CAPITULO 6
TU CUERPO
Subió con ella en los fuertes brazos, sus palabras resonaban en la mente de Candice quien ahora lo único que deseaba era no estar sin el…se abrazó fuertemente hundiendo su nariz en su cuello aspirando su aroma.
Llegaron a una puerta donde ella sabía que dejaría de ser la vieja Candice para convertirse en una nueva a la que le latía el corazón.
No miro con atención solo escucho la respiración acelerada de William, hasta que le deposito en el suelo y sin prisa le beso lentamente, disfrutando de su labio inferior mordiéndole suavemente mientras sus manos buscaban el cierre de su vestido.
Lo bajo con lentitud mientras ella solo se dejaba envolver por sus manos, la despojo pronto del mismo cayendo en el suelo y al poco tiempo estaba recostada en la cama…el miraba con atención la pálida piel de su novia.
Su ropa interior en color celeste le hicieron recordar quien era ella en su vida, quien era ella para él y recordar lo más importante…ella le entregaría su pureza…deseaba aullar del placer efímero que esto le provocaba.
Con torpeza se desvistió mientras que su mano más experta con cuidado comenzaba acariciar con insistencia su pecho cubierto que a los segundos logro quedara desnudo a su mirada voraz y disfrutando del suave color rosado que con algo de prisa se llevó a la boca logrando que ese beso ella gimiera un poco.
Candice sintió la húmeda boca de William contra su pezón, era una caricia suave pero al mismo tiempo cálida y que la hacía desear más…le miro en la penumbra de la noche como si deseara beber de ella.
Sus manos pronto le quitaron el sostén y se apoderaron de sus pechos que parecían bastante susceptibles para ella…-dios.-dijo quedamente disfrutando de la sensación que le estaba ocasionando el rubio y pronto sus labios se apoderaron de su boca.
Ese beso era mucho más demandante, más profundo, más fuerte y más placentero…se contrajo con sorpresa sintiendo como los dedos de William acariciaban sobre la tela de su panti, esa sensación de humedad le hizo sentir pena.
Pero pronto lo olvido…William deseaba conocer cada parte de ella, recorrer cada centímetro de su piel y besar todos los puntos que le hicieran gemir su nombre en su oído…pronto sintió la humedad en sus dedos.
Esto le hizo sentir algo cálido en su pecho y su orgullo renació, sabía que era por el…solo para el…la llenaría toda de su presencia.
Candice sintió pronto su boca bajaba por su cuello con besos húmedos, su lengua recorría su cuello…la deslizo una vez más por sus pechos hasta llegar a su ombligo y ella se contrajo con sorpresa mirándola risa perversa que le regalo cuando sin esperarlo su lengua se deslizo por su centro sobre la ya mojada prenda que le cubría de la desnudez.
Ella se apoyó rápidamente en sus codos por la sensación que le envió un latigazo de placer por su columna…lo hizo una vez más y ella gimió…por tercer vez y ella cerro los ojos haciendo su cabeza hacia atrás.
Sus manos se hundieron en el colchón cuando el simplemente le pidió permiso para al fin desnudarla, ella era como masa grácil que se dejó moldear y pronto aquella desnudez obtuvo un placer que jamás pensó vivir.
William miraba con atención su tersa y blanca piel, conocía ahora su aroma descubría su sabor vibrante que guardaba para el…sin mucha prisa deslizo su lengua por su centro nuevamente lentamente por un poco de tiempo.
Bebía de su sabor mientras ella gemía hondamente su nombre, sintió como una mano descarada de Candice se aferraba a su cabello y esto le hizo sentir el hombre más feliz…porque sabía que lo estaba haciendo bien.
Pronto el descarado fue el cuándo sus grandes manos le tomaron para alzarle de tal manera que pudiera hundir su lengua en ella y poco a poco la sintió temblar…Candice estaba perdida en un éxtasis pero pronto sintió como algo se contraía en su cuerpo, pero al mismo tiempo que deseaba salir…pero al mismo tiempo no y sintió como él se quitó para después succionar con fuerza.
Era tan bella sobre su desnudez, tan dispuesta para él y tan suya como lo había decidido cuando le conoció…era tan hermosa como la misma luna llena, pero tan brillante como una estrella en el infinito.
Estrellas que Candice sentía podía tocar cuando rápidamente apretó sus piernas para sentir algo que jamás experimento antes…se retorció con necesidad y cuando la presión fue tan fuerte…lo sintió…sintió como si se elevare en una nube para tocar las estrellas con sus manos.
William se excito al verla gimiendo tan alto, temblando por él y para el…pero quería mas de ella y quería más de su sabor en su boca…estaba condenadamente mojada.
Su Candice.-Te amo.-le dijo al oído mientras ella aun con los ojos cerrados, con el corazón regresando a la calma le escuchaba lentamente…pronto sintió como el miembro erecto de su novio rozaba con insistencia su centro.
Había llegado ese momento donde serían uno solo y ella totalmente relajada confió en el…sintió como poco a poco entraba en ella…gimió con un poco de dolor sintiendo como el salía una vez más para tratar de nuevo.
A pesar de que estaba húmeda y relajada era demasiado estrecha, sudo con ansiedad el rubio porque no deseaba lastimarle…pero no podía parar.-Lo siento princesa, pero lo haré lo más lento posible.
Candice con los ojos abiertos asintió y los cerro una vez más para sentirle entrar lentamente, paso saliva, sus piernas temblaron cuando el tamaño de William le dolía y sin más gimió de un dolor extraño.
El rubio cerro los ojos, en ese momento él sabía que existía dios…la escucho quejarse pero se prometió cubrirle con su amor y se movió una vez más ante el gemido de dolor, pero no podría detenerse ahora le tocaba.
Los movimientos no cesaron, al contrario el rubio comenzó a moverse con rapidez en ella…sus manos pronto le acomodaron del tierno trasero a su manera, para su goce y esto fue lo más maravilloso del mundo.
William lo entendió todo de pronto, deseaba toda una vida con ella…deseaba su aroma en la almohada, escuchar su voz por la mañana, su compañía por la noche y en un futuro una familia con ella…porque la amaba…así la quería para él.
