TODOS LOS PERSONAJES PERTENECEN A JK. ROWLING
BUENA LECTURA.
Frente a ti: Recuérdame
2° TEMPORADA
Capítulo Doce
"Regresando"
¿Quién sería la esposa de su mejor amigo? Se preguntaba la castaña cada cierto tiempo sin poder quitarse de la mente los anillos de la familia Potter, y lo más importante, porque poseía ambos anillos. No importaba cuanto intentará recordar el pasado, el punzante dolor en la nuca le imposibilitaba la tarea, aturdiéndole para buscar dentro de sus propios recuerdos algún tipo de pista de la vida que llevaba antes del ataque en Hogwarts.
¿Quién lo habría conquistado después del dolor? Una punzada en el pecho la removía de pensar en su mejor amigo, enamorándose de otra persona, compartiendo su vida y sus momentos después del dolor de la pérdida de Ginny
Al poco tiempo, el moreno volvió a ingresar a la habitación y sin poder evitarlo la castaña fijo la mirada sobre los anillos de su amigo, reparo entonces en el semblante tranquilo de él, muy distinto a como le recordaba hace siete años; preocupado por la muerte de Ginny, sus hijos y la labor que desempeñaba como auror.
¿Quién pudo devolverle la esperanza de vivir?
-Creo que no podré retenerte por mucho tiempo – Habló Luna sacándole de sus pensamientos – Ya estás recuperada.
-Podré irme a casa – Inquirió la castaña
-Así es – Asintió la mujer sintiendo la mirada del moreno sobre ella – No obstante, lo mejor es que estés acompañada.
-Y Rose… -
El auror y la medimaga intercambiaron miradas.
-Vive con su novio – Soltó el moreno recibiendo una mirada de reproche de la rubia – De cualquier manera, lo sabrás – Suspiró pensativo
-¿Saber qué? – Volvió a pregunta Hermione – Pueden soltarlo de una buena vez, por favor.
-Se trata de James
-¿Qué con él? – Volvió a preguntar sin comprender por completo las palabras de su amigo
-Son novios.
Aquel concepto relacionado con su hijo y sobrino le parecía inquietante pero no extraño, de pronto el ligero malestar detrás de la nuca le hizo entrecerrar los ojos y llevar la mano derecha hacia el lugar donde provenía el dolor de cabeza. Su amiga pudo notar el gesto y se acercó para examinarla con cuidado, y tal como ocurrió hace un par de minutos, dejo de pensar en eso y concentrarse en la conversación el ojiverde quien había cambiado su semblante.
-¿Qué ocurre? – Preguntó el moreno acercándose hacia la cama de su esposa para sentarse – Luna…
-No lo sé – Susurró Hermione – Cada vez que intento recordar o pensar sobre lo ocurrido, siento un dolor detrás de la nuca.
-Te haré nuevas pruebas – Musito la rubia pensativa – Harry podrías…
-No, espera – Negó la castaña observando a su amigo - ¿Es enserio?
-Sí – Asintió esbozando una ligera sonrisa – Sé que es extraño y posiblemente lo consideres inadecuado pero se quieren mucho.
-Supongo que todos lo aceptamos.
-Sí, incluso Ron – Suspiró moviendo la cabeza – No tienes por qué preocuparte, viven conmigo. – Confesó provocando sorpresa en su esposa, del otro lado de la cama, Luna lo fulminaba con la mirada
-Harry – Soltó Luna – Debo revisarla, sal.
-De acuerdo – Asintió un tanto resignado – Espero fuera.
Se alejó de las mujeres para luego salir de la habitación ligeramente esperanzado con que su esposa pronto recuperaría la memoria, después de todo, la reacción de la castaña había sido bastante prudente al saber la relación de James y Rose, posiblemente si continuaban por ese rumbo podía recordar todo. Apenas salió del lugar, Natalie y Joshua le devolvieron la mirada intrigados por la situación.
-¿Cómo está? – Preguntó Natalie acercándose hacia su padre
-Ha despertado por completo – Acusó él esbozando una ligera sonrisa – Sólo recuerda…
-Ya sabemos – Asintió la pelirroja bajando la mirada – Ha dicho algo…
-No, pero sabe de Rose – Aclaró llamando la atención de ambos jóvenes – Bueno… lo esencial.
-¿Qué dijiste? – Preguntó su hija alzando las cejas
-Que su novio es James – Dijo encogiéndose de hombros - Sabe que viven juntos, conmigo.
-Y ella…
-Luna me echó – Suspiró – Al parecer anda algo mal con Hermione.
-¿A qué te refieres? – Inquirió Joshua
-Cuando le comete sobre James – Habló él – Se sintió mal. Un dolor en la nuca, según dice, ocurre cuando intenta recordar ciertas situaciones.
-Sentías lo mismo – Dijo de nuevo el auror pero el moreno negó – Es extraño aunque debes considerar que estuvo cautiva por casi dos meses.
-Es cierto – Apoyó Natalie – De seguro cuando regrese a casa, se recuperará.
-Será difícil – Suspiró Harry cruzándose de brazos – De seguro se preguntará por su hogar, con quien ha compartido estos siete años. Recuerda que todavía piensa que está casada con Ronald.
