Descargo de responsabilidad:

Miraculous: las aventuras de Ladybug y Chat Noir no es de mi autoría ni propiedad, es de la empresa ZAG Heroes y de su creado Thomas Astruc.

No sé quien es el autor de la hermosa imagen de portada, si lo sabes dimelo así le doy los créditos correspondientes

PRECAUCIÓN: Spoiler de la temporada 3.

Disfruten la lectura


Capítulo 10: Sin confianza

Al día siguiente, el viernes, Marinette no apareció en el instituto, y tampoco contesto nunca los mensajes de Adrien, Alya o Nino. Adrien había ignorado sus intenciones de mantener en secreto su enamoramiento, y traicionado su confianza. Alya había dicho su secreto, cuando solo un par de días atrás le había pedido que no lo diga. Y Nino… él no había hecho nada, al menos hasta donde ella sabía, pero Alya y Adrienían comunicarse con ella por otros medios, y el más rápido y cercano era el teléfono del chico de anteojos. En su afán de sola y pensar, Marinette les pidió a sus padres que no dejen pasar a sus amigos, no tenía intenciones de hablar con ellos, ya lo haría en la escuela el lunes.

Como era de esperarse, Adrien apareció el sábado por la tarde en la panadería, dejando pasar un tiempo para que Marinette calme su furia, pero ni Tom ni Sabine dejaron que éste pase a la casa. Tras disculparse por las molestias volvió a su casa, intentando de hablar con la azabache en la noche como Chat Noir, pero también fue inútil. La trampilla del balcón, la cual solía estar abierta gracias a los bellos días que se estaba presentando, estaba cerrada e incluso tenía la cortina cerrada, impidiendo que el rubio de mascara pueda ver el interior, pero además de eso, al acercarse encontró una nota sobre la trampilla, la cual decía "no quiero hablar, Chat Noir. Vete".

-Te lo dije niño, no tuviste que buscar esa información sin su permiso -repitió Plagg, quien ya le había advertido desde que decidió investigar por su cuenta.

-Gracias, Plagg, eres de mucha ayuda en este momento -respondió sin ánimos el adolescente deprimido- ¿y cómo iba a saber yo que ella se enojaría de esa manera? Yo solo quería ayudarla.

-Por eso siempre tienes que escuchar a tu Kwami.

-Espera, ¿tú sabias que estaba enamorada de mí?

-Claro que lo sabía, siempre lo supe, era demasiado obvio.

- ¿A qué te refieres con eso? Para mí nunca fue obvio.

-Porqué tu solo veías a Ladybug, y no te dabas cuenta que Marinette se ponía nerviosa alrededor tuyo, o que siempre intentaba hacerte regalos, tenía su habitación cubierta de fotos tuyas -enumeró el dios de la destrucción mientras reía- incluso intentó ayudarte con Kagami cuando quisiste olvidarte de Ladybug.

Adrien se quedo en silencio sentado en el sillón, pensando en todas las pistas que Marinette le había dado a través de los años. Tras un rato de pensar corrió al armario, a buscar todos los regalos que la azabache le había dado, descubriendo que la boina del fan brasilero, e incluso la bufanda azul que su padre le había regalada para un cumpleaños, era en realidad todos regalos de Marinette.

- ¿Por qué soy tan tonto, Plagg? -preguntó el rubio deprimido.

- Yo me pregunto lo mismo hace años –el kwami no era muy bueno consolando, más bien se reía de las desgracias de su portador- no te preocupes, todos los humanos son iguales de ciegos que tú, bueno, tal vez un poco menos que tú.

-Tu si sabes consolar, Plagg.

~ O ~

Salida del Instituto Francoise Dupont.

Viernes en la tarde.

El domingo volvió a intentar ver a Marinette, pero todo seguía igual a los días anteriores. No contestaba el teléfono, y no dejaba que entre a su casa como Adrien ni cómo Chat Noir. El lunes si se presentó en el instituto, pero se mantuvo en todos los momentos libres con auriculares, solo se los sacaba para las clases, ignorando por completo a Adrien y Alya. Y esta acción siguió por varios días, Adrien no quería molestarla, sabía que ella estaba lo suficientemente enojada y necesitaba espacio para volver todo a la normalidad, o al menos la mayor normalidad posible. Pero Alya no pensaba lo mismo, y quería arreglar todo antes del fin de semana. Mala idea.

