TODOS LOS PERSONAJES PERTENECEN A JK. ROWLING

BUENA LECTURA.

Frente a ti: Recuérdame

2° TEMPORADA

Capítulo Diecisiete

"El hechizo"

-Dime la verdad Ronald – Decía después de varios meses sin visitar ni comunicarse con el pelirrojo – Me acabo de chequear en el hospital por cuestión de rutina y resulta que poseo un hechizo de rastreo, crees que es gracioso – Bufó mirando la sonrisa de su amigo – Debieron pensar que tengo un esposo o una pareja controladora.

-No pretendo controlarte – Musito borrando la sonrisa – Solo cuidar de ti, Luna.

Ante el silencio de su hijo, añadió.

-No pensé que poseías instintos psicópatas – Comentó sonriendo

-Mamá – Susurró rodando los ojos – Solo quería cuidar de ella.

-Ya veo – Dijo ofreciéndole la poción – Según entiendo da la ubicación exacta y monitorea peligros potenciales.

-Algo así – Balbuceo Joshua con las mejillas sonrojadas – Lo siento mucho.

-Descuida – Dijo observando al chico sostener indeciso la poción – Procura quitar el hechizo, no pretenderás seguirla a todas partes.

-Claro que no – Negó desviando la mirada desde la poción hasta sostenerle la misma a su madre – Lo haré apenas despierte.

-Bébela – Ánimo la rubia – Te sentirás mejor después de dormir un poco.

-Sí, gracias.

-Joshua… - Le detuvo Luna - ¿Por qué lo hiciste? Eres mi hijo, sé cuán prudente y metódico eres para actuar, lo último que harías sería desobedecer una orden y más cuando viene desde el jefe de aurores. Incluso me sorprende que Ronald te haya dejado salir de ese lugar, así.

-¿Así cómo?

-Desesperado por Nat…

Su hijo iba a rebatir cuando la puerta se abrió bruscamente para asomarse Mike.

-Es Hermione… - Soltó con la respiración agitada

-La poción… - Señaló la mujer la poción de su hijo para salir disparada de la habitación y dejar solos a Natalie y Joshua.

Apenas salió hacia el pasillo se encontró con el murmullo proveniente de la entrada principal, la llegada de Eric le hizo poner mayor atención a su trabajo y a sus pacientes, lo último que quería era distraerse a causa de una persona que no valía la pena y menos después de tantos años. Coincidían en reuniones de equipo o espacios comunes pero jamás se habían quedado a solas.

Cerró la puerta tras de sí, observando a priori el estado de la castaña: pálida, sudorosa y la respiración debidamente controlada después de una nueva escena tras haber recuperado una parte de su memoria. Su estado avanzaba rápidamente siendo el tiempo de recuperación pos ataques o escenas, mayor que el anterior y propiciando un escenario complejo.

-¿Cómo está? – Preguntó en apenas un susurro

-Dormida… - Contesto con el ceño fruncido – Fueron tres dosis…

Cerró los ojos por breves segundos mientras lanzaba un suspiro.

-¿Qué haremos? – Volvió a decir

-Volveremos a chequear los datos y sus niveles de magia – Dijo pensativa – Quizás podamos detectar algún hechizo oculto tal y como ocurrió con Harry.

-De acuerdo.

-Presiento que nos queda poco tiempo y no podemos perderlo

-Luna… - Dijo el moreno observándole. Se acercó lentamente hacia la cama donde reposaba la mujer - ¿Qué sucede?

-No tendré los resultados hasta por la tarde – Masculló con preocupación – Pero sus memorias avanzan con demasiada velocidad y los efectos colaterales aumentan de intensidad. Bajo ningún concepto es bueno y agravan la situación.

-¿De qué manera? – Pregunta sin quitarle la mirada a su esposa.

-Es probable que pierda la consciencia indefinidamente.

-No entiendo…

-El dolor podría ser tan intenso… - Contesto Mike sin dejar de escribir en el pergamino mientras hacía múltiples hechizos sobre la castaña – Que el cerebro optaría por su método de autodefensa más primario: Desconectar las funciones neuronales para poder recuperar el control pero no tendríamos la certeza de cuánto tiempo tomaría.

-Podrá despertar

-No lo sabemos – Murmuró Luna pensativa – Mi única sugerencia es adelantar ese proceso y ser nosotros quienes provoquemos ese estado de inconciencia – Añadió mirando al moreno – Es mejor si nosotros controlamos la situación.

El moreno guardó silencio para luego besar las manos de su esposa y bajar la cabeza para apoyarla sobre las mismas, la expresión parecía ser de completa rendición, anticipándose al peor de los escenarios. Aquel simple gesto hizo que ambos sanadores se les encogiera el corazón, pocas veces el ojiverde se mostraba tan abatido por una situación.

-Estará bien – Susurró la mujer con paciencia – No te rindas, Harry – Animó apoyándose en su hombro – Haré todo lo posible para evitar eso, volverá con nosotros.

-No lo entiendo – Masculló en la misma posición - ¿Por qué liberarla de ese sueño para postrarla de nuevo? ¿Por qué jugar con nosotros de esa manera? Sería más sencillo habernos asesinado a armar este estúpido juego.

