Bueno, aqui está lo siguiente, y... viene calentito!
11. CONSECUENCIAS
Ella lo miró aterrada y acto seguido se levantó y salió corriendo a toda velocidad hacia los soportales, Ron corrió tras ella, pero al girar en una esquina un grupo de alumnos que venían corriendo le impidieron el paso. En seguida averiguó de que huían, pues unos instantes después pasó rozándole un globo lleno de una sustancia que no era agua, con un rápido vistazo descubrió que se trataba de cola súper adhesiva… Peeves, el poltergeist iba cargado con montones de ellos mientras perseguía a los muchachos, Ron tuvo que correr también para evitar el ataque. Se puso rápidamente a salvo, pero… había perdido a Penélope, decidió no buscarla, al fin y al cabo no iba a encontrarla si ella no quería… ya tendría tiempo de hablar con ella. Decidió salir del castillo y pensar en lo sucedido mientras paseaba por los terrenos de Hogwarts.
Para empezar… ¡ le habían besado! Se trataba de su primer beso, y había sido con… ¿Penélope..? o… ¿debería decir… con Hermione¡Perfecto! Su primer beso y ni siquiera sabía decir con quién había sido, y primera vez no hay más que una….
Por más que pensaba no conseguía explicarse por qué Penélope había hecho aquello¿por qué se habría arriesgado tanto? Si la descubrían, podrían incluso expulsarla. Pero lo que más intrigaba a Ron era…. ¿ por que había decidido Penélope tomar la apariencia de Hermione? aquella situación era, de principio a fin, totalmente confusa para él. Sin embargo, aquello era, en ese momento lo que menos preocupaba a Ron. Lo verdaderamente grave era que Lavender y Parvati, las reinas del cotilleo en Hogwarts, les habían visto, la situación no podía estar peor.
Ron paró de caminar un momento y se llevó una mano al pecho oprimido por la angustia ¡Por Merlín¡mañana lo sabrá todo el colegio¡No! es peor…. mañana todo el colegio pensará que Hermione y yo….
Hermione me va a matar – dijo en alto y con un tono de voz bastante angustioso.
Continuó caminando con las manos metidas en los bolsillos arrastrando los pies penosamente
Cuando Hermione supiera lo que había pasado, evidentemente se daría cuenta de que ella NO había hecho tal cosa e iría directamente a preguntarle a él, cuando se lo contara…. Hermione no es tonta, la deducción lógica es que, fuera como fuera, Ron había besado a alguien con su aspecto, lo que significaba… que también la habría besado a ella….¡Merlín¡Que vergüenza! Ron notó cómo se le revolvían las tripas ¿por qué no la habría apartado antes? No sabía la respuesta, simplemente… no podía, se había quedado como… petrificado. Alegaría que había sido ella la que le había besado, que no había podido hacer nada. Y sin embargo…. Ron era consciente de que le había devuelto el beso. Cerró los ojos y rememoró el momento¡había sido increíble! sus caricias…, el brillo de sus ojos…, esa mirada…, el contacto de sus labios… todo había sido genial…. ¡Pero Ronald! se dijo a si mismo, debía apartar eso de su mente. Se agarró la cabeza y la sacudió como si así pudiera expulsar aquellos recuerdos de su cerebro.
No sabía cuánto tiempo llevaba caminando, pero el sol empezaba a ponerse y sería hora de cenar, se dirigió al castillo, tenía que afrontarlo, tarde o temprano llegaría la hora de encontrarse con todos sus compañeros, en cuanto antes mejor.
Entró en el vestíbulo cabizbajo, ya que había bastante barullo y no se atrevía a mirar a nadie. Levantó la vista y se encontró con la mirada de una Hufflepuff de cuarto que sonreía bajando las escaleras, Ron apartó la vista rápidamente ¿lo sabría ya?
¡Ron! – la voz que le llamaba era la que más había temido oír toda la tarde. Levantó la vista y vio a Hermione en la puerta del comedor, iba con Harry, Ginny y Seasmus - ¿Dónde te has metido toda la tarde¿vienes a cenar?
