7. MIEDO

Se dirigieron automáticamente hacia la Sala Común de Gryffindor sin decir una palabra. Hermione caminaba con gesto compungido y los ojos vidriosos, de vez en cuando emitía un débil gemido. Ron, por su parte, avanzaba con las manos en los bolsillos y la vista fija en el suelo sin mirar a nada concreto. Sin darse cuenta habían llegado hasta el retrato de la Dama Gorda.

¡Golosina lechucil! – pronunció Ron con desgana

¡Vaya caras! – comentó la señora del cuadro - ¿qué¿alguna pelea, pareja? – Hermione se limitó a negar con la cabeza y pasar rápidamente.

Al oír aquello, Ron se dio cuenta de que nadie sabía lo que había pasado, y seguramente Neville, Seasmus, Ginny… y los demás dormirían tranquilos en sus camas sin saber siquiera que quizás nunca volverían a ver a……

¿Vas a pasar? – era la voz de la Dama Gorda del cuadro, molesta por el poco caso que le habían hecho.

Ron siguió a Hermione al interior de la sala, ésta se dirigió a las butacas más cercanas a la chimenea. No había apenas nadie en la sala, ya que el día siguiente era lunes y todos preferían descansar.

Ron se dedicó a observar las formas que hacían las llamas del fuego en la chimenea con la mente en blanco. No sabía cuanto tiempo llevaba así cuando oyó que alguien entraba por el retrato. Casi inmediatamente, Ron y Hermione dieron un respingo y miraron hacia allí; era la profesora McGonaghall, Ron quiso escrutar su gesto, pero no lo consiguió.

El señor Potter saldrá de ésta – dijo serenamente

Oyó a Hermione dar un gritito de felicidad a la vez que se llevaba una mano al pecho. Ron se limitó a sonreír nerviosamente mientras sentía una oleada de alivio que lo inundaba por dentro.

¿Podemos verle? – dijo Hermione que parecía haber recuperado la vitalidad.

No, hoy no, necesita descansar, mañana tendrán ustedes el día libre y podrán ir a verle. Váyanse a dormir y descansen también.

A Ron le pareció observar un destello maternal en los ojos, enmarcados por la cuadrada montura de las gafas, de la profesora antes de darse la vuelta para abandonar la sala.

Inmediatamente después de saber que Harry no corría peligro, Ron se dio cuenta de que la mente de Hermione había comenzado a funcionar.

¿Te das cuenta de lo grave que es esto, Ron? – dijo mientras se dirigía de nuevo a la butaca en la que había estado sentada.

Ron fue también a la butaca sin decir nada. Hermione prosiguió

Lord Voldemort… – Ron cada vez lo llevaba mejor, pero oír ese nombre aún hacia que lo recorriera un desagradable escalofrío - …puede controlar a Harry…. , y Harry… está aquí, dentro de Hogwarts – Hermione miró a Ron asustada como si se hubiera dado verdadera cuenta en ese momento de lo que acababa de decir.

¿Quieres decir que.. Él puede intentar atacar a Dumbledore por medio de Harry? – preguntó Ron

Es una posibilidad, aunque no creo que pudiera hacer mucho contra Dumbledore. Por lo que he leído, poseer a alguien requiere de mucha energía por ambas partes, y los reflejos y velocidad que adquieres no son los mismos que si fuera tu cuerpo, así que, si Voldemort no pudo acabar con Dumbledore en el Ministerio en la plenitud de sus poderes, dudo muchísimo que pudiera siquiera rozarle a través de Harry.

¿Entonces¿crees que intentaría atacar a alguno de nosotros? – dijo Ron con una pizca de pánico en la voz.

Hermione y él intercambiaron durante unos instantes una mirada aterrorizada.

¿Por qué iba a hacer eso? – prosiguió

Bueno – comenzó Hermione lentamente y con voz queda – ya le has oído antes, " esos malditos muggles y los sangre sucias de sus hijos serán los primeros…." – se interrumpió. Sus ojos observaban el infinito con una angustia inusitada.

Ron la miró, parecía haberse dado cuenta de que, en caso de que fuera correcto lo que pensaban, ella seria probablemente la primera en morir, era hija de muggles y apenas se separaba del lado de Harry en todo el día.

Bueno – dijo él con amargura – si hay alguna familia de traidores a la sangre, esa es, sin duda, los Weasley.