-Porque entonces seguirías fuera del ministerio – Comentó la rubia al aire – El pasado de Ronald sería suficiente para nublar su juicio, ni quisiera Josh podía ayudarlo, y los chicos estarían completamente desorientados por su desaparición…

El pelinegro subió la mirada hacia la castaña quien poseía mejor semblante pero apenas se percató de aquellos, todos los pensamientos estaban puestos en las palabras de la rubia y la secuencia de eventos que seguía reproduciéndose como hace más de cinco años con Henry: Salvo el problema inicial todo eran distracciones que les tomó años resolver y dar con el verdadero culpable de la muerte de Ginny. Hasta ahora ningún evento podía catalogarse como coincidencia y menos después de la partida de Ron Weasley hacia la zona sur.

-Maldito bastardo… - Escupió incorporándose bruscamente de la cama. - ¿Cómo pudimos caer en la misma trampa?

-No es seguro…

-Claro que sí – Suspiro revolviéndose el cabello con intenciones de salir

-Espera… - Soltó la mujer – Todo el mundo está fuera, James y Rose de seguro se fueron. Mejor visita a Natalie, pronto despertará y además es el primer motivo por el cual ambos – Señaló a Hermione – Vinieron.

-Bien… - Balbuceo intentando tranquilizar sus emociones

-Harry… - Le retuvo la rubia con voz severa – Sea lo que sea que estés pensando, hazlo cuando regresen a casa.

Como un niño pequeño regañado, asintió lentamente.

Apenas abandono la habitación tuvo la intención de caminar hacia izquierda donde se encontraba James pero termino por buscar la habitación de su hija, debía considerar las palabras de la rubia y lo peor que podía hacer era tomar una decisión apresurada. Ya tendría tiempo para conversar con el auror y convencerle de reintegrarlo al cuartel de aurores, ya suficiente provecho había sacado Rafael para seguir postergando la decisión.

Se asomó entre la puerta para observar a Joshua sostener una poción entre las manos, sumamente concentrado y preocupado. Seguía causándole extrañeza que aquel muchacho hubiese regresado desde una ubicación secreta para simplemente rescatar a Natalie, no obstante la imagen del ministerio de magia seguía dándole vueltas, convenciéndole que el par de jóvenes comenzaba a sentir una atracción innata.

-Muchas gracias – Dijo en apenas un susurro, el muchacho se sobresaltó ante su presencia – Lo siento.

-Descuida… - Dijo en el mismo tono, dejando la poción de lado – No debes agradecer nada.

-Claro que sí – Rebatió frunciendo el ceño mientras cerrada la puerta – En este momento podría estar en manos de Rafael… - Susurró posando la mirada sobre su hija - ¿Cómo te sientes?

-Estoy bien – Aseguró sonriendo – Recibí un pequeño hechizo pero es superficial. – Dijo señalando su vendaje - Fue bastante rápido.

Guardó silencio para seguir observando a su hija dormida después del ataque de los mortifagos, milagrosamente había escapado de ellos y hoy la tenía junto a ellos pero lejos del milagro, el papel del hijo de Luna fue importante para prevenir otra desgracia. No podía hacerse la idea de alejarse de su hija y menos estando en manos de aquel sujeto tan ruin.

-Fue por ella. – Vocifero desviando la mirada hacia el chico – Regresaste por ella – Aclaró

-Sí – Susurró él incómodo – Lo supe por medio de él y sin siquiera decirle a nadie, regresé.

-Josh…

-Fue la primera con quién platique de mi padre… - Interrumpió con la mirada en la chica – Éramos pequeños cuando ocurrió y posiblemente nadie lo recordaba pero lo hice. No es sencillo afrontar a ese hombre después de tantos años pero con ella fue menos doloroso y más cuando Ron se encuentra lejos.

El moreno aguardó las siguientes palabras del auror.

-Sería apresurado decir que estoy enamorado – Continúo Joshua sin despegar la mirada de Nat – Pero puedo decir que me importa y mucho.

-No son unos niños – Musito esbozando una sonrisa – Procuren que nadie salga lastimado.

Joshua asintió lentamente.

-Cuando despierte… - Dijo después de unos minutos en silencio – Y salgan del hospital, podrías acompañarla a casa – Pidió en un gesto de preocupación, el chico lo captó porque asintió casi de inmediato – Hermione se encuentra en la habitación continua – Señaló suspirando con cansancio – Comienza a recordar pero los efectos secundarios son peores que la amnesia.

-Podrá recuperarse – Aclaró preocupado por el estado de salud de la castaña

-Debo esperar los resultados… - Dijo intranquilo – No quisiera moverme de aquí pero…

-Comprendo Harry – Acusó Joshua – Dejaré a Natalie en casa, descuida.

-Gracias – Sonrió el ojiverde tranquilo por dejar a su hija en buenas manos. Sin importar lo sucedido entre ambos chicos, él era una persona de confianza.

-Le prepararon una poción para dormir, pronto despertará.

