Hola! siento la tardanza, los exámenes, ya sabeis... Me ponen muy contenta vuestras muestras de ánimo, me encanta que os guste el ff. A ver, una cosa... Tania, sobre lo que dices de que ya han dado esos hechizos en el ED, estoy de acuerdo contigo, todos sabemos que los del ED ya saben practicarlos, pero el resto de los alumnos no! tened en cuenta que no solo van a clase los del ED. MInamigirl qué?problemillas con tu ordenador eh! Me hace especial ilusión cuando me decis que mis personajes se parecen a los del libro, es lo que pretendo, ya sé que las situaciónes a veces no son , exactamente lo que escribiría Rowling, pero claro, es que ella no se centra tanto en Ron y Hermione, sin embargo, intento que el caracter de cada uno se parezca lo más posible a la realidad. En fin, disfrutad el capitulo y espero muy pronto estar aqui de nuevo con más. besos y gracias por vuestro apoyo!

16. Parejas equivocadas

El sábado Ron durmió hasta casi mediodía. Si se levantó fue sólo porque su estómago vacío no le dejó dormir más.

Durante el almuerzo Hermione se le acercó para prohibirle contarle a nadie todo lo que habían visto la noche anterior

- ¿Ni siquiera a Harry? – se quejó él

- A Harry menos que a nadie – dijo tajante, y se fue.

Ron no entendía su actitud, y le fastidiaba sobretodo porque se moría de ganas por contárselo todo a Harry. Pero supuso que Hermione tendría una buena razón para querer que fuera así.

Por otro lado Harry parecía muy feliz por la nueva situación (ellos tres nuevamente amigos) y se deshizo en alabanzas hacia Ron en el entrenamiento de esa tarde, y no gratuitamente ya que Ron se sentía mucho más relajado que hacía mucho tiempo y paró más Quaffles que nunca.

El resto del fin de semana lo pasaron estudiando, además de retomar la investigación sobre la profecía de la profesora Trelawney que había quedado aparcada tras la discusión. Para ello se les ocurrió pedirles ayuda a Parvati y Lavender, después de todo ellas conocían todas las parejas de Hogwarts. Aunque Ron no era muy amigo de esta idea en un principio, cambió de parecer al ver la rapidez con la que las dos chicas elaboraban una lista detallada de todos los "affaires" del curso. Incluso incluyeron un epílogo con las que ellas predecían para un futuro cercano. Además prometieron mantenerles informados. Ron tuvo que aceptar que las chicas se habían portado, sobretodo teniendo en cuenta que habían accedido a ayudarles sin hacer ninguna pregunta.

La semana siguiente pasó muy rápidamente. Apenas nadie podía concentrarse en las clases ya que ese sábado por fin se celebraría el tan esperado baile de Halloween. Los rezagados se apresuraban a conseguir pareja y las chicas intercambiaban trucos mágicos de belleza para hacerse bonitos peinados o conseguir estar impecablemente maquilladas toda la noche.

Las cosas dieron un giro radical para Ron el jueves por la tarde, después de la sesión del ED. Harry se había rezagado porque Cho Chang quería hablar con él. Hermione y Ron le esperaban en la puerta del comedor para entrar a cenar. Había mucho revuelo y la gente iba de acá para allá hablando emocionada.

Ron aún no sospechaba nada cuando Harry llegó junto a ellos con cara de haber visto un fantasma.

- ¿Qué te pasa? – preguntó Hermione

- Cho me ha invitado a ir al baile con ella – dijo inexpresivo

- Y… ¿qué le has contestado? – se apresuró a interrogar Ron

Harry se encogió de hombros

- Que si

- ¿Qué si? – se sorprendió Ron - ¿qué hay de nuestro trato?

- Lo siento Ron, es que…. fue muy convincente – dijo poniéndose algo colorado

- No me lo puedo creer – Ron estaba indignado

- Ron – intervino Hermione – no culpes a Harry, sabías que algo así podía pasar. No tienes derecho a quejarte

- Vale – dijo más relajado – Lo siento Harry, ve con quien quieras, pero resérvame un baile – dijo guiñándole un ojo

Los tres rieron. Luego Colin llamó a Harry para consultarle algo sobre los entrenamientos de la semana siguiente.

Entonces Ron notó que Hermione le miraba de forma extraña, parecía muy abochornada por algo

- Bueno… Harry tiene pareja para el baile…. así que…… supongo…. que tú y yo…. – comenzó nerviosa justo antes de que una voz alegre y familiar la interrumpiera

- ¡Ronald!