Ron la miró compungido, aún no sabía nada, eso seguro, sonreía demasiado. Se dio cuenta de que no seria capaz de mirarla a la cara. Si Parvati y Lavender aún no habían dicho nada sería porque esperaban el momento oportuno, y ese momento sería sin duda durante la cena, cuando estuvieran todos, entonces estaría atrapado, no podría huir, estaba loco si se presentaba en el Gran Comedor esa noche.
A..ahora voy – mintió – id entrando
Cuando sus amigos hubieron desaparecido por la puerta, se dio la vuelta y volvió a salir del castillo¿cómo podía siquiera haberse planteado ir a cenar? Sería ponérselo en bandeja a esas dos sabandijas. Entonces pensó que quizás podría haber intentado hablar con ellas y rogarles que no dijeran nada…. pero¿a quien quería engañar? ni locas se lo callarían¡era un bombazo! dos miembros del trío más famoso de Hogwarts… ¡juntos! hasta a él mismo le parecía apetitoso ese cotilleo. Además no podía decir la verdad sobre lo que había pasado, tampoco quería que expulsaran a Penélope. Estaba completamente atrapado.
Bueno – pensó apenado – al fin y al cabo no tengo demasiada hambre.
Se sentó a la orilla del lago, la quietud y la oscuridad eran absolutas, el tranquilo rumor del agua le hizo olvidarse por un momento de sus problemas. Pensó en lo difícil que era hacerse mayor. "Estas cosas no me pasaban antes" se dijo. Los últimos dos años para él habían sido algo difíciles, había sido testigo de cómo su cuerpo cambiaba rápidamente, su voz… había variado en cuestión de meses, su carácter era… ni siquiera él mismo se entendía a veces, y su humor cambiaba con una velocidad pasmosa de la risa al enfado ¡era alucinante!. Lo que más le preocupaba era que las imprevistas reacciones de su cuerpo se estaban volviendo incontrolables en los últimos tiempos y tenía miedo de que algún día le dejaran en evidencia. Para evitar problemas había decidido eludir la compañía de chicas tanto como le fuera posible, bueno, eso no incluía a Ginny ni Hermione, por supuesto.
A propósito de esto, Ron tenía bastante fresca en la memoria la conversación (si es que se le puede llamar así) que había tenido con su padre ese verano en la Madriguera….
Se hallaba en la habitación de George y Fred que le querían enseñar un nuevo artículo de su creación, cuando el señor Weasley le había llamado desde el salón, con un tono de voz serio que Ron nunca le había oído…
¡Ronald! baja un momento, por favor – había dicho
Ron miró a sus hermanos extrañado, ellos intercambiaron una mirada divertida, luego se pusieron uno a cada lado de él con la mano en su hombro y le acompañaron hasta la puerta
Bueno Ron, en la vida de todo Weasley… - dijo Fred
…llega un momento en el que debe aprender ciertas cosas… - prosiguió George
… y es deber de su padre mostrárselas – concluyó el primero
Decían esto a la vez que le empujaban hacia la puerta. Cerraron la tras él dejándole totalmente desconcertado, Ron pudo oír como estallaban en carcajadas inmediatamente después. Entre intrigado y temeroso bajó las escaleras, y cuando llegó al salón se encontró al señor Weasley esperándolo con aire solemne.
