He aquí el cuarto capítulo. Gracias por los comentarios que me han dejado. Son muy valiosos para mí. Valerie
Capítulo IV
Búsqueda de información
Una mañana, Alice llamó a Candy para conversar con ella.
-Candy, quisiera conversar contigo un minuto- le dijo Alice.
-Sí, dime en que te puedo ayudar.
-Quería que me contaras sobre el progreso del paciente nuevo y si has averiguado quién es.
-El paciente está mejorando muy lentamente. Sobre la identidad del mismo, todavía no lo he averiguado, –dijo Candy esta mentira con un poco de miedo, no quería que la vincularan con Neal, además de haberle prometido que no diría a nadie nada- si me entero de algo te aviso de inmediato.
-Te lo voy a agradecer mucho, pues tengo que informar a la policía y no lo haré hasta que sepa su nombre y se haya recuperado mejor –dijo Alice.
-Bien, me parece lo correcto –opinó Candy-, yo voy a tratar de hacer lo posible por descubrir su nombre. Hasta ahora no he conversado con él, sólo hemos hablado lo necesario.
-Pues, enseguida que sepas algo me avisas. Confío en ti, Candy.
-Gracias, Alice.
Candy no sabía que hacer. Prefirió hacerse la desentendida con el tema de Neal… algo se le iba a ocurrir. Era mejor analizarlo todo y después de tenerlo todo en orden iba a tomar una determinación. Por lo pronto, trataría de sacarle la información a Neal de lo que lo hizo caer en el hospital.
-¡Enfermera¡Enfermera! –Neal no llamó a Candy por su nombre porque no se atrevía.
Se había cumplido otra semana y Neal seguía mejorando muy lentamente. Su recuperación era lenta porque pasó mucho tiempo para llegar al hospital desde el momento que le dispararon. Candy lo atendía cada vez que él lo requería y siempre lo hacía con una linda sonrisa. Esta actitud no era rara en Candy, quien siempre fue muy cordial hasta con el más ruin de sus enemigos y era una persona que no conocía la palabra rencor. Neal veía esta actitud en Candy y pensaba en lo mal que él y su familia se portaron con ella. Con todo y esto, ella continuaba atendiéndolo y sonriéndole como si nada hubiera pasado.
-Aquí estoy, Neal. ¿Qué necesitas? –dijo Candy sonriente.
-Tengo mucha sed.
Candy le sirvió un vaso de agua.
-Neal, hoy la directora de las enfermeras me preguntó si sabía tu nombre. Ella necesita esta información para reportarte a la policía. Llegaste a este hospital herido de bala y es obligación de esta institución informar de esta situación.
-¡Maldita sea! Yo no quería llegar hasta acá. Aparecí aquí porque alguien me trajo mientras estaba inconsciente –dijo preocupado.
-Pero Neal¿qué fue lo que te pasó?
-¡No te lo diré!-gritó.
La enfermera abrió los ojos con asombro, pues no pensaba que le respondería de esa manera.
-Bien, no te preguntaré más. Tú mismo se lo dirás a la policía cuando vengan a investigar qué diablos te ocurrió- respondió ofendida y se marchó.