Era Luna Lovegood

- Hola Luna ¿qué pasa? – saludó él sonriendo

- Nada, solo quería preguntarte si tenías ya pareja para el baile del sábado – dijo con su habitual aire soñador

- Ummmmmm – Ron pensó

Hermione esperaba su respuesta con impaciencia cuando alguien la agarró del brazo y la separó unos dos metros de Ron y Luna ¡Era Malfoy!

Hermione no quería irse, necesitaba oír lo que decía Ron. Pero le bastó con oír a Luna.

- ¡Oh¡Magnífico! En ese caso… ¿quieres venir conmigo? – dijo esto sin darle demasiada importancia.

- ¡Granger¿te importaría prestarme un poco de atención?

Hermione volvió la cabeza hacia Malfoy que parecía un poco molesto. Le miraba pero no le veía, solo quería escuchar la contestación del pelirrojo….

Ron sopesaba las posibilidades. Ahora que Harry tenía pareja le tocaba ir con una chica, de lo contrario se quedaría solo, y eso sería muy vergonzoso. Quedaban dos días escasos para el baile y todas las chicas estarían pilladas ya, sin embargo tenía ante él una pidiéndoselo, y además era Luna, recordaba haberle oído decir una vez que a ella no le gustaba bailar Pero…¿qué estoy dudando? Es la pareja perfecta para mi

Malfoy hablaba delante suya, aunque ella no le oía……

- Sé que ha habido diferencias entre nosotros, y yo no trago a Potter y Weasley, tampoco te creas que me hace mucha ilusión la idea de que seas una sangre sucia, pero oye, estás buena y últimamente nos hemos estado llevando bien, pareces majilla. Así que me he dicho… ¿por qué no? Una experiencia nueva ¿no?. Bueno, el caso es que puedes venir al baile conmigo si quieres

Esto último si lo oyó Hermione

- ¿Cómo…?

A Ron se le pasó un fugaz pensamiento por la cabeza "Hermione ¿tendría pareja?" pero lo deshecho en seguida. Estaba ilusionado con la perspectiva de una pareja con la cual estar sentado tomando cervezas de mantequilla toda la noche.

Miró a Luna

- Si, será un placer

- Granger ¿qué te pasa¿Qué si quieres venir al baile conmigo?

- Si – dijo sin pensar

Cuando Ron se despidió de Luna y se dio la vuelta, Hermione ya no estaba allí. ¿Dónde se habría metido? Se encogió de hombros y se dirigió al comedor. Se moría de hambre.

El viernes el nerviosismo era mayor si cabía. Los chicos de Gryffindor iban de una clase a otra sin hacer gran cosa, la mayoría de los profesores desistía de intentar explicar ante el mínimo grado de atención que obtenían de los alumnos. Hermione estuvo enfurruñada todo el día. Ron pensó que sería por el hecho de desperdiciar tantas clases. Parvati y Lavender, por su parte, parecían en su salsa prodigando su sonrisa y sus consejos de belleza a diestro y siniestro. Lavender estaba eufórica, probablemente le habría salido bien lo del capitán de Ravenclaw que se había propuesto como reto personal.

El día se ensombreció un poco con la clase doble de Pociones que tenían todos los viernes a última hora

- No toleraré que ese estúpido baile interfiera en mis clases – había advertido Snape nada más entrar por la puerta – así que hasta que no completen con éxito el elixir supresor de alegría, cuyos ingredientes y protocolo de síntesis encontrarán en la página 379 de su libro, no saldrán de aquí. Le advierto señor Longbotton que no tengo ninguna prisa hoy, puedo esperar hasta que usted acabe, ya tengamos que permanecer aquí horas o …. días….

Neville palideció. Comprendió que él ya le había dicho adiós al baile.

-…. Y al que pille pasándose notitas o algo semejante será el encargado de probar la eficacia de todas las pociones –y echó a Parvati y Lavender una mirada envenenada. Las dos chicas tragaron saliva.

Media hora después Ron se encontró perdido, no sabía si había que echar el hígado de dragón triturado antes o después de haber hervido a fuego lento durante veinte minutos.

- Hermione – susurró en busca de ayuda. Su amiga se sentaba a su lado.

Pero no tuvo tiempo de formular la pregunta…..

- ¿Cree Sr. Weasley… - atronó la voz de Snape que paseaba entre las mesas - … que por una vez sería capaz de hacerlo sin ayuda?

- S.. si, señor

- Cinco puntos menos para Gryffindor por pedir ayuda Sr. Weasley…. Y cinco puntos menos por intentar ayudarle, Srta. Granger.

