Otra semana y otro capítulo de esta historia. Gracias por los reviews, fav y follow.

Descargo de responsabilidad:

Miraculous: las aventuras de Ladybug y Chat Noir no es de mi autoría ni propiedad, es de la empresa ZAG Heroes y de su creado Thomas Astruc.

No sé quien es el autor de la hermosa imagen de portada, si lo sabes dimelo así le doy los créditos correspondientes

PRECAUCIÓN: Spoiler de la temporada 3.


Capítulo 4: Trabajo en equipo

Poco a poco todas las personas pertenecientes a la clase de Adrien y Marinette habían notado el cambio en el dinamismo e interacción entre ambos.

Las amigas de Marinette sabían que la azabache se había rendido hace un año de sus planes de conquista hacia el chico de ojos verdes, y que prefería ser su amiga, tal y como él la había tomado desde el día en que se conocieron, y esperaría qué si su relación llegaba algún día a cambiar y transformarse en algo más, sucedería naturalmente. Sus amigas sabían eso, y la había apoyado en todo lo que necesitaba, tal como la habían ayudado alguna vez en sus locos planes de conquista. Pero el grupo de chicas no podía pasar por alto en hecho de que, sin saber cuándo pasó, los roles habían cambiado, y ahora era Adrien quien perseguía a Marinette como ella lo había hecho por años, y era ella la que no notaba sus esfuerzos de avance, o al menos los ignoraba.

Por su lado, Adrien sabía muy bien lo que estaba haciendo, y dejaba ver día a día su paciente plan para conquistar finalmente a Marinette. El plan consistía en acercarse lentamente a ella, ¿por qué lentamente? Bueno, la azabache había dicho que no podían comenzar a mostrar su cercanía de un día al otro, porque todos a su alrededor notarían el cambio de actitud ante ambos. También se tomaba su tiempo para que la heroína se acostumbrará de a poco a su nueva cercanía y no se dé cuenta de su plan, o al menos que tarde un poco más de tiempo en notarlo.

Pero incluso con la sutileza con la que el rubio actuaba, todo el mundo había notado como buscaba a Marinette con la mirada todo el tiempo cuando ella se separaba un poco, como hacia todo lo posible para mantenerse a su lado en los trabajos grupales, o intentaba tener contacto físico con ella tocando su hombro cuando quería llamar su atención, o a veces uniendo su rodilla con la de ella cuando se sentaban uno al lado del otro. También llamaba la atención como él se ofrecía por lo menos una vez a la semana a cambiar lugares con Alya con la excusa de "dejar que los tortolitos se sentaran juntos", a lo cual ella aceptaba gustosa para poder sentarse con su novio, y claramente lo veía como una oportunidad para que el modelo se acerque cada vez más a su mejor amiga.

Por otro lado, Marinette intentaba escapar siempre que podía de las manos de Adrien. Ella hacia todo más sutil, a diferencia del rubio. En un principio el plan de Adrien si había funcionado, logrando acercarse a ella por un par de semanas sin que ella notase grandes cambios en su actitud, ya que eran avances casi imperceptibles, pero después de un mes al fin lo descubrió e intento parar su plan, aunque le fue imposible, por lo que opto por evitarlo lo más posible sin que sea muy evidente.

Para su desgracia, el cambio de roles entre chico enamorado en comparación con la chica indiferente había sido fácilmente notado para sus amigos. Sobre todo, se hacía evidente la nueva interacción entre ambos cuando trabajaban en un proyecto en equipo. Era fácil notar como ambos adolescentes congeniaban a la perfección sin necesidad de decir una sola palabra cuando se trataba de buscar libros, o sincronizar sus horarios para trabajar en un proyecto.

Pero la negativa de los chicos por explicar su relación actual era continua, no tanto porque Adrien lo quisiera, sino porque su compañera se lo había prohibido. De esta forma habían empezado a surgir muchas especulaciones sobre lo que eran, la más famosa teoría era que ambos estaban juntos, pero no podían demostrarlo al exterior por una prohibición de Gabriel Agreste, ya sea porque al magnate de la moda no le gustaba Marinette para ser su nuera, o porque la noticia de la pareja pudiera generar una imagen negativa a la empresa. También se creía que ambos habían tenido un romance de verano que termino con la llegada del nuevo año escolar, en donde Marinette se dio cuenta que no le gustaba Adrien, y él en cambio quedó perdidamente enamorado de la azabache. Muchas otras locas ideas habían surgido entre los compañeros, llegando incluso a perseguirlos y espiarlos mientras que hacían sus actividades diarias.

