Cuando al final salió de la sala común y se deslizó por los pasillos en busca de su amado, Harry se dio cuenta de una cosa: la voz dulce había desaparecido últimamente...¿qué significaría eso? A lo mejor se estaba volviendo malo...bueno, tanto peor para Draco.
Y no sabía cuánto.
En el otro lado del castillo, en su despacho, Severus Snape se daba golpes en la cabeza, estilo Dobby, al encontrar algo que se le había olvidado en el pensadero. No le había gustado la idea de que su alumno favorito se quedara sin guardaespaldas, con potter rondando por ahí...y además había recordado lo que le había dicho Draco: rosa FUCSIA...eso le traía recuerdos a la mente...pero como no parecían importar mucho, los había desechado y pasado al pensadero. Ahora pensaba que había sido un completo idiota por olvidar algo así. Por Merlín...
Hacía décadas que la poción del amor se usaba para diversos fines...y también en todas esas décadas alguna vez tenía que haber salido mal...pero al mirar el pensadero recordó (vio) una que había salido especialmente mal...en la que tanto el bebedor de la poción como la víctima, habían caído en desgracia. La chica había muerto antes de poder deshacer el hechizo de la poción que había tomado su amado...y además la poción había sido mal hecha...en vez de rojo, era rosa FUCSIA, (como el vestido de la chica)...el mago en sí estaba desquiciado...comenzó a hablar consigo mismo...como si tuviera triple personalidad...y es que era eso lo que tenía... tres personas convivían en su cabeza. Cada una representaba los sentimientos y habilidades que había adquirido: la dulzura, la picardía y el cariño en una; la fuerza en otra; la inteligencia y racionalidad en la última. Los tres sentimientos se mantenían en equilibrio...hasta que el plazo de la poción pasaba...o hasta que uno de ellos se esfumaba. Si esto último ocurría uno de los otros dos sentimientos tomaría el control. Y los resultados, si rechazaban a esa persona después de haber tomado la poción eran:
Si predominaba la inteligencia, no ocurriría nada, pues la persona sabría perfectamente cómo conseguir a su objeto de deseo, ya fuera drogándolo o con artimañas. (Esta era la mejor forma de acabar, según Snape.)
Si predominaba la dulzura y el cariño, la persona sería vulnerable. Tanto que, al rechazarla, su corazón se partiría y una terrible depresión y dolor inundaría su alma para siempre. Pero el efecto de la poción desaparecería. (Eso si todavía estabas vivo y no te habías suicidado de dolor.)(Esto ya lo sabia Snape, lo ponia en el libro normal de la poción.)
Si por el contrario predominaba la fuerza...todo se iría al traste. El bebedor de la poción se convertiría en una fiera salvaje que haría por despecho cualquier cosa con tal de satisfacer sus necesidades sexuales y si se diera el caso también mataría al amante. Para evitar esto la dulzura y /o la inteligencia deben prevalecer sobre la fuerza. Esta solo se volverá predominante si el sujeto en sí se enfada de forma irremediable al frustrar todos sus intentos de aproximación o acabar harto de la larga espera.
Snape suspiró. Menudo problema. Y a Potter le quedaba poco tiempo...
-Pociones de nuevo. ¡Qué asco!
-Harry, pociones es una de las asignaturas obligatorias para ser auror.
-Pero Mione, Harry tiene razón¡es horrible! y además después del incidente...- Ron calló ante la mirada de Hermione. Habían acordado no hablar de eso. No sabían cómo reaccionaría Harry al ver de nuevo a Malfoy...
-¡Dracoooooo!
El rubio sintió cómo le agarraban por detrás y le besaban la mejilla. Esto era demasiado, esta vez no se quedaría quieto.
- ¡POTTER!- escupió. Sacó su varita y fue a apuntarle, pero Harry se escudó detrás del profesor Snape. Éste miraba la escena con rabia contenida. Todos los demás alumnos no sabían qué hacer. ¿Potter había besado a Malfoy? Por supuesto que el rumor de la poción se había corrido, pero...¿era de verdad?
-¡POTTER¡¡¡Salga de mi espalda¡Malfoy¡Guarde esa varita¡Todos a sus pupitres, YA!
Harry no se acercó a las mesas hasta que Draco no guardó su varita. Todos se estaban sentando ya. Harry se sentó, para sorpresa de todos, (menos de Draco, que ya se lo esperaba pero rezaba porque no fuera así, ) al lado del rubio slytherin sonriendo. Éste lo miró con odio y apretó los labios.
Harry le lanzó un beso.
Draco giró la cabeza hacia otro lado y se apartó lo más que pudo de él.
La gente no entendía por qué el profesor no decía nada.
Por su parte Snape suspiraba aliviado. Si Potter estaba juguetón eso era que su parte cariñosa seguía en él...bien. Esperaba que durase...
Draco jamás pensó que pudiese llegar a odiar una clase de pociones. Potter se pegaba a él como una lapa y de vez en cuando lo agarraba por la espalda. Se había puesto de pareja suya en los calderos, ignorando que él estaba con Blaise. Es más, cuando el otro slytherin intentó acercarse, lo miró con los ojos que ya conocía tan bien y le dijo lo mismo que a los gorilas.
-Fuera.
Draco miró a Blaise y asintió. El moreno fue a ponerse con Pansy. Después el rubio empezó a preparar la poción él solo ignorando a Harry. Éste no se daba por ofendido. Seguía sonriendo tontamente. ¿Es que no recordaba lo que le había dicho en el pasillo con los ravenclaws! Maldito Potter...como le besara otra vez...no sabía lo que haría...
