Los personajes son de JK Rowling y de Warner Bros y los estamos utilizando solamente para pasar el rato sin fines de lucro, así que... no nos demandes!
Tengo Mis Ojos Puestos En Ti – "Hogar, agrio hogar"
Harry escaneó la habitación y se encontró con los ojos llorosos de Hermione, quien inmediatamente bajo la mirada hacia el suelo. Dean estaba con ella, le dio un beso en la frente y mirando a Harry con un sentimiento que éste no pudo identificar subió las escaleras.
"Harry, cariño… debería ir a ver a la mandrágora…" Dijo Lavander poniendo énfasis en la palabra "cariño" mientras acariciaba su hombro y miraba de soslayo a Hermione.
"Cierto! Las mandrágoras!" Gritó Harry sin querer, se había olvidado por completo de las mismas, no recordaba la última vez que le había echado agua.
"jajaja… descuida cariño, le estoy pagando a Collin para que las cuide y como es en parte tuya la planta esa, gustoso aceptó hacerlo por sólo 2 knuts." Explicó Lavander mientras le hacía un guiño con el ojo e iba en busca de su proyecto de herbología.
Harry se acercó a Hermione que se había sentado en el sillón favorito del trio y aparentaba estar leyendo. Se inclinó sobre ella e intentó acariciarle una mejilla, pero ella se corrió evitando el roce. Harry frunció el seño, algo definitivamente no estaba bien.
"¿Hermione?" Intentó llamarla viendo como sus ojos parecían estáticos en una línea del texto. Estaban rojos, pero él sabía que no era por el cansancio. "¿Qué sucede?"
"Nada… todo está más que bien" Respondió Hermione sin abandonar el texto.
" Hermione sabes que te conozco demasiado como para tragarme esa mentira…" Empezó diciendo, pero Hermione levantó su vista abruptamente y la clavó en sus ojos esmeraldas.
"Eso que he tenido un muy buen maestro, y siempre me han dicho que soy una alumna brillante!" Respondió mordazmente la castaña, pero Harry nunca pudo replicarle porque Ron pasó por entre los dos y se sentó pesadamente al lado de Hermione, ignorando la situación por completo.
"ODIO AL HURON SALTARIN!" Gritó Ron ante el desconcierto de toda la Sala Común anunciando que Ronald Weasley había vuelto a la torre de los leones. Ginny que se había mantenido a distancia prudente de la conversación entre Harry y Hermione, se acercó cautelosamente. "Arruinarme así mi salida con Luna…me lo va a pagar… me lo va a pagar…me lo va a pagar" Terminó diciendo mientras susurraba para sí como un autista.
Harry no sabía si reírse o no del estallido de su amigo, realmente Ron y Draco parecían una pareja de viejos casados. Desvió su mirada hacia la castaña que parecía tener el mismo dilema, había un dejo de sonrisa en sus labios. De repente Harry recordó algo muy importante que debía comentarles a sus amigos.
"Debo hablar algo con ustedes…" Dijo mientras se ponía en cuclillas cerca del sillón donde estaban sus amigos. Ron se acercó de inmediato, pero Hermione con cierto titubeo se aproximó aunque siempre mirándose las manos como si fueran lo más interesante en el mundo. "Es sobre…bueno, sobre Voldemort"
Esa oración produjo todos los efectos conocidos: Ron abrió los ojos de par en par y ahogó un gritito, Hermione clavó sus ojos en él y parecía analizar todos y cada uno de los gestos de Harry. Ginny se paró en seco cuando los vio que comenzaban a hablar en secreto entre ellos. Sabía que por más que Harry, Ron y Hermione la quisieran y trataran de integrar, el trío dorado siempre serían ellos, nunca encajaría totalmente.
"¿Esa carta que recibiste ayer… era de… tu-sabes-quien?" Preguntó de forma temblorosa Ron al tiempo que Harry desdoblaba la misma.
"Si, ayer por la noche cuando Ron y yo fuimos a nuestra habitación estaba el cuervo negro. Como siempre se resistió para dármela, pero logré quitársela. Tómala." Explicó Harry raudamente y se la entregó a Hermione.
