Sus ojos resplandecieron a través de la oscuridad de la capucha, su impotente ser se mostró confiado y poderoso.

En todo momento Origa Discordia no dejaba de ver al dios que invoco, al verdadero dios de aquel planeta infestado por creencias supersticiosas de humanos.

Finalmente volteo a su lado, todo volvió a ella en un mar de emociones complejas y viendo a Chloe la analizo.

"Origa-sama ¿acaso usted………?"

"Si, logre invocar al destructor a nuestro mundo."

Vio al frente una vez mas, los ojos carmesís a sus lados se abrieron todo lo que pudo intimidada por presenciar la llegada de un dios.

Todos eran rostros asustados, confundidos con el leve temblor en sus piernas y Goku sintió el odor de la penumbra y muerte en el aire, sintió aquellas presencias nauseabundas para un humano.

Los llamados de suplican venían de aquella mujer a su espalda, lo sentía su presencia se volvió mas nítida a su percepción y ver a todos estos hombres rodeando a aquellas dos damas le deje algo en claro.

No eran buenos tipos.

"¡Que mierda hacemos!"

"!No lo se esperemos ordenes del Señor Volt!"

No hubo rastro de el, toda su presencia se desvaneció y se miraron entre si confundidos.

"El nos abandonó………."

Un paso fue dado por Goku y fue suficiente para atraer todos los ojos en el, las dudas revoloteaban aun frescas las palabras de la Reina de los elfos oscuros y su llegada.

"¡¡¡Ataquen todos a la vez es solo uno, esas dos putas están tras el solo matémoslo y tomemos los que nos pertenece muchachos!!!"

La idiosincrasia era dicha, mas sin embargo no aquí, no ahora y de entre la multitud un hombre alzo su voz no dispuesto a dejar por lo que tanto corrió peligro.

Las espadas fueron apuntadas hacia el y fueron de una contra Goku y el aun con todo el grupo de humanos yendo contra el no se inmuto.

Atrás de el ambas elfas le vieron, no sabían que hacer mas observar una estaba completamente drenada de magia y la otra con cansancio físico llegándole de minuto en minuto.

No paso nada, todo fue tan repentino que incluso el destructor no tuvo que hacer nada, no movió una sola parte de su ser mas la onda que salió disparada de sus ojos en aquella sala del trono fue tan potente.

Tan aplastante, sus cuerpos se volvieron pesados y el respirar se torno difícil mas sus ojos se volvieron blancos y los cuerpos de los mercenarios cayeron rendidos totalmente derrotados sin derramar una gota de sangre.

No movió un solo músculo de su ser y su figura imponente rodeada de los cuerpos de aquellos humanos.

Las energías mas haya de el se sentían, ki's desapareciendo en su alrededor a gran velocidad y aquellas otras energías oscuras predominando.

Pocas energias se sentían limpias, inocentes como las de un niño inocente ignorante de los horrores del mundo.

Las demás eran simples grises, ni totalmente bueno ni totalmente malo con diferencia de la repugnancia de Ki que abundo sus sentidos.

Volteo hacia atrás a ambas mujeres quienes ahora paradas frente a el les noto temblando levemente.

Quien fue responsable de traerlo a el junto a su esposa en un llamado de suplica desesperada, la mujer se ergio ante el tratando de mantenerse en compostura a si misma.

"Tu fuiste quien me trajo."

"¡Si fui yo, poderoso Hakaishin!"

Se arrodillo al instante, sus ojos estaban pegados al suelo no dando lugar a encontrarse con esos orbes rojizos nuevamente.

Su segunda al mando la siguió sin rechistar, la presencia de una Reina era insignificante al título de aquel que estaba frente a ellas.

Ambas veían al piso y la tension se elevaba en sus cuerpos conforme el silencio tomo parte de su interacción.

"Si me permite quisiera agradecerle su ayuda en torno a mi situación, espero no molestar a alguien como usted y disculpe si no lo hice antes pero soy Origa Discordia Reina de estas tierras."

