o.o.o James o.o.o
Todo el mundo ha desaparecido. No sé donde diablos se habrán metido. El caso es que aquí estoy yo, tirado en el sofá de la Sala Común, más aburrido que Snape sin sus cacharros para mezclar pociones, y rodeado de alumnos de primero. ¿Mi vida social se estará yendo a la mierda?
Pero antes de que pueda echarme la soga al cuello, o empezar a lanzar maldiciones contra los mocosos de primero, entra Amy. Gracias a Merlín. Amy me cae genial, siempre con la sonrisa en la boca. Un poco de charla intrascendente con ella hasta que Sirius y Remus aparezcan es justo lo que necesito.
-Amy! – la llamo
¿Veis lo que os digo? En seguida se gira para mirarme, con una amplia sonrisa en los labios, como si mi saludo fuera la cosa más feliz que le hubiera sucedido en todo el día.
-Pareces feliz – le digo, cuando se sienta a mi lado en el sofá.
-¿En serio? – pregunta ella ensanchando su sonrisa – No sé... Tal vez sea porque por una vez, uno de los cotilleos de Lucian podría ser verdad.
-Lucian? ¿Quieres decir el prefecto de Ravenclaw? – ella asiente con la cabeza - ¿Qué le pasa? ¿Tiene complejo de cotillo compulsivo?
Ella ríe, y yo río con ella, dejando que se me pegue su buen humor.
-Eso parece. Me temo que tenía que haber nacido chica pero algún gen se le despistó.
La charla se alarga agradablemente un rato más, durante el cual no dejamos de reír. Vaya que si es simpática. Ojalá Lily me tratara así... Que diferente sería todo.
-Tienes una pestaña – le informo, al fijarme la pestaña que le ha quedado justo por debajo del ojo derecho – No te muevas – se la quito con cuidado y la sostengo con un dedo por delante de sus labios – Pide un deseo.
Ella cierra los ojos sin dejar de sonreír, y acto seguido sopla. Pero antes de que pueda preguntarle que ha pedido, noto como alguien que está justo a nuestras espaldas, nos mira fijamente.
o.o.o Sirius o.o.o
¿¡Que coño representa esto? ¿Qué está haciendo James coqueteando con Amy de esta forma tan descarada? ¿A que diablos juega? ¿Ya no se las apaña solo con Lily que tiene que ir coqueteando con cualquiera que se le ponga delante?
-Vaya, hola Padfoot. ¿Dónde diablos te habías metido? – me dice sonriendo, cuando se da cuenta de mi presencia.
-¿Y a ti que más te da? – contestó de malas maneras, con una mala leche que ni siquiera sé de donde ha salido.
Él me mira con cara de alucinado : - ¿Estás bien?
-Perfectamente – contesto con el mismo tono, antes de seguir mi camino hacia nuestra habitación.
Como no, él me sigue, para fingir que es un buen amigo y estas cosas. Sin hacerle el más minimo caso, me quito la corbata y me desabrocho los primeros botones de la camisa.
-Bueno, me contarás que te ha pasado?
-No tengo que contarte una mierda.
-Como quieras. Cuando estás así, no hay quien te aguante.
Esta vez si que me giro con mala leche, quedando cara a cara con él : -Ah, y a ti si hay quien te aguante ¿verdad? ¿Crees que es genial ser el mejor amigo de un individuo que se dedica a coquetear con todas las chicas del maldito colegio cuando supuestamente está locamente enamorado de una?
-Espera, espera... ¿Estás cabreado porque coqueteo con chicas? Padfoot... Deberías ir al psicólogo, de verdad. Primero, no he coqueteado con nadie, y segundo... Te das cuenta que estás cabreado por algo que es exactamente lo mismo que tu llevas 7 años haciendo?
Abro la boca para contestar, pero me he quedado sin palabras, porque seamos sinceros, ni yo sé a que ha venido este arrebato.
-Vete a la mierda – digo, y salgo de la habitación. Tal vez es un cabreo asociado a tener el estomago vacío, así que iré a hacer una visita a las cocinas, y después seguro que veo las cosas de otra manera.
o.o.o Harmony o.o.o
Estoy de mal humor. Y que a nadie se le ocurra pensar que esto me ocurre cada día; no confundan la hostilidad natural de un ser superior ante la banda de lobotomizados a la que soy expuesta día a día con estar de mal humor, que nada tiene que ver.
Tuve un sueño horrible donde Remus era protagonista… el infeliz! Se atreve a aparecer en mi subconsciente como si fuera cualquier cosa. Y lo más escalofriante del asunto es que en mi sueño tenía mi simpatía; estábamos viajando juntos en un país lleno de viñedos y arquitecturas caprichosas. Que bajeza.