-Papá, en semanas habrá tomado la decisión de separarse – Dijo la mujer sonriendo – No te preocupes, ya verás que estará bien.
-Por cierto – Dijo después de unos segundos de silencio. Observó a ambos jóvenes intrigado – Saben dónde se metió James. Melissa está buscándole.
-Deberían estar en casa – Dijo Nat frunciendo el ceño - Con la situación de Ronald no parecen tomarlo de la mejor manera.
-Debe acostumbrarse – Meditó preocupado por su hijo – Es el jefe de aurores, no puede perder el tiempo.
-Descuida – Acotó Joshua – De seguro ya está en el ministerio, lo importante ahora es como convencerán a Hermione para que se quede con ustedes.
-Aceptará – Dijo la pelirroja convencida. No por nada conocía a los adultos desde hace años – Un tiempo en casa será suficiente.
-No quiero planes extraños, Nat – Advirtió el moreno observando el semblante de su hija, sospechoso – Se supone que debemos ayudarle y no crear malos entendidos
-De acuerdo – Suspiró la mujer mientras Joshua le observaba extrañado
La puerta de la habitación se abrió dejando pasar a Luna.
-Puedo entrar.
-Un segundo, Harry – Dijo la rubia preocupada – Debo decirles algo. No lo había percatado hasta ahora.
-¿Qué sucede? – Inquirió Harry
-Al parecer no recibió un hechizo desmemorizador – Aclaró Luna con seriedad – Hay otro hechizo bloqueando los recuerdos y es responsable del dolor de cabeza.
-Entonces podrá recordar – Dijo Natalie esbozando una sonrisa
-Eventualmente, sí – Asintió la mujer – Es difícil determinar el tipo de hechizo y de seguro aún más el contra hechizo.
-¿Qué sugieres? – Preguntó Harry intrigado.
-En ningún caso, insistir. – Suspiró sosteniéndole la mirada a su amigo - No le confundas más, Harry. El dolor en la nunca es bastante molesto, presentándose cada vez que intente recordar.
-De acuerdo – Suspiró el moreno derrotado.
-Además… - Interrumpió la medimaga cruzándose de brazos – Comienza la cuartada para explicar los anillos de la familia Potter – Expresó sorprendiendo al moreno y a los jóvenes. El primero pareció percatarse del asunto y miro la mano izquierda donde reposaban los anillos – Ha preguntado si estás casado.
-Enserio… - Dijo Natalie sorprendida.
-Y le dije que sí – Siguió Luna lanzando un suspiro – No iba a mentirle en ese aspecto.
-Le dijiste la verdad….
-Claro que no – Frunció el ceño – Sigue pensando que está casada con Ronald.
-¿Cuándo podrá regresar a casa? – Inquirió la pelirroja.
-Posiblemente está noche – Confesó la mujer – No puedo retenerle por más tiempo, el dolor en la nuca podrá controlarlo con pociones.
-Perfecto – Sonrió el ojiverde
-Deberán cambiar la casa – Recomendó Luna – Sacar fotografías de ustedes…
-¿Qué sugieres? – Inquirió Harry frunciendo el ceño – Cambiarlas por…
-No – Negó la mujer – No están casados y mientras no recuerde, sólo serán amigos. Y eso implica que deberán adecuar una habitación para ella.
-Comprendo – Musito el hombre pensativo – Natalie podrías encargarte.
-Descuida papá – Sonrió la pelirroja
-Dile a James y Rose que estén presentes, por favor – Pidió de nuevo
-Tranquilo.
-Harry… - Llamó Luna – No olvides tomarlo con calma.
El ojiverde asiente sin poder ocultar una sonrisa y mucho menos cuando la persona responsable de su estado era su esposa, el extraño vacío que llevaba sintiendo desde que despertó comenzaba a disiparse debido a la oportunidad de tener junto a él a la castaña. No importaba si los recuerdos de la mujer sobre él sólo eludían a una linda amistad, podía soportarlo por el momento y se conformaba con tenerle junto a él.
Después de todo, el momento que recuerda la castaña significo en el pasado un apoyo importante para él y para su familia, casados o no siempre estaría para la castaña y haría hasta lo imposible porque recuperarse la memoria.
-El beso… - Susurró llamando la atención de todos. Natalie rodó los ojos pensando lo lento que era su padre, Joshua y Luna alzaron las cejas un tanto confundidos – Recuerda el beso…
-¿Cuál beso? – Preguntó Luna frunciendo el ceño
-Esa navidad… - Musito el ojiverde sonrojándose – Nos besamos con Hermione en el muérdago.
-Hablas enserio… - Vociferó la rubia sorprendida – O sea que estaban juntos…
-No, para nada – Negó el hombre rápidamente – Fue culpa de Remus. Nosotros simplemente nos topamos con el muérdago – Dijo sintiéndose un tanto estúpido por la respuesta
-Da igual – Suspiró la mujer yéndose hacia la puerta – Procura obviar ese episodio porque no sabemos cuánto recuerda.
-De acuerdo – Dijo Harry.
-Voy a casa – Anunció Natalie sonriendo – Veré si están James y Rose.