Al principio no prestaron atención a los rumores en los que se veían envueltos, pero eso empezó a cambiar cuando ambos sentían que no podían siquiera ir al baño, o algunas chicas enamoradas del modelo se habían enfrentado furiosas a Marinette, temiendo incluso que la ataquen en algunas ocasiones. En vista de los acontecimientos, la azabache presento una queja al consejo estudiantil, la cual llego rápido gracias a su posición de delegada de la clase, que pedía respeto y protección a aquellos estudiantes que era famosos o públicamente conocidos, además de educar al resto de los estudiantes para que traten a sus compañeros como iguales, y no acosarlos dentro de la escuela, sino se les brindaría un castigo.

La medida se tomó como un tanto exagerada cuando se escuchó por primera vez, pero la realidad era que, para ser un colegio público, había muchas personas muy conocidas a pesar de su corta edad, como Adrien por ser modelo, Chloe como hija del mandatario de Paris, Mirelle y Aurore como presentadoras de televisión, Alya por el Ladyblog, entre otros estudiantes. Incluso Marinette era conocida por diseñar ropa para Jagged Stone.

Toda la conmoción se acabó después de unas semanas (y un par de castigos para los estudiantes que insistían), llevando a que ahora las especulaciones sobre su relación siguieran, pero más tranquilas y sin acoso hacia las partes involucradas. Por otro lado, Marinette tuvo que volver a aclararle a Adrien que tenía que cuidar mejor su forma de relacionarse con ella y parar sus coqueteos, aunque no hacia el punto inicial, ya que todos habían notado y sería raro que de un momento al otro ya no esté tras de ella.

Pero no importaba cuanto de cuidaran, había cosas que las hacían involuntariamente, por el simple hecho de haber sido partenaires de pelea por cuatro años. En los trabajos grupales no podían evitar pensar lo mismo en muchas ocasiones, incluso sin hablarlo con anterioridad. Pero en donde más se notaba la conexión de los adolescentes era en las clases de educación física, en donde su coordinación era inexplicable para sus compañeros.

El resto de la clase ya no sabía si dejarlos juntos o dividirlos cuando hacían los grupos para cada actividad. Si los dejaban juntos ganaban demasiado rápido a en cualquier juego, pero si los separaban los juegos como los quemados se hacían muy largos, porque siempre quedaban ellos dos solos en cada campo, y lograban esquivarse todos los ataques, por lo que terminaba siendo aburrido para el resto de sus compañeros.

Claramente le estaban ocultando algo a sus amigos, parecían conocerse de toda la vida y estar más conectados que nunca después de ese verano juntos. Sus mejores amigos ya empezaban a sentir celos porque entre ellos dos parecía que no se encondían ningún secreto.

Pero ¿se guardaban algún secreto entre ellos?

No hasta donde Adrien sabía, pensaba que luego de revelar sus identidades no quedaban grandes secretos por conocer sobre su Lady. Pero estaba muy equivocado.

Ese sábado Adrien no se había despertado por su alarma o por Nathalie. Ese día no tenía ninguna actividad pendiente, por lo que podía dormir hasta tarde, pero a las ocho de la mañana se despertó porque su kwami estaba muy inquieto. Al abrir sus ojos se dio cuenta que Plagg se encontraba durmiendo, pero estaba temblando. Preocupado por eso, el rubio intento despertarlo, pero al rozar su piel sintió que esta estaba muy caliente, con más temperatura a la que un humano podría llegar.

-Plagg -susurro cerca de sus orejas- Plagg, necesitas despertar.

-déjame dormir más niño, no me siento bien -dijo aun con los ojos cerrados.