Al cabo de unos minutos de expectante silencio, Hermione dobló la carta y se la devolvió con aire solemne, Ron se había puesto serio, algo inusual en él, pero que Harry agradeció inmediatamente.
"Creo que es hora de que le respondas…" Empezó diciendo Hermione con una voz tan bajita que Harry tuvo que aproximarse a ella para escucharla, aunque no era la única razón para hacerlo… también quería sentirla cerca.
" ¿Qué¿Has perdido la cordura Hermione? Insinúas que le responda a ese… ser… es una trampa! Es más que obvio que es una trampa!" La interrumpió alterado Ron negando con la cabeza y mirando casi con desesperación a Harry.
"Tengo que contarles algo más antes de sacar conclusiones…" Harry reanudó la conversación haciendo caso omiso a ambos, los tres juntaron sus cabezas y el moreno les contó sobre el sueño que había tenido con su madre y el mensaje final de Voldemort.
"Es una trampa! Busca atraparte! Sisisisis… por eso envía a un mortífago, hay que decírselo a Dumbledore de inmediato, sisisisi…." Ron estalló en una serie de susurros rápidos, mientras tomaba la mano de Harry y empezaba a tirar de él para que se levantara.
"Ronald! Puedes esperar un momento!" Lo retó Hermione mientras de un jalón lo hizo sentarse nuevamente. "Nadie puede…"
"…Aparecerse y desaparecerse en Hogwarts" Completó la frase Harry "Es por eso que no entiendo como podrá infiltrar a un mortífago al bosque prohibido."
"¡Snape! Esa es la prueba rotunda de que es un mortífago, Harry, él tiene acceso a todas las instalaciones de Hogwarts! Es él, hay que decirle al Director… vamos ya mismo" Y Ron intentó tomar nuevamente la mano de Harry, aunque éste fue más rápido que él.
"¿Puedes tranquilizarte un poco Ron? Creo que debemos dejar de lado a Dumbledore por el momento, sólo deberíamos actuar cuando veamos que se nos ha ido de las manos." Lo miró severamente Harry.
"Yo creo que en cierto punto concuerdo con Ron, pienso que deberíamos decirle al Profesor Dumbledore." Aportó Hermione aunque sabía que eso no le gustaría a Harry, que siempre evitaba tener que lidiar con adultos habiendo pasado toda su vida sin uno que se preocupara por él.
"No, no, no… ya tiene mucho en su plato: entre la Orden del Fénix, el Colegio, el Ministerio, no quiero que se meta en esto. Iremos cuando…"
"Cuando ya sea demasiado tarde" Terminó la frase Ron con una mirada de desaprobación a Harry "Creo que aún estás enojado con Dumbledore por lo del año pasado y te esta nublando el pensamiento"
"¡Eso no es cierto!" Gritó Harry, provocando varias miradas por parte de los gryffindors que se habían volteado, sonrojado disminuyó su voz hasta casi un susurro "Es solo que… no voy a poder depender toda mi vida de él, tengo que aprender a tomar decisiones sólo y aceptar las consecuencias. Dumbledore no estará conmigo cuando tenga que enfrentarme a Voldemort."
Harry vio como Hermione y Ron intercambiaba una mirada que decía claramente "¿Y ahora como hacemos para hacerlo entrar en razón?"
"Escuchen…olvídenlo… olviden que alguna vez les dije esto¿De acuerdo?" Apuntó Harry con una bronca que no sabía de donde venía, pero sentía que le hervía la sangre… pero de repente… ¡PLAF! A penas pudo ver la mano que se le venía y sintió un calor en su mejilla izquierda. Había sido Hermione que lo miraba con los cachetes colorados.
"No te desquites con nosotros, no permitiré que vuelvas a ser el niño-iracundo-que-actuaba-a-base-de-impulsos."
