Descargo de responsabilidad:
Miraculous: las aventuras de Ladybug y Chat Noir no es de mi autoría ni propiedad, es de la empresa ZAG Heroes y de su creado Thomas Astruc.
No sé quien es el autor de la hermosa imagen de portada, si lo sabes dimelo así le doy los créditos correspondientes
PRECAUCIÓN: Spoiler de la temporada 3.
Disfruten la lectura
Capítulo 8- En el fondo
Estaría bien, lo sabía. El problema es que no sabía cuándo pasaría eso.
Marinette intentaba mantenerse ocupada durante el día con la escuela y sus tareas, además de intentar poderse al día con todo lo referido a la caja de los milagros. Durante el día su cabeza estaba ocupada, pero en cuento dejaba de hacer cosas, la angustia la invadía y no lograba parar el llanto, sintiendo que eso duraría para siempre hasta que lograba dormirse al fin. Tikki estaba muy preocupada, y no creía cuando su portadora le decía que todo estaría bien, porque era una mentira.
No era una mentira que todo estaría bien, la mentira es que Marinette no lo creía, solo lo repetía una y otra vez esperando que alguna vez eso pase, intentando creer su propia mentira. La kwami estaba muy preocupada y quería buscar ayuda, pero la guardiana le había dicho que no le cuente nada a Adrien oa Plagg, ella resolvería eso sola, por lo que lo único que podía hacer era un campo mágico alrededor de su habitación por las noches para que Hawkmoth no logre captar sus emociones negativas.
Tikki sabía que ahora que su portadora era guardiana se pondría todo el peso sobre sus hombros de todo lo que sucediera, ya sea algo relacionado con los miraculous o no, y le preocupaba que termine tarde o como el temprano maestro Fu: cargada de traumas del pasado, culpándose por cosas que estaban fueras de su alcance, rodeada de más de una docena de dioses como única compañía, y perdiendo a las personas que la amaban.
La diosa de la creación no quería eso para ella, pero no tenía más opción que esperar a que ella le quite la restricción para hablar con su contraparte.
Por otro lado, Marinette se fue frustrada intentando descifrar el grimorio, pero ese idioma era desconocido para ella. Quería comunicarse con los sabios del templo del Tíbet ahora que estaban de vuelta, pero era una tarea difícil. Ellos no tenían teléfonos, llevaban casi doscientos años desaparecidos; tampoco estaba segura que entendieran su idioma, y claramente ella no entendía el suyo, sino podría haber traducido sola el grimorio. Tal vez la opción más fácil y rápida sea usar el miraculous del caballo para poner moverse hasta allí, pero sería peligroso si aparecía un akuma y ella no se enteraba por estar hablando con los maestros. Y todo eso teniendo en cuenta que la aceptarían como guardiana después de que Fu, su maestro, fuera el que destruyó uso templo y perdió dos miraculous en el camino.
Era todo muy difícil.
Y la gota que rebalsaba el vaso era Adrien. El no había hecho nada malo, todo lo contrario, había estado todo ese tiempo a su lado brindándole apoyo en silencio, ayudando en lo que creía necesario, era muy dulce. Pero eso era el problema: a la azabache le era cada vez más difícil contener sus sentimientos. No podía decirle la verdad, y alejarse de Adrien no era una opción, porque dejarlo de lado sin una explicación haría que sea akumatizado, además de que él seguía siendo su compañero.
La única opción que había encontrado era dejar de asistir a las patrullas junto a él, y alejarse de él en la escuela, siempre y cuando sea posible hacerlo. Sabía que esto rompería el corazón de su amado, pero era mejor mantenerlo lo más alejado posible para que no quede involucrado en la tarea de la guardiana.
El la seguiría a donde fuera con tal de estar a su lado, pero no podía pedirle algo como eso, no podía sacrificar su vida a seguirla por el mundo hasta el día en que mueran, sería muy egoísta de su parte pedírselo.
Solo Necesito tiempo. Tiempo para acomodar sus pensamientos. Tiempo para olvidar sus sentimientos. tiempo para sanar su corazón. Tiempo para aprender su nuevo trabajo: ser guardiana.
Y lo más importante, Necesito hacer todo eso en soledad, porque sería peor el dolor que debería el día en que tenga que aprender eso sin el apoyo de Adrien.
~ O ~
En el salón de clases se percibía una imperceptible pero constante tensión. La mayoría de las personas de aquella clase no entendía que era lo que estaba pasando, porque la noticia no se había hecho pública, sólo lo sabían quienes estaban en el estado esa tarde en el campo de batalla. Alya, Nino, Max y Kim estaban rodeados por un aura de tristeza que incomodaba al resto de la clase.