-Gracias Nat
-Yo regresaré al ministerio – Acusó Joshua tranquilamente – Si encuentro a James y a Rose les diré que regresen a casa.
-Gracias Joshua – Dijo la mujer para luego despedirse de su padre – Hasta la noche.
-Nos vemos – Dijo el moreno pensativo
En apenas cinco minutos el moreno se encontró solo fuera de la habitación de la castaña, a la espera de poder regresar junto a ella a su casa.
OoOoOoOoOoOoOoOoOo
-¡Ven inmediatamente al ministerio, Potter! – Decía el patronus de Melissa.
Se apareció en el ministerio después de una hora de aquel mensaje para luego caminar por los pasillos del ministerio con varias miradas puestas sobre él, a pesar de la ausencia por algunas horas, no podía olvidar el cargo que ocupaba y mucho menos la responsabilidad que pesaba sobre sus hombros, y por el contrario, ya no podía comportarse de la misma manera ni pensar de la misma forma.
¿el pelirrojo habría pensado lo mismo? Se preguntó James subiendo el ascensor hacia el piso del cuartel general de aurores, el pelirrojo habría cedido ante el cargo por sobre sus impulsos y emocionalidades, habría entonces entregado la chispa de su personalidad ante las circunstancias. Se negaba a creer aquel hecho pero la transformación del hombre parecía darle la razón pero luego estaba lo vivido en la zona sur, posiblemente aquel hecho realmente influyó en el cambio y le sepulto en los recuerdos de los horrores cometidos.
A medida que saludaba a personas y éstas le felicitaban comenzó a comprender a su tío y lo que tuvo que hacer para aparentar ser el mismo, ya poco valía pensar en el pasado porque ese sería la pesadilla que viviría por las noches pero por el día y junto a las personas que amaba debía demostrar seguridad y confianza.
-Señor Potter – Llamaron apenas apareció por el cuartel general de aurores – La señorita Mills le busca y parece que es urgente.
-¿Dónde está? – Preguntó el aludido sin dejar de caminar.
-En la oficina del señor Lupin – Informaron provocando que James desviará la atención hacia la oficina de su amigo
Con el tiempo comprendieron que el hombre lobo significo un gran apoyo para Ronald cuando éste atravesó la muerte de su hermana, la separación con la castaña y la misma infiltración. Fue y sigue siendo un gran consejero del pelirrojo y sin duda un amigo leal de su propia familia.
-¡¿Dónde demonios estabas?! – Preguntó Melissa enojada por la desaparición del joven auror
-Lo siento – Dijo desviando la mirada hacia Remus – Rose se sentía mal.
-Maldición… - Bufó la mujer colocando las manos sobre la cintura – Sigues sin comprender tus obligaciones….
-Lo sé perfectamente – Argumentó el chico frunciendo el ceño – No soy el mejor para el puesto pero…
-Él lo consideró así – Interrumpió Remus con calma – Sólo debes concentrarte.
-Claro…
-Escucha… - Suspiró el hombre luego de unos minutos en silencio – Sólo por seguridad hemos enviado dos escuadrones para vigilar la zona sur, no podemos descartar otro ataque. En Hogwarts, ya suficiente hemos perdido.
-Comprendo – Susurró James apretando los puños - ¿Draco y Gin? – Inquirió recordando a su pequeña hermana.
-Se encuentran bien – Sonrió Remus – Apenas la seguridad de Hogwarts sea reestablecida, regresaran.
-No sería mejor buscar otro lugar – Inquirió James preocupado – No es justo que el colegio siga siendo atacado, y más porque Draco es el responsable de esto.
-Lo sabemos – Murmuró Melissa pensativa – No obstante, el único refugio seguro es Hogwarts. Otra opción serían cuarteles de seguridad pero no es apropiado para una niña.
-Podrían quedarse en casa – Acusó encogiéndose de hombros
-No – Negó la mujer – Con Harry convaleciente y Hermione sin memoria es poco recomendable. Además le darán el alta.
-Bueno… - Meditó James – Ya conoce cierta parte de la verdad, sólo se verá como la continuación.
-Es riesgoso – Susurró Remus – Es reunir a todos los blanco de Rafael en sólo un punto.
-Quisiera que estuviesen en casa – Suspiró el joven auror cruzándose de brazos – Me haré responsable por su seguridad.
-¿Qué piensa Harry? – Preguntó Melissa intrigada
-No tendrá problemas – Aseguró el auror – Sólo será un tiempo hasta que poder conseguir algo mejor.
-Siendo así – Dijo la mujer – Procura realizar hechizos de seguridad, no podemos confiarnos.
-De acuerdo – Asintió el ahora jefe de aurores
-Ahora bien – Continuó la mujer – A ésta hora, Rafael ya conoce la identidad del nuevo jefe de aurores y probablemente ya esté buscando a Ron.
Un escalofrío recorrió el cuerpo del joven, ya pasaban cuatro horas.
-Hemos tomado medidas superficiales pero… - Dudó el licantropodo – Debes tomar una decisión oficial sobre Ron.
-Si debemos buscarle… - Susurró James recibiendo un ligero asentimiento del hombre.
