Notas de la Autora: lamento haber tardado un poco en actualizar, pero en fin, les cuento, que estoy emocionada por que pronto me voy a cambiar el auto (siiiiii!). En fin, espero que este capítulo sea de su agrado. ¿Les gustó?. ¿No?. ¿Lo odian?. ¿Lo aman?. ¡Dejen sus reviews!.
Disclaimer: ya no sé para que lo sigo diciendo!. Es más, YYH no me pertenece, tú los sabes, yo lo sé. ¡Hi-chan lo sabe!. Ya es un saber público.
Warning: este es un fic, completamente, totalmente, exclusivamente, YAOI. "El que va contra la marea corre el riesgo de ahogarse, y el yaoi, es la marea en tu vida".
Down with me: capítulo 7: Giros y primeras citas
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Kurama observó detenidamente como Hiei tocaba con su guitarra, sonaba muy bien, le dio una cálida sonrisa, aquella música, le sonaba muy bien. Ya veía por que era su cantante favorito. Tenía un muy buen estilo.
-.¿Cómo se llama?. –Hiei levantó la mirada como pensándoselo, se encogió de hombros, mientras seguía tocando.
-.Hn ... aún no tiene nombre. –murmuró como si le resultase fastidioso admitirlo. -.No tiene letra. -
-.De todas formas es bonita. –volvió a decir Kurama después de unos minutos fascinado por la manera en que Hiei tocaba. Su flequillo castaño le cayó sobre los ojos y volvió a echarlo hacia atrás.
Hiei se quedó pensativo, mientras observaba a través de la ventana e la suite, Vlad estaba chateando con un primo lejano en Escocia y Keith estaba leyendo tranquilamente. De repente Vlad dejó la laptop a un lado y sacó un libro de su bolso.
-.Leí el otro día que un tipo en Edimburgo fingió un paro cardíaco para no pagar las infracciones de tránsito. ¡Qué genio!. –dijo ojeando un libro rápidamente.
-.No te creo ni la mitad. –señaló Hiei dando un bostezo. Vlad lo miró como si le reprochase de algo y volvió la mirada a su libro.
-.¿Por qué no?. –mencionó después hartándose de que ninguno de los otros dos le prestase caso, Keith rió suavemente y le dio unas palmaditas en la espalda.
-.Tú nunca lees. –mencionó, y Hiei echó a reír socarronamente. Vlad arrugó la nariz, y abandonó la habitación con esa gran y enorme bolsa que había traído durante toda la mañana desapareciendo con él detrás de la puerta.
-.Está muy raro últimamente. –apreció Keith sin quitar su mirada del ejemplar de "Los miserables" que había conseguido el otro día en la biblioteca. Hiei se encogió de hombros.
-.Haya él. –
-.Tú también estás raro. –ahora Keith si dejó de lado su libro (no sin antes señalar la página). -.¿Acaso ...?. No déjalo, estoy pensando tonterías. –dijo riendo bajito. Hiei arqueó las cejas.
-.¿Una tonterías?. Bueno, será otra que añadir a la extensa lista que he escrito desde que he llegado aquí. –mencionó, Keith ahogó una risilla.
-.Bien ... es sólo que pensé que tal vez (y sólo tal vez) tú y Kurama ... –
-.¿Qué?. –pregunté Hiei como a punto de explotar. Keith dejó de lado definitivamente su libro y se acercó con una expresión de circunstancias.
-.¿A ti te gusta Kurama?. –en la mente de Hiei entonces comenzó algo parecido a una pequeña pelea. Dónde su parte optimista y su parte pesimista discutían fieramente.
"¿Gustarme?. ¡Claro que me gusta!. ¡No!. ¡No!. ¡No te gusta!. ¡Pero que dices si hasta te sonrojas cada vez que lo ves!. Eso no interesa. Si interesa. ¡Pero no se lo puedo decir a él!. Claro que si puedes. ¡Es mi mejor amigo!. Por eso deberías decírselo. No, no puedo. ¡Es tu mejor amigo!."