-de acuerdo… -dijo aun dudando el chico de ojos verdes. Decidió que lo mejor era ir a desayunar y dejarlo descansar un rato más.

Al cabo de una hora Adrien ya se había duchado, desayunado y estaba volviendo a su habitación con una porción de queso brie para Plagg, tal vez eso lo haría sentir mejor. Pero al acercarse donde el pequeño kwami se encontraba descubrió que estaba peor que como lo había encontrado al despertar. Ahora también tenía estornudos y estaba en posición fetal.

-te traje un poco de queso, Plagg, espero que te haga sentir mejor -ofreció con cariño el chico, pero lo alejó al ver la expresión de asco que el dios de la destrucción había hecho. Definitivamente algo estaba muy mal, Plagg no despreciaba nunca un queso francés, eran sus favoritos- Plagg, no te encuentras bien, ¿qué puedo hacer para ayudarte? -preguntó preocupado por su kwami.

-déjame descansar, si después del mediodía sigo así me llevas con Fu.

Fiel a sus deseos, Adrien dejó tranquilo al gato negro y decidió mandarle un mensaje a Marinette y luego ponerse a estudiar. Por suerte ese día estaba completamente libre y, a pesar de que no iba a poder pasarlo con su lady por ella debía ayudar en la panadería, si podría asistir al ensayo de Kitty Section, aunque si Plagg seguía enfermo lo priorizaría por sobre el ensayo.

Luego de un par de horas tomo su teléfono solo para ver que su amiga aun no había respondido sus mensajes preguntando sobre que podría tener su "gato". Pero debía ir a comer y prepararse para visitar al guardián, ya que Plagg no parecía mejorar, sino empeorar. Tras un rápido (y solitario) almuerzo, Adrien se vistió y preparó una mochila para llevar un abrigo y allí poner a la deidad.

Por mala suerte, el rubio no contaba con el número de teléfono del maestro Fu, lo cual habría sido de gran utilidad, por lo que no le quedaba de otra que ir a visitarlo sin previo aviso. Tras un corto viaje en el metro abrazando su mochila esperando que su calor llegue al kwami, Adrien llego a la casa del maestro.

Un minuto después de tocar la puerta apareció el maestro, con una cara tan asombrada como la primera vez que lo había visitado hace poco más de un mes.

-Maestro, disculpe por interrumpirlo, pero no sé qué le pasa a Plagg -dijo Adrien preocupado y angustiado.

-tranquilo, tráelo adentro -respondió Fu con la misma serenidad que lo caracterizaba.

Adrien siguió al anciano por el hall de entrada hasta la sala principal, en donde se sorprendió de encontrar a su partenaire, la cual se supone que estaba "ayudando a sus padres en la panadería". Marinette se encontraba leyendo un libro, y al levantar la mirada y encontrarse con los ojos verdes solo pudo suspirar con resignación: el gato estaba fuera de la bolsa.

- ¿Mari? ¿qué estas haciendo aquí? -preguntó sorprendido, pero intentando buscar una respuesta lógica para encontrarla allí, tal vez su kwami también estaba enferma- ¿está bien Tikki?

La azabache abrió la boca para responder, pero las palabras no salieron de ella. No estaba lista para aquello, más bien, pensó que nunca pasaría. Por buena o mala suerte para ella, el Maestro Fu no la dejo hablar, ya que la interrumpió.

-esto no es una reunión social -dijo con voz monótona- Marinette, ya conoces el proceso, trae todo lo necesario.

Sin decir nada y esquivando los ojos verdes, la chica se levanto y empezó a buscar las cosas necesarias para el ritual de sanación, mientras que los atentos ojos de Adrien la seguían sin entender aún de que se trataba todo aquello. Después de unos momentos que estaba todo preparado.

-pon a Plagg sobre el almohadón, por favor -pidió tímida la azabache, y prosiguió cuando vio que estaba todo listo para empezar el ritual de sanación- ya puede empezar, Maestro -informó.

-no lo haré yo -dijo tranquilo mientras tomaba un poco de té- lo harás tu.

-pero Maestro Fu, yo no sé como hacerlo, no tengo experiencia y… -empezó a argumentar nerviosa.