Se dio el lujo de disfrutar todo…de tomar, besar, succionar, marcar…sintió como ella le apretaba fuertemente se acomodó desnudo entre sus piernas para susurrarle palabras dulces a su oído y ella se abrazaba a él con fuerza.
Poco a poco esa sensación regresaba una vez más, Candice no sabía que pasaba pero era otra vez esa sensación que le botaba de la realidad a un mundo de fantasía y sin aguantarse un segundo más cerro los ojos con fuerza mientras el rubio besaba sus labios.
La sintió contraerse otra vez, acallo sus alaridos de placer con sus besos y sello su vida con la de ella…sin que Candice lo supiera y así sin más se siguió de largo al fin liberándose de todos esos deseos que tuvo desde la primera vez que le vio.
Salió de ella quitándose el preservativo y recostándose a un lado para poder respirar hondamente, sintió como la rubia comenzaba a relajarse a un mas, ahora tenía su aroma por toda la piel y sonrió satisfecho, feliz y enamorado…cerro los ojos quedándose dormido.
La rubia se relajó pero no se durmió, se levantó de la cama desnuda tratando de no hacer mucho ruido y camino sigilosa a un puerta que estaba al costado de la habitación para su fortuna si era el baño.
Abrió la puerta y la cerro con cuidado encendiendo la luz, aquello no le sorprendió en lo absoluto estaba todo en perfecto orden…se miró al espejo, tenía marcas por el cuerpo y le dolían algunas partes de su anatomía…especialmente una.
Ahora era una mujer, atrás dejo a la niña…ahora todo era diferente, se acomodó el cabello lo mejor que pudo pero necesitaba ducharse.
William escucho la regadera y se asustó un poco, extendió el brazo para darse cuenta de que Candice no estaba a su lado…se tallo los ojos, se sentó al borde de la cama y encendió la lámpara.
Miro la ropa regada en el suelo y suspiro…una sonrisa se fue formando en su cara porque el había deseado ese momento con mucha pasión...él era el destino de Candice Adams.
Se levantó desnudo para entrar al baño y la rubia le miro con sorpresa, trato de taparse como pudo esto le causo ternura…era tan perfecta que lo que hiciera era como mirar a un ángel.-Ahora eres mía.
La rubia trago en seco nerviosa mirándole desnudo caminar hacia ella…pero tenía que confiar en por qué ahora eran una pareja normal…el muy considera le ayudo a ducharse sin buscar nada más.
Candice estaba soñada de verle ser tan afable con ella y como buscaba su bienestar…sonriente se sintió agradecida con dios por haberle guiado hacia este hombre a quien quería cada día más.
¿Quieres algo antes de irnos?-le pregunto William a la rubia.
No gracias.-contesto con pena mirando su reloj que marcaba las once la noche mientras encendía los datos llegándole mensajes de su mamá a quien le dijo que saldría con su novio.
¿Quién es?-le pregunto el rubio.
Es mi mamá para preguntarme si me llevaras a casa.-contesto ella sonriente mientras escribía.-Ya le dije que sí.
Bueno vámonos antes de que se haga más tarde.-ella asintió mientras el rubio le abrazaba y ella solo se dejaba envolver en sus fuertes brazos, aspiro su aroma y se sintió en paz.-Gracias por esta noche, significa mucho para mí.
Para mi también.-contesto ella, la rubia sentía que flotaba en una nube y bueno el silencio cómodo les acompaño hacia su camino después de veinte minutos llegaron a la casa de la rubia despidiéndose con un beso en los labios.
Candice entro a su casa y se acostó en su cama, se sintió dichosa de lo que había pasado pero además de eso no se arrepentía de nada…porque amaba a William Andrew.
El rubio subió casi corriendo a su habitación mirando la cama desecha y sonriente se recostó donde ella había estado, el aroma a su perfume a un estaba en esa cama…entonces ahora solo esperaría un tiempo para hacer las cosas bien.
Hacía mucho que no teníamos tiempo para conversar, pero dime ¡como es trabajar con Sebastián?-pregunto Meg entusiasmada mientras el mesero les llevaba sus bebidas.
Gracias.-dijo Candice.-Ha sido una experiencia muy agradable y él es una persona que te enseña.
Que maravilloso, la verdad es que has tenido muchísima suerte y tu vida ha cambiado para bien.-comento Meg.
De verdad lo ves así.-la castaña asintió.
Te ves radiante, estas preciosa, tienes en puerta una oferta laboral y súmale que estas de novia de un tipo guapísimo.-
William es grandioso, me trata como a una reina pero siéndote honesta amiga.-Meg le miro con atención.-No sé si yo esté a su altura.
¿De qué hablas?-
Pues yo seré recién egresada y él es presidente o director de una empresa, no sé qué pensar.-comento la rubia con un dejo de tristeza mientras tomaba su taza para beber un sorbo de capuchino.
No pienses tanto, él es afortunado en tenerte Candice.-contesto la castaña.-Eres preciosa, una gran persona y súper joven…súmale que mi amiga es una modelo de comerciales…nada más ni nada menos que la chica del bikini rojo.
Ambas comenzaron a reír.-Sabes te echare de menos, me harás mucha falta y aun no puedo hacerme a la idea que te vas a San Francisco.
Tampoco yo me hago a la idea, pero es una buena oportunidad de trabajo para mí y bueno para Steven quien ya está allá.-
Amiga, te extrañare demasiado.-se tomaron de las manos.
Si te casas me tienes que invitar, yo seré tu fotógrafa de cabecera por favor.-la rubia rio mientras asentía.
A los pocos minutos para sorpresa de ellas Archivald entraba a la cafetería con una chica cabello rubio bastante bonita, trataron de no mirarles como si fueran invisibles pero era algo inevitable…el castaño las noto enseguida, pero también no deseaba ser inoportuno.
Candice se concentró en la plática con su amiga, pero fue inevitable recordar cosas que había vivido con el castaño, no le ocasionaba nada en lo particular ni siquiera incomodidad…pero extrañaba un poco la amistad que habían tenido en su momento.