-.¡Hooooolaaaaa!. ¡Llamando a Hiei desde el planeta Tierra!. ¡¿Hay alguien!. – dijo Keith observando a Hiei que parecía ausente desde hace un buen rato. Hiei reaccionó y le dedicó una mirada que ... no le había visto en años.
-.¡Claro que hay alguien estúpido!. –se enojó Hiei dando un respingo. -.¡Y esas cosas no se preguntan y no te importan!. –puntualizó y ambas partes de su mente gritaron: ¡bravo! Al mismo tiempo.
-.Está bien, pero cuando quieras hablarme de eso, seguiré aquí, leyendo mi libro. –dijo Keith dándole una sonrisa y volvió a ojear su libro sin prestarle demasiada atención. Hiei estaba muy colorado, no sabía si por vergüenza o por el coraje.
Luego de pasar un tiempo, Keith se decidió por irse a dormir, dio un largo bostezo y se fue hasta su propia habitación (la que compartía con Vlad), no sin antes darle un saludo a Hiei que seguía mirando hacia la ventana.
-.Me voy, tengo mucho sueño, hoy si fue un día agotador. –y antes de irse pareció pensar algo y volvió a preguntarle. -.¿Sabes que son todas esas bolsas que trajo Vlad de la biblioteca?. –
-.Erhh ... ¿NO?. –dijo Hiei molesto por la interrupción de sus pensamientos, Keith hizo girar sus ojos y desapareció detrás de la puerta.
Eso si que había sido extraño. Luego de tocarle a Kurama la canción se acordó de unos días antes de sacar el tema 'I'm alive and so what?' había decidopreguntarle primero a Kurama como sonaba. Y él le había dicho que sonaba estupendo. ¿Por qué habia echo eso si detestaba tanto sus canciones?. ¿Cómo?. ¿De repente de detestarlo pasa a quererlo tanto?. ¡Eso ni siquiera tiene lógica!.
Kurama miró a Hiei mientras seguía tocando, le sonaba muy bonito, se acercó hasta el sofá donde estaba mirando como tocaba.
-.Bueno, pero deberías ponerle un nombre rápido. –y después de reflexionar agregó. -.Y una letra bonita, por supuesto. –
-.¡A ver!. ¡Nada de lo que vaya a hacer va a ser bonito!. ¿Entendiste zorro?. –le gruñó Hiei dejando de tocar por completo, Kurama ahogó una risita que clamaba por salir de su garganta. -.¿Qué es tan gracioso?. –
-.Nada, no me refería a eso cuando dije "bonito". –Hiei soltó un bufido sintiendo como si le escociera el rostro, que escondió en uno de los almohadones.
Además ... ¿qué quería probar con esa tonta conversación?. ¿¡Cuánto podía parecerse a un tomate?. Hiei se hundió un poco en el asiento. Su teléfono celular comenzó a sonar insistentemente como si pidiese que lo atendiesen.
-.¿Hola?. –preguntó Hiei.
-.Hola Hiei, soy yo, Kurama. –mencionó el aludido sonando muy muy nervioso, Hiei pronunció un tsk.
-.Eso ya lo sé, por algo existe el identificador de llamadas. –murmuró de mala gana apretando un poco más el almohadón contra sí.
-.Suenas enojado. –repuso Kurama tratando de no reírse, pero Hiei se dio perfecta cuenta de eso. -.¿Sucede algo gruñón?. –Hiei sintió como se le cerraban los puños. ¡Intentaba provocarlo!.
-.¿Quieres saber lo que me pasa, zorro?. –
-.Siiii. –dijo Kurama riendo abiertamente y agradecido de que Hiei no estaba en frente suyo para estrujarle el cuello. -.Te pregunté. ¿Cuál es el problema, gruñón?. –
-.Uhhf, olvídalo, sólo llamas para molestarme. –dijo Hiei escondiéndose entre los almohadones y desviando la vista del televisor donde lo único más interesante que los comerciales era la maratón de sus videos por MTV.
-.No, en realidad quería invitarte. –entonces la voz de Kurama cambió dramáticamente, como si estuviese en un teatro.