El respeto era uterino, el

error de la ofensa significaría la muerte y no poder verle el rostro les dejaba mas inquietas, su asombro de verle derrotar a cientos de hombres sin mover un dedo fue gran impresión para ellas y un leve vistazo a su poder supremo.

"Quien esta a mi lado es mi segunda al mando."

"Es un honor conocerlo Destructor-sama soy Chloe mano derecha de mi Reina."

Ambas cabezas se mantenían abajo, podia ser inquietud, miedo o quizás

una sensación de ambas mas Goku en su amabilidad y sencillez como persona hizo gala de lo anormal que era.

"Oh venga no es necesario que se arrodillen, tampoco me hablen tal formalmente no me gusta eso."

Inmediatamente se vieron entre si consternadas y mas asombradas que antes, miraron hacia arriba y le vieron sonreír bajo aquella capucha que dejaba ver entre poco y nada de su rostro.

"Veamos, si estoy en lo correcto están atacando este lugar esos tipos ¿verdad?"

No recibió respuesta solo un asentimiento de la Reina, su sorpresa no le dejaba hablar palabra alguna al verle actuar tan normal.

Una vez las puertas de una terraza fueron abiertas lo vio, el fuego cubriendo los horizontes hasta donde la vista se perdía, los gritos eran como un suave suspiro y el olor a sangre llegaba hasta aquella parte del gran castillo.

Goku frunció levemente los ojos, sentía claramente cuales energías hacían daño a los demás cubiertas totalmente de una sensación desagradable.

Las dos mujeres justo tras le vieron calladas, una de ellas finalmente volvió a hablarle con el dolor del desenlace de su Reino hecho ruinas.

"¡Te invoque por esta razón destructor, por favor yo una simple Reina pide humildemente de tu ayuda contra mis enemigos!"

Sus rodillas volvieron a tocar el suelo, cara completamente en el piso y los dientes revoloteando por la presión y impotencia de su gente que cayo.

Ella junto con Chloe no le volvieron a ver el rostro a Goku, su espalda estaba dado a ellas y sus expresión era incierta.

No paso nada, nada en lo absoluto mas su mano alzándose con la firmeza de un dios destructor.

La energía rojiza pronto se comenzó a acumular en esa punta del dedo, deslumbrante y asombroso.

La incógnita les llego mas de un de repente se vieron sentadas en el piso mas por la impresión que por sucesos terciarios ajenos a ellas.

Las luces eran disparadas una y otra vez como incontables ráfagas que no hacían mas que iluminar la penumbra del castillo.

En un momento para otro todo se detuvo, no hubo mas gritos suaves, el silencio pronto llego solo dejando el reino consumido por las llamas carmesí.

"¿Que paso?"

"Los tuve que acabar…….."

A pesar de ser un destructor le vio la incomodidad en sus ojos, su sonrisa de lado estaba gacha y su suspiro confirmaba dudas.

"¿Acabar……..?"

"Si."

"¿Mataste a todos los mercenarios?"

"Si, tenia que hacerlo o hubiesen matado a mucha mas gente en realidad no siento muchas presencias similares a la tuya."

Origa lo entendió, ser Reina de un pueblo no venia sin experiencias mas sus largos años de vida le enseñaba una o dos cosas.

Mas la demostración de poder la enlelo, completamente digno de un ser como lo era el destructor yendo mas haya de imaginación humana o elfa.

Chloe vio al mas haya y se lamento, todo había terminando para la raza de los elfos oscuros doblegados y llevados a un punto de no retorno.

"Jade………."

Susurro consigo mismo, tenia que ir por aquella mujer dejada en alguna parte solitaria del castillo momentos antes de su aparición por completo en aquella habitación.

Sintió su ki en lo mas lejano del castillo ella estando mas próxima a los otros ki de aquellos sobrevivientes.

Cuando menos lo noto ambas mujeres iban justo tras de el, Chloe la mas reservada dejando que su Reina hablase a tal ser como el.

"Destructor-sama ¿que va a suceder ahora?"

"No hace falta que me digas destructor solo dime Goku."

