Notas de la autora: de nuevo estoy en escena (como quien dice) y tratando de actualizar este fic. Le dedico este capítulo a yami, misi-chan y konoto-chan, lectores constantes. Se los agradezco. Y los demás, no se olviden de dejarme reviews. ¿Les gusto?. ¿No?. ¿Lo odian?. ¿Lo aman?.

Disclaimer: ya no sé para que lo sigo diciendo!. Es más, YYH no me pertenece, tú los sabes, yo lo sé. ¡Hi-chan lo sabe!. Ya es un saber público.

Warning: este es un fic, completamente, totalmente, exclusivamente, YAOI. "El que va contra la marea corre el riesgo de ahogarse, y el yaoi, es la marea en tu vida".

Down with me: capítulo 8: Noticias inesperadas

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-. Con qué eso era. –le dijo Keith bastante enfadado, su hermano nada más bajó un poco la cabeza en señal de arrepentimiento, y Hiei no puedo evitar compararlos con un par de niños.

Estaban en la suite del hotel, apenas habían llegado de un día muy largo en el estudio, y hasta lo que iba del día, no habían tenido ni un minuto de descanso, y no lo tendrían, por que pronto iban a tener otra (si otra) entrevista de prensa.

-.¡Por eso te comportabas tan extraño pedazo de baka!. –explotó mientras agitaba los brazos como uno de esos patos en los zoológicos. Vlad se encogió de hombros y se abanicó con uno de los "regalos-libros" de Youko.

-.Bueno, bueno, por lo menos no publicarán el artículo. –bufó, se dio vuelta, el sonido de las teclas sonaba muy insistente, más bien como un Tic Tic Tic más rápido y molesto que cuando veían pasar las horas del reloj (esto sucede, mucho más lento).

-.¿Qué haces Hiei?. –el aludido levantó apenas la cabeza, preguntándose si podía parecerse aún más a un tomate.

-.Nada. –Vlad se acercó hasta la pantalla y dio un largo "ohhhhhh".

-.¿Así que chateando?. ¿Con quien?. ¿Es ese Kurama?. ¿Es verdad que te gusta?. ¿Cuándo saldrán juntos?. –Hiei levantó la mirada, más rojo por la vergüenza que por el coraje.

-.¡QUE NO ESTAMOS SALIENDO!. ¿Cuántas veces se los tengo que decir para que les entre en sus cabezas de simios?. –

-.Al menos cien. –

-.La decimocuarta vez es la vencida. –

Ambos hermanos parecían de un peculiar buen humor, Hiei cerró su laptop con un sonoro HN (lo que es igual, su forma de evadirlos) y abandonó la sala.

Se encerró en su cuarto y la volvió a encender, una de las ventanas del msn se abrió muy rápido, era de Kurama, sus orejas se volvieron rojas de nuevo.

"Kurama, el zorro de las montañas... dice:

¿Hiei?. ¿Aún estás ahí?. Creo que no ... Bueno, si aún estás, por favor, dime si hoy podríamos salir, me gustaría decirte algo importante."

Otra vez, la sangre se le subió completamente a las mejillas. Comenzó a pensar su respuesta, se dio vuelta sobre si mismo, una y otra vez mientras pensaba, entonces se le ocurrió una idea ingeniosa de contestar y escribió.

"(¯·..· Al final del día, todos somos polvo en el viento ·..·´¯) dice:

Hn ... tal vez pueda. Hoy estoy ocupado. ¿No deberías estar trabajando?. Se me hace raro que un periodista taaan conocido no esté trabajando un lunes por la tarde. ¿o tendrías que escribir tu artículo en vez de hablarme por msn?."

Bueno tal vez no había sido muy ingenioso, brusco era la palabra, pero de todas formas. ¿No era todo eso cierto?. Volvió a dar vueltas sobre si mismo abrazando su almohada. ¡Mantén la calma!. Se dijo volviendo a mirar la pantalla, que volvía a avisar que Kurama le había respondido de nuevo.

