CAPITULO 11
CUENTO
La separación resultaba dolorosa para los dos y a pesar de que tenían el apoyo de su familia, la realidad es que cada uno debía de luchar solos.
Con Candice las cosas fueron aún más complicadas, pues ella partió de la mano de Sebastián a Francia estaría alejada de su familia y eso le haría sentirse sola en ese proceso.
¿Estas lista?-le pregunto el castaño mientras escuchaba que llamaban a los pasajeros para subir al avión y ella miro hacia atrás, le dolía mucho saber que él nunca estuvo para ella.
Es tan difícil.-contesto limpiándose rápidamente las lágrimas no deseaba dar un espectáculo frente a los demás, el castaño le abrazo tratando de calmarla.
Venga, tienes que ser fuerte y además conocerás muchas cosas fantásticas…ya lo veras.-le dijo el cariñosamente mientras subían al avión, una vez que este se elevó suspiro pesadamente porque sabía que estaba dejándole atrás.
Fueron las horas más largas de su vida, era como si todo hubiese caído en ese vuelo y hasta la turbulencia que pasaron le hicieron sacudirse un tanto sus ideas deprimentes.
Cuando al fin bajo del avión la fría ciudad parisina le dio la bienvenida para su fortuna Sebastián le insistió en ponerse jeans y bajar con una chamarra.- ¿Qué tal el frio?-
Por un momento pensé que exagerabas, pero tenías mucha razón.-El asintió mientras seguían para recoger las maletas y salir del aeropuerto, la rubia sintió aún más frio.
Se subieron al ostentoso auto del castaño con un poco de prisa.-Muero de hambre, la comida del avión no me gustó mucho.-soltó el colocándose el cinturón mientras la rubia hacia lo mismo.
No estaba tan mal, ni tan bien.-
Pasaremos por algo rápido.-dijo el mientras encendía el auto y la rubia escuchaba atenta todo lo que le decía su amigo sobre las calles parisinas.- ¿Quiero saber si no te causa molestia que yo?-
La verdad es que mi departamento tiene dos habitaciones independientes y bueno sé que no será como la mansión en la que vivías, pero no me molesta en lo absoluto tu presencia.-Contesto el.-Mientras no te enamores de mí, estaremos bien.
Candice rio, en esos momentos en lo que menos pensaba era en el amor y ni siquiera en algún hombre.-No tengo idea de que será de mi vida.
Sera tan buena como tú decidas y debes de empezar a buscar alternativas para que puedas tratarte, te puedo recomendar a una persona que me ayudo en todo mi proceso.-
Me gustaría mucho y me serviría mas.-respondió ella mientras el castaño asentía, compraron comida rápida y llegaron a una zona algo lujosa porque la Torre Eiffel se miraba a lo lejos.
Bienvenida a tu nueva casa.-dijo el sonriente mientras la rubia miraba un hermoso departamento con amplias ventanas que cubiertas por un ligero chiffon daban una linda vista, todos eran colores neutros y se sorprendió un poco tal vez pensó que sería un caos.
Es precioso tu departamento.-
Gracias, lo compre decorado tal cual y no le invertí nada de mi parte siéndote honesto, soy pésimo para eso…pero siempre me ha gustado el orden porque el caos esta acá arriba.-dijo el señalando su cabeza.
La rubia miro con atención a Sebastián y bueno nunca negó que le parecía atractivo, pero hasta ese momento no le noto como un hombre…esto le hizo sentirse un poco inquieta, tal vez después de todo no era buena idea que la gente los viera juntos o algo así.
Dejare esto en la cocina mientras que te digo donde vivirás.-ella lo siguió lo bueno de ese departamento es que las áreas eran abiertas así que miraba la cocina en colores blancos y una laguna en colores grises era preciosa.
Caminaron por el amplio pasillo donde había otro cuarto que tenía las cosas de su amigo y había dos puertas encontradas al final para dar un espacio precioso que parecía una especie de solario.-Es muy bonito.
Si, por esa vista lo compre y me costó mucho vender mi casa para mudarme acá…el cuarto de lavado está a la vuelta.-contesto el castaño.-puerta izquierda tu habitación y puerta derecha la mía.-
Candice se sorprendió pues era una recamara básica y limpia con un monto de cosas por colocar, además de que tenía una ventaba que daba a la calle.-Que tal esta la vista.
Muy linda, esa puerta supongo es la del baño.-el asintió mientras la rubia colocaba su pequeña maleta en el suelo y abría la puerta, todo estaba limpio.
No tengo televisor para esta habitación, pero sin problema puedes usar lo que quieras de la sala en común que tenemos, así como mi pequeño estudio y bueno cuando te sientas mal puedes visitarme estaré frente a ti.
Muchas gracias por el apoyo que me estás dando, pero yo quiero pagar por.-el negó de inmediato.
Estoy casi seguro que el tiempo que vivirás conmigo será mucho menos de lo que tú piensas mi querida Candice y sé que cuando aprendas a usar esas alas volaras por todo el mundo.-ella no se sentía tan segura de lo que Sebastián le dijo, pero tal vez en un futuro eso sería como una premonición.
Cenaron tranquilamente mientras miraban el televisor, se sorprendió mucho de sí misma al entender la mayoría de las cosas que decían y se rio junto con Sebastián quien se preguntaba cómo es que parlaba francés.
¿Quién te enseño?-
Tuve un novio francés.-el enarco una ceja.-Aunque no lo creas, dure algunos años con él y bueno termino porque me engaño con una compañera de la universidad.
Porque noto un arrepentimiento en tu voz.-
No me arrepiento que termináramos como novios, pero siéndote honesta extraño al amigo y las muchas cosas que teníamos en común.-afirmo ella con pesar.
¿Por qué no te acercas a el?.-
No creo que sea algo sano.-Sebastián negó bebiendo un poco de su soda.
Ustedes los americanos en ocasiones son muy abiertos para unas cosas pero para otras son tan cerrados como una bolsa zipploc.-la rubia rio por la comparación.