Deteniéndose un poco le hablo con la mano tras su cabeza incomodo de tal formalismo exagerado de esta mujer.

"No puedo hacer eso, alguien de su importancia ser llamado de manera tan casual por alguien como yo seria un ofensa para un dios como usted."

Se detuvo por un momento, sus ojos se estremecieron y le vio de re-ojo convencido que esta mujer no entendería su incomodidad.

"¡Hmmm solo dime Goku sabes!"

Sintió la mirada de la otra chica sobre el y cuando volteo a verla bajo su rostro al instante completamente sumisa ante el y su persona.

Su incomodidad creció y con el sudor bajando literalmente bajo su frente continuo caminando aun con aquellas dos mujeres tras su espalda.

Todo desde una perspectiva se veía mas duro y cruel, cuerpos tirados por doquier y signos de batalla en todo aquel lugar.

El rojo era cubierto en todo el castillo y los cuerpos incesantes, las criaturas del bosque oscuro apiladas entre aquellos mercenarios careciendo cualquier vida que incluso a ellos se les otorgo.

Abriendo las puertas del palacio finalmente la vio, parada frente a los grandes escalones con la mirada al frente la vio observar a la poca gente alrededor.

Mayormente mujeres y infantes con rostros complicados, la espada fue desenvainada al instante Chloe tan pronto vio la presencia de una humana inmediatamente sintió peligro.

Origa en cambio permaneció mas expectante, vio al destructor acercarse a ella y a su vez su propia mano se alzo deteniendo los pasos seguros de su subordinada.

"¿Origa-sama………?"

"Espera, parece que la conoce."

"No pensé que llegaría a ver algo así desde lo que sucedió con mi padre."

"……………."

"¿Sabes que esta pasando? Goku."

"No, veras que solo me llamaron y aparecí en un cuarto lleno de hombres y esas dos mujeres de atrás.

Jade lo entendió al instante, a final de cuentas desde una ventana vio lo que algunos hombres y bestias hicieron y por ello fue repugnante.

Sus adentros temblaron en imaginar vivir una experiencia como aquella, mujeres siendo forzadas por bestias y presenciando la maldad humana en infantes.

Sus ojos se aflojaron en tristeza y empatía a aquellas personas y justo momentos antes vio el gran brillo y lo que supo era su esposo tomando una decision drástica pero necesaria.

Le tomo por el brazo entrelazando sus manos con la dura mano de el y lo acerco a ella con las miradas sorprendidas de las dos mujeres que les veían en silencio.

"Disculpe destructor-sama pero ¿ella quien es?"

Origa se pronuncio ante ambos, sus ojos celestes y bellas facciones ahora estaban en ella se sostenía y dirigía a aquel ser de su mitología con tanta naturalidad y falta o nulo respeto por su cargo.

Una amante, concubina o quizás algo mas se inclino a pensar, a final de cuentas la vida personal de aquel ser no era mencionada en los libros de su gente.

"¡Oh ella es mi esposa, Son Jade."

"Mucho gusto."

Se inclino con respeto genuino, sintió su ki por un momento y le detalle a la Reina de arriba a abajo luego a quien estaba a lado suyo y nuevamente sus orbes quedaron en ella.

"Tu eres quien llamo a Goku ¿no?"

Las miro extraño por unos instantes, sus rostros permanecieron sorprendidos entre si e incluso se miraron mutuamente confirmando en silencio lo que ambas escucharon.

Un dios casada con una mortal y lo poco mostrado notaba la cercanía de ambos.

"Si fui yo."

"¿Podría preguntar que esta pasando?"

"Este no es lugar para hablar de algo como eso y aun así si tu eres esposa de destructor-sama supongo eres una diosa ¿no?"

"No, estas equivocada de hecho soy humana."

Sonrió levemente al verle expandir los ojos tal concepto pareció ajeno a ambas mujeres que le miraron con algo parecido a conmoción.

La leve risa escapó de sus labios, sus ojos se relajaron y miro a ambas mujeres con una sonrisa amable.