-.De acuerdo, haz como quieras. –
-.¿En serio?. Ehh ... es decir ... bien, está bien. –dijo tratando de disimular su alegría, Hiei se metió unas palomitas que había traído de la cocina en la boca. -.¿Vendrás?. –
-.¡Ahhh eso si que no!. Yo te dije que hicieras lo que quieras, pero no te aseguré nada de mi parte. –
-.Oh ... es cierto. –dijo Kurama de nuevo cambiando a un tono burlón. -.Entonces voy a tener que convencerte. ¿No es así Hiei?. –el aludido se atragantó con las palomitas.
-.¿Q-qué quieres decir con eso?. –
-.Oh ... nada, nada, pensé que no estabas interesado. –dijo Kurama con ese tono extraño que sonaba como cuando se trata de regatear en una tienda. Hiei frunció el ceño, que situación más estúpida.
-.Bueno, voy a ir, pero más te vale no hacer ninguna tontería o ... –
-.¿O qué?. –señaló Kurama con la misma voz dramática de hace unos segundos antes.
-.Humpp, olvídalo, no se puede hablar contigo. –dijo Hiei apagando el televisor. -.¿Dónde nos encontramos entonces?. –
-.Ah, y tampoco se puede hablar contigo. –acordó Kurama. Hiei frunció el ceño. ¡Qué insinuaba!. ¡Él era muy, muy bueno y quien dijera lo contrario no viviría para contarlo!. -.Nos encontramos en ... –
-.¿El nuevo restaurante que abrieron en el centro?. –preguntó Hiei mientras veía uno de los comerciales de ese lugar en la TV que había vuelto a encender.
-.¿Cómo adivinaste?. –
-.No lo sé, buena publicidad. –y antes de que el pelirrojo pudiera decir algo continuó. -.Nos vemos allá en veinte minutos kitsune. –y colgó el teléfono.
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Veinte minutos más tarde aparecía Hiei en el restaurante, con unos jeans y una camisa azul (que había pasado horas tratando de elegir, algo que sonase casual y no delatase el secreto de que había pasado un buen rato eligiéndolo).
Se acercó hasta la mesa donde un chico de inconfundible cabello pelirrojo estaba sentado, en unos minutos las luces iban a volverse más tenues por que se enfocarían en el escenario, dónde seguramente pasarían un espectáculo.
-.Hn ... aquí estás. –señaló Hiei mientras se sentaba obviando un hola o por lo menos un buenas noches si hubiera querido ser más formal.
-.Ah, llegas tarde Hiei. –dijo Kurama sonriendo, traía puesto un traje blanco muy bonito y Hiei se arrepintió levemente de haber ido tan "desarreglado".
-.Si, bueno, mejor tarde que nunca. –dijo tomando la carta y escondiéndose detrás de ella, pero Kurama no desvió la mirada, así que terminó por bajar la carta sin haber decidido todavía que debía comer. –.¿Por qué me estás mirando de esa manera?. –
-.Tienes una mancha de salsa. –dijo Kurama sonriendo y señalando uno de los bordes de la camisa, se acercó con una servilleta y lo limpió hasta que ya no quedaban rastros de manchas.
-.Gra...cias. –masculló mientras se llevaba un trozo de pan a la boca. -.Y mash te vale nopch decih nada. –dijo aún comiendo.
-.No pensaba hacerlo. –dijo Kurama aún sonriendo, y Hiei volvió a esconderse detrás de la carta. Entonces se le pasó por la cabeza que tal vez (y sólo tal vez) la carta estaba para más que esconderse del zorro, así que decidió elegir algún plato del menú.
-.¿Ya te decidiste Hi-chan?. –preguntó Kurama sonriendo aún. Hiei bajó el menú lentamente, muy lentamente, dejando ver una mueca entre sorprendido y furioso.
-.¿Me llamaste ... Hi-chan?. –dijo sintiendo como el rostro le escocía de nuevo.
-.Eso dije. ¿No?. –aseveró Kurama. Hiei iba a reprocharle que clase de libertades se estaba tomando cuando el mesero se acercó a su mesa evitando que la noche terminará de maneras imprevistas.
-.¿Puedo tomar su orden?. –habló mientras sacaba de su bolsillo una pequeña libreta. Kurama asintió con la cabeza.