"Escúchame amigo, lo que te decimos es por tu propio bien… mira…" Ron se movió un poco incómodo, hasta que con una mirada decidida y un semblante serio tomó a Harry de la mano y lo hizo sentarse entre ellos dos. "Yo te seguiré hasta la mismísima guarida de Voldemort, no me importará morir a tu lado Harry, tu eres mi hermano gemelo por elección … nunca estarás solo, siempre estaré a tu lado, no importa cuan gruñón seas, precipitado, imprudente… eres mi mejor amigo y te quiero de corazón."
Estaba tan colorado como su cabello, pero su mirada era decidida. Harry sabía que Ron no era muy expresivo de sus sentimientos y todo lo que había dicho le habría costado todo su coraje. El pelirrojo sonrió tentativamente, hasta que Harry lo dio un abrazo de oso, apretándolo muy fuerte contra sí.
"Ron, no sabes cuanto significa esto para mí…no sé que hubiera sido de mí sin ustedes dos…" Hermione miraba con ternura como sus dos amigos compartían ese momento, hasta que su mirada se cruzó con la de Ron que la invitó a unirse al abrazo. Despacito comenzó a acercarse hasta que de repente Harry se separó de Ron y le dio espacio a la castaña y los tres se dieron un fuerte abrazo grupal. Y después de mucho tiempo se dio cuenta que era feliz por tener a Ron y a Hermione siempre con él, y secretamente agradeció a los cielos de haberlos puesto en su camino.
"Ejem..." Alguien los interrumpió y rompieron el abrazo "Lamento interrumpir, pero tengo algo que contarles…" Dijo Ginny mientras miraba hacia un rincón cercano a una ventana que estaba desocupado, pero donde entrarían bien. Sin decir más todos la siguieron expectantes.
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La Mansión de los Malfoy se erguía orgullosa en la colina en la que se encontraba, imponía respeto con sólo divisarla, estaba coronada de árboles y en la parte de atrás se podía ver una piscina y una pequeña cancha de Quidditch. Todo era lujo en la misma, cuadros de los Malfoy y Black adornaban las paredes, todos mirando de forma altanera y orgullosa. No podría decirse que era un hogar acogedor, porque se asemejaba mas a un museo que a una casa familiar. Draco dejó escapar un suspiro: "Hogar…agrio Hogar…" y no pudo evitar esbozar una sonrisita. PLOP
"Amo Malfoy, ha vuelto a la Mansión Señor… ¿Qué puede hacer Punky por el Señor?" Preguntó el elfo doméstico haciendo una reverencia tan exagerada que la punta de su nariz tocó el piso. Si Granger viera eso, se aseguraría que Draco lo pagara.
"Acompaña a Draco a su habitación y llévale su maleta. La cena quiero que sea a las ocho en punto en el comedor principal. Draco vístete decentemente." Dijo Lucius mientras se dirigía a su despacho de la planta baja.
Draco se dirigió a su habitación favorita, la Mansión tenía veinte habitaciones distribuidas en dos pisos, tres salas de juego, una biblioteca que rivalizaba la de Hogwarts, un salón de música con un piano y otros instrumentos (donde si uno era observador veía una trampilla cerca de la chimenea que conducía al sótano que estaba lleno de objetos oscuros), una sala de recepción, un salón de baile, un comedor diario, el comedor principal que utilizaban para recibir visitas por lo que intuyó que hoy no estarían solos, dos salas llenas de reliquias familiares que servían para ostentar frente a cualquier invitado, un pequeño laboratorio de pociones (pensado sólo para Severus quien era un amigo de la familia).
Después de despedir al elfo doméstico, se sentó en su escritorio que daba a un ventanal enorme con vista a la cancha de quidditch. No sabía que quería Lucius pero iba a averiguarlo. Tomó el pergamino gemelo al que había dado a Ginny y lo abrió, no sin antes echar un hechizo a la puerta para que nadie pudiera interrumpirlo. Draco podía hacer magia fuera de Hogwarts dado a que la Mansión tenía toda clase de hechizos y uno de ellos era ocultar cuando alguien hacia magia dentro de ella, sin importar que fuera mayor o menor de edad. Posó sus ojos expectantes, durante varios minutos se debatió en empezar o no la conversación, cuando por fin iba a hacerlo apareció la letra garabatosa de Harry, y con una sonrisa tomó la pluma que yacía en frente de él.