-sí sabes hacerlo, yo te enseñe -respondió con la misma tranquilidad- y la experiencia la obtendrás cuando lo hagas, los Kwamis no se enferman muy seguido, por lo que debes aprovechar cada ocasión para practicar.

Nerviosamente, pero sin protestar Marinette comenzó el ritual bajo la mirada de sus acompañantes. Para su suerte no era algo difícil de hacer, y en verdad había estudiado muchas veces la teoría de como hacerlo. Tras unos minutos Plagg se encontraba mucho mejor, y no quedaban rastros de sus síntomas anteriores.

Fu decidió examinarlo para que no quedé ninguna duda de su estado, mientras esto pasaba Marinette estaba sentada sobre sus talones mirando hacia sus rodillas avergonzada, intentando esquivar la mirada de reproche de Adrien.

- ¿acaso nadie me va a explicar qué está pasando? -preguntó indignado el adolescente.

-yo… -comenzó a hablar Marinette, pero fue interrumpida por Fu.

-no es el momento, Chat Noir -dijo un tono más serio y frio del que llevaba hasta el momento, el cual no dejaba lugar a replicas.

Con enojo por su exclusión, el rubio tomo su mochila y se dirigió rápido hacía la puerta de salida, dejando a un tranquilo Fu y a una sorprendida Marinette, quien salió de su estupor tan pronto como su compañero cerro la puerta con fuerza.

- ¡¿quieres explicarme qué demonios fue eso?! -preguntó igual de indignada como había estado Adrien hace un minuto.

-es mejor que él sepa lo menos posible sobre tu entrenamiento y todo lo relacionado con ser guardiana -respondió con un suspiro- a mi tampoco me gusta tener que actuar así con él.

-pues no parece, esta vez fue demasiado -dijo enojada tomando el bolso que había llevado para su entrenamiento y llenándolo con sus libros antes de salir del local, sin volver a mediar palabra o cruzar miradas con el anciano.

Fu solo vio como su discípula se alejaba con rapidez, lo que hizo que suelte un largo y pesado suspiro pensando si realmente estaban bien las decisiones que tomaban, porque cada vez sentía que cometía más errores.

~O~

Marinette se apuro en encontrar el camino por el que su amigo había tomado, viendo de reojo la cabellera rubia y despeinada de Chat Noir por los techos. El chico dejo de moverse por un segundo cuando cruzaron miradas, solo para darle la mirada más fría que había podido, y luego seguir su camino.

Esa mirada dijo muchas cosas a la azabache, una de ellas fue un firme e inconfundible "no me sigas". Pero también le recordó algo que preferiría olvidar y que la atormentaba hace años: esa era la mirada triste y rota de Chat Blanc.

~O~

Después de no lograr hablar con Adrien desde la tarde anterior, Marinette decidió que no esperaría a que él decida responderle el teléfono, lo iría a ver y le explicaría todo a su manera.

Tan pronto como el sol se puso, Ladybug se llevo todas las cosas que necesitaba para el plan, y después de preparar todo fue a buscar a su compañero.

A pesar de que tenían como regla no visitarse seguido o por placer, los héroes siempre dejaban sus ventanas desbloqueadas para que el otro pudiese entrar sin problema en caso que pase algo y necesiten visitarse. Por suerte para ella, Adrien se había olvidado de bloquear su ventana esta vez.

De manera sigilosa entro a la ventana y se paró atrás de la puerta de entrada de la habitación. A esa hora él no se encontraba en su habitación, porque se encontraba cenando según su apretada agenda. Después de unos minutos escucho los pasos acercándose por la escalera, por los que rápidamente se puso en guardia.

Cuando el rubio cerró la puerta tras entrar a la habitación fue atacado por alguien que no logro ver, alguien demasiado ágil que logro inmovilizarlo contra la pared y sacarle su anillo al mismo tiempo que tapaba su boca con una mano. Todo pasó tan rápido que no logro reaccionar en que estaba pasando hasta que sintió en leve aroma a vainilla y pan recién horneado. Había recibido una pequeña visita de su Lady.

-buenas noches, Mon Chaton -susurro en su oído- que linda noche para un paseo, ¿no crees?