-.Yo voy a pedir spaghetti con salsa boloñesa y ... ¿Hiei?. –dijo esperando a que Hiei se decidiese. Se rió un poco y le dijo. -.¿No estaría mejor volver el menú al lado correcto de nuevo?. –dijo viendo que Hiei estaba leyendo el menú al revés.
-.Claro, eso iba a hacer kitsune. –el mesero arqueó las cejas al escucharlos, Hiei se volvió hacia el y pidió. -.Yo quiero unas salchichas alemanas con ... –
-.¿Papas tal vez señor?. –sugirió el mesero balanceándose de atrás para adelante cansado de esperar Hiei asintió y dejó el menú a un lado. -.¿Y de beber?. –
-.Yo tomaré agua. –sonrió Kurama y miró a Hiei esperando a que se decidiese, lo cual fue mucho más rápido que antes ya que casi instantáneamente gritó:
-.Yo tomaré granadina. –Kurama se sorprendió, y al parecer el mesero también (aunque si lo había anotado). Cuando Hiei notó las miradas nada más se encogió de hombros y el mesero desapareció con la orden mascullando algo que ninguno de los dos prestó atención alguna.
-.¿Granadina?. Yo no sabía que te gustase. –Hiei hizo rodar sus ojos al mejor estilo de que-extraño-kitsune y volvió a morder el pan con más fuerza que la vez anterior.
-.Hum, me gusta. ¿Y?. Es deliciosa. –dijo como para excusarse. -.Ah, y como vuelvas a llamarme Hi-chan las cosas para ti comenzarán a ser tristes Kurama, muy, muy tristes. –añadió como si esperase alguna reacción el pelirrojo.
-.Bueno, más vale no meterse contigo entonces ... Hiei. –sonrió el pelirrojo sin quitarse ese humor alegre. Hiei arqueó las cejas.
-.Claro que no, eso ya lo sabes, zorro. –
-.Yo sólo quería que las cosas fueran menos tensas entre nosotros. –respondió Kurama con mucha naturalidad, Hiei frunció el ceño.
-.Vaya, hablas como una colegiala enamorada, kitsune. –dijo Hiei riéndose libremente, pero la expresión de Kurama no cambió en lo absoluto. -.Estás actuando muy raro últimamente. Es más, cuando te toqué la canción el otro día podría jurar que estabas todo sonrojado. –
-.Puede ser, puede que tal vez esté actuando como una colegiala enamorada. ¿Por qué no?. Y por eso te llamo Hi-chan y digo tantas estupideces, pero es verdad, soy un estúpido. –
-.Hey, que yo nunca dije eso. –señaló Hiei, justo cuando el mesero les trajo las bebidas, y en cuanto se hubo ido preparó su granadina y bebió un sorbo.
-.No, pero lo insinúas. –señaló Kurama que de momento a otro estaba a la defensiva, Hiei arqueó las cejas como por cuarta vez en el día.
-.¿Cuál es el problema gruñón?. –se sorprendió usando las mismas palabras que Kurama y retiró la mirada, entonces Kurama soltó una risilla más propia de él y todo se relajó.
En el escenario subió un grupo, no eran conocidos, sólo era para animar el ambiente, y comenzaron a tocar algo parecido a un vals. Kurama se levantó de inmediato. Hiei lo interrogó con la mirada.
-.Kitsune siéntate. –pidió con voz imperativa. -.No pienso bailar. –aseguró en cuanto Kurama le tendió la mano, pero este en vez de esperar a su respuesta lo arrastró a la pista de baile.
-.¿¡Qué rayos estás haciendo?. ¿Estás loco o qué?. –
-.No estoy loco. –apuntó Kurama con esa gran sonrisa tratando de dirigir los pasos de Hiei, que no se dejaba fácilmente y arriesgaba la salud de sus pies.
-.¿Acaso quieres ponernos en evidencia o algo?. –preguntó Hiei que además de escocerle el rostro tenía las orejas más rojas que cualquier tomate en este planeta o en cualquier otros donde existan tomates.
-.No. –volvió a decir Kurama.
-.¿No te importa que nos vean?. –señaló Hiei muy nervioso mirando a ambos lados e imaginándose a reporteros ansiosos de un buen chisme con la paranoia subida a su cabeza.
