Capitulo 3
¿Quién eres tú?
Hi! La verdad no tuve mucho tiempo para escribir, pero al fin actualicé y ya tengo màs ideas para el próximo capi, aun no comienza lo romántico y en general el fic tiene un aire un poco abstracto… màs bien, esta raro XD ¿Paranoias mìas? Pues no se, pero considero que vale la pena leerlo.
Perdón por no contestar reviews! Pero apenas tenga màs tiempo lo haré.
Aun asì espero sus reviews para saber que opinan del fic, ustedes son mi inspiración.
Gracias por sus reviews y See ya!
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Abrió la puerta y se introdujo silenciosamente en la morada del Uzumaki.
Con pasos suaves y delicados se dirigió al interruptor de luz despertando a Naruto quien confundido no terminaba de despertar.
Despuès de restregarse los ojos varias veces… creyó saber quien era.
Pero no podìa ser Hinata… Ella nunca utilizaba vestidos…. Mucho menos negros y jamás con un escote tan atrevido y ni que decir de esa micro falda y esos zapatos de tacón.
-¿Estoy Soñando?... atino a decir el rubio mientras se peñizcaba las mejillas.
Hinata al notar las marcas en las mejillas de Naruto corrió a abrazarlo y a susurrar unas palabras peligrosamente junto al rubio.
-Kitsune-Sama, ¿Cuánto tiempo sin verlo?
La voz de Hinata retumbo provocativa en los oídos de Naruto.
-Ahhh… ¡Pero que descortés soy! Se me olvidaba que solo estoy hablando con la vasija.
-¡¡¡Hinata-chan! ¿Qué crees que estas haciendo? Grito confundido y ruborizado Naruto.
-Las manos de Hinata ejecutaron varios movimientos complicados que dejaron shokeado a Naruto.
En breves instantes la mirada del rubio se volvió agresiva y sus ojos se tornaron rojos.
Kyuubi habìa tomado control del cuerpo de Naruto.
Sin dar tiempo a nada la fiera se abalanzó a Hinata, pero no pudo hacerle nada porque tenìa una barrera de chakra protegiéndola.
- Kyuubi-sama, no has cambiado nada… Aunque me parece extraña la manera en que saludas ahora a tus amigas.
-¿Quién eres tu? Pregunto desconfiado el Kitsune analizándola de pies a cabeza
-¿Cómo es que puedo controlar el cuerpo del mocoso?
-Calma…amigo mìo, primero necesito que tu me respondas una pregunta.
-¡¡¡Deja de decir que soy tu amigo! Déjate de jueguitos entupidos, ¿Qué quieres de mì?
Aunque la voz y la actitud del Kyuubi era amenazadora ella parecìa estar disfrutando la situación.
-Solo esto… Kitsune-sama.
Ante el tono de voz utilizado el Kyuubi se quedo petrificado de miedo.
- ¡¡¡No puede ser pensé que habìas sido sellada maldita escoria!
La voz ira fue callada de inmediato por un beso profundo…directo embriagador.
-Siéntate Kyuubi-chan… eso es buen chico.
Como si Naruto fuera un perrito entrenado obedeció enseguida la orden.
-Ahora Kyuubi-chan, dime donde esta el pergamino de la perversión.
-No lo se.
Enojada y casi perdiendo la paciencia pregunto varias veces lo mismo obteniendo la misma respuesta siempre.
Fue entonces cuando se le ocurrió una gran idea.
-Kyuubi-chan… ¿Quién crees que pueda saber donde esta el pergamino de la perversión?
-El Hokage.
-¿Cómo no lo habìa pensado antes? Estar en este cuerpo me hace tonta.
Ejecuto nuevamente los sellos y Naruto se derrumbo inconsciente.
Miro nuevamente al rubio e hizo una mueca de desprecio.
-Ya no me sirves Kitsune asqueroso… púdrete en tu cárcel humana.
Salio aprisa del lugar y se dirigió a la azotea para respirar aire freso.
¿Por qué te quedas callada Hinata-chan? ¿Acaso ya no puedes seguir hablando?
Como si fuese sellada dentro de su propio cuerpo Hinata luchaba contra paredes invisibles.
Exhausta intentando detener a su cuerpo recordó con horror ver desplomarse a Naruto.
-¡¡¡Devuelveme mi cuerpo! ¡¡¡Devuelveme mi vida! Grito furiosa Hinata.
La criatura que ahora dominaba su cuerpo río burlonamente.
-Jejejeje, pensé que ya te habìas muerto, pero supongo que no me desharé de ti hasta que no tenga ese maldito pergamino.
Bueno, no puedo quejarme… no esta nada mal tu cuerpo y esta cosa llamada Byakuugan me es muy útil. Se fijo en un hombre que caminaba solitario por las calles.