Probablemente aquello no había ayudado demasiado a Hermione, pero no dejaba de ser cierto que en caso de que lo que barajaban fuera correcto, él seria el siguiente en morir después de Hermione.

Ambos se quedaron sumidos en un angustioso silencio. Mientras, la Sala Común se había vaciado del todo y solo se oía ya el crepitar de las llamas en la chimenea.

Sin embargo… - Hermione volvía a estar pensativa y se agarraba la barbilla con una mano – a quien Voldemort realmente quiere matar es a Harry, y sospecho que su intención es hacerlo cuanto antes. No le conviene que Harry se haga más poderoso, por eso mismo fue por lo que intentó matarle cuando aún era un bebé.

¿Qué piensas que va a hacer¿Poseerle y hacer que se tire por unas escaleras o algo así? –se mofó Ron

¡No! Pero sí puede hacer que Harry salga del colegio, donde ya no esté protegido y una vez fuera, acabar con él.

Eso es imposible, Hermione – dijo Ron con determinación. La chica se sorprendió un poco – por lo que hemos visto hasta ahora, Vold…. él, solo es capaz de poseer a Harry durante un momento, recuerda lo que nos contó que ocurrió en el Ministerio de Magia, Harry consiguió expulsar a .. él, gracias al amor que sentía por Sirius, es imposible que consiga que Harry se levante de la cama, atraviese todo Hogwarts y los terrenos del colegio y llegue al otro lado de la verja.

Hermione le miró como si fuera la primera vez que le veía

Tienes razón – susurró. Ron se ruborizó un poco

Aunque.. supongo que Voldemort podría encontrar algún otro método más rápido para hacer salir a Harry de Hogwarts, no obstante siempre sería muy arriesgado y difícil – Hermione hizo una pausa – De todas formas…. No estaría de más que Harry se enamorara.

Ron esbozó una mueca de incredulidad, seguramente había oído mal

¿Qué se qué? – preguntó

Que se enamorara – repitió Hermione muy convencida

¿Por qué? – preguntó Ron tremendamente intrigado

Mira, fue el amor por Sirius lo que le salvó aquella vez, él acababa de morir, y Harry sentía un tremendo dolor. Sin embargo, estoy convencida de que, de no haber sido así, se habría salvado igual, y la persona en la que Harry habría pensado habrías sido tú

¿Yo? – exclamó Ron atónito.

Claro, Ron, recuerda la prueba del lago en el torneo de tres magos en cuarto, fuiste tú la persona que más apreciaba Harry.

Si, bueno, pero es que tú ya estabas pillada – dijo con una sonrisa socarrona

Hermione lanzó un hondo suspiro de exasperación

No, Ron, lo que hay entre tú y él es… - su semblante se ensombreció - siempre ha sido… distinto a lo que tenéis conmigo.

Ron pensó que Hermione tenía razón y sintió un poco de pena por ella.

Venga Hermione – alargó el brazo para darle un golpecillo en el hombro – si sabes que te adoramos, no podríamos vivir sin ti – se sintió un poco incómodo y raro al decir eso, pero intentó poner su mirada más sincera.

Hermione levantó la vista y lo miró algo avergonzada.

Estoy convencido – prosiguió Ron – de que lo que le habría salvado, habría sido pensar en los dos.

Ron vio como Hermione esbozaba una ligera sonrisa.

Bueno – dijo ella sacudiendo un poco la cabeza – la cuestión es que si Harry amara a alguien, Voldemort no sería capaz de penetrar en él nunca más. No es que el amor sea un sentimiento más importante que la amistad, pero sí más intenso. Cuando estás enamorado cada poro de tu piel lo grita y el simple recuerdo del ser amado hace que tu corazón se hinche de euforia y felicidad. Y ahí, ahí es imposible que pueda penetrar el mal y el odio de Voldemort.

Parece que sabes muy bien lo que es estar enamorado – repuso Ron

Hermione se ruborizó un poco

No empieces, Ron

No, simplemente me preguntaba en qué libro lo habrías leído - dijo indiferente

Aunque la verdad era que, súbitamente, Ron había sentido la urgencia de saber si Hermione había estado o estaba enamorada de Krum.

Estuvieron callados unos 5 minutos, pensando cada uno en sus cosas, hasta que por fin Hermione rompió el silencio.

Ron, creo que lo más prudente sería que no dejáramos solo a Harry en ningún momento, lo mejor, de hecho, seria que estuviera siempre rodeado de mucha gente, y nunca a solas con ninguno de nosotros dos.

