4. Nueva normalidad

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Disclaimer: Los personajes que se desmiembran o cambian de personalidad a lo largo de la historia pertenecen a la obra del célebre Mangaka Hiro Mashima. Este Fanfiction está basado en una serie derivada y secuela de su Manga principal Fairy Tail, llamada Fairy Tail: 100 Years Quest. Contiene varios hechos canónicos dentro de la obra. No obstante, varios personajes, personalidades y escenarios puede que estén fuera de este.

¡Mil disculpas por la tardanza pero estamos de vuelta!

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...

—🔥 ¡Karyū no Tekken! 🔥

¡Uuurgh!

Natsu descargó un potente golpe contra su enemigo, que a pesar de su piel de piedra se enterró en sus entrañas. Un bravo comandante Jar'gol de armadura plateada y martillo de guerra.

En esta ocasión el grupo de Ophis se apresuró a atacar a plena luz del día. Faltaban pocas horas para el atardecer cuando la batalla llegó a su punto álgido...

¡Bluagh!

El Jar'gol vomitó sangre cuando Natsu retiró su puño y retrocedió. El ataque fue letal pero Natsu tampoco estaba en mejor condición.

ahj-ahj... ¡Se terminó!, ¡Eres fuerte, muy fuerte!—dijo Natsu jadeante y al borde del agotamiento.

El Jar'gol lo miró a los ojos por un momento.

—... No lo entiendo... ¡COOF!—dijo agonizante—eres un ser maligno, pero también tienes el corazón de todo un guerrero... ¿Quién eres?

—Mi nombre es Natsu Dragneel. Un mago humano. Solo eso…—Natsu no perdió la compostura y respondió tranquilo.

—¿Humano?—se burló el Jar'gol—como digas chico... Yo me llamo Krusguth, capitán de la guardia. Fue un honor... ¡COOF!—tosió sangre una vez más, sintiendo su final cerca.

—En verdad que lo fué—le respondió Natsu con respeto. Esta vez no hubo culpas o miramientos. Como había explicado Makarov: "Una muerte digna".

El rival expiró y una luz brotó de su cuerpo, abandonando la vida. Pero lejos de significar un alivio para Natsu, sólo significó más problemas...

—¡Naatsuuu!

Happy apareció por detrás, con toda la horda Jar'gol volando detrás suyo. El Exceed tomó a Natsu por la espalda y ambos comenzaron la huida...

—¡Aguanta un poco más Happy... ufff! ¡Solo necesito descansar un poco!—lo animó Natsu.

Happy no estaba del todo seguro.

«... Está muy agotado ¡No descansará gran cosa de esta forma y todavía quedan muchos enemigos duros de vencer!... »

—¿Dónde rayos está Ophis? ¡¿No debería habernos llamado ya?! ¡Se supone que ya debería haber terminado con su parte!—exclamó Natsu.

El Exceed sacó el reloj dorado de Lucy y observó.

«… No. No es Ophis la que se está retrasando ¡Somos nosotros!... Tal vez ya dió la señal y como nos detuvimos demasiado en esta zona no la vimos… »

Con preocupación, Happy recordó el plan de batalla y las instrucciones que Ophis les había dejado antes de separarse…

… ⏱️⌛…

"...

En esta ocasión será diferente. Nos dividiremos cómo siempre pero el momento de reagruparnos será crucial… ¡No podemos fallar!

¿A qué te refieres?

Según la información que conseguí, el tesoro está aquí. Para proteger ese tesoro, el edificio tiene una construcción muy especial: La cúpula que corona la nave central es en realidad una esfera gigante que está enterrada hasta los cimientos. Cuando el tesoro está comprometido, la esfera tiene un mecanismo mágico que la hará cerrarse sobre sí misma. Una vez atrapada dentro, sacar mi fragmento será complicado, aunque no imposible… ¡Quiero evitar esa molestia a como dé lugar!

Entiendo… eso creo…

Yo avanzaré directo a la cúpula. Asumo que sus guardianes más fuertes se concentrarán allí. Tú te encargarás de acabar con los guardianes de menor rango, a la vez que los atraes a tí. Nos reuniremos en el momento preciso. Cuando el orbe con mi fragmento quede expuesto, te necesitaré cerca mío de inmediato…

Bien.