"Kurama, el zorro de las montañas... dice:

Errhh. ¿No?. ¿Tal vez por que mi proyecto trata justamente de ti?. Sin sarcasmos por favor. Ejem, esto que quiero decirte ... ¡es serio!. Siento que si no te lo digo hoy no voy a poder nunca. Está bien por mí decírtelo después de la entrevista de prensa."

"(¯·..· Al final del día, todos somos polvo en el viento ·..·´¯) dice:

Hn, si eso quieres ... pues bien. De todas formas, los periodistas de allí son más desalmados, así que no les cuentes nada que vayan a malinterpretar. Nunca son personas, son periodistas."

"Kurama, el zorro de las montañas... dice:

¿Yo no soy una persona y un periodista también?. Hiei ... no deberías tomártelo tan en serio. ¡Relájate!. No van a morderte. ¿Sabes?."

"(¯·..· Al final del día, todos somos polvo en el viento ·..·´¯) dice:

No me refería a ti kitsune."

Kurama apenas contestó un "qué considerado" más bien en broma que Hiei se lo tomó muy en serio, y antes de que pudiera contestarle, se había ido. Hiei guardó su laptop y se quedó pensativo. Se echo en su cama, olía realmente muy bien. Aspiró el aroma de las sábanas, parecido, a rosas.

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-.¿No vas a publicarlo?. –exclamó el editor fuera de si, fumando cigarrillos como si en ello se le fuera la vida, y mirando a su periodista "de confianza" con furia contenida. -.¿No dijiste que era pan comido?. –

-.Un pan muy duro por cierto... –murmuró Youko bebiendo un sorbo de café y siguiendo con el juego de palabras, se fijó en la taza. -.Muy bueno. ¿De dónde es?. –dijo refiriéndose al café.

-.No importa, no importa. –exclamó el editor apenas haciéndole caso. -.Después de todo mañana te enviamos de corresponsal a Dublín. –

-.Sí, eso tengo entendido. Pero yo hubiera querido hacer un seguimiento de Hiei Jaganshi personalmente antes, estoy seguro que si me da otra oportunidad señor ... –dijo con cara de "probrecito perrito que está mojado en la lluvia".

-.Ya tuviste muchas oportunidades. –le contestó el editor, que era un hombre que ya estaba en bien entrados los cuarenta y no se sentía con ánimos de muchas discusiones. -.De todas formas, el Times nos robó la primicia. –

-.¿Cómo dice señor?. –Youko volvió a poner tono inocente, nunca le había sentado bien el clima de Irlanda, el editor hizo una mueca.

-.Ya lo dije, y como sigas haciendo el papel de gracioso te envío a Groenlandia. –a Youko se le erizaron los pelos.

-.No señor. –dijo firme, mientras jugueteaba con unos mechones plateados. -.Aunque insisto en que si hubiéramos tenido más tiempo algún chisme jugoso hubiera salido y ... –

-.Ya es suficiente con eso. –murmuró el editor reclinándose en su silla. -.Youko ... no se que pensé cuando te contraté. –masculló con la boca llena de té y masas.

-.Pensó en mi buen currículo, mi buena disposición, mi talento ... –agregó a lo último, todos saben que la modestia es siempre primero. El editor hizo una mueca mientras parafraseaba algo que Youko no alcanzó a entender.

Apagó el cigarrillo, y suspiró pesadamente, apoyando los codos en el escritorio, aún con las dudas revueltas en su mente, no muy decidido convino con Youko.

-.Debió de ser eso, debió de ser eso. –dijo finalmente. El muchacho de cabellera plateada desapareció de su vista, y fue directo a empacar sus cosas. Murmurando no-se-que-cosas de Hiei Jaganshi, no-se-que-cosas de un odioso editor.