- Pero…¡si no me ha dicho nada! – se quejó Ron

Snape se aproximó para que sólo ellos pudieran oírle

- Sin embargo, iba a hacerlo ¿verdad Srta. Granger? No olviden que puedo ver dentro de sus retorcidas cabecitas – al decir esto sonrió a Hermione con malicia

La chica se estremeció y completamente pálida retomó su trabajo sin decir una palabra más.

- ¡Ah! Y diez puntos menos por insubordinación Weasley – añadió ya en voz alta de vuelta a su mesa.

Los Slytherin rieron con ganas.

Tres veces más tuvo que repetir Ron su poción para que Snape la considerara apta. Cuando salió sólo quedaba Neville. Le dio lástima dejarlo allí solo con Snape pero Ron ya salía casi una hora más tarde de lo que duraba la clase y estaba hambriento y malhumorado por el hecho de que Snape había dejado ir antes a algunos Slytherin como Crabbe o Goyle, cuyos elixires no eran mucho mejores que los de Neville.

Al salir del comedor después del almuerzo esperaba a Ron una gran sorpresa. Un enorme gentío se arremolinaba en el vestíbulo para mirar algo, o mejor dicho a alguien, Ron se puso de puntillas para mirar y se encontró con que recién llegados y con un pequeño baúl de viaje cada uno se encontraban las dos personas que menos se podía haber imaginado….. sus hermanos¡Fred y George!

Ron y Ginny se abrieron paso entre la gente para saludarles. Todo el mundo los vitoreaba; nadie había olvidado la salida triunfal de los gemelos el año anterior.

- ¿Qué hacéis aquí? – preguntó emocionado Ron

- Ya ves hermanito – contestó Fred – nos hemos enterado de que había una fiesta y…. aquí estamos. Ya sabes que no hay fiesta que se precie que no cuente con nosotros entre sus invitados.

- Y…. ¿qué pasa con Sortilegios Weasley? – preguntó Ginny

- Hemos decidido que necesitábamos unas vacaciones – explicó George – Dumbledore nos ha dado permiso para quedarnos aquí el fin de semana de visita.

- ¡Genial! – dijo Ginny – tenéis que ir a vernos entrenar, el nuevo equipo va muy bien.

- Claro que iremos – dijo Fred pasando el brazo por los hombros de su hermana pequeña y echando a andar hacia la torre de Gryffindor.

- Si, y también tenemos que hacerle una visita al viejo Filch – completó George intercambiando una mirada cómplice con su hermano gemelo – hay cosas nuestras que él tiene y que necesitamos…

Fred y George fueron el centro de atención durante el resto de la tarde y durante la cena en la cual muchos profesores les dieron una calurosa bienvenida.

Al acabar la cena los cuatro Weasleys, Harry y Hermione se encontraban en la entrada del comedor hablando cuando Aliena salió por la puerta. Vestía una túnica azul aguamarina muy favorecedora, estaba especialmente guapa esa noche, aunque Ron ya se había acostumbrado. Pero sus hermanos no……

- ¡Madre mía! – dijo Fred en voz alta interrumpiendo una conversación con Hermione - ¡menudo bombón!

- ¡Vete por la sombra que te derrites! – completó George mirándola también alucinado.

Ella no se paró, pero giró su cabeza hacia ellos haciendo flotar su sedoso cabello rubio y les dedicó la mejor de sus sonrisas.

- Debe venir en el gen Weasley el quedarse mirando con cara de tonto a la engreída esa – refunfuñó Hermione

Ginny prorrumpió en una risilla nerviosa

– Me voy a la biblioteca –bufó Hermione y se fue airada escaleras arriba.

Ron se preguntó que mosca le habría picado ahora a Hermione

- ¿Quién es? – preguntó George a Harry cuando Aliena hubo desaparecido por el pasillo de la derecha

- La profesora de Defensa

- ¡Buff! – resopló Fred – con profesoras así, dan ganas de volver a matricularse en el colegio¿eh George?

Su gemelo asintió fervorosamente

Seguidamente se dirigieron a la Sala Común. Por fin consiguieron llegar y sentarse tranquilamente junto al fuego, y no fue cosa fácil ya que aquí y allá se encontraban a alguien que paraba a los gemelos para saludarlos.

- ¿Qué tal os va el negocio? – quiso saber Harry

- Viento en popa – dijo Fred – Confiábamos en poder hacer un poco de publicidad de nuestros productos este fin de semana por aquí. Si nos lo permite nuestro hermanito el prefecto, claro está.

