Descargo de responsabilidad:
Miraculous: las aventuras de Ladybug y Chat Noir no es de mi autoría ni propiedad, es de la empresa ZAG Heroes y de su creado Thomas Astruc.
No sé quien es el autor de la hermosa imagen de portada, si lo sabes dimelo así le doy los créditos correspondientes
PRECAUCIÓN: Spoiler de la temporada 3.
Disfruten la lectura.
Capítulo 6- Dolor
En los últimos meses Gabriel había notado como Adrien tenía "demasiado tiempo libre" o al menos desde su punto de vista. Sentía que su hijo estaba muy disperso y tenía mucho tiempo para pasar con sus amigos y con la banda en la que era tecladista.
La realidad es que, con la revelación de su Lady, Adrien estaba mucho más feliz de lo que estaba hace un año, y quería pasar todo el tiempo posible con sus amigos y con Marinette, incluso si sabía que no podría estar con ella de forma romántica, era muy feliz pasando tiempo juntos. El rubio se esforzaba y daba todo de sí para realizar todas sus actividades lo más rápido posible, y así estar libre para practicar con la banda, o salir al cine, o cualquier actividad que se presente.
Pero Gabriel no veía eso, él creía que Adrien terminaba pronto sus tareas porque no se le estaba exigiendo suficiente, por lo que su solución fue agregar más actividades a su lista para que ésta este completa, y no salga más de lo necesario.
Con los días Adrien fue acostumbrándose a las nuevas actividades que le habían sido asignada. Hacer actividad física en un gimnasio no le parecía una mala idea, lo ayudaría en su tarea de ser un héroe. Pero poco a poco se fueron agregando más actividades, hasta que termino teniendo esgrima, chino, español, piano, gimnasio, sesiones de fotos, además de la escuela y ser Chat Noir en secreto. En los primeros días se adaptó bien a las dos nuevas actividades, pero luego se dio cuenta de que en las actividades a las que asistía desde antes cada vez le estaban dando más y más contenido, se le estaba exigiendo más, lo que agotaba tanto física como mentalmente.
La gota que rebalsó el vaso fue la semana de exámenes antes del receso invernal, Adrien necesitaba mucha concentración y apenas podía hacerlo por la cantidad de actividades que estaba teniendo. Esa noche Adrien se encontraba en el escritorio de su habitación estudiando, aunque le costaba concentrarse en su libro de literatura por el cansancio de su clase de esgrima y luego la de español.
Mientras intentaba concentrarse, alguien toco su puerta, y tras permitirle la entrada, apareció Nathalie con su tableta.
-siento interrumpir tu estudio Adrien, pero tu padre me pidió que te avise que a partir de mañana tendrás clases de historia del arte los sábados y domingos en la mañana -anuncio la asistente.
-pero… tengo exámenes pronto Nathalie, apenas puedo concertarme en estudiar con las actividades que ya tengo -se quejó Adrien- ¿no podría dejar las actividades por un tiempo? Solo sería hasta que terminen los exámenes.
-lo siento Adrien, pero son las ordenes de tu padre -dijo sin expresión alguna Nathalie.
-entonces necesito hablar con él para que entre en razón -rápidamente el rubio dejo todo lo que estaba haciendo para ponerse en marcha hacia la oficina de su padre.
A su lado, la asistente intentaba que el chico entrara en razón y no moleste a Gabriel, quien estaba trabajando, pero el adolescente sabía que quien debía entrar en razón era su padre. Tras bajar las escaleras y acercarse a la gran puerta de la oficina del diseñador, Adrien toco la puerta, aunque entro antes de que alguien le responda desde dentro de la habitación.
-buenas noches, padre -saludo Adrien- necesito hablar contigo.
Ante la intromisión de su hijo en la oficia, Gabriel solo levanto un poco la vista de su computadora, aunque la volvió a bajar enseguida cuando el chico hablo, restándole importancia.
-me encuentro ocupado en este momento -dijo secamente el adulto- dile a Nathalie que te diga en qué momento puedo en los próximos días.
-esto no puede esperar -dijo igual de seco que su padre, lo que al fin llamó la atención del hombre de cabello platino- necesito suspender las actividades extracurriculares en las próximas semanas, se acercan los exámenes y me cuesta mucho estudiar por el cansancio que me producen tantas actividades.
