Frank sabía que no deberían haber ido a Amazon.

La encargada tenía una mirada como si estuviera evaluando cómo usarlos de alfileteros y luego se vieron rodeados por media docena de mujeres armadas.

Luego Kinzie como se llamaba una de ellas los conducía hasta la reina de las amazonas mientras contaba sus planes de dominación mundial mediante venta de películas y series en DVD etc.

Cuando estuvieron ante Hylla, la hermana mayor de Reyna, se veía a la legua que eran hermanas por su parecido como una versión mayor de la pretora, estaba sentada sobre un trono compuesto de revistas y un cinturón dorado.

Tanto la mujer como ese cinturón les resultaban familiares como si ya los hubiera visto en otra parte y tiempo.

—¿Así que os envía mi hermana?—sonrió pero no de forma amistosa—Sino fuera porque sois enviados por ella te habría matado Percy Jackson llevaba años buscándote desde que destruiste nuestro hogar con Circe—

Ahora la reconoció.

—¿Tú eras la asistente de Circe cuando Annabeth y yo fuimos?—

—Si era un lugar seguro para Reyna y para mí pero tú liberaste a esos piratas y destruyeron nuestra casa— dijo con rencor—Por suerto nos hizimos expertas en armas en poco tiempo y nos ganamos el respeto de los piratas y conseguimos irnos—

Hazel se adelantó—Ellos estaban en una misión—

La mirada de la reina se suavizó supuso que sería porque al ser mujer se relajaba, mientras charlaban Percy miraba ese cinturón no dejaba de darle vueltas a que también lo había visto antes en otra persona.

Flashback

Epimoní se agazapaba mientras miraba furiosa como Heracles celebraba con un grupo su reciente victoria y adquisición.

¡La verdad es que fue difícil pero conseguí el cinturón de las manos de Hipólita! Pero lo conseguimos y Teseo se la ha llevado para casarse con ella—dijo arrogante.

Epimoní apretó los dientes furiosa, ella ayudo en la creación de las Amazonas mujeres que tuvieran una oportunidad aparte de las cazadoras ella junto a Artemisa y Ares eran los dioses que más veneraban.

Pero aunque Artemisa ahora la odiaba no le importó, en las pocas veces que Claus no estaba Epimoní se fue a recuperar al menos el cinturón ya que cuando fue a rescatar a Hipólita, descubrió su embarazo y a petición suya accedió a dejarla pero maldijo a Teseo para que en el futuro se llevara su merecido. Puede que fuera su hermano y la diosa valoraba a su familia pero no perdonaba sus actos tan fácilmente como Poseidón.

Se supone que un dios no debe interferir pero ella no era olímpica sino una diosa menor, los dioses menores tenían algo más de flexibilidad en las leyes, además ella era considerara una criminal bajo arresto domiciliario ya estaba siendo castigada.

Heracles presumía con los hombres hasta que notó la mirada alarmada de ellos y una espada en su cuello.

Te lo dejaré fácil hijo de Zeus—dijo una voz femenina—o me das el cinturón o esto puede ir realmente mal contigo—

Sin moverse ni alterarse el semidiós estaba como si nada.

¿Eres una amazona?—

Lo que sea no es de tu incumbencia—

Cierto no lo es—

Sin darle tiempo a responder el dios agarró la muñeca de Epi y apretó con fuerza ella contuvo los gritos de dolor y siguió forcejeando con Heracles. Si creía que esto la haría retroceder estaba muy errado después de sufrir torturas en el Tártaro y por parte de los trillizos esto no era nada.

El semidiós frunció el ceño, tenía que reconocerlo esa mujer era resistente y fuerte, estaba seguro de que era una diosa pero no sabía cual.

Epimoní puede que tuviera gran parte de sus poderes restringidos pero no era para nada indefensa sin ellos, volviéndose sobre sí misma le dio un cabezazo con todas sus fuerzas a Heracles, a continuación sabiendo que eso no sería suficiente con su brazo libre lo golpeó en los riñones.