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-.Esto es ... ¡increíble!. –dijo Mukuro mientras saltaba en su asiento desde la primera fila, zarandeando a un muchacho de catorce años. -.¿Puedes creerlo Tsuki?. ¿No es un sueño echo realidad?. –exclamó zarandeándolo aún más fuerte.

Tsuki asintió, más que nada le había causado ciertas náuseas por el mareo, pero igual seguía siendo genial. ¡Hiei Jaganshi en vivo!. ¿No era eso lo mejor que les había pasado desde que compraron las entradas?. Sí, si lo era.

-.¡Fantástico, fabuloso!. –volvió a murmurar sin agitarlo tanto, su hermanito sonrió mientras mascaba una goma de mascar. -.Que bueno que no perdimos tiempo y llegamos antes que todos, además, así es mejor, por que tenemos todos los artículos que tenían grabado su rostro. De los que vendían en la entrada. –

-.Sí, sí, Mukuro. –sonrió mirando a su hermana mayor que se retorcía impaciente, poco a poco, una masa de gente comenzó a llegar, a lo lejos vieron a una chica que les pareció familiar. Cuando estuvo cerca se dieron cuenta de que no era precisamente, una chica.

-.¿No era ese el chico que vimos el otro día en la puerta del hotel de Hiei?. –murmuró Tsuki, su hermana apenas le prestó atención por que el concierto estaba casi por empezar. -.¿No te acuerdas que se llamaba Kurama y que Hiei le había dicho a-m-i-g-o?. –

-.¡Ya cállate que estorbas!. ¡Está a punto de comenzar!. –Tsuki optó por quedarse callado, su hermana se había puesto como histérica, observó unos segundos más al pelirrojo que miraba ansioso el escenario y decidió que mejor hacía en ver él también cuando llegaban.

No tardaron pocos segundos en aparecer. Primero vieron ese inconfundible cabello azul, luego uno rubio con mechas rojas (también muy fácil de reconocer) y por último, lo vieron a ÉL. Objeto de su completa adoración. Y comenzaron a gritarle y a mostrarle carteles con su nombre.

Hiei Jaganshi había entrado a escena, con su típico traje negro, con su típica mueca dibujada en el rostro, más pálido que un vampiro, y con sus inconfundibles ojos rojos inundando el escenario. Las luces tomaron diferentes colores.

Hiei buscó con la mirada algún rostro familiar, cerca del escenario vio a esos dos fastidiosos. Luego, más allá estaba Kurama, no le dio ninguna señal de haberlo notado, y saludó a los fans con las manos con una mueca, casi simpática (siempre la palabra casi delante).

-.¡Hola!. ¿Cómo están?. –gritó, la muchedumbre le devolvió la respuesta cien veces más fuerte, Hiei hizo una mueca y se acercó al micrófono. -.Esta canción se llama ... I'm alive and so what?. –

Otra vez gritos, la presidenta del club de fans agitó los brazos, y casi todos los de la audiencia hicieron lo mismo. Kurama observó nada más sin dar muestras de querer participar en ello.

-.Y ... quiero dedicársela, a uno, de mis mejores amigos. ¡Alguien que está presente esta noche!. –vociferó señalándolos, todos se miraron unos a otros buscando con envidia y admiración al destinatario de esa dedicación. Kurama sólo le sonrió, una sonrisa que para la mayoría, pasó desapercibida.

Muchas cosas pasan sin notarse entre una muchedumbre de tantos miles de personas juntas apretujándose y gritando al mismo tiempo.

Vlad y Keith comenzaron a tocar, y Hiei tomó a su inseparable "fire flames" y se acercó de nuevo al micrófono, su voz sonando potente y suave a la vez.