"Supongo que eso es raro para ustedes ¿no?"

Chloe asintió afirmativamente mas Origa permenacio callado, no pronunciándose al respecto.

"Por favor síganme."

Camino adentro esperando que sus inesperadas visitas le siguieran, mas aun cuando pasaron los pocos momentos en silencio por el rabillo del ojo vio a Jade bajarle la capucha a un relajado Goku.

Su rostro era amigable y despreocupado, cuando cayo en cuanto no pudo evitar no voltear a verlo con mas detalle interesada enormemente en el.

"Sus ojos, su cabello…………"

Era un color exótico y nunca antes visto por ella, sus expresiones relajadas no iban acorde sobre lo que sabia de el acorde a la mitología mas permanecía escéptica.

Lo demostraba en lo alto del castillo hablaban verdades de el mas se contradecían con fuerza sobre su carácter, tener una esposa humana era lo suficientemente sorprendente y verle tan familiarizado con ella le lleno de intriga.

Chloe miro lo mismo y aun cuando llegaron a una gran sala donde no hubo ningún disturbio dejando una solitaria mesa en el vacio castillo aun así no dejo de verle.

Desvió la mirada de inmediato cuando sus orbes se encontraron con los de Goku bajando la cabeza aun intimidada lo suficiente por saber quien era y su demostración de papel ademas de admiración y gusto personal por aquellos cuentos.

"Tomen asiento por favor, Destructor-sama y esposa del destructor."

"No hace falta tanta formalidad, de seguro mi Goku ya te lo dijo."

Sonrió similar a el tratando de bajar la tensión que poco a poco llego a ella y a las otras dos mujeres.

"Seria una falta de respeto hacia su persona ademas parecen no saber lo importante que el es para lo que era mi gente y Reino."

"¿Importante?"

"Así es, el forma parte de nuestras creencias y………….."

Sus ojos se estrecharon, su mirada se volvió conflictiva y no quizo verle directo al rostro, la situación de su pueblo le llego a la cabeza estresada y enojada por la fe que les aguardo.

Ahora viendo a este destructor quien dejo su expresión ingenua por un momento y le miro neutralmente.

No tenia el valor de verle directo a los ojos y aun así Jade supo que pensaba, ya lo habían experimentado muchas veces en el pasado la imagen de un destructor y los rumores sobre ellos no encajaban con el hombre que era su marido.

"Disculpe si lo ofendí de alguna manera Goku-sama, usted salvo a mi subordinada y a mi de los miembros de Kuroinou."

"No te preocupes usualmente eso piensan cuando me conocen."

El tono fue ameno, despreocupado y con aquello a Origa la hizo sentir un poco mas cómoda, la tensión bajo sobre sus hombros y reflexiono tal vez aun era muy temprano para juzgarle mas las situaciones de su alrededor estaban llegando a ella.

Aun así ella se permitió sonreír un poco por el gesto de este hombre y su esposa.

"Volviendo a lo que concierne como podrán observar mi Reino ah caído, la mayoría de mi gente ah muerto y mi raza esta al borde de la extinción."

"¿Que razón tenían para atacar tu Reino?"

"Vera Jade-sama, mi Reino y el Reino humano ah estado en guerra durante cien años, este conflicto lleva tanto tiempo que al parecer la alianza de los siete escudos decidió mandar un grupo de Mercenarios bastantes conocidos en el continente."

"Eso es bastante tiempo…………"

Mirando a un lado vio a su esposo pensativo, su dedo sobre la barbilla y con sus ojos cerrados pensando lo que aquella Reina dijo.

"¿Tan fuertes eran para doblegar un Reino entero?"

"No exactamente, sufrí muchas traiciones internas por una parte de mi ejercito de monstruos y en todo el caos estuvimos luchando tres días completos desde el frente y guerrillas internas."

"No somos nativos de este planeta y tal vez no conozcamos las razones de porque empezó el conflicto, cada lado tiene su propia historia de los eventos pero por lo que pude escuchar en el caos por parte de algunos soldados acabar con la guerra no era su único motivo de venir aquí."

