Disclaimer: Nada de lo que reconozcan es mío.

Gracias a: Ailuj, Kangu, sanarita31, Dark Artemisa, Ginebra.

Nota: Perdón por la tardanza. :D Ah, y las personas que no tengan cuenta en fanfictiony se les antoje mandar un R&R les agradecería si pusieran su mail, en caso de que quisieran que les contestara el R&R.

Un beso y un Abrazo! Atte. Lucía


This kind of world will not survive

Neither if they could save it

'cause is so contaminated

That they couldn't clean up their souls.


Francia. Paris. 9:38 pm. Casa de los Dashlee

La noche era oscura completamente, las calles estaban desiertas. Ni una sola alma se divisaba a lo largo de todo el callejón. Solo estaba él. Con su capa cubriéndole hasta la cabeza, solo sus labios y su barbilla se asomaba debajo de ella.

En medio del callejón se alzaba una casa de estilo victoriano. Su lúgubre imagen erizaría los pelos a cualquiera; pero no a él. Ya la había visitado en incontables ocasiones, pues su hermana vivía ahí, junto con toda su familia. Sus pasos le condujeron hasta la entrada, abrió la verja y entro. Un elfo apareció en la entrada y, con un movimiento de mano de parte de la criatura, la puerta se abrió con un chirrido y Lucius Malfoy entro a una estancia elegantemente amueblada.

Su sobrina, Lourdes, lo esperaba sentada en un sofá antiguo, muy valioso, con una taza de té entre sus blancas, pequeñas manos. Los mechones rubios-plateados le caían de forma seductora sobre sus hombros; sus ojos grises, le escrutaban a través de la tenue luz que iluminaba la estancia. Y con una sonrisa, le pregunto:

-'¿Traes alguna noticia sobre…?'-

Lucius sonrío al ver la forma en que su única sobrina y ahijada le formulaba la pregunta. Sabía a que, mejor dicho, a quien se refería con esa pregunta. Y aunque ella lo negara continuamente, estaba enamorado del padre de sus hijos. Pero, pese a que el joven no sabía de le existencia de ella, mucho menos sabría sobre la existencia de los críos que crecían en esa oscura casa. Razón que le entristecía de cierta forma.

-'No, el Dark Lord es muy meticuloso en cuanto a esa información. A pocos les es confiado ese tipo de cosas, sino, ya sabes que te diría, Lourdes. Y recuerda que desde el falló que cometí en el Departamento de Misterios no me confía nada mas que unas pequeñas excursiones a algún poblado muggle para torturar y matar.'- contesto Lucius viendo como los ojos de la joven se apagaban.

-'¿Quieres que le avise a mamá que estas aquí?'-

-'Sí'- Malfoy vio como la rubia llamaba a un elfo doméstico y le daba órdenes de informar a la señora Dashlee de que su hermano había venido a visitarla.

Lourdes se paró el asiento e indico a su tío que se sentara en el sillón que se encontraba frente a ella. Se despidió de él y escucho los pasos que indicaban que su madre se acercaba. Salió de la habitación y subió a ver como estaban sus hijos.

Lourdes camino por varios pasillos hasta dar con una puerta de roble pesada. La empujo, cuidando de no hacer ningún ruido. Y penetró el cuarto. Con tres cunas, fue con lo que se topó su vista. Dos cunas completamente rosas y una cuna azul. Se acerco para admirar el fruto de su error, las consecuencias que le habían traído y el nacimiento de esos niños se lo recordaba a cada segundo. En especial, su hijo, Matthew Alexander. Era la viva imagen de su padre, idéntico hasta el más mínimo detalle, solo que sin la famosa cicatriz. En cambio, su hija, Leahnor Naril, parecía ser un yo pequeño de ella y Esmeralda Rubí, con su cabello rojo pasión y sus perspicaces ojos color avellana, era la combinación perfecta de sus abuelos paternos.

-'¿Mami?'- escucho que una vocecita preguntaba. Matthew se había despertado y la miraba con sus adormecidos ojos verdes. –'¿Eres tú, mami?'- insistió el niño nuevamente. Y es que a sus dos años de edad, era más despierto que los niños normales y parecía tener una habilidad, que maravillaba a Lourdes y sus padres, para aprender cada cosa que se le enseñaba. Sus hijas se tardaban un poco más en asimilar lo que les enseñaban, pero aún así aprendían rápido.

-'Sí, soy yo, Alexander ¿Qué haces despierto?'-cuestiono acercándose a la cuna de su hijo.

-'No puelo lomil'- dijo el niño (Traducción: no puedo dormir). Y las bolsas bajo sus ojitos lo demostraban.

