TODOS LOS PERSONAJES PERTENECEN A JK. ROWLING

BUENA LECTURA.

Frente a ti: Recuérdame

1° TEMPORADA

Capítulo Seis

"Volver al pasado II: El recuerdo"

Sólo quedaba un día.

No quedaba más tiempo y el regreso hacia la zona sur parecía inevitable; los últimos preparativos estaban cerrados y ya todas las escuadrillas sabían lo que tenían que hacer. Ningún cabo estaba suelto y había repasado el plan una y otra vez, no había margen de error y si todo salía bien entonces estarían a un paso de encontrar a Hermione.

Cogió el vaso de la mesilla de noche y bebió el contenido de un trago, agradecía la poción preparada por Mike y así evitarse un día de dolores de cabeza: la última parte de los recuerdos dejados en el objeto mágico tenía ese efecto secundario pero valía la pena, al menos el ojiverde podría regresar a la realidad y dejar de vagar por el pasado. Sin duda ,el regreso sería doloroso pero era mejor una agría verdad a una dulce mentira, y no podía hacerle ese a su mejor amigo, no podía irse a esa arriesgada operación – incluso exponiendo su vida – y no salvarlo de ese calvario.

Usar el pensadero seguía siendo una opción dentro de muchas opciones, ya que la última decisión la tenían James y Natalie, de seguro discutiría con los hermanos, y luego posiblemente él tuviese que dar explicaciones pero no le importaba hacerlo, sólo quería lo mejor para el ojiverde y lo mejor era recuperar su memoria lo antes posible. Comprender la aguda situación del mundo mágico y lo que arriesga de permanecer en ese estado neutro.

-Ron… - Susurró Luna despertando. El pelirrojo le devolvía la mirada y se preocupó al instante, estaba ojeroso, cansado y podía apostar que no había comido nada nutritivo salvo una taza café y unas galletas. - ¿Qué haces aquí?

-Te observaba dormir – Soltó ladeando la cabeza – No quiero molestar.

-Jamás lo harías pero… - Observó la mesilla de noche y sorprendió con la hora – Son las seis de la mañana, ¿Cuándo llegaste? Deberías estar descansado… - Acusó frunciendo el ceño – Has desayunado algo.

-Estoy bien – Dijo apoyando los codos sobre el borde de la cama de Luna – He tenido mucho trabajo, los últimos detalles. Comenzaremos con la operación.

-¿Cuál operación? – Preguntó intrigada al observar una ligera sombra en los ojos del pelirrojo. En los últimos días, la rutina contemplaba hablar de cualquier situación salvo del trabajo de ambos o de referencia a Harry y Hermione. Hoy, parecía variar.

-Volveré a la zona sur, Luna – Confesó dándole una triste sonrisa – Es posible que encontremos a Hermione.

-¿Cómo que regresarás? – Preguntó haciendo intentos por incorporarse de la cama pero el hombre se lo negó – Ronald…

-Tranquila… - Susurró frunciendo el ceño con preocupación – Nos acompañarán los mejores.

-Joshua…

-Sí, lo siento – Masculló bajando la mirada. Odiaba la terquedad de los jóvenes y simplemente se vio obligado a aceptar las condiciones – James y Rose también.

-Ron…-

-No me hace gracia el trío – Suspiró buscando la mano de su amiga para apretarla con fuerza – Quisiera mantenerles lejos de este problema pero no puedo evitarlo y obviar el hecho que son los mejores aurores.

-Se exponen demasiado – Observa el semblante derrotado del pelirrojo; temía por la vida de su hijo y también por la de Ron. – Si no regresas. No quiero perderte de nuevo.

-Voy a regresar… - Dijo no muy convencido.

-Sabes a qué me refiero – Sonrió la rubia tristemente y Ronald suspiro con pesar – Cuando te deje en ese tren, ya después no volviste a hacer el mismo. Ahora regreso y cuando aparece esa chispa del Ron que conocí, vuelve a marcharse.