Chloe se mantuvo callada en todo momento, no intervino y no hizo notar su presencia siempre estando lado a lado de su Reina mas no estuvo de acuerdo por lo dicho por la humana.

Levantándose de la mesa y con expresión conflictiva hizo notar sus creencias.

"¡¡Disculpe mi rudeza pero no estoy de acuerdo con lo que dijo sobre la guerra, los humanos nos han estado atacando y secuestrando por bastante tiempo y es claro que ellos empezaron el conflicto nosotros solos nos defendimos!!"

"Lo entiendo pero espero no solo lo digas por el hecho que soy humana y puedo notar gran aversión por parte de ustedes, no quiero ofenderlas o tampoco discutir del porque empezó su conflicto pero pude notar su incomodidad conmigo y aunque sea humana les prometo que les ayudare en lo que pueda."

Dejo sus gafas sobre la mesa y miro a ambas mujeres directo a los ojos, no tenia motivos para ayudarles mas su consciencia no podría ver tan oscuro planeta.

"Siéntate Chloe y de mi parte disculpe la rudeza de mi subordinada, pero no puedo evitar no estar de acuerdo contigo, es cierto que no tenemos buenas relaciones con los humanos pero tan solo sabiendo la posición que tiene usted con el Destructor-sama es suficiente motivo para guardarle respeto."

El sonrojo quizo asomarse en sus mejillas, su expresión se torno levemente apenada y controlando sus impulsos tosió con falsedad.

"Volviendo al tema me gustaría saber sobre este grupo."

"Son llamados la banda del Perro negro, su lider es Volt un mercenario altamente reconocido y puedo deducir que escapo justo antes de que invocar al Destructor-sama.

Ademas por lo que se escuche comentarios suyos de atacar los demás Reinos humanos dijo esto mientras nos tenia acorraladas pensando que ya nos tenia."

"¿Sabes que es lo que quiere?"

"Mencionó su deseo por formar su propio Reino y capturar a los gobernantes de la alianza del escudo y con ello llegar a la reencarnación de la diosa, al parecer prometio a sus hombres todo lo que ellos deseen por donde pasa su ejercito y también tiene una obsesión desagradable por el sexo………."

Jade se asqueo de su obsesión de tal hombre mas lo podia ver claramente reflejado en sus hombres, todos unas maquinas en celo con corazones y almas podridos.

"¿Que piensas de esto? Goku."

Miro a un lado a su esposo quien finalmente abriendo los ojos medito un poco su respuesta.

"Este tipo llamado Volt me parece desagradable con tan solo escuchar sobre el y si quiere hacer lo mismo a otras personas me parece aun mas desagradable, no se si lo habré asesinado con uno de mis ataques pero supongo lo sabré si vamos a una de esas ciudades que menciono Origa."

"¿Piensas encargarte de el? ademas parece que quiere ir por la Kami de este planeta."

"No debería intervenir directamente en conflictos de ellos pero viendo lo que hizo este tipo supongo que hare una excepción, ellos mismos deben ser capaces de resolver sus problemas pero supongo lo hare ademas si, pude sentir a la Kami de este planeta supongo ella sabra de que estoy aquí."

"¿Piensan ir a los Reinos humanos, Goku-sama y Jade-sama?"

"Si, desde aquí puedo sentir una gran concentración de Ki's en algún lugar lejos de aquí y van directo hacia otra concentración de ki's supongo serán ellos."

"Atacar dos lugares a la vez………"

Origa se enfado al pensar que Volt la tomo por tan poco para tener la suficiente confianza de atacar dos lugares distintos en un intervalo bastante corto.

Aquello era un opción o el numero de seguidores era mayor al que ella esperaba.

"Nos vamos Jade."

"Si Goku."

"¡Espere!"

Ambos vieron a la Reina y a su subordinada, justo detrás de ellos, su cabeza se inclino en respeto y con voz segura alzo su petición.