Cuando esté lista, dispararé una bola de fuego al cielo. Esa será la señal para reunirse conmigo… ¡Falla en esto y te arrepentirás, Dragneel!

"

… ⏱️⌛…

«… Aún no hemos asegurado esta zona ¡Pero no podremos hacer mucho más en estas condiciones!… » Happy reflexionó.

—¡Vayamos con Ophis, Natsu!—sugirió Happy…

Natsu estaba por oponerse, pues su obstinación le demandaba seguir combatiendo a pesar de sus fuerzas cerca de agotarse. Un grito amenazante evitó que eso sucediera:

¡Flanco derecho, dividanse!

Para su sorpresa, la mitad de todos los perseguidores se detuvo y giró por la derecha, anticipando un movimiento envolvente...

—¡¿Pero qué?!—exclamó Natsu.

—... ¡Creo que quieren acorralarnos!—Happy se preocupó.

Olfateando, Natsu sintió un aire que le recordó al dragón que los guiaba y al confirmar la dirección descubrió que Ophis seguía en la cúpula de la nave central…

Natsu colocó una sonrisa canalla en su rostro

—¡Así es!

—¡¿Y por qué estás feliz?!—Happy protestó.

Je-je… ¡Iremos con Ophis!—Natsu afirmó—Pero antes… ¡Suéltame y huye cuando te diga!—anunció emocionado.

—¡¿Natsu?!—Happy preguntó nervioso.

Siempre que el dragon-slayer hablaba en ese tono era el preludio antes de hacer algo peligroso…

«… ¡Glubs!… »

Happy tragó seco y siguió intentando evadir a los Jar'gol. No sirvió de nada porque el movimiento de pinza se cerró sobre ellos y repentinamente sus perseguidores estaban a pocos metros de ellos…

¡Atrápenlos!—anunció un Jar'gol—¡Los tenemos!

—¡Ahora Happy, AHORA!—Natsu gritó…

Happy lo soltó y salió disparado fuera del cerco…

¡Arte Secreto: Guren Bakuenjin! (Loto carmesí: Espada de llamas explosivas)

En pleno vuelo y todavía movido por la inercia tras ser soltado por Happy, Natsu encendió sus brazos y generó largos torrentes de llamas, empezó a girar su cuerpo en una formación en espiral. Los Jar'gols estaban tan cerca uno del otro al momento de acercarse que cada golpe de Natsu genera una poderosa explosión ardiente… ¡Todo se cubrió en una enorme explosión de fuego abrasador!

¡BOOOOM!

¡Waaaa!... ¡Natsu espera que sigo adentroooo!—Happy chillaba cómicamente mientras la onda de la explosión lo barría también…

Cuando el fuego se disipó, una lluvia de ceniza y restos calcinados cayó al suelo. Los Jar'gol caían como pollos rostizados, algunos con la piel de piedra semi-fundida y otros sencillamente calcinados. Todos sus perseguidores yacían fuera de combate, muertos o heridos de gravedad… Happy también cayó al piso.

¡Ouch!—se quejó el gato—parte de su pelaje estaba tiznado, la parte de su cabeza simulaba un peinado afro y lleno de ceniza…

Natsu yacía también en el piso, tirado boca abajo y con la ropa medio quemada, en su patetismo.

—Misión cumplida… ouch—Natsu lo dijo sin moverse de su posición y únicamente levantando el pulgar derecho en señal de victoria.

Aye…—Happy replicó, lamentándose por su pelaje.

«… ¡Odio cuando haces esto!… »

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Bajo la Cúpula del castillo Jar'gol, nave central…

La niña dragón se encontraba en el salón debajo la cúpula principal, luchando contra Holan, líder supremo de la orden. Ophis llevaba la ventaja, al herirlo de muerte en el costado…

Como cualquier Jar'gol, Holan poseía un cuerpo fuerte y todo blindado, como si su piel fuera de piedra. Sin embargo, su vitalidad superior y capacidad de liderazgo lo ponían por encima de sus congéneres.