-eso no va a pasar, Adrien -sentenció.
-no estoy pidiendo que las suspendas para siempre, solo por unas semanas, no puedo con tantas actividades juntas -suspiro con cansancio.
Era verdad que, aunque el chico no se quejase, Nathalie estaba preocupada por notar sus ojeras. El rubio tenía un exhaustivo cronograma de cuidados, tanto en alimentación, horas de sueño y tratamientos de piel para cuidar su cara y cuerpo de modelo y, aunque era casi imperceptible para cualquier persona, Nathalie notaba el cansancio del chico gracias a sus ojeras. Solo había pasado una semana de actividades extras, si seguía así luego del receso, las ojeras y el cansancio serían más notables, lo que no iba a poner feliz al dueño de la empresa de modas.
-pero si puedes con las actividades cuando se trata de estar con tus amigos, ¿no? -Gabriel soltó estas palabras como si fueran veneno para Adrien.
- ¿entonces de eso se trata todo esto? -preguntó enojado el rubio- ¿quieres que haga más actividades para que no pueda estar con mis amigos?
-no le hace bien a tu imagen de modelo que te pases las tardes en la calle paseando o en un barco tocando con una banda de heavy metal -dijo ahora el mayor recobrando su compostura.
-no me importa mi imagen como modelo, padre -volvió a decir enojado, casi como si escupiese veneno- hago modelaje porque tú quieres, igual que hago todas las actividades que me impones, lo único que hago por gusto es ir a la escuela en vez de quedarme en casa estudiando con un profesor particular -Adrien sentía que se estaba sacando un peso de encima después de admitir lo que se había guardado por tantos años- y lo único que hago que me hace realmente feliz es pasar un rato con mis amigos, por lo que me esfuerzo en ser bueno en todas esas actividades para terminarlas rápido para poder divertirme un poco.
-mi respuesta es no, Adrien -sentenció serio y con una voz fría que congelo al rubio- tienes que cumplir con tus obligaciones.
-soy menor de edad, para tu información -dijo ahora más tranquilo y triste Adrien- mi única obligación verdadera es estudiar, no trabajar ni hacer todas las actividades que me impones.
Con estas últimas palabras Adrien salió de la habitación, dejando a un desinteresado Gabriel volviendo a su trabajo, y a una preocupada Nathalie que vio toda la escena.
~O~
Esa noche Marinette se encontraba relajada mientras confeccionaba una prenda. Esa tarde había estado estudiando desde la salida de clases, por lo que tenía esa noche de viernes para hacer su pasatiempo favorito. Además, no había aparecido ningún akuma desde hacia dos días, por lo que no tenía el cuerpo cansado por ninguna pelea. Solo se encontraba tranquila escuchando música mientras cortaba y ordenaba la tela que usaría para su próximo proyecto.
Pero toda la concentración y relajación desapareció al escuchar un fuerte ruido en su balcón.
Rápidamente pensó que podría ser Chat Noir, por lo que se relajó, pero su presencia podría significar que había algún ataque de akuma, por lo que rompería su aura de paz. La chica subió las escaleras al ver que su amigo no tocaba la trampilla ni entraba por ella, por lo que la preocupó.
Cuando vio por la ventana notó a Adrien Agreste ovillado contra la barandilla del balcón, haciendo movimientos cortos por la agitación que tenía en ese momento.
Marinette entro en pánico en ese momento al ver a su amigo, agitado y destranformado en su balcón, ¿cómo había llegado allí? ¿le quitaron su miraculous? Se acercó asustada y pudo ver de reojo el anillo en su mano y a Plagg intentando consolarlo, por lo que la tranquilizó un poco por ese lado, pero eso no explicaba porque Adrien se encontraba de esa manera, solo la dejaba con más preguntas.
- ¿gatito? -dijo preocupada, pero en voz baja y tocando suavemente su hombro para son asustarlo con su presencia repentina, ya que no parecía haber captado su presencia.
El chico si se sorprendió con su presencia, pero se lanzó a sus brazos como un gatito asustado al notar que era ella. El pobre estaba tan angustiado por la pelea con su padre que no había notado el momento en que corrió a la casa de su Lady, mucho menos en qué momento se destranformó. Aunque erráticos y distraídos, los movimientos de su cuerpo lo habían llevado a la casa de Marinette sin siquiera pensarlo.