-Mari, ya basta con esto -pidió la morena agarrando el brazo de su amiga al término del día escolar.

-No quiero hablar, Alya -anunció sin expresión.

-No me importa que no quieras, no puedes seguir enojada por siempre.

-Si puedo, tu contaste el secreto que te pedí que guardarás.

- ¿Qué te gusta Adrien? Eso no es un secreto, Marinette -dijo enojada la chica de anteojos- toda la escuela lo sabe, para el único que se mantenía en secreto era para Adrien.

Para este punto de la discusión Alya había subido suficientemente la voz como para llamar suficientemente la atención de todas las personas que estaban saliendo del instituto en aquel momento, entre los que se encontraban todos sus compañeros de clase y, por lo tanto, Adrien.

-Aún así te pedí que no digas nada, y confié en que no lo harías -la voz de Marinette se mantenía calma, y ninguna de las chicas notaba todavía la cantidad de gente que las estaban viendo.

- ¿Y de qué sirve? Adrien esta detrás de ti hace meses, ¡ahora al fin pueden estar juntos Mari! -dijo exasperada la morena.

-Ese es problema de Adrien y mío, Alya -dijo secamente- ni tú ni nadie tiene porque meterse aquí, y nuestra relación es mucho más complicada de lo que tú conoces. Si me disculpas, me tengo que ir a la panadería -para este momento la azabache había notado la gente a su alrededor, pero sobre todo la triste mirada verde sobre ella, necesitaba salir de aquel lugar.

Marinette acomodo su bolso y salió de la multitud de gente que la rodeaba, dejando a los más cercanos a las chicas paralizados por el reciente encuentro.

~O~

Torre Eiffel

Sábado en la tarde

El fin de semana prometía ser igual al de la semana anterior, sin poder tener comunicación con la azabache, pero el sábado en la tarde hubo un cambio de planes tras aparecer un Akuma, después de más de una semana sin que ninguno se presentará. Al recibir la alerta del ataque aquella tarde, Adrien se trasformó dejando en su lugar a Chat Noir para salvar la ciudad.

Al llegar al lugar de los acontecimientos se encontró que además de Akuma, ya había llegado Ladybug, quien estaba luchando contra el villano tirador. Su enemigo de turno una especie de elfo con arco, probablemente inspirado en los elfos de "El señor de los anillos", o algo parecido.

Tan rápido como pudo, Chat Noir se unió a la pelea, intentando comunicarse con la heroína para compartir información y crear un plan para la pelea, pero ella no parecía notarlo, o más bien hacía todo lo posible para evitarlo, llevando a que la chica fuera alcanzada por una flecha de su oponente, paralizando su brazo izquierdo y dejando en él un dolor tan grande que la hizo soltar un grito. La chica de mascara cayó al piso por el dolor persistente en su brazo, haciendo que Chat Noir corra hacia ella para tomarla y llevarla lejos de aquel lugar.

- ¿Cómo esta tu brazo? -preguntó preocupado Chat Noir luego de depositarla en un techo, escondidos del Akuma.

-No importa -respondió fríamente escondiendo su brazo herido, cuando el chico intento verlo.

-Esto tiene que parar, no podemos pelear sin comunicarnos, debes dejar que te proteja -dijo seriamente el rubio- ¿puedes dejar tu enojo hasta que terminemos con el Akuma, y luego hablamos?

-Creo que no hay otra opción, ¿verdad? -dijo con un suspiro antes de invocar el Lucky Charm.

-Muy bien, ¿Cuál es el plan? -preguntó el rubio viendo la bufanda roja con puntos rojos que sostenía la chica en sus manos.

-Creo que el Akuma se encuentra en el arco, tienes que intentar distraerlo lo para que tape sus ojos con la bufanda, sin visión no puede disparar, por lo que podrás usar el Cataclismo en el arco.

Ambos se pusieron en marcha una vez que terminaron de planear los últimos detalles. Incluso teniendo todo el plan de acción, los héroes tardarán un rato, logrando derrotar al villano con el tercer pitido de advertencia de los aretes. Una vez arreglado todo el desastre y vuelto todo a la normalidad, Ladybug escapó del lugar junto a la ilusión que creaba el milagroso del zorro a la distancia, mientras que Chat Noir acompañaba al niño de 12 años a su casa.