Lamentablemente no fue suficiente para enfrentar a Ophis. La sangre brotaba y sus alas estaba gravemente dañadas para volar. Sus ataques contra el dragón se hacían lentos.

Ophis había sido muy estratégica. Aprendiendo de su encuentro con Raxhel, no permitió que Holan usara ninguna magia que expusiera el orbe antes de tiempo. Ophis sabía que la maldición que protegía el tesoro la debilitaría ni bien quedara expuesto, por lo que se aseguraría de exponerlo sólo cuando su oponente ya no fuera una amenaza, o en su defecto muriera…

—Se terminó—le dijo el dragón—ríndete ahora y te prometo una muerte rápida. Me facilitarías el buscar el orbe, así que habla de una vez. ¿Dónde está?...

Ophis observó la estancia de principio a fin. El salón estaba comunicado con el exterior por unas enormes puertas de bronce, que de manera inusual, cubrían casi toda la pared frontal. También había tenido cuidado de no dejar huir a Holan o permitirle pedir refuerzos por esa gran abertura…

—¡Jamás!—replicó Holan enérgica pero inútilmente.

La criatura intentaba tapar una herida grave del vientre que se desangraba. Ophis se impacientó...

¡UURGH!... AGHJ...

El dragón cargó frontalmente contra él, atravesándole el pecho con su garra. Ophis sacó su mano del interior de su cuerpo, dejándolo tirado en el suelo y agonizando...

—Creo que buscaré yo misma. Tu resistencia fue... ¿uh? ¡UNGH!...

Dolor... Un gran dolor que se retorcía desde los pies hasta reventar en la cabeza. Ophis se vió embargada por él. Se expresaba a través de una inusual sensación de parálisis, seguido de fuertes contracciones en todos los músculos del cuerpo…

¡Ophis se desplomó en el suelo!

«... ¡¿Qué es esto?!... ¡¿Qué me está pasando?!... »

El cuerpo infantil de Ophis se cubrió de pequeños relámpagos azules que le causaban gran dolor…

El dragón intentó ponerse de pié en un rápido movimiento. Buscó a Holan con la vista con desesperación. El Jar'gol seguía tirado en el suelo, inmóvil e incapaz de atacarla… La ironía final para Holan, que de haber aguantado un poco más tal vez tendría una oportunidad de vencer a Ophis en este repentino estado de debilidad…

¡Jum!—Ophis recuperó el aliento y reafirmó su postura.

«… ¡¿Qué fue eso?!… Mi cuerpo… » la niña dragón observó su mano con detenimiento con un ojo, y el otro vigilando siempre a Holan.

—Dragneel…, creo que es hora de llamarlo…

Ophis levantó su mano al techo y disparó una bola de fuego, que destruyó el techo e iluminó el ocaso con una luz azul y contrastó con los últimos naranjas del atardecer…

—¡Abran cancha!...—Sorpresivamente y escasos segundos después de disparada la señal, Natsu y Happy aparecieron gritando al cruzar las enormes puertas de bronce.

—... Oh, eso fué rápido—comentó Ophis.

—Terminamos antes de tiempo y… ¡Ophis!

¡Plaf!

Ophis volvió a sentir debilidad y su cuerpo perdió el equilibrio. Esta vez se aseguró de sólo doblar la rodilla y no mostrarse tan débil ante sus subordinados…

Natsu y Happy se acercaron a ayudarla.

¡Grrr!... ¡Estoy bien! ¡No me toques!—gruñó Ophis mientras sus ojos destilaban fuego azul.

Natsu y Happy retrocedieron. Ella se veía enojada y humillada por esa simple acción.

«… ¡Qué mal humor!… »

El breve silencio fué cortado por un sonido de campana…

¡Din-don!

¡KRAAAAK!

Los gruesos muros comenzaron a crujir junto con todo el suelo. Una luz dorada inundaba todas las rendijas y grietas en la piedra, y de paso haciendo nuevas...

—¡¿Qué ocurre?!—Happy chillo sorprendido.

