Draco estaba sentado en uno de los sillones de la sala común.
Leía.
Pero la verdad era que aparentaba leer.
No podía quitarse a Potter de la cabeza.
¿Por qué pensaba tanto en él?
Se lo había tirado, le había salvado de morir de dolor y los efectos de la poción habían desaparecido. Punto. Se acabó. Todo debería volver a la normalidad. Las mismas peleas. Los mismos insultos…aunque un poco más fuertes por su parte, si….
Sin embargo nada de eso ocurría
Sencillamente, no ocurría absolutamente nada.
Harry se limitaba a ignorarlo.
La mayoría de la gente tenía puntos débiles. Esos puntos normalmente se pinchaban cuando los insultabas o los agredías. Eso era lo que solía hacer Draco, o lo que hacían Crabbe y Goyle. Pero el punto débil de Draco no era el dolor. No le importaba si le insultaban o le pegaban, al menos no del todo. Lo que más le sacaba de quicio era que lo ignoraran.
No podía soportarlo.
Pero tampoco podía acercarse de nuevo, sin más, al Gryffindor y volver a las andadas….simplemente…le daba vergüenza. No podía. ¿Por qué¿Acaso era culpa suya?...bueno, técnicamente sí…
En fin. Sabía que tenía que hacer algo. Tenía que mantener su reputación.
El orgullo Malfoy por encima de todo. ¿No era eso?
Se había tragado su orgullo al pedir disculpas a Potter, aquella noche. Y todavía no sabía por qué había hecho tal cosa. Pero entonces, una vez más, el espléndido-chico-nunca-me-haré-amigo-de-un-Malfoy había vuelto a rechazarle. Vale, esta vez con razón…le había hecho daño.
Pero aún así…
- ¿Qué pasa Draco¿Otra vez cavilando?
Blaise lo despertó de su ensimismamiento.
- Mh…hola. No…estaba leyendo esto…
- Ya. Boca abajo.
Draco miró su libro. Estaba al revés.
"Seré idiota…"
- Oye Draco…- su compañero se sentó junto a él, cerca de su oído.- ¿De verdad te tiraste a Potter?
Draco se puso pálido. Esa era la pregunta que había estado evitando todo el día. Seguro que todo Slytherin estaba deseando preguntarlo, pero al final le había tocado a Blaise. En fin, tampoco podía mentirle.
- Sí.
Blaise le miró boquiabierto. Después su boca sonrió y empezó a sonreír. Al final soltó una carcajada y se volvió para hacer una seña a los demás, de asentimiento.
"Lo suponía, estábais esperando el momento…"
En cuestión de segundos todos sus compañeros le rodeaban acosándole a preguntas sobre cómo había conseguido engatusar a Potter, qué cara había puesto, que si era un estúpido, que…..bla, bla, bla…
Draco se limitó a volver a su máscara de cinismo y superioridad. Volvía a ser EL Slytherin que todos admiraban…. Suponía.
Harry miraba pensativo por la ventana cómo caían las gotas de lluvia.
Todos en la sala de Gryffindor lo miraban con preocupación. Pero nadie se atrevía a decir nada. Seguramente si los gemelos Weasley aún estuvieran allí, habrían ido derechitos a zurrar a Malfoy. Pero no estaban. Y Harry tampoco quería más líos….¿o sí?
Ron y Hermione se le acercaron. Harry cerró los ojos con desesperación. Lo único que quería era estar solo…un ratito…nada más….para pensar en lo que era ahora…posiblemente el único chico-no-virgen-violado-por-un-hijo-de-mortífago en todo Hogwarts. No deseaba compartir eso con nadie, menos con sus amigos. Pero sabía que no le dejarían en paz. Así que abrió los ojos y se encontró con las amistosas miradas de sus amigos.
- Harry…¿quieres dar una vuelta?- aventuró Hermione sonriente.
Harry declinó la oferta.
- No. Seguramente estará pavoneándose por los pasillos delante de toda la gente….y no me apetece ser su mono de feria….
Ron y Hermione se miraron.
- Ah…bueno, es que nosotros…- Ron miró a su amiga.
- Si, nosotros no pensábamos….
- ¿Qué lo admitiría tan pronto?- Harry les miró cansado.- Vamos. Me ha violado Malfoy, está en boca de todos. Negarlo es una estupidez. Pero tampoco voy a darle el gusto de creer que me siento dolido.
Pasaron el resto del día en la sala común. Era un sábado. Y por la noche, al final, Harry decidió bajar al Gran Comedor.
Ron, Hermione y Harry iban por el pasillo de Gryffindor. Tenían hambre y esperaran que la cena fuese espléndida, ideal para un sábado…aunque nunca habían comido mal en Hogwarts…por su parte lo que harry esperaba era que se obrase un milagro y no tuviera que ver al maldito Slytherin.
Draco, Blaise y Pansy iban en grupo hacia el Gran Comedor. Los seguía la tribu de Slytherins. Tanto estos como Blaise y Pansy estaban deseando ver a Potter para reírse de él. Draco por su parte no sabía qué era lo que quería hacer….si deseaba ver al Gryffindor o no verle…
Y ocurrió lo inevitable.
Ron, Hermione y Harry doblaron la esquina y entraron al Gran Comedor.
Pansy, Blaise y Draco doblaron la esquina y entraron en el Gran Comedor.
Ron y Hermione se detuvieron bruscamente al ver a los Slytherins, como si se tratara de serpientes venenosas.
Blaise, Pansy y los demás Slytherins frenaron en seco al ver a los Gryffindor. En especial al moreno.
Draco y Harry, cada uno en sus pensamientos, chocaron entre ellos.
Y se hizo el silencio.
Sentados en el suelo, levantaron ambos las cabezas, furiosos, preparados para chillar al que se les había echado encima.
Cuando se vieron, todo lo que iban a decir, murió en sus labios.
Harry miró a Draco. El rubio podía decirle cualquier cosa en ese momento. Podía pisarle y dejarle en ridículo delante de todos. Ahora Harry era vulnerable.
"Merlín…no estoy preparado. No debía haber bajado. Mierda. ¿Por qué tengo miedo de lo que vaya a decir este imbécil ahora?...porque…ya me ha hecho daño…o…porque …no lo sé…"
Draco miró a Harry. El moreno debía seguir furioso con él. Seguro que había trazado un plan para vengarse o algo peor. Alomejor se le abalanzaba encima y le pegaba una paliza….
"Y si lo hace….se que me voy a dejar…Merlín, se perfectamente que no opondré resistencia. Me lo merzco…¿Pero qué estoy diciendo! Debería estar insultando a Potter y a esos dos y lo único que pienso es qué me hará el cararajada…tengo miedo de lo que haga, de su reacción….se que me afectará demasiado….y no podré mantener mi máscara durante más tiempo….¿qué me está pasando?"
Y Merlín debió escucharles, bueno, Merlín o su primo más cercano, en este caso, Dumbledore.
- ¡Señor Potter, Señor Malfoy, levántense del suelo¡Y vengan de inmediato a mi despacho!
Draco y Harry suspiraron de alivio sin que nadie los oyera y obedecieron, dejando a tras a sus respectivos compañeros.