¿Eres amigo de alguna ex novia?.-
De todas, no tengo problema en quedar bien con ninguna y es más un error cargar con rencor por personas con las que alguna vez compartí momentos importantes de mi vida.-ella trato de entender lo que el castaño decía, tenía razón.
No le guardo rencor a Archie, aprendí muchas cosas cuando estuve con él y bueno después me encontré con William.-ella se quedó callada porque en serio lo amaba.
Ha sido diferente ese amor, ¿Verdad?.-
Sí, yo quería mucho a Archie pero me di cuenta con el tiempo que mi amor por él era muy diferente a lo que fui sintiendo por William y puedo decirte que no hay punto de comparación con el dolor que ahora siento por perderle.-las lágrimas comenzaron a salir fuertemente mientras Sebastián la envolvía en sus brazos.
Eran situaciones dolorosas pero al mismo tiempo te hacina más fuerte para lo que te mandaría la vida más adelante y él ahora estaba para apoyarla.
Los días pasaron y ella miraba con atención todas partes, al tercer día fue a la cita que le enseñaría a cómo hacer frente a los desastres del corazón…ahora entendía que solo disponía de una hora al día para llorar por el amor de William y eso era todo.
El trabajo que tenía con Francis le hizo conocer a varias modelos y comenzó a tener un portafolio mucho más grande, los rumores de su relación con Sebastián no se hicieron esperar.
Algunas decían que ella era su pareja actual y como tal le trataban, en ocasiones deseaba corregirlas por no espantarle a sus futuras parejas pero el solo negaba…por el momento estaba cerrado para relaciones fugaces.
Candice estaba sentada en el café que ahora era de su preferencia pensando en muchas cosas , su padre estaba muy enojado por marcharse sin avisarle y le amenazo con ir a partirle la crisma a pretencioso rubio, pero ella le pidió que no lo hiciera porque no valía la pena.
Marcus estaba muy orgulloso de su hija y estaba contento de que saber que aunque estaba del otro lado del mundo, al fin estaba encausada a lo que ella deseaba hacer.
Su madre no tenía idea de donde estaba, pero le aseguraba que las cosas iban por buen camino y aunque en ocasiones parecía que se caería en cualquier instante…Sebastián le jalaba del brazo cuando se daba cuenta que no te destinaba una hora para llorar si no más.
Le costó mucho entender que no era su culpa que William no le hubiese correspondido con el mismo amor que ella le tenía y saber que para poder amar nuevamente primero tenía que amarse a sí misma.
Que dolía más que el fracaso, perderse en el…perder tu identidad, perder tus sueños, perder tus metas…perderte en el dolor, sentarte en la conmiseración y hundirte en la maldita depresión…pero ella tenía que soltar todo…todo.
¿Estas segura de hacer esto?-la rubia miro a Sebastián con atención mientras miraban las oficinas de los abogados.
No, pero es lo mejor y es lo que debo hacer…quiero ser libre.-su amigo asintió, le tomo de la mano y siguieron de largo para poder iniciar el trámite que cambiaría su destino.
Esa noche bebió más de la cuenta y durmió tan profundamente que ya no hubo más lagrimas…pero si muchas ganas de sentirse mejor, la vida sería mejor a partir de ese momento para ambos.
William.-dijo quedamente mientras el castaño le cubría con la manta, era preciosa y le tentaba cada día que pasaba a su lado…pero sabía que era ajena a su vida, ella aún tenía mucho mundo por descubrir con esos lindos ojos verdes.
Acaricio su tersa mejilla mientras se acercaba a besarla.- J'espère que l'amour que tu mérites princesse entre dans ta vie, même si ce n'est pas moi.-beso sus tiernos labios y suspiro hondamente mientras se levantaba de su lado para ir a su habitación.
La rubia ajena a esto dormía tranquilamente soñaba que corría por los verdes prados de la hermosa Irlanda que no conocía…en su mano llevaba un hilo que halaba en el cielo azul un papalote, esto le daba mucha paz y alegría.
No tenía idea de cómo serían las cosas después de que esto sucediera, pero era un paso a la vez y lo único que quería para William es que fuera feliz…tan feliz que algún día se miraran con una sonrisa para decirse frente a frente…lo logre.
El sol levanto al rubio de un jalón, le calaba en los ojos por lo que se levantó rápidamente mareándose al instante.
Se sentó en la cama y sintió el amargo sabor del whisky, la lengua la tenía pastosa a sabor de cigarro…le dolía la garganta además del cuerpo.
Se llevó las manos a la cabeza, la verdad es que no deseaba pensar mucho pero recordó las palabras de su hermana así que se levantó para ir al baño donde se desconoció frente al espejo.-Te ves fatal William.-se riño así mismo, parecía un vagabundo con esa barba espesa y lo que más le dolía era esa mirada perdida en la nada.
Era un desconocido para el mismo tenía el recuerdo de Candice demasiado presente y sin muchas armas para evitar sentirse miserable solo al despertar, estaba hundido en un túnel oscuro del cual no sabía si podría retornar…era como tener algo roto dentro de sí y era terrible.
Se desvistió y abrió la llave, sintió el agua caliente correr por su cuerpo quitándole al instante la presión que sentía…disfruto mucho de ducharse, necesitaba encaminarse para ser el nuevamente y tenía una opción que tomaría.
Se secó, se visitó y se miró en el espejo durante unos minutos…pensó en quitarse la barba pero no había espuma así que solo lo omitió.
Vio la bandeja de comida, todo estaba frio por lo que solo bebió el jugo de naranja y tomo la tarjeta que le dejo su hermana así que bajo las escaleras.
Jen estaba en la cocina cuando le vio se sorprendió un poco.-Señor, ¿Quiere que le dé algo de desayunar?.-
No es necesario, tomare algo en el camino.-le respondió mientras la mujer le miraba sorprendía, ese no era aquel jefe tan pulcro, ahora parecía otro y bueno mucho más cansado.