-De acuerdo – Asintió – Volveré cuando haya despertado

El chico asintió para luego abandonar la habitación más tranquilo a cuando ingresó, el temor inicial por la pelirroja desapareció apenas le vio dormida sobre la cama, relajada y sin signos de haber recibido alguna maldición. Avanzó por el pasillo maldiciendo a Rafael y su sequito de lunáticos por haberse metido con su familia, sacándoles del camino una y otra vez para poder ejecutar su plan con relativa paz.

Después de escuchar las palabras de la rubia todo pareció cobrar sentido tal y como hace cinco años cuando descubrieron las verdaderas intenciones de Henry; sacándolo del juego de la peor manera posible, sujetándose de la relación de Ginny y Draco para arrástralo a Ronald y a él hacia una espiral de odio y dolor.

Hoy, el escenario parecía ser similar.

Les había capturado con la intención de distraer a James y Rose, porque sabía perfectamente que si ejecutaba su plan con ellos dentro del juego, inmediatamente se habrían involucrado en la lucha. Se aprovechó de los fantasmas del pasado del entonces jefe de aurores, colocándole en disputa con James. Alimentaba los temores del pelirrojo atacando a la mujer que amaba y su hijo.

Incluso él seguía siendo una marioneta de la voluntad de Rafael, porque aun estando recuperado del ataque no podía ayudar por la preocupación que sentía por su esposa. Y hoy volvió a hacerlo, intentando atacar a la hermana menor del jefe de aurores.

-Ya despertó – Le dijeron apenas se acercó a Mike – Está platicando con Luna, puedes pasar.

-Gracias – Susurró abriendo la puerta de la habitación.

Su mirada rápidamente viajó hasta posarse sobre su esposa quien le devolvió la mirada con intensidad, siempre ocurría lo mismo después de despertar de algún episodio, observándose como si fuese la primera vez y sonriendo tímidamente porque habían recuperado un pedazo más de su vida. Sin darse cuenta se encontró sentado a su lado, sujetando su mano y preguntando si todo estaba bien.

-Comprendo porque estabas inseguro con Draco – Comentó sonriendo y provocando que él se sonrojará violentamente – Descuida, sigo amándote.

-Me alegra saberlo – Suspiro bromeando

-Sé lo que Luna dijo… - Susurró borrando ligeramente su sonrisa – Sacando cuentas podría tener otros tres episodios de recuerdo o incluso menos – Aclaró con preocupación – Cada recuerdo es como recibir un cruciatus directo al cerebro y posiblemente no pueda resistir el último.

-¿Qué quieres decir? – Soltó Harry sintiendo la garganta seca – Luna dijo que podías quedar inconsciente.

-No podría despertar…

-Me resisto a la idea de que puedas morir – Escupió sintiendo una punzada sobre las sienes – No ahora que sigues recuperando tus recuerdos, es injusto.

-Posee una maldición extraña – Vociferó la rubia del otro lado de la cama. Su esposa parecía en desacuerdo con la confesión porque frunció el ceño – Cuando regrese a ese estado, volverá a perder los recuerdos recuperados y cuando despierte volverá a recuperarlos de la misma forma. Según tengo entendido, lo usaban los magos en la antigüedad para resguardar sus conocimientos adquiridos por ladrones comunes o magos oscuros, poseían un tiempo prudente para seguir las investigaciones o la creación de una poción mientras recuperaban sus recuerdos.

-¿Por qué harían algo así? Provocándose dolor – Inquirió el moreno intrigado por la nueva información de su amiga.

-Usaban paliativos para el dolor, perfeccionan los hechizos

-Y los tiempos de recuerdo eran más extenso, el mío dura casi un mes.

-Un mes de recuperación y no podría estimar el tiempo de inconsciencia – Meditó la mujer – Ese tiempo estuvo lejos de nosotros.

-Hay cura… - Inquirió Harry posando la mirada sobre Luna.

No obstante, podía observar de reojo la mirada de suplica de la castaña para que callará.

-Luna – Presiono

-Se creía que asesinando al mago en cuestión se podrían recuperar los recuerdos – Suspiro la mujer causando extrañeza en el moreno

-No tiene sentido…

-Lo importante para los magos oscuros era la información – Aclaró la sanadora con paciencia – Sin embargo, los recuerdos se perdían apenas el mago fallecía.

-Entonces…

-Luna… - Interrumpió la castaña con súplica – No es necesario.

-Hermione – Dijo el ojiverde – Sea cual sea la cura, lo conseguiré.

-No es una cura es…

-Le pedía a un mago de estricta confianza ejecutar el hechizo – Suspiró Luna – Si él moría entonces el hechizo se rompía sin mayores problemas pero generalmente lo hacía el mago en cuestión y todo el conocimiento adquirido, recuerdos, vivencias le pertenecía al mago de confianza.

-Fue él – Inquirió Harry con voz ronca

Ambas mujeres asintieron a medias.

-No lo hagas – Pidió la mujer sujetando la mano de su esposo – Entiende que la maldición además de antigua es secreta, principalmente porque nadie sabía quién sería esa persona de confianza.