~ O ~

Panadería Dupain Cheng.

Esa noche.

En la noche Marinette subió a su balcón y depositó su peso en la barandilla, contemplando cómo las luces a la distancia se hacían cada vez más borrosas. Ella sabía que en cualquier momento aparecería Chat Noir, él era demasiado ansioso como para esperar al día siguiente para tener la charla que les correspondía.

- ¿Cómo se encuentra el niño? -preguntó al aire, pero sabiendo que en la oscuridad se encontró el héroe gato preparado para bajar al balcón y hacer compañía.

-Esta bien, entro a practicar tiro con arco para parecerse a sus personajes favoritos de películas y videojuegos, pero estaba frustrado porque quería que sería más fácil de aprender, le dije que nadie aprende de la noche a la mañana, ni siquiera sus héroes de ficción -contestó una vez que se alcanza a su altura. Tras unos minutos de silencio decidió acomodarse a su lado para seguir al conversación- ¿me estabas esperando?

-Sabía que no ibas a esperar hasta mañana para hablar.

-Entonces, ¿podemos entrar así dejo la trasformación? -preguntó nervioso al ver que la azabache aun no le dirigía la mirada. Tras un asentimiento de su parte ambos chicos entraron a la habitación, dirigiéndose al diván en donde él volvió a su forma civil- ¿podré recuperar tu confianza en algún momento?

- ¿Por lo menos sabes lo que me molestó? -preguntó con tristeza, dejando al chico sin palabras, ya que pensaba que la única razón por la que estaba furiosa era por revelar su secreto- por un lado, ya no soy solo tu compañera, ahora soy la guardiana por lo que habrán muchas cosas que ya no podré contarte, y necesito confiar en que tu no buscaras esa información, y si no encuentro esa confianza en ti, tendré que alejarme de ti, o incluso podrías dejar de ser Chat Noir.

Marinette se encontraba muy tranquila, su voz era suave y sin demasiada emoción, pero en cuanto dirigía su mirada azul a los ojos de Adrien, se notaba la tristeza con la que había cargado todos aquellos días estando sola.

-Necesito que me prometas que no investigaras lo que yo te mantengo en secreto.

-Claro que sí, M'Lady -se apresuro a decir el rubio- no buscaré más allá de lo que tu me digas… pero necesito preguntarte, ¿qué es eso que dijiste sobre Chat Blanc?

-Eso… esa es la razón por la que no podemos estar juntos -comenzó a hablar, ahora si mostrando la tristeza en su voz, lo que llevo a Adrien a tomar sus manos para brindarle apoyo- ¿recuerdas la boina que Ladybug llevo a tu casa? La que dijo que era un regalo de un fan brasilero.

-Sí, el otro día la vi y me di cuenta que la habías hecho tú… pero ¿por qué no me dijiste que era tu regalo?

-Existió una línea temporal desencadenada porque Ladybug te entrego ese regalo con mi nombre en él -comenzó a explicar la azabache- allí descubriste que Ladybug y Marinette somos la misma persona. Ese día apareció Bunix porque necesitaba mi ayuda, me llevo a un futuro en el que todo Paris esta destruido e inundado, y la única persona que estaba allí era Chat Blanc, con quien tuve que luchar para volver todo a la normalidad.

- ¿Y como llegue a ser akumatizado? -preguntó el rubio asustado, aun sin soltar la mano de Marinette.

-Por mucho tiempo no lo supe, pero en cuanto descubrimos nuestras identidades decidí hablar con Bunix, necesitaba saber que había pasado en esa línea de tiempo, para no volver a repetir ese error otra vez -al tiempo que hablaba acariciaba la mano de Adrien, para tranquilizar sus inseguridades- no me pudo contar la historia completa, ya que en ella descubrimos la identidad de Hawkmoth.

-Pero sería bueno descubrir su identidad, ¡por fin podríamos terminar con todo esto!