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"¿Hola: Tú-sabes-quien" Apareció escrito en el pergamino, Draco esbozó una sonrisa, se registró y respondió.
"Vaya Nickname Potter: Obvio-que-sé-quién"
"¿Draco: Tú-sabes-quien"
"No, el lobo…: Obvio-que-sé-quién" Draco no pudo contener la risa de que el gryffindor fuera tan tonto.
"JA JA Draco… muy gracioso: Tú-sabes-quien" Respondió una Harry simulando estar enojado aunque la sonrisa que tenía plasmada él y sus amigos decían lo contrario.
"Y dicen que eres el salvador del mundo, Potter…estamos bien jodidos: Obvio-que-sé-quién" Draco podía visualizar la cara de Harry poniéndose colorada ante esta afirmación, y de hecho el moreno estaba tan rojo que rivalizaba los cabellos de cierta pelirroja que miraba expectante el transcurso de la comunicación.
"¿Qué sucedió Draco: Tú-sabes-quien"
"Pues…para hacer corta una historia larga, diríamos que extrañaba el dulce calor de mi hogar y decidí tener una reunión familiar: Obvio-que-sé-quien" Los cuatro del otro lado del pergamino no pudieron contener la risa, el sarcasmo de Draco era tan fuerte que hasta escrito era reconocible.
"Si, algo nos contó Ginny que te había visto: Tú-sabes-quien"
"Oh… si, mándale un beso de recompensa, veo que ha hecho bien su trabajo considerando que tienen ustedes el pergamino: Obvio-que-sé-quién" Draco había dudado al escribir este mensaje, sabía que era probable que Ron estuviera leyendo y se pusiera insoportable. Dicho y hecho, hubo un cambio en la caligrafía, apareciendo la imprenta descuidada de Ron.
"OYE MALFOY, te dije que mi HERMANA NOO: Tú-sabes-quien" Ron le había sacado el pergamino a Harry, pero recibió un golpe en la cabeza de parte de Ginny, que le devolvió el pergamino al moreno con una mirada asesina a su hermano.
"Controla tus celos, cariño…ya sé que me extrañas: Obvio-que-sé-quién"
"Paren, tenemos que hablar de lo importante. Draco¿Por qué estas en tu casa?: Tú-sabes-quién"
"He sido cordialmente invitado a una tradicional cena con nuestro pequeño y alegre grupo de mortifagos fans de Voldy-pooh: Obvio-que-sé-quién"
"¿Porqué se juntan: Tú-sabes-quien"
"¿Para fanfarronear lo mejor que somos y vanagloriarnos de nuestra pureza: Obvio-que-sé-quien"
"Enserio Draco…: Tú-sabes-quien"
"¿Acaso tengo cara de adivino Potter: Obvio-que-sé-quien"
"De acuerdo…dime¿Siempre van todos los mortifagos a esas reuniones: Tú-sabes-quién"
"¿Por quién nos tomas? Los Malfoys andamos sólo con la elite de los distintos grupos, que yo esté con ustedes es una excepción: Obvio-que-sé-quien"
"Eso quiere decir que sólo ira el círculo interno, necesito que me hagas un favor Draco: Tú-sabes-quien"
"¿De a cuanto: Obvio-que-sé-quién"
"¿Has estado viendo el Chavo, Draco O.o : Tú-sabes-quien"
"Hey! No me culpes! Eso es por pasar todo el maldito verano encerrados en esa pocilga que sólo agarraba el Canal de las Estrellas: Obvio-que-sé-quien"
"Bueno, Draco…necesito que te fijes con cuidado quienes están en esa mesa y de qué hablan: Tú-sabes-quien"
"Eso ya lo pensaba hacer sin tus grandes recomendaciones: Obvio-que-sé-quién"
"Pero… quiero que prestes una mayor atención si alguien llega pasada la media noche e intentes averiguar el porqué de su tardanza¿Entendido: Tú-sabes-quien"
"Obvio-que-sé-quién" ha abandonado la conversación.