Eso va a ser complicado, sobretodo para mi, recuerda que dormimos juntos

Pues vas a tener que tener el sueño muy ligero, Ronald Weasley – dijo tajantemente

Ron la miró angustiado ¿por qué tenía que atemorizarle de aquella manera? Aunque advirtió en su mirada, que ella lo estaba aún más que él.

Se acercaban tiempos duros y peligrosos en los que no se podía uno fiar, ni de su mejor amigo, que era, paradójicamente, el único capaz de acabar con todo el terror que se cernía esos días, sobre el mundo mágico.

De pronto, un ruido en la ventana los sobresaltó, miraron hacia allí, una lechuza daba suaves golpes contra el cristal.

Ron y Hermione se miraron extrañados

¿A estas horas? – preguntó él mirando el reloj. Luego se levantó y abrió la ventana. Rápidamente, la lechuza entró y se dirigió a donde estaba Hermione. Ron vio que la chica desataba lo que parecía un cilindro grande de la pata de la lechuza y luego empezaba a rebuscar nerviosa por su túnica, por fin lo encontró, y Ron supo lo que era¡un knut, pero… no podía ser…

Cuando Hermione le pagó, la lechuza salio por la ventana que Ron había estado esperando para cerrar. Al dirigirse hacia la chimenea de nuevo, Ron pudo ver que Hermione sujetaba "El Profeta" temblorosa, y contemplaba la portada con una mirada aterrorizada. Ron se colocó por detrás de ella un titular con letras enormes que decía así:

EDICION ESPECIAL

MORTIFAGOS HUIDOS DE AZKABAN

"A las 10 de esta misma noche, los presos más peligrosos

De la cárcel de los magos, Azkaban, hay escapado, acabando

Con la vida de 12 guardianes en su huida. Fuentes cercanas

Al ministro han asegurado que el temor a que esto sucediera,

Se ha ido intensificando en los últimos tiempos debido a que

Ya no se siente la seguridad que antes de la revuelta de los

Dementores el año pasado.

La noticia para la comunidad mágica, que desde el regreso de

quien-ustedes-saben vive en el temor y la inquietud constantes,

ha disparado todas las alarmas. Desde el Ministerio de Magia

se recomienda a todo el mundo que mantenga la calma, pero que

extremen las precauciones, y si se cruzaran con alguno de estos

individuos, no traten de detenerlos ustedes mismos,

son extremadamente peligrosos, y carecen de toda bondad

y compasión"

Debajo estaban las fotos de unos 10 mortífagos entre los que Ron, rápidamente, distinguió las inconfundibles facciones y la mirada de suficiencia de Lucius Malfoy, que en ese momento sonreía a Ron con descaro. El pelirrojo cogió el periódico de entre las temblorosas manos de Hermione por las que se estaba resbalando lentamente, pasó las páginas y encontró biografías de los huidos, entrevistas a gente sobre la fuga, una lista de precauciones para no sufrir la maldición Imperius y demás artículos, todos ellos relacionados con el tema. Súbitamente Ron temió por sus padres, y rezó porque estuvieran a salvo con el resto de los miembros de la orden en el nº 12 de Grimmauld Place. La cosa se estaba poniendo fea de verdad. Incluso se preguntó hasta que punto estarían a salvo en Hogwarts en el caso de que el-que-no-debe-ser-nombrado y un numeroso grupo de mortifagos se decidieran a entrar.

De pronto, Ron reparó en que las luces de la habitación se habían ido apagando, ya que era tarde, y la única iluminación de la sala provenía de las crepitantes llamas de la chimenea. Miró a Hermione, que estaba de pie, dada la vuelta en la penumbra, a unos pasos de él, y emitía unos sollozos casi inaudibles. Dejó el periódico y fue hacia ella.

¿Hermione? – le susurró con cautela. Ella emitió un débil quejido y se echó las manos a la cara sollozando con más intensidad. Entonces Ron puso sus manos a ambos lados de los hombros de la chica, que inmediatamente al notar su contacto se dio la vuelta y se echó en sus brazos llorando ya enérgicamente. Ron la estrechó entre sus brazos, sabía que si a ella le hubiera dado también por pensar en sus padres, tenía razones para estar preocupada, porque se podría decir que prácticamente estaban a merced de Voldemort. A Ron se le partía el corazón al verla así, y sintió ganas de llorar con ella.