No podría negar que William y Archivald era muy diferentes; el rubio era un empresario siempre lleno de obligaciones y todo lo hacía con formalidad excesiva…mientras que el castaño fluía por la vida como el viento, natural, libre, relajado…William era perfección.
Déjame ir al baño y nos vamos, ¿te parece?.-dijo Meg mientras la rubia sentía y pedía de una vez la cuenta.
Candice miraba los mensajes de su novio acerca de una campaña de zapatos.-Hola.-esa voz le hizo girar la vista, era él.
Hola.-Contesto la rubia con un poco de sorpresa, pues su trato era nulo en clases porque no deseaban incomodarse.-¿Quieres sentarte?-
No, yo solo quiero decirte que mi madre me dijo que te mandaba felicitaciones por la graduación y que te desea éxito.-
Muchas gracias, ¿Cómo están ellos?-
Todo marcha como siempre.-se quedaron en silencio unos segundos.-Bueno pues yo me mudare el siguiente mes a Nueva York, al fin tengo un lugar para montar un taller junto a mi padre y una galería.
La rubia sintió mucho alegría por él, esos habían sido sus sueños aunque a un principio pensaron hacerlo juntos y bueno sus opciones eran tres…Francia, Italia y Nueva York.-Me da mucho gusto porque cumplas tus sueños, felicidades Archie tienes mucho talento.
Gracias, tu también tienes un talento innato supe que trabajaste con Sebastián.-soltó el, ambos admiraban su trabajo.
Si, la verdad es que es un excelente maestro…cada que viene aprendo mucho.-contesto la rubia mientras Meg se acercaba y saludaba al castaño.
Que hay francés.-
Nada, bueno me marcho y felicitaciones por la próxima graduación…éxito Megan en tu nuevo trabajo en San Francisco.
Gracias colega, supe que te vas.-el asintió.-Pues éxito para ti también.
Suerte Archivald y dale cariños de mi parte a tus padres.-el solo le sonrió saliendo de ahí.
¿Estás bien?-
Si, vámonos.-el mesero llego con la cuenta mientras ellas pagaron y se marcharon.
Candice se miró al espejo una vez más, se sentía muy bien con ese vestido y aunque solo fuera el acto académico deseaba verse bonita para su novio…el vestido era con cuello Halter que definía su cuello largo en color azul cielo como los ojos del rubio encima de su rodilla.
Se sentía sofisticada y atractiva.-Por dios hija, te ves hermosa.
Gracias mamá, pero hay que apurarnos para no llegar tarde.-comento ella sonriente.
Vamos que se hace tarde, por cierto ya llego tu novio espera abajo.-Candice asintió, sus padres se adelantaron mientras William esperaba en la puerta de la modesta casa.
Nos vemos allá entonces hijo.-le sonrió amable Lauren mientras el asentía, la relación que tenía con la familia de su novia era cordial.
Miro con atención las fotografías de la pared donde aparecía el junto con Stear y otros compañeros, los tacones resonando en el suelo captando su atención de inmediato.
Sintió como el aire le abandonaba y sonriente le extendió la mano a tan hermosa aparición.- ¿Te gusta?-
Te ves preciosa Candice, me encanta como luces y quisiera demostrarte lo feliz que me hace verte así.-se inclinó un poco para besarla en los labios y ella solo cerraba los ojos, apretándose fuertemente contra ella.
Se separaron mientras se miraban con intensidad, desde que habían hecho el amor por primera vez todo era más íntimo…más cálido…los besos eran más largos…él deseaba casi todo el tiempo estar con ella, pero había decidido que fuera hasta la graduación que pudieran estar juntos.
Vámonos que se hace tarde.-le dijo el rubio mientras asentía, adoraba lo rizos perfectamente acomodados de lado con ese prendedor, salieron tomados de la mano hacia la camioneta y el caballerosamente tomo la toga con el birrete.
Llegaron tiempo después y le ayudo a colocársela, sentía alegría verle así ahora si sería una profesionista…se recibiría con altas calificaciones.
El rubio giro su vista y se encontró con alguien que le miraba sin expresión alguna…Archivald…se miraron por algunos segundos, aborrecía al tipo pero agradecía lo que había hecho porque ahora él estaba con Candice.
¿Cómo luzco?-dijo la voz suave de su novia.
Luces preciosa.-le contesto inclinándose a besarla mientras le abrazaba profundizando el beso cosa que ella adoro y claro que cierto castaño presencio a lo lejos…pareciera que él estuviera marcando territorio, pero prefirió ignorar la situación porque pese a que ya no eran novios aun quería a Candice.
Vamos.-caminaron tomados de la mano hasta que la rubia tuvo que seguir a su lugar con los demás estudiantes.
Pensé que no llegabas.-le recrimino Stear.
Pensé que vendrías con Patricia.-el castaño carraspeo porque era un secreto que él tenía un romance y pues solo deseaba se consolidara más la situación.
Que tanto se cuchichean ustedes dos.-les riño Lauren mientras los adultos solo guardaban silencio mirando hacia donde estaba la rubia con sus compañeros.
Después de algunas palabras del director comenzó a llamar a cada uno de los estudiantes, hasta que fue el turno de Candice y su familia le aplaudió con fuerza…William sonriente hizo lo mismo, quien diría que aquel sueño de tenerla ahora se le había cumplido y verla convertirse de niña a mujer le llenaba el alma.
Verla así de feliz, cumplir su sueño de graduarse como fotógrafa rodeada de su familia y a su lado era para grabar ese instante en su memoria…después de un discurso inspirador de un chico miraba a todos arrojar su birrete al cielo, como alguna vez lo hizo el.
Pronto las fotografías del recuerdo no se hicieron esperar, compañeros, profesores y amigos…-Sonrían chicos.-dijo contenta la madre de Megan quien tomo varias instantáneas.
Nos graduamos amiga.-dijo feliz la castaña abrazada de la rubia.
Félicitations aux diplômés.-sonó la voz de Actúan el padre del castaño.
Merci.-contesto Candice sonriente a quien alguna vez considero como su familia.-Me da un gusto verles.