—Pero qué… ¡Maldición!—Ophis renegó—¡Quítense de mi vista!—Ophis empujó a Natsu a un lado con violencia y buscó el cadáver de Holan

¡Ungh! ¡¿Qué te pasa?!—Natsu replicó.

Ophis descubrió con rabia como el Jar'gol no estaba del todo muerto. Holan sostenía su martillo de batalla con firmeza y la punta del mango tocaba el suelo en forma perpendicular. Cada golpe emitía un sonido de campana y emitía una luz muy parecida a las invocaciones de Lucy…

—¡Sólo me distraje un segundo!...—Ophis protestó.

«… ¡Todo es tu culpa, Dragneel!… »

¡Din-don!

Holan volvió a golpear el suelo con su arma y los temblores aumentaron. Ahora las piedras se desprenden de las paredes, amenazando con aplastarlos…

—¡Cuidado! ¡Ungh!...

Natsu golpeaba las que podía desvíar y evadía las más problemáticas. Cada piedra desprendida provoca que salga luz dorada y blanca de cada grieta.

Ophis empuñó su garra con fuego y corrió contra Hola quien seguía tendido en el suelo…

—¡Muere!...

Ophis se abalanza a toda velocidad de un solo salto para acortar la distancia y rematar a Holan antes que completara su magia… pero fallo: ¡Ophis se tropezó a medio salto y cayó de bruces al piso!

¡grrgh!—Ophis emite un gruñido de dolor.

El cuerpo de la niña dragón empezó a emitir humo y una permanente sensación de quemazón invade a Ophis. El dolor es tanto que apenas puede moverse…

Holan finalmente abre la boca, empleando sus últimas energías:

¡Bluagh!—el Jar'gol escupió sangre una vez más—Nu-nuca. ¡Nunca será tuyo de nuevo! ¡Tus ambiciones no se cumplirán! ¡Han fracasado!—Holan arengó.

—¡Maldito!... ¡Ungh!—Ophis seguía paralizada por la quemazón.

A medida que todas las piedras de los muros, techo y piso se desprendían se reveló la verdadera forma del edificio… ¡Una esfera gigante que se cerraba sobre ellos!

—Los muros…—Natsu se sorprendió.

«… ¡El mecanismo de seguridad del que nos habló! ¡Vamos a quedar dentro!... » Happy no podía dar fe de que tan difícil sería salir una vez encerrados pero no quiso averiguarlo…

—Ophis, ¡Tenemos que irnos! ¡Quedaremos atrapados!—Happy chilló.

El dragón observó el salón completo e intentó ponerse de pié. Natsu y Happy notaron el aire alrededor del dragón erizarse, como si su magia estuviera enfureciéndose...

«... ¡MALDICIÓN!... ¡ESTUVE TAN CERCA!... »

—¿Ophis?...

Aunque no podían saber lo que Ophis pensaba, ambos presintieron algo malo. Su poder se debilitaba mientras su cuerpo seguía despidiendo humo.

—¡Nos vamos!—dijo Ophis de mal humor.

¡BOOOM!

Sin preguntar, el dragón disparó una rafaga de magia e hizo un agujero en el techo, que todavía no había sido cubierto por la esfera y aún conservaba las piedras comunes... ¡Extendió sus alas y salió volando por el boquete!

Con una rápida reacción de Happy, ambos elevaron también el vuelo detrás de ella.

A medida que se alejaban, Natsu y Happy observaron muy asombrados como de la tierra brotaban enormes cadenas, con cada eslabón tan grande como una habitación que cubrieron la esfera una vez esta se cerró completamente…

Ophis seguía dejando una estela de humo mientras volaba. Ambos varones no comprendía nada de lo ocurrido.

«... ¿Qué acaba de pasar?... »

...

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...

East Forest, a las afueras de la ciudad de Magnolia…

En medio del bosque, Lucy Heartfilia visitaba la guarida de la hechicera y a la vez oficial médico de Fairy Tail, la anciana Porlyusica, acudiendo a una llamada personal...

—¿Hay alguien en casa?—preguntó la rubia en voz alta.

«... ¿Eh? parece que la puerta está entreabierta... »

Se animó a abrirla y ver adentro.