Por su parte Chloe, la causante de aquellas tristes emociones, no se había presentado por unos días luego de ser akumatizada. Incluso con su enojo por no volver a ser portadora nunca más, se sintió avergonzada por saber que Ladybug estaba decepcionada de ella, por lo que su actitud bravucona ahora era tapada por una extraña timidez, sin querer hablar con nadie y esquivando todo conflicto en el que pueda quedar involucrada. Adrien no logróba entender si eso era una actuación, un pedido de su padre para cuidar la reputación de la familia del alcalde, o eran los verdaderos sentimientos de la rubia. Ella cambiar, ya no se soportaba a sí misma, y entendía que solo era una carga quería para las personas que la rodeaban.
Hablando de enfrentamientos, casi no hay discusiones dentro del salón desde que Chloe había dejado de buscar pelea menospreciando a sus compañeros, pero eso no quería decir que hubiera paz total. El único momento en el que había habido un intento de discusión fue cuando Lila entro en escena: era obvio que ella no sabía nada sobre la akumatización de Chloe o la pérdida de aliados de Ladybug, por lo que su comentario sobre el tiempo en el que ella fue portadora del miraculous del zorro hizo poner de punta los pelos de Alya. La pelirroja había creído hasta ese momento en las invenciones de la italiana, pero ese comentario había tocado una fibra sensible en el corazón de Alya y del resto de los ex-aliados.
La chica de anteojos notaba el odio que Lila hacía Ladybug, lo veía cada vez que comentaba las acciones de los héroes de Paris, por lo que sabía que era una mentira la amistad de ambas, pero creía que eso era algo reciente y en algún momento desde la llegada de los héroes hasta que le dieron un milagro, tal vez le pidieron ayuda a Lila. Pero con el tiempo eso se le hizo difícil de creer: la italiana había entrado a la escuela tan pronto como llego a la ciudad, y sabía gracias a sus investigaciones que Ladybug era francesa, ya que los portadores no viajaban a través del mundo, sino que era la joya la que lo hacía y se elegía un nuevo portador para la lucha en el lugar en donde se necesita.
El momento en que la paciencia de Alya se agotó fue cuando escucho a Lila decir que Marinette no sería capaz de ser portadora mientras hablaba de sus hazañas, porque se necesita ser valiente e inteligente para ser un héroe. Muchas veces había escuchado a Lila insultar "inocentemente" a su mejor amiga, pero después de escuchar todo lo que había dicho antes le quedo en claro que la castaña tenía de inocente lo que ella de rubia. Odiaba a las personas que hablaban mal de otros a sus espaldas, y era claro que Lila estaba haciendo todo esos solo para llamar la atención. Marinette se había arriesgado muchas veces a estar frente a los Akumas para que ella escape, no sabía como era que Ladybug nunca le había ofrecido un miraculous.
Alya se levantó rápidamente de su mesa en el comedor bajo las miradas sorrendas de su novio y amigos. Marinette estaba sentada a su lado, y Lila estaba hablando mal de ella a solo un par de mesas ¿acaso no la escuchaba? ¿No pensaba defenderse? Se acercó con llamas en los ojos del enojo que contenía en ese momento, no dejaría que insulte a sus amigos si ella podía detenerla.
Por suerte no había llegado a formarse una pelea de verdad, porque Marinette y Adrien lugar logró interponerse a tiempo entre ambas, y solo logró actuar cuando vio como Nino corrió para detener a su novia, quien parecía muy enojada hablando contra Lila con una voz un tanto… enojada. Aunque no pasó a mayores, en corazón de la chica de lentes entendió por fin que esa chica tan simpática que tenía increíbles historias para contar no era más que una mentirosa. Si hubiera sido portadora habría asistido a la pelea involuntariamente, pero no lo hizo, ni siquiera parecía estar enterada de ello.
¿En qué más había mentido esa chica para llamar la atención?
-Marinette, esta hablando mal de ti, ¿no dirás nada? -preguntó enojada mientras era arrestada fuera del comedor escolar por su novio y amigos.
-tu sabes quien soy -respondió sería la nombrada, quien realmente no se veía afectado por lo que decían sobre ella- y lo más importante, yo sé quien soy, no necesito escuchar lo que una mentirosa quiera decir sobre mí.
- ¿sabías que ella mentía? -preguntó incrédula.
-siempre lo supe, Alya, te lo dije desde el día que llego -dijo más relajada, siendo respaldada por Adrien, quien asentía a lo que ella decía- pero no tiene sentido que deje de mentir, ya lo intentamos muchas veces, y no queremos que sea akumatizada, pero me alegra que lo hayas visto, y parece que no eres la única.