A mi también hija.-comento Amelie la madre del castaño se acercó para abrazarla.-Ha sido un gusto conocerte y sé que tal vez las cosas serán diferentes ahora, pero el tiempo que compartiste con nosotros ha sido atesorable…te deseo un futuro prometedor y vuela tan alto como siempre deseaste.
Muchas gracias Amelie, no sabe lo importante que son sus palabras para mi.-respondió con cariño la rubia mientras se daban un abrazo.
Cuenta conmigo para cualquier cosa.-respondió la elegante mujer ante la mirada inquisitiva a la distancia de William Andrew quien no perdió detalle de todo ese momento y que para su sorpresa recibió la misma mirada de Amelie quien asintió con su cabeza como un saludo.
Esa mujer le causaba un poco de temor, le inspiraba una desconfianza y ponía todo sus sistemas en alerta…algo había que no les permitía tenerse un poco de agrado…el asintió con la cabeza el mismo saludo.
Mademoiselle, un honneur de vous rencontrer.-dijo galante Antuan como cualquier francés.-Si alguna vez requiere matar a alguien, cuente conmigo como un serviteur fidèle.
Merci Monseiur Antuan.-él sonrió encantado.- Tes cours de français vont me manquer.
Igual yo.-se miraron contentos.-Deberían de tomarse una foto.
Si claro, ven Megan.-Archie sea acerco y esto puso de punta los pelos de William quien inquieto comenzó a caminar de manera automática hacia la rubia, pero fue inevitable al final Amelie pudo tomar la foto que deseaba de ellos dos solos.
El abrazo de Archie le trajo a la memoria cosas bonitas que vivieron juntos y su despedida se sintió de pronto pesada…- Prends soin de toi, n'oublie jamais à quel point tu es spécial pour moi.-cerro los ojos cuando el cálido beso toco su mejilla para solo verles irse tranquilamente entre la multitud.
Hija mía estoy feliz de verte graduarte, me siento tan orgullosa de ti.-dijo Lauren emocionada mientras se unían en un fuerte abrazo.
Gracias mama.-contesto la rubia mientras se limpiaba un par de lágrimas.
Ahora me toca a mí, déjame felicitarte hija porque al fin tu esfuerzo ha dado frutos.-dijo emocionado Joseph abrazando a la rubia.
Gracias dada por apoyarme siempre.-se besaron la mejilla con gusto mientras que Cloe le abrazaba de imprevisto y Sait hacia lo mismo.
Stear espero para fundirse en un abrazo con su hermanita menor.-Felicidades hermanita, bienvenida al mundo de los profesionistas.
Ella rio alegre.-Gracias Stear, ¿No invitaste a Paty.-le dijo a oído mientras el negó de inmediato.
Por ultimo no el menos importante William quien solo le abrazo para hablarle al oído.-Te amo mi hermosa princesa fotógrafa.
Gracias William.-se dieron un simple beso en los labios y se tomaron algunas fotografías, pronto la sonrisa de la rubia se volvió una simple mueca.
Marcus Adams junto con su esposa Susan se acercaron a los reunidos quienes les miraron con cordialidad…el hombre de cabellos rojos miro con desazón al hombre que sostenía la mano de su primogénita.
El rubio por su parte se quedó impávido, ese tipo además de poseer unos ojos demasiados verdes y ser como una galleta de chispa de chocolate con varias pecas en su rostro, no le agrado en lo absoluto…traía consigo un enorme ramo de flores blancas y se preguntó quién era.
Que gusto que pudieran venir.-dijo Lauren extendiendo la mano a su ex marido y ahora esposa.
Marcus, señora Susan.-saludo Joseph saludándoles con gusto mientras que Stear hacia lo mismo ya sin tanta presión.
Hija estoy muy orgulloso de que te gradúes.-soltó un poco nervioso mientras la rubia asentía acercándose a él con un poco de sigilo, la realidad es que se miraban en pocas ocasiones al año cuando mucho unas seis y su relación con Susan además de sus medios hermanos no era tan cercana.
Gracias papá, Susan gracias por venir.-también abrazo a la esposa de su padre quien le sonrió amablemente.
Me da gusto verte graduar con honores Candice, sé que te has esforzado mucho y me alegro tanto por ti.-la rubia estaba en verdad sorprendida por el más largo monologo que le había escuchado a la esposa de su padre.
Muchas gracias.-tomo su ramo de flores mientras era tiempo.-Papá quiero presentarles a mi novio William Andrew.
Es un placer conocerle…-dijo el rubio quien le daba un fuerte apretón de mano a Marcus quien lo miro con cara de pocos amigos y es que había algo que no le gusto de ese hombre.
Un gusto, me gustaría saber ¿Cuánto tiempo tienen saliendo?-
Cinco meses papá, te lo dije la última vez que hablamos.-respondió Candice mientras Susan le jalaba del brazo para que se relajara un poco.
Iremos a tomar algo para celebrar.-comento de inmediato Lauren para aminorar la incomodidad, el único que parecía disfrutar de esto era Stear quien tenía una gran sonrisa en su rostro pues el padre de Candice era un poco atlético y algo busca peleas.
Es usted mayor que Serena cierto.-soltó sin más Marcus mientras William asentía.
Si soy de la edad de Taiky su hermano mayor.-contesto el rubio seguro pero incomodo al mismo tiempo.
No es su hermano.-soltó ante la mirada de todos y es que a Marcus Adams jamás le importaba decir las cosas sin filtro.- Pero quiero que este enterado de que tal vez no consiento mucho su relación, sin embargo respeto las decisiones las toma mi hija pero eso no quiere decir que este ella sola.
Todos lo sabemos cariño.-dijo Susan mientras William muy intranquilo asintió, le gustaban los retos.
Bueno será mejor que le entregues el obsequio a Candice antes de irnos.-nuevamente soltó Susan haciendo que su esposo asintiera.-No es momento de hacerla sentir incomoda en su día especial.
Tienes razón mujer, hija estoy muy orgulloso de verte graduada espero que cumplas tus sueños y te realices como profesionista…que nada ni nadie te detenga.-William capto la indirecta completamente, solo atino a sonreír.