Se subió a la camioneta para ir a un Starbucks donde pidió un café y un poco de pan para llenarse, olía a bebedor pero no quería seguir así y el que fuera a terapia le ponía ansioso…lo haría por ella, pero también por su bien.
Se sentó en la mesa mirando a la gente que pasaba, se dio cuenta de que jamás se tomaba el tiempo para sí mismo y ver a las personas sonrientes, tomados de la mano, llamando por teléfono le regalo una postal del día que podría decir perfectamente…la vida sigue contigo o sin ti.
Esa vez por primera vez desde hacía tanto tiempo disfruto del sabor amargo del café y el dulce sabor del pan, como la vida misma…miro su reloj para tantear su tiempo mientras solo pedía que las cosas fueran mejores a partir de hoy.
Salió del local para subirse a su camioneta donde se quedó sentado por unos minutos con sus manos sosteniendo con firmeza el volante…era difícil pero tenía miedo de lo que se avecinaba y la cobardía de seguir sumido en el dolor le detenía un poco, pero…
Encendió la camioneta para ir a su primera sesión, sentía el estómago revuelto y se quedó un rato más en el estacionamiento para bajar rápidamente en un impulso hasta llegar al consultorio.
Estaba por tocar la puerta cuando un hombre de cabello negro y penetrantes ojos oscuros le miraba sin interés.-¿Eres William Andrew?.-
Si.-contesto secamente.
Pasa, estaba esperándote.-contesto el hombre que le intimido un poco, desconocía porque Pauna parecía que le tenía estima.-Toma asiento por favor.
Soy el Dr. Lohan.-dijo el hombre mirándole con esos ojos que juraban podrían ver a través suyo, leyó en la tarjeta que era la clase de hombre que conocía de todo, psicólogo, psiquiatra, tanatologo.-Y que te trae a terapia.
Mi hermana cree que necesito ayuda…-contesto el condescendiente.
¿Y tú que crees William Andrew?… ¿Tu ocupas ayuda?…-el Doctor le miro con cara de condescendencia como lo había hecho y sintió un nudo en la garganta.-Aquí vienen las personas, que desean tener una mejor calidad de vida.
El rubio tenía miedo y al mismo tiempo sentía recelo que de una persona desconocida le causara tanta inseguridad de pronto, era como está dividido en dos…le costaba trabajo, pero ya estaba ahí por algo.
Si…necesito ayuda…-contra cualquier pronóstico olvido el orgullo…elimino la poca arrogancia que le quedaba mientras que Lohan tomo una pequeña libreta y asintió.
William le conto no el problema en sí, inicio con cosas primarias como su infancia y sobre el problema que sufrió durante años por el toc.
La primera sesión fue extraña porque recordó cosas que no imaginaba ya en su vida adulta, los días se fueron pasando y pronto las semanas, entendió que desvirtuó todo cuando decidió ser mejor que su padre.
Porque él era el futuro heredero, la frase que marco su vida porque esa presión invisible le persiguió hasta que tomo asiento en esa silla y desafortunadamente él siempre se sintió inconforme consigo mismo.
Que sucedió, aquella seguridad que representaba frente a los demás estaba más bien cubierta por arrogancia y porque el poder del dinero le respaldaba…trataba de intimidar a los demás con eso, porque sabía en el fondo que su seguridad era demasiado frágil.
Esa poca seguridad en sí mismo le llevo a obsesionarse con cosas tan rutinarias para que se convirtieran en perfección según su mente y pronto lavarse las más implicaba hacerlo 8 veces para que quedaran mejor, apagar y encender la luz cuatro veces para que no se fundiera el foco, tocar tres veces la mesa donde se sentara para que la comida no le hiciera daño…así algunas cosas más.
Cuando comenzó a liberarse de la ansiedad que le daban sus más grandes obsesiones, logro dejar de hacerlas y eso le hizo desvirtuar sus relaciones emocionales…cualquier mujer comparada con su madre era insuficiente ante sus ojos.
La relación que tenía con sus padres era buena, eran una familia unida y que se apoyaban siempre en todo…lo que su padre decía con orgullo, lo tomo tan apecho que escuchar que su esposa era perfecta le metió la idea de que él tenía que decir lo mismo de la suya.
Así que ninguna chica era demasiado atrayente a sus ojos, conocía a Elaine desde que eran pequeños porque sus padres tenían negocios entre ellos y bueno por ende los progenitores ansiaban una relación entre sus hijos por todo lo que significaba unir fuerzas.
Lo cierto es que a William ella no le parecía para nada atractiva, más bien era tan molesta que la evitaba pero el tiempo paso y cuando estaban en la universidad pues comenzaron a salir por puro gusto.
Cuando las familias se enteraron fue mucha alegría, pero tristemente Elaine creyó muchas cosas que pasarían y no fueron así…pronto la personalidad dominante de su ahora novio comenzó a presionarle.
Sentía que se ahogaba porque debían de cumplir miles de protocoles como si fueran de la realeza y para ella dejo de pronto ser interesante…William se fijaba en casi todo lo que se ponía, en los detallitos al comer, en las amistades, en los socios comerciales…en…en…en todo.
Había pasado de ser un novio bueno a ser una auténtica pesadilla, no podría quejarse del sexo pero lo mismo de siempre y también eso le frustraba…así que alguien en el horizonte apareció y ella con las atenciones cayo rendida…lo engaño y después con culpa acepto el anillo de compromiso.
William se comprometido con esa mujer pero después de un tiempo se enteró de que ella le había engañado con un economista, así que eso le dio en el centro de su maldito orgullo con fiesta de compromiso en pie sin muchas explicaciones terminaron tiempo después.
Lo cierto es que esto le hizo darse cuenta de que no podría confiar en nadie y se envolvió en relaciones de solo una noche, hasta que sus ojos se posaron en una angelical pero pecaminosa aparición…Candice Adams.