No llores por favor, Hermione – dijo sinceramente

Ella se separó de él lentamente, hipando entrecortadamente y restregándose los ojos con una mano

Tengo miedo, Ron – dijo con la voz quebrada – es la primera vez que tengo miedo de verdad. Falta poco para que se desencadene una sangrienta lucha, y tú y yo estamos al lado de Harry, si no fuera por esa maldita profecía… Ron, es muy posible que tú o yo, o los dos… es posible que …. que en esta guerra perdamos la …

Ron, que había estado observando los angustiados y enrojecidos ojos de la chica mientras hablaba, no la dejó terminar, volvió a abrazarla, y mientras la apretaba con todas sus fuerzas contra su pecho y le acariciaba el pelo suavemente, le dijo en un susurro:

No te preocupes, Hermione, ya verás como todo sale bien. Dumbledore sabrá cómo solucionarlo. Vamos a acostarnos, y seguro que mañana no nos parecerá todo tan negro – al oírse no le pareció que sonara demasiado convincente, pero, sabía que lo que necesitaba en ese momento Hermione, era oír algo así.

Luego guió a la temblorosa muchacha hasta las escaleras que subían a los dormitorios de las chicas. Pero ella se dio la vuelta

No, Ron, no me dejes sola, mira – dijo retrocediendo y señalando unos sofás grandes que había en una esquina – nos quedaremos aquí los dos, esta noche, pero no me dejes sola

Ciertamente, Ron no la quería dejar sola, pero tampoco le apetecía pasar la noche en esos incómodos sofás. Pensó rápidamente y dio con la solución.

Ya sé lo que vamos a hacer – dijo animadamente – como yo no puedo subir a vuestro cuarto, esta noche te vienes a nuestra habitación y duermes en la cama de Harry ¿qué te parece? – Hermione asintió sonriente aunque con lágrimas recorriéndole aún las mejillas.

Comenzaron a subir las escaleras

Un momento – dijo Hermione - ¡Accio camisón! – Unos segundos después llegaba volando, velozmente, una prenda de ropa blanca, perfectamente doblada y se posaba suavemente sobre los brazos extendidos de Hermione – Ya est� vamos.

Una vez en el cuarto, intentaron hacer el mínimo ruido posible, no querían despertar a nadie, porque entre otras cosas, no les apetecía explicar qué hacía Hermione allí, ni dónde estaba Harry.

Será mejor que me vaya a cambiar al baño – dijo Hermione tímidamente

Si – contestó él

Cuando la puerta del cuarto de baño se cerró, la habitación se quedó en penumbra. Gracias a que esa noche había luna llena, por los amplios ventanales entraba una claridad que permitió a Ron distinguir perfectamente todo cuanto había en la habitación, sobretodo después de un rato, cuando ya sus ojos se hubieron acostumbrado.

Se dirigió a su cama y se sentó. Pensó en que nunca había visto a Hermione así, tan vulnerable, ella siempre había mantenido la calma en todas las situaciones y la cabeza fría para hacer lo correcto en cada momento. Ron se dio cuenta entonces, de que hasta los más fuertes necesitan a veces un hombro en el que apoyarse. Las fuerzas a veces flaquean y todo el mundo necesita a alguien a su lado que le de aliento y ánimo para continuar. Estaba claro que Hermione estaba pasando por eso en aquel preciso momento, y era su deber de amigo proporcionarle ese ánimo para seguir adelante con valor. Después de todo, los acontecimientos de aquel día no habían sido para menos.

Oyó de pronto la puerta del cuarto de baño, y vio salir a Hermione cabizbaja y pesarosa, así, con el fino camisón parecía haber menguado, no tenía nada que ver con la Hermione que caminaba con decisión y la cabeza muy alta por los pasillos de Hogwarts cada día.

Ron entró rápidamente al baño cuando ella hubo salido, para que la claridad no despertara a sus compañeros de habitación.

Cuando salió vio que Hermione ya estaba acostada y descansaba placidamente, así que se dirigió a su cama y se acostó él también.

En cuanto cerró los ojos vio con claridad la cara de Draco Malfoy, sonriéndole burlonamente al día siguiente, con el periódico que habían recibido esa noche en la mano.