-Si lo haces – Volvió a decir – Movilizaremos al cuartel hacia la zona sur e intentaremos sacarle. Y si decides simplemente confiar en él, sólo debemos esperar algún tipo de contacto, suyo o de Rafael.
El jefe de aurores bajo la mirada buscando la respuesta correcta sin dejar de pensar en la discusión con su novia, aquel hombre que pretendían rescatar o abandonar se trataba de su padre, ese hombre quebrado por el pasado y que resquebrajo su propia confianza ocultando la verdad sobre su madre, se encontraba en peligro. Conocía la situación y podía asegurar que Rafael estaría buscando al infiltrado o simplemente siguiendo un juego que tarde o temprano podría acabar.
Su falsa carta le explicitaba no buscarle y continuar con su obligación de capturar a Rafael pero también sentía la presión de su novia, y por que no, la suya propia de buscarle pero se rehusaba a ese impulso de salir corriendo tras el pelirrojo. Su orgullo se lo impedía. Aquel que quiso odiar y no volverle a hablar nunca más por tantas mentiras.
-James… - Dijo Remus desde el escritorio - ¿Qué decides?
-Seguiremos tal cual – Suspiró él desviando la mirada hacia la mujer quien había guardado silencio – No saquen el escuadrón de la zona, es mejor vigilarles.
-De acuerdo – Dijeron ambos aurores
-Le enviaré una lechuza al ministro con la decisión – Medito el joven auror golpeando ligeramente el escritorio de su amigo con los nudillos – Dijiste que Hermione será dada de alta – Inquirió dirigiéndose hacia la mujer, asintió – Será extraño verse viviendo con mi padre.
-Al parecer tenían una pequeña coartada… - Suspiro la mujer guardando unos pergaminos – Espero no ser parte del espectáculo, ya suficiente tengo con Luna.
-¿De qué hablas? – Preguntaron ambos hombres intercambiando miradas.
-Da igual – Negó la mujer – Procuren decirle la verdad a Hermione…
Sin esperar respuesta, salió de la oficina del hombre lobo.
-Deben decirle la verdad sobre Ronald, el divorcio…
-No lo creo prudente – Suspiro James pensativo – No quiero ni imaginar la reacción que tendrá cuando sepa que soy el novio de su hija.
-¿Qué podría decir? – Sonrió el licantropodo – Volverá a aceptar la verdad, descuida. De seguro está preocupada por estos siete años; su vida, si realmente pudo separarse de Ronald y rehacer su vida. Además, recordará el beso…
-Vaya trampa… - Susurró el auror rodando los ojos. – Por breves segundos mi padre se convirtió en el amante…
-¿Qué me dices de tu relación con Rose a espaldas de Samantha? – Se burló Remus ligeramente tranquilo por el semblante del muchacho, parecía recuperado de las últimas noticias – Lo realmente gracioso es que Harry y Draco vivirán en mismo techo…
-Oh no… - Soltó James borrando su sonrisa.
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-Te has vuelto loco… - Soltó Harry apenas escuchó el plan de su hijo. Se habían retirado del hospital para evitar ser escuchados por personas ajenas o la misma Hermione – Serán buenas las intenciones pero es riesgoso, confuso para Hermione.
-No dirás incómodo para ti – Suspiró el aludido enderezándose en su lugar apenas recibió la fulminante mirada de su padre – Lo siento. No hay lugares seguros para ellos y lo sabes.
-Sé perfectamente la situación… - Musito el moreno observando bajar a Rose y Mike del segundo piso – Será bombardear de información a Hermione y no quiero confundirla o que piense cosas extrañas.
-Después de la conjetura de los anillos… - Habló Natalie hojeando distraídamente un libro – Se encuentra intrigada por quien es tu esposa.
-¿De qué hablas? – Preguntó Rose dirigiéndole la mirada a su novio
-Darán de alta a Hermione – Vociferó el moreno sin quitarle la mirada de encima a su hijo – Vivirá con nosotros con la excusa de que tú vives con él – Aclaró a la mujer y volver hacia James – No obstante, James tuvo la idea de refugiar a Draco y Gin, aquí.
Una limpia carcajada de Mike se dejó escuchar mientras Rose rodaba los ojos.
-No estará celoso tío Harry – Se aclaró Mike llamando la atención de todos – Después de todo, Draco…
-Silencio Mike – Acusó su novia fulminándole con la mirada. – Sé que será incómodo pero igual es nuestra media hermanita, inténtalo por ella.
-Hablaremos con mi madre… - Susurró Rose – Conoce parte de la verdad…
-Me preocupa la seguridad del lugar… - Musito Harry – Ninguno se encuentra en plenas condiciones para luchar, si somos atacados…
-Le pedí a Remus y Melissa hacerse cargo, tranquilo – Acusó el hombre pero sus palabras parecieron inquietar a su padre – Levantaremos hechizos de protección extra y personas encargadas de custodiar la casa.
-De acuerdo – Susurró con resignación – Sólo procura advertirle a Draco sobre sus comentarios.