Era sin duda la chica más preciosa que había visto en su vida y era tan tierna, tan joven, tan feliz, tan radiante…le atrajo como abeja a la flor porque pudo ver con pausa como se transformaba en una hermosa mujer.
Tontamente creyó que no existiría una mujer tan perfecta como Candice, porque podría amoldarla a su gusto y esa parte funciono cuando ella fue cediendo, claro abusando primero de su buena suerte para después por el amor que se ganó.
A William le costó mucho aceptar que él no debía de ser como su padre o mejor incluso, entender que él era quien decidía lo que quería de la vida era algo en verdad difícil…pero Lohan le dio tareas que a pesar de que eran dolorosas de hacer, las termino haciendo.
Amaba a Candice no tenía la más mínima duda, pero no estaba listo para ella y no tenía idea como es que las cosas se darían una vez que se vieran.
Para los Andrew comenzar a ver cambios pequeños en el heredero fue algo complicado de asimilar porque la daga filosa de Cristine sobre su apariencia no se hizo esperar e incluso Sir William le riño por no poder separar su vida personal de lo laboral.
Entonces contra todo pronóstico les dijo que las cosas cambiaran para todos y si esto no les funcionaba buscaran un sustituto prontamente.
Pauna estaba sorprendida, si definitivamente William estaba harto de vivir de la apariencia, de tratar de complacer las expectativas primero de sí mismo y después de sus padres quienes al parecer no tomaban las cosas tan bien.
Elizabeth les sorprendió a todos porque por primera vez en su vida defendió una causa y esa era su hermano menor, riño con Cristine a tal punto que no se paró en su casa durante dos semanas…esto para la madre de los Andrew fue demasiado porque era muy apegada a su segunda hija y a sus nietos.
La tensión en la empresa era muy fuerte, a pesar de que encontraron un buen reemplazo para Candice lo cierto es que en la empresa el ambiente era otro…ese mes había perdido a tres personas importantes empezando por Patricia que renuncio porque le fue imposible regresar con un bebe pequeño además de que su esposo ya no quiso que trabajara, Stear que solo renuncio y no supieron más de él, ni siquiera había recogido su liquidación...una enorme ausencia pues él era un ejecutivo demasiado eficiente y bueno perderlo como mejor amigo a William le costó bastante.
Sumando el hecho de que de Sebastián se había ido de manera indefinida a Francia y después su negativa de regresar para una campaña porque tenía todo ese mes saturado era la cereza del pastel…la ausencia de Candice era otra cosa.
Los rumores después de la pelea de los amigos fueron tantos que Pauna tuvo que poner mano dura y después de enterarse de las habladurías que traían tuvo que despedir a varios empleados, porque lo que menos quería eran personas toxicas en la empresa.
Antón por su parte estaba tomándose con bastante responsabilidad el trabajo en la empresa, asi que las horas que su hermano estaba ahí para decirle como se hacían las cosas pues trataba de absorber toda la información como una esponja.
William de buenas a primeras soltó los trajes, ahora solo se vestía para estar cómodo y comenzó a comer más que solo comida italiana…le costó a un principio comer lo que Jen preparaba porque no estaba acostumbrado a nada que no fuera gourmet…pero lo hizo.
Era inevitable que hubiese días que dejara todo botado para encerrarse en su habitación, revolverse en su miseria y beber hasta quedarse dormido…pero era parte de su proceso.
Candice se miraba en el espejo y sentía que era otra persona, hacia una semana que estaba en Italia porque salió una oportunidad para un trabajo exprés que sería en algunos días pero la belleza del lugar le deslumbro.
Se quedó para recorrer lo más que pudiera con su cámara, la gente era muy amable y parecía que se divertían con los americanos…alguno que otro le insinuó algo, pero no estaba lista para ello.
Había decidido disfrutar lo que tuviera en sus manos, lo poco o mucho lo tomaría para ser feliz…tenía sus sesiones de terapia por facetime así que estaba bien con eso, ahora deseaba quitarse un poco de peso que cargaba en los hombros.
Sebastián le recomendó a una buena amiga con la que hizo clic de inmediato, así que fue al salón para que ella le hiciera un corte de cabello pero también un tinte que sorprendería a varios…-Ahora eres una hermosa chica platinada.-dijo sonriente Clara mientras la antigua rubia asentía, le gustaba mucho el color de su cabello.
Ahora tendré que comprarme una secadora y una plancha.-las dos rieron, la rubia miraba que su cara era otra y sus ojos siempre tristes parecían un poco más brillosos que antes…había bajado de peso desde que llego a Francia y disfrutaba de correr sintiendo el aire fresco en sus pulmones.
El mes había pasado por lo que a pesar de sus deseos, tenía que regresar a los Ángeles para resolver su situación con su aun esposo…de solo pensarlo le dolía el estómago y bueno ante su negativa de regresar primero a Francia así lo hizo.
Sebastián le esperaba en el aeropuerto y se quedó de una sola pieza cuando la miro de frente enfundada con unos jeans adheridos a su ahora delgado cuerpo, blusa de tirantes y chamara militar…sus ojos le miraron con atención, eran tan verdes como siempre y su cara era otra.
Pensé que no bajarías nunca.-le riño de inmediato mientras la sonriente rubia negaba, le abrazo mientras el respondía apretándola fuertemente contra su cuerpo y aspirando su aroma.- Quelle belle femme.
Eres siempre tan gracioso, ¿Te ha gustado?-contesto la rubia.
Te queda tan bien, que si estas un mes acá consigues trabajo como modelo y no veo porque no deberías de hacerlo.-ella negó.
No está en mis planes, lo único que deseo es resolver todo lo que me ata para poder hacer lo que viene.-contesto ella un tanto más tranquila.
¿Estas segura de esto?-
No.-afirmo con pesar.-Ahora me siento fuerte porque he entendido algunas cosas, pero es de dientes para afuera y sé que cuando lo tenga frente a mi…tal vez mi fuerza se debilite.