Pasa hijo – le dijo a la vez que le pasaba un brazo por los hombros y le conducía hacia un sillón donde él mismo se sentó. Acto seguido, y con una calma casi desquiciante, se preparó una pipa y la encendió…
Bueno hijo – comenzó – has de saber que en la vida de todo Weasley llega un momento en el que debe aprender una serie de cosas que no enseñan en Hogwarts, y es deber de su padre el mostrárselas
Ron lo miraba a la vez alucinado y divertido recordando a sus hermanos unos minutos antes
– Estás en una edad, hijo mío… - prosiguió - … en la que vas a notar muchos cambios: tu cuerpo, tus prioridades… - el señor Weasley no le miraba, sino que hablaba recostado en el sillón mirando hacia el frente y fumando con calma, las palabras le salían con naturalidad, y con la seguridad que da el haberlo hecho ya 5 veces con anterioridad - … además, comenzarás a mirar a las chicas de otra manera… - le dio un codazo y se giró hacia él con una mirada que quería ser de complicidad - … apuesto a que ya te has fijado en alguna…
Ron no dijo nada, simplemente esbozó una sonrisa que terminó siendo una mueca mezcla entre terror y estupor
… pues bien, es probable que tu masculinidad te juegue algunas malas pasadas…
Ron creyó haber oído mal ¿había dicho masculinidad ? deseó en ese momento que se lo tragara la tierra, el color de su cara, con toda seguridad, rivalizaba seriamente con el de un tomate bien maduro. Pero la cosa no acabó ahí, sino que su padre habló, habló y habló durante unos 20 minutos que a Ron le parecieron los más largos de su vida sobre la adolescencia, las chicas, el amor¡incluso sobre sexo! ilustrando su charla con algunos ejemplos sobre él y su madre que Ron prefería que se hubiera ahorrado. Pero supuso que su padre soltaba la charla una vez a cada muchacho, y luego no volvía a hablar sobre el tema nunca más, consideraría que ya había cumplido su deber de padre.
… pues eso es todo, hijo ¿tienes alguna pregunta? – Ron negó lentamente con la cabeza, aún seguía consternado
Ha sido un placer charlar contigo, hijo mío - finalizó
Ron, que no había pronunciado una sola palabra en todo ese tiempo, se levantó en silencio y subió las escaleras con la cabeza echa un barullo por el cúmulo de información recibida. Los gemelos se pasaron lo que quedaba de día riéndose a su costa.
Aún entonces, sentado allí en la penumbra, a la orilla del lago, Ron se sintió ruborizar al recordar algunas de las cosas que había dicho su padre aquella tarde de verano.
Los minutos iban pasando más y más despacio a medida que se acercaba la hora de volver a la Sala Común, estaba retrasando ese momento todo lo que podía, pero por muy prefecto que fuera, sabía que no podía andar por los pasillos a partir de ciertas horas, si le pillaba Filch…
Ron apuró la hora todo lo que pudo pero a las diez menos cinco se levantó y se dirigió a la torre de Gryffindor, cuando llegó ante el retrato de la Dama Gorda se paró un momento y se armó de valor, a esas alturas ya lo sabrían todos, nada se podía hacer más que aguantar chaparrón. Eso si, como le fuera posible, debía hablar con Penélope.
Dijo la contraseña y entró. Con un rápido vistazo vio que sus amigos estaban al lado de la chimenea como de costumbre, se dirigió hacia allí con grandes zancadas. Ese recorrido nunca se le había hecho tan largo, unas cuantas cabezas se giraron hacia él, quizás sin ninguna motivación especial, o quizás si, Ron no lo podría asegurar, en su estado cada movimiento, cada susurro le resultaba sospechoso. Por fin llegó hasta la chimenea donde estaban charlando Ginny, Seasmus, Hermione, Neville y Harry. Ironías del destino, solo quedaba un sitio libre, y era precisamente en el sofá en el que estaba Hermione. Se sentó sin mirarla, lo más pegado al extremo contrario que pudo. Sus amigos no parecieron comportarse de ninguna manera especial hacia él, solo estaban algo alarmados por no haberle visto desde por la mañana.
¿Dónde te has metido todo el día? – preguntó Harry
Por ahí – dijo él con desgana
Te esperábamos para la cena y no apareciste, estábamos un poco preocupados – dijo Hermione
No tenía hambre – dijo él evitando mirarla
Levantó la vista y vio a Ginny y Seasmus mirándole con cara de extrañeza. Hermione se acercó a él y le puso la mano en el hombro
¿Te pasa algo? – le susurró en tono preocupado
Ron se sobresaltó y la miró, vio sus ojos, vio sus labios, y tragó saliva, estaba cerca, no tan cerca como la había tenido esa mañana pero aún así, se puso nervioso y empezó a sudar.
