El lazo que juramos proteger

Disclaimer: Naruto y Naruto Shippuden pertenecen a Masashi Kishimoto.

Resumen: Colección de one-shots ubicados en el universo de Vínculo.

#: —Intenté tanto cortar el vínculo que nos une. —musitó, obligando a su garganta a expresar las palabras que necesitaba tanto decir. —Cualquier otro lo hubiera hecho, al ver que yo ya no tenía redención. —hizo una pausa, sus ojos buscando las profundas lagunas azuladas de Naruto. —Pero tú no. Tú nunca te rendiste ni dejaste de insistir. ¿Por qué? Pudiste dejarme cortar esta unión y luego vincularte con alguien más, ¿por qué seguir empeñado en mantener tu lazo conmigo a pesar de todo lo que he hecho?

.

.

.

¡Él es mío!

.

.

Sentado en una de las mesas fuera del establecimiento, Sasuke comía tranquilamente un tazón de soba recién preparado.

Con siete meses de embarazo recién cumplidos, él y Naruto estaban considerando la opción de regresar a aquella cabaña que habían compartido tiempo atrás, durante el celo que pasaron juntos. Normalmente, Sasuke se rehusaría a asentarse en un lugar remoto por tiempo indefinido, pero era lo suficientemente inteligente para admitir que este embarazo mantenía su cuerpo demasiado agotado como para continuar viajando.

Sentía el deseo de moverse, de ejercitarse de vez en cuando, pero la necesidad de descansar era mucho mayor. Además, llevaba rato sintiéndose inquieto, y no estaba seguro de si tendría algo que ver con sus instintos o si simplemente estaba comenzando a volverse paranoico. Dormir al aire libre y mantener contacto de vez en cuando con otras personas, como ahora que estaban de paso en una villa, lo hacía sentir incómodo. Algo dentro de él le decía que requería de un lugar seguro y apartado para pasar el resto del embarazo.

Por esto, Naruto había enviado algunos clones para reparar la cabaña y, mientras esperaban, se movilizaban de un lugar a otro. Justo en ese momento se encontraban en una aldea bastante grande, con una variedad decente de tiendas. Y, ya que estaban aquí, Sasuke había optado por sentarse a disfrutar algo de comer en lo que Naruto buscaba algún puesto de ramen.

Ahora, con un vientre tan abultado, era bastante evidente tanto su estado de embarazo como su condición como omega. Ocultar su aroma ya no escondía esa información, aunque prefería seguir haciéndolo de todos modos. En la mayoría de las situaciones, la gente lo tomaría por un alfa o un beta, aunque no es como si al Uchiha esto le importara demasiado. Nunca pensó mucho en su segundo género, para él era lo mismo. Debido a su estatus como shinobi y a su reputación, la gente se la pensaba dos veces antes de degradarlo por su condición como omega. Bueno, los pocos que llegaban a enterarse de su condición, ya que mantener el aroma oculto hacía maravillas.

Por eso y muchas otras cosas, nunca antes había experimentado el acoso que sabía era típico para la mayoría de las personas que compartían su subgénero. Sí, ya se le habían insinuado infinidad de veces, pero coquetear con un alfa no era lo mismo que acosar a un omega. Y si los coqueteos de omegas o chicas beta (e incluso algunos varones beta también) ya eran bastante fastidiosos, ahora imagínense si estos estaban dirigidos a los omegas.

—Hey, lindura, ¿por qué tan solo?

Y, bueno, tener que lidiar con alfas que se las daban de "machos" no era otra cosa más que un dolor de cabeza.

¿El tipo acababa de llamarlo lindura?

Ni siquiera a Naruto se le ocurriría llamarlo así. O tal vez sí, si se encontraba de algún humor estúpido o tal vez si estaba muy borracho.

Sin dirigirle la palabra, lo observó por un par de segundos en silencio antes de regresar la atención a su almuerzo.

Era poco probable que ignorarlo fuera a hacer que se fuera, pero tampoco estaba interesado en responderle.

—Oye, estoy hablándote. —el alfa insistió, haciéndose lugar en la silla desocupada junto a él y poniendo un codo sobre la mesa. — ¿Qué hace una belleza cómo tú aquí tan solo?

Sasuke alzó una ceja, preguntándose interiormente por qué no podía aprovechar un momento de paz a solas, sin un Naruto parloteando hasta por los codos y sin un desconocido que quisiera follar con él.

No era la primera vez que presenciaba una situación así, aunque sí era la primera vez que era el blanco de una. Algunos alfas, incluso betas, pensaban que un omega en cinta que se encontraba solo era una follada fácil, rápida y sin consecuencias. Y, considerando que lo único que indicaba que estaba emparejado era su aroma y su marca, y ambos estaban ocultos, no faltaría el idiota que creyera que el embarazo fuera fruto del libertinaje, convirtiéndolo en un blanco perfecto. En teoría.