—¿Porlyusica-san?—Lucy se abrió paso entre la cabaña de la bruja.

A pesar de ser de día, el interior de la casa era lúgubre y sombrío. Una mesa larga y tosca, estantes llenos de frascos y frascos de contenido dudoso. A Lucy siempre le había parecido un lugar siniestro e incluso, sin permiso de la bruja por supuesto, había escrito un cuento de terror inspirado en el lugar...

—¡¿Quién te dió permiso de entrar?!

Lucy sintió una mano tocarle el hombro después de oír la ronca y enojada voz de la bruja...

¡Kyaaaaa!—chilló la chica.

Lucy saltó en su lugar y al darse vuelta, encontró a quien había venido a buscar: Porlyusica.

—¡Me asustaste!

—¡¿Qué tu madre no te enseñó a no entrar en casa ajena cuando no hay nadie?!—le replicó la bruja en protesta por la intrusión.

—¡Lo siento!—se apresuró a disculparse Lucy.

—¡fuuu!—suspiró la vieja con desdén.

Porlyusica nunca perdía su talante antipático y huraño. Lucy se incomodó por la aspereza de la mujer, así que decidió ir directamente al grano…

—... Me dijeron que me estabas buscando... ¡Y aquí estoy!—anunció Lucy.

Porlyusica la observó de pies a cabeza antes de responder. Por mucho que la quisiera y apreciara, la vieja no podía evitar irritarse por la despreocupada presencia y hasta vanidosa forma de vestir de la chica.

«… ¡Niña, esos pantalones cortos no dejan nada a la imaginación!… »

Por supuesto que Mirajane y Erza habían pasado una etapa así (y todavía tenían momentos) pero en Lucy parecía constante e incorregible…

—¡Se supone que deberían haber venido hace tiempo!—le reclamó Porlyusica—¡Los 3!

«... Natsu...»

A Lucy no le sentó demasiado bien oír referirse a Natsu y Happy, pues aún le entristecía recordar que ya no se encontraban con ella.

Su pesar debió notarse mucho, pues la bruja se sintió un poco mal por pensar mal de ella y haberle provocado dicha reacción. Se apresuró a suavizar el tono...

—Dime una cosa, niña—le dijo a Lucy en un tono más amable—¿Por qué escogiste este trabajo? Eres demasiado sensible para ser mago...

Lucy rodó los ojos con molestia por el comentario, pero prefirió centrarse en el asunto importante:

—... ¿Encontraste algo en tu investigación sobre la salud de Natsu? ¿Ya sabes por qué su magia le falla a veces?—Lucy preguntó con gran interés. Y preocupación también...

Al poco de recibir el mensaje de Mirajane para dirigirse con la hechicera, a Lucy la embargó una gran preocupación por Natsu. Se le ocurrió que tal vez su magia podría fallarle durante el viaje, como en el primer viaje a Giltena… ¿Y si sucedía en medio de una pelea? ¿O una situación peligrosa?

Después de todo, sus mejores amigos estarían atrapados con Ophis por un año completo, y Natsu había mencionado que su magia se perdía de manera impredecible varias veces al año...

«... ¡Espero que te estés cuidando, Natsu!... »

Porlyusica la guió a través de su cabaña.

—No—admitió la bruja—No encontré nada relacionado a ese problema en específico... pero encontré otra cosa que debes ver...—Porlyusica ensombreció su hablar.

—¿Eh?

Porlyusica salió de la casa y animó a Lucy a seguirla. La chica insistió en hacer muchas preguntas, pero la bruja la ignoró y se limitó a conducirla más profundo en el bosque.

—¿A dónde vamos?... ¿Porlyusica-san?

Al poco, llegaron a un pequeño claro, donde había una casucha de madera muy estrecha, como una torre en miniatura, similar a...

—¿Me trajiste a una letrina?—interrumpió Lucy con una ceja levantada.

—No es una letrina.

La bruja abrió la puerta, revelando que en realidad era un almacén, donde guardaba materiales peligrosos. Porlyusica sacó dos frascos. Lucy reconoció uno de ellos de inmediato. ¡Era en el que había guardado la sangre de Natsu en aquella ocasión!