-Estaré bien, todos lo estaremos – Aseguró conectando la mirada con Luna – Cuidaré de Joshua, te lo prometo.

-No dudo de eso – Dijo sin dejar de sonreír – Sin embargo, quién cuidará de ti.

-Melissa quien más… - Escucharon los amigos. El pelirrojo envió una amenazante mirada a Joshua quien sonreía. – Buenos días. – Saludo sin inmutarse por la mirada y pasando hacia su madre – Es la jefa de seguridad de ésta ocasión y no se despegará de Ron, a que no.

-Joshua – Siseó Ron entrecerrando los ojos. – Por favor…

-Vale, vale – Dijo sin dejar de sonreír. Observó a su madre mirarle de manera extraña, trago saliva. – Me perdí de algo…

-Ingresarás a la zona sur – Soltó la mujer con el ceño fruncido. De un plumazo la sonrisa fresca desapareció y pareció temblar ligeramente, Ron sonrió. – Después de lo ocurrido en España… me prometiste.

-Lo siento… - Susurró el aludido bajando la cabeza – Cuando te prometí no volver a arriesgar mi vida, lo dije de verdad. Sin embargo, en aquel entonces él no había intentado matarte.

-Buscaban a Harry, hijo.

Ambos hombres se miraron con rapidez pero no la suficiente, Luna alzó las cejas.

-¿Qué me ocultas? – Inquirió dirigiéndose hacia su amigo.

-Déjanos solos, por favor – Acusó el pelirrojo sin mirar a Joshua. El chico no lo dudo un segundo y salió en silencio.

Se incorporó de la silla para después coger asiento sobre el borde de la cama de su mejor amiga, ésta le devolvía la mirada intrigada por las palabras de su hijo, y no era para menos, ya que todos – y era la noticia oficial – pensaban que el ataque había sido por Harry Potter y no por la mujer frente al jefe de aurores: su punto débil. El pelirrojo sonrió ligeramente y movió la cabeza ante la incertidumbre de la mujer, y es que parecía un secreto a voces y entre las personas cercanas a ellos lo sabían, para nadie era un misterio que Ronald Weasley sentía sentimientos más profundos hacia la rubia de lo que quería demostrar.

El derrumbe del rígido jefe de aurores aquel día sorprendió a todos; él mismo reconocía haber perdido el control cuando pensó que la mujer había muerto, recordaba la presión en el pecho, la garganta hecha un nudo, las lágrimas incontrolables y el grito ahogado que amenazaba con salir de sus labios.

-No voy mentir – Dijo en apenas un susurro – El profeta publicó y atribuyó el ataque a la presencia de Harry, y así lo confirmamos pero… - Hizo una pausa y continuar, sin despegar la mirada de Luna – La verdad es que buscaban hacerme daño a través de ti.

-¿De mí? – Repitió alzando las cejas con sorpresa - ¿Por qué lo harían? Es decir…

-Eres mi punto débil, Luna – Admitió más para sí que para ella – Con el traslado de Joshua, sólo era cuestión de tiempo para que se hiciese una idea de nuestra amistad. – Hizo una pausa – Era una advertencia y la próxima vez…

-Por ello quisiste alejarlo, cierto – Interrumpió Luna – A Joshua – Aclaró al observar el rostro confundido del pelirrojo – No lo conseguiste con él y quieres hacerlo conmigo…

-Si con ello estarás a salvo –

-En el tren, quise alejarme y lo respetaste…

-Lo hice porque estarías tranquila

-Estoy tranquila, aquí – Sujetó la mano de Ron y sonrió – Contigo.

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-¡Silencio! – Soltó Mike haciendo callar a sus amigos. Hizo un gesto de agradecimiento y luego suspiro – Se los digo, el pensadero será usado sólo bajo el consentimiento de ustedes – Observó al par de hermanos y añadió – Sé los reparos que tenéis pero es necesario.

-No estoy de acuerdo – Dijo Natalie cruzándose de brazos – Por ningún motivo.