-.Las voces del más allá, las voces de al lado, me llaman, dicen mi nombre. ¿Por qué no vienes?. Ahógate, mira que hermosa es la muerte. Gritan, se desesperan, raspan con las uñas la tierra cerca de sus lápidas. Buscando la luz. –

Hiei cantó, su voz sonaba distinta esa noche, tenía a alguien que lo escuchara. Kurama reconoció la canción, como la que le había pedido que tocase hace unos días. La canción sin nombre. En ese momento le había dicho que parecía bonita, y aún lo era.

-.Algo me dice que están cerca, me buscan, quieren que los acompañe, para sufrir con ellos. ¿Estarás a mi lado si yo te lo pido?. ¿Vendrás a buscarme si no estoy contigo?. –

¿Podía alguien aguantar tanta devoción?. Hiei se sentía como si estuviese jugando a ser un dios, por unos minutos, algo que llamamos gloria lo llenó por completo. Sentía la energía subir por sus venas.

-.Les dije no, y mi voz sonó a muerte, les provocó pesar, querrían llorar si tuvieran ojos, les dije que esperaría. No dudes que lo haré. Cuando estés a mi lado, se habrá acabado, será nada más que un recuerdo pasajero. –

Las luces se volvieron rojas de un momento a otro, y Kurama, que en esa ocasión ya no estaba en primera fila, no lo veía tan bien como antes, pero aún así, podía sentir su voz, fuerte y potente, atravesarle los oídos.

-.Entonces despierto, la oscuridad, la luna, el frío. Siento tu voz, cálida, todo fue una pesadilla. Abro los ojos, y estoy vivo. Dije no, y mi voz sonó fuerte, grito.

Y cuando estés a mi lado, se habrá acabado, será nada más que un recuerdo pasajero. Hasta entonces, siempre, espero. –

Las estrofas finales fueron seguidas de un ... estruendo. Tsuki apenas podía oír algo, su hermana agitaba las manos y gritaba algo parecido a "te amamos". Miró hacia Hiei, que estaba mirando directamente a ese chico pelirrojo.

-.Oye, Mukuro. ¿No crees que Hiei le haya dedicado esa canción a ese muchacho no?. –preguntó tirando de la manga de Mukuro. La chica del club de fans apenas volteó la mirada hacia donde estaba Kurama. Y lo reconoció apretó un poco los dientes.

-.Ya lo creo. –dijo con una sonrisa forzada. -.Tal vez, sean muy buenos amigos. –dijo toda sonrojada, Tsuki se preguntó si en esa ocasión debía pensar si la palabra "amigos" tenía dobles significados. Ya qué. Se encogió de hombros.

-.No sé ... yo creo que no ... dime Mukuro. ¿Los amigos se miran raro?. –dijo muy suspicaz, Mukuro le dio un golpe suave en la cabeza.

-.No, no, y no. ¿No te dije ya que son amigos?. ¡Claro que no están mirando raro!. Es natural, natural ... que los a-mi-gos se tengan ... confianza. –dijo riendo.

-.Ah ... claro, disculpa. –corrigió Tsuki. El resto del concierto fue tranquilo. Luego de eso, la prensa le hizo algunas preguntas a Hiei. Un chico, enviado especial de MTV le hizo unas preguntas, y luego de algunos chistes verdes y comentarios de la prensa amarillista (que nunca falta), Hiei salió del escenario.

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Kurama se quedó esperando afuera, se sentía muy nervioso. Claro, podría habérselo dicho por chat, hubiera sido más rápido, mucho menos vergonzoso y se ahorraría los golpes (por que seguro había) de Hiei. Pero por otra parte, resultaba mucho mejor enfrentar las cosas "cara a cara", lo que es mejor, a la antigua.

Así que ahí estaba, debatiendo si enfrentar a Hiei (una de sus metas) o huir como un vil cobarde (es obvio que no era una opción). Como sea, había ido hasta ahí y no se iba hasta decirle.

La calle estaba desierta y pasaron unos minutos antes de que dejara de estarlo, del otro lado de la puerta, se oyeron unas voces.