-Si lo sabemos es porque dejó entrever residuos de magia – Aclaró la sanadora – Comienza a mover las piezas porque él lo desea, lo consiguió con Ronald porque sigue permitiendo su estancia en la zona sur, controla cada jugada y ahora se deja observar porque necesita que vayas por él.

-Hermione – Susurró él – No puedo quedar de brazos cruzados, esperando que siga atacando a nuestra familia. Si lo pintan de ese modo entonces también Ron está en riesgo, podría ser atacado en cualquier momento. – Acarició el rostro de su esposa con sumo cariño – Suficiente tiempo nos hemos mantenido al margen del ministerio y los aurores tal y como siempre lo quiso Henry y ahora Rafael.

-No puedes hacerlo solo.

-Mione… - Iba a decir Luna pero el moreno se adelantó

-Es riesgoso… - Suspiro con preocupación – No sabemos cuándo tendrás nuevos episodios, sólo necesito que aguantes un poco más y haré todo lo posible para librarte de ese hechizo.

-Harry – Habló Luna – El residuo de magia es pequeño, podría incluso no ser de él. – Aclaró – Sé prudente, por favor.

-¿Cuál es la magia? – Inquirió

-Te enseñaré el hechizo para verificarlo – Sonrió la mujer – Y te daré la muestra para comparar, se tiñen del mismo color.

-Comprendo.

-Bien – Suspiro la mujer incorporándose de la silla – Voy a buscar la muestra, vendré enseguida.

Ambos magos asintieron para quedar en silencio.

El escenario comenzaba a aclararse para todos pero con la incertidumbre de los próximos pasos a seguir, inquietos porque el siguiente fuese decisión propia y no la premeditación de Rafael, siempre a cinco pasos por delante, porque ese simple pensamientos les generaba impotencia. Si ese fuese caso entonces tomarían el riesgo de seguir en el juego con la seguridad de que podrían ganar.

Porque hace más de cinco años, el coraje de una pelirroja había derrumbado el plan perfecto de los Lyon.

oOoOoOoOoOoOoO

Apenas despertó se encontró con la sonrisa de Joshua.

-Vaya siesta – Bromeó el auror dejando de lado una revista de Quidditch – Comencé a pensar que pasaría la noche aquí.

-¿Qué hora es? – Preguntó intrigada mientras se incorporaba de la cama

-Descuida – Dijo haciendo un gesto de despreocupación – Son las cuatro de la tarde, dormiste hora y media.

-¿y tú? – Le miró alzando las cejas. – Me esperabas para…

-Sí, claro… - Carraspeo sonrojándose – Vino Harry y me pidió que te dejará en casa. – Y añadió ante la siguiente pregunta – Hermione volvió a sentirse mal y está en reposo. Tu padre dijo que se quedaría.

-Comprendo – Musito preocupada por el estado de su tía – Quiere decir que podemos irnos.

-Sí

-Perfecto – Sonrió Natalie incorporándose lentamente de la cama – Espera, te ayudo – Dijo llegando junto a Joshua quien seguía vendado – Sinceramente, voy a hacer yo quien te lleve a casa. – Bromeo colocándole la túnica por encima de los hombros – Me siento responsable por lo sucedido – Confesó bajando la mirada mientras abrochaba los botones de la camisa de su amigo.

-No tienes porque… - Contesto el auror con los labios ligeramente pegados a la frente de la chica – Yo decidí viajar.

-Sí pero…

El abrupto abrir de la puerta les hizo separarse y posar rápidamente la mirada sobre el recién llegado, esperando encontrar el semblante divertido y cálido de Luna o bien el intrigado y sospechoso de Mike pero jamás esperaron encontrar la burlesca sonrisa de Eric Owens, el sanador parecía complacido con el reencuentro y toda su expresión así lo mostraba. Natalie hizo verdaderos esfuerzos por quedarse junto a Joshua y no hechizar al hombre frente a ellos, deseaba acercarse al chico pero lo considero poco prudente y más cuando apenas sabían las intenciones de su visita ni cual sería la reacción del auror.

-Señorita Potter – Soltó de pronto Eric provocando que ambos chicos se sobresaltaran, en especial Joshua, quien de seguro se habría incorporado de golpe pero la herida seguía punzando – Nos alegra mucho que esté sana y salva, nos preocupamos mucho cuando especularon sobre su desaparición.

-Estoy bien, gracias – Contesto de manera mecánica, corta y seca. – Nos retirábamos.

-Sí, comprendo que tenga compromisos importantes – Aclaró con amabilidad fingida – No obstante, deseo pedir unos minutos a solas con el señor Lovegood y después podrá ser todo suyo.

Lejos de provocar el usual sonrojo en ambos, les provoco enojó.

-Señorita… - Insistía el hombre sosteniendo su sonrisa

Natalie se giró hacia su amigo para observarle y verificar que estaba bien pero lo que encontró simplemente le inquieto más, insegura de qué hacer y cómo comportarse en esa situación, optó por coger su túnica para salir de la habitación en completo silencio pero apenas dio un paso, la voz de Joshua le retuvo.

