Todo lo que parece en letra cursiva son los comentarios del narrador de la historia ósea Ron.

:QUIEREME SI TE ATREVES:

Capitulo 6: ¿Te atreves o no?

Acá viene lo peor. Nada. Nada por 10 años. Nada por 3652 días y 3653 noches.

El juego termino. El juego. El que marco mi existencia. Es como si protagonizara una tragedia de Racine.

Las preguntas eran muchas ¿Dónde estoy? ¿Qué eh hecho? ¿Qué debería hacer? ¿Qué clase de pasión ha atrapado mi vida?

No puedo saber si debo odiar o amar.

Hermione me asesino. Me rebano, me trituro, me quebró, me estrujo y más. Al final me siento incompleto. Necesito la felicidad que perdí en mi nacimiento. El amor, la familia, el trabajo, la antena parabólica.

Diez largos años habían pasado desde aquel día. Ron salía de su casa, era de techo de tajado rojo y pintada de blanco al igual que la cerca que la rodeaba.

-Ron, la basura- Grito una mujer desde el interior de la casa. Ron se devolvió y la saco –Ron mi beso- Le recordó la voz femenina que salía a despedir a su esposo. Con la rubia salieron una niña y un niño los dos rubios, que se prendieron cada uno de las piernas de Ron.

-¿Cómo crees que se me iba a olvidar tu beso?- Pregunto Ron acercándose a Chritelle, y dándole uno. Ron comenzó a caminar con cada uno de los niños prendidos de cada una de sus piernas.

-Niños ya es suficiente- Les advirtió Christelle.

-Clic, clac, clic, clac, patatín, patatá. Vamos- Cantaban los tres ante la mirada de la rubia.

-Papá ¿Para quién es el regalo?- Pregunto la niña que era la mayor. Ron se acerco al carro y dejo su portafolio, y se agacho para hablar con sus hijos.

-Es por el aniversario de nuestro matrimonio- Les confeso Ron a los niños -¿Saben guardad un secreto? ¿El secreto del dinosaurio? ¿El secreto del espía?- Preguntaba Ron, así era su forma de guardar secreto con sus hijos, elegían un tipo de secreto y de esa forma lo guardaba, pero ante cada idea los niños negaban con la cabeza -¿Entonces?-

-El del héroe- Propuso el niño, en un susurro.

-Bueno, que sea el secreto del héroe ¿Bien?- Confirmo Ron, y los niños afirmaron, el pelirrojo se acerco al auto y saco el regalo –Tomen… escondan esto, se lo daremos a mamá esta noche- Les entrego el regalo y la niña con el regalo en la espalda paso por el lado de Christelle.

-Mamá, mamá, no mires lo que traemos- Le dijo la niña mientras entraba corriendo a la casa, seguidos por Christelle, que entro al ver a Ron subir al carro y marcharse.

Resumiré mi vida en un minuto.

Allá voy. Una esposa, dos hijos, tres socios, cuatro cuentas, cinco vacaciones, seis años al teléfono, siete arreglando y edificando mi casa, ocho coitos consecutivos por trimestre, el plástico que eh usado rodea a la tierra nueve meses incluyendo al polietileno que no es degradable, y por fin 10 años sin hablar con mi padre.

Nada parecido al jugador dictador, que alguna vez quise ser.

Así ha sido mi vida.

Pretendería correr mi auto a 210, pero solo voy a 60.

Pasando casi todos los días al frente de la casa de mi padre, para verlo simplemente de lejos jugando con ese horrible perro que compro y al que envidio profundamente ya que ese perro ha pasado más tiempo junto a mi padre que yo en toda mi vida, y sin embargo aun soy incapaz de hablarle.

Me encantaría decir que eh engañado 96 veces a mi jefe, pero no ha sido así soy un trabajador modelo.

Me fascinaría llamar a Hermione y decirle "Me Atrevo".

Pero ya son en realidad 123 pesadillas en las que realmente me eh vuelto el dictador con el que siempre sueño.

Mientras viajo por las calles de Londres es inevitable pensar en como la vida me cambio y la muerte también.

Antes llevaba a la tumba de mi madre las flores más hermosas que el dinero pudiera comprar, pero con el tiempo las flores se hicieron más pequeñas y más pequeñas hasta que desaparecieron, ahora voy con comida, para pasar el tiempo.

Tengo 489 horas desperdiciadas recostado sobre la tumba de mi madre y esperando escuchar de voz de Hermione "La Vie en Rose". Debería creer que no la necesito.

Mi mamá decía que pudo ir a Marte con este juego, que todo se puede alcanzar.