-Así lo haré – Asintió el muchacho sonriendo por la actitud de su padre. Nadie quería decirlo en voz alta pero el moreno claramente estaba celoso por compartir el mismo techo con Draco Malfoy, después de todo, el aludido había sido el amante de su primera esposa y compañero de trabajo de la castaña en Italia. Un mes lleno de rumores sobre un romance secreto que jamás fue pero que genero anticuerpos en el ojiverde.
Y el ex slytherin disfrutaba hacerle enojar.
-Voy a buscar a Hermione – Acusó el moreno dirigiéndose hacia la chimenea – Después de acomodarle le diremos sobre Malfoy.
-Espera papá… - Atajó Natalie incorporándose del sillón - ¿Qué le dirás sobre los anillos?
-Le pregunto a Luna sobre el estado civil de mi padre – Susurró James acercándose hacia su novia y amigo, sonrieron. – Lo último que recuerda es que fueron amantes, es normal que pregunte por tu estado civil…
-No fuimos amantes – Resopló el moreno sintiendo como sus mejillas se acaloraban –
-Seguía casada… - Vociferaron los jóvenes son poder evitar reírse
-James Potter – Dijo el moreno entrecerrando los ojos. Su hijo borró su sonrisa, sabiendo el contraataque – Es mejor no hablar del pasado…
-Estoy de acuerdo – Asintió el auror - ¿Qué haremos? No es conveniente confundirla, ya suficiente es no recordar nada.
-Sabe que estás casado – Musito Mike – O inventas algún viaje de tu esposa o consigues una coartada con otra mujer.
-No voy a traer a una mujer para eso, Mike – Acusó el ojiverde ofendido con el comentario – Prefiero decir que estoy en trámites de divorcio.
-Creo que el primer paso es confesarle su divorcio con el tío – Suspiro Natalie – Si llega a preguntar por tu esposa, dile que está de viaje.
El profesor de defensa observo la aprobación del resto, suspiro.
-Regreso enseguida… - Dijo caminando hacia la chimenea
-Te acompañó Harry – Acusó Mike despidiéndose de su novia – Recuerda lo que te dije, Rose – Acusó enviándole una mirada de advertencia – Cuídala James.
-De acuerdo – Dijo el joven auror abrazando a su novia por los hombros – Disculpa la tardanza – Confesó apenado escuchando a su padre y amigo desaparecer por la chimenea – No quise tardar más de la cuenta.
-No estabas en el ministerio – Susurró frunciendo el ceño – Melissa te buscaba.
-Lo sé – Musito bajando la mirada – Te lo contaré después, te lo prometo – Sonrió.
-Bien – Dijo no muy segura de las palabras de su novio.
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Se había terminado de vestir para salir de aquel hospital y comenzar a recuperar sus recuerdos, y lo ansiaba como nadie pero no podía evitarse sentir miedo; los años no pasan en vano y lo último que recordaba le hacía sentir aún más confundida, después de todo, perder la memoria sin conocer la decisión que tomo hace algunos años haría perder la cabeza a cualquiera.
Su decisión de separarse de su esposo.
-No me corresponde decírtelo, Hermione – Había dicho la rubia medimaga durante la mañana
Cuidadosamente se acercó hacia la puerta de la habitación procurando agudizar el oído, su mejor amigo había llegado para buscarla y pasar una temporada en su casa en tanto se recuperaba pero la conversación de él junto a otra mujer le ponía los pelos de punta.
-No era necesario – Escuchaba pegada a la puerta. Del otro lado se escuchaba la voz de Harry y de… - Puedo hacerme cargo, Melissa.
-Son ordenes de James – Vocifero la mujer ligeramente molesta.
-Desde cuándo tan apegada a la autoridad – Volvió a decir el moreno en tono de broma – No conocía esa faceta tuya, ruega porque no te escuche.
-Una vez seguí tus ordenes, Potter – Soltó la mujer provocando en Hermione sentimientos encontrados. No entendía como interpretar esa frase – No lo olvides.
Podía recordar a Melissa Mills y jamás congenió bien, posiblemente porque se quería entrometer en la relación que sostenía su mejor amigo con Ginny pero ahora, ya no había relación. Frunció el ceño recordando los anillos del ojiverde, preguntándose si acaso había caído en las redes de esa mujer.
De sólo pensarlo, su mundo daba vueltas
-No quiero problemas – Susurró el ojiverde sacando de sus pensamientos a Hermione – Ni insinuaciones… - Aquella confesión incómodo a la castaña.
-No tienes a tu esposa precisamente aquí, Potter – Confeso la mujer sorprendiendo a la castaña, si bien sabía del estado civil del moreno, algo de esperanza guardaba – Técnicamente eres libre.
-No soy libre – Suspiro Harry – No importa la condición, sigo casado.
-Que aburrido… - Bufó la mujer – Podríamos divertirnos ahora que has recuperado la memoria.
Ahora que ha recuperado la memoria, qué significa eso. Se dijo Hermione a punto de salir de la habitación pero se contuvo.
-Ya te has olvidado de él – Inquirió Harry apaciguando la molestia de la castaña – Ni siquiera sabemos en qué condición se encuentra.
-Vigilamos el lugar – Musito – Sabe lo que hace…
-Me imaginó que sí – Suspiro con cierta derrota.