De repente Ron se sobresaltó, había oído un ruido, aguzó el oído y se quedó muy quieto. Al instante, oyó un susurro, muy débil, pero no lo entendió, volvió a escuchar

Ron – esta vez si lo entendió, el susurro, apenas audible, venía de la cama de Harry

¿Qué? – susurró él a su vez

Ron, ven

Ron se levantó de la cama rápidamente, fue y se arrodilló a los pies de la cama. Ella se volvió hacia él quedándose apoyada sobre el costado, de tal modo que su rostro quedó iluminado por un rayo de luna que se colaba furtivo por la ventana.

Ron, necesito decirte algo

¿No puede ser mañana? – preguntó él que notaba como sus párpados se caían por el sueño y el cansancio

No, ahora o nunca

Está bien – accedió – dime

Ron, yo…. – parecía nerviosa – yo… tengo que pedirte perdón

¿Por qué? – se sorprendió el pelirrojo

Pues… porque he sido muy injusta contigo, por todas aquellas cosas horribles que te dije – Hermione no se atrevía a mirarle a la cara.

Ron permaneció unos segundos en silencio. Luego habló

No pienses en eso ahora, Hermione – dijo tranquilizador

Al contrario – Hermione alargó su mano y cogió la del chico – no sabemos lo que nos deparará esta lucha…. – hizo una pausa - ….. y si….. muero….

Ron abrió la boca para decir algo, pero ella lo atajó rápidamente

…si muero, quiero por lo menos que sepas, que Harry y tú sois mis mejores amigos, y que… sois los mejores compañeros que existen, y que sois…. – apretó la mano de Ron - …. lo más importante que hay en mi vida – concluyó con la voz casi quebrada.

Ron miró sus ojos, que se estaban poniendo vidriosos por momentos y se conmovió

Hermione… tú sabes que Harry y yo nunca dejaremos que te pase nada, sabes, que te protegeremos hasta la muerte ¿no? – la chica asintió levemente con la cabeza. La voz de Ron se hizo más grave y profunda – Tú sabes que yo daría mi vida por ti ¿verdad Hermione? – Ron alargó la otra mano para coger la de ella entre las suyas, se inclinó un poco hacia ella y dijo en un susurro… - mientras yo esté con vida, no permitiré que nada malo te suceda – una pausa – te lo juro.

El rayo de luna que entraba por la ventana, arrancaba brillantes destellos de los ojos humedecidos de Hermione, que sin mediar palabra se echó en los brazos de Ron y se puso a llorar desconsoladamente.

Eres maravilloso Ron, el mejor chico que conozco, y no te mereces que te traten como yo lo he hecho… - dijo entre sollozos.

Ron le acariciaba el pelo intentando calmarla y sonrió

Bueno – empezó en tono alegre – a veces si me lo merezco.

La chica se separó y le miró con un amago de sonrisa en los labios

Nunca más nos pelearemos¿vale Ron?

Él dibujó una amplia sonrisa en su cara

Te prometo que pondré más de mi parte

Ella también le sonrió con ojos brillantes. Ron alargó su mano y la puso en la mejilla de Hermione. Con el pulgar, secó las lágrimas que aún le resbalaban por su sedosa piel. De pronto, su semblante se volvió más serio, se quedó ensimismado contemplando la perfección de los rasgos de la chica, olvidándose de apartar su mano, le acarició suavemente la mejilla, mientras observaba sus preciosos ojos castaños, con esas pestañas tan largas…, su nariz pequeña y graciosa; le encantaba como se arrugaba cuando reía, y observó sus labios…. ¡Que labios! tan delicados y suaves, en ese momento estaban rosados, húmedos… y parecían decirle… De pronto fue consciente de que había mirado demasiado rato a la boca de la chica, y ella se había dado cuenta¡que vergüenza! Pero, sorprendentemente, no había turbación en ella, algo dio una vuelta entera y muy brusca en su estómago cuando se dio cuenta de que, durante un brevísimo instante, ella también había dirigido sus ojos a los labios de él.

Bu.. bu… bueno – balbuceó – creo que es hora de dormir

Si – dijo ella, súbitamente abochornada.

Me quedaré aquí hasta que te duermas

De acuerdo – dijo ella. Se echó y cerró los ojos dispuesta a dormir.

Bueno, os dejo el siguiente capítulo,pero mañana me voy al pueblo de vacaciones y no vuelvo hasta el 29 o por ahi de marzo, asique no podré poner hasta entonces¿va? venga, gracias por los reviews. besitos