¡Que bonito! – una voz de chica lo devolvió a la realidad. Levantó la vista y las vio, Lavender y Parvati, allí estaban las dos, apoyadas en el sillón de orejas que ocupaba Harry, parecían estar disfrutando de lo lindo. Ron se zafó como pudo de Hermione que pareció un poco molesta. Así que eso era lo que se proponían, no habían dicho nada hasta verlos juntos ¡eran verdaderamente astutas!
Lavender habló…
Vaya Hermione, que callado te lo tenias, ni siquiera a nosotras, tus compañeras de habitación, nos has contado nada – Parvati la apoyaba negando con la cabeza con un gesto de decepción.
Hermione, por supuesto, no sabía de qué le hablaban y las miraba con el ceño fruncido sin comprender nada, pero no era la única, todos los que estaban allí sentados tenían el mismo gesto de incomprensión, menos Ron, que se había llevado las manos a la cara y deseaba más que nada en el mundo volverse invisible para así poder salir de allí sin que nadie lo viera.
El pelirrojo pensaba que la cosa no podía ir a peor, pero se equivocaba, el desastre final vino inocentemente, de donde menos se lo esperaba ….
Colin Creevey apareció por detrás del sillón en el que estaban Ron y Hermione, y poniendo sus manos en los hombros de los muchachos, los cuales se giraron hacia él sorprendidos, dijo muy emocionado…
¡Chicos¡acaban de contármelo¿quién lo iba a decir? La verdad es que tanto tiempo juntos… debimos pensar que algo así podía pasar. Es… ¡alucinante¡Vosotros dos juntos! aún no acabo de creérmelo… - y dicho esto desapareció tan rápidamente como había llegado.
Ron sintió que se le cortaba la respiración, miró a Hermione con temor, ésta se había vuelto hacia él con la mayor cara de sorpresa que se pueda imaginar, jamás había visto sus ojos tan abiertos. Ron no podía articular palabra, no había pasado más vergüenza en toda su vida, salvo quizás cuando le había pedido a Fleur Delacour que fuera con él al baile de Navidad.
De pronto oyó abrirse el retrato de la Dama Gorda, miró, y allí estaba ella, la causante de todos su problemas…
Penélope entró caminando a gran velocidad, se dirigía hacía las escaleras que iban a los dormitorios de las chicas. Ron no se lo permitiría. Se levantó muy rápidamente y se dirigió a ella dejando a sus amigos pasmados con lo que acababan de oír (sobretodo Hermione).
La chica pareció asustarse al verle e intentó huir, pero él la agarró por los hombros y la llevó a un rincón aparte en la Sala Común, que por fortuna para Ron no se encontraba muy llena esa noche.
¡ Pero tú sabes el lío en el que me has metido? – Ron estaba realmente enfadado.
Penélope parecía a punto de llorar
Ron, yo, yo…. lo siento – balbuceó mirándole asustada
¿Se puede saber por qué has hecho eso? – preguntó controlándose un poco al ver a la chica
No lo sé, yo solo…
En ese momento llegó Hermione como un vendaval donde ellos estaban y agarrando a Ron por un brazo lo llevó unos pasos aparte
Ron¿se puede saber porque demonios Parvati y Lavender están convencidas de habernos visto esta mañana a ti y a mi….?
Emmm, Hermione – atajó él nervioso – todo esto tiene una explicación.
Hermione se cruzó de brazos haciendo entender que estaba deseando escuchar esa explicación
Verás… - comenzó mirando a Hermione que tenía un aspecto realmente temible –
… no sé por donde empezar – dijo echándose una mano a la nuca y mirando al suelo. Hermione seguía con su mirada clavada en él.
Penélope… - señaló a la chica con un movimiento de cabeza - … esta mañana… - Ron no se creía capacitado para encontrar las palabras adecuadas con las que contarle aquello a Hermione.