-Todo en orden – Escuchó la castaña la voz de Luna para luego alejarse de la puerta. A los pocos segundos ésta se abrió dejando pasar a los aurores – Recuerden tomar las cosas con calma… - Susurró echándole una mirada a Harry – Mike te entregará la poción que usarás para contra restar el dolor de cabeza, espero vaya disminuyendo.
-Cuando recuperare la memoria…
-Con el tiempo… - Musito la mujer – Retomar contacto con personas cercanas te ayudará. No puedes regresar al trabajo y mucho menos esforzar tu memoria, sería peor.
-De acuerdo – Suspiró la castaña observando a su amigo. – Harry… - Acusó llamando su atención – No quisiera ser una carga para ustedes, puedo regresar a mi casa y cuidarme sola. Además, el ministerio debe necesitarte.
-Eh… no, no Hermione – Negó el aludido frunciendo el ceño – Después de lo que ocurrió en Hogwarts, la situación es complicada.
-Harry…
-No soy auror… - Confesó haciendo callar a la castaña. Luna rodó los ojos – Somos compañeros de trabajo en Hogwarts.
-¿Qué dices? – Pregunta visiblemente sorprendida
-Por ello estaba en Hogwarts
-Harry… - Reclamó la sanadora – Habrá tiempo para ponerse al día, es mejor que guardes reposo, Hermione – Dirigiéndose a la castaña
-Sí, tienes razón – Susurró Hermione pensativa.
-Vámonos – Sonrió el ojiverde extendiéndole la mano a su esposa. Apenas de las dudas, la castaña lo aceptó y juntos caminaron fuera de la habitación
Sujeto la mano izquierda del moreno rozando los anillos que portaba, la inquietud volvió a recorrer su cuerpo y su mente formulaba cientos de preguntas que temía conocer la respuesta. Desde la nueva ocupación de su amigo hasta su propia situación sentimental con Ronald, podía observar el intercambio de miradas de Harry y Luna, ésta última intentando apaciguar los ánimos del moreno por decirle la verdad.
Mientras avanzaban por el pasillo hacia la chimenea más cercana podía sentir la presencia de Melissa, lo primordial que recordaba de la mujer es que ansiaba estar a solas con el moreno. Podía recordar los celos de la pelirroja y lo despistado de su amigo para no darse cuenta de las intenciones de la morena y guapa mujer.
-Aquí les dejo – Acusó Melissa – Según entiendo enviarán un escuadrón para asegurar la casa.
-De acuerdo – Susurró Harry – Gracias Melissa.
-De nada
Hizo un gesto de despedida hacia la auror para luego ingresar a la chimenea junto a Harry, con el corazón latiéndole a mil por hora por lo que encontraría en la casa del moreno. Su recuerdo más nítido estaba dirigido a cuando su amigo se había emborrachado hasta perder la razón, profundamente dolido por la muerte de su esposa y el desprecio de su mejor amigo.
No podía imaginar qué tanto había cambiado ese lugar.
Apenas volvió a abrir los ojos se encontró en la casa del moreno; Natalie sonreía desde el sofá, James y Rose lo hacían cerca de las escaleras, y por extraño que parezca, de igual manera les devolvió la bienvenida sintiéndose menos inquietad de cómo estaba en el hospital.
Su hija se alejó de su novio para abrazarle con emoción y no era para menos, había desaparecido por casi dos meses.
-Bienvenida mamá – Dijo Rose sin dejar de sonreír
-Gracias… - Susurró ella – Es extraño volverte a ver, ya mujer.
-Es costumbre – Acuso la auror – Con los días no será extraño.
-Harry me dijo que vivías aquí – Dijo sorprendiendo a todos. Natalie rodo los ojos con exasperación – Con James.
-Papá… - Suspiro el aludido moviendo la cabeza – Habíamos acordado…
-Lo siento – Sonrió su amigo apenado – Lo hice cuando despertó. Además, no es justo que se sientan incómodos con la situación.
-Tranquila tía – Dijo Natalie acercándose hacia ella para abrazarle – Con la ayuda de todos sabremos ayudarte. Mi padre perdió la memoria pero supo recuperarla y poner las cosas en orden – Sonrió buscando la mirada de su padre. Le inquietaba la doble intención de sus palabras
-Cuando llegará Draco – Inquirió su hija llamando su atención ¿Por qué mencionaba al rubio con tanta naturalidad?
-Le pedí a Melissa traerlos mañana – Contesto James – Nos da tiempo.
-¿De qué hablan? – Pregunta sin poder aguantar la curiosidad – Sé que he perdido la memoria pero un poco de información no estaría mal.
Su hija y sobrinos intercambiaron miradas con rapidez, Harry suspiro – Será una larga historia, no queremos confundirte.
-Necesito conocer mi presente, Harry – Acusó frunciendo el ceño – Y más cuando él vendrá aquí.
-De acuerdo – Susurró James señalando la cocina – Les parece si comemos algo mientras te explicamos – Mirándole sin dejar de sonreír
Con ciertas dudas, asintió.