Siguió cortando los ingredientes.
-Qué bien cortas, Draco.
Draco miró al moreno con los ojos entrecerrados. No le contestó. Echó los ingredientes a la poción.
-Qué bien lo mezclas, Draco.
El rubio empezaba a ponerse nervioso. Su piel enrojecía...y no era por los comentarios de Potter. Toda la clase estaba en silencio a ver si los escuchaban...
Draco cogió el cucharón para remover la poción... y se lo pensó mejor.
- Remueve, Potter.
El miope lo miró sorprendido, pero obedeció y se puso a remover toscamente y sin gracia el extraño líquido, haciendo que se derramara un poco por los lados.
El slytherin estaba furioso.
Potter lo hacía aposta.
Le arrebató el objeto y empezó a remover él. Al instante Harry abrió la boca y dijo lo que el rubio temía oír.
- Qué bien remueves, Draco
- Haría cualquier cosa mejor que tú, Potter. Eres pésimo en todo.-saltó el rubio.
Harry se puso a su lado.
Draco dio un rodeo a la marmita para alejarse de él.
Harry dio el mismo rodeo y se puso junto a él.
Era desesperante.
- Draco...tú podrías enseñarme...a hacer cualquier cosa...
El slytherin lo miró sin expresión alguna.
La clase entera se paró.
Snape dejó de pasear.
Draco soltó el cucharón para arrearle un puñetazo a Harry, pero éste lo esquivó y le retorció el brazo, besándolo en la boca de nuevo.
Gritos, maldiciones, chillidos. La clase de pociones era un caos. Draco Malfoy lanzaba todo lo que pillaba a Harry, lo perseguía por toda la clase, para diversión de este último. Los alumnos estaban pegados a las paredes. Snape intentaba apuntar bien a Harry para inmovilizarlo, pero al final se encogió de hombros y petrificó a los dos.
En las clases de DCAO, Transformación y demás pasaba lo mismo. Harry se le pegaba como una lapa y empezaba a acosarle.
Draco había sido besado repetidas veces en la boca, el cuello, la nuca, las orejas... le dolían los dientes de aguantar la boca cerrada a presión y no saltar sobre el griffindor...
Alguna vez había intentado ignorarlo...pero era peor...
Cuando Harry veía que no ofrecía resistencia, pasaban varias cosas, una detrás de otra:
A) Sonreía sorprendido.
B) Volvía a besar a Draco un par de veces.
C) Se encogía de hombros.
D) Lo tiraba al suelo.
E) Intentaba violarlo con la ropa puesta.
Lo llamaba treepping, o algo así.
Draco se ponía rojo e intentaba estrangular a Potter, pero alguno de los profesores acudía en auxilio del moreno en esos momentos. Lo anterior no lo habían visto, claro, pero el resto de la clase sí que lo había visto y estaban alucinados.
Lo único bueno de esto era que nadie intentaba atacar a Draco por los pasillos. Los ravenclaws de la otra vez se detuvieron delante de Malfoy en una ocasión...para pedirle disculpas a Malfoy, pues no sabían que era la novia de Potter, así que por favor, les perdonase y no se lo dijera a su amor.
Mierda, no puedo escribir un fic serio. la noche me puede y me salen cosas extrañas como esta del acosador...jajajajjajajajajaja, pero es que una buena historia tiene que tener toques de humor, XD
continuará...
espero que os haya gustado
KAWORU
P.D: no se si lo habréis entendido bien, pero para resmumir: si Harry se queda con la personalidad fuerte (He-man o Rambo) lo más probable es que haga de todo a Draco, incluso matarle. Si por el contrario se queda con la inteligente, conseguirá a Draco porque es muy listo. Pero no le hará nada…ejem…muchas cosas malas. Si predomina la dulzura y el cariño y Draco no le hace caso, el corazón de Harry se romperá.
Um, alguien me había preguntado quién era He-Man. Me ha sorprendido bastante, pero lo entiendo. La verdad es que yo de pequeña veía bastantes dibujos bélicos… He-Man es el personaje de "Los Masters del Universo". Es una especie de tío cachas, rubio, con el pelo cortado a lo príncipe, estilo Conan. Y, bueno, digamos que cuando está normal, va vestido de príncipe de Greishkal, su castillo. Y cuando tiene que luchar contra las fuerzas malignas, o sea, contra su enemigo, Squeletor, se transforma en el Conan rubio con un pedazo espadón plateado que siempre coge igual y con el que dice: "¡Por el poder de Greishkal¡Yo…tengo el poderrrr!" Y hala, a luchar. Si lo buscas por google alomejor lo encuentras en dibujitos. Mola.
Por si acaso¿alguien no conoce a Rambo? Es el tipo ese moreno que es normalillo si pasamos por alto sus enormes músculos y que cuando se cabrea y quiere hacer una misión o luchar, siempre hace el mismo numerito: atarse las botas, ponerse el cinturón con las armas, apretarse la cinta roja en la frente. Ese es Rambo.
Lo del tutú rosa y las puertas de los números supongo que era obvio, peor por si acaso. Hay unos cuantos concursos en la tele en los que los participantes tienen que elgir sus regalos, pero no saben cuales son y deben elegir una puerta. Cuando la eligen, se les muestran la sotras puertas para saber qué han perdido y qué han ganado. Pobre Voldy¿y si le hubieran tocado unas vacaciones con los Dursley?
Siento que los capítulos sean tan cortos, intentaré poner dos a la vez. Me alegro de que os esté gustando.