-Debemos barajar otras opciones – Musito James jugando con unas plumas de su amigo. Ya pasaban de las siete y treinta de la mañana pero hace una hora que estaban en pie – No desconfío de los recuerdos de Ron pero es… brusco.

-Hace dos días preguntó por ella – Suspiró el muchacho recordando. Se acercó hasta James y le arrebato de mala manera las plumas. – Ayer hizo lo mismo y de seguro apenas me asome por la habitación, me dirá lo mismo. No olvidéis que son amigos mucho antes de su relación, y eso no se olvida.

-Vaya que no – Susurró Rose sentada en el sofá. – Ayer me pregunto si estaba bien.

-No podemos dilatar esto, por favor – Insistió Mike observando a ambos hermanos – Si estuvieses en su lugar – Dirigiéndose hacia su amigo – Hubieses preferido mil veces la verdad a pensar que Rose es sólo tu prima.

El aludido cruzó la mirada con su novia y asintió.

-No quiero verle sufrir… - Negó Natalie paseándose por la oficina de su novio – Esa época es demasiada oscura.

-Y también feliz – Sostuvo el castaño – Sufrió mucho pero con ella recuperó la felicidad.

-¿Y para qué? – Rebatió la muchacha frustrada – Para luego decirle que su esposa está desaparecida hace dos meses…

-No podemos negar esa realidad – Suspiró Mike revolviéndose el cabello un tanto desesperado. No lograba convencer a sus amigos y temía porque finalmente se negarán del todo. – Pero no podemos sostener el pasado.

-¿Dónde tienes los recuerdos? – Inquirió James

-Aquí – Rodeó el escritorio y saco del primer cajón un pensadero de tamaño mediano – No he revisado nada

-Quisiera… - Susurró el chico mirando a su amigo – Puedo…

-No lo sé – Dudó el medimago ante las intenciones de su amigo – No sería correcto.

-No lo hagas – Acusó Rose incorporándose del sofá – No te hagas daño, ya paso. Vuestro padre lo comprenderá, y cuando sepa la verdad, se unirá a nosotros en la búsqueda – Añadió sonriendo – Si ella estuviese en su lugar, lo haría. Porque estaría convencida que podría hacerle sonreír de nuevo y nosotros debemos hacer eso. Miren sus rostros… - Les señaló – Sé que la pena es enorme pero no podemos sumergirnos para siempre en el dolor.

Ambos hermanos se quedaron en silencio.

-Hazlo – Soltó James en apenas un susurro – Sólo te pido que le acompañes.

-De acuerdo…

Su amigo seguía manteniendo la mirada fija sobre el pensadero y del cómo éste proporcionaría la información necesaria a Harry en su recuperación, después de todo, el moreno se empeñaba por sacarles información y ya comenzaba a sospechar que algo no andaba bien – y como no – siendo que su mejor amiga, la mujer que estaba en las buenas y en malas, no aparecía para visitarle. En tal sentido, el pelirrojo había acertado ante el comportamiento del profesor de defensa, no había demasiados misterios cuando se trataba de ellos.

Se trataba de Harry y Hermione.

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-¿A dónde vas? – Preguntó la mujer observándole con curiosidad. Sonrió y se llevó las manos a los bolsillos

-A dar un paseo.

¿Qué son los recuerdos? Acaso podían ser imágenes construyendo un pasado hasta el presente o simplemente escenas que con el tiempo, y de manera inevitable, se iban perdiendo en la profundidad de nuestra mente. Acaso los recuerdos eran frágiles y podían desaparecer de un instante a otro, podríamos enterrarlo de un momento a otro y fingir desconocer nuestro pasado, y si fuese así de simple, cuántas veces podríamos cambiar.