-.¡Ya deja de revolverme el pelo Vlad!. –

-.No. Es divertido ver como te enojas. –

-.¡Agh!. ¡Te voy a ... –

-.¡Son todos unos infantiles!. –

Las dos primeras eran de los hermanos, y la última, pues, bueno, era obvio de quien se trataba. La puerta se abrió, y chirrió un poco. Se escucharon unos pasos. Vlad y Keith salieron primero, peleando claro.

-.¿Vienes al hotel con nosotros?. –preguntó Vlad dándose la vuelta, Hiei negó con la cabeza. -.¡Ohh ... tienes una cita!. –

-.Hn ... ya ... no me molestes. –la voz de Hiei sonó un poco cansada y ni se molestó en negarlo, pero se sonrojó tanto o más que antes.

-.Bueno ya ... nos vamos. Te dejo s-o-l-o. –dijo Keith con una risilla, Vlad se rió también, pero mucho más estruendosamente, y cuando las pasos se alejaron ... Kurama se acercó hasta Hiei, saliendo de su escondite.

-.¡Uhh!. ¿Qué es ese olor kitsune?. –preguntó volteando la cabeza y tapándose la nariz. Kurama se sonrojó y mucho, mucho más de lo que estaba Hiei.

-.Oh ... bueno eso ... –dijo observando que su anterior escondite estaba justo al lado de un enorme tacho de basura.

-.¿Te escondiste en el tacho de la basura?. –dijo Hiei con una extraña expresión, y las cejas muy alzadas.

-.N..n...no ... ¿c-cómo se te ocurre?. –

Hiei hizo lo que Kurama nunca pensó que haría. ¿Estaba sonriendo?. ¿Y luego se reía?. No, eso era demasiado para un solo día.

-.¡No es momento para risas!. –dijo intentando conservar la seriedad (a pesar de que él también estaba tentado de reírse). -.Y...yo quería decirte ... –

-.Kurama ... –

-.Que realmente ... –

-.Kurama... –

-.Y es que desde hace tanto tiempo ... –

-.¡KURAMA!. –gritó Hiei, el pelirrojo volteó hacia donde estaba. Hiei estaba completamente rojo, tal vez por el coraje, o por la vergüenza, o ... bueno, sea lo que sea, se veía agitado, y nervioso. Kurama lo observó. Hiei se adelantó un paso (pesé al olor que todavía no desaparecía).

-.Me gustaría decirte primero algo. –dijo con total seriedad, sin sarcasmos, sin ironías ... -.Hn ... desde que ... –tomó una bocanada de aire y prosiguió. -.Desde que te conocí ... no, desde que ... nos conocimos ... mejor ... –

-.Hiei ... –mencionó Kurama sintiéndose un poco estúpido por la clase de conversación que estaban llevando.

-.No, Kurama. –dijo Hiei rudamente. -.Hn ... o me dejas continuar o ... –

-.Está bien, está bien, continúa. –

-.Bueno ... lo que pasa es que yo ... –Hiei resopló con fuerza, tratando de encontrar las palabras exactas, y al no encontrarlas, se acercó y le dio un beso.

Kurama sintió algo húmedo en sus labios, sintió los labios de Hiei, y lo aferró contra sí. Perfecto, pensó para sí mismo, toda esa absurda situación había servido de ... algo. ¡Y qué mejor que conseguir lo que uno quiere!. Cuando se separaron, se quedaron callados por unos momentos. Hiei retomó el hilo de la conversación como quien no quiere la cosa.

-.Hn ... y eso. Nada más. –dijo sintiéndose tremendamente estúpido y sonrojado. -.¿Ibas a decir algo, zorro?. –

-.No ... creo que ya lo has dicho antes, Hiei. –sonrió Kurama, Hiei se quedó como estático en unos segundos y luego asintió, no demasiado recuperado como para soltar una de sus frases ácidas.

