Draco oyó la voz de la señora Pompfrey, que le sacó de su ensimismamiento.
-¿Ya se ha despertado señor Malfoy?
Draco la miró sin moverse. Estaba esperando que le diera la mala noticia, que no podría moverse nunca más... que..
-Bien, creo que ya le puedo quitar el hechizo paralizante, sus huesos deben de haberse soldado al fin.
Pero qué gilipollas era.
Por supuesto. Petrificus totallus. Lo ideal para mantener quita una herida y que se cicatrice.
Joder. Qué miedo había pasado.
Draco notó el hechizo en su cuerpo y respiró hondo.
Tenía todo dormido, pero por lo menos ahora lo notaba.
Intentó mover algo.
Dolía.
Arg, debería haberse quedado quieto.
El pelo le caía en la frente.
Intentó mover las manos para quitárselo y notó que su mano derecha estaba dormida completamente por haberla tenido cerrada todo el tiempo.
Hizo un esfuerzo supremo para abrirla.
Nada.
Lo intentó con la mano libre.
Bien.
Draco tardó unos segundos en canalizar la información que estaba delante d esus ojos.
Encima de su mano, cuya palma estaba roja, reposaba tranquilamente un objeto redondo y pequeño, del tamaño de una pelota dorada.
La snitch.
Draco se quedó PARALIZADO unos minutos. Hasta que la bola salió de su mano y voló por la habitación, enfureciendo a la mujer que lo cuidaba.
El rubio no sentía nada en ese momento. Pero después, poco a poco, comenzó a entender lo que pasaba. La luz se había hecho en su mente: había atrapado la snitch antes que Potter, cuando se le había tirado encima...a costa de su vida, claro, pero lo había conseguido...había ganado.
Después de salir de la enfermería con sus compañeros de slytherin y de que todos celebraran su primer triunfo en años, se fueron hacia el gran comedor. Allí Draco se sentó, feliz y lo primero que hizo fue mirra la mesa de Griffindor.
El trio dorado no estaba.
Draco frunció el ceño. Qué raro.
Bueno, la verdad es que tampoco sabía cómo se habría tomado Potter que el ganase...seguramente ahora intentaría volver a violarlo o cosas por el estilo...Blaise le estaba hablando y no se había dado cuenta.
-¿Eh, Draco?
-Perdón, no te escuchaba¿qué decías?
-Que qué sentiste cuando estabas cayendo con la snitch.
-...
La verdad es que no recordaba nada.
Draco había sentido tal pánico que simplemente había perdido el conocimiento al caer.
-No me acuerdo. -dijo al fin.- pero, por cierto¿cómo sobreviví?
-Eso fue lo mejor. -dijo Pansy.
-Si. Todos estábamos temblando de miedo al verte caer, pero entonces se levantaron a la vez Dumbledore y el profesor Snape y no se qué hechizo le echaron al suelo que se volvió blando, como una colchoneta..
-Si, eso...y entonces caiste en ella.
-Aunque tambien debio de ser doloroso...
-Creiamos que stabas muerto...
-¡Mi pobre Draco!- pansy se le agarró al cuello. Draco se la despegó. Quería saber qué había pasado con Potter cuando él caía.
-¿Y Potter¿Qué hizo?
-Nada. Se quedó en el cielo, quieto.
-¿Y después?
-Hay, Draquito ¿y qué mas da? Has ganado, eso es lo importante. Ya no te acosará más...
Draco se recostó en la silla con la mirada preocupada aun fija en la mesa de los griffindor. El retso de la comida la pasó sin oir a sus amigos ni a Pansy, que no le soltaba.
Estaba seguro que había pasaod algo con Potter. Y quería saber qué era. Además, tenía que star seguro de que respetaría su promesa.
Llovía de nuevo.
Draco odiaba la lluvia.
Odiaba mojarse.
Pero no tenía elección.
Estaba buscando al estúpido griffindor, que estaba con sus dos estúpidos amigos, que estaban con el estúpido semigigante, en su estúpida semicabaña...
Y llovía.
Y era de noche.
¿Por qué estaba haciendo esto?
Podría haberle buscado antes, en las clases, en la tarde...pero el maldito cara rajada no había a parecido en todo el día. Nadie sabía nada de él. Y cuando, furioso ya iba a su sala común a acostarse, le habían dicho que habían visto al griffindor salir con sus amigos a la cabaña del guardabosques.
Y allí estaba.
Completamente empapado.
Congelado hasta los huesos.
Furioso.
De pie, ante la puerta de la cabaña iluminada, escucahndo los ladridos del jodido chucho "Colmillo".
Llamó.
Y volvió a llamar.
Al final, se abrió la puerta.
El semigigante le miraba con odio.
-¿Qué haces aquí, Malfoy¿No deberías estar en tu sala común a estas horas?