Sencillo sería deshacernos del pasado pero los recuerdos son más que simples imágenes capturadas por nuestra mente, por el contrario, son emociones que nos persiguen y se instalan en lo más profundo de nuestra alma, son parte de nosotros y echamos manos en momentos difíciles y de mucha felicidad. No todos son alegres y conllevan un profundo dolor pero del cual nos hicimos fuertes, nos permitió incorporarnos del suelo y seguir adelante, permite aprender de los errores y sacar lecciones importantes.

Sus recuerdos están entrelazados por el dolor de la pérdida y el engaño; perdieron a la hermana y esposa, engañados porque fueron enemistados injustamente, reunidos tiempo después porque la amistad era más fuerte, y porque en definitiva su historia poseía puntos de conexión.

Sujetaba el pensadero frente al ojiverde a la espera de una respuesta; no dudaba de la profesionalidad de Mike y mucho menos del criterio de sus sobrinos, sin embargo la decisión de mostrarle los recuerdos podía ser demasiado tarde, y como bien supuso Ronald, las sospechas del ojiverde se acrecentaban con los días y con justa razón.

Con Harry Potter en el hospital y en tal estado, ¿Cómo se explicaba la ausencia de Hermione Granger? Él mismo se carcajeo por el rodeo de todos y del cómo decirle la verdad sobre Ginny, si después de todo, lo principal e independiente de la relación amorosa, era explicar la ausencia de la castaña: la mejor amiga de Harry, ya después verían la manera de armar ese puzle.

-Ronald…

-Fue secuestrada… - Soltó él causando la impresión de su mejor amigo – Es la razón de su ausencia.

-¿Por qué ocultaron esa información? – Inquirió el ojiverde frunciendo el ceño – Y Ginny…

-Es distinto – Masculló bajando la mirada hacia el pensadero – No puedo prometer que recuperaras todos los recuerdos perdidos pero sí aclarar tus dudas y enfrentar éste proceso de mejor forma. Aceptas o no.

-Acepto – Dijo el hombre con seguridad.

Cogió la silla más cercana para luego colocar el pensadero en medio de ambos, y ante de pronunciar cualquier hechizo, dio un último vistazo a su amigo. Sostuvo la mirada del ojiverde y rogó, rogó a Merlín porque las emociones del profesor desembocaran en la recuperación de su pasado, porque el dolor sólo fuese un pinchazo y pudiese apreciar todo aquello que construyó después de eso, y por sobre todo, rogó por el perdón de su mejor amigo ante el silencio.

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-Vamos Luna – Decía el castaño frunciendo el ceño – Serán dos días de reposo, no dos años.

-Descanse lo suficiente – Suspiró intentando arrebatarle la bata a su hijo – Joshua… - Reclamó

-Hazle caso, por favor – Reía el chico alejando el instrumento de trabajo de su madre – No quiero preocuparme.

-Yo debería estar preocupada, Josh – Soltó la mujer cogiendo la bata para luego golpear a su hijo con la misma – Yendo a ese lugar…

-Es mi trabajo.

-Y éste el mío – Resolvió la medimago calzándose la bata – No se hable más, regresaré a trabajar.

-Luna… - Suspiró Mike moviendo la cabeza – Me prometes descansar por la noche.

-De acuerdo – Rodó los ojos – Has visto a Ronald.

-No. De seguro estará en el ministerio – Dijo Joshua encogiéndose de hombros – O tal vez, platicando con Melissa.

-Y la condición de Harry – Inquirió observando a su colega. El aludido torció el gesto - ¿Qué ocurrió?

-Colocaremos un pensadero a disposición de Harry – Aclaró sorprendiendo a la mujer – Fue idea de Ron y los chicos lo aprobaron.

-Estás locos – Suspiró moviendo la cabeza – No soportará esa información, podría ser peligroso.

-No hay muchas opciones

-Y esa debería ser la última.

-Ha preguntado por Hermione – Aclaró Joshua bajando la mirada – En plan amigo, claro.

-No han dicho nada.

-No hemos querido – Masculló Mike – Es difícil decirle que está secuestrada.

-Hubiese sido un buen comienzo – Meditó la rubia – Quiero verle.