Lourdes lo alzo por las axilas y se lo acomodo en el brazo y estaba dispuesta a llevárselo a su cuarto cuando cae en la cuenta de que dos pares de ojos la observan desde las otras dos cunas. Los ojitos avellanas la observaban completamente abiertos y despiertos. Los ojitos grises la miraban por unas rendijitas que se cerraban de vez en cuando por el sueño.

-'ollin, io tamben quelo lomil contigo.'- dijo Esmeralda (Traducción: Jolín, yo también quiero dormir contigo) dando saltitos en su cuna, con sus manos cerradas alrededor del barrote de madera de la cuna.

Leahnor solo bostezó y se restregó sus ojos rojos con sus manitas de marfil. Se dejo caer en su cuna, recargo su cabeza y se volvió a quedar dormida.

A Lourdes no le quedo de otra que llevarse también a Esmeralda, dejando a Leahnor sola.


Cuartel de los Soul On Liberty. 4:30 pm. Clase de Literatura y Comunicación.

-'El cielo se pinta de rojo, en este atardecer, mostrando al mundo que la vida, no es mas que un simple juego de niños, pues quien gana vive y el que pierde se relega a nuestro olvido, recordando así, que somos nosotros los responsables de nuestras acciones, añadiendo muerte a la realidad y mentiras al corazón, por que de eso se trata nuestra existencia: Muerte'- leyó Harry ante la mirada escrutadora a Andylas.

Era viernes por la tarde y estaba en clase de literatura y comunicación, pues según le habían dicho, estas dos cosas son muy importantes en los Soul On Liberty para poder tener interesantes temas de conversación cuando se necesitaban alianzas entre pueblos, aparte de que eran personas con alto rango en la sociedad y tenían que tener conocimientos, puntos de vista amplios, entre otras cosas. Aunque la primera razón no se necesitara en esta dimensión, la seguían llevando a cabo por costumbre y tradición.

El libro de que Harry sostenía entre sus manos era de un escritor elfo: Alcestion Koreli. Suspirando, volvió a sentarse y prestar atención a las actividades que Andylas le pondría a continuación.

-'Excelente, Harry. Solo te falta moderar tu tono de voz y poner más énfasis en unas que otras áreas. Pero de ahí en adelante, excelente.'- lo felicitó con una sonrisa-'Ahora, quiero que redactes una síntesis del por que Koreli pensaba que nuestra existencias se trataba de muerte.'-

Harry solo asintió con la cabeza. Y salió del salón con destino a las caballerizas, pues le tocaba equitación. Al arribar, se encontró con que Vaiou, un señor y dos señoras más se encontraban ahí.

- ¡Harry! - exclamó Vaiou nada más verlo llegar. El señor y las dos señoras volvieron sus cabezas y ni siquiera se preocuparon por ocultar su curiosidad. – 'Buenas Tardes, permíteme presentarte a los líderes de algunos de los clanes más importantes del mundo.' - Harry solo asintió - 'Franjie, líder del clan de Defediany, los mejores vampiros en arquería.' – La mujer situada a su derecha inclino su cabeza ligeramente, su cara indiferente - 'Janar, líder del clan Aequs Aeris, las mejores hadas en magia curativa' – Janar le sonrío serenamente con unos mechones verde oscuro cayendo por su frente y Harry se la regreso – 'Lësirë, reina de Clantier, ciudad más importante de los elfos' – Lësirë hizo una leve inclinación a Harry, quien también lo hizo –


Los días pasaron y dentro de unas horas llegarían los demás aprendices del Instituto. Harry se apresuro a ponerse unos pantalones negros y una camisa de vestir verde, con los primeros botones abiertos gracias al calor que hacía.

En lo que llevaba de habitar ahí, había dominado completamente la esgrima y la esgrima a caballo, en invisibilidad ya podía desparecer completo solo por un breve tiempo, y le habían hecho exámenes para ver que tipo de elemental era, y para su desgracia, fue elemental, poseyendo los cuatro elementos. Tuvo en mayor potencia el viento, seguido muy cerca por el fuego, luego tierra y finalmente agua. También le enseñaron algo de élfico y un poco del idioma de los vampiros, sirenas, demonios, ángeles y, aunque el lenguaje de las hadas se le antojaba de imposible, había conseguido hacer máximo diez oraciones por sí mismo.

El calor infernal lo recibió al salir del edificio donde dormía. Azur le había dicho que los demás estudiantes se separarían por sexos. En el edificio que quedaba frente a las aulas, dormirían las mujeres y en el edificio continuo; los hombres. Y el edificio en el que dormía se encontraba detrás del de las mujeres y pegado al lago.