-.¿A ti si?. –
Hiei se quedó unos segundos sin contestar, sabiendo que Kurama no bajaría la mirada hasta que él se rindiese tomó un gran y hondo respiro y volvió a sujetar su mano.
-.Qué me queda. –rezongó, mientras era arrastrado de nuevo hasta la pista de baile, donde, no había ni un solo reportero ansioso ni una sola pareja exclamando improperios, sólo él, Kurama, y muchas personas que seguramente, debían de sentirse tan felices y escocerle tanto la cara como a él en ese preciso momento.
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-.Así que fue una gran noche para ambos. –señaló Yusuke que se veía bastante más desaliñado que de costumbre, Kurama apenas le prestó atención, se sentía lleno de alegría y de un nuevo optimismo no moderado que le llenaba completamente.
-.¡Por supuesto que lo fue!. Es más, fue total y completamente increíble. –exclamó Kurama como si de un momento a otro se fuera a deshacer de felicidad. Yusuke bostezó y señaló con mucho desánimo.
-.Que alegría. –Kurama dejó de pensar en su gran noche y le dio una mirada escrutadora a su amigo, que parecía no haber dormido muy bien.
-.Bueno, a juzgar por como estás no tuviste un muy buen día. –Yusuke hizo rodar sus ojos como diciendo te-parece-a-ti-preguntar-eso.
-.La verdad fue terrible. Kuwabara está molestando mucho últimamente, ayer me llamó para que hablásemos, entonces le dije que sí. Y pasamos horas al teléfono, charlando de sus necesidades. –a Kurama esa palabra se le atoró en la garganta e hizo esfuerzos por no reírse. -.Y luego sugerí que llevásemos los teléfonos a la cama para charlar por si alguno necesitaba lago y ... ¡Lo hizo!. –
-.Espera unos segundos a ver si entendí ... ¿te quedaste toda la noche hablando con Kuwabara acerca de sus necesidades?. –dijo Kurama a punto de caerse de la risa, Yusuke no parecía compartir ese sentimiento por que repuso de mala gana.
-.Estoy saliendo con él. ¿Te lo dije no?. –Kurama se puso lívido y la palabra necesidades tomo un nuevo y horrible significado.
-.No lo sé. –dijo ya sin ganas de seguir la conversación y quitándosele el hambre. -.No creo que me lo hayas dicho. –
-.Sí, si lo hice. –y al ver la cara de desconcierto de Kurama prosiguió. -.Ayer, cuando nos fuimos del trabajo. –Kurama continuó con cara de desconcierto. -.¡Cielos Kurama te lo dije!. ¡Cómo es posible que esté yo más pendiente de tu vida que tú de la mía!. –
-.Eso no tiene mucho sentido Yusuke. –
-.¡Sí si lo tiene!. –repuso él enojado. -.Fui tu amigo desde ... desde que tenemos seis años. –dijo en apenas un hilo de voz. -.Humm ... lo siento tal vez estoy un poco nervioso por no haber dormido, no te molestes por mi culpa Kurama. –
-.No, no, yo fui un desatento, por haberme preocupado más de mí y no me di cuenta de nada. –
-.Pero estás enamorado ... –señaló Yusuke riendo de nuevo con un dejo de la antigua vitalidad. -.Recuerdo que cuando salías con esa chica, Botán en segundo año tenías esa misma tonta expresión en el rostro. –
-.Puede ser, pero Hiei no es Botán. –señaló Kurama bastante observador y le dio unas palmaditas a su amigo para darle ánimos. -.Llámame cuando quieras, para un amigo no hay horarios. –añadió sabiendo el gran sacrificio que representaba para sus horas de sueño.
-.Gracias. –señaló Yusuke tomando una taza de café. -.Hoy no debería haber venido. ¿No?. –dijo sonriendo de nuevo.
-.No, no deberías haberlo echo, pero me agrada que si lo hayas echo por que tenía que contarte tantas cosas. –
-.¿De Hi-chan?. –
-.No, de Hiei. Y él mismo me pidió que no lo llamase así. Dijo que si lo hacia me pasaría cosas muy, muy tristes, y que no me convenía. –sonrió Kurama recordando las palabras exactas.