Al decir esto, el grupo vio como se acercaban Kim y Max, quienes ahora entendían la verdad sobre Lila,
En cuanto a Adrien, el no era tonto, sintió la pared que lo separaba de su lady, y sabía que cada vez era más grande. No podía hacer nada, aunque no lo hubiesen pedido, ella necesitaba tiempo. Pero estaba muy preocupado.
Ella era muy buena mintiendo, por lo que nadie en el salón lograba ver su cambio de actitud. Para él era difícil verlo, tal vez solo lo notaba porque sabía por lo que ella estaba pasando, pero también estaba el hecho de que el brillo de sus ojos no estaba allí, había desaparecido. Y eso era, tal vez, lo único que su lady no podía manejar voluntariamente. Seguía sonriendo como si fuera la misma de siempre, pero sus ojos estaban extrañamente opacos, se supone que son las puertas del alma, tendría sentido que su alma estuviese tan triste, aunque odiara esa idea.
Era raro que Alya no haya notado la risa fingida de Marinette, pero eso también tenía una explicación: ella estaba muy deprimida por la pérdida definitiva del miraculous. Esa era una de las cosas de la que Marinette estaba haciéndose cargo, mantener alegres a sus amigos y ex portadores para que no sean akumatizado. No era que él no hiciera nada, ayudaba en todo lo que podía, pero ella tenía muchas más cosas en mente.
La azabache no pediría ayuda por ahora, sino no estaría escondiendo sus sentimientos. Él solo podía estar a su lado apoyándola, pero sabía que si la presionaba ofreciendo ayuda solo la haría enojar, o se alejaría aún más. Además, ¿cómo podría ayudarla? Él no sabía nada sobre ser guardián, y tampoco sabía utilizar otro miraculous que no sea el del gato negro. No era bueno creando planes, y no creía que le fuera de mucha ayuda sus chistes malos.
No, se quedaría alejado pero listo para ayudar cuando sea necesario. A demás Plagg había dicho que Tikki se contactaría con ellos en caso de que necesitara ayuda. Necesitaba relajarse y alejar ese sentimiento de que algo malo estaba pasando.
Aunque era difícil no pensarlo cuando le veía de aquella manera. Hawkmoth había aprovechado este momento de debilidad del equipo para mandar más akumas de lo normal, sin darle tiempo para descansar ni tener un respiro. La sensación de que algo malo estaba pasando estaba en su corazón todo el tiempo, porque como Ladybug también había perdido ese brillo que la caracterizaba. No aceptaba bromas, cometía más equivocaciones de las que eran normales, intentaba terminar rápido las batallas para alejarse de todo.
Siempre eran errores tontos, que cometían cuando eran principiantes, pero ella no se los admitía después de tantos años, y ahora siendo guardiana. Realmente se estaba presionando mucho.
Y todo era peor ese día, en el que por estar distraída casi había sido lastimada por los ataques del akuma de turno, por suerte Chat Noir había aparecido justo a tiempo para rescatarla, resultando en la desaparición del brazo izquierdo del chico. Esto le había causado bastante dolor, porque los villanos estaban siendo un poco más violentos de lo que he sido hasta ese momento. La azabache se había sentido muy culpable por lo sucedido, incluso una vez que la cura milagrosa había eliminado cualquier rastro de dolor.
Eso lo preocupaba mucho. Tenía miedo que eso sea mucho para cargar en los hombros de una adolescente de 17 años. Lo era, claramente, pero tal vez sus estudios previos y la fortaleza que él tanto admiraba de ella la ayudaría a seguir adelante.
Esa noche se observa mirando la inmensidad de la ciudad mientras pensaba en la chica a la que amaba. Esa noche le tocaría hacer la patrulla solo, porque Marinette ya le había dicho que estaba muy ocupada. Los recorridos nocturnos sin ella eran aburridos, por lo que decidió tomar un descanso y pensar en que podría hacer para ayudarla. Hasta que vio acercarse algo que le helo la piel.
Una mancha roja que se movía a toda velocidad hacia él. Tikki.
-necesito tu ayuda, ella te necesita -dijo con el poco aire que tenía.
~ O ~
Todo era un desastre. Fue lo primero que noto cuando entro a la habitación por la trampilla del balcón.
Para empezar, había un gran mecanismo que tapaba la entrada a su habitación desde el comedor de la casa, supuso que era una defensa para cuando ella no estuviese en casa, pero parecía ser lo único con sentido en toda la habitación. Todo el lugar estaba inundado con un extraño olor que no sabía identificar, solo podía decir que era una mezcla de químicos y… ¿magia?