Los dos gemelos miraron a Ron

- Haced lo que queráis – dijo él – pero que no se entere Hermione. Estoy convencido de que me echaría la culpa a mi.

- Ahora estamos fuera de las normas del colegio – dijo George con una sonrisa pícara – ni siquiera nos puede amenazar con bajar puntos a Gryffindor.

- Bueno y… ¿vosotros qué? – intervino Fred - ¿qué tal os va por aquí¿nada interesante que contar?

Ron abrió la boca entusiasmado para contarles las salas secretas que habían descubierto Hermione y él, pero recordó la prohibición de su amiga y la cerró enseguida.

- Ginny ¿qué tal Seasmus y tú? Espero que te trate bien

- Muy bien – contestó la pelirroja sonriente

- ¿Y vosotros dos¿tenéis ya pareja para el baile?

- Si – dijo Ron – yo voy con Luna y Harry con Cho

- Muy bien, muy bien, así se hace. ¿Y Hermione qué?

- También – dijo Ginny - ¡vais a alucinar¡ Va con Malfoy ¡

- ¡ CON QUIÉN? - dijeron los cuatro a la vez estupefactos

La cara de Ginny se volvió de un color carmesí muy extraño

- ¿Vosotros no…? – dijo muy abochornada, sabiendo que había metido la pata - ¿Hermione no os había dicho nada?

Harry y Ron menearon la cabeza negativamente

- Esto tiene que ser una broma ¿no Ginny? – dijo Harry muy despacio

Ahora fue Ginny la que meneo la cabeza

- Se ha vuelto completamente loca – dijo Ron agarrándose la cabeza con ambas manos.

Un barullo de pensamientos se agolpaban en su mente. Ya no le cabía duda de que las escapadas misteriosas de Hermione eran para citarse con el Slytherin, pero se resistía a creer que pudiera haber algo entre ellos. "Sin embargo – dijo una vocecilla en su cabeza – van a ir al baile juntos, eso no puede significar otra cosa que…." ¡Nooo! - se revelaba otra vocecilla – yo sé que Hermione nunca haría eso… "Lo está haciendo"

Una oleada de furia le recorrió el cuerpo entero al pensar en Draco Malfoy

En cuanto le pille…. "¿Qué¿qué vas a hacer? No puedes hacer nada, es decisión de ella con quien quiera estar…." Pero…

Sus pensamientos se vieron interrumpidos de sopetón al oir abrirse el retrato de la Dama Gorda. Y alli estaba ella, con dos libros bajo el brazo.

Ron no sabía qué pensar, sin embargo ya no era capaz de controlarse

Se levantó y corrió hacia ella

- ¡EN QUÉ MOMENTO PENSABAS CONTARNOS QUE VAS A IR CON MALFOY AL BAILE DE MAÑANA?

A Hermione esto la pilló por sorpresa, y por un momento su rostro mostró inseguridad y temor. Un instante después recuperó la entereza y encaró a Ron

- No tengo que darte explicaciones de con quién voy al baile. Te recuerdo que tu también vas con alguien de otra casa. – dijo tranquilamente y acto seguido echó a andar hacia las escaleras que conducían a los dormitorios de las chicas. Ron la siguió.

- Hermione, es un Slytherin ¿qué digo¡¡Es Malfoy!

- Y... ¿en qué momento adquiriste el derecho de decidir con quién puedo o no puedo mezclarme?

- No es derecho. Es solamente que Harry y yo, como amigos tuyos que somos, te aconsejamos lo mejor para ti

- No veo que Harry esté gritando como un loco en medio de la Sala Común

Ron no supo qué contestar, así que Hermione se dio la vuelta y subió las escaleras rumbo a su cuarto.

- ¡ Hermione Granger¡Esta conversación no se ha terminado aún! – gritó mientras subía las escaleras detrás de ella

Un segundo después los escalones sobre los que Ron pisaba se unieron formando una rampa que le hizo resbalar hasta llegar al suelo de la Sala Común de nuevo.

Sus tres hermanos rieron

- Me parece que si hermanito – se mofaron los gemelos mientras le ayudaban a levantarse entre los dos

- No me puedo creer pequeño Ronnie… – habló Fred para que sólo ellos le oyeran – …que estés en 6º y todavía no sepas cómo subir a los dormitorios de las chicas.

- ¿Cómo puedes llamarte hermano nuestro? – apuntilló George

- ¿Vosotros sabéis cómo subir a los dormitorios de las chicas? – interrogó el pelirrojo.