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Sujeta la mano de su novio por debajo de la mesa para reconfortarle por enésima vez durante el relato de Harry sobre los últimos años, cada palabra parece evocar una escena en particular de su vida y las emociones regresan a todos como si fuese sido ayer. No hay mayores detalles sobre los sentimientos o la relación que cada uno tenía en ese entonces, dejaron en acuerdo simplemente remitirse al asunto de Henry, la zona sur, Draco y la aparición de Gin en la vida de todos. No obstante, la mayoría recordaba los pormenores que sucedieron, los conflictos internos y las travesuras que hicieron.
Sobre todo cuando intentaban unir a sus padres.
-Se infiltro hace algún tiempo en la zona sur – Decía Harry terminando de comer – Lo hizo apenas se enteró de la existencia de Rafael y su vinculación con la muerte de Ginny. Él te salvó – Confeso bajando ligeramente la mirada, de seguro apenado porque no pudo participar de la acción. – Aprovecho la intervención del ministerio en la zona para sacarte de ese lugar.
-Se refugió en Hogwarts junto a Gin – Soltó James apretándole la mano – Como sabes fue atacado hace poco, Ron se infiltró nuevamente y el lugar no es seguro. El ministerio les brindó protección pero no es el lugar adecuado para una niña, decidí que lo mejor es permanecer juntos.
-Comprendo – Dijo su madre pensativa. No sería fácil asimilar tanta información - No regresaras al ministerio – Inquirió observando al ojiverde.
-No puedo, estoy bajo cuidado médico – Suspiro cruzándose de brazos – Además he estado alejado del cuartel hace muchos años, prácticamente nunca regrese después de lo sucedido con Ginny. – Susurró esbozando una pequeña sonrisa, todavía era difícil hablar de lo sucedido pero sin duda dolía menos – Después de la última colaboración al ministerio cuando Ron se infiltró por primera vez, no regresé y acepte el trabajo en Hogwarts.
Natalie sonrió pero lo disimulo perfectamente; recordaron el coqueto de sus padres la noche que desapareció Ron.
-¿Quién está a cargo? – Inquirió su madre para sacar a todos de sus pensamientos – Del cuartel…
-Yo… - Acusó James ganándose la mirada de todos – Así lo decidió el tío Ron.
-Creo que es suficiente por hoy – Dijo pasando la mirada por su novio y prima – No eres la única que se sentirá extraña con la presencia de Draco, cuando finalizaron las operaciones en la zona, él y Gin regresaron a Italia – Confesó – Nos hemos mantenido en contacto, visitándonos pero jamás hemos tenido una convivencia.
-Salvo… - Iba a decir Natalie pero una mirada de Harry le hizo detenerse. – Lo dejaremos para después.
-Es mejor descansar – Acusó el ahora jefe de aurores incorporándose de la mesa – Mañana será otro día.
-¿Quién estará a cargo de la seguridad? – Inquirió Harry
-Será Remus – Informó James – Melissa se quedará trabajando con Teddy y Joshua en la seguridad de la zona sur.
-Es lo mejor – Susurró la pelirroja rodando los ojos – Ha trabajado para varios países en los últimos años y es buena. Lo mejor es que se quede contigo.
-Trabajando… - Aclaró Rose sintiendo la mirada de su madre. Sintió un ligero rubor cubrir sus mejillas
-Esto será divertido… - Canturreo la chica despidiéndose de todos – Que descansen.
-Mamá quieres acomodarte en la habitación – Acusó
-Quiero quedarme un poco más – Confesó sonriendo – No te importa Harry
-No para nada – Negó el aludido – Yo te acompaño
Se despide de su madre y tío con la ligera sonrisa, aliviada porque regresaba a casa después de meses de angustia e incertidumbre. A pesar de no recordar los últimos años y posiblemente sentirse como una extraña en su propia casa, lo tranquilizador para Rose y de seguro para los hermanos Potter era poseer la certeza de que sus padres volverían a estar juntos.
Su amor estaba fuertemente ligado a esa amistad entrañable.
-¿Cómo lo superaste? – Inquirió la voz de su esposa rompiendo con el silencio de la cocina – Perder la memoria…
-No es sencillo – Susurra apoyando los codos sobre la mesa – Sientes una pesada nube sobre tus recuerdos, optas por el refugio de los recuerdos persistentes pero la curiosidad es enorme, son seis o siete años – Sonríe siendo correspondido por Hermione – Son muchos los escenarios que pasan por tu mente.
-Debiste pasar por lo mismo, lo siento – Dice sujetando su mano con fuerza
-Fue difícil enfrentar la realidad – Suspira él – Revivir la muerte de Ginny, las mentiras del ministerio y recordar al verdadero culpable de todo – Sujeta la mano de su esposa, los anillos rozan y puede observar su incomodidad. – No obstante, siento alivio de saber que pude superar el dolor y sonreír a pesar de las dificultades. Conseguí rehacer mi vida junto a mis hijos.
Sujeta con fuerza la mano de su esposa con la intención de transmitir todas aquellas emociones que vivieron juntos, cuando todo era oscuridad, solo ella pudo nadar hasta encontrarlo y traerlo nuevamente a la vida.