-Como quieras – Dijo encogiéndose de hombros seguidos por los aurores

Caminaron por el pasillo recibiendo la felicitación de sus pares por la recuperación y el buen ánimo, el ataque al hospital había dejado a todos con los pelos de punta y más cuando se trataba de mortifagos buscando a Harry Potter – claro, todos suponían ello – y no estaban en lo correcto, ni cerca. Al menos la rubia comprendía los motivos y lo asumía sin ningún tipo de temor, después de todo había convencido al jefe de aurores para quedarse, no pensaba huir a otro sitio porque éste era su hogar, ya estaba cansada de huir.

Sintió a su hijo caminar tras suyo y sonrió con cierto orgullo: él tampoco pensaba desaparecer de ese lugar.

Apenas ingresaron al tercer piso escucharon un alboroto cercano hacia donde se dirigían, apresurando el paso observaron a James, Natalie, Rose y Melissa discutiendo y señalando la puerta; la habitación de Harry Potter.

-¿Qué ocurre? – Dijo ella frunciendo el ceño por el escandalo

-Es Ron – Masculló James – Cerró la puerta.

-¿Qué dices? –

-Se encerró con Harry.

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Una vida recuperada, a medias.

Con mayores preguntas que certezas pero con la visión general de haber construido una vida muy distinta ha como la recuerda, con el consuelo de haber sobrevivido a una época emocionalmente oscura y de muchos matices, casi al borde de un profundo precipicio pero atado a la realidad por las personas que amaba y que siempre estuvieron junto a él. No importaban los errores del pasado ni cuanto él mismo quiso autodestruirse, jamás lo dejaron solo.

Convivir con la muerte siempre es difícil y él lo sabe desde pequeño, sus padres, padrino y cientos de personas murieron por él y por hacer un mundo distinto – él por supuesto – también lo deseaba, dedicando tiempo y esfuerzo en completar la tarea después de la muerte de Lord Voldemort. Convivir con la oscuridad le hizo perder a la mujer que quería y sumergirlo en un profundo agujero del cual apenas pudo salir, arriesgando la seguridad de sus hijos y preocupando a sus amigos.

Haber enfrentado la muerte de Ginny significó girar en redondo e intentar permanecer parado, observar el dolor impreso en los ojos de sus hijos le partía el corazón, percibir la preocupación de su mejor amiga le llenaba de calidez y enemistarse con el pelirrojo – a pesar de lo que significó – le dolía en el alma. Vivir ese episodio en carne propia sólo pudo significar sufrimiento, dolor y culpabilidad.

Vivirlo por segunda vez, un infierno.

Porque el funeral de su esposa luego de conocer la noticia, abrió un vacío enorme en el pecho. No tenía la fuerza necesaria para verse así mismo mientras abrazaba a sus hijos y por tanto se concentró en el féretro donde yacía el cuerpo inerte de su esposa, sepultado bajo un manto de dudas e intrigas que sólo tiempo después descubrirían.

-No sólo veía el cuerpo de mi hermana – Admitía el pelirrojo. Antes de cualquier recuerdo le había explicado con pelos y señales todo el contexto, y vaya que todavía no lograba comprenderlo – Sino también el bebé no nato. Quería golpearte – Sonrió observándole de reojo. – Hubiese dado mi vida con tal de tenerle viva y a veces quisiera despertar de esa pesadilla.

Gracias a la confesión de su mejor amigo, ya las peleas y discusiones que protagonizaron tuvieron sentido y lógica para él, podía comprender el dolor de la perdida y la frustración porque una pequeña vida hubiese pagado un precio demasiado alto. Hasta entonces, la rabia que sentía tenía plena justificación y todos los golpes e insultos que recibió en aquel tiempo, eran merecidos.

-Golpeaste a Hermione – Soltó frunciendo el ceño. Frente a ellos, él y Ron se golpeaban porque éste último había golpeado a la castaña, su estado físico era pésimo pero tenía la fuerza suficiente para darle batalla - ¿Por qué lo hiciste?