"¿Qué crees que le haya pasado?" Preguntó Ron mientras veía como iba desapareciendo la conversación.
"Espero que no lo hayan descubierto, porque estaríamos en problemas" Respondió Hermione.
"Él también lo estaría, seguro que tuvo que cortar abruptamente la conversación porque alguien se aceraba" Razonó Ginny, quien inconscientemente se retorcía las manos con la mirada fijada en las letras que iban desapareciendo.
"Yo, sólo espero que haya recibido el último mensaje…necesitamos saber quién es el mortifago que vendrá a Hogwarts… necesitamos que lo averigüe." Dijo Harry mientras veía como las palabras del pergamino desaparecían, quedando sólo por una fracción de segundo de más las palabras: "Obvio-que-sé-quién"
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Ginny había decidido tomar un poco de aire, no podía comprender porque después de haber estado conversando con Draco y saber que no estaba en el castillo sentía un vacío. Ya pronto empezaría el toque de queda y no quería que la pillaran fuera de la Sala Común. Se sentó en uno de los peldaños de la escalera principal, muchos alumnos pasaban y la miraban con curiosidad mientras se dirigían hacia el comedor. La pelirroja lanzó un suspiro mientras cerraba los ojos y recordaba la fiesta del Slytherin, sintió un cosquilleo mientras visualizaba esos ojos grises se fijaban en ella.
"Señorita Weasley, que bueno que la encuentro" Escuchó de repente una voz sedosa, abrió un ojo y se encontró de frente a Severus Snape que la miraba intensamente.
"Estaba a punto de llamarla, dado que el Señor Malfoy no se encuentra en el castillo, he decidido asignarle un nuevo tutor para que siga con las clases hasta que vuelva."
"¿Un…un nuevo tutor?" Preguntó Ginny nerviosa, ya se ponía así teniendo que trabajar con Draco y ahora tendría que aguantar a quienquiera que Snape le indicara, que seguramente no sería alguien con quien uno tomaría té…
"En verdad, tutora… le he asignado a la señorita Pansy Parkinson" Contestó Snape con una ligera sonrisa perversa. "¡Bingo!" pensó la pelirroja, una de dos o se estaba convirtiendo en una vidente o Snape realmente era demasiado predecible…
"¿No podríamos simplemente suspender las lecciones hasta que él vuelva? Podría ir más veces en el día si quiere incluso." Ofertó Ginny, decididamente no le disgustaba en lo más mínimo pasar mas tiempo con el rubio, pero no quería saber nada con Pansy.
"Esa es mi decisión final Weasley, en una hora, en la clase de pociones" Y sin más se retiró hacía las mazmorras con paso ligero y decidido. "Hoy será una noche larga" pensó para sus adentros mientras volvía a la Sala Común, y mucha razón tenía, entonces quizás… sí se estaba convirtiendo en una vidente sin saberlo.
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Después de la conversación con Draco, Harry se había quedado en la Sala Común terminando de hacer algunos deberes que tenía atrasados, aunque su mente se encontraba pensando en la carta que tendría que responder, y si Draco había o no recibido la última línea del mensaje. Hermione lo estaba evitando, se había ido inmediatamente que habían terminado de hablar con el slytherin, y si se la cruzaba en algún pasillo simulaba andar con prisa y ocupada, lo cual unía más precauciones a la perturbada mente del moreno. Su día había comenzado con el pie izquierdo y si no hacía algo pronto, terminaría peor…
Ron se había ido a encontrarse con Luna, por lo que se encontraba absolutamente sólo en la concurrida y bulliciosa Sala Gryffindor. Suspiró profundamente, consultó el reloj y se dio cuenta que tenía que hacer algo con su vida y tomar una decisión con respecto a Voldemort . Levantó sus libros, plumas y el pergamino de Draco, y se encaminó hacia el cuarto de los chicos, una vez allí se sentó y sin ningún tipo de vacilaciones le contestó al Señor Oscuro…
Hermione, había entrado a la Sala Común justo cuando cierto moreno se había ido a su cuarto. Se sentía pésima, sabía que Harry la necesitaba, pero no podía soportar lo que había presenciado con Lavander, realmente sentía que se le estrujaba el corazón… se sentía traicionada.