"quisiera poder acompañarlos, tengo deudas pendientes con ese hombre y yo quisiera ser quien lo asesinara en retribución de lo que le hizo a mi pueblo y lo que estuvo a punto de hacernos a mi y a mi segunda al mando."

"¿Estas segura?"

"Si lo estoy Jade-sama."

"Te eh dicho que me llames Jade, solo eso nada de honoríficos no es necesario y sobre lo otro………"

Volteo a ver a Goku, sus orbes rojizos miraban a ambas mujeres con las cabezas agachas.

"¿Que pasara con el resto de tu gente?"

"Enviare a Chloe a buscar a otro se mis subordinas de confianza, yo le daré instrucciones de como proceder aunque ahora solo somos un mero puñal."

"Aun así ¿estas segura de querer venir?"

"¡Completamente Destructor-sama!"

"Supongo no habría problema que nos acompañaras."

Encogiéndose de hombros no lo pensó mucho, tampoco cuando una vez mas ambas mujeres obedecieron y de un momento a otro Olga comenzó a darle instrucciones a Chloe como lo menciono.

"Necesitaremos caballos rápidos y una carreta……"

"No es necesario."

"Disculpe Destructor-sama pero ¿como llegaremos al Reino humano?"

"Simple, me teletransportare hay siento sus presencias estando prácticamente junto con las demás firmas de ki."

"……………."

Ambas se miraron sorprendidas, los conceptos de magia de teletransportación eran tan difíciles y los conjuros que se requerían para dicha magia eran largos y tediosos.

No sabían que tipo de teletransportación usaría un ser divino y mientras mas grande la distancia mayor sera la dificultad y el detalle del encantamiento tendría que venir con lujo de detalle.

Esta hazaña solo fue realizada por Olga en lo máximo de su poder y con una cobertura sumamente limitada no pudiendo llegar a alcanzar otra ciudad que por métodos convencionales tardarían días en llegar.

"Sostengan mi mano."

Goku extendió su mano sin mas, su esposa sujetada a el fuertemente y ambas mujeres elfos esperaban algo mas vistoso.

Sin embargo todo fue inesperado y carente de una exhibición vistosa de poder, tan solo fue un parpadeo y ahora las calles de aquella ciudad en Feoh se encontraban frente a sus ojos totalmente vistosas.

Vio a sus pies y vino a caer en cuenta su posición alzada de entre las demás, el gran castillo bajo sus pies y los gritos de batalla sonaban menos en sus desarrollados oídos de elfo.

"¡¿Estamos en……….?!"

"¡Feoh, llegamos en un instante!"

Olga le respondió a su subordinada, su cara palpada en sorpresa y en cuenta a ella misma miro al Hakaishin y a su esposa. Ambos

completamente tranquilos de la infame técnica que seria bien valorada en su mundo.

"¡No hubo encantamiento, no hubo procedimientos rigurosos ni círculos mágicos tan pronto lo tocamos aparecimos aquí!"

"Espérenme aquí me encargare del ejercito de los perros negros."

"Esta bien Goku tan solo procura no destruir nada."

"¡No te preocupes Jade lo tengo bajo control!"

Con el pulgar arriba le sonrió relajado antes de comenzar a flotar y ser envuelto en su leve aura carmín.

Ella por otro lado se relajo y se sentó en el borde pensativa de la situación social de la

gente en cuanto a construcciones y aparente forma de vida basándose en lo aprendido en sus viajes y como su propia evolución como especie en su planeta.

"Disculpe Jade-sama pero ¿por que el Destructor-sama no hace lo mismo que hizo en nuestro Reino?"

"Si lo hace puede que mate a su líder por equivocación, ademas el quiere divertirse un poco hace tiempo no pelea y ese es uno de sus caprichos como estas a punto de ver Chloe."

"Verlo luchar eh………"

Era tentador para la Reina ver como tal ser podría desenvolverse entre tropas de humanos y cuando aquel resplandor rojo etéreo dejo de resplandecer haciendo que la figura a la distancia fuera un simple borrón.

"Tan solo espero que no se pase y controle su fuerza un poco cuando se emociona puede ser algo despistado."