La rubia se unió en un abrazo con su padre y este le entrego una cajita envuelta.-Quiero que tengas esto hija.-comento el sonriente mientras acariciaba la mejilla de la rubia, los demás les dieron un poco de espacio para su momento.
No era necesario, pero me siento feliz de que vinieras en este día tan especial y más cuando sé que están ocupados.-
Sé que no soy el mejor padre del mundo, pero ten por seguro que estaré siempre para ti y no dudes en buscarme si algo malo pasara.-
Lo sé, papá.-Susan se unió en un abrazo con ella.
Cuídalo mucho por favor, que no se meta en tantos líos.-la mujer de cabello oscuro asintió.
Bueno nosotros tenemos que marcharnos, ha sido un gusto verles Joseph y quisiera hablar contigo un momento Lauren.-la madre de la rubia asintió.
Vayan yéndose a la camioneta en lo que hablo con Marcus.-su esposo asintió mientras comenzaban a caminar, William con el ramo de flores en mano le dio el brazo a su novia quien sonriente iba a su lado.
Susan dame un momento por favor.-ella solo obedeció adelantándose al carro.
¿Qué pasa Marcus?-pregunto Lauren.
Mujer, sé que no soy el mejor padre que quisieras tú para Candice o incluso yo mismo deseara…pero no me gusta ese hombre para mi hija.-dijo el con cara de preocupación.
Si algo sabia Lauren era que cuando Marcus decía algo era cierto…tenía aquello que llamaban lengua de profeta…pero a pesar de esto a ella le caía muy bien William.
En su momento creía que Archivald era como él, un poco despreocupado de la vida en general y por eso nunca termino por encantarle.
Mira no sé por qué lo dices, tal vez es la primera impresión que tienes de William y yo lo conozco de toda la vida es un buen chico.-
Dime algo, que reacción tuvo Stear cuando ellos comenzaron a salir.-Lauren se removió inquieta.-Se puso muy contento o creyó que no era lo correcto.-
La rubia se quedó callada por lo que asumió Marcus al instante que no todo está bien como su ex mujer creía.-Lo ves…solo quiero que estés al pendiente de ella es nuestra hija y yo quiero que sea feliz, eres una grandiosa madre…cuídala por mí.
Nunca ha sido diferente y lo sabes, siempre cuido de nuestra hija.-el asintió.
Cualquier cosa que suceda, avísame por favor.
Te lo prometo.-contesto Lauren.
Gracias.-contesto Marcus mirando con atención a esa mujer a la que tanto amo y que simplemente quedo en un pasado hacía más de veinte años, no podía negar que los años le sentaban bien…era hermosa como su hija.-Me marcho.
Que les vaya bien.-respondió Lauren mientras se daban un fuerte apretón de mano y esta se quedó pensando en eso que le había dicho su ex esposo.
Se fueron al restaurante a comer donde pasaron una tarde entretenida y después se marcharon a casa para que Candice pudiera ir a su baile de graduación que fue un éxito cerrando así Candice su ciclo escolar.
Esa noche lo pasó en los brazos de un William que le mantenía unida a su torso, estaban desnudos en la cama de la suite presidencial que el rento para la festiva ocasión.
Le había hecho el amor como quiso desde que la vio en las escaleras, beso cada parte de su cuerpo y le dijo palabras dulces todo el tiempo, recordó las palabras frías e hirientes de su padre…él no era nadie para quitarle a su novia.
Ahora era cuando más pensaba en el maravilloso futuro que tendrían juntos y en la maravillosa pareja que le demostraría a todos que el amor que se tenían podría con todo.
Así fue como el tiempo paso, Candice trabajaba bajo la batuta de Pauna y con el apoyo de Sebastián quien era su guía la mayor parte del tiempo.
Cosa que no agradaba tanto al rubio quien siempre miraba con recelo esa supuesta amistad, pues sabía que su novia era confiada…pero no media el peligro y ese extranjero era un ficha a la que tendría muy vigilada.
Habían cumplido ya un año juntos, pasado sus cumpleaños y navidades…la rubia sabia de la familia de su novio pero aun no tenía contacto directo con ellos, William le había dicho que no tenían nada de interesante.
Lo único que sabía es que William era el mayor, pero ahora entendía que era el mayor de los varones y en la línea sucesoria el tercero.
Sabía por Pauna que la madre de ellos era una mujer un poco entrometida y reñía constantemente con William por diferencias absurdas, pareciera que desde siempre tenían problemas por la manera tan indiferente de ser del rubio.
Candice sabía por Paty que la señora Christine era demasiado insistente en que el rubio debería de conseguirse una esposa para que le diera nietos siendo joven y esa disyuntiva les llevo a mantenerse distanciados un poco.
Conocía de la existencia de una hermana mayor que William llamada Elizabeth quien estaba casada hacía ya varios años y tenía dos hijos, pero solo eso. Además de que estaba Anthony el menor de los Andrew quien se integraría a trabajar tan pronto que regresara de Londres.
William estaba mirando la foto que tenía sobre el escritorio de Candice sonriente y el abrazándola bajo el muérdago de la casa, junto a otra instantánea donde se besaban.
Hacia un mes atrás había tomado la decisión más importante de su vida, escucho los toques de la puerta.-¿Puedo pasar?.-
Adelante.-era su cuñado.
Me dijo Patricia que me ocupabas.-comento el castaño mientras el rubio asentía.
Necesito que me acompañes a una diligencia muy importante.-el chico de gafas le miro con rareza, como si estuviera loco…salieron de la oficina y cerca de media hora después ya estaba enfadado.
Stear miraba el campo de golf, era un sitio al que particularmente no le gustaba ir porque hacia demasiado calor y aun no entendía como les gustaba esa afición a los Andrew…incluso él tuvo que aprender a jugarlo porque era el mejor lugar para hacer negocios.
Quita esa cara, parece que te traje obligado.-le riño el rubio mientras caminaban al encuentro de una persona.
Sabes perfectamente que no me gusta venir, por cierto ¿Qué hacemos aquí?-la voz estridente del señor William Andrew Mcalister acercándose.