Le habían dicho que recibirían a los demás alumnos en el Claro de Luna, que se encontraba a unos seis kilómetros de las aulas, en las profundidades del lado izquierdo del Bosque Natierón, cerca de la frontera que se tenía con el país de los Demonios: Resihameland.

Cuando llegó a los establos, ya estaban ahí Vaiou, Magog, Azur, Landy, Andylas. La joven vampiro traía una capa oscura colgando de su brazo. Harry la miro interrogativamente, a lo que ella contesto.

-'Es una capa'- Landy curveo sus labios en una sonrisa sarcástica. Harry solo puso los ojos en blanco.

-'Ya se que es una capa, gracias'- contesto Harry de la misma manera. –'Pero ¿Para que es?'-

-'Para cubrirte ¿Para que mas podría servir?'- Azur y Andylas los miraban divertidos. Harry acostumbraba a ser un chico tranquilo y con mucha paciencia, pero al final de todo, siempre era Landy la que se llevaba el premio Nobel del año por sacarle de sus casillas.

-'¿Y para que quieres que me cubra?'- pregunto Harry intentando no perder la poca paciencia. El calor de ese día era pesado, y estaba como pegajosito. Cosa que, por supuesto, no le gradaba.

-'Para que no te vean'-

-'¿Y para que quieres que no me vean?'- A estas alturas, Magog y Vaiou se habían dado la vuelta y también les observaban.

-Para que no se sorprendan'-

-'¿Y por que se sorprenderían?'-

-'Por que los asustarías. Y también cabe el hecho de que no se ha visto a una humano desde la época de mi abuelo, y, claro, todos se abalanzarían sobre ti como animales en celo'- contesto Landy con una sonrisa de suficiencia.

-'Arggg'- exclamo Harry dándose por vencido. Claro que no le agradaba que se le echaran encima, nada más de pensarlo le daban escalofríos. Landy sonrió victoriosa al ver como Harry se estremecía y le extendió la capa. Harry se la puso a regañadientes.

-'Los alumnos que están por llegar saben que un humano está aquí en los cuarteles e intentaran acercarse a ti, Harry. Pues desde hacia centurias que no veíamos a uno.'- Harry bufó por lo bajo.-'Así que te pondrás esa capa para ocultarte, dado que insististe en acompañarnos en el Claro de Luna'- añadió Vaiou al ver que Harry estaba por volver a preguntar sobre la capa. Harry solo cerró la boca.

Subieron a los caballos y emprendieron la marcha. En cabeza iban Vaiou y Magog hablando sobre los nuevos críos que tendrían que entrenar. Después estaba Andylas perdida en sus pensamientos, y cerrando la comitiva iban Landy, Azur y Harry.

-'Así que el bodoque será el centro de atención'- comento Landy con no muy buenas intenciones. Harry solo se limito a hacer una mueca de disgusto.

-'Ya déjalo, Landy.'- acudió Azur al rescate de Harry. Sabía de boca de Andylas que el joven mago odiaba la fama o ser el centro de atención, como era este el caso.

Landy se calló al verse regañada por su compañero, pero se dedico a poner una sonrisa que, de cierta manera, desesperaba a Harry.

Durante las dos horas y medias siguientes, el trayecto se hizo con tranquilidad. Landy sumida en sus pensamientos; Vaiou y Magog hablando de cosas de "mayores"; Azur, con la barbilla recargada en su pecho, dormitaba; Andylas leía un libro y Harry… Harry se debatía entre si tirarse del caballo con la esperanza de morir o no a causa el aburrimiento. Vale, el paisaje era hermoso, pero aburría después de verlo tanto tiempo. Al poco tiempo, llegaron al Claro. El pasto verde se mecía suavemente bajo el mandato del viento; el sol alumbraba con alegría. Había varios tipos de rosa que arrancaron exclamaciones de parte de Harry. Mientras avanzaban, las nubes fueron ocultando al sol. La temperatura había bajado notablemente. Ya no era un día calurosa ahora era templado, fresco y refrescante.

-'Acamparemos aquí'- fue lo único que dijo Vaiou antes de volverse a sumir en su acalorada platica con Magog.

-'Vamos, Harry. Tú me ayudaras a levantar las tiendas'- Harry miro desconcertado como Landy sacaba de su mochila su casa de acampar y Andylas se acercaba hasta ellos con una sonrisa.

-'Harry… ¿Harry¡¿Harry!-volvió a llamar Landy-'¿Niño Indeseable con poco coeficiente intelectual¿Me estas escuchando?'- inquirió la vampiro al ver que Harry se le quedaba viendo como si fuera un bicho raro.