Éste le respondió con un poco de forcejeo, a lo que ella lo soltó y guardo miraculous de la destrucción en su yoyo.

- ¿ahora Fu te envió a quitarme el anillo? -preguntó resentido y con el ceño fruncido, girando un poco su muñeca por el dolor del impacto producido por el agarre de a chica, que de por sí era muy fuerte, y transformada lo era más.

-Él no haría eso, y de hacerlo, yo no soy secuas de nadie, y menos para quitarte tu Miraculous, Adrien -dijo herida, pero seria, aunque él noto la tristeza, haciendo que su propio corazón se encoja por el arrepentimiento.

- ¿qué haces aquí? Pensé que las visitas eran solo para cuestiones importantes -respondió serio, sin dar el brazo a torcer aún.

-porque necesitamos hablar, pero tu decidiste que no responderías mis llamadas o mensajes.

- ¿y tu que habrías hecho? -argumentó ofendido- solo necesitaba tiempo para pensar.

-pues el tiempo para pensar se acabo por ahora -dijo con un poco más de ánimo, ocultando la tristeza anterior- si quieres de vuelta el anillo tendrás que dejar que te lleve a dar una vuelta.

-Mari, no estoy de humor para paseos -dijo usando por primera vez el nombre de civil de la chica mientras estaba transformada- solo quiero acostarme y dormir temprano.

-por tus ojeras puedo decir que no has dormido en toda la noche pensando en lo de ayer -dijo leyendo su cara- y dudo que lo puedas hacer esta noche si no tienes respuestas.

-supongo que ya me conoces -dijo con media sonrisa, cediendo un poco a su actitud ofendida.

-un don adquirido por el tiempo -respondió con una sonrisa- además, estas de suerte, porque yo te levantare el animo con menos de una hora, solo tienes que acompañarme.

Un poco a regañadientes el chico aceptó el pedido de su compañera, por un lado porque quería al anillo y a Plagg de vuelta, por otro porque quería saber que tenía la chica para decirle, pero la última razón era que ya no quería estar enojado con la chica que amaba.

El chico se sujeto con fuerza de Ladybug (porque no le devolverían el miraculous por miedo a que se escape de ella) y disfruto del paseo que le dio la chica hasta una terraza en la que comúnmente se encontraban cuando patrullaban. Ese edificio era una construcción abandonada hace años, y no había forma de llegar a la parte más alta, a menos que tengas un helicóptero, o un miraculous. En la tranquila terraza había preparada una manta y una canasta de picnic.

-creo que es un poco tarde para un picnic, Ma Lady -dijo sentándose sobre la manta.

-solo son unos postres, sé que panadería es tu favorita -respondió guiñándole el ojo- además, con los preparativos de tu cumpleaños no logré terminar tu regalo de cumpleaños a tiempo y necesitaba una excusa para dartelo.

El cumpleaños de Adrien había sido una semana antes, y Marinette logro convencer a Gabriel Agreste de hacer una fiesta sorpresa para su hijo por lo que, entre los preparativos, la escuela y los ataques de Akuma no había logrado terminar el regalo para el día deseado, por lo que decidió tardar el tiempo necesario para poder agregar todos los detalles que quería.

-pensé que mi regalo era la fiesta sorpresa -dijo impactado por lo que ella le había dicho- era más que suficiente, poder pasar una tarde rodeado por todos mis amigos, realmente era todo lo que realmente quería, además fue una fiesta organizada por la misma Ladybug, ¿qué más podría pedir?

-por ahora abre el regalo, y si no te gusta se lo puedo dar a otro gatito callejero -dijo riendo mientras volvía a su ropa de civil.

El rubio abrió el regalo con emoción, era una chaqueta para el otoño, donde no hacía tanto frio como para una campera de invierno, ni para salir solo en camisa. Era una chaqueta muy del estilo de Adrien, aunque ocultando pequeños guiños de Chat Noir, como por ejemplo el color negro y es forro interno de color verde oscuro. Era una prenda hermosa, y se la puso tan rápido como termino de revisarla, porque esa noche hacía un poco de frio, y no había salido muy abrigado realmente.