-Todo tiene su tiempo, Adrien, no podemos acelerar las cosas, porque podría crear futuros peores -explico desde su conocimiento de la complejidad de las líneas de tiempo y lo peligroso que podría ser cambiar información- lo que si me pudo decir es que tú relacionaste el regalo de Marinette con Ladybug, y descubriste mi identidad, y empezamos a salir de forma civil, sin yo saber que conocías mi identidad. Parece que estuvimos saliendo por un tiempo, hasta que tu padre apareció en mi casa diciéndome que nuestra relación le estaba teniendo una repercusión negativa para la imagen de su empresa, y que teníamos que terminar nuestra relación, cosa que intente hacer, pero luego de eso apareció un Akuma yendo hacia mí, y tu te trasformaste para salvarme, revelando tu identidad.

- ¿Y cómo llegue a estar akumatizado entonces? No entiendo -pregunto el rubio confundido.

-No sé, hasta ahí es donde Bunix pudo contarme, parece que hay algo que te dijo Hawkmoth relacionado a nosotros que hizo que seas akumatizado, y luego de eso creaste una bola de energía parecida al cataclismo con el que destruiste todo Paris, a todos excepto a ti…

-Supongo que eso también significa que te hice daño -dijo el chico al notar en los ojos de su compañera el dolor al recordad esas escenas.

-No me lastimaste, mi cuerpo actual no sentí el dolor de mi cuerpo en la línea temporal -explicó desviando su mirada a sus manos, la cuales se cerraban en un puño- no fue fácil luchar contra ti, lo tengo que admitir, pero…

La voz de Marinette se rompió finalmente, desasiendo el nudo que había sostenido en su garganta, abriendo paso a las lágrimas que inundaban sus azules ojos, para deslizarse después por sus mejillas. El corazón de Adrien se rompió al ver el daño que probablemente le había causado una chica que calentaba su alma y lo dulce hacía tan feliz. Lo único que pudo hacer en esos momentos era abrazarla y susurrar sus disculpas casi inaudibles por los sollozos y la respiración agitada de ella, sintiendo que ninguna palabra curaría realmente lo que ella había pasado por su culpa en esa, ahora inexistente, línea temporal. Sabia que Marinette no lloraba en frente de nadie, siempre se lo guardaba para sí a menos que la causa de su pena sea mucho mayor que lo que su corazón podía soportar.

-Lo siento mucho, M'Lady -se disculpó cuando la azabache logro calmarse gracias al abrazo del chico- espero que algún día puedas perdonarme por todo lo que tuviste que pasar por mi culpa.

- ¿De qué hablas? -preguntó limpiando las lágrimas que aun quedaban en su rostro- no hiciste nada de lo que te pueda culpar, estabas akumatizado… pero la mirada que tenías, se notaba que estabas tan triste… llorabas sin siquiera notarlo, solo pedías que te salve de todo eso -Marinette giro su cabeza para no mirarlo involuntariamente a los ojos, ya que le traía recurrentes recuerdos a su mente- no quiero volver a verte sufrir de esa manera nunca, y si estamos juntos es muy probable que eso pase.

-No digas eso M'Lady, sé muy bien que podemos superar cualquier cosa si estamos juntos -argumentó el rubio tomado su barbilla para que lo viera a los ojos- somos tu y yo contra el mundo, ¿recuerdas?

La azabache se rehusó a mirar los ojos verdes que tanto amaba, pero al mismo tiempo la lastimaba, aunque la dulzura con la que el rubio le hablaba derretía su corazón, haciendo que se rinda ante sus encantos y lo viera, para instantáneamente volver su rostro de él, pero esta vez en su pecho y rodeada por los brazos de su compañero, mientras volvía de derramas lágrimas.

-Mereces algo mejor que esto, Adrien -dijo después de un rato, en el cual un cómodo silencio lleno la habitación, llenado únicamente por las respiraciones de ambos adolescentes.

- ¿A qué te refieres? -la confesión de la chica lo había sorprendido, pero rápidamente movió sus cartas para animarla- soy yo el que no merece a una chica tan hermosa y valiente como tú.

-No puedo darte nada, Adrien -confeso rompiendo el corazón de ambos con esas simples palabras, solo pudo cerrar con fuerza sus ojos para evitar que salgan más lágrimas- tu podrás dejar de Chat Noir cuando todo esto termine, y vivir una vida normal… yo no puedo darte eso, tendré que vivir viajando para ayudar a otros portadores… no puedo permitir amarme si lo único que puedo ofrecer es dolor y un futuro incierto.