Ron estaciona su carro y baja corriendo a una construcción.

-Perdóname… perdón- Se disculpaba el pelirrojo con su jefe.

-Por favor muéstrales tu proyecto- Le dijo inmediatamente su jefe. Ron que caminaba muy apurado no se dio cuenta que había pasado al lado de los inversionistas –Espera, ellos están aquí- Le indico tomándolo del brazo.

-Hola perdóneme por el retraso- Dijo Ron ofreciendo la mano a tres inversionistas muy importantes –El proyecto esta acá- Dijo mientras abría el portafolio –Y esta preparado para 10 años-

-10 meses, no hay tanta paciencia- Le corrigió su jefe.

-¿Qué dije yo?- Pregunto muy interesado Ron.

-10 años- Le recordó.

-¡Perdón! Fue preparado para 10 meses… como verán…- Pero cuando Ron estiro el plano, el viento se lo llevo así que tuvo que salir tras de el.

Así fue día a día. Pasaron 10 años sin ver a Hermione. La apuesta termina hoy y ella siempre actuó como un reloj. Pero esta vez era distinto, muy distinto. Al parecer ya me olvido, yo no. Como olvidarla. Encima su esposo es una celebridad. Aunque pareciera imposible, que Viktor Krum pudiera llegar a ser más grande, pues lo fue, se convirtió en un héroe nacional, con más fama. Es llamado "Sexy Víktor" por las revistas femeninas y sus lectoras. Nunca odie tanto el Quidditch.

En una hermosa sala, muy elegante y llena de lujos se encontraba Viktor y una mujer, alta delgada de gafas, revisando unos nuevos promociónales para una nueva marca de escobas.

-Y ¿Bien?- Pregunto la mujer cuando ya había terminado de verlo el brujo.

-Bien… escuchas, la verdad no lo se- Confeso Viktor -¿Es la edición final?- La mujer solo giro los ojos exasperada –No lo se ¿Te gusta?- Lo que no se dieron cuanta es que por las escaleras bajaba Hermione.

-Si- Respondió la mujer, algo molesta.

Hasta la vida de Hermione me puedo imaginar.

Hermione se sentó atrapando a Viktor por la espalda y dándole besos.

-Eso es estupido- Dijo la castaña que estaba más hermosa que nunca. Tenia el cabello un poco más arriba de los hombros, liso y sin capul como casi toda su vida lo había llevado, su figura estaba más encantadora que siempre.

-Hermione, esta es una reunión de trabajo- Le dijo la mujer bastante exasperada –No se puede jugar con un negocio como este- Mientras la mujer hablaba, Hermione la imitaba, la mujer se dio cuenta – Esto no es un juego Hermione- Hermione solo se inclino a Víktor y la beso.

-¡Víktor!- Le pidió la mujer para que la apoyara.

-Tengo derecho a negarme ¿no?- Dijo el brujo quedando claro a quien apoyaba en esa discusión.

-Pues si- Respondió a regañadientes la mujer. Hermione tiro a Viktor sobre el sofá y se sentó sobre el –Entonces ¿Qué dices?-

-Dice que esta publicidad es estupida- Dijo Hermione desafiantemente con una sonrisa. La mujer tomo sus cosa para irse. Hermione por su lado comenzó nuevamente el juego con Viktor.

-Espero, hay algo acá en mi espalda- Dijo el brujo sacando algo que había en el sofá. El brujo saco la pequeña cajita que tantas veces había servido de garantía entre la castaña y Ron – Tu pequeño juguete ¿eh?- Hermione lo tomo entre sus manos y lo boto hacia atrás.

-Un juguete que ya no sirve- Respondió la castaña comenzado de nuevo con los besos, el brujo mientras le correspondió la atrapaba entre sus brazos, después de unos largos besos se separaron un poco – Dígame sr. Viktor Krum ¿Ya le dijo buenos días a su esposa?-

-No desde ayer ¿y tu? ¿Le dices al sr. Krum que lo amas todos lo días?- Pregunto suspicazmente el brujo.

-No desde hace 100 años- Respondió con una sonrisa –Nunca le digo "lechuza" tampoco- Respondió la castaña acercando más hacia ella a su esposo –Estoy pensando en remediar ese negligencia, mi lechuza- Dijo traviesamente mientras Viktor se acerco para besarla.

Seguro ya no le importo, estoy seguro.

-¿Saldrás esta noche?- Pregunto la castaña mientras seguían con los besos.

En otro lugar se encontraba Ron viendo un partido de Quidditch en el que jugaba Krum.