"¿Despistado?"

Ambas mujeres se preguntaron por la

forma tan curiosa en la que se refirió a su esposo y aun mas como le hizo aquella misma advertencia cuando se fue pero aun mas sorprendente fue verle aceptarla tan natural.

Las peleas y derramamiento de sangre iban y venían, las tropas ingresaban por el gran agujero de la ciudad y los soldados de Alicia les hacían frente a tantos hombres y bestias como podían.

La gente corría desesperada y desde un lugar alto la princesa de aquel castillo miraba con armadura completa, ojos morados enfocados y sus dos guardias personales consigo.

"¡Esto no se ve bien………..!"

"¡Disculpe Alicia-sama pero necesitamos sacarla a usted y a la princesa Prim-sama de la ciudad, nuestras defensas están cayendo rápidamente y los enemigos se están dispersando por toda la ciudad con rapidez!"

"¡¡¡No pienso abandonar a mi pueblo, ve por Prim y asegúrate de escoltarla fuera de la ciudad toma mi guardia personal para eso y llévala sana y salva al Reino mas cercano!!!"

Su mirada conflictiva miro a su subordinada, orbes tensos y voz elevada dejo saber su inconformidad y desacuerdo con su sugerencia.

No hubo reproche de la otra mujer, su cuerpo estaba rígido completamente vestido con su armadura, una inclinación fue hecha y de un de repente salió corriendo ingresando al castillo con velocidad.

"¡¡¡¿Que paso con los refuerzos?!!!"

"Lamento informarle Princesa Alicia que fueron emboscados por tropas enemigas de los perros negros en su camino hacia aquí."

Su mano pego con fuerza sobre la piedra y sus ojos no dejaban de ver la masacre que estaba sucediendo en su Reino.

Todo ocurrió tan repentinamente y cuando un explorador informo del avance de tropas de la banda de Mercenario del Perro negro, no lo creyó.

Ellos fueron enviados para acabar con la guerra, no iniciar otra.

"¡Que dios nos ayude………….!"

Susurro, no sabia como podría ganar esta batalla, veía a sus fuerzas caer y el humo elevarse en mas rincones de la ciudad.

Muerte, oscuridad y destrucción sinónimos asociados a tal ser tan extraño para los mortales pero quienes le llegaban a conocer su luz era distinta a la asociada, no era oscura si no morada, roja, azul y plateada.

Un ser luminoso de color carmesí descendió desde las alturas, el pelo de Alicia se movió en su descenso y sus orbes reflejaron aquella luz intensa.

"¡¿Que………?!"

Los vientos le impidieron ver con claridad obligándola a cubrir sus morados orbes mas cuando pudo se acerco con prisa al borde de la gran muralla.

Aquella luz iba por cada rincón con velocidad imprescindible, los enemigos iban cayendo y los monstruos parecieron atemorizados completamente juntos en el centro de toda la ciudad con rehenes a su disposición.

Solo veían aquella luz pasar por cada rincón de aquella ciudad no dejando visibilidad de quien o lo que era mas los sonidos de batallas entre soldados cesaron y los gritos desconcertantes reemplazaron aquellos gritos eufóricos por una victoria y recompensa rápida.

Aparecía y desaparecía, las armas temblaban entre las manos de los perros negros que salían volando o caían al piso.

Los guardias de Alicia se juntaban y apuntaban espadas a donde quiera que aquel ser aparecía, todos iban cayendo.

Su plan para tomar la ciudad fue siendo mermado y los gritos desconcertantes no les llevo a nada.

Excepto a atrincherarse en el centro, armas en alto completamente en un circulo con los pocos humanos que quedaban mientras las bestias lucían atemorizadas.

Incluso los minotauros, seres de gran poder y sed de sangre lucían inquietos, incomodos.

Todo soldado de aquella ciudad restante corrió hasta la plaza principal, las mujeres caballeros iban junto a sus monólogos rodeando a aquel batallan desdichado con rehenes.

Sus espadas apuntaban sus gargantas de los infantes y las mujeres trataban de cubrir sus torsos desnudos evitando consumir el acto de aquellos monstruos por la intervención mágica.