Es lo normal, pero tengo algunas cosas que decirte.-comento Sebastián mientras caminaban para tomar su maleta e ir a desayunar, se tomaron de la mano yendo al auto.
El castaño era un gran amigo y Candice no le miraba como algo más, ella no estaba para relacionarse con nadie por el momento…después de un rato tomaron asiento en la cafetería que les gustaba y ordenaron baguettes para comer.
Sebastián bebía de su soda mientras ella daba un mordisco a su comida.-Tengo que decirte que acepte trabajar con Pauna.
Ella le miro con atención mientras comía tranquilamente.-he pensado durante un tiempo que tu harías buena pareja con ella.-el castaño enarco una ceja.
¿Pero qué tonterías dices?-
¿Qué tendría de malo?...siendo sincera ella es una gran mujer, preparada, muy guapa y algo apabullante lo sé pero…tan sola que da pena.-el castaño negó.
Esta sola porque quiere, sabemos que los Andrew tienen mucha plata y seguramente más de un caballero de alto apellido estará interesado en ella.-contesto con verdad.
Tienes miedo.-soltó Candice mientras él se quedaba con la boca abierta y ella solo bebía un trago de su soda.-Tienes miedo de tener una relación seria y te aterra Pauna Andrew.
No tenía idea de cómo decirte que me regreso en un par de días y ahora me sales con esto.-ella rio divertida.-Me siento ofendido.
Un beso reparara mi daño.-
¿Dónde me lo darás?.-ella rio divertida.-No juegues conmigo y bueno si, definidamente Pauna Andrew me aterra.
¿Porque?...entonces no estoy tan perdida.-el rodo los ojos.-Siempre me preguntaba que te incitaba a cruzar el continente con tanta facilidad y ahora entendí que es por ella.
Sebastián negó, lo cierto es que no lo había pensado y admitir que Pauna le atraía era ridículo…ahora sentía un enamoramiento por Candice pero sabía que eso era pasajero, era absurdo pensar en una relación con ella…pero así de absurdo era penar en algo con una Andrew.
No me gusta esta Candice tan analista, tal vez ese corte de cabello te hizo ser más analítica y mejor tomas el vuelo de regreso para que traigas esos rulos.-ella rio divertida.
Venga que tiene de malo, es muy bonita.-
Bien, aceptare que es muy atractiva pero no estamos en las mismas circunstancias.-la rubia le miro con rareza.- ¿Qué?
Tienes un trabajo propio, un apartamento en las cercanías de la Torre Eiffel, vehículos caros y no cobras precisamente barato.-el rio.-Siento que eres un tacaño.
El tomo su mano para besarla y reír.-Eres un monstruo, regrésame a mi Candy de siempre.-
No más, la depresiva se quedó en Italia.-se rieron un rato para comer con tranquilamente.-¿Cuándo te vas?-
Pasado mañana regreso, necesito terminar un par de cosas y bueno ver que harás.-ella suspiro profundamente porque también tendría que volver en esa semana o en la siguiente.-Puedes quedarte e irte después, pero tienes que hacerlo.
Creo que me marcho contigo, pero yo iré a nueva york y después regreso a enfrentar todo esto.-dijo la rubia.
¿Nueva York?-dijo el con sorpresa.-No entiendo nada.
Tomare un curso de actualización.-contesto ella mientras el castaño le miraba con duda.
No te creo, acaso iras tras…-
Claro que no, conocí a un fotógrafo experimental en Italia y me gustó mucho su trabajo, siento que puedo hacer algunas cosas nuevas.
Si eso de la actualización está bien y solo debes de considerar que es una ciudad peligrosa.-comento con preocupación Sebastián.
Venga dame crédito, yo estaré bien y cuando llegue el momento te llamare.-
Estaré ahí para ti.-
Lo se.-contesto Candice tomando su mano para darle un fuerte apretón.
William estaba sentado en la mesa de su casa, las semanas que llevaba de terapia le habían ayudado un poco y entendía que esto sería un largo proceso que deseaba terminar, al final era para que el pudiere ser un hombre funcional.
Había comprendido en que se había equivocado y lidiaba con ello cada día…como un alcohólico, si ella lo viera seguramente sentiría pena.
Anton abrió la puerta de presidencia para entrar por unos documentos.-Dios santo.-dijo un poco asustado al ver a su hermano mirándole.-podrías avisar que vendrás desde temprano, casi muero de un susto.
Tengo que cerrar unas cosas, se me paso avisarte.-comento el rubio mientras comenzaba a teclear en el computador, su hermano tomo la carpeta y le miro por unos segundos.
¿Ocupas algo que sigues aquí?-
Honestamente te ves fatal.-comento Antón.-Me gusta la versión libre de ti, pero prefiero al hombre de antes.
Son etapas en la vida, no lo entenderías.-afirmo William sin dejar de mirar el monitor y siguió trabajando.
Sabes no me gusta inmiscuirme donde no me llaman, pero Candice es la mujer de tu vida hermano…-el rubio dejo de escribir.-Sé que eres arrogante, orgulloso y vanidoso.
William de pronto le miro con cara de molestia, esa descripción no le gustaba aunque la mayor parte de su vida había actuado como un idiota…-No te enojes pero es la verdad.
Estoy en un proceso, tratando de mejorar.-contesto el rubio.
Siendo honesto me daría pena que perdieras a Candice, ella era la parte humana que necesitas en tu vida y no sé qué paso entre ustedes…pero no te rindas con ella, creo que vale la pena.-
Las palabras que su hermano menor le decía le causaban un poco de pesar, porque si ella era lo mejor que tenía en la vida.-Ella vale mucho la pena, pero me he equivocado.
Pues lucha por Candice o al menos trata de ser honesto, no tengo idea de lo que pase con ustedes en el futuro pero si ya no están juntos…no te hundas.-dijo Anthony preocupado por su hermano mayor, porque era su familia y se preocupaba por él.