La chica se sorprendió aún más cuando vió a la bruja disponerse a abrirlo...

—Oye... ¿Qué eso no se pudrió ya? ¿o se secó, o algo así?—Lucy realmente no sabía qué le pasaba a grandes cantidades de sangre cuando se separaban del cuerpo.

Por la época que transcurría, conservar un líquido como la sangre era prácticamente imposible, por lo que los investigadores debían apresurarse para descubrir cualquier cosa...

—En efecto, ya no sirve—dijo Porlyusica—pero no se pudrió, se convirtió en otra cosa...

Lucy puso cara de confusión. Porlyusica vertió un poco del contenido en la tierra. El líquido era negro y oleoso...

«... ¿Qué quiere hacer?...»

A continuación, la vieja extendió un círculo mágico pequeño en su dedo para hacer algo de magia y dirigirla hacia donde había vertido el líquido...

fsssss 🔥 ️

—¡Atrás!—le ordenó la bruja.

Lucy obedeció y vió asustada la peculiar reacción mágica en el suelo... Lo siguiente que hizo Porlyusica, fué ordenarle cubrirse nariz y boca…

Del charco emergió una vaporosa y negra niebla.

¡Coff-coff!—Lucy tosió mientras cubría boca y nariz con un trapo.

—¡Te dije que te retrocedieras, niña!—protestó la bruja y cogiéndola del brazo la apartó más. La brusquedad casi hizo tropezar a Lucy cuando una piedra se metió en su sandalia y la pinchó en su planta desnuda.

¡Ouch!

Ya a distancia segura, la rubia pudo ver como la nube le era bastante familiar y la conocida sensación de debilidad en el cuerpo…

«… ¡Son partículas de barrera mágica!... »

...

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Reino de Minstrel, a las afueras del valle Exynos…

¡Ufff! grr...

Ophis hizo un disimulado gruñido al aterrizar y ocultar sus alas de dragón. Natsu y Happy la siguieron y aterrizaron también.

Un silencio sepulcral se impuso. Ahora sólo se oían los ruidos de la brisa y se mantuvo así un rato incómodo…

—¿Y ahora qué?—Natsu cuestionó, rompiendo el hielo.

—Caminen...—replicó Ophis mientras empezaba a andar en sentido contrario a la fortaleza. Su voz se oyó ronca y pesada.

El cuerpo de la niña dragón había dejado de despedir humo y ella parecía haber recobrado sus fuerzas. Andaba con el habitual paso seguro con Natsu y Happy tras ella…

«... ¿Qué rayos fue eso?... »

¿Acababan de huir? ¿Una retirada estratégica? Natsu y Happy se lo preguntaban. Con lo confiada que solía ser Ophis en su fuerza, el evento fué por lo menos indigno. Una retirada en toda regla.

Pero no por ello ambos chicos estarían a salvo si se atrevían a echárselo en cara ahora. Happy temía todavía del probado mal carácter del dragón...

—¿Ophis?—Happy preguntó temeroso—¿Todo bien?

En medio de la marcha, la niña dragón se quedó parada dándoles la espalda, mirándose la mano sin mostrar su rostro...

—Si—Ophis respondió de forma seca tras una pausa—... Quiero agua.

—¿Eh?

—AGUA...

Happy se acercó de manera discreta y notó que el cuerpo del dragón emanaba calor. Mucho calor, de manera similar a cuando Natsu utilizaba su poder, pero en esta ocasión Ophis no parecía tener control de aquello.

—Estás... ¡caliente!...

La piel del lado derecho de su rostro se quebró cual porcelana y pequeños trozos se desprendieron de él. Del interior escapaban pequeños rayos de luz púrpura. Las grietas se extendían de a poco hacia su hombro.

—¡Ophis! ¿Qué te ocurre?

El dragón escondió su rostro de inmediato, aunque no pudo evitar que Natsu viera un poco.

Happy revisó la mochila de Natsu, buscando una cantimplora.

—¡Espera un momento, solo debo...