Sin saber mucho al respecto, su amiga lo entró y lo hizo sentar en su cama mientras él seguía llorando, ya casi era diciembre no era momento para estar en la intemperie sin abrigo, pero esa fue la ultima cosa en la que él pensó, solo podría pensar en la pelea con su padre mientras que Marinette lo abrazaba y hacia círculos en su espalda para tranquilizarlo.
Al cabo de un rato de un rato, Adrien ya no tenía fuerza para llorar de la forma histérica en la que lo hacía, ahora solo respiraba tranquilo, y caían pocas lágrimas por su rostro, aunque estaba completamente rojo por el roce de sus manos para secar furioso el llanto impotente que tenía hace rato.
-Adrien -hablo la chica secando con suavidad el último rastro de lágrima que quedaba con su pulgar- ¿quieres decirme que pasó?
El negó, no se sentía listo aun para hablar de ello, pero al ver los ojos azules llenos de amor supo que algo tendría que decir, ella merecía una explicación.
-pelee con mi padre -dijo mirando al suelo con vergüenza, mientras ella seguía acariciando su espalda para relajarlo. En su interior rogaba para que ella no le haga más preguntas, porque probablemente no podría no contarle, pero prefería hablarlo con la cabeza fría.
-entiendo -dijo antes de quedarse en silencio unos segundos, pensativa- ¿quieres quedarte aquí esta noche?
Definitivamente ella era su compañera, en nivel de conexión que tenían era tan grande que no necesito decir nada para que ella comprenda su situación. Probablemente sabía que él nunca había discutido con Gabriel, por lo que ese incidente era realmente importante para Adrien, y necesitaba un tiempo para calmar las agua.
La miró con los ojos suplicantes asintiendo a su ofrecimiento, ella era la persona más indicada para cuidarlo y hacerlo sentir mejor. En la condición en la que se encontraba ni siquiera pudo hacer alguna broma sobre la propuesta indecente que podría significar esa invitación. Hoy no era el gracioso y descarado Chat Noir, ni el tímido Adrien Agreste, hoy solo era el niño que había dejado ir con la pérdida de su madre, ese que necesita cariño y contención en un momento duro, no ocultar sus sentimientos como lo haría normalmente en cualquiera de sus dos caras.
-bien, entonces necesito que te transformes y bajes a la puerta en cinco minutos -dijo la azabache- hablaré con mis padres para que sepan que estas aquí, pero tienes que entrar por la puerta principal, y cuando volvamos aquí veremos algún anime que quieras, ¿te parece bien?
-gracias por cuidar de mí, Ma Lady -dijo luego de asentir. Ella había empezado a bajar la escalera del entrepiso, pero se detuvo al escucharlo volvió a subir para tomar el rostro del chico entre sus manos y darle un beso en su frente.
-eres mi partenaire, es lo que hacemos, cuidarnos entre nosotros -dijo con una sonrisa cálida. Si ella supiera que ese acto derretía su corazón y hacia que la ame con más intensidad, probablemente no lo haría nunca más, mejor se lo guardaría para el mismo para que dure el mayor tiempo posible- te veo abajo en unos minutos.
La azabache bajo las escaleras esperando que no se note su sonrojo, y respirando profundo para que este baje lo suficiente para que no se note cuando hable con sus padres. Tom y Sabine ya estaban preparándose para dormir porque, a pesar de ser viernes en la noche, en la mañana siguiente tenían que prender los hornos muy temprano. Marinette toco la puerta solo para entrar unos segundos después, llamando la atención de sus padres, porque ella rara vez se acercaba a su habitación en la noche.
-hola cariño, ¿qué paso? -pregunto su cariñosa madre al verla un poco tímida.
-papa, mama, quería preguntarles si Adrien pudiera quedarse esta noche a dormir aquí -pidió nerviosa, pero haciendo contacto visual con ellos, por lo que noto la mirada preocupada que ellos le dirigieron- dormirá en el diván, o en el sillón del living si ustedes lo prefieren -dijo rápidamente y muy sonrojada. Sus padres no eran tontos, ellos notaban que estaban enamorados el uno del otro, y eran muy cercanos desde hacía unos meses, incluso si no decían nada, algo había cambiado en la relación entre ellos, y probablemente les preocupaba dejar a su niña sola en una habitación son ese chico.