Te han sentado bien los años por lo que veo.-
Estoy en un proceso.-ambos rieron.-Quiero devuelta a mi mejor cuñada, así que figth.-exclamo el rubio lanzando un jab.
Es tu única cuñada…-afirmo William.
Lo se.-respondió Antón saliendo de la oficina mientras que el rubio se quedaba pensativo y tomaba la foto que aún estaba en su escritorio de Candice sonriente…como la extrañaba, se preguntaba si donde estaba ella era ahora feliz…negó mientras se concentraba una vez más en su trabajo.
Candice entro al estudio de la dirección, había otras cuatro personas ahí bebiendo café y riendo…se sintió un poco ansiosa.
Disculpa.-dijo un chico que le pareció familiar.-¿Vienes también al curso?
Si, vengo al curso.-contesto con un poco de recelo.
Me recuerdas mucho a una persona, pero no sé si seas tú ¿Candice?.-y lo recordó, claro era el chico de la galería…pronto el mal recuerdo de esa tarde le borro la sonrisa.-Desapareciste de repente.
Tuve una emergencia familiar.-dijo ella sin comentar más nada.-Te llamas Leonard o Leon.
Dime Leon me gusta más, no pensé volver a verte y mucho menos para algo experimental.-contesto el chico sonriente.
Estuve unos días en Italia y George Sullivan me recomendó cursos en Norteamérica, uno de esos era en este taller.
Seguramente te divertirás mucho, tome hace un tiempo uno y la verdad es que te sorprenderas de que tan vibrantes son los colores.-ella abrió con sorpresa los ojos.- ¿Estas hospedándote cerca?
En el city.-el asintió.-Espero que sea un buen lugar para estar hospedada, leí buenas reseñas.
Si es un lugar que tiene buen servicio a un buen costo.-comento el mientras una mujer se acercaba para comenzar a decir algunas cosas y ellos solo se arrimaron para escuchar mejor.
Candice estuvo muy atenta desde el primer día, a muchos les sorprendió que tuviera tanta experiencia a pesar de ser una chica joven y la mujer llamada Michelle le dijo que poseía talento, algo que alegro su maltrecho corazón.
La ciudad de Nueva York era fría, pero había comprado varios abrigos en Francia y bueno ahora que estaba ahí extrañaba a Sebastián…pero también a su familia porque estaba muy cerca de ellos.
Durante la semana que duro el taller comprendió de lo importante que es el paisaje para revista tanto en interiores como en exteriores…la camaradería que tuvo con sus compañeros le mostro la parte positiva de conocer gente nueva y de que la vida sigue después de una tragedia.
León le había preguntado qué opinaba su esposo de todo esto y ella solo negó, para que el solo se disculpara, tuvo que pedirle perdón con un helado con cubierta de chocolate…ella acepto sin mucho esfuerzo semejante oferta.
El mejor día para ella fue cuando las modelos tenían que interactuar con los colores que explotaban detrás creando efectos visualmente hermosos…miraba a la chica de tez oscura envuelta en un vestido vaporoso mientras hacía piruetas de bailarina.
Nunca había sentido tanto éxtasis tratando de capturar el momento perfecto, todos terminaron cubiertos de polvillo de colores y rieron como niños…había sido demasiado divertido, pero el viernes cerraron con broche de oro.
Un chico posaba debajo de una lluvia artificial y ellos se esforzaron por encontrar los ángulos correctos donde las gotas tenían que verse alrededor del chico y no sobre el…esa noche el vino tinto les calentó un poco mientras llegaban a sus habitaciones para ducharse con agua caliente.
Candice quedo en desayunar con todos al día siguiente porque debía de marcharse a resolver sus asuntos pendientes y le aterraba, esa noche sobrepaso la hora permitida de lágrimas para el rubio.
Preparo todo y partió a la cafetería donde todos disfrutaron de sus últimas horas todos juntos, compartieron sus impresiones además pero también hicieron recomendaciones creativas para cada uno…la sorpresa para ella fue haber recibido la carta de futura promesa, algo que todos su compañeros estuvieron de acuerdo y esto le lleno el alma.
Se llevó hermosos recuerdos de ese curso y claro se tomó varias fotografías que colgarían en las redes sociales, algo que desde hacía un tiempo ella ya no usaba…la despedida fue gustosa, León se ofreció a llevarla al aeropuerto.
¿Qué harás después de esto?-le pregunto a la rubia mientras ella suspiraba.
Quiero viajar.-confirmo secamente.-Quiero explorar.-el rio gratamente, porque había hecho lo mismo hacia un año.
¿Nos veremos nuevamente?-
Creo que si, tal vez este un tiempo aquí en Nueva York o antes o después.-el castaño asintió mientras se unían en un abrazo deseándose lo mejor.
Feliz vida.-le dijo sonriente mientras cada paso que daba pesaba más kilos de los que tenía.
Pauna estaba en su oficina cuando la puerta sonó y ella sonrió contenta.-ES bueno tenerte de nuevo en la empresa.
Sebastián recordó a su rubia entrometida diciéndole lo hermosa que era la mujer que tenía enfrente y si…era hermosa.-Para mí es un placer verte de nuevo.-dijo el mientras la mayor de los Andrew se ruborizo al instante.
Se dieron un par de besos en las mejillas y la rubia se sintió extrañada, pareciera que ese pequeño comentario le calentó el corazón un poco…pero el sentir la cálida mano de Sebastián sobre la suya le hizo retumbar su cabeza…hacia tanto tiempo que no sentía esas sensaciones.
¿Cuenta cómo has estado Pauna?-tomaron asiento mientras ella solo miraba ahora a un hombre frente a sus ojos, ¿acaso era frígida?...era muy atractivo de pronto y a pesar de su cabello verde.
Paso saliva y el noto su rubor en las mejillas, ¿Acaso le ponía nerviosa?...el entendía todo ese juego de la seducción…así que…la pondría a prueba.