El rubio solo atinó a abrazarla con fuerza. Tal vez tenía razón en que no podría quedarse en un lugar estable por mucho tiempo, pero a él no le importaba eso, siempre y cuando estén juntos. También sabía que ella nunca lo lastimaría, al menos no a propósito, desde que la conocía ella siempre había hecho todo lo que podía para cuidarlo y verlo feliz, y él lo sabía. Pero decirle todo eso no serviría en ese momento, ella estaba muy triste y era muy testaruda como para escuchar cualquier argumento que ella le pueda dar.

En cambio, opto por quedarse en silencio y acariciar su espalda mientras seguía abrazándola para que así se calmara. Y funcionó. Marinette estaba muy estresada en esos días, ya que ni siquiera pudo hacer su verdadero luto al Maestro Fu cuando paso todo, solo tuvo que asumir la carga que traía la perdida de su mentor, además de perder a todos sus aliados, ya que Hawkmoth conocía sus identidades, además de conocer quién era el nuevo guardián. Por otro lado, también tenía que lidiar con sus clases, las cual eran cada vez más exigentes, y ella se exigía aun más para tener buenas notas y aplicar una beca; también seguía siendo la presidenta de la clase, y con la cercanía al final del ciclo lectivo y de su paso por la escuela, tenía que ayudar a organizar las festividades.

-Sé que es lo que piensas ahora, pero yo se que nunca me lastimarías -hablo suavemente- pero juro que te esperare todo lo que sea necesario para estar a tu lado, porque no hay nada que quiera más en este mundo.

Antes de pronunciar esas palabras, Adrien se había dado cuenta que la respiración de Marinette era mucho más tranquila y constante, además que estaba más relajada en sus brazos, por lo que pensó que ella estaba dormida, pero se sorprendió cuando ella le respondió con una voz tan suave como la que ella uso.

- ¿Puedes quedarte conmigo esta noche? -pregunto inocentemente, sin siquiera moverse de la posición en la que se encontraban.

-Lo que sea por ti, M'Lady -respondió con una emocionada sonrisa, y se acomodó un poco para que ambos entren bien en el diván. Tal vez hubo más cómodo estar acostados en la cama, pero no quería que la azabache piense que él se estaba aprovechando de la situación.

Ambos quedaron profundamente dormidos mientras que seguían abrazándose, a lo que los Kwami decidieron dejar por un rato, sus dos jóvenes portadores se lo merecían. Pero aquella hermosa escena no podía durar para siempre, para pena de todos los presentes, ya que Adrien se metería en problemas si no aparecía en su casa para cuando Nathalie vaya a despertarlo.

El rubio abrió sus ojos después de unos golpecitos de Plagg en su mejilla, sabiendo que debería irse antes de que el dios de la destrucción pueda decirle cualquier cosa. Tras levantarse tomo a Marinette entre sus brazos para llevarla a la cama, teniendo cuidado de no despertarla en el proceso. Una vez que la deposito en la cama se transformó, lo que despertó un poco a la azabache.

- ¿Chat? -preguntó confundida, sin recordar nada por su estado de ensoñación.

-Sigue durmiendo, princesa -respondió agachándose para besar su frente dulcemente- nos vemos luego.

Y con esto dicho, el héroe felino salió por el tragaluz, cerrándolo tras pasar, y volviendo a su casa para ponerse su pijama y dormir unas horas más hasta que Nathalie lo despierte.


Les seré sincera, estuve un poco deprimida e este tiempo porque sintió que a nadie le interesaba que siga la historia. Hay personas que leen pero no pueden seguir siquiera o reviews, más que nada porque no sabia que opinion tenían sobre la historia. Pensaba seguir subiendola más como una meta personal, de decirme a misma que logre subir una historia relativamente larga sin dejarla en el camino, pero me tome un break por unas semanas.

En cuanto a la historia, no duró tanto la separación de Mari y Adrien, pero creo que logre expresar sus emociones en cuanto a su relación, ya veremos como sigue de ahora en adelante.

Gracias a EtheriasDemon por el apoyo! Dejen sus opiniones en los reviews.

Hasta la próxima semana.

Naatii3333