Buenos días, pensé que eran una visión incomoda en mi hoyo 3.-dijo el acercándose a saludarles con un fuerte apretón.
Pregunte por tu agenda con Michael y bueno aquí es donde puedo encontrarte.-contesto el rubio mientras su padre asentía.
No tengo una agenda hijo, solo estoy jubilado y tu Stear como le toleras con su manera tan cuadrada de ser.-el castaño alzo los hombros.
Me he acostumbrado señor William.-el hombre de cabellos canos asintió mientras le palmeaba el hombro al amigo de su hijo.
Perfecto, entonces caminemos y dime que sucede para que estés aquí…espero no sea grave.-
No es referente a trabajo.-Stear les seguía detrás.-Quiero decirte que he tomado la decisión de comprometerme.
Tanto el padre del rubio como su amigo se quedaron estáticos en su sitio y bueno al parecer esa noticia les cayó como un balde pero de hielo…directo a la cabeza.- ¿De qué me hablas William Albert Andrew?-
Perdón que me entrometa, pero de qué demonios hablas.-el señor Andrew miro al amigo de su hijo un poco alterado.-No entiendo lo que dices y exijo una explicación.
Cálmense los dos.-dijo el rubio tratando de apaciguar las aguas, mientras que su padre y su amigo se miraron un poco confundidos.
Mejor subamos al carro y vamos por un trago.-dijo el señor Will asi que los tres se montaron al carrito de golf en un silencio incomodo mientras el chofer solo hacia su trabajo, bajaron un poco estresados pero siguieron de largo al bar donde pidieron whisky en las rocas.
Primero quiero saber quién es la novia y después el porqué del reclamo de Stear.-William suspiro hondamente mirando a su padre serio y a su amigo quien estaba a punto de matarle.
Bien, tengo ya algunos meses para ser exactos tengo ya un año de novio con Candice Adams y siento que ha llegado el momento de dar el siguiente paso en nuestra relación…es una mujer profesionista, trabaja con nosotros en la empresa y le quiero.
El castaño bebió de su vaso mirándole con molestia, como se le ocurría hacer todo esto de esa forma…aunque pues estaba bien, el al contrario solo había decidido mudarse con Patricia.
¿Por qué no sabía que tenías novia?-le pregunto el a su hijo quien solo subía las cejas con enfado y ambos sabían la respuesta.-Es por tu madre entonces.
Sabes que ella se mete en todo y no quería que me arruinara esto particularmente.-el señor Will asintió, amaba a su esposa pero era una mujer demasiado entrometida con sus hijos.
¿Y qué tiene que ver Stear con esto?-pregunto el padre de los Andrew.
Mi novia es su hermana.-el señor de cabellos canos asintió mientras bebía un trago de su vaso mientras asimilaba la información.
Recuerdo vagamente que tenías una hermana de 15 años Stear.-el castaño asintió.
Eso fue cuando estábamos en la universidad.-comento el rubio.
Por dios William, ella es muy joven entonces recién se ha graduado y tú ya quieres casarte con ella.-el asintió.- ¿Estás seguro que acepte?
No lo estoy, pero la quiero.-respondió el rubio con recelo, esperaba no hacer el ridículo.
Vaya, ¿cuantos años son?-pregunto el intrigado.
Siete años, este pervertido le lleva siete años.-respondió Stear molesto.-Aun no sé porque mis padres le permitieron acercarse.
Discúlpame, pero Candice es quien me acepto y estamos bien.-afirmo William.-Nos queremos aunque lo dudes y quiero hacer lo correcto con ella…comprometerme no significa casarme al día siguiente.
Eso es verdad, pero entonces si harás las cosas bien quiero conocerla y claro una mujer Andrew merece lo mejor… ¿Lo sabes verdad?-
Lo se padre, iré a Tifanys.-Stear solo escuchaba, sabía que si su hermana se casaba con su amigo ella seria parte de la cálida realeza ancestral de los Andrew.
Espera, iras con Máximo por el anillo de compromiso eso es lo correcto y sé que lo ideal sería que te comprometieras con el anillo de promesa de los Andrew, pero tu madre le tiene demasiado afecto.-contesto el señor Will.-Hacer lo correcto implica contratar quien se encargue del enlace y escógelo con tiempo para que tu madre no pueda opinar.
Stear les miraba con sorpresa, pero era incomodo porque parecía que no existiera.
¿Qué opinas tú, como su amigo?-le pregunto el patriarca de los Andrew.
No sé qué opinar, pero creo que mi madre al menos debe saberlo y sus padres también…tal vez sea más difícil para Marcus aceptarlo porque él no convive tanto con mi hermana como mi padre.
Arregla todo William y tú te encargaras de aclararlo con tu madre, yo no sé nada.-contesto William Andrew.
Gracias por el tiempo, padre.-el hombre se levantó de la mesa y los otros dos hicieron lo mismo.
Enhorabuena hijo.-se dieron un abrazo y después de eso, estrecho la mano de Stear.-Bienvenido a la familia.
Gracias señor.-le miraron seguir hacia el carrito de golf mientras los amigos se miraban incomodos.
Salieron del club mientras Stear estaba enojado.-Suéltalo antes de que estalles.
¿Comprometerte?, no crees que vas demasiado rápido con mi hermana.-
La quiero y no pienso contestarte, pero tú mismo te has mudado con tu novia…yo no puedo darme esa clase de libertades con ninguna chica.-
Más te vale.-le riño Stear.-Tienes que decirle a mis padres sobre esto.
Por el momento veré que anillo puede ser el ideal para ella, después veré que hacer.-el castaño sabía que no podría obligarle a nada pero el al menos se encargaría de decirle a su mamá.
Días después
Pauna estaba tecleando en su laptop escucho la puerta sonar.-Adelante.-su hermano paso mientras ella le miraba con atención.
Te he mandado hace un rato el correo con los datos que me haz pedido.-afirmo la rubia porque sabía que su hermano era un poco impaciente.
No es por eso que he venido.-contesto el secamente mientras tomaba siento frente a su hermana mayor.
Tal vez porque Anthony se integrara en el mes siguiente.-el negó.-Tal vez por el nuevo sobrino que te dará Elizabeth.