-confiamos en ti cariño, pero ¿qué paso? -dijo la mujer asiática.
-Adrien peleo con su padre y escapo de su casa -explico más tranquila de que el problema no sea que Adrien pase allí la noche, sino cual era la razón detrás de que él no pueda dormir en su casa- no sé que paso, no lo quise presionar, supongo que me dirá cuando llegue o cuando este listo, pero sé no volverá a su casa, y prefiero que este aquí antes que en la calle.
-sabes que Adrien será aceptado en esta casa -dijo Tom abrazando a su hija- solo asegúrate que este cómodo, creo que quedaron croissant au chocolat en la heladera de abajo, caliéntalos en el horno, son sus favoritos.
-y si llama su padre tráeme su teléfono, yo hablaré con Gabriel -dijo Sabine.
-gracias por entender -agradeció abrazándolos, no podía pedir mejores padres- ¿Por qué sabes que esos son los favoritos de Adrien? ¿lo has estado alimentando a escondidas? -preguntó juzgando a su padre, a lo que este solo hizo una sonrisa nerviosa mientras que Sabine se reía de la escena- lo iré a esperar abajo, buenas noches.
-buenas noches cariño -dijeron ambos al unisonó.
~O~
- ¿hablaste con tus padres? ¿qué dijeron? -preguntó nervioso ante la posible negativa de los padres de la chica a que un adolescente del sexo opuesto se quede con su hija.
-dijeron que te caliente un croissant au chocolat porque es tu favorito, gato callejero -dijo seria, como reprendiéndolo, logrando que él de una sonrisa nerviosa como la de su padre y lleve su mano a su nuca, haciendo su característico gesto de nervios. La chica relajo su expresión al ver que su broma había funcionado, y volvió a hablar- dijeron que siempre eres bienvenido, pero estaban preocupados por ti.
-perdón por hacer que se preocupen -dijo culpable viendo al piso.
-no es tu culpa gatito, solo se preocuparon porque te quieren mucho -consoló la chica mientras que sacaba los croissants del horno y ponerlos en la bandeja en la que ya se encontraba el chocolate caliente, para llevarlos a su habitación- vamos arriba.
Adrien siguió a la chica tímidamente, como un gatito asustado sigue a su dueño en un lugar desconocido, aunque él conocía bien esa casa, solo se sentía nervioso por saber que esa noche ese sería su hogar.
Bueno, mejor dicho, ese se sentía realmente como su hogar, todos ahí se preocupaban por su bienestar porque lo querían, y eso era algo que no sentía en la casa donde vivía. Desde que su madre falleció no había nadie dentro de esa gran mansión que le demuestre verdadero amor. Nathalie le regalaba alguna sonrisa de vez en cuando, y organizaba sus horarios para darle más tiempo libre (al menos mientras Gabriel se lo permitiera), y Gorila siempre se preocupaba porque este bien, dejando que a veces entren sus amigos a escondidas a la mansión para verlo.
Pero a ellos les pagaban para estar ahí, no estaban en su casa por cariño a él, sino por trabajo.
No desmerecía sus muestras de cariño, las apreciaba más de lo que podría explicar, pero no dejaba de ser su empleo, y la única persona que estaba allí porque quería estar era su padre. Bueno, era relativo su "querer estar", más bien nunca salía de su casa, o al menos eran muy pocas las ocasiones en que se encontraba al magnate de la moda fuera. E incluso así, Adrien no veía nunca a su padre, nunca se lo encontraba en ningún lado de la casa. Cuando se despertaba el diseñador ya estaba en su oficina, y cuando se iba a dormir él seguía allí. Las veces que su padre comía con él estaban casi tan contadas como la cantidad de veces en las que Gabriel salía de su casa.
Definitivamente ese lugar se sentía más como un hogar que su propia casa. Los padres de Marinette también trabajaban todo el día, pero se permitían verla para abrazarla, o por lo menos darle una sonrisa, que era mucho más de lo que él recibía.
Por un tiempo sintió cierta envidia hacia su amiga, pero en cuanto empezó a ser más cercano a la chica descubrió que su familia lo aceptaban como parte de ella a él y a todos sus amigos, cocinando entre todos y cenando juntos entre charlas y risas. En esa casa siempre había alguien que preguntaba como estuvo tu día… era lindo saber que, al menos mientras este ahí, era parte de esa familia.