Se sentó en su sillón favorito, todavía tenía el calor de Harry y el olor de su colonia, sin poder evitarlo cerró los ojos y trató de poner la mente en blanco. A veces deseaba tener un pensadero para ver las cosas más claramente, de repente los abrió de forma abrupta, tenía un mal presentimiento, algo andaba mal… miró hacia el cuarto de los chicos. Intentó pensar qué era lo que podía ser hasta que su cerebro unió todas las ideas, como siempre, magistralmente y se dio cuenta que nunca resolvieron nada con respecto a la carta de Voldemort.
¡Seguramente que Harry se mandaría sólo con la carta! Se mordió el labio inferior mientras se debatía entre subir las escaleras o esperar que bajara, la idea de ir a contarle todo a Dumbledore le pasó por la mente también. Ya eran pasadas las diez de la noche, y no había ninguna cabeza pelirroja para que saliera en su auxilio… ¿Dónde estaban cuando se los necesitaban? Pensó Hermione. No podía arriesgarse a que Harry cometiera un error, justo cuando se estaba levantando para dirigirse a la escalera, Harry las bajó y sin dedicarle ni una mirada, como si estuviera sumamente concentrado en su camino pasó por al lado del sillón con aire decidido y se dirigió rápidamente hacia el agujero del retrato y salió.
Hermione debatió que hacer, y en un impulso subió corriendo las escaleras de los chicos, abrió la puerta rogando a Merlin que estuviera vacía y se encaminó hacia el baúl de Harry. Por suerte no había nadie, se arrodilló y comenzó a revolver sus cosas, hasta que encontró la capa de invisibilidad y el mapa merodeador. Se cubrió con la capa y se dispuso a seguir a Harry, quien estaba yendo para la cabaña de Hagrid.
Los pasillos estaban oscuros, y se esforzaba por hacer el mínimo ruido, Harry se encontraba a unos metros más adelantes que ella, hasta que logró alcanzarlo. De repente estuvo a punto de tropezarse, pero amortiguo el ruido y logró recuperar el equilibrio, pero Harry se había parado a escuchar sigilosamente, se dio la vuelta y entrecerró los ojos mirando al área en general a donde se encontraba ella. En una fracción de segundos la miró directamente a los ojos, Hermione sintió un escalofrío por todo el cuerpo, hasta que desvió la mirada.
Al pasar la cabaña de Hagrid quién se veía estaba cocinando por el humo que salía de la chimenea, Harry se acercó al bosque prohibido, y en los límites había una piedra donde se sentó a esperar que llegara el mortífago. Hermione se acurrucó medianamente cerca de él, había bajado desabrigada, pero no se atrevía a hacer un hechizo porque temía que el moreno se diera cuenta de que hacía magia.
El tiempo pasaba, la noche se iba haciendo más fría conforme avanzaba la oscuridad, Harry había encendido un pequeño fuego que Hermione envidiaba. Pronto serían las doce y vendría el vasallo de Voldemort. Harry no tenía miedo, pero sería inútil negar que estaba inquieto. De repente una nube cubrió la luna y se hizo una gran oscuridad, se escucho la alarma de Harry anunciar la llegada de la medianoche y se puso de pie… alerta. Unos pájaros se revolvieron en el bosque prohibido, sentía como sus sentidos se iban aguzando.
En un parpadeo una sombra se movió entre las ramas y aterrizó en frente de él, era el mismísimo cuervo de las otras veces. Negro e imponente, con una mirada mordaz y calculadora, analizando a Harry y sacando una radiografía de su alma. No hubo esta vez batalla de voluntades ni nada, estaba expectante, sabía que Harry tenía algo que darle. Sacó la carta y con dedos un poco temblorosos se acercó al ave, temía que lo atacara, pero el cuervo no se movió ni medio milímetro.