-Natalie puede quedarse – Vociferó Joshua sin despegar la mirada del hombre – Debo acompañarla a casa y no quiero de ambule por el hospital con tantos periódicos dando vueltas.

-Josh

-¿Qué quieres? – Inquirió incorporándose de la cama con relativa calma pero su voz dictaba todo lo contrario, parecía temblar de la rabia – Después de tantos años pensé que estaba claro que no querría verte nunca más.

-Sigues siendo mi hijo – Soltó ladeando la cabeza.

Apenas era un niño pero él puede recordar todos los maltratos de Owen

Había escuchado cada palabra de Hermione sobre los maltrato del padre de Joshua, los escuchó sin importar lo crudo y cruel de la situación, la escalada de violencia de aquel hombre parado frente ellos la hacía temblar y maldecirlo ciento de veces. Más cuando aquella noche pudo haberlos asesinado

La pelirroja pudo observar a padre e hijo; poseían aproximadamente la misma altura, el cabello de ambos era castaño pero los ojos del sanador eran cafés, ligeramente se mantuvo junto al chico, temiendo porque las emociones superaran la racionalidad del auror y provocase algún conflicto con Eric.

-Nunca serás mi padre – Susurro Joshua girando hacia Nat para ofrecerle la mano – Aléjate de mí y de todos nosotros.. – Sujetó la mano de la pelirroja para darle camino hacia adelante – En especial de mi madre.

-Tú madre sigue siendo una cualquiera – Escupió Eric cuando estaban cerca de la puerta, Natalie prácticamente abrazó a Joshua por la cintura para impedir que se le cayera a golpes – Volvió corriendo a los brazos de Ronald apenas la llamó.

-¡Cállate! – Dijo Joshua conteniendo la rabia. No quería lastimar a su amiga y zafarse de ella suponía hacerlo. – Te arrepentirás por todo lo que hiciste, Eric.

-Ya veremos – Sonrió el hombre despidiéndose

Empujó al auror por la puerta para después cerrarla tras de sí, siempre sujetándole por la mano y sosteniéndolo por la camisa, la túnica había caído al suelo producto del andar del castaño y su mirada estaba cargada de odio. Aquel primer encuentro había resultado más tenso y provocador de lo que pensaron, sobre todo porque el sanador parecía dispuesto a confrontarse a su hijo, apenas ingreso había intentado, provocando con cada palabra y acción.

-Vamos a casa – Suspiro recogiendo la túnica del suelo – No es sano permanecer aquí. – Volvió a decir pero Joshua seguía observando la puerta por la cual salieron – Mírame Joshua – Exigió sujetándole de la barbilla, tembló ligeramente al percatarse recién de la insipiente barba que crecía – Habrá tiempo para enfrentarlo pero no hoy.

Cerró ligeramente los ojos buscando la manera de controlar las emociones que sentía, deseando regresar a la habitación y caerle a golpes a quien se suponía era su padre, aquel hombre que apenas mostraba signos de arrepentimiento por todo lo que les hizo. No obstante, la mirada preocupada de la pelirroja y el ímpetu por retenerle y evitar cometer una locura le hacía respirar con profundidad y asentir lentamente ante su petición, recordándose que debían regresar a casa y esperar nuevas indicaciones, su problema personal no podía interferir con el trabajo y menos cuando éste ahora involucraba a la mujer frente a él.

Volvió a abrir los ojos para afianzar el agarre que tenía con la chica, sonreír con renovadas energías y arrastrarla sutilmente hacia un lugar donde podrían desaparecer sin llamar la atención, evitando mirar hacia atrás y reconsiderar la idea de regresar. Si lo hubiese hecho posiblemente habrían notado que Mike les había observado desde que salieron de la habitación.

El joven sanador había captado el estado inquieto de Joshua pero también la preocupación de su propia novia por el auror, siempre sujetándole de la mano pidiéndole calma y prudencia, acariciar su rostro con cariño y pedirle regresar a casa. Y Joshua le había devuelto la mirada con tanta intensidad que sintió celos, porque aquel chico observaba a su novia con devoción y cariño, como si no hubiese nadie más alrededor de él.

Iba a regresar a acompañar a Hermione cuando apareció Eric Owens desde la habitación que anteriormente ocuparon Joshua y Natalie, observó el camino por donde los muchachos iban para luego mirarle con una sonrisa torcida y suspirar mientras movía la cabeza de un lado había el otro. Comprendió entonces el estado colérico del auror y la preocupación de la pelirroja pero seguía sintiendo una extraña sensación en el estómago.

-Linda pareja – Sonrió Eric señalando hacia atrás por donde se marcharon. Mike asintió a medias – Es un chico con suerte… - Susurró pasando cerca del chico – ¿Sabes de Luna?

-En su oficina, hablando con Harry.

-Gracias.

Mike se giró hacia la puerta para sujetar el picaporte con fuerza y con las palabras de Owens dándole vueltas, sintiendo temor porque su novia fuese a fijarse en otro hombre, porque aquel hombre fuese precisamente el auror que había abandonado su trabajo con tal de salvarla.