Hemos tenido algunos días muy difíciles, no tienes idea de lo que causo que Candice se marchara.-pronto ese rubor fue remplazado por preocupación.-Las cosas se nos han complicado un poco por la falta de personal.
¿A qué te refieres?-
Se fue Stear, Paty renuncio y Candice se desapareció…termine por despedir a unas personas incomodas y bueno apenas hace unas semanas parece que tomamos las riendas otra vez.-
El peliverde enarco una ceja, él sabía que tal vez esa separación causaría molestias pero no tan grandes y aunque la rubia había corrido en su auxilio nunca diría que estuvo con él, no deseaba más problemas.
Conocía a William desde hacía algún tiempo ya, pero la amistad que creo con la rubia le superaba y bueno reconocía que mucha de la pena que tenía su joven amiga, le recordaba su trágica historia en el amor.
Miraba a Pauna hablar sin parar pero no escuchaba sus palabras, miraba con atención sus gestos y se preguntaba porque una mujer tan hermosa como esa llevaba tanto peso en los hombros…tanta tristeza, algo de amargura envuelta en una mirada melancólica.
Sin pensarlo tomo su mano y la beso dejando muda a la rubia quien le miro sorprendía…se había quedado sin palabras.
Las mujeres hermosas no deben de preocuparse tanto, que los caballeros hagan lo que sea para protegerlas.-ella se ruborizo y comenzó a reír mientras él no soltó su mano para mirarle con una gran sonrisa.
Haces que yo me olvide de lo malo.-
Pues creo que pasare un rato contigo todos los días para verte sonreír mas, además no hay mucho que tú puedas hacer por William y suena a cliché pero en estos casos el tiempo es el mejor aliado.-la rubia asintió.
¿Tu, sabes algo de ella?-pregunto con esperanza lo pudo ver en sus ojos…mientras Sebastián sonreía sin decir mucho.
Poco…pero no es un tema que especialmente hoy tenga ganas de hablar, dejemos que los chicos se arreglen…no podemos hacer más…-contesto el fríamente, ella prefirió no preguntar nada más.
Lo sé, espero que salgan los dos bien librados de esta situación.-A final de cuentas es el peor de todos los fracasos…por qué es lo que uno desea hacer por amor…y un amor fracasado es el que más destruye, más destroza y más lastima.
Vamos para que te instales.-el asintió mientras la seguía y al entrar al estudio desconoció algunas cosas, seguramente era porque había otro fotógrafo…pero en esencia seguía siendo su lugar de trabajo.
Si me parece bien esa propuesta que tienes…me gusta es concisa y directa…-dijo William mientras miraba los bocetos de su hermano junto con otro colaborador.-¿Qué opinas Lucas?.
La visión es buena y siento que funcionara, además el cliente lo que deseaba era que el empaque resalte.-afirmo el hombre.
Este será entonces, me pregunto si ha llegado ya Sebastián.-dijo Antón mientras daban por terminada la reunión.
Lucas salió de la oficina y entro Pauna.-Pues ha llegado ya nuestro fotógrafo.
¿Nuestro?-dijo Antón sonriente mientras ella rodaba los ojos.
Me ha costado hacerlo venir, no me hagas contestarte mal.-respondió ella mientras el rubio rodaba los ojos.-Vamos.
Vamos.-respondió William, salieron de la oficina hacia el estudio donde el peliverde preparaba el equipo y de paso revisaba el celular…miro las fotos que Candice le envió, lucia bien.
Buenas.-dijo Antón captando su atención y haciéndolo dejar el celular.
¿Cómo te va Sebastián?-esa era la voz de William Andrew, ese desgraciado que había lastimado a su amiga y bueno deseaba golpearlo…pero cuando lo vio se sorprendió.
Vaya.-dijo quedamente pues aquellos trajes de manera inmaculada que portaba, que con solo mirarlo sabias que le costaban una pequeña fortuna…ahora eran sustituidos por unos jeans de mezclilla, una camisa casual…¿Tennis?.
Lucía una barba abundante que lo hacía ver como un ermitaño, como un viejo descuidado y unas ojeras terribles…parecía que lo habían vestido con un par de tallas más… su cabello atado en una coleta…terrible estado…pero lo que más pudo hacerlo sentir mal…sin duda.
Fue esa enorme tristeza en sus ojos…aquellos que alguna vez miraban al prójimo con desdén…
Ahora entendía las preocupación de Pauna…estaba mal y no existía mas aquel hombre orgulloso, prejuicioso, severo…sintió por algunos segundos lastima.
Parece que has visto un fantasma…-dijo William en un intento de sonrisa mientras estrechaba su huesuda mano.
Vaya hombre te ves…tan…-mal era lo último que deseaba decir la verdad es que estaba sorprendido.
Déjalo así, mira estos son los bocetos que se ocupan hacer.-Sebastián miraba al rubio sin escuchar nada de lo que decía, la verdad es que sintió mucha pena por él.
Está claro…-termino el rubio
Claro…-contesto Sebastián mirando los bocetos e hilando ideas con su amplia experiencia eso estaría en unos minutos.
Hizo la sesión de fotos del producto, al día siguiente trabajaría con las modelos y el rubio con ojo clínico acepto las fotos en la primera etapa.-
Como siempre todo bien hecho…por eso eres único Sebastián.-le felicito William.
Gracias…-dijo el mientras se sentía como fuera de todo…la verdad es que no sabía que decir.
Vamos hombre no me mires más así…parece que ves a un muerto…-menciono con incomodidad el rubio porque de verdad este hombre le miraba con cara de susto.
Si te tomo una foto y hago una comparación…-dijo Sebastián mientras el rubio bajaba la mirada.
Lo se…-contesto el mirando su huesuda mano y el anillo de casado que aun portaba.
¿Qué pasó contigo?…- lo comprendía porque él era hombre y tal vez entendía su dolor.