Asì puedo escoger presas fáciles… ese hombre estará bien… o màs bien, la comida se ve bien.
-¿¿¿Què? Hinata se escandalizo, la idea de comerse a otro ser humano no solo era nauseabunda, era aterradora.
-Pero para Hinata no habìa opciones, su cuerpo ya no le obedecía en absoluto.
Un leve grito, olor a sangre… y una sensación quemante fue lo que sintió antes de perderse totalmente en la inconciencia.
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Habìa una vez hace muchísimo tiempo una serpiente malvada que se transformaba en una hermosa mujer para hechizar a los hombres que viajaban solos por el bosque y asì devorárselos.
Un dìa el prometido de una doncella Hyuuga tuvo que partir en una misiòn y fue devorado por esa malvada serpiente, la joven Hyuuga al enterarse partió en su búsqueda para matar a la engañosa serpiente.
Pidió ayuda a varios habitantes de Konoha pero nadie quiso ayudarla, todos se burlaban de ella, tenìan miedo y no confiaban en que ella podrìa derrotar al monstruo aun con su ayuda.
Sintiendo miedo pero deseando con todo el corazòn que ese monstruo no volviera a hacer maldad a nadie se enfrento a la mortífera bestia.
La valerosa Hyuuga puso todo su empeño en su labor, pero no pudo matarla y solo pudo sellarla en tres pergaminos mágicos.
Al fallecer, el clan Hyuuga se encargo de guardar los peligrosos pergaminos para que ese monstruo no hiciera daño nunca más.
-¿Qué te pareció la leyenda Neji-kun?
El serio ojiblanco hizo una mueca de disgusto.
-Hanabi-sama… tengo dolor de cabeza, no estoy de humor para historias tontas.
Hanabi hizo una mueca de disgusto.
Estoy tratando de distraerte Neji-san ademàs estar aquì es muy aburrido.
Esta vez Neji exploto furioso.
-¡Maldita sea Hanabi! ¡No es tiempo de pensar en historias tontas! ¿Qué no entiendes, solo nosotros dos quedamos? Todos los demàs están muertos…
La joven Hyuuga se levanto de su cama encolerizada y empezó a gritarle a su primo como si su alma quisiera descargar todo su dolor en ese instante.
-¡¡¡Lo se Neji-kun! ¡¡Pero no es mi culpa, yo hice todo lo que pude, ademàs si no fuera por esa tonta historia yo no hubiera tenido el valor para avisarles a todo lo que sucedìa, yo…tenìa mucho miedo…tengo mucho miedo.
La voz de Hanabi se quebró y Neji comprendió enseguida su error, la pequeña no tenìa la culpa de lo que habìa sucedido…nadie la tenìa, eran cosas de la vida, cosas del destino.
Ambos se abrazaron buscando calmar el dolor que sentían en ese momento.
Rompiendo el abrazo el joven Hyuuga seco las lagrimas de Hanabi y le dirigió una mirada tierna.
Perdóname por tratarte mal Hanabi-sama, has sido muy valiente y tambièn muy buena conmigo, muchas gracias.
Hanabi esbozo una pequeña sonrisa que fue borrada al instante al escuchar que alguien se acercaba a la habitación.
La pequeña se metió enseguida a su cama y se hizo a la dormida, no querìa que las enfermeras pensaran que estaba haciendo de nuevo travesuras.
-¿Cómo están mis dos pacientes consentidos?
Hanabi abrió los ojos divertida al reconocer la voz de Shizune.
-¡¡Shizune-san, eres tù, pensé que eras una de esas latosas enfermeras que no te dejan moverte.
-jejeje, lo hacen por tu bien, ademàs tu eres muy inquieta Hanabi-chan no les facilitas el trabajo, prométeme que vas a portarte bien.
-¡¡¡Pero estar aquì es muy aburrido! ¡¡No puedes hacer nada! ¿Cuándo podremos irnos?
Mientras Hanabi hablaba, Shizune observaba a Neji quien tenìa la mirada fija en la ventana.
Hanabi guardo silencio al darse cuenta que no le prestaban atención.
-¿Qué te sucede Neji-san? Pregunto la Ninja medico preocupada.
Neji no respondió… parecìa estar ausente del mundo.
Shizune no pudo ocultar la tristeza en su rostro… se imaginaba la dolorosa situación en que se encontraban ambos muchachos.
Recordando su deber dejo a un lado sus sentimientos.
-Lo siento Hanabi-chan, pero deberan permanecer aquì hasta que Tsunade lo ordene, por el momento lo unico que puedo hacer por ustedes es supervisar que su medicaciòn sea adecuada.
-¿Es hora de la inyecciòn?
-Me temo que si Hanabi-chan.
Al escuchar esto la pequeña Hyuuga salto de su cama aterrorizada.
-¡¡Kyyyyya! ¡¡Odio las inyecciones!