"¡¡¡¿Que mierda fue eso?!!!"

"¡¡¡No lo se pero mira, son todos los que sobran de la banda del perro negro!!!"

"¡¡No seas estupido, aunque sean menos entre ellos hay minotauros, ogros y varios montones de diablos ademas de ese grupo de mercenarios aun tenemos que proceder con cuidado!!"

"¡¡¡PAR DE IMBECILES PRESTEN ATENCION, AUN FALTA ESA COSA EXTRAÑA QUE LLEGO DE LA NADA!!!"

El comandante alzo la voz entre las tropas, calmo las impetus de sus soldados y les hizo retomar el enfoque tal cual hombre experimentado.

Las tropas se fueron abriendo desde la retaguardia, un peloton de mujeres caballero arribo frente a los restos de la compañía del perro negro.

Su presencia capto de inmediato aquellos ojos que de un momento a otro se centraron en ella y solo en ella.

"¡¡¡Es la Princesa Alicia, no dejare que un pedazo de mierda arruine mi deseo de……..!!!"

No pudo mas, Su cabeza permaneció en el suelo y la gran rienda de color carmesí llego en el lugar de aquel desdichado lugar y sobre el cuerpo de aquel hombre un ser etéreo de aura brillante se erguía a su maxima altura.

Su brillo no dejaba ver algún detalle de el pero no lo necesitaba, sus brillantes ojos carmesí se enfocaron únicamente en aquel grupo y solo en ellos.

La mirada fue suficiente, unos dicen que con ello era suficiente para saber cuando la batalla se había ganado y el lo supo.

Tan pronto les vio el ínfimo de sus cuerpos tembló por lo desconocido y el hecho de estar levemente flotando sobre el suelo le otorgo un aire divino.

Les vio con detalle y les examino cuidadoso, todas esas personas asustadas e infantes atemorizados a merced de un grupo podrido y monstruos con poca razón de si.

Extendiendo su mano hacia arriba alarmo a ambos bandos, guardias inmediatamente alzaron sus espadas y mercenarios se concentraron en el por igual.

Alicia solo veía su espalda sudorosa con espada en mano, no sabia que era ese ser mas los susurros de una persona resonaron tan fuerte como tambores de guerra.

De rodillas entre los hombres y seres podridos una monja mantenía ambas manos juntas y postura sumisa rezándole a lo que ella deseaba que apareciera dios para salvarles tal cual un milagro caído desde el cielo.

Ella rezo y rezo hasta que aquel ser apareció, su fe lo dictamino y la evidencia lo reformo ahora ella rezaba con mas ímpetu a aquel ser creía ella dios.

Goku no necesito de nada mas, le escucho claramente como todos los demás y con un movimiento fino de dedos a sus espaldas aparecieron todos aquellos rehenes detenidos a pesar de su voluntad.

Los jadeos llegaron de los mercenarios y los monstruos se volvieron menos monstruos dejando de gruñir y bajar sus impetus.

La sensación que desprendía aquel ser era atemorizante para sus primitivos instintos mientras que para los ciudadanos la confusion llego.

La princesa y sus hombres no estaban muy alejados de los sentimientos de los mercenarios y la princesa Alicia miro lo que parecía un milagro.

Aquella monja brillo en sus orbes al ver tal aura etérea de un fuego ardiente y a la figura con aspecto divino.

Fue a ella como nadie mas sin temor mas con profunda gratitud y se arrodillo frente a Goku.

"¡¡¡Muchas gracias, Dios!!!"

Aquel ser extendió su mano compasiva que con aquellas llamas Alicia juraría que la quemaría como algunos de los soldados de los mercenarios que vio mas su impacto fue verla sana y salva.

La mano de Goku reposaba en su hombro tranquilizadora mente y la levanto del suelo haciendo que dejara su postura inclinada hacia el a lo que se referían como Dios.

"¡El es……………!"

Fin del capitulo.

Todos los créditos a sus respectivos creadores.