Sin la esencia de ella…yo simplemente me fui…-respiro hondamente.-Créeme que no queda nada del perfecto hombre-
Nadie es perfecto…el único perfecto era dios hermano y sabes que le hicimos, lo crucificamos.-William asintió, se sentía un poco melancólico.
Lo se…por eso ahora estoy solo…con un divorcio en puerta hermano…-respondio rubio mientras movía el cuello.
No sé qué decirte.-menciono el peliverde con pesar.
Nada, es mejor no decir nada.-contesto el rubio no tratando de darle más armas a su conmiseración permanente con la que vivía día a día…-estrecharon sus manos…-nos vemos.
Pauna entro cuando su hermano salía.-Va todo bien entonces.
En serio no pensé que estuviera así…-dijo Sebastián contrariado.
Esta mejor, hubo días que no se presentó a trabajar y Antón junto conmigo nos tocó hacer el trabajo solos.-contesto la rubia.
No puedo creerte lo que dices, es como si hablaras de alguien más.-Pauna asintió con la cabeza.
Yo también no lo creía pero así fue, lo bueno es que el acude a terapia…por eso lo miras acá…intentando distraerse de su dolor…-
Vaya…que pena…-Sebastián tenia demasiada información en su cabeza…entrego el trabajo y partió…tenía varios pendientes en casa por así decirlo.
En los siguientes días miro más de cerca lo que pasaba con aquel hombre y leyó el mensaje de la rubia que anunciaba su llegada un domingo…fue por ella para recibirla después de una expedición personal en la gran manzana.
¿Me has extrañado?.-le dijo abrazándole.
Definitivamente si, luces un poco más delgada.-ella negó.-¿Haz estado vomitando acaso?.-
Claro que no, estoy corriendo desde que fui a Italia y me gusta.-contesto Candice un poco animada.
A mí no me engañas.-dijo el mientras caminaban abrazados por la maleta.-Te mueres de miedo, ¿Cierto?
Es el último lugar en el mundo en el que quiero estar.-le miro con tristeza mientras el besaba su mejilla.-Tengo mucho miedo.
Estarás bien, te lo prometo.-tomaron la maleta y partieron al departamento del peliverde, compraron comida china para llevar y se miraron un rato.
Dime que no estas vomitando…-señalo el con cara de molestia pues el short que lucía lejos de mostrar unas perfectas piernas parecían que mostraba un par de espaguetis colgando…unos brazos flacuchos y una cara tan delgada que parecía se le saldrían los ojos.
Estoy corriendo, ya te lo dije…-contesto ella.-Cuéntame como va todo.
No te lo diré…-la rubia intuyo las cosas pero la verdad es que en los siguientes escasos tres días debía de prepararse para verlo, se giró a la ventana y no pudo resistirlo.
¿Como esta?…-una pregunta dolorosa…insufrible…que le costaba mucho hacer.
Peor que tu…-dijo el peliverde mientras ella se giraba y lo miraba con mucha preocupación, una preocupación que la mataba esperaba escuchar mejor que nunca…sonriente y feliz…perfecto como siempre…algo que la hiciera deprimirse aún más.
La rubia quiso llorar…pero no podía…-No quería escuchar eso…-dijo con pesar.
Pues no quería decírtelo…tu preguntaste…-Respondió Sebastián abriendo la cajita de comida.-siéntate no me gusta comer solo y muero de hambre.
Ella se lavó las manos tomo dos botellas de agua del refri y se sentó frente a su amigo.-Dime más.
No pienso decirte nada, se sufriendo y yo tenía pensado matarlo en cuanto lo tuviera frente a mi.-el rio irónicamente.-Creo está pagando lo que te hizo…cuando lo mires de frente tal vez tus ideas cambien y prepárate bien…tal vez pierda el más…pero…-
¿Pero qué Sebastián?- pregunto ella con ansiedad, el peliverde le miro a los ojos y ella se limpió las lágrimas que caían por sus mejillas.-Me duele.
Lo se…el único consejo que puedo darte…-concluyo Sebastián mientras se levantaba y la abrazaba.-Es que lo escuches.
La rubia miro a su amigo mientras escondía su cara en su pecho, llorando por lo que se avecinaba…era como un cuento de terror lo que estaban viviendo
Corriendo pero subiendo capitulo, lo están pasando mal y vemos como Candice a pesar de que esta tratando de buscar nuevos rumbos pues se ha doblado al llegar al lugar donde empezó esto y es complicado.
Les quiero agradecer por su apoyo, les deseo un hermoso fin de semana y les quiero mil.
Mariagpe22.-pura tristeza con los dos, viendo como William ahora vive su duelo por ella y dándose cuenta de estaba mal….saludos hermosa.
Carol Aragon.-Sin comunicación no hay nada, es triste verles fallar pero mas triste es no reconocer y eso aquí afortunadamente no ha sucedido…gracias por comentar-
Chocoyii.-William tendrá que asumir las consecuencias de sus actos y bueno esperemos que las cosas sean mejores para los dos…gracias por su reviews.
Yusmariz.-Así es el vaso se derramo y Candice tomo lo poco que le quedaba para irse, porque sabía que podría perderse totalmente…ahora Will estaba destrozado y arrepentido de todo lo que paso…saluditos.
Karolamx.-Me siento en estos momentos como tú, he modificado muchas cosas porque no era la historia de esta manera…pero William erro y bueno ahora creo que está haciendo un esfuerzo para ser un hombre funcional, es más terrenal y no solo un presidente de una compañía poderosa…ahora vive en la realidad, sin ella…veamos que paso con Candice…gracias por tus comentarios tan asertivos bonito fin.
IsasiB.-Gracias por las flores, estamos en la cima de todo esto y no sé qué tanto cambie con lo que sigue porque me ha costado trabajo con esta pareja…Candice tomo las decisiones como tu lo dices, William en su momento peco de tonto y ahora solo queda esperar que sucede…es difícil para los dos…gracias por comentar linda.