Y, bueno, suponía que técnicamente sí habría una que otra persona por ahí que sí estuviera interesada en un revolcón rápido con algún desconocido en este tipo de situaciones, pero no estaba ni cerca de ser la mayoría. Ya había presenciado demasiados casos de abusos y violaciones, evitando los que aún no llegaban muy lejos e incluso interrumpiendo algunos cuando estaban en ello.

Era desagradable, inhumano y, desgraciadamente, más común de lo que debería.

Aunque los peores casos eran aquellos donde encontraba a la víctima cuando su agresor ya se había marchado. En un par de ocasiones decidió dar caza a algunos, pero de todos modos el daño ya estaba hecho. Pero si podía evitar que esas escorias hicieran daño a más personas… Valía la pena.

Por suerte, Sasuke tenía poder de sobra para defenderse solo en su situación actual. Lo que, a decir verdad, no hacía el asunto menos molesto.

—Piérdete.

Sus palabras, bueno, su única palabra, en lugar de darle a entender al desconocido que no quería tener nada que ver con él, solo consiguieron incentivarlo.

—Oh, vamos, preciosura. —se inclinó en su dirección, haciéndolo fruncir el ceño. —Podría hacerte compañía. Debes sentirte solo, ¿no? —le ofreció una sonrisa ladina. —Sin nadie que atienda tus necesidades. He escuchado que los embarazos son extenuantes, tal vez podría ayudarte a liberar algo de tensión. ¿Qué dices? —el hombre estiró una mano hacia él, sus dedos apenas rozando los oscuros mechones que cubrían su ojo izquierdo, cuando dejó caer los palillos y le apretó la muñeca con fuerza, haciéndolo gemir de dolor.

—Vuelve a intentar tocarme y te cortaré la mano. —enfatizó sus palabras afianzando el agarre, escuchando un leve crujir, para luego soltarlo y ponerse de pie, su apetito habiendo desaparecido como por arte de magia.

Vio con satisfacción como el alfa se sujetaba la mano y no dejaba de maldecir.

— ¡Me has roto la muñeca!

—Hn. —soltó con indiferencia. Le permitiría al hombre marcharse con nada más que una fractura que al poco tiempo sanaría, debería considerarse afortunado.

— ¿Qué está pasando aquí? —justo entonces, Naruto apareció, portando una expresión de completa confusión y unos empaques de ramen para llevar.

— ¡Ese omega acaba de fracturarme la mano! —el hombre inmediatamente lo acusó, a lo que Naruto solo observó a su compañero con expresión interrogante.

El Uchiha no contestó, simplemente se quedó viendo al desconocido con indiferencia durante unos segundos antes de darse la vuelta para marcharse del local, sin tener el más mínimo interés en prolongar el contacto con el tipo ese.

Cuando el acosador vio que el pelinegro se marchaba y que el rubio no hacía nada para protegerlo, explotó de coraje.

— ¡¿Dejarás que la perra esa se marche?! —gritó colérico.

En un parpadeo, sus pies ya no tocaban el suelo y un puño furioso lo sujetaba del cuello de sus ropas. Se encontró bajo la mirada de un par de iracundos ojos azules que amenazaban su mísera existencia.

¿Cómo acabas de llamarlo? —gruñó.

— ¿Q-Qué te pasa? —preguntó el hombre entre el miedo y la rabia. — ¡Fue él quien me provocó! Estaba ahí, ofreciéndose para cualquiera que lo viera. ¡Míralo! Seguro que no sabe ni de quién es ese…

—Ni siquiera te atrevas a terminar esa oración. —sus ojos se tiñeron de un escarlata brillante. — ¿Quién te crees, creyendo que puedes acercarte a cualquiera sin su consentimiento? ¿Solo porque estaba solo creíste que sería una presa fácil? —se burló. —Espero que no puedas volver a usar esa mano. —dicho eso, lo dejó caer, un sonido sordo y un quejido ante el golpe. —Y, para tu información, ¡él es mío!

—Naruto. —la voz de Sasuke a la distancia lo hizo volver a poner los pies en la tierra.

—No quiero volver a verte cerca de mi omega, ¡ni de ningún otro! —le advirtió.

El rubio le echó un último vistazo al hombre que se retorcía de dolor junto a la mesa, lamentando la pérdida del ramen que había derramado por darle una lección al tipo y, a pasos apresurados, fue tras de su compañero, quien ya se encontraba a algunos metros de distancia.

—Entonces… ¿qué te hizo el tipo de allá?

—Eso debería preguntarlo yo, ya estabas liberando demasiado chakra. Y, normalmente, no recurres a la violencia.