-muchas gracias, Ma Lady -dijo con una gran sonrisa de oreja a oreja, olvidando por completo su enojo- que dices, ¿soy bueno para modelarla? -pregunto haciendo poses de modelaje totalmente exageradas.

-claro, incluso puedo pensar en contratarte cuando tenga mi propia marca -dijo riendo junto al rubio- pero te estas olvidando tu otro regalo.

- ¿otro más? -dijo mientras recibía y abría el paquete viendo el contenido- ¿muñecos?

Estaba oscuro, y su vista no era de visión nocturna como la de Chat Noir, por lo que se confundió un poco de lo que creía ver.

-no son cualquier muñeco -explico la azabache mientras iluminaba con su teléfono como había hecho antes con la chaqueta- tienes prácticamente todos los muñecos que han salido de Ladybug y Chat Noir, por lo que pensé ¿qué sería más exclusivo que unos muñecos de los héroes de Paris, hechos por la misma Ladybug?

-son figuras de acción, no muñecos -respondió divertido, haciendo que Marinette ruede sus ojos- realmente me encantan, Mari -dijo antes de abrazarlas- gracias por todo.

La chica aceptó y devolvió el abrazo. Esa noche era fría, y ese abrazo la cubría el frio exterior, pero también calentaba su corazón. Se reprendió por sentir eso tan rápido como termino el abrazo, aunque no podía negar que quería volver a los brazos de su compañero.

-perdón por hacerte sentir mal ayer -dijo sin verlo a los ojos después de unos segundos de silenció- realmente no quería esto, y sé que Fu tampoco, pero es la manera que encontramos de protegerte.

- ¿protegerme de qué? -pregunto triste buscando los ojos de la chica- ¿qué me están escondiendo? ¿qué hacías en la casa de Fu? ¿cómo pudiste curar a Plagg?

El chico de ojos verdes tomo las manos de la chica buscando de alguna manera que ella lo vea a los ojos al responder estas preguntas, y lo logró finalmente. Ya no estaba enojado, ahora se sentía preocupado de saber que algo podía estar pasando, algo de lo que desconocía, y necesitaba desesperadamente respuestas.

-Adrien, seré la próxima la próxima guardiana -confesó con un suspiro y poco de tristeza- Fu me está entrenando hace poco más de un año.

Guardiana de los Miraculous.

Él tenía muchas preguntas en su cabeza en esos momentos, pero el shock no dejaba que ninguna de ellas salga de su boca mientras que analizaba todo. Mil escenarios pasaron por su cabeza, pero lo único que pudo decir casi en un susurro fue:

- ¿qué hay de él?

- ¿Fu? -preguntó sorprendida por su pregunta- tiene 190 años, gatito. Espero que no sea pronto, pero él no puede ser guardián para siempre.

-sabía que era viejo, pero no pensé que tanto -confesó sin pensar realmente sus palabras (todavía en shock) lo que hizo reír a la chica de ojos azules- pero ¿por qué no quisieron decírmelo?

-es complicado -dijo antes de quedarse en silencio, pero los ojos verdes suplicaban una respuesta, por lo que no tuvo alternativa- la razón principal es que, con un poco de suerte, nunca tendrías que enterarte que yo sería la guardiana.

-creo que sería difícil ocultarme eso, Ma Lady -dijo un poco divertido, intentando cortar con la tensión del ambiente, pero no lo logró, ya que la adolescente le dio una mirada triste pero que realmente no supo explicar- en algún momento me daría cuenta, ¿o no?

-nuestra idea era que yo me iría de aquí tan pronto como venzamos a Hawkmoth, Adrien -confesó al fin, tirándole la verdad como un balde de agua fría.

-pero… ¿A dónde iras? ¿qué pasará con todo lo que tienes aquí? Tus amigos, tus padres… yo -dijo con voz más alta de lo habitual, aunque la última palabra fue más bien un susurro.

-seré guardiana, Adrien -volvió a decir como si esa fuese la explicación más entendible- los miraculous son para proteger al mundo, no solo a Paris, tendré que viajar buscando nuevos portadores donde se necesiten.