-.Ah ... me olvidaba decirte. Me gustó mucho la canción. –dijo Kurama mientras caminaba con Hiei por la acera. Aún había algunos papeles en el suelo, producto del concierto.

-.¿Sí?. –

-.Sí, mucho. –volvió a decir, mientras habría la puerta de su auto. -.¿Te llevo?. –sugirió.

-.Claro. –

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-.Hiei. –el aludido volteó la cabeza, detestaba los días de excursión, ni siquiera sabía por qué los seguían haciendo si estaban en secundaria. Cuando giró la cabeza, hizo un globo de goma de mascar que explotó muy cerca e su cara.

-.Ah...eres tú. –dijo, Andreu se sentó al lado suyo, pasó un rato antes de que sacase de su mochila un lápiz y un papel. -.¿Qué es eso?. No es que me interese pero ... –

-.¿Esto?. Es mi proyecto. –dijo sonriendo. -.Me pidieron entrevistar a cinco amigos, y quise hacerte unas preguntas. –

-.¿Y por eso estuviste molestando tanto durante la semana?. –preguntó Hiei, viendo que las nubes se alzaban en formas extrañas.

-.Sí, realmente. –dijo Andreu mientras se corría uno de sus mechones rubios de la frente. -.¿Qué es lo que más quieres en la vida?. –

-.Llegar a ser alguien, muy ... grande. –dijo Hiei seriamente, Andreu iba a decir "en que sentido" pero sintió que si lo hacía se ganaría una buena paliza.

-.¿No tienes otras ambiciones?. ¿No quieres enamorarte?. –dijo pensando en que chica podría irle bien a Hiei, después de todo, casi todas las chicas de su salón estaban locas por él. Ah ... lo que hace la indiferencia.

-.No ... no lo creo. –otra vez, hizo un globo con su goma de mascar que explotó cerca de la cara de Andreu.

-.De acuerdo ... Y ... ¿qué es lo que me hace ser tu mejor amigo?. –preguntó, mientras sonreía, sabiendo que de lejos, Hiei era uno de los chicos más populares del colegio. Hiei se encogió de hombros.

-.Eres molesto ... irritable ... y hablas cuando no debes. Realmente no tengo idea. –murmuró. -.Supongo que por que me caes bien y ya. –

-.Wooowh ... Hiei-aristóteles. –se burló Andreu, lo que le valió una golpiza. -.¡Ay!. ¡Ya no me pegues que duele Hiei!. –

-.Hn ... –

-.¿Y que quieres de nuestra amistad?. –dijo mientras pensaba que tal vez en el futuro sus caminos se separasen. Después de todo, era natural, se conocían desde hace años es cierto, pero la universidad ... ¿Iría Hiei a la universidad?. ¿Cómo harían para verse si escogían universidades diferentes?.

-.No se ... si te refieres a cuando salgamos de la escuela ... no se. –dijo mientras lo pensaba mucho. -.Igual serías mi amigo, supongo. –

-.Así que amigos para siempre. –sonrió Andreu, Hiei se encogió de hombros.

-.Ah, y por si llegásemos a tomar universidades separadas, te buscaría una chica linda para que sea tu novia. Tal vez pelirroja ... si, creo que pelirroja iría bien. –se rió.

-.¡Eres un baka!. –

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-.Así que todo resultó perfecto. –concluyó Yusuke después de haber escuchado todo, Kurama asintió, mientras terminaba por fin el artículo.

-.Sí ... excepto por lo del tacho de basura ... todo salió muy bien. –Yusuke se rió abiertamente, su artículo aún no estaba terminado, así que muchos otros periodistas lo miraron con sorna.

-.¡Y ustedes que miran!. ¡Vuelvan a su trabajo!. –les dijo molesto, Kurama sonrió, se había sentido muy bien el otro día decirle a Hiei lo que sentía exactamente, y ese día tampoco iba tan mal.