-¿Y yo? – Inquirió Hermione deshaciendo el contacto con él. Su boca se seca y espera impaciente las siguientes palabras - ¿Qué sucedió conmigo? – Dice casi a modo de súplica
Su esposa jamás dejaría pasar un día y exigiría conocer su pasado y presente, su súplica tenía un doble sentido, exigiendo la verdad sobre una decisión importante tomada hace mucho tiempo.
-Hablas sobre Ronald - Dijo en apenas un susurro. Hermione pareció dudar pero asintió
-Esa navidad… - Soltó bajando la mirada – Había considerado la posibilidad de divorciarme de él…
-Así es.
-Lo hice… - Interrogo conectando la mirada con él. Nunca había podido mentirle y menos cuando su corazón estaba por expulsar todo lo que sentía
-Sí Hermione – Asintió devolviéndole la mirada – Se divorciaron a los pocos meses, él no puso demasiados reparos y por aquel entonces ya pensaba en infiltrarse por primera vez.
Le mira bajar la mirada para concentrarse en algún punto de la mesa, posiblemente intentando recordar, evocar alguna mínima imagen de lo sucedido pero parecía un papel en blanco porque podía observar su frustración. Se recostó sobre la silla para ocultar sus manos en los bolsillos, tanteo la pulsera que le regalo para navidad y la extrajo del bolsillo para mostrársela delante de sus ojos.
-No encontré la pulsera cuando desperté – Susurro intentando cogerla pero el ojiverde le sujeto por la muñeca – Aún la conservo…
-Cuando recordé el ataque a Hogwarts – Dice pasando la pulsera con sumo cuidado alrededor de la muñeca – Caí en la trampa de Rafael porque me hizo creer que estabas muerta, quise perder la memoria nuevamente. No podría superar ese dolor.
-Me tienes aquí, contigo – Acusa está vez sujetándole la mano, rozando los anillos y él intenta controlar el impulso de besar sus labios – Supongo que lo has hecho bien estos años… - Con sus dedos juega con los anillos – Te has vuelto a casar.
Su corazón se agita intentando hilar algún relato coherente que le permitiese mostrar sus verdaderos sentimientos pero su mente está en blanco, sólo quiere besar sus labios pero se contiene sabiendo cuán apresurada esa la decisión. Sujeta sus manos con fuerzas y conectan sus miradas tal y como lo hicieron aquella navidad, y en general, como siempre lo han hecho.
-Sí, estoy casado.
-¿Con quién? – Preguntó intentando sostener su mirada
Se quedó en silencio pudiendo medir la situación porque definitivamente no podía ocultar la verdad por más tiempo, la mujer que amaba le pedía a gritos respuestas sobre un pasado que apenas recordaba y por ningún motivo iba a permitir que piense que sus vidas estaban separadas. Deshizo la unión de sus manos para luego quitar del dedo anular el anillo más pequeño, sosteniéndolo sin poder evitar recordar el baile de navidad y de cuando le pidió frente al colegio ser su esposa.
Volvió a sujetar la mano de la castaña y acerco el anillo hasta su dedo, pudo percibir el intento de zafarse pero la contuvo, podía comprender su confusión por la nula respuesta y posiblemente de las extrañas conjeturas que su cabeza estaría formulando. Calzo el anillo sobre el dedo anular de su esposa para luego cerrar su mano y besarla con ternura, sin dejar de mirarla en ningún instante y bajo el silencio de esa noche.
-Harry
-Eres mi mejor amiga – Dijo en apenas un susurro – Mi compañera de trabajo en Hogwarts y mi amante esposa hace cinco años – Confiesa provocando un escalofrío en la castaña y entonces el divorcio cobro sentido, aquel beso bajo el muérdago tuvo un significado – No podría haberme casado con otra, sólo contigo.
Acortó la distancia que les separaba para unir sus labios en un anhelado beso, volviendo a reencontrarse después de una larga temporada separados, recordando juntos lo que habían olvidado y descubrimiento aquel pasado cooptado por la magia. Utilizando la propia magia que poseían para llenar las lagunas que poseían.
Sus recuerdos habían prevalecido de manera distinta pero les permitieron encontrar el camino hacia la persona que amaba: Harry por medio de la amistad que sentía por la castaña y ésta última basada en el – hasta ahora – primer y único beso que recordaba y bajo circunstancias que cualquier persona consideraría poco significaba pero no para ellos, no para los mejores amigos.
-Si estás mintiendo… - Susurró la castaña pegando su frente a Harry – Te juro que…
-Nunca – Aseguró con los ojos brillantes de emoción - ¿Con quién podría casarme? Con Cho, Melissa u otra
-Cállate – Dijo volviendo a besarle con paciencia – Comienzo a recordar porque nunca me simpatizaron.
Sonrieron entre beso y beso porque las viejas costumbres no parecían cambiar.
Oh y Merlín jamás las cambiase.
Hola de nuevo! Comenzando una nueva semana, según mis registros, este capítulo no alcanzó a ver la luz cuando hice la primera publicación de la historia y corresponde al proceso de Hermione y sus recuerdos, si bien recuerda sus sentimientos por el moreno, no todos sus recuerdos están con ella e irán regresando lentamente
Publicaré en pocos días el próximo capítulo. Hasta pronto