Camino con la postura perfecta que a Amelia Hammond, mi muy querida abuela, tantos años le costó inculcarme.
Dioses, deberían aprender lo que es tener porte, no puedo creer cómo anda la gente por la vida con ese desgarbo, ese mal gusto, como ese paliducho que viene a lo lejos… con las gafas torcidas y…
-Hola Harmony- me saluda con su voz de corderito el mismísimo Remus Lupin en persona. Me siento enferma…
-Lupin- digo con el tono más hostil que consigo lograr y haciendo un escueto movimiento de cabeza.
-Lamento lo de la tarde pasada, tuve un problema y…-
-¡Dioses, Lupin! Si eso fue desagradable que me vengas a dar explicaciones lo es más- digo y miro hacia otro lado después de interrumpirlo. Esto es muy incómodo.
-Si…esto… por lo menos veo que seguirás tomando las tutorías; vas a la biblioteca, no?-
Pudiendo haber soltado más veneno que nunca, reflexiono un momento. Me ha servido a rebozar tantas veces el plato del insulto que hasta me ha dado un poco de pena el pobre. Así que conteniéndome como nunca para no herir más su frágil corazoncito, simplemente asiento con la cabeza.
-Si, a eso voy- digo con desgano. Eso es un gran avance, aunque no lo crean. Y se atreve a soltar una risilla! Pero quién se ha creído! Ni siquiera por que estoy sacrificando mi reputación frente a varios Slytherins de un año inferior que me ven caminando al lado de este innombrable.
Caminando hemos llegado a la biblioteca e, inteligentemente, he escogido un lugar bastante apartado de la vista de cualquiera, la tutoría se desarrolla con bastante soltura contrario a lo que fue la primera. Remus, irreconocible desplegando una fluida elocuencia… bueno, tal vez estoy exagerando, o más bien empiezo a pensar que su estrategia era ser un completo idiota la primera clase para que a la segunda notara la diferencia.
Ninguno de los dos había reparado en cuanto tiempo había pasado desde que llegamos y ahora no había ya casi nadie en la biblioteca.
-Bueno, esto ya ha sido demasiado- digo, guardando mis pergaminos y soltando un bostezo. Lupin empieza a hacer lo propio, no sin antes dirigirse a mi con una sonrisa.
-He estado mejor, no?- pregunta. Yo me le quedo mirando un momento, imperturbable y levanto los hombros un poco. Y no digan que soy hostil, que esto es una muestra de excesiva simpatía, tanta que empieza a asustarme. Tengo que salir de aquí!.
o.o.o Amy o.o.o
No hay maneras de dormirme… No lo puedo evitar, mi mente se ha empeñado en recordar una y otra vez la maravillosa tarde con James. Soy consciente que en la oscuridad de la habitación estoy sonriendo como una boba, pero no puedo evitarlo!
Al final, cansada de dar vueltas y más vueltas en la cama me levanto, me calzo mis zapatillas y bajo a la Sala Común, dispuesta a leer un rato, a ver si me entra el sueño.
Pero lo último que espero es encontrarme a Sirius aquí. Está sentado en uno de los sofás, con la mirada fija en las llamas que arden en el hogar.
"Buenas noches, Sirius." – saludo al tiempo que me siento a su lado. – "¿Tu tampoco puedes dormir?"
"Es obvio que no." – contesta él secamente, y se gira para mirarme. Y es una mirada seria, casi cabreada. Nada propia de Sirius.
"Oye… ¿Estás bien?" – le digo preocupada.
"Perfectamente." – dice volviendo su mirada al fuego – "¿Qué haces tu aquí? Pensé que estarías muy ocupada con Hockney… O con James."
Abro los ojos, alucinada : - "¿Cómo?"
Entonces él suspira y parece reaccionar : - "Perdona Amy… No sé que me pasa hoy. Estoy como poseído…" – hace una pausa y me mira con una media sonrisa – "Ahora sé como os sentís las chicas esos días que estáis rarísimas por culpa de la regla."
Suelto una carcajada ante su ocurrencia, y entonces me doy cuenta de cómo me mira.
"¿Qué?" – pregunto, algo incómoda.
"Bonito pijama." – dice con una sonrisa burlona en los labios.
"Vete a la mierda." – le contesto sacándole la lengua – "Si te tienes que meter con mi pijama me voy."
"Pero si era un piropo! Hay que ver lo susceptible que eres…" – se medio tumba en el sofá, sin borrar esa sonrisa de suficiencia de la cara.
"¿Sabes cual creo que es tu problema? Que hace mucho que no sales con ninguna chica." – le digo, tumbándome a su lado en el sofá – "Todo se reduce a una cuestión de hormonas."