Neji sonrió por un momento al ver la cara de miedo de Hanabi.
-Pero luego su sonrisa desapareció… Hanabi le recordaba a la miedosa de Hinata.
-¡¡¡Es cierto, se me olvidaba! Exclamo Shizune asustando a ambos.
-He estado tan ocupada que se me habìa olvidado decirles que no encontraron el cuerpo de Hinata-Sama.
-No me extraña… ella no esta muerta.
¿Quién demonios eres? Murmuro el Hyuuga pero al ver asomarse al chico de la arena lo reconoció enseguida.
-Aun si ella esta viva… no es asunto tuyo Sabaku no Gaara. Dijo Neji mientras le miraba receloso.
El tono de Neji habìa sido màs frío de lo normal.
A Gaara no le afectaron las palabras del Hyuuga, permanecìa tranquilo.
-Vine a hablar con Hanabi-sama, no contigo Neji-Hyuuga.
La pequeña se ruborizo al ver que Gaara se acercaba a su cama.
Shizune solo observaba en silencio en caso de tener que intervenir.
-La leyenda que estabas contando hace un rato ¿Esta completa?
Hanabi tembló un poco nerviosa… no es que le tuviera miedo.
Algo le atraìa a sobremanera del shinobi pelirrojo.
- Primero que nada… perdóname por lo de aquella vez, Gaara-sama.
El pelirrojo dio unos pasos vacilantes y se apoyo en la pared cercana a la cama de Hanabi, se veìa màs pálido de lo normal.
Todos lo notaron enseguida…
-No importa… solo me interesa saber si esta completa la leyenda.
Su voz era entrecortada y se le notaba mareado.
Shizune se acerco a el con cautela y le hablo en el tono màs amable que pudo.
-Gaara-sama, necesitas descansar… deberìas ir a tu cuarto.
Pero Gaara ya no le escuchaba, se precipito al suelo para espanto de Hanabi quien no pudo detener la caída del ninja de la arena.
Shizune mando a llamar a varios doctores y enfermeras para que le ayudaran a llevarlo a su habitación.
-¿Qué es lo que tiene? Pregunto asombrado Neji de ver tal debilidad en un shinobi tan temido como Gaara.
Shizune respondió rápidamente mientras vigilaba el traslado, el tambièn a sido envenenado igual que ustedes, pero su cuerpo esta reaccionando de forma agresiva contra el veneno, aun no logramos estabilizarle del todo.
Una vez que Neji y Hanabi estuvieron solos empezaron a conversar acerca de la leyenda misteriosa que habìa atraído la total atención de Gaara.
-¿Crees que la leyenda sea verdad Neji-kun?
Neji se quedo pensativo.- Puede ser posible…aunque hay màs probabilidad que sea una mentira.
-¡¡Yo creo que es cierto! A Hanabi no le habìa gustado el tono escéptico de Neji
- Nunca crees en nada, ¿Qué otra explicación lógica hay?.
-No lo se… tengo sueño y me duele la cabeza…
-Vamos, tienes que admitir que esto es importante Neji-kun.
Las palabras cada vez màs lejanas escapaban de los oídos del shinobi oji blanco.
Hanabi que parecìa estar haciendo un debate mental para hacer la siguiente pregunta por fin se armo de valor y miro el rostro de su primo.
-¿Crees que Hinata este viva?...
Pero no hubo contestación por parte del Hyuuga pues se habìa quedado totalmente dormido.
-Uh? Neji… ¿Neji estas ahì? Konichiwa Neji! Estas ahì?
Hanabi puso cara de frustración -¿Por qué nadie me hace caso? Este lugar es tan aburrido… demasiado silencio.
-¡¡¡¡¡Déjenme en paz! ¡¡¡Larguense, no tomare más drogas para dormir!
Hanabi se asusto al escuchar tal griterío y salio de su habitación para investigar.
-¡¡¡Uwaaaaaaaaaaaaa!
La Hyuuga grito al darse cuenta que todo el pasillo estaba lleno de arena.
Su rostro se lleno de terror al ver que el pelirrojo estaba a punto de matar a unas enfermeras.
-¡¡¡Por favor no hagas esto! ¡¡No tienes porque hacerlo!
Gaara se detuvo enseguida al mirar a Hanabi.
-Lo siento mucho, no querìa hacer esto… por favor… discúlpenme.
Varios ANBUS entraron al hospital tratando de analizar la situación.
Las enfermeras aun recuperando el aliento explicaron lo que habìa sucedido.
-Es culpa de los calmantes, Gaara no los tolera porque sus efectos secundarios son muy fuertes. Explico una enfermera conciente de la importancia diplomático del muchacho.
Los ANBUS Escoltaron al ninja de la arena a su habitación, Tsunade-sama les habìa encomendado custodiar al embajador de la arena para que no hubieran màs disturbios.