-Celos… - Admitió esbozando una ligera sonrisa – Acaparabas la atención de Hermione y Rose. No aceptaba secundar en las prioridades de mi familia, discutí con ella, perdí el control y le abofetee.

No importaba el afecto que tenía hacia el pelirrojo, aquel episodio le hacía desear golpearle de verdad, no podía comprender la actitud posesiva de su mejor amigo y menos concebir algún tipo de agresión hacia la castaña, y más cuando estuvo junto a él en los momentos más críticos de su vida, apoyándose en todo momento.

Como siempre.

Observar la vida pasar frente tuyo es intrigante porque permite dimensionar desde otra perspectiva un hecho que viviste y sentirse en carne propia. Explorar la zona sur y ser víctimas de una embocada suponía los primeros atisbos de traición de quien era el capitán de aurores: Henry Lyon. El principal culpable de que su vida se hubiese convertido en un infierno.

Su vida cambió radicalmente al momento de morir de Ginny y conocer una nueva faceta de ella; su relación con Draco y el pequeño bebe que esperaban, la relación que ocultaron a ojos de todos y que alimentaron por medios de cartas, la aprobación del pelirrojo cuando supo la verdad y por supuesto la posterior aversión hacia él cambiaron todo. Incluso la relación con sus hijos cambio y maduro por medio de la tragedia y el dolor.

Su relación con Hermione, cambió.

-Estás seguro… - Susurró sorprendido sin quitar la mirada de encima a la escena desarrollado enfrente: Hermione y él parados en medio de una escalera, muy cerca y visiblemente sonrojados – Ustedes estaban…

-Sí, divorciados – Volvió a repetir porque él apenas podía creerlo – No lo admitieron abiertamente pero estaban besándose.

Después del dolor experimentado, ¿Cómo podía enamorarse de nuevo? Era posible volver a rehacer su vida y más junto a su mejor amiga, no podía comprender las palabras de su amigo y mucho menos la soltura con la cual platicaba, parecía otro hombre. Conocía al pelirrojo y lo usual hubiese sido un buen escándalo, hechizos y golpes de por medio, sin embargo, sólo recibió una sonrisa.

Era posible tal relación, sí.

Se giró sobre la cama y visualizo el anillo de su padre sobre la mesilla de noche, la inscripción no había cambiado pero si el portador, y de seguro el anillo de su madre también permanecía intacto, sobre el dedo anular de Hermione Potter, su esposa.

Su legitima esposa desde hace cinco años y por quien juro amor, fidelidad y compañía hasta que la muerte los separe. Aquel anillo, hoy de regreso en el lugar que corresponde, simbolizaba el amor que sentía por la castaña y también lo felices que eran, porque aunque apenas recordase podía afirmar que eran felices.

Si lo son, ¿Dónde está? Cuestiono el adolorido pensamiento del moreno haciendo que éste se incorporara con un agudo dolor de cabeza, quedando sentado y visiblemente consternado por la gama de recuerdos y emociones, procesando la información a niveles dolorosos. En efecto, si eran felices entonces porque no podía verle ni saber de ella, porque el silencio se instalaba cuando preguntaba por su llegada, no importaba si fuesen pareja o no, eran amigos.

Se coge la cabeza sintiendo el dolor acrecentarse hasta el límite de lo soportable; nuevas imágenes vagan por su consciencia y se obliga a prestar atención pese al dolor insoportable. De pronto, la espesa niebla sobre los recuerdos enclaustrados comienza a levantarse para dar paso a recuerdos nítidos, el dolor punzante comienza a disminuir y la respiración a tranquilizarse.

Su primer beso.

-Recuerde profesora – Acusó él aquella navidad mientras buscaban ese muérdago – Usted estuvo involucrada en varios líos.

-Y sigo estándolo – Vocifero la mujer en gesto intrigante – Recuérdame matar a nuestro amigo – Haciendo referencia a Remus

-¿A qué te refieres?