"¿Y tu no me ayudarías a solucionarlo?" – me pregunta con una de sus sonrisas de conquistador que tantas veces le he visto con las otras chicas. Obviamente no me lo tomo en serio, suelto una carcajada y le revuelvo un poco el pelo.
"No tienes remedio, Sirius."
o.o.o Remus o.o.o
Gracias a Merlín hoy he salvado mi honor. He tenido mi segunda tutoría con Harmony, que se ha desarrollado sin problemas. Es más, hasta me atrevería a decir que la he dejado algo impresionada con mis niveles de conocimientos…
Estoy todavía regodeándome en la sensación que eso me provoca cuando oigo llegar a Sirius. Que raro, deben ser casi las dos de la madrugada… ¿de donde debe venir este?
"¿Dónde estabas Padfoot?" – pregunto sin poder contenerme.
"Abajo, en la Sala Común." – responde con un susurro, hace una pausa teatral de las suyas, tras la cual suelta alguna barbaridad y continua hablando – "Con una chica preciosa en pijama."
Le echo una mirada escéptica a través de la oscuridad y le suelto : - "De verdad Sirius… Pidele una cita a alguien ya, porque tanta testosterona acumulada no te hace ningún bien…"
"No insistas Moony, sabes que no eres mi tipo, no voy a pedirte que salgas conmigo." – bromea él mientras se pone el pijama. Se le nota de buen humor, y es extraño, porque antes de acostarse James me ha dicho que por la tarde tenía un humor de perros… A ver si va a ser verdad lo de la chica en pijama…
"Pues yo he recuperado mi dignidad." – le informo, incapaz de guardármelo para mi por más tiempo – "Le he dado una tutoría memorable a Hammond."
Noto como Sirius me mira. Es una de esas miradas de "Merlín… Soy el único cuerdo que hay por aquí…". Si será ingenuo.
"Te noto muy preocupado por lo que esa Slytherin pueda pensar de ti, Moony. ¿Me ocultas algo?" – dice con el típico tono de cuando quiere enterarse del cotilleo del día.
"Déjalo Sirius, no entenderías lo que significa mantener una buena reputación aunque me tirara toda la noche explicándotelo. Y ahora si no te importa…" – me doy media vuelta en la cama y me tapo mejor con el edredón. Por suerte, Sirius parece pillar mi mensaje, porque no dice nada más, tarareando se acaba de poner el pijama, se va a lavar los dientes y se mete en la cama. Si… definitivamente está feliz por alguna misteriosa razón…
o.o.o Lily o.o.o
Merlín… Parece inconcebible que todo se esté complicando de esta manera… Os voy a confesar que tras mi… llamémosle 'momento' con James en el baño de prefectos, no he podido quitármelo de la cabeza. Y es algo muy molesto cuando no lo puedes comentar con nadie… Obviamente no se lo puedo decir a Amy, porque soy consciente de lo que siente ella por James… Y Harmony me montaría el espectáculo y se fingiría ofendidísima por tener una amiga tan fácil de embaucar…
Y no hay que decir que la cosa se ha complicado muchísimo más cuando ha llegado Amy, proclamando a los cuatro vientos que había pasado un magnífico rato en compañía de James, charlando abajo… Y que a mi me han entrado unos celos terribles. Pero que me pasa! A caso soy como una niña que solo quiero las cosas cuando se alejan de mi abasto? Me estoy empezando a desquiciar….
Hablando de Amy… La he oído bajar, pero tarda mucho en subir, tal vez debería ir a ver si está bi… Oh miradla, ahí llega.
"¿Dónde estabas?" – le pregunto, incorporándome en la cama.
"Abajo. No tenía sueño… He estado charlando con Sirius."
Con Sirius? ¿¡CON SIRIUS? A que diablos está jugando!
"Vaya, creía que era por Potter por quien babeabas." – digo con desdén.
Ella me mira con fingida sorpresa. Si Amy, no te me hagas la inocente ahora…
"¿Y que tiene que ver eso con Sirius? Digo yo que puedo hablar con él ¿no? Somos amigos."
"Amigos? Con Black? JA! No seas ingenua Amy…"
"Me parece que la que está con las cosas poco claras aquí eres tu. Estoy enamorada de James, de acuerdo. ¿Pero eso me impide hablar con otros chicos?" – hace una pausa y me mira – "No tendrás algo que decirme con respecto a James ¿verdad, Lily?"
"No digas gilipolleces." – mascullo, volviéndome a echar en la cama – "Buenas noches, Amy."
Pero no puedo dejar de pensar que tal vez si que tengo algo que decirle con respecto a James… Y como antes lo haga, mejor.