-'Ehh… ¿No qué los alumnos llegarían hoy?'- pregunto indeciso. Landy solo murmuro unas cosas bajo su aliento.

-'¡MAGOG!'- el aludido se volteo, claramente enojado de verse interrumpido en su platica con el Líder de los Soul On Liberty.

-'¿Qué?'-

-'¿No le explicaste al bodoque que los alumnos se tardan una semana en llegar?'- Magog solo frunció el ceño ante la pregunta de Landy. Se le había olvidad por completo ese insignificante detalle.

-'No'- su repuesta fue directa y concisa. Landy negó con la cabeza suprimiendo las ganas de arrancarle la cabeza de un tajo al ángel.

-'Muy bien, bodoque. Siéntate'- ordenó Landy dejando de lado la tienda de campaña. –'La cosa esta así. Hoy no llega ningún alumno. Cállate, no me interrumpas'- añadió cuando Harry abrió la boca para decir algo.-'Los alumnos llegaran en el curso de la semana. Mañana-que es Lunes- cuando el sol se oculte, se muestran los vampiros. El Martes los elfos se aparecen en la tarde. El Miércoles en la madrugada los demonios llegan. El Jueves en el mediodía lo ángeles arriban pomposamente volando. El viernes ten por seguro que lloverá y las Hadas se presentarán. Sábado –Día después de la luna Llena- los licántropos se aparecen y el domingo nos regresamos por el camino del lago para recoger a las sirenas o tritones.'-

-'¡Ala¿Y Por qué no llegan todos de un sopetón?'- pregunto Harry quitándose un mechón de cabello que le estorbaba la vista. Durante los últimos meses su pelo había crecido hasta llegarle a los hombros. Su vista se había corregido al atravesar las barreras que rodeaban los cuarteles, y como ya no llevaba las gafas, sus ojos verdes resplandecían. Sus músculos se habían endurecido y sus hombros estaban anchos. En resumen: Estaba muy guapo.

-'Por que así es la tradición, Harrydinkins'- Y con esta frase se dio por terminada la conversación entre los dos.

Comenzaron a levantar las tiendas y, al final de día, Harry pensó que tal vez, solo tal vez, no hubiera más profecías solo risas y alegrías.


Lugar al Norte de Inglaterra. Reunión de Mortífagos.

El reloj sonó anunciando las tres de la madrugada. Sus ojos rojos recorrieron a los presente. Una sarta de imbéciles, sino se equivocaba. ¿Cómo fue que termino aceptándoles dentro de sus filas? Y es que Lord Voldemort aún no alcanzaba a comprender ese punto.

-'Nott'- llamo, su voz fría resonó en el salón.

Nott dio un paso al frente, hizo una reverencia, se levanto y miro a su Señor directamente a los ojos. Esta última era una obligación para todos, pues Voldemort dominaba la Legeremancia y podía escrutar en los ojos de su servidumbre todos sus pensamientos.

-'¿Qué información traes sobre Potter y la Orden?'- escupiendo las últimas palabras.

-'Según llegó a mis oídos, Señor, el chico Potter esta desaparecido y la Orden esta buscándolo por todos lados.'- Nott vio como Voldemort torcía su cara en algo que se asemejaba mucha a una mueca.

-'Lucius'- llamo y Nott se retiro expulsando el aire que había retenido inconscientemente. Malfoy padre se adelanto y después de la reverencia se encargo de darle un resumen de lo que estaba pasando en Francia y Holanda.

-'Los Franceses se niegan a darnos ayuda, Señor. Al parecer, los licántropos tienen que ver en esto. En especial, el licántropo de Dumbledore, Lupin'- informó Lucius. El Dark Lord no parecía muy satisfecho con aquello. Nada estaba saliendo como lo estaba planeando. Nada. Su última esperanza –por así decirlo- era que los Lestrenge no fallarán en el robo de esos artículos mágicos.

-'Crucio'- susurro Voldemort. Lucius Malfoy comenzó a gritar y retorcerse como una alimaña. Primero el fallo en el Ministerio; segundo, la desaparición de chico Potter; tercero, luego el fallo con los clanes licántropos. Demasiados tropiezos en lo que a él le concierne y ya era hora de comenzar a atacar. Rompio el maleficio.

-'Prepara tu equipo, Malfoy. Dentro de una semana y media atacaremos Privet Drive'- Lucius se levanto escupiendo sangre y temblando. Asintió temeroso y regreso a su lugar en la fila.

Lord Voldemort sonrío. La diversión estaba por comenzar.


Thinking about life

I found myself

Crying without a hand

And remember, there is nothing you can do

Just sit yourself and tell me how you feel.