Nada de eso, creo que la llegada de Antón será buena para la empresa.-afirmo el.-Quiero decirte que he pensado que ha llegado el momento de casarme.
¿Estás de broma?-dijo Pauna con sorpresa jamás se imaginó que eso ocurriera tan pronto.-Si lo es déjame decirte que es de pésimo gusto que juegues con eso.
No es una broma, tengo el anillo y le propondré matrimonio a Candice.-dijo el seriamente mientras su hermana se sorprendió mucho.
William, es un gran paso lo que harás y sabes que después de eso te casas ¿Verdad?-
Lo sé, por eso quiero que me ayudes en buscar a una persona que se encargue de organizar la boda y que me guíes para que haga una propuesta de matrimonio decente.-la chica de cabellos claros le miro, aun pareciera que fuera aquel chico amante de los animales que se perdió en el tiempo.
Candice es encantadora, es una gran chica y se ve que te ama… ¿Pero estas seguro de casarte?-el rubio comenzó a sentirse de pronto molesto.
No soy un hombre que tome decisiones sin pensarlo Pauna, se perfectamente lo quiero y ella será mi esposa.-La rubia prefirió no llevarle la contraria.
Lo que menos deseo es que el presidente este molesto, yo me encargo de la propuesta pero lo del organizador de bodas deberías de platicarlo con ella.-el rubio enarco una ceja.-Son cosas que deben de ver juntos.
Ella es inexperta al igual que yo y lo que menos deseo es que organizar nuestra boda sea un problema o nos consuma tiempo que no deseo perder.-
Hablaras con ella y yo con gusto le ayudo, claro sin que se entere nuestra madre.-el asintió.-Sinceramente espero que seas feliz con Candice y sería bueno que me dijeras que se te ocurre para pedirle matrimonio.
Cuando la joya estuvo lista Stear le acompaño a recogerla y estaba sorprendido por la belleza de la misma pero un poco agobiado por el precio de la misma.-Crees que le guste.
Creo que mi hermana se desmayara de la impresión, ¿Estás seguro que ella la debe portar?.-el rubio asintió.-Me miedo saber que le hicieran algo por este anillo.
No le pasara nada, además yo siempre paso por ella y suelo dejarla en su casa.-afirmo William, mientras su amigo no tenía idea de que se decía en esos momentos.
Espero que mi hermana te diga que si.-el rubio miro a su amigo con duda, porque el mismo tenía miedo de que las cosas no salieran como había planeado
Honestamente espero lo mismo.
Stear como buen hermano chismoso le había comentado un poco a Lauren quien hacia un tiempo lo sospechaba pues cada día notaba que su hija llegaba más tarde a casa y le hablaba de lo maravilloso que sería no separarse de William.
Estaba enamorada y no le culpaba en lo absoluto, tenía un caballero en su vida así que esperaba que la vida le diera solo cosas bellas en su relación con el rubio.
Era sábado y William le había dicho que saldrían a cenar…se miró en el espejo se había puesto un vestido de gaza en color salmón que le regalo para su cumpleaños era de tirantes arriba de la rodilla.
Se dio cuenta que las cosas cambiaban poco a poco, ahora cuidaba mucho más su aspecto y había comenzado a comprarse ropa que le hiciera lucir mucho más refinada…algunos de esos obsequios eran de William y entendía que debía de verse presentable como la novia del Presidente.
Pero lo que le costaba era tener que usar esos tacones del 15, había aprendido de poco a poco pero lejos estaba de ser como las modelos de pasarela.-Que preciosa te ves mi amor.-dijo Lauren sonriente.
Te gusta.-ella asintió.-También a mí y que tal el cabello recogido.
Me encanta, espero que te diviertas.-se besaron en la mejilla y la guapa rubia salió al encuentro de su amado quien feliz le beso los labios.
Te amo, estas hermosa.-
Gracias, te ves guapísimo.-le respondió ella con ojos soñadores.
Lista entonces.-la rubia asintió mientras le decían adiós a Lauren y esta miraba a su pequeña lista para seguramente dar el paso más importante de su vida.
¿Quién te recomendó el lugar?-
Me dijo Pauna que vino a una cena de amigas y que le encanto, tu sabes que ella suele salir a muchos lugares de este tipo.-comento William mientras manejaba tomando de la mano de la rubia.
Admiro mucho el gusto exquisito de tu hermana.-el rubio asintió, pues ellos habían crecido en un entorno lleno de muchos formalismos sociales.-Pareciera que le enseñaron a ser una señorita de sociedad.
Así fue, mis hermanas tuvieron una institutriz francesa que les ayudo…-la rubia se sorprendió un poco.-Bueno particularmente Pauna si es así desde pequeña, Elizabeth ha sido un desastre toda su vida.
Después de un largo tramo llegaron al lugar, Candice miraba todo con ensoñación y es que era como salido de un cuento de hadas…entraron por un túnel de bejunco con luces y flores que colgaban del techo, tomar fotos en ese lugar sería perfecto.
Siguieron de largo para ver un paisaje hermoso al fondo vislumbro un lago, probablemente artificial pero alrededor había mesas dispersas la iluminación era preciosa y es que había faros en las esquinas.
Precioso, antiquísimo y vintage…esa era la marca personal de Pauna, tomaron asiento en una de las mesas más pegadas al lago.
El centro de mesa era una vela flotando en un jarrón de agua de tubo junto con flores frescas, no había un mantel pero si servilletas de tela…tomaron asiento.-Me encanta William, me hubiese gustado traer mi cámara.
No lo pensé princesa, la verdad es que cada día me sorprende más mi hermana.-la rubia sonrió, cenaron langosta y William estuvo encantado de ayudarle a ella a extraer cada trozo de carne a su novia.
Bebieron vino blanco mientras brindaban por ellos y por el amor que se tenían mientras un violinista tocaba cercano a una mesa claro de luna…Candice en verdad estaba disfrutando de la velada.
De postre compartieron un brownie con helado de chocolate y frutos rojos…se besaron algunas veces sonrientes y felices de estar juntos, era el tiempo perfecto para el romance.