Al llegar a la habitación Adrien se sentó en el diván mientras Marinette buscaba lo necesario para esa noche: un par de mantas y almohadas, los aperitivos estaban listos, y ahora solo tenían que acercar el diván al escritorio para esa noche de cine. No era ningún secreto para Marinette que a Adrien el gustaba mucho el anime y el manga, por lo que ya se esperaba las películas que pondría esa noche. Eran películas que ambos ya habían visto, pero ella no acotaba nada ante la elección, porque esa noche era para Adrien.
Después de un rato de iniciada la segunda película, Koe no Katachi, Adrien calló en los brazos de Morfeo, durmiéndose en el pecho de Marinette quien lo estaba abrazando. Ella siguió viendo la película sola, no quería moverse para no despertar a su amigo, el pobre necesitaba descansar después de aquel día.
Ya había visto esa película con Adrien, Alya y Nino cuando se entrenó con subtítulos años atrás. Era una hermosa película, pero no podía evitar pensar en ese tiempo que ahora parecía lejano.
El rubio era muy inocente en ese entonces, y no solía notar las indirectas, por lo que realmente no notaba los sentimientos de Marinette en absoluto. Él aprovecho que tenía alguien con quien compartir su fanatismo por el anime y comenzó a hacer la seña de manos que significaba "tu y yo amigos" a su grupo. A Alya y a Nino no les molestó esto, solo les dio risa y lo contestaban de la misma manera, pero los tres quedaron petrificados cuando vieron el él le hacía esa seña a Marinette, que aun no se había rendido en sus intentos de conquista hacia el chico.
No iba a mentir, esto rompió un poco su corazón, porque pensó que estaba avanzado un poco con él, pero al parecer no.
Ahora recordaba esa anécdota con gracia, y agradecía que Adrien no recordara aquella escena, porque ahora conocía sus sentimientos hacia ella, y estaría avergonzado y deprimido de haberle "dicho" eso años atrás.
~O~
La azabache se presentó en la mansión Agreste para su "turno" para ver al dueño de esta.
En la noche en la que Adrien peleo con su padre ella logro contener al chico para que no sea akumatizado. Tal vez fue suerte del miraculous de la mariquita, pero por alguna razón que no podía explicar, el chico fue directamente a ella en vez de a cualquier lado, lo que pudo haber sido la única razón para que Hawkmoth no se le presente.
Al día siguiente logró hablar con su amigo, una vez que ya se encontraba calmado (y un poco avergonzado y contracturado por haber dormido toda la noche en el pecho de su lady, pero había valido la pena) logro contarle la razón de la discusión, ella lo apoyaba al 100%.
Acababa de cumplir 17 años hace unos meses, por lo que seguía siendo un adolescente, y tantas actividades no eras buenas, necesitaba tiempo para pasar tiempo con sus amigos, como cualquier chico de su edad. Sin que Adrien lo sepa, su amiga tomo cartas en el asunto y se contacto con Nathalie para pedirle una cita lo antes posible para hablar con Gabriel, por lo que ese lunes se encontraba entrando a la mansión con ese fin mientras su amigo estaba en clases de piano.
En la puerta fue recibida por Nathalie, quien la hizo tomar asiento en el Hall mientras esperaba que Gabriel se desocupe de la reunión en la que se encontraba. Ella había llegado antes de tiempo, por lo que tendría que esperar un poco, pero se sorprendió cuando a los cinco minutos de su llegada, Nathalie la hizo entrar.
Muy puntual. Tendría que usar bien la media hora que tenía en su poder, porque probablemente no le darían más tiempo del acordado.
-buenas tardes, Señorita Dupain Cheng -saludo fríamente el hombre desde su computadora, donde solía estar- ¿en qué puedo ayudarla?
Era Gabriel Agreste, obviamente iría directamente al punto.
-buenas tardes, Señor Agreste -saludo sería, pero con un poco más de calidez en su voz- he venido aquí para hablar con usted de su hijo.
Esto llamó lo suficiente la atención del hombre para que levante su mirada de la computadora y deje lo que estaba haciendo por un segundo para prestarle atención, pero solo fue eso: un segundo.
- ¿cuál es el problema con Adrien?