Entonces Penélope se adelantó hacia ellos
Esta mañana me bebí una Poción Multijugos, tomé tu aspecto y besé a Ron – dijo con todo el valor del que pudo hacer acopio, pues Hermione le imponía bastante.
Hermione tardó unos segundos en recuperarse de la impresión
Y…¿por qué demonios hiciste eso? – gritó
Penélope se asustó y comenzó a derramar lágrimas
No lo sé… - dijo entre hipidos - yo solo…. – levantó sus preciosos ojos azules, ahora inundados de lágrimas, hacia Ron - … solo quería besarte, aunque solamente fuera una vez.
Ron la miró profundamente conmovido, fuera como fuera, aquello era lo más bonito que le habían dicho en toda su vida. Hermione, algo sorprendida, miró a Ron de reojo, intrigada por cómo reaccionaría el pelirrojo.
Además… - continuó Penélope agachando la cabeza – nunca pensé que fuera a causar tantos problemas, simplemente tenía que acercarme a ti, besarte y nadie tenía porque saber que había sido yo, no tenía por que pasar nada, siendo vosotros…. novios.
Ambos muchachos se quedaron helados. Ron observaba a Penélope con la boca entreabierta sin dar crédito a lo que acababa de oír, Hermione, por su parte, parecía a punto de desmayarse.
Después de un largo silencio Hermione consiguió articular muy lentamente…
Que nosotros…. somos…... ¿qué?
¿Es que vosotros no…? – Penélope miraba alternativamente a uno y otro sorprendida – pues yo hubiera jurado… no sé, es que como estáis siempre juntos…, y os peleáis muchísimo, eso lo sabe todo el mundo. El otro día en el comedor, os vi… te vi – dijo mirando a Hermione – como le limpiabas la túnica tan tranquilamente, no sé, no me cupo duda, eso…. eso no lo hacen los amigos.
El color de la cara de los muchachos que había ido cambiando a medida que Penélope avanzaba en su razonamiento, era ahora rojo fuego
Bueno… eso…. no tiene porque… - dijo muy azorada Hermione
Ron y ella se miraron a la vez, pero al encontrarse sus ojos, volvieron a girar las cabezas rápidamente. Ron se quedó observando con detenimiento los cordones de sus zapatos y Hermione después de escrutar sus manos con interés durante un momento, recuperó la compostura repentinamente.
Pues estabas equivocada de principio a fin – dijo resuelta – y ahora tendré que ir a McGonaghall y contarle todo este asunto
Ron la miró sorprendido
¿Estas loca Hermione? – le espetó – ¡la expulsarán!
Soy prefecta, mi deber es….
Ha sido una chiquillada, no podemos hacer que la expulsen por esto – hizo una pausa – no lo permitiré – sentenció con voz calmada, mirándola a los ojos.
Hermione pensó durante un momento, luego lanzó un hondo suspiro
Está bien – concedió
Gracias Hermione – dijo Penélope en un mar de lágrimas – si se hubiera enterado McGonaghall habría sido mi ruina
Se volvió hacia el muchacho
Gracias Ron – dijo echándose en sus brazos – y… lo siento mucho
Ron le dio unas palmaditas torpes en la espalda. Hermione lo miraba con desaprobación.
Penélope se separó
– Es que… estaba tan dolida por tu rechazo… pero estoy muy arrepentida, espero que puedas perdonarme.
Acto seguido salió corriendo hacia las escaleras intentando en vano ocultar sus lágrimas.
Ron miró a la chica de rubios tirabuzones hasta que hubo desaparecido por lo alto de la escalera de caracol. Cuando se dio la vuelta Hermione se hallaba sentada en una butaca y le miraba con el ceño fruncido.
Lo sabía – dijo levantándose de la butaca
¿Qué sabias? – preguntó Ron
Sabía que aquello traería consecuencias…
Ante el gesto de incredulidad del muchacho, Hermione continuó..
