decirles? ¿Serán buenas o malas noticias? ¿Los amuletos funcionarán? ¿Qué decisión tomarán Sasuke y Karin al final?

Me encantará leer sus teorías y espero que después de haber leído esta actualización, la historia siga siendo de su agrado n.n

Nos veremos en la siguiente actualización n.n