Aprovechando la confusiòn generada Hanabi creo un clon y se infiltro silenciosamente en la habitación del temible shinobi.
Dos ANBUS se quedaron vigilando la puerta del cuarto.
Hanabi quien estaba debajo de la cama de Gaara dudaba si hablar con el pelirrojo.
-Ya puedes salir…
-Entonces… ¿Ya sabìas que estaba aquì?
-Gaara cerro los ojos y esbozo una leve sonrisa… eres muy buena ocultando tu chakra, pero no lo suficiente aun.
La pequeña salio de la cama y arrastro una silla hasta quedar junto a la cama.
Un tenso silencio surgió entre los dos.
Hanabi soltó un suspiro… -Eres tan comunicativo como Neji…
Gaara hizo una mueca de desagrado –No me compares con el.
La Hyuuga hizo un gesto de triunfo… - ¡¡Lo sabìa! Jejeje se caen mal, aunque no es un misterio, Neji tiene la cualidad de caerle mal a medio mundo.
El pelirrojo río en voz baja divertido ante tal comentario.
Al escuchar su risa la cara de la Hyuuga se ilumino…
Pensamientos de Hanabi: ¡¡Logre que se riera! No es la risa de maniático que me dijo Neji-kun
Cambiando de tema… el tono de voz era calmado -¿Para que viniste hasta aquì? ¿Quieres tener problemas?
-No… pero es que yo soy muy inquieta de por sì, ademàs de que ya me siento mejor…
Dudando si continuar hablando pensando que hiba a enojar a Gaara resumió todo lo que sentìa en ese momento.
-En realidad, me siento muy sola en este lugar.
El shinobi de la arena analizo el rostro de la pequeña Hyuuga y halló solo tristeza… era de esperarse, despuès de todo habìa perdido muchas personas valiosas para ella de forma muy repentina. El habìa sentido una vez eso… por lo que la comprendìa.
-No debes sentirte sola… aun tienes a tu primo y a mucha gente que te estima.
Pensamientos de Gaara: Quien sabe que porquería de medicina me inyectaron… ¡Ya hasta estoy diciendo frases cursis! ¡Y pensé que dormir era demasiado cambio esto es peor!
Hanabi le sonrió y removió las entrañas de Gaara – Tu tampoco debes sentirte solo Gaara-sama, tu igual tienes a tus hermanos que te quieren.
Shokeado totalmente el ninja de la arena no pudo replicar nada…
El sentìa que tenìa razòn, se sentìa solo…Pero ¿Sus hermanos quererle? Ja, la pequeña si que tenìa sentido del humor.
… ¿Gaara, de verdad viste a Hinata-chan?
-Si no encontraron su cuerpo…supongo que ella debe ser Hinata.
-Ehhh? ¿No sabìas si era Hinata-chan y andas diciendo que viste a Hinata-chan?
El pelirrojo solo soltó un suspiro… como todos los Hyuugas son casi idénticos físicamente es difícil distinguirlos.
La pequeña casi cae de espaldas ante el gran poder de deductividad del Ninja de la arena.
Justo cuando ya habìa formulado todo un interrogatorio en su cabeza y ya se habìa fastidiado de la mirada de Gaara sintió un escalofrío detrás de su espalda.
Antes de darse cuenta ya estaba siendo llevada arrastrada del cuarto por una muy enojada Shizune.
-¡¡¡Me has causado muchos problemas jovencita! Ahora mismo te pongo un suero para que te sea màs difícil moverte, me estas agotando la paciencia, la próxima vez te voy a amarrar… disculpe si le causo algún inconveniente Gaara-sama.
-¿Es necesario que se vaya? Pregunto para asombro de las dos.
-Me temo que sì, tengo que aplicarle su medicamento y debe descansar.
Respondió Shizune rogando porque el shinobi no reaccionara de forma violenta.
-Hanabi-sama… ¿La leyenda esta completa?
-Hinata-sama me la contó hace algún tiempo, pero como me gusto le pregunte a mi padre y no me quiso decir nada al respecto, al parecer a mi clan no le gustaba esa leyenda.
-Gracias, es todo lo que necesitaba saber.
Cuando ambas se marcharon Gaara se quedo meditando en silencio.
Pensamientos de Gaara: A penas firme el tratado de paz haré una visita a la mansión Hyuuga, Esa tal Hinata me deja intranquilo… ella mata como si fuera un…
Sus ojos se abrieron de par en par … ¡¡Un demonio! Sì la maldita leyenda es cierta…
Se levanto súbitamente de la cama para volver a caer nuevamente en ella, los sedantes y el veneno que aun circulaba por su sangre no le permitirían ir muy lejos.
Casi arrastrándose llamo a los ANBUS y pidió ver a la Hokage con Urgencia, si sus sospechas eran ciertas todos estaban en peligro.
Continuara…