-Odio el Quidditch- Dijo muy molesto.

-Papá ¿Te atreves a soltarte?- Pregunto su hijo menor, Ron se encontraba totalmente atado, con algunas de sus corbatas, un lazo para saltar, mientras que la niña lo golpeaba con un cojín. Ron no soportando más tomo a su hijo como puso.

-¿Te atreves a hacer llorar una chica el día de su boda?- Pregunto inquisidoramente - ¿Te atreves a mantener el silencio por 10 años? Dime ¿te atreves?- El niño muy asustado se separo de su padre y salio corriendo con su hermanita hacia su habitación, mientras en ese momento entraba Christelle a la sala.

-Me acabo de llamar Margariet, para hablar sobre el seguro, no se que quiere cree que estoy solo a su servicio- La rubia se sentó al lado mientras lo ayudaba a desatarse –Para eso tengo una oficina una foto enmarcada y un celular- La bruja lo agito Ron para que se concentrara en lo que decía -¿Me estas escuchando?-

-¿Si, No, no durante estos 10 años- Le respondió muy serio.

-Con que no ¿eh?- Dijo divertida la rubia pensando que era un chiste -¿Conoces la vida tras la oficina?- Pregunto dándole un beso. El timbre sonó obligando a que se separaran –Voy a ver quien llego, mientras mira esto que te llego- Dijo pasándole una caja al pelirrojo.

-¿De que se trata? No tiene remitente- Mientras abría la caja.

Parecía a ver estado 10 años sin respiración. Me sentía como un perro tirado en la alfombra, esperando a que alguien lo acariciara. Algún día sucedería, me volvía loco.

Ron mientras abría la cara escucho la voz de una mujer, el pelirrojo dejo la caja abierta sobre la mesita. Ron se acerco lentamente a la entrada, y vio a su esposa abrazar una mujer de cabello como el de Hermione, se acerco esperanzado, con el corazón el la boca. Las mujeres se separaron.

-Mira quien esta aquí- Le dijo la rubia.

-¿Hermione?- Pregunto Ron, pero la mujer al girarse constato que no era Hermione si no una amiga de la familia. Muy decepcionado la saludo –Hola Juli, bienvenida- Dijo con los ojos cristalizados.

Al acercarse de nuevo a la caja vio su contenido su cajita de la infancia, y una nota, Ron apresuradamente se acerco para leer la nota.

"Te atreves o no. Hermione"

Ron feliz, tomo la cajita y la nota y la guardo en la caja en que venían tomo su saco y se lo puso.

-Tengo que irme- Dijo el pelirrojo. Chirtelle, lo detuvo con la mamo.

-¿Adonde vas? Escúchame no tienes que irte- Ron intentadote zafar se su esposa – Mira Juli esta aquí, y además no quiero que te vayas- Ron la saco del camino -¡¡Quiero que te quedes!- Le dijo exasperada la rubia. Ron hizo caso omiso de la cantaleta de su esposa y salio, se monto a su auto y se fue, mientras Christelle tiraba la puerta y gritaba cosas.

Ron llego a la casa que compartía Hermione con su esposo, una casa muy lujosa, al acercarse a la entrada, vio que la puerta estaba abierta aunque todo estaba muy oscura, al acercarse y entrar en la casa vio que todo estaba desorganizado y las paredes pintadas, parecía que a la casa hubieran entrado vándalos.

-¿Hermione?- Pregunto Ron acercándose al único lugar donde había luz, en ese lugar se encontraba una mesa volcada donde estaba reflejado en todo el centro un reloj, al mirar mejor vio a Hermione sentada en un una silla dándole la espalda -¿Hermione estas bien?- Pregunto muy asustado al ver que ella no se movía, y la casa era un desastre.

En ese momento Hermione se volteo para ver a la cara a Ron yle indico que guardara silencia, con un celular en su mano.

-¿Halo? Soy la sra. Krum. El maniaca anda aquí otra vez…- Y sin terminar la frase colgó el celular – Siempre los pruebo, ellos solo se demoraran un minuto- Dijo maliciosamente haciendo referencia a los aurores. Ron al escuchar eso no pudo menos que ponerse a reír, no solo por lo que Hermione hacia, si no por el simple hecho de velar tan hermosa, la castaña llevaba el cabello suelo, un vestido rojo muy ceñido y elegante, que enmarcaba su figura, y los labios rojos, totalmente provocadores.

Ron se acerco hacia la mesa volvada y atrás había una repisa y tomo una hermosa botellita de perfume.