"Esto es para tu amo, lo está esperando" Dijo mientras se agachaba ante el sin bajar nunca la guardia, no sabía si tenía que atarlo con algo, pero sus patas estaban vacías. El ave perdiendo la paciencia le sacó de un picotazo la carta sin hacerle daño, lo miró como dándole unos segundos de recapacitación y viendo que Harry no hacía ningún ademán de querer recuperar la carta, partió en un vuelo limpio y se perdió en la negrura de la noche. Harry apagó el fuego y se dirigió hacia el castillo.
Hermione corría por los pasillos para poder llegar antes que Harry a la Sala común dejo la capa i el pergamino como los había encontrado y salio del cuarto los chicos cuando iba bajando las escaleras, Harry estaba entrando por el retrato de la Dama Gorda.
"Herm, quiero hablar con vos" Harry sentándose en uno de los famosos sillones colorados de Grfifindor, ella asintió y lentamente se sentó enfrente de él "Quiero saber que esta pasando, por que me evitas todo el tiempo, Porque dejaste de hablarme?"
"Te vi el otro día con Lavender, escuche todo y creo que todo lo que le dijiste significaba una cosa, no pensas dejarla y le seguis diciendo que la queres y que es unica para vos" dijo hermione mientras los ojos se ponian brillosos, se notaba como una lagrima quería salir para dar paso a otra
"No se que hacer Herm, no se que puedo hacer, solo se que yo quiero estar con vos, pero no se que decirle, no se como hacer" Harry que se levanto y empezó a dar vueltas por la sala "Por favor hermi no llores"
"Tenes que hacer lo que pensas que es correcto, lo que te dice tu corazón, por que engañándola solo haces que todo se vuelva mas grande y quiero que sepas que a pesar de que yo me muero por estar por vos, no me interesa estar con alguien que cuando no esta conmigo, le dice a otra que la quiere y que es la única" Hermione se levanto y empezó a caminar hacia las escaleras cuando sintió que dos brazos fuertes y musculosos la agarraban de la cintura, i la envolvían en un abrazo
"Te prometo que voy a hablar con Lavender y le voy a decir la verdad, perdóname, te quiero" le dijo en un susurro en el oído, ella se dio vuelta quedando frente a frente
"No se si creerte, cuando aclares todo vamos a poder estar juntos sino… pero igual siempre voy a ser tu amiga, si necesitas algo con el tema de Voldemort no dudes en pedirme ayuda" – Hermi le soltó las manos, le dio un beso en la mejilla y se fue hacia arriba diciendo que la próxima vez que se encontraran solos poder estar juntos.
Harry se quedo sentando en el sillón meditando acerca de todo, tantas cosas para pensar, Hermione tenia razón, cada vez que le mentía a Lavender mas la estaba lastimando.
"Harry Harry, racciona" Lavender intentado que Harry le conteste, de pronto el la miro y le dijo "Tenemos que hablar"
"Lo se, quiero que esto se termine" – Lavender llorando con los ojos rojos, y con algo que hacer… si amas a alguien déjalo libre, si vuelve es tuyo… sino, nunca lo fue… el arte de dejarlo ir ..
Y bueno llegamos aca al final de este capitulo 11, tardamos mucho y lo sabemos, tuvimos problemas que ojala te vallan solucionando, pero bueno a pesar de todo aca estamos dispuestas a dejarles esta entrega, el capitulo 11, ojala lles guste, lo difruten o por lo menos se queden conforme, ojala se asi ).
Perdonenos por simpre atrasarnos, el proximo capitulo sera escrita desde el viernes 26 masomnos asi que por esos dias vamos a actualizarlo. Ojala sepan disculparnos una vez mas, ojala nos dejen un comentario un aunqeu sea corto para darnos cuenta q siguen ahi, leyendo.
Gracias por todo y una vez mas disculpenos, barbie y agus.