-pero nosotros somos buenos portadores, y ya tenemos experiencia suficiente -argumentó el rubio, pero vio en los ojos de la chica que no era suficiente.

-tu tienes que quedarte en Paris, gatito -explico ganándose una mirada que le suplicaba que no lo abandone- llamaría mucho la atención si aparecen Adrien Agreste en las mismas ciudades en la que está Chat Noir activo, además de que ya tienes un vida hecha aquí -dijo con tranquilidad y dulzura, intentando convencerlo- y sería muy peligroso que la guardiana este también en el campo de batalla todo el tiempo, si algo llegase a pasarme no perdería solo un miraculous, se perderían todos.

- ¿entonces cuándo venzamos a Hawkmoth los perderé a ti y a Plagg al mismo tiempo? -preguntó con tristeza. En algún lugar de su corazón deseó que realmente nunca vencieran a la persona con la que venían luchando hace años.

Era egoísta, lo sabía, pero ese era su deseo. No es como si fuese a hacer como obstaculizar a sus compañeros para no llegar a vencer al villano, porque eso podría hacer Hawkmoth logre apoderarse de los miraculous, y podría lastimar a Ladybug o a cualquier otro héroe en ese proceso. No, no haría nada para evitar su triunfo, pero si esperaba ella no se vaya. Tal vez podría convencer a Fu de encontrar otro candidato para ser guardián, o convencerla a ella de dejarlo acompañarla por el mundo, en su plan ideal, siendo su pareja.

-No pensemos en eso ahora, gatito -dijo la azabache- ni siquiera hemos logrado una pista sobre la identidad de Hawkmoth o Mayura. Disfrutemos el ahora y ayúdame a terminar estos postres, porque no puedo con esto yo sola.

Al principio la charla fue algo tensa, pero al cabo de un rato Adrien logro relajarse, y juntos hablaron por varias horas sobre cualquier cosa que se les ocurriera. Ese era el plan de Marinette: contarle la verdad a Adrien y luego entretenerlo con otra cosa para que no le haga más preguntas que no podría evitar contarle. Con un poco de suerte esa larga charla de risas y cosas sin importancia lo haría olvidar un poco del hecho de que ella sería guardiana cuando menos se lo espere.

Para tristeza de Adrien, ambos se despidieron bien entrada la madrugada, habiendo terminado la dotación de dulces de la azabache había llevado. Después de todo ya era lunes, por lo que tendrían que levantarse en unas horas para ir a la escuela, y lo mejor sería dormir un poco. Llamaría mucho la atención si ambos adolescentes llegaban al instituto con grandes ojeras por la falta de sueño, y peor sería si se durmiesen sobre sus escritorios en medio de la clase. Eso definitivamente levantaría sospechas entre sus amigos y compañeros, y alguien que mire en detalle notaría la coincidencia entre el cansancio de la pareja.

Era mejor dormir un par de horas y no dejar lugar a más especulaciones sobre una posible relación, ya que las parejas suelen ser las que se quedan hablando hasta altas horas de la noche. Ella no lo diría nunca en voz alta, menos en frente Adrien, pero le gustaría romper su regla de no visitas para poder quedarse juntos hablado en la noche, sin que nadie los moleste ni levanten sospechas, pensaba Marinette mientras intentaba dormir. También le gustaría tener su compañía cuando sufría de esas horribles pesadillas.

No. Las cosas estaban bien de esa manera, no debía cambiar nada, y menos por un deseo egoísta. Además, no debían usar los miraculous para cuestiones personales.


Al comienzo no sabía como terminar este capitulo y tenía miedo de no poder terminarlo a tiempo, pero en cuanto me puse a escribirlo salió todo muy rápido, así que aquí lo traigo jaja.

¿qué piensan sobre los avances de Adrien? me da mucha gracia imaginar esta nueva relación entre ambos.

No soy muy buena para hacer "relleno", así que realmente no va a ser un fic demasiado largo, y va a tener muchos saltos en el tiempo. Este capitulo se situaría un mes y medio después de los anteriores aproximadamente, no sé si lo transmití bien.

Gracias por leer y por dejar Reviews. Hasta la próxima semana!

Naatii3333