-Quiero hablar con Potter.
Hagrid lo miró con sorpresa, pero no se movió de la puerta, ocultando su interior.
-¿Y qué te hace pensar que está aquí?
-Lo han visto Granger y Weasley.
-Vuelve a tu sala común, Malfoy.
Y le cerró la puerta en las narices.
Draco explotó.
No sólo estaba mojado y congelado, sino que además no se le permitía la entrada a un lugar, es más, le estaban echando sin el menor reparo y dándole órdenes. ¡Un estúpido gigante!No, ni eso¡un semigigante!
Draco aporreó la puerta d enuevo con más insistencia, pegó patadas, se dio con ella...
Al final la puerta se volvió a abrir.
Draco estaba preparado para enfrentarse a lo que fuera, aún cuando ese lo que fuera tuviese barab y midiera lo que mide un semigigante furioso...pero para lo que no estaba preparado era ...
...Harry le miraba desde la puerta.
La mirada del moreno era la mirada más triste que Draco hubiese visto nunca. Su cara estaba roja de llorar, sus labios hinchados...unas ojeras hacían mñas grandes sus gafas...
Draco tragó saliva.
Era la escena más triste que había visto nunca.
-¿Qué quieres?-susurró bajito el moreno.
Draco no podía hablar. Miró hacia los lados, movió la cabeza y luego volvió su vista hacia Harry de nuevo.
Este se había acercado un poco.
-¿Por qué, Draco?- el rubio le miró sorprendido.-¿Por qué te tiraste de esa forma?- Harry estaba llorando de nuevo. Sus labios y sus palabras temblaban.- ¿Tanto me odias que prefieres...morir antes que estar conmigo¿Tanto...me desprecias?- Draco no sabía qué decir. Él ni siquiera había pensado...- ¿Por qué me odias tanto¿Por qué¿Qué te he hecho yo para que me odies así?- Harry estab gritando .- Pero ya no importa...tú cogiste la snitch. Ganaste, Draco. Si. Has ganado, malfoy. Espero que estés contento. Yo...ya no te molestaré más...- y se dirigió al interiro d ela cabaña. pero antes de cerrar la puerta, miró una última vez a Draco, con lágrimas aún en sus mejillas.- Yo...lo único que quería era que fuésemos amigos...
Y cerró.
Draco permaneció de pie bajo la lluvia. Después, poco a poco, desandó el camino hacia Hogwarts.
iba despacio, con las manos en los bolsillos. Ya no le importara que lloviese. No le importaba el frío.
Cuando Draco llegó al gran comedor no había nadie. Estab solitario y desolado, como él.
Se sentía mal, se sentía solo. pero, por encima de todo, sentía haber hecho daño a Harry.
¿Por qué estaba así ahora?
Antes no se hubiese preocupado lo más mínimo de el griffindor, es más, le hubiese alegrado, se habría mofado de él...pero ahora...
Tal vez habían sido las lágrimas.
Tal vez se debía a su expresión de alma rota.
No.
Habían sido sus palabras.
Amigos.
Camino de las mazmorras se encontró con el profesor Snape. Éste le preguntó si había visto a Potter y qué había pasado. Draco le aseguró que el efecto d ela poción se disiparía pronto...
-¿Y eso?
Draco bajó la mirada y siguió su camino.
-Le he roto el corazón.- dijo sin mirra al profesor.
No oyó a Snape, estaba en silencio. Pero prefirió no saber lo que pensaba.
Cuando llegó a su sala común, fue directamente a su dormitorio, se desnudó y se secó un pco el pelo con una toalla. Después se metió tal cual en la cama y se durmió.
Hacía frío.
Los dias pasaron y la actitud del griffindor estaba clara. No comía bien, no hablaba, no se movía. Se psaba la mitad del día en la enfermería o con sus amigos, que intentaban consolarle lo mejor que podían. Pero Harry no parecía mejorar.
Lloraba.
Siempre estaba llorando.
Lloraba de dolor.
Era un dolor insoportable.
Más que cuando echaba de menos a sus padres.
Más que cuando murió Sirius.
Este dolor le llegaba del alma, del corazón.
Y así, poco apoco, fue faltando a las clases. Hasta que llegó un dia en el que no fue a ninguna.
Draco removía el caldero de pociones, desconcentrado. hacía mucho que no veía a Potter.
Granger apareció en l apuerta y se dirigió al profesor Snape. Estaba disculpando a Harry porque estaba indispuetso y no podría asistir a clase. El profesor asintió sin comentario alguno. Ya sabía que esto iba a ocurrir.
Draco había dejado de remover y miraba a Hermione. Cuando esta pasó por su lado se detuvo un momento y le miró a los ojos.
-Espero que estés contento, Drakon.- dijo fulminándolo con la mirada. Y se fue d ela clase para ir a ver a Harry.