Finalmente la soltó y ella vio su muñeca, no le cabía duda de que su muñeca estaba fracturada y sus huesos echo trizas sabía que tardaría en curarse más que un inmortal normal, Apolo le había lanzado una maldición para que no se curara enseguida.

Heracles furioso sacó un garrote y la diosa se lanzó hacía él, ambos lucharon durante mucho tiempo Epi tenía numerosas heridas donde brotaba el icor que no se curaban y le afectaba lo mismo que a un mortal que se desangraría solo que ella no morirá.

Ojalá.

Finalmente con una floritura y desarmó al semidiós que tampoco estaba ileso, Epimoní también le hizo varias heridas. Aprovechando agarró la bolsa que colgaba de su cinturón y que contenía el cinturón de la reina de las amazonas y se fue oyendo el grito de rabia de semidiós.

Las amazonas se lo agradecieron profusamente queriendo darle un templo en su honor pero la diosa solo pidió una cosa que guardaran el secreto de quién lo recuperó o que una amazona se llevara el mérito. Aunque reacias las guerreras aceptaron y prometieron estar en deuda con ella.

Epi les sonrió y volvió a casa pero la alegría se le fue pronto cuando vio a Claus con una mirada oscura, sabía que escapar del su encarcelamiento le costaría caro así que estaba preparada.

Fin del flashback

—¡Percy! ¡Percy! ¡por favor vuelve en ti!—

Cuando Percy abrió los ojos vio que estaba en el mismo lugar ante el trono de revistas solo que ahora estaba en el suelo con la cabeza apoyada en el regazo de Hazel y Frank dándole néctar y ambrosía.

Hazel suspiro y se limpió unas lágrimas aliviada por su amigo, el propio Frank estaba pálido y asustado pero contento de ver a Percy recuperarse por fin.

—Yo...¿que ha ocurrido?—

—Has estado diez minutos entre convulsiones, soltando sangre por la boca y los ojos en blanco—

Se volvió hacía Hylla quien lo miraba sería ya no con tanto enfado u odio sino con sorpresa y conmoción, la mujer jamás había visto algo así.

—Lo siento tuve una visión—

—Es cierto sus visiones son particularmente violentas y siempre acaba en este trance—dijo Hazel.

Por una vez el rostro de Kinzie se suavizo y miró compasiva al semidiós.

—Si esto te suele pasar ¿como estas en una misión? No estás en condiciones—dijo la amazona.

Percy se levantó con ayuda de Hazel y Frank todavía muy débil, si no lo sostuvieran se habría caído.

—Por que no tengo opción hemos de ir a liberar a Thanatos sabéis muy bien lo que es el deber y el sacrificio—miró el cinturón de Hylla—Ese cinturón fue robado por Heracles ¿verdad?—

Hylla estaba extrañada por esa repentina pregunta pero se había dado cuenta de que el semidiós no le quitaba la vista.

—Sí hasta que fue recuperado por unas valientes amazonas—

—Ella os hizo jurar que no diríais la verdad, fue Epimoní quien lo recuperó de Heracles y se lo devolvió a las amazonas a cambio de que mantuvieran el secreto de su recuperación—

Todas las amazonas jadearon y la misma Hylla sino fuera por su entrenamiento y disciplina se habría tambaleado, la propia Kinzie parecía que se le colarían moscas en la boca, Frank y Hazel que no sabían nada de eso lo miraban incrédulos.

—Tu...¿como sabes eso?—

—Es lo que vi en mi visión creo que Epimoní me lo envió para que nos ayudarais—en cierto sentido era cierto ya que él mismo es o fue la diosa.

Hylla los miró pensativa decidiendo lo que hacer.

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Percy junto a Frank iban en un carro llevado por Arion (su hermano algo extraño) Kinzie y Hylla les habían dejado en secreto escapar para dejar mal a Otrera escapando bajo las narices de sus leales amazonas.

Aun recordaba el mensaje que Kinzie le dio de parte de Hylla.

Es hora de pagar nuestra deuda a la gran diosa Epimoní.