El muérdago se posó caprichosamente sobre ellos y espero paciente a que su primer beso se concretase, y lo hizo por supuesto, sutil y cautivador porque encerraba aquel oculto sentimiento por ambos, el beso de amigos que todavía se resistía a dar el siguiente paso. Y sigo resistiéndose a pesar de todas las ocasiones donde las ganas de probar esos labios se convirtieron en una obsesión.

Hasta la siguiente navidad.

-Mi cabeza – Susurró volviendo a sentir aquel punzante dolor. A su lado, Ronald se colocó junto a él – Ronald…

-¿Qué ocurre?

-Mis recuerdos… - Balbuceo con los ojos cerrados. De pronto, creyó sentir los labios de Hermione pero los recuerdos le hacían rememorar esa sensación – Regresan…

-¿Qué dices? – Soltó el hombre sorprendido

-No puedo…

-Tranquilo – Habló apoyando una mano sobre el hombro del ojiverde – Respira, puedes hacerlo. Vamos Harry.

-Samatha quería permanecer junto a mí – Decía su acongojado hijo después de varias semanas – Ser novios a cambio de guardar silencio.

-Supongo que debe ser importante – Admitió intentando brindar seguridad al chico – Así podría explicar los meses de presión y chantaje, sin embargo, la pregunta es ¿Quién es la chica y porqué la presión?

-Muy importante – Asintió – Sería diferente, si Sam nunca nos hubiese visto en la enfermería.

-¿Qué vio?

-Un beso – Balbuceo James dándose valor para lo siguiente – En la enfermería, Rose y yo nos besábamos.

Una sonrisa asomó por sus labios para luego escuchar las voces de sus hijos, sobrina y otras personas fuera de la habitación, la situación parecía salirse de control y no daba muestras de mejorar, y aunque quiso hacer un comentario gracioso prefirió reservarlo. No quería un escándalo del pelirrojo y menos tentar a la suerte.

-Hermione Jane Granger – Recordaba de nuevo, ésta vez siendo el protagonista – Acepta por esposo a Harry James Potter para amarlo, respetarlo y serle fiel hasta que la muerte los separe.

-Sí, acepto – Confesó haciéndole sonreír y convertirle en el hombre más feliz del mundo.

-Harry James Potter – Le nombraron – Acepta por esposa a Hermione Jane Granger para amarla, respetarla y serle fiel hasta que la muerte los separe.

-Sí, acepto – Dijo con firmeza.

Diez segundos después el grito de Harry Potter paralizó a todos.

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-Esconde a los menores – Decía entre gritos y horror, atacaban el castillo y necesitan refugiar a los alumnos – Trataré de distraerles

-Ten cuidado – Dijo la castaña para luego besar sus labios – Te amo.

-Y yo a ti – Susurró dándole un segundo beso para luego salir disparado hacia el pasillo.

Corrió por el pasillo llamando la atención de quienes atacaban el castillo, el número de enemigos era considerable y de pronto se vio rodeado por un grupo de ocho sujetos enmascarados. Corrió y lucho por varios pasillos hasta finalmente ser desarmado cerca de las escaleras que llevaban a la oficina de la directora, quiso coger un pasillo oculto pero le interceptaron golpeándole en la cabeza, el hilo de sangre comenzó a correr y la visión se volvía borrosa.

A pocos metros su esposa era tomada prisionera.

Intento correr hacia ella pero un nuevo hechizo le hizo golpearse contra la pared, el brazo sangraba y la visión no mejoro con el golpe. Le cogieron de los brazos haciéndole arrodillarse a pocos metros de su esposa, la cual se encontraba semi consciente y lo supo de inmediato porque el crucius le hizo gritar de dolor, haciéndole remecer de rabia e impotencia. Apartó la mirada pero los gritos continuaban aumentando, escuchaba la risa de los sujetos y su sangre hervía por la rabia y el dolor, de pronto los gritos cesaron y en apenas un segundo – el segundo necesario para mirarle – la luz verde cegadora impacto en el cuerpo de su esposa, matándola.