Parecía que un huracán había pasado por la habitación, todas sus cosas de costura estaban esparcidas por el suelo, porque si las hubiesen tirado sin preocupación de que algo pueda arruinarse. Sobre el escritorio no quedaba nada más que la computadora, y todo estaba cubierto por un polvillo verde. Las paredes de la habitación estaban vacías, no quedaba ninguna foto de los queridos amigos de la Marinette, solo trozos de lo que suponía que eran las fotos arrancadas, lo que hacía todo más extraño, ella nunca rompería una fotografía con sus amigos, ella trataba a las fotografías como si ellas fueran las personas a las que quería.
Hablando de la azabache, ella no se encontró por ningún lado, solo había desorden a donde viese.
Tras ver extrañado a Tikki, quien parecía desesperada por que él vaya a ver a la chica, ambos lograron escuchar un imperceptible sollozo que provenía de detrás del biombo al lado del escritorio. Al acercarse vio a la chica ovillada sobre sí y con cascadas saliendo de sus ojos azules.
- ¿Mari? -preguntó preocupado al ver que estaba tan inmersa en si misma que no había notado su presencia.
- ¡No! ¡Tu no puedes estar aquí! -grito mientras intentaba alejar al chico a patadas y manotazos- te dije que no lo llames, Tikki, me desobedeciste -siguió enojada mientras caían (si era posible) más lágrimas de sus ojos.
-Tu dijiste que no hable con Adrien o Plagg, no dijiste nada sobre hablar con Chat Noir -argumentó viendo el ataque de pánico que la chica estaba teniendo- por favor, Mari, necesitas ayuda -dijo viendo cómo Chat Noir luchaba por tranquilizarla.
-Ma Lady, necesitas calmarte, deja que te ayude.
- ¡No! ¡Aléjate de mí! ¡Tienes que permanecer alejado de esto! -tras decir esto dejo de forcejear contra su compañero, porque la angustia que la invadía le robaba todas las fuerzas para cualquier tipo de lucha.
Sin tener que pelear contra ella, Chat Noir se acerco y abrazo a Marinette intentando tranquilizarla con su ronroneo. Ella seguía llorando, y su hiperventilación hacía que no termine de calmarse. Era difícil contener su propio llanto al ver a la persona a la que más amaba en esa condición.
¿Era algo momentáneo? ¿O había sufrido de esa manera en las dos semanas desde que se había vuelto guardiana?
-Mari, ¿por qué no hablaste conmigo? -preguntó un tanto herido por no contactarlo para ayudarla.
-No importa -respondió casi en un susurro cuando se encontró más calmada, ignorando su mirada.
-Mírame a la cara -rogo mientras se destranformaba y volvía a su ropa de civil, provocando que vuelvan a rodar lágrimas por las mejillas al ver los ojos verdes tristes.
-No quiero involucrarte más de lo necesario, es por tu bien -dijo antes que su voz de quebrará por el llanto.
- ¿Cuándo dejaras de pensar en mí, y te enfocaras en tu bienestar? -preguntó ahora sin mirar a su cara, ya que la había atraído a su pecho para abrazarla- nunca estaré bien si sé que estas sufriendo, Ma Lady.
-Ya perdí a Fu, no puedo perderte a ti también -dijo ahora devolviendo el abrazo.
-Nunca me perderás, y si lo llegases a hacer, me traerías de vuelta con tu magia, tu eres miaunifica -lo había logrado, una pequeña risilla había salido de su boca.
Tal vez no sabía sobre ser un guardián, ni usar más milagroso, o crear grandes y elaborados planes, pero si sabía consolar y hacer chistes que le sacarían una sonrisa.
No necesitaba que ella hablase, solo tenía que tranquilizarla lo suficiente para que no aparezca un akuma. Ya luego se ocuparían del resto del mundo, en ese su Lady lo necesitaba con desesperación.
Perdón por el día de retrazo, pero decidí que era mejor comenzar a subir capítulos los viernes jaja además de que ya estoy en época de examenes en la universidad, tengo los proximos capitulos ya escritos, pero hay algunos que tal vez tarden un poco más de lo planeado.
¿Qué opinan del capitulo? no sé si estoy al 100% satisfecha, pero no quería esperar más para subirlo.
Alya al fin vio la verdad sobre Lila, y no fue la única jeje. Ya tenía pensado en que quería integrar este capitulo desde que pensé la historia por primera vez, y ahora logramos ver un poco del proceso de Marinette guardiana, y no me creo que sea tan facil para ella, aunque obviamente no puede mostrar nada muy turbio por ser una serie para niños.
Dejen sus opiniones en los reviews, que realmente me hacen muy muy feliz.
Hasta la próxima semana.
Naatii3333