-.Oh, vaya, es encantador. –bromeó Yusuke, mientras buscaba algo en sus bolsillos. -.Ups, no puedo creer que las haya perdido. –
-.¿Qué buscas?. –
-.Las entradas de un partido de fútbol. Creo que las tenía por aquí ... ¡Aquí están!. –dijo cuando por fin las encontró en el fondo del bolsillo de su campera. -.Toma, te las regalo, no creo que yo pueda ir, por que estoy muy cansado, pero puedes ir con quien quieras. –dijo guiñándole un ojo por que ya sabía quien era exactamente ese "con quien quieras"para Kurama.
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-.Gracias, gracias en serio. No se como voy a poder pagárselo. –señaló Vlad mientras miraba sus preciadas y nuevas adquisiciones, luego miró al hombre de cabellos plateados y le tendió la mano, él sin embargo no aceptó el saludo, y nada más le dio una sonrisa.
-.No hay de qué, en serio. –señaló.
-.No, de verás, cualquier cosa que pueda hacer por usted señor, créame que la haré gustoso por que me ha ayuda tanto a comprar todas estas cosas que ... –
-.En realidad hay algo que puedes hacer por mí. –señaló el hombre, Vlad no se lo esperaba pero asintió sabiendo que estaba completamente en deuda con el muchacho.
-.Por supuesto. –
El chico de cabellos plateados se arriesgo a sonreír otra vez y comenzó a revolver en su mochila, y sacó unas cuantas hojas escritas a máquina y se las tendió a Vlad con una sonrisa socarrona.
-.Verás, yo soy periodista y en fin ... mi editor tiene la política de querer la opinión de los artistas antes de publicar los artículos y ... –
-.Sea lo que sea está bien por mí. –Youko volvió a sonreír, se sentí muy feliz. Ah, ese chico era un verdadero baka. Aceptar favores sin saber que había algo a cambio es una tontería, se encogió de hombros cuando el muchacho arqueó las cejas al leer el artículo.
Todo tiene su precio, hasta algo tan sencillo como la libre expresión.
"Una de las grandes verdades de Hiei Jaganshi
Youko K.
Como todos sabemos, el gran artista Hiei Jaganshi se convirtió de noche a la mañana en una celebridad, principalmente entre los jóvenes adolescentes que claman por oír sus canciones. Esto era predecible, ya que, como muchas otras estrellas el secreto clave del grupo es rebeldía y su increíble energía en las funciones en vivo.
Por eso y por la calidad de las letras, se ha convertido en uno de los favoritos. Se puede comprar su trabajado discográfico en cualquier tienda, se puede leer su biografía publicada capítulo por capítulo junto con el Times, pero ... ¿qué con su vida amorosa?.
A pesar de la fama estoica y fría del vocalista, Hiei Jaganshi, todos sabemos que el romance tarde o temprano siempre llama a tu puerta. Lo que nadie sabe es con quién o como. Hasta ahora ha habido vagos indicios de amoríos.
-.Es común que una estrella como él busque gente famosa de la cual rodearse. –comenta la presidenta del club de fans la señorita Mukuro. -.Pero andar con un tipo como ... como es tal Shuichi Minamino no es aconsejable para alguien como Hiei. ¿Qué se puede esperar de un periodista al lado de una estrella?. ¿No es eso una combinación fatal?. –
Debido a la calidad de está información, Mukuro se decidió por hacernos saber que eran más que simples rumores, verán en este ejemplar algunas de las fotos de Hiei subiendo a su piso con Shuichi Minamino (pelirrojo, de gabardina gris que está al lado del cantante) y otras donde están en lo que parecen citas, en diferentes lugares, parques de diversiones, parques, restaurantes, etc.
-.Yo soy de la opinión que puede hacer lo que quiera con su vida. –comenta Mukuro de nuevo. -.Pero si ese Minamino daña a nuestra estrella ... ¿no le afectará en su carrera?. ¿No es lo que más tememos?. –
Muchas opiniones como estás se han escuchado en los últimos días pero hasta ahora ninguna ha sido confirmada oficialmente hasta ..."