-Obsérvala por última vez, Harry – Acusó el líder del grupo. Lo sabía porque había dado cada una de las instrucciones – Recuérdala, si puedes.

-¿Quién eres? – Susurró sin despegar la mirada de la figura de su esposa.

-Soy el hermano menor de Henry Lyon, Rafael – Soltó el sujeto provocando que él le mirase con sorpresa. No daba crédito a lo que oía, ¿un hermano?

-Su hermano – Dijo verbalizando su pregunta.

-Sí – Suspiro con cierto pesar que claramente no sentía – Supongo que Ronald jamás te lo dijo pero es así.

-Rafael… - Susurró memorizando ese nombre. Si debía perder la memoria entonces la recuperaría, no podía olvidar el nombre del hombre que asesinó a su esposa.

Sintió la varita de Rafael incrustarse en las sienes y la respiración acelerarse mientras clavaba la mirada sobre el cuerpo inerte de su esposa: no importaba cómo ni cuándo, juró recuperar la memoria y salir tras el hombre junto a él, lo perseguiría y asesinaría. Apretó los puños para luego sencillamente sumergirse en la oscuridad.

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-¿Qué hiciste Ronald? – Cuestiono la rubia corriendo hacia donde estaba el moreno, sujetado firmemente por el pelirrojo – Como diablos…

-Recupera la memoria, lo dijo – Soltó apresuradamente sin despegar la mirada de su amigo, se removía sujetándose la cabeza mientras emitía pequeños quejidos – Luego podrás castigarme…

-¡NO POR FAVOR! – Gritaba el ojiverde

-Usaste el pensadero – Recrimino la mujer enviándole una dura mirada a su amigo. El aludido asintió – No puedo creerlo, en qué estabas pensando.

-En la memoria de Harry – Soltó el aludido

-¿Qué le sucede? – Preguntó James preocupado por el estado de su padre. Avanzo hacia el pelirrojo para luego sujetarle por los hombros - ¿Por qué lo hiciste? Está sufriendo….

-Es mi amigo – Dijo Ron sosteniéndole la mirada al auror – No voy a permitir que siga así.

-Así… - Expuso con ironía observando al ojiverde retorcerse de dolor – No basta con ocultarnos la identidad de Rafael y ahora esto.

-Salgan de aquí – Dijo Luna ocupándose de Harry

-Harry abre los ojos – Acuso Mike.

-¡Rafael Lyon! – Exclamó el moreno sin abrir los ojos producto del dolor que sentía. James y Ronald intercambiaron una mirada – Fue él…

-Le dijiste sobre él – Habló James dirigiéndose hacia el pelirrojo. El aludido negó – Entonces porque…

-No lo sé…

-Salgan de aquí – Volvió a repetir la rubia – Mike sácalos

-Esperen fuera… - Dijo el castaño ante la discusión de los hombres. Natalie y Rose intentaban tranquilizarles pero parecía imposible – Natalie, Rose…

-¡No es mi culpa! – Dijo Ron exaltado

-¡Nos mentiste!

-Vamos, vamos – Apresuro Rose a ambos hombres

-Asesino a Hermione…

Y entonces la habitación quedó en silencio mientras las palabras viajaban por la habitación tomando un cruel y abrumador sentido, aquel que todos sentían o pensaban pero que jamás dijeron en voz alta por temor a hacerlo realidad, sin embargo, el sollozo del hombre sumado a la recuperación de memoria les decía que no estaba equivocado ni confundido.

Hermione había muerto.

Continuará…

Nuevo capítulo, los recuerdos de Harry regresaron siendo el último el más importante para todos, con la afirmación de Hermione muerta a manos de Rafael. Veremos si sus recuerdos corresponden a la realidad o de nuevo es un truco de su enemigo.

Con respecto a Ron y Luna prontamente se desarrollará su relación y lo mismo va para otras parejas.

Saludos, hasta la próxima semana