Giró el picaporte e ingresó a la habitación intentando colocar sus emociones en orden, obviando que Eric podría tener con respecto a Joshua.

En efecto, podría ser un chico con suerte.

oOoOoOoOoOoOoO

-Papá quieres sentarte – Indicó James detrás del escritorio. El aludido dejó de pasearse para sentarte – Al menos sabemos lo que sucede con la tía y comprendo lo que sientes pero creo que Luna tiene razón, podríamos estar siguiendo su juego y caer en alguna trampa.

-Mi decisión está tomada – Vociferó frunciendo el ceño – Volveré al cuartel general y prepararé algún plan para terminar con esto.

-Con Ron infiltrado será imposible, no pienso exponerle a un peligro mayor – Negó el auror recostándose en la silla – Si quieres hacerlo, te apoyaré pero primero debo sacarlo a él de ese lugar – Se explicó refiriéndose al pelirrojo.

-No podemos seguir perdiendo el tiempo – Suspiró revolviéndose el cabello con ansiedad – Volverá a atacar y cualquiera de nosotros podría estar en su mira.

-Lo sé – Expresó con preocupación – No obstante, no estoy de acuerdo con que regreses.

-¿Por qué no? – Preguntó sorpresa – Si piensas que me quedaré de brazos cruzados mientras atacan a mi familia, estás equivocado.

-Lo digo porque precisamente por eso – Suspiro bajando la mirada – Contigo aquí, estará desprotegida Hermione, Natalie, Draco y Gin. No podemos estar en varios lugares y más cuando posiblemente Rose tenga que guardar reposo, pronto cumplirá cuatro meses y podría ser peligroso.

-Podría seguir Joshua cuidando la seguridad de la casa – Soltó Harry alzando las cejas, su hijo le devolvió la mirada intrigado – Ya regresó de la misión que tenía con Ronald, podría retomar esa labor.

-También lo necesito aquí – Dijo entrecerrando los ojos – Además necesito platicar en profundidad lo que sucedió en la academia, sigo sin entender porque actuó solo, podría haber resultado peor.

-Descuida – Suspiro Harry restándole importancia al asunto – De seguro Ron le dijo que debía apresurarse.

-Sí, bueno también menciono que este tiempo muerto lo uso para colocar mortifagos – Murmuro sorprendiendo al moreno – Son pequeñas unidades repartidas en ciertos puntos.

-¿Cuáles puntos?

-No lo sabemos… - Negó frustrado – Posiblemente planea ataques simultáneos.

-Con mayor razón debo regresar – Insistió el ojiverde observando la resistencia de su hijo – No podemos seguir ocultándonos, yo puedo pelear y de seguro Draco también lo hará si con eso puede garantizar la seguridad de su hija. O acaso piensas exponer a Rose.

-Por supuesto que no – Vocifero sintiéndose ofendido – Si puedo reintegrarte al cuartel general, prometerás mantenerte al margen de las discusiones con Eric Owens. – Le miró – Me menciono que lo amenazaste.

-Se merece más que eso – Susurró el ojiverde rodando los ojos. James sonrió – De acuerdo, aceptó. – Suspiró con resignación – No pidas cortesía si lo encuentro por los pasillos del ministerio, posiblemente no lo recuerdas pero les hizo mucho daño a Luna y Joshua.

-Sí, ya sé la historia – Musito bajando la mirada, tenía pocos recuerdos de ese hecho, posiblemente porque sus padres tuvieron la delicadeza de mantenerles al margen de esa situación – Si estuviese Ron posiblemente ese idiota no estaría pululando por los pasillos, sólo nos molesta y entorpece nuestro trabajo.

-Cuando regresé entonces él deberá prometer comportarse – Sonrió Harry incorporándose de la silla – Veló de ésta manera, podrías soportar reencontrarte con el hombre que golpeó y humilló a la mujer que amas y a su hijo, a quien por cierto lo quieres como si fuese tuyo. – Indicó alzando las cejas, el aludido frunció el ceño – No hubiese alcanzado a llegar al ministerio porque él lo hubiese sacado a maldiciones de Londres, de nuevo.

Estrechó la mano de su hijo para después salir de la oficina de éste, ya estaba hecho y podría volver al cuartel general para terminar con Rafael de una vez por todas. Su único objetivo desde ahora sería salvar a su esposa de esa maldición, traerla de nuevo de ese círculo vicioso que tanto daño le estaba causando, defendería a su familia de cualquier peligro y lo haría sin importar las consecuencias. Sentía el temor de perder aquello que construyó con su esposa por tantos años, posiblemente porque ya lo había perdido cuando Henry Lyon asesino a Ginny y su familia quedó a la deriva, en aquel entonces, él simplemente se quedó paralizado por el dolor y la confusión que generó conocer un pasado desconocido para él y sus hijos, y para cuando quiso pelear entonces dicha pelea ya poco le correspondía.

Estaba determinado a no repetir el pasado.