-no hay ningún problema con Adrien, el problema son sus horarios -explicó, pero fue rápidamente interrumpida por el hombre frente a ella.
-ya hablé eso con mi hijo, Señorita, y creo que no es de su incumbencia los horarios que le designo a mi hijo -dijo aun serio, pero se notaba un poco de veneno y enojo en su voz, y eso es lo que ella quería: emoción. Es difícil debatir con alguien que no muestra emociones, porque no se puede apelar a sus emociones.
-agradecería que me deje presentar mi argumento entero antes de responder, señor -pidió confiada caminando hacia el escritorio de la oficina, ganándose un poco de odio por parte del hombre enfrente a ella.
- ¿y por qué debería importarme lo que tenga para decir? -preguntó incrédulo ante lo que ella tenga para decirle.
-porque creo que le interese el bienestar tanto como a mí, y porque, si sigue así también perjudicará a su propia empresa -solo recibió una ceja en alto en respuesta, pero sabía que era suficiente para seguir hablando, porque él la estaba escuchado- usted es un hombre de negocios, no creo que le importe lo primero que tengo para decir, pero somos seres sociales, incluso usted interactúa con su asistente o con personas de su empresa, sino perdería la cordura, y eso es algo que le esta negando a Adrien con sus horarios. Es un adolescente, estoy segura de que a usted en algún momento le gustó salir con sus amigos teniendo como única preocupación la escuela.
-admiro su inocencia, pero claramente no me conoce -corto secamente.
-de alguna manera tuvo que conocer a su esposa, y por lo que investigue en internet, la conoció en la universidad gracias a salidas que hacían con amigos, como André Bourgeois -dijo fingiendo torpeza, pero ella ya conocía toda la información que existía en internet sobre la madre de Adrien, y el hombre no pudo decir nada al respecto- incluso si le parece tonto, tener una vida social esta demostrado que ayuda a mantenerse más enfocado en sus obligaciones, porque la gente necesita tiempo para descansar su mente después de algo agotador como puede ser el estudio o el trabajo, y las actividades en las que sigue aprendiendo no suelen una buena fuente de relajación. A demás, una actividad como puede ser la banda de la que Adrien es tecladista puede contribuir fuertemente al trabajo en equipo, una habilidad muy apreciada en los puestos de trabajo.
-Adrien no necesita tener habilidades para ningún trabajo, ya trabaja como modelo en mi empresa -dijo un tanto ofendido por asumir que su hijo buscaría otro trabajo en algún momento.
-perdón que se lo diga de esta manera, Gabriel, pero Adrien odia el modelaje porque le quita tiempo para estar con sus amigos y hacer las cosas que realmente le gustan, además de que a cada momento tiene que estar pensando en que las personas no se acerquen a él solo por ser famoso, o que sus fans lo sigan mientras camina por la calle -explico como si fuese obvio, pero por la expresión que hizo el hombre (casi imperceptible, pero allí estaba), supo que él no estaba al tanto de todo eso- y estoy muy segura de que con el tiempo solo crecerá su odio y terminará dejando la empresa.
-parece muy segura de eso, pero debería saber que no permitiré que eso pase.
-Señor, retener a alguien en su empresa de esa manera es explotación y hasta secuestro, no puede evitar que alguien renuncie si se quiere ir, y Adrien ya será libre para tomar sus propias decisiones cuando sea mayor de edad, incluso podría intentar denunciarlo si lo desea -dijo la azabache, para ella todo eso era obvio, pero aparentemente para el magnate de la moda no era tan evidente- además de que ahora esta haciendo explotación infantil con su hijo, y los servicios sociales podrían venir en cualquier momento, y encontrar a Adrien con la cantidad de estrés que tiene a esta edad seria una razón suficiente para que le saquen la tenencia.
- ¿me esta amenazando, Señorita Dupain Cheng? -preguntó con una ceja arriba, sin creer lo que oía.