… tu forma de decirle que no irías con ella al baile aquel día, así no se hace Ron
¡Vamos Hermione! – dijo con fastidio el pelirrojo
¿No la has oído? – dijo acercándose a él y señalando con su brazo hacia las escaleras por las que acaba de subir Penélope – esto lo ha hecho por lo dolida que la dejó tu rechazo
Y…¿qué querías¿que le dijera que sí solo para no herir sus sentimientos? – Ron comenzaba a levantar la voz. No tenía ganas de aguantar el sermoncillo de turno de Hermione, además llevaba todo el día muy tenso y si podía liberar ahora su rabia no desperdiciaría la oportunidad.
¡No Ron! Pero hay formas y formas de decir las cosas
¡Perdóname por no saber de antemano la manera exacta en la que tengo que comportarme…! – hizo una pausa – …como doña perfecta – finalizó con sorna
Al oír esto Hermione saltó como empujada por un resorte y se le encaró con furia…
¡ES MUY FACIL ESCUDARSE EN ESE TIPO DE COSAS! PERO, MIRA, MIRA LO QUE HA PASADO AHORA, MIRA EN EL LIO EN EL QUE ESTAMOS METIDOS ¡LOS DOS¡PORQUE POR SI NO TE HABIAS DADO CUENTA MAÑANA TODO HOGWARTS PENSARÁ QUE TÚ Y YO…!
¡AH, CLARO! – la cortó él – SERÍA UNA TRAGEDÍA QUE HUBIERA UNA MANCHA EN TU IMPOLUTA REPUTACIÓN ¿NO? – Ron meneó la cabeza airado – YA ENTIENDO …. DEBE SER VERGONZOSO QUE LA GENTE PIENSE QUE ESTÁS CON UN …. MUERTO DE HAMBRE COMO YO ¿VERDAD? - Ron soltó una risotada amarga – ¡AUNQUE… NO PARECÍA IMPORTARTE MUCHO CUANDO TE EXHIBIAS POR AHÍ CON KRUM!
Hermione no pudo reaccionar inmediatamente, aun no podía creer lo que acaba de oír, se quedó mirándolo con la boca abierta sin poder salir de su estupor
¿Cómo puedes…. cómo puedes tu…. creerte con derecho a juzgarme? – consiguió balbucear mientras apretaba los puños y su cuerpo comenzaba a temblar violentamente por la ira.
Ron se sentía liberado, pues había dicho algo que, no sabía por qué, le había dejado aliviado, como si hubiera soltado una pesada carga,
Tras un momento muy tenso Hermione levantó los ojos hacia él, parecía más calmada, aunque aun temblaba, tenía una extraña sonrisa dibujada en la cara, como si hubiera encontrado las palabras exactas para devolverle la jugada
¿Sabes? – dijo con fingida indiferencia – aún no me entra en la cabeza cómo alguien puede arriesgarse a la expulsión solo por besarte…. a ti – apuntilló con despreció y le miró como relamiéndose por el efecto que tendrían en el chico esas palabras.
A Ron, por supuesto, aquellas palabras le sentaron peor que una patada en el estómago.
A estas alturas de la discusión ambos buscaban la mejor forma para hacer daño al otro, aún sabiendo que más tarde se arrepentirían.
¿Ah si? – Ron estaba fuera de si – pues yo no puedo entender cómo tuve el estómago de …... besarte esta mañana, solo pensarlo me dan…. nauseas – soltó con todo el desprecio del que fue capaz.
Hermione lo miró con los labios temblorosos muy apretados, no quería llorar.
Ron saboreaba la dulce satisfacción de la venganza…. pero a pesar de ello no podía evitar sentirse el ser más ruin del planeta.
Casi lo agradeció cuando Hermione levantó el brazo y le propinó una sonora bofetada
En este momento no soy capaz de comprender cómo alguna vez pudimos llamarnos amigos – susurró muy afectada a la vez que una solitaria lágrima recorría rápidamente su mejilla.
Ron la observó irse mientras se frotaba la mejilla dolorida. Luego él mismo se dirigió hacía su habitación con aspecto cansado.