¿Te ha gustado venir?-ella asintió.
Ha sido precioso, creo que de todos los lugares a los que me has invitado este sin duda es mi favorito.-afirmo Candice con una enorme sonrisa, pero pronto algo más paso…fuegos artificiales.
El rubio supo por su novia que si algo adoraba de los festivales eran los fuegos artificiales y amaba verles en el cielo, porque parecían estrellas fugaces.
Mira William, que hermoso.-
Vamos a verlos.-insistió William mientras se levantaba y le extendía la mano que la rubia tomo mientras iban lo más cercano al lago.
El rubio sudaba fría, estaba nervioso mirándole ahí tan perfecta y tan suya…esperaba no hacer el ridículo enfrente de todos, la rubia estaba absorta mirando en el cielo las luces momento que él debía de aprovechar.
Ella sintió como la mano de William le soltaba y giro su vista, él estaba raro…le tomo de la mano.-Sabes princesa cuando te conocí lo supe y a pesar de que tenías quince años, que seguramente me hubieran llevado a la cárcel por abuso a menor sumado a que no me hacías caso…supe que eras tú la mujer de mi vida.
Candice sonrió nerviosa, le gustaba lo que le decía pero no entendía absolutamente nada y estaba poniéndose un poco nerviosa.
He sido feliz durante este tiempo que hemos estado juntos, cada vez me es más difícil separarme de ti y en las noches frías te echo de menos…llenas de luz mi oscuridad y no veo un minuto más si tu presencia en mi vida.
Candice Adams.-el rubio se inco mientras le soltaba de las manos y ella abría los ojos con sorpresa total porque no le cruzo por la mente esto.-Me concederías el honor de convertirte en mi esposa.
Y ahí lo comprendió…todo había sido hecho para ella, su corazón corría a mil por hora no cabía tanta felicidad en su pecho…ese era el día más bello de su vida.
Las lágrimas comenzaron a correr por sus blancas mejillas mientras sentía el beso en su mano, era William el hombre que amaba quien le pedía matrimonio y claro que ella deseaba ser su esposa.-Si acepto.
El rubio con la caja abierta saco el anillo cuya joya valía más que un mercedes Benz y lo deslizo en el dedo anular de su ahora prometida…se levantó rápidamente para besarla en los labios, sellando así su destino.
Te amo William Albert Andrew.-dijo Candice con lágrimas en los ojos mientras el sentía que estaba en la cima del mundo, porque esa era la primera vez que le decía esas cinco letras y que tanto significaban para él.
Me haces el hombre más feliz del mundo, te amo Candice.-se besaron mientras la gente presente aplaudía.
Qué tal va su día, el mío algo ajetreado porque en verdad poner tantas cosas en este capítulo me ha costado un poco ya que enlazar lo que escribí con lo nuevo pues no cuadra mucho…me he dado cuenta de que mi forma de escribir cambio, incluso creo que tengo más recursos para incluir más detalles que antes no pensaba y hasta resultaban las historias más cortantes entre capitulo y capitulo.
Tal vez la redacción no sea la perfección, pero al menos trato de que sea lo mejor posible y entendible para ustedes.
Empezamos un poco hot el capítulo para hacer un cierre con una gran propuesta matrimonial y bueno creo que el siguiente capítulo es el último del pasado de este matrimonio…ya iremos viendo que sucede, claro que aparecerán más personas.
Lo poco que puse de francés fue gracias a google traductor, porque no conozco mucho sobre el idioma…
Les deseo un bonito martes y acá abajo les contesto sus comentarios…que tenga una semana estupenda les quiero bye, bye…
Keila.-Que gusto leerte en cada capítulo, William es un tipo más seguro que Archie y claro que sabe cómo conquistar a una mujer pero sobre todo aprovechara esta oportunidad de oro con Candice para llenarla de su apoyo junto con palabras dulces que hacer sentir especial a una chica…Los que perdieron aquí pues fueron Naomi porque jamás lograra lo que el castaño tenía con Candice, ya que nadie construye sobre el fango y muchas gracias por tus flores…te mando saludos.
MariaGpe22.-Espero que las dudas que tienes se vayan resolviendo y William pues esta supercolado con la hermosa Candice, al menos sabemos que el está cumpliendo poco a poco sus sueños…saluditos.
IsasiB.-El personaje de William aquí es de un hombre que buscara lo que tanto desea y de paso terminara más enamorado de lo que piensa, porque sus ojos se posaron sobre una tierna chica quien apenas empieza descubrir el mundo que para colmo es hermana de su mejor amigo. Motivo por el cual el tomara las cosas con toda la formalidad que merecen y dándole el lugar que a la rubia le corresponde…no es un amor de verano como con Archivald, si no es una elección desde su punto de vista para toda la vida. Solo el tiempo dirá como cada engrane en conjunto embonan, pero el pasado quedara atrás y veremos pronto su presente…estoy actualizando dos capítulos por semanuqui, qué más quisiera subir tres pero me es casi imposible…gracias por comentar, bonito día.
Yusmariz.-Así es el tiempo aquí corre, porque es su pasado y veamos cómo sucedieron las cosas para que entendamos un poco lo que sigue…saluditos linda y actualizando ando.
Anita paz.-Que linda, tengo varias historias y todas en su momento han sido un reto…ahora me toca recibir palabras bonitas y tambien valoro lo que me escriben ustedes como lectoras…cariños para ti tambien.
Carol Aragon.-Gracias a ti por comentar, saluditos.
Karolmx.-Siento que Stear desconfiaría de todos, Archie no era justamente su adoración y ahora su mejor amigo queriendo todo con su hermana es complicado, más cuando le conoces las mañas…pero Candice es una chica lista, joven pero no bruta y hace las cosas porque ella quiere jamás obligada…William simplemente se fue como gorda en tobogán, sin freno alguno por esta chica linda que considero en cierto punto un pecado a los ojos…ahora que le tiene obviamente no le dejara ir…Un capítulo más y creo que cerramos el pasado para centrarnos en el presente de la pareja…gracias por comentar y espero que este capítulo te guste…bonito día.