-tómelo como desee, Señor Agreste, pero yo hare lo que pueda para ayudar a la gente que amo -dijo con la misma seriedad mortal que él usaba- y ahora le quiero decir el último punto, que creo que le interesará: Adrien se esfuerza muchísimo por terminar sus actividades para ver a sus amigos, y desde que tiene más horas y actividades le es cada vez más difícil, pero aun así muchas veces lo logra, supongo que por eso la nueva actividad. Pero, aunque usted no vea con tanta frecuencia a su hijo, el cansancio ya se esta notando, incluso con el maquillaje que lo obliga a usar para verse perfecto. No se cuanto pretende que su hijo siga en este estado, pero el hará lo que pueda para estar con sus amigos, y estoy segura que empezará a revelarse en cualquier momento, pero antes de que llegue ese momento, si hijo tendrá tanto cansancio físico y mental que no podrá ni siquiera con las sesiones.
- ¿Y usted cree a un par de ojeras no las tapara el maquillaje y el photoshop?
-claramente no sé tanto de negocios como usted, pero no tengo que ser experta para saber que eso implicará más dinero en juego para que las fotos queden perfectas, además que ahí no tendrá en cuenta el cansancio físico de su hijo, y eso le puedo asegurar que le tomara más horas de sesiones, en las que tendrá que pagar las horas extras de cada persona que trabaje en ese rodaje, y a la larga será todo más caro por no querer sacarle actividades a su hijo y dejar que tenga vida social… y ni hablemos de que sus fans se darán cuenta en algún momento y tomaran cartas en el asunto.
-ya me cansé de escucharla -dijo para no admitir que todos los puntos de aquella adolescente eran validos- ¿cuál es su propuesta para callarse de una vez?
Marinette sonrió para sus adentros, esa era una victoria para ella.
-hablar con su hijo, él sabe hasta donde llega su cuerpo, y lo que necesita para ser feliz -esta respuesta sorprendió al hombre, pensó que sería muy exigente con su propuesta después de todo aquel discurso- conozco a Adrien, no dejará todas las actividades, pero si así lo quiere lo tendrá que hacer, además de que tiene que permitir que él salga algunas horas a la semana y socialice con sus amigos.
-bien, hablaré con él, pero le dejaré al menos una actividad, mi hijo no puede estar en la calle todo el día -respondió frustrado.
-me parece bien, hable con él y arreglen entre ustedes, sabe que me enteraré si no lo hace, y también lo harán servicios sociales -dijo con una sonrisa triunfal Marinette, una sonrisa que contenía cierto grado de burla- fue un placer hablar con usted, Seños Agreste -dijo en despedida, caminando hacia la puerta.
-no puedo decir lo mismo, Señorita Dupain Cheng -dijo en voz suficientemente alta como para que ella lo escuche, agudizando la sonrisa de victoria de la adolescente.
Tras salir de la oficina pudo ver de reojo a Adrien saliendo de su habitación, probablemente acababa de terminar su clase de piano. El chico estaba muy sorprendido ver a su amiga allí, y sobre todo saliendo de la oficina de su padre. Bajó rápidamente las escaleras para saludar a la chica.
-Mari, que sorpresa encontrarte aquí, ¿qué hacias? -preguntó curioso.
-una sorpresa -dijo guiñándole un ojo- ¿quieres acompañarme afuera?
El chico quedo extrañado, pero aun así acompaño a su amiga a la puerta, le gustaba pasar tiempo con ella. Aunque no sabía que después de hablar con su padre la amaría más de lo que lo hacía en ese momento.
Bueno, espero que les haya gustado este capitulo. Odio ver a Adrien sufrir por no poder salir con sus amigos, así que me pareció algo importante que mostrar en este fic.
Koe no katachi o una voz sileciosa es una pelicula hermosa sobre una chica sorda, por lo que habla en lenguaje de señas, por si lo la vieron, no digo más para no spoilear, pero es hermosa, super recomendada.
Lo del estudio que dice que tener vida social ayuda a mantenerse más enfocado en las obligaciones es mentira, o al menos no hay ningún estudio de eso que yo sepa, aunque si esta comprobado que somos seres sociales, y por eso nos afecta tanto en parte el encierro de la pandemia. Pero bueno, la aclaración es solo porque necesitaba algún argumento jaja.
Si quiero aclarar que Gabriel no hizo esto para akumatizar a Adrien, al menos a en este fic quiero creer a Gabriel más humano y con sentido común para no exponer a su propio hijo a eso Aunque Chat Blanc si paso jeje salu2 jaja
Dejen sus opiniones en los reviews, me hace feliz leerlos.
Hasta la próxima semana.
Naatii3333