Desapareció del ministerio de magia para regresar a casa por algunas cosas para su esposa, la castaña debía quedarse unos días para seguir investigando la maldición y de paso dándole a él la posibilidad de planea mejor lo que haría desde ahora en adelante. Comprendía los temores de su hijo para negar inicialmente su petición de regresar y los compartía plenamente: Natalie, Hermione, Draco y Gin estaba bajo la mirada de Rafael, y según la información de Ronald, la situación podría agravarse en caso de producirse un ataque simultaneo en zonas como Hogwarts, el hospital y la academia de sanadores, puntos sensibles y anteriormente atacados por mortifagos.

Llego hasta el salón de la casa percatándose de un par túnicas sobre el sofá y una camisa manchada con sangre, escuchó risas desde la cocina y sin poder evitarlo sonrió. Lejos había quedado el semblante preocupado de su hija, pensativa durante días, inquieta por una situación que todos desconocían pero aclarada después del regreso del auror. Lo supo apenas observó al muchacho contemplar a su hija y admitir estar sintiendo algo más que amistad por ella.

Esa pareja de jóvenes que reía sentados alrededor de la mesa mientras compartía un jugo de calabaza sentía un profunda atracción el uno por el otro.

A pesar de que ella estaba de novia con otro chico.

-Veo que estás mejor – Soltó sorprendiendo a ambos jóvenes. Su hija se incorporó de la mesa y se acercó para abrazarlo con fuerza, suspiro con alivio porque estuviese bien – Me preocupe mucho cuando no aparecías. – Confesó besando la frente de la pelirroja

-Lo siento, papá – Susurró esbozando una pequeña sonrisa – Cuando hirieron a Joshua solo pensamos en aparecer en el hospital.

-Descuida – Negó sin quitar su sonrisa, volvió la mirada hacia el chico quien tenía una playera conocida - Es mía – Señaló entrecerrando los ojos.

-Oh sí… - Se sonrojo la chica yéndose a sentar, el moreno le siguió – Hay que limpiar la camisa de Joshua.

-Te sientes mejor – Inquirió observando al muchacho

-Sí, la herida cicatrizó – Asintió sonriendo – Mamá dijo que tenía reposo, regresaré por la mañana al ministerio.

-Seguirás resguardando la casa – Inquirió sirviéndose un poco de jugo.

-Depende de James – Contesto pensativo

-Me gustaría que fueses tú – Aclaró bebiendo un sorbo observando el sutil intercambio de miradas entre los jóvenes – Quiero velar por la seguridad de la casa cuando vuelva al cuartel.

-¿Qué dices? – Intervino Natalie sorprendida - ¿Porque volverás papá?

-Les diré durante la noche – Suspiró pensativo – Por ahora, sólo diré que encontramos el hechizo que está causándole esto a Hermione.

-Enserio – Dijeron ambos sorprendidos – Recuperará la memoria – Dijo Nat

-Sí pero volverá a perderla – Suspiro – Se trata de una maldición antigua, pierde la memoria en el tránsito de la inconsciencia y la recupera por medio de las semanas pero podría volver a ese estado inicial y perder la memoria de nuevo. Es muy probable que el responsable haya sido Rafael pero Luna está trabajando en esclarecer la magia del sujeto.

-¿Qué recuerda ahora? – Preguntó Natalie.

-Su estadía en Italia.

-Vaya, vaya – Escucharon el umbral de la cocina. Natalie no pudo evitar reír y Harry rodar los ojos – Por fin recuerda algo relevante, Potter.

-Sí claro – Musito conteniendo las ganas de decirle algo ácido, Gin tomaba asiento junto a Joshua – Estar encerrado aquí te afectó.

-Por favor… - Suspiró Natalie sonriendo – Es necesario que regreses papá.

-Regresar – Dijo Draco alzando las cejas, observó al ojiverde y suspiró – Volverás al ministerio.

-Sí, tengo que hacerlo – Asintió pensativo – El próximo ataque podría ocurrir en cualquier momento y debemos estar preparados.

-Concuerdo contigo – Musito el rubio pensativo – Si pudiese involucrarme lo haría sin dudar – Confesó para luego observar a su hija – Aunque ya arriesgue demasiado infiltrándome en la zona sur.

-Por cierto… - Dijo Harry intrigado – Sabes del hechizo que aplicaron sobre Hermione cuando la secuestraron.

-No estoy seguro… - Dijo sentándose a la mesa para coger una manzana – Llegué una semana después del ataque a Hogwarts y luego me tomó tres o cuatro días conocer el lugar donde la tenía prisionera.

-Ya veo.

-Sea quien sea, pues de seguro es Rafael – Acotó pensativo – Después de todo, él fue quien te quitó la memoria, verdad.

-Sí, tienes razón – Musito el moreno pensativo.

-Creen que pueda recordar el ataque a Hogwarts – Vociferó Joshua apoyándose sobre la mesa – Sería de gran ayuda saber lo que sucedió ese día.

-Posiblemente pero… - Meditó el hombre – Quizás pierda el conocimiento antes de poder decirnos algo.

-Nada es seguro – Apoyó Nat sujetándole la mano a su padre – Tal vez Luna pueda contrarrestar el efecto por algunas horas. Aunque quién más podría haber hecho ese hechizo.