-.¿Y tú?. ¿Cómo vas?. –preguntó Kurama a pesar de su gran necesidad comunicativa, era conciente de que tal vez Yusuke también quisiera contarle algo. Espereraba que no involucrase la palabra Kuwabara.

-.¿Yo?. Muy bien, hasta ahora, Kazuma me ha dejado dormir. –a Kurama se le subieron los colores al rostro. ¿Kazuma?. ¿Dejado?. ¿Dormir?. No, esas no parecían palabras de Yusuke. En absoluto.

-.¿Qué?. ¿Dije algo extraño?. –preguntó Yusuke mientras veía como Kurama jugueteaba con uno de sus mechones nervioso. -.Ah ... no, no, lo que quise decir es que ya no me llama todas las noches y eso me da más tiempo para dormir. ¿O qué pensabas?. –

-.¿Yo?. Nada, nada. Sí es que yo no mal interpreto las cosas, Yusuke. –de acuerdo, tal vez había se había pasado un poco, pero al fin de cuentas, si Yusuke no se enteraba de lo contrario, no afecta.

-.OK. Ahora que ya sales con Hiei deberías estar muy ocupado armando maletas, seguro. ¿No?. –dijo mientras continuaba con su artículo de mala gana.

-.¿Cómo?. –preguntó Kurama que aún no se daba muy por enterado y su horario estaba casi a punto de terminar.

-.¿No lo sabías?. –dijo Yusuke con una exclamación y paró de escribir (lo que no fue ningún sacrificio). -.Mañana por la mañana Hiei y su grupo van a viajar a Japón. Se suponía que debían parar primero en San Diego pero ... –

-.¿A Japón?. –Kurama se puso pálido. ¿Cómo es que Hiei no le había dicho nada de nada acerca de eso?.

-.Erhh ... siii. Es lo que acabo de decir. Estás muy raro hoy, Kurama. –protestó Yusuke por la falta de atención de su amigo. -.De todos modos, hoy Sergei le digo a Sigfried que ... –

-.Yusuke yo ... tengo que irme. –Kurama tomó su portafolios, su abrigo y algunas cosas del escritorio y salió corriendo hasta el hotel de Hiei.

No sabría decir que sentía en ese momento, si furia o pena, o ambas cosas, de cualquier manera, no iba a ser nada amable. Cuando llegó, estaba congelado. Hubiera sido mejor idea tomar un taxi.

-.¿Kurama?. ¿A qué esperas?. Entra. –ordenó Hiei mientras le habría la puerta, Kurama pasó. Subieron en el ascensor en silencio y cuando llegaron Hiei abrió la puerta y le ofreció pasar.

-.¿Y los demás?. –Kurama arqueó las cejas al ver la suite vacía.

-.Ah, esos dos. –Hiei hizo una mueca graciosa. -.Deben de estar por ahí, comprando artículos deportivos o ... esas cosas. Tú sabes. –otra mueca. Kurama no se rió, no se sentía para nada feliz.

-.¿Por qué no me lo dijiste?. –bien, en este punto estaba seguro de que sonaba como un actriz mal logrado de telenovela, pero debía decir algo, y las ganas de abrir la boca y soltar la pregunta no se las aguantaba más.

-.¿Decirte qué?. –preguntó Hiei, mientras fruncía el seño. Kurama tomó una bocanada de aire.

-.Por qué no me dijiste que te ibas mañana. –pidió. Hiei abrió la boca muy grande, como si no supiese que contestar.

-.¿Dijiste m-mañana...?. –

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-.Sí ... está vez traeré el artículo completo, no se preocupo. –del otro lado se escuchó un más te vale y luego nada. Youko guardó el celular en el bolsillo de su campera. Se quedó sentado en uno de los asientos de plástico, esperando a que anunciaran su turno.

¿Hay algo más tedioso, aburrido y fastidioso que estar en un aeropuerto?. Todo lo que sucede antes de subirse al avión resulta un proceso completamente lento.