Naruto se encogió de hombros, sintiéndose algo incómodo.

—No es como si lo hubiera golpeado o algo. Además, tú le quebraste la mano.

—Fue solo el precio de creer que podía tocarme sin mi consentimiento. —fue su simple respuesta.

Naruto abrió los ojos como platos, girando el rostro para ver cómo el hombre los señalaba mientras hablaba con algunos aldeanos que se habían acercado para ver lo que le ocurría, claramente acusando a Sasuke y a Naruto de ser el causante de su dolencia.

Al ver que el rubio parecía dispuesto regresar y esta vez sí recurrir a la violencia de verdad, Sasuke lo sujetó del brazo y lo guiñó con él para que continuaran caminando.

— ¿Qué pasa contigo? —el pelinegro lo miró por el rabillo del ojo ante la inusual demostración de agresividad.

Si bien sabía que Naruto cruzaría el cielo y el infierno por defenderlo, no era una persona naturalmente agresiva. Prefería resolver los problemas con palabras, evitando la violencia a toda costa. Es más, esa particularidad sobre él se había hecho bastante conocida en los últimos años, con la gente hablando sobre como Naruto Uzumaki podía derrotar a sus contrincantes solo con las palabras, como si fuera la más poderosa de sus técnicas.

Por eso mismo, verlo ahora tan fuera de sí lo confundía. Los instintos del rubio parecían estar a flor de piel y Naruto o no se daba cuenta o no estaba interesado en hacer nada por mantenerlos a raya.

— ¡Acabas de decir que te tocó! —replicó este en un gruñido, pero no se zafó del agarre y le permitió alejarlo del lugar.

—Dije que creyó que podía tocarme. Además, me encargué yo mismo de él, ¿vas a decirme qué te ocurre?

Naruto cerró la boca y frunció el ceño, sin decir nada más hasta que estuvieron suficientemente apartados del lugar del incidente, en una zona donde estaba casi vacío.

—Lo siento. —murmuró cuando Sasuke dejó de caminar, soltándole de su agarre.

El pelinegro alzó una ceja, diciéndole que elaborara más con la mirada. Aunque no creyera que Naruto debiera disculparse, menos con él, le interesaba saber qué estaba pasando por la cabeza del rubio.

— ¡Es solo que, pues, no quiero que ningún imbécil se te acerque! ¡Ni al bebé! ¿Qué pasa si algo ocurre y no estoy cerca para…? ¡Argh! —sacudió la cabeza violentamente de un lado a otro. —Ni siquiera lo entiendo, técnicamente no necesitas a nadie que esté cuidándote, ¡pero no puedo evitarlo!

Oh, sí. Al parecer, Sasuke no era el único afectado por sus instintos debido al embarazo. Porque sí, no tenía ninguna duda de que eso era lo que le estaba ocurriendo a Naruto. Su alfa interior se mantenía inquieto, con aquella necesidad de cuidar y proteger a su familia reforzada por las feromonas que delataban su estado y por su vínculo.

Tal vez regresar a aquella cabaña era una buena idea no solo para asentar los instintos de Sasuke, sino también los de Naruto.

Con un suspiro resignado, pero tranquilo, volvió a tomarlo del brazo y a guiarlo de nuevo.

Naruto lo miró interrogante, probablemente preguntándose a sí mismo si Sasuke no estaría molesto por alguna razón debido a su actuar, pero no podía percibir ninguna emoción parecida por parte del omega.

—Vamos, usuratonkachi. Busquemos otro lugar para comer.

Y, con esas palabras, aquel incidente quedó en el olvido.

.

.

.

N/A: Este pequeño one-shot corresponde al día 5 del SNStober. Lo comparto aquí porque pertenece a este universo. Además, lo edité un poco, así que no es exactamente igual al que publiqué originalmente en octubre. Irónicamente, es también el quinto one-shot que subo XD Hasta el momento son 11 en total, pero ninguno de los demás está terminado.

No pierdan la fe, algún día esos borradores verán la luz del día.

Mientras tanto, los invito a pasarse por las nuevas historias que he publicado:

"Letras en la oscuridad" y "Noches de lluvia, días de sol", que son ambas Sasunaru omegaverse parte de un mismo universo.

"Querido jefe", un one-shot Narusasu también omegaverse inspirado en mi fic "Señora Uchiha".

También está el SNStober 2022, con 31 historias cortas sin relación entre sí (o, bueno, la mayoría no tienen relación entre sí XD).

Y, por último, hay una actualización de "Sin importar el tiempo", otro Narusasu omegaverse que, aunque no es nuevo, sigue en publicación.

También estoy trabajando en otras historias, varias basadas en los cortos que estuve escribiendo para el SNSmonth. Espero que pronto vean la luz del día XD

Y bueno, sin nada más que decir, me despido.