El moreno asintió deshaciendo cualquier posibilidad de que su esposa perdiera nuevamente los recuerdos, su hija acercó la silla hacia él para abrazarle con cariño, sintió que el miedo inicial por fin había quedado sepultado y podía asegurar que su hija estaba sana y a salvo de las garras de Rafael. Desvió la mirada hacia el auror y sonrió agradecido porque hubiese estado allí, porque a pesar de desconocer los incipientes sentimientos de ambos jóvenes, podía presentir que algo estaba creciendo.

-Carta de James – Anunció Draco sacando al moreno de sus pensamientos – Debemos quedarnos todos en casa, necesita hablar con nosotros.

-Debo irme – Susurró Joshua con intenciones de incorporarse de la mesa pero Draco le detuvo.

-Te nombra en la carta – Dijo dejando la carta sobre la mesa – Dice que verifiques los hechizos y envíes el nuevo hechizo de seguridad a las personas nombradas en la carta – Informó sin darle demasiada importancia – Vendrá a las ocho – Añadió provocando que todos se giraran hacia el reloj: a quince minutos de las seis.

-De acuerdo – Acusó pensativo – Será una gran reunión – Murmuró leyendo la lista de personas – Mi madre y Mike vendrán – Nombró evitando mirar a la pelirroja.

-Hermione… - Inquirió Harry intrigado

-De seguro enviará a alguien para cuidarla, tranquilo – Acusó el chico. – Voy a trabajar en los hechizos, permiso.

El ojiverde asintió para luego quedarse en silencio por algunos minutos.

-Crees que tomará la zona por asaltó – Vociferó Draco atrayendo la mirada del moreno – Como lo hicimos hace cinco años.

-No funciono del todo – Suspiró. – De cualquier manera siempre ha estado por delante de nosotros, aprovechando las oportunidades para hacernos daño y los resguardos que hemos tomado han sido inútiles.

-No todos – Dijo el rubio pensativo – El ataque que sufrió Natalie resulto porque nadie estaba al pendiente de ella – Meditó provocando que la chica alzará las cejas – Supo que Joshua estaba a cargo de vigilar la casa y a todos nosotros, previo su ausencia y no demoro en ejecutar un plan, aprovechó incluso que el cuartel está en conflicto con el hospital y ese idiota para atacar precisamente la academia.

-¿En qué estás pensando? – Inquirió el moreno obviando el hecho que su hija se había sonrojado – Si la respuesta es un espía, es bastante obvio.

-Creo que puede ser Owens – Aclaró cruzándose de brazos – Después de tantos años y prácticamente amenazado por Ronald, regresa a Londres cuando él no está. Posee la información necesaria desde el ministerio y desde el hospital vigilando a Luna.

-Nadie confía en él – Dijo Natalie frunciendo el ceño – Pero es complicado vincularle con Rafael…

-No ocurriría por primera vez – Suspiró Harry posando la mirada sobre el techo – Prácticamente el capitán de aurores orquestó una conspiración y ahora lo hace su hermano, posiblemente con quienes como cómplices.

-Lo evaluaremos por la noche – Dijo estirándose sobre la silla para luego acariciar la cabeza de su hija - ¿Por qué no acompañas a Joshua? Por la tarde no podrás salir a jugar.

-Me puedes acompañar Natalie – Pidió la niña esbozando una sonrisa imposible de decirle que no. La aludido suspiró para luego asentir - ¡Vamos a jugar!

-Vamos Gin – Río la pelirroja sujetando la mano de su hermana menor – Veamos que hace ese chico.

Ambos hombres observaron a sus hijas salir de la cocina hacia el patio trasero, ligeramente inquietos por los próximos movimientos del enemigo y que este pudiese dañar a lo que más amaban. A pesar de todas las diferencias que podían sentir y de ese pasado que compartían de manera dolorosa, los magos compartían el deseo de proteger hasta las últimas consecuencias a sus familias y alejarlas lo máximo posible de ese pasado lleno de dolor.

Volvieron a intercambiar una ligera mirada, prometiéndose en silencio que trabajarían juntos para salir de esa situación y poder continuar con sus vidas que fueron abruptamente interrumpidas hace unos meses. El rubio podría finalmente dar descanso a la mujer que amó por años y seguir su vida junto a su hija, y el moreno recuperaría la salud de su esposa para seguir construyendo y reafirmando esos recuerdos que ambos amaban, viviendo el resto de sus vidas con la familia que habían formado hace más de cinco años.

Con aquellos anhelos y deseos, asintieron con determinación.

Continuará…

Por aquí nuevamente… siento el ligero atraso de la actualización, la semana ha sido un poco pesada y hasta ahora puedo sentarme, revisar el capítulo y actualizar.

En nuestra historia… tenemos el primer encuentro entre padre e hijo después de la separación – próximamente se recordará la escena – el nuevo recuerdo de Hermione y el hechizo sobre ella, y la decisión de Harry de regresar al ministerio.

Próximamente…

El pelirrojo observó el gesto de defensa, ocultando las manos en el abrigo

Lo había hecho de nuevo, volvió a lastimar a la mujer frente a él