Entonces, los ávidos ojos dorados (ya sabemos de quien estamos hablando) divisaron muy cerca de un ser conocido. Sería, alto, delgado, de cabellos castaños, y una mirada que inspiraba mucho respeto. Y a pesar de ser joven, el manager de Hiei Jaganshi no solía pasar desapercibido tan fácilmente.

Así que Youko, escuchó todo. Sonrió. ¿Así que habían adelantado el viaje?. ¿Y Hiei y los demás viajarían antes?. No tuvo mucho tiempo más para pensárselo, por que por los parlantes anunciaron su vuelo. Se levantó, cargando con sus maletas y de un humor de mil diablos.

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Notas: humm, se que prometí que este capítulo sería un poco más largo, pero realmente no pude, es que si no, seguiría y terminaría casi en el noveno. Por eso prefiero cortarlo aquí. Espero que les haya gustado, y no se preocupen, ya verán como terminan Kurama y Hiei en el próximo capítulo (y anticipando un poco van a acabar juntos de una manera muy romántica, ay, ya me puse cursi, XDD). Y ahora si, a contestar reviews.

Reviews:

Caro jaganshi: sie, yo jamás me imaginaría a Hiei y Kurama bailando vals, jiji, sólo lo decía por que se me pegó todo ese rollo de las fiestas de quince (no me entusiasman pero) en fin. Y como ves, parece que Hiei y Kurama llegaron a algo más que una amistad, el próximo capítulo será el capítulo decisivo, y después el prólogo. Gracias por leer.

Rockergirl-sk: si, en el anime parece bueno, a mi no me caía de maravillas, pero si mejor que los fics, jiji, pero la gracia es hacerlo malo o muy pervertido (que no lo hice por que no era el caso). Y si, adivinaste, en este capítulo como que al fin se confesaron. Muchas gracias por tu review!.

Maggie.d: es verdad, le salió lo vanidoso, pero si te cuento un secreto, a mi me encantan los chicos vanidosos (mucho más del tipo de Hi-chan y Ryu-chan...ouh...ahí ya se me salieron esos gustos míos, jaja). Si, a mi tampoco me pareció muy gracioso lo de Kuwabara, debe de notarse que lo odio, jaja. A mi también me daría insomnio de haber sido Kurama en ese momento (o náuseas, wuak). Gracias por los cumplidos y por tus comentarios!.

Asagi Yami: tú!. A ti ni siquiera debo adelantarte nada!. Jaja, solo bromeaba. Como te dije, el fic tendrá terminado diez capítulos, por eso en el nueve se define todo y el diez es el prólogo. Ojalá que este capítulo te haya gustado y perdón por no haber logrado estirarlo más jiji.

Kitsune-Shikon: No, claro que no publicarán el artículo, y a Youko lo ponen de enviado especial a Dublín, capital de Irlanda (lo digo por que hasta hace poco ni yo me acordaba). Si, a mi tampoco me cae muy bien Mukuro, pero no aparece mucho, sólo hace algunos comentarios aquí y allá. Si apareciera constantemente ... no lo resistiría. Jaja. Gracias por el review!.

Misi-chan: hiciste los dibujos?. Wow, gracias!. Espero que pronto puedas enviármelos, si, son geniales. En fin, muchísimas gracias por el review, ya está de más decirlo, ya que siempre los envías. Gracias, en serio. Y esto ... no se, ojalá que estés muy bien y que te haya gustado este capítulo.

Joe the time traveler: como ves, Youko no pudo hacer mucho, ya que se tiene que ir a otro país (de echo se supone que ya se fue, jaja). Como sea, el próximo como ya dije, es un capítulo muy importante, agradezco tu interés. Y gracias en serio por los comentarios.

A los demás, que estén leyendo esto, se los agradezco,

Au revoir!

-.Nasaki.-