-.No, lo siento pero no voy a firmar esto. –Youko se puso pálido de la ira, estaba a punto de estallar cuando Vlad le dijo. -.Me diste una mano y me tomaste el pie, eso no está nada bien. Si vas a ... seguir dándome favores por esto, prefiero que sencillamente no lo hagas. –
-.Bien ... –profirió Youko siseando como una serpiente y furioso por el resultado de todo. -.Podría haber resultado un gran artículo podría ... –
-.Haber arruinado la vida de uno de mis mejores amigos. –completó Vlad sinceramente y con una sonrisa. -.Lo siento, amigo, pero si pensaste que engañarme iba a ser fácil, te equivocaste de persona. –
Youko se quedó allí, con los papeles en sus manos y la lapicera aún firmemente agarrada a su mano izquierda. Se sentía terriblemente furioso, terriblemente enojado, por que al parecer, el estafador, terminó siendo ¿estafado?. ¿Engañado?.
Ah, pobre, pobre Youko, se lamentó sentándose de nuevo, cuando planeas algo, se dijo, no te sorprendas si dan un giro inesperado.
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Notas: me alegro por fin haber terminado este capítulo, espero que les guste, realmente, por que me gustó mucho escribirlo. Lo de Yusuke y kuwa(bobo) es sólo un comentario, él no aparece en el fic, o por lo menos no lo tengo planeado. En fin, al parecer a Youko no le salieron bien las cosas, pero que se la va a hacer, no se puede ganar siempre en la vida. Y Kurama y Hiei van progresando mucho, como muchas estaban esperando, aunque los dos sienten lo mismo (si soy cursi) aún no se lo dice, tal vez en el próximo capítulo lo hagan.
Reviews:
maggie.d: pues ya ves que a Youko las cosas le salieron mal, jiji, si, y ninguna canción de Hiei será para ninguna chica, el próximo capítulo será interesante, o eso espero yo. Que bien que te haya gustado. Y gracias por tu review.
Rockergirl-sk: si comprendo, espero no haberte echo esperar demasiado, aunque supongo que si. Y ya ves, que a Youko se salió mal el plan que tenía en mente. Y si, pues Hiei y Kurama se van aproximando a decirse lo que sienten o algo parecido, jiji. Ya veremos.
Hiyu kitsune: si, es que el otro capítulo estuvo un poco más como pasivo. ¿No?. Espero que este haya sido un poco más ameno, en especial para los lectores, espero. Bueno, gracias por tus comentarios.
Yatten-Kitsune: si?. Wow, bueno, pues que bien que hayas llegado hasta aquí y te haya gustado. Si, bueno, eso del arte de la guerra, mi papá tiene una versión ilustrada del libro, por eso se me ocurrió poner algo parecido para Vlad. Que bien que te haya gustado el capítulo, y gracias por haberte tomado el tiempo para escribirme un review.
Konoto-chan: si, ya vi el fic, aún no lo leo, espero poder hacerlo pronto, vengo decaída por que comienzo el colegio dentro de poco. Gracias por tu review y si, a mi también me fascina escribir las canciones.
Hitomi chizu: bueno si, la verdad, por lo menos en este capítulo bailan juntos y se conocen un poco más, ejem, a fondo. Pues ya ves que tramaba Youko, y no le salió para nada bien, aunque no creo que se rinda así como así, tomará más distancia.
Misi-chan: hoolaas amiga!. ¿Harás una recopilación?. Wow, eso sería genial, estupendo mejor dicho, si deseas usarlas para cualquier song-fic o lo que sea te lo permito, es más sería un honor. Que bien que me leas en clases, la mayoría de los pobres diablos allí se aburren (yo soy parte de eso) así que bien por ti!.
Joe the time traveler: de echo si lo hiciste, pero no se si en el anterior capítulo o en el quinto. No creo que Hiei y Kurama vayan a sufrir tanto a partir de ahora, todo se vuelve más relajado. Espero no haberme demorado demasiado y si lo hice, que al menos justifique la espera.
Y a todos los que estén leyendo esto, se los agradezco.
Au revoir!
-.Nasaki.-