- Presta atención, Ronald – dijo George mientras iban a un lugar apartado de la Sala Común - se trata de un encantamiento muy sencillo.

- Sólo tienes que apuntarte a ti mismo con la varita y pronunciar Transfémina y ya está – dijo
Fred - Es algo temporal, así que apresúrate a subir, se trata simplemente de engañar a la escalera

- Pero ten cuidado – advirtió George – tiene algunos efectos secundarios que ya notarás, nada importante, te sentirás un poco raro eso es todo. Sin embargo, no se debe abusar de este hechizo pues los cambios podrían hacerse irreversibles.

- De acuerdo – dijo Ron

- ¡Ah! Una cosa más… - intervino Fred – No se lo cuentes a nadie; es un secreto de familia.

- ¿De familia? – se extrañó él

- Si. A nosotros nos lo contó Bill, y adivina quién se lo contó a él…… ¡Papa! – los gemelos rieron

- Tú ya sabrás, claro, que mamá y él ya salían juntos en el colegio ¿no¡Que pillín el viejo Arthur!

Ron prefirió no seguir escuchando

- Bueno, me voy a dormir, mañana será un día agotador, entre el entrenamiento y la fiesta de por la noche…..

Justo en el momento en el que se daba cuenta de que sus amigos y su hermana se habían ido ya a la cama Ron oyó abrirse el retrato de la entrada. A través de él entró un demacrado Neville. Por su aspecto Ron supo que llegaba de la mazmorra de Snape donde había estado elaborando el complicado elixir supresor de la alegría.

- ¡Neville! No has cenado, debes estar hambriento

- Lo único que me apetece es echarme a descansar – dijo el chico abatido

Y ambos subieron las escaleras rumbo al dormitorio.

Al entrar vieron que los demás estaban preparándose para dormir.

- ¡Ey! Neville ¿qué tal con Snape? – interrogó Deán mientras se ponía el pijama

- No me hables – contestó él y se tiró en la cama sin siquiera cambiarse. Segundos después ya se oían sus ronquidos

- ¡Ron! – Llamó Harry al salir del baño de lavarse los dientes - ¿qué querían tus hermanos?

- ¡Oh! Me han enseñado cómo subir a los dormitorios de las chicas – contestó distraídamente sentado en su cama quitándose los zapatos

- ¿De verdad? – se interesaron los tres chicos acercándose rápidamente a la cama de Ron.

- Y… ¿cómo es? – preguntó Seasmus

- No lo puedo decir…. – contestó él. Luego añadió - … y aunque pudiera… ten por seguro que a ti sería el último al que se lo contaría, Finnigan.

Al día siguiente por la mañana Harry y Ron bajaron a desayunar temprano pues habían reservado el campo de Quidditch a primera hora, no vieron ni rastro de Hermione por el Gran Comedor. Ron estaba deseando encontrarse con ella para decirle las tres o cuatro cosas que no había podido decirle el día anterior, pero tuvo que aguantarse hasta que llegara el almuerzo.

El entrenamiento fue suave ya que los jugadores de Gryffindor no estaban muy concentrados en lo que hacían. El nerviosismo del baile se notaba hasta encima de las escobas. Ron se enteró de que Penélope, con la cual no había intercambiado más que unas cuantas palabras desde el "incidente", iba a ir al baile con Colin Creevey, ellos habían sido grandes amigos desde que entraron en el colegio.

Al final del entrenamiento, del cual Harry no había quedado muy conforme pues decía que parecía el único que era consciente de que quedaba menos de una semana para el primer partido de la temporada (contra Slytherin), se fueron a duchar y luego bajaron al Gran Comedor para el almuerzo.

Cuando entraron estaba abarrotado. Ron movía furiosamente la cabeza en todas direcciones buscando a Hermione, de nuevo ni rastro de ella

- No se puede esconder eternamente – le dijo a Harry mientras se sentaban a la mesa – tarde o temprano la encontraré y entonces tendrá que escucharme

- A lo mejor le da vergüenza porque se arrepiente de ir con Malfoy – dijo Harry

- ¿Arrepentirse? Pero Harry ¿no la viste ayer? – dijo él exasperado

- Ya… No sé, están pasando muchas cosas extrañas con Malfoy este año. No me da buena espina. No creo que Hermione deba acercarse mucho a él.

- Pues eso es lo que digo yo…..

Después del almuerzo se entretuvieron jugando unas partidas de ajedrez mágico en la Sala Común hasta un rato antes del baile, cuando se fueron a arreglar.