Draco estaba estupefacto y todos le miraban. Granger acababa de llamarle "Serpiente" despectivamente y usando su nombre en griego, el idoma del que provenía la palabra. Y Draco no había respondido.
A estas alturas todo el mundo sabía lo que pasaba. Así que nadie hizo comentarios. pero Draco se sentía muy pero que muy mal. Así que acabó su poción y se fue de la clase sin mirar atrás.
Estaba delante de la enfermería. Cuando entró, unos gritos desgarradores llegaron a sus oídos.
Avanzó un poco y cerró la puerta.
La señora Pompfrey, Hermione y Ron estaban rodeando una cama.
Harry etsaba en ella.
Por Merlín.
Estaba demacrado completamente.
Esquelético.
Con unas ojeras terribles.
¿Era este el precio a pagar si alguien te rechazaba?
¿Era este el dolor del amor?
Sus pensamientos se detuvieron cuando la señora Pompfrey intantaba dar de comer a harry con una poción. Hermione y Ron lo sujetaban. pero el chico no abría la boca.
-Harry, por favor.- Hermione lloraba de impotencia. Ron se mordía la mandíbula.
-Señor Potter, debe comer o morirá.Vamos, abra la boca.
Al final lograron que comiera. Pero vomitó todo después. Desistieron.
Draco había salido de la enfermería al ver la espantosa escena. Sus tripas estaban revueltas.
No soportaba ver a Harry así.
Se sentó en el suelo.
Quince minutos después Hermione y Ron lo encontraron en la misma posición. En el pasillo, sentado contra la pared con los brazos rodeando sus rodillas. La cabeza escondida entre ellas.
-¿Malfoy¿Qué haces aquí?
Granger se agachó indecisa a su lado. Se había limpiado las lágrimas.
Draco no respondió.
Hermione miró a Ron. Éste dudaba si pegar a Malfoy o insultarle. Al final optó por callarse y quedarse quieto.
-...Draco...- La chica le tocó el hombro. El rubio tembló violentamente. Poco a poco fue levantando la cabeza.
Por las miradas sorprendidas de los otros dos, seguramente había llorado sin darse cuenta. Se limpió inmediatamente la cara. Se puso de pie con rapidez y se dio la vualta echando a andar por el pasillo.
Hermione salió detrás de él y le cogió de la túnica, encarándolo.
-Lo has visto¿verdad?
Dracos e enfrentó a los ojos de la chica. Y asintió mientras su estómago se volvía a contraer al recordar a Harry.
Hermione lo miraba asintiendo igualmente.
-Esto es lo que has conseguido Draco. Harry está así por tu culpa...
-Cállate Granger.
-¡Cállate tú!-le espetó Ron.
-Malfoy. Mírame.- Draco miró de nuevo a la chica.-Sé que nos odias a Harry y a nosotros y que le odiabas aún más cuando empezó lo de la poción...pero ya le has visto, Draco. Está destrozándolo...
-Yo no tengo la culpa. Ellos hicieron mal la poción.
-Tú se la diste a beber.
-...qué me estás insinuando Granger...
- Aunque odies a Harry...él...ya le oiste en la cabaña¿no?
Maldición. Cierto. Ellos también estaban allí.
- Y...-continuó Hermione- tú no quieres que Harry se destruya ¿no?
-Potter no se va a morir...¿no?
-No. Eso sería un alivio. Harry no se morirá. Simplemente quedará a un despojo humano, como un vegetal...bueno, es decir, como a alguien a uqien un dementro ha dado el beso de la muerte¿me entiendes? Así se quedará...
Draco recordó a Harry en la habitación.
Era horrible.
Draco cerró los ojos y se masajeó las sienes.
-¿Y qué pretendes que haga yo, Granger?
Hermione le miró, ya soltando su capa.
Ron le miró también, en silencio.
Draco miró a los dos, sin comprender.
Entonces se hizo la luz en su cerebro.
-No.-dijo negando.- ¿Con ese...esa cosa de ahí?-señaló la enfermería.-Es...es como...tu lo has dicho, un despojo, yo no...me da asco con solo mirarlo, ni siquiera pienso tocarle. NO, Granger.
-Ese despojo está así por tu culpa Malfoy. En el último momento decidió sufrir él en vez de hacerte sufrir a ti...y podía no haberlo hecho. La promesa que le hicistes podría haberla roto en cualquier momento, pero decidió no hacerlo...aunque esté bajo los efectos de una poción, sigue siendo Harry...
Draco se mordió el labio y al final se fue corriendo, sin responder.
Ya lo sabía.
Sabía que era Harry y que una vez más volvía a ser SanPotter.
"Prefirió sufrir él que hacerte sufrir a ti"
¡Joder!
¡JODER!
KAWORU