¿Qué¿Vuestra primera riña de enamorados? – rió Lavender cuando Ron pasó cabizbajo a su lado
Ella y Parvati eran las únicas que quedaban en la Sala Común, lo habrían hecho, probablemente, para enterarse del desenlace. Ron no las hizo caso.
Mientras subía por las escaleras pensó en lo corto que había resultado aquel periodo de paz que habían firmado Hermione y él… "demasiado bonito como para durar". También pensó en que quizás ella estuviera en lo cierto aquel día en el que le dijo que ellos dos no podían estar juntos
Tiene razón – pensó con amargura – solo nos hacemos daño… cada vez más.
Ron entró en su habitación sin poner ningún cuidado en no hacer ruido, llegó a su cama y se tiró boca arriba, algo llamó su atención en la cama de Harry al lado de la suya, no era ni más ni menos que el propio Harry que se encontraba ahí sentado en la penumbra.
Ron no podía distinguir su cara, pero algo le dio mala espina en su semblante.
Tras unos instantes de silencio la voz de Harry sonó clara y potente…
¿Pensabais contarme algo? – preguntó en tono lúgubre
Entonces Ron comprendió lo que le pasaba a su amigo
¿Me has estado esperando para esto? – refunfuñó
Si – Harry se levantó y se acercó a la cama del pelirrojo – ninguno de los dos me habéis dicho nada, gracias, no podía haberme sentido más desplazado. No solo mis dos mejores amigos están juntos, sino que además tengo que enterarme de ello a través de terceras personas y …
Harry, Harry, para el carro. Escucha, si no te he dicho nada es porque no hay nada que contar
¿A ti te parece que no hay nada que contar¡Vaya Ron! perdóname si no comparto tu opinión – dijo sarcástico
No lo entiendes – Ron se incorporó – todo esto es una mentira, Hermione no ha tenido nada que ver….
Acto seguido Ron le contó a su amigo todo lo que había pasado desde que por la mañana se despidiera de él en el pasillo de Transformaciones.
¡Impresionante! – comentó Harry que había escuchado atentamente sentado junto a su amigo en la cama
… y ahora Hermione y yo hemos discutido
"que raro", pensó Harry
¡Bah! No te preocupes, mañana le pides disculpas y ya está -
¿Disculpas¿qué te hace pensar que la culpa ha sido mía? – preguntó indignado
Bueno… - Harry bajó la cabeza
Para que lo sepas, si hubiera suficiente luz aquí, aún podrías distinguir las marcas que sus dedos han dejado en mi cara – Ron se señalo la mejilla
Harry lo miró asombrado
¿Qué Hermione te ha….?
Ron asintió
Vaya… algo muy malo le has tenido que hacer
Ron no daba crédito, fuera como fuera, él era siempre el malo de la película
¡Bueno! – dijo enfadado – pues yo no pienso pedirle disculpas, y no estoy seguro de que me vayan a servir las suyas
Hombre, no exageres, por mucho que os empeñéis que no parecerlo, en el fondo sois los mejores amigos
Ron meneó la cabeza apesadumbrado
Ya no estoy tan seguro de eso, Harry
Todo tiene solución, ya lo verás
No Harry, parece que no lo entiendes…, ésta no ha sido una discusión cualquiera, ha sido ¡la madre de las discusiones! nunca nos habíamos dicho cosas así. No estoy seguro de que las cosas vuelvan a estar igual que hasta ahora entre nosotros.
Harry le miró preocupado sin decir nada
Bueno, no me apetece seguir hablando de esto Harry. Me voy a dormir
De acuerdo – dijo él poniéndose en pie – y no te preocupes, ya verás como todo se soluciona y volvemos a ser el trío inseparable de antes – le dijo sonriéndole y mirándole amistosamente con sus profundos ojos verdes – Buenas noches – se despidió
Buenas noches, Harry – dijo, y cerró las cortinas color carmesí de su cama.
Mucho tiempo hubo de pasar hasta que Ron finalmente concilió el sueño, sin saber que no muy lejos de allí, una chica de pelo castaño y ojos del mismo color lloraba amargamente y de forma inconsolable tirada sobre su cama.