-No, no, es un recuerdo de mi abuela, no por favor- Le pidio Hermione, pero Ron la boto al suelo, y la botellita se rompió en pedazos, Hermione solo atino a reírse. La castaña paro de reír, mientras el reloj seguía corriendo –Fueron largos 10 años- En ese momento pudieron escuchar como los aurores se acercaban ala casa y el minuto se cumplía, Ron con una amplia sonrisa, miraba por ultima vez a Hermione, después de esto salio corriendo para subirse a su auto y que no lo atrapara.

Los aurores entraron a la casa por la entrada principal.

-¿Dónde esta?- Pregunto uno.

-Escapo por allí- Dijo la castaña señalando el lugar por donde había salido Ron.

Ron se subió a su carro y comenzó a viajar a toda velocidad.

Bien, estaba jugando de nuevo. Es pura felicidad.

¡Grandioso!

Puedo reducirlo todo.

Mejor que las drogas, cocaína, alta pureza, crack, caña india, LSD, alucinógenos, cannabis, éxtasis.

Mejor que el sexo, mamadas, fiesta rave, relaciones complicadas.

Mejor que la comida, que la mantequilla de maní que comía de niño.

Mejor que Bernat, a finales del 2001, cuando llevo a Inglaterra a ganar la copa mundial.

Que el baile de Marylin, la Schtroumfette, Lara Croft, mejor que la pieza teatral montada, mejor Jimmy Hendrix, que Armstrong y su bicicleta.

Mejor que salir a dar una vuelta con Papa Noel.

Mejor que Bill Gates, que los trances del Daila-Lama.

Mejor que la testosterona, o el colágeno en los labios de Pamela Anderson.

Mejor que las drogas de Rimbaud, de Morrison.

¡¡¡Mejor que la libertad!

¡¡¡¡Mejor que vivir!

Ron huía de los auores, que intentaban atraparlo, el corría su carro a 210, para evitar que lo atraparan paso por puentes, carreteras, hasta que en un giro magistral los perdió de vistas, mientras conducía feliz, no se dio cuenta que su auto iba directo a estrellarse con una tracto mula que estaba varada en el camino, cuando la vio era muy tarde, el choque fue inminente, la cajita que Ron llevaba en el auto salio volando antes del que el carro estallara.

-¿Halo?- Pregunto Hermione.

-Es del Hospital San Mungo ¿Podría hablar con la sra. Weasley?- Hermione sin comprender mucho, siguió hablando.

-Si… Si, soy yo-

-Su esposo tuvo un accidente- La castaña quedo en shock, y salio de inmediato para el hospital, en la entrada se encontró a Viktor que decidió ir a acompañarla.

-Es mi mejor amigo, nos conocemos desde niños- Le justifico Hermione, mientras caminaba por los pasillos del hospital.

-¿Y nunca me lo has presentado?- Pregunto incrédulo el brujo.

-¿Tu me presentas a alguien alguna vez?- Respondió la castaña, algo cansada.

-¿Lo ves todos los días?- Pregunto muy molesto, el brujo mientras seguía a Hermione, que le importaba poco que estuviera, o no -¿Quiénes ese chico?- insistió el brujo muy molesto –Si es quien creo que es, lo matare- Le advirtió a la castaña, mientras la tomaba del brazo.

-Ya no será necesario- Le asegura la castaña soltándose del brujo, y dejándolo solo.

Guiaron a Hermione hasta el cuarto donde se encontraba, el brujo. Le abrieron la puerta y lo primero que vio fue la cajita que siempre había acompañado su relación, luego con la mirada clavada en esta se acerco hasta el pelirrojo. Lentamente alzo la vista pero lo que vio la dejo sin habla.

Estaba totalmente quemado, irreconocible, Hermione se ataco a llorar y tomo la cajita entre sus manos, y como pudo y con ayuda de la enfermera salio de la habitación.

Hablando en serio, esta vez realmente estoy enfadado con Hermione.

Primero quiero que beba un sorbo de su propia medicina, después le pediré perdón y nos reiremos juntos. Después de todo es un juego.

CONTINUARA…

El próximo cap, es el cap final "El ultimo juego", que pasara con esta pareja ¿Quedaran juntos? ¿Podrán contra su orgullo? En el próximo cap, se sabrá, hasta entonces.

Zaimadden (Creo que paso más tiempo del que debiera, pero en el próximo cap tendrán que tomar la ultima decisión. Gracias por seguir la historia)

Harrymaniatica (Me alegro que te haya gustado el cap, espero que este también te haya gustado. Gracias por seguir la historia)