—¡No será suficiente!—dijo Ophis en forma demandante—Necesito una cantidad grande. ¡Y que sea rápido…

Ambos se confundieron más por su repentina prepotencia. Happy descartó entonces que fuera urgente. La actitud distante e impersonal de Ophis le jugó en contra a sí misma…

—¿Qué tanto?—preguntó Natsu.

—Un río o una laguna estaría bien—comentó el dragón sin dar la cara.

«... ¡¿Qué demonios?!... »

—Sigamos avanzando. Tal vez encontremos una fuente de agua y un lugar para acampar…

Ambos chicos se desviaron por completo del tema, provocando lo inevitable.

🔥🐉¡WOSH!🐉🔥

Ophis encendió su aura con violencia, provocando viento con sus olas de poder...

Grrrh... QUIERO AGUA AHORA...—les gruñó de forma amenazante, asustando a ambos. No les dió la cara.

¡Bueno-bueno!—dijo Happy—Buscaré algo desde el cielo…

El Exceed se elevó varios metros y comenzó a revisar con la vista en busca de alguna fuente de agua cercana...

Mmm... valle, valle, más valle...—Happy listaba sus hallazgos—¡oh!, una aldea. Si hay una aldea en medio de la nada, tiene que haber un pozo o un río cerca...

Mientras tanto en tierra, Natsu intentaba acercarse al dragón por curiosidad.

—Detente—le dijo Ophis antes de que pudiera verle el rostro resquebrajado.

Natsu apenas había girado un poco para mirarla a la cara, pero el dragón no se lo permitió.

—Es de mala educación no mirar a las personas al hablarles. Bueno, al menos eso dice Lucy…—comentó Natsu.

—No me importa lo que diga o haga ella—dijo Ophis, entre irritada e indiferente—Ahora sólo quiero agua—Sus emociones eran muy difíciles de leer por lo inexpresivo de sus formas de comunicación. La mayoría de las veces sólo podían darse cuenta cuando estaba de mal humor directamente en el estallido.

«... ¿Y no puedes volar tú misma y encontrarla?... Espera ¡Por qué me estoy guardando ésto!... »

El chico se sorprendió de que había preferido ocultar su comentario para no provocarla.

«... Oh, maldita sea. ¡Ya tengo suficiente con tener que hacer esto con Erza... »

En el transcurso de aquello, Happy regresó.

—¡Encontré algo!—anunció alegre.

—¿Dónde?

—Un río a un kilómetro de aquí. ¡Justo a la mitad del valle!—explicó—Imagino que no lo vimos al pasar porque está un poco oculto por los árboles...

—En marcha.

¡FLAT!

El dragón volvió a extender sus alas una vez más y pegó un salto poderoso. El agitar de sus alas provocó una corriente de aire que golpeó a Happy tirándolo para atrás...

—¡Oye!—se quejó Happy.

—¡Dense prisa!—reclamó Ophis.

—¡Qué impaciente!—bufó el gato cuando Ophis se había alejado lo suficiente para no oír—en fin, vamos Natsu... ¿Natsu?

Happy descubrió a su amigo hincado en el lugar donde había estado parada Ophis, hurgando entre la hierba con la mano.

—Se siente casi viva...—comentó el chico.

—¿Natsu?—insistió.

Entre los pastos, Natsu encontró un extraño polvillo similar a limaduras de hierro. Algunos de ellos brillaban con una luz tenue morada.

¡Ugh!—Natsu se quejó mientras tiraba el polvo de vuelta al suelo—esta cosa me quemó la mano...

—¡Levántate!—Happy protestó—Si no vamos ahora va a castigarnos... puede que a ti no te importe pero a mi si...—suplicó, tocándose en cuello donde Ophis los había marcado.

Natsu no juzgó a Happy por su cobardía, pues en primer lugar no habría venido. Se limpió la mano en los pantalones y permitió que Happy lo levantara en vuelo...

«... Vaya, no tardamos mucho en alcanzarla... Creí recordarla más veloz... » Reflexionó Happy, al poco tiempo de elevar vuelo y fácilmente ponerse a la retaguardia del dragón.

En un santiamén llegaron a la fuente de agua, y Ophis se detuvo en la orilla.

—Vigilen que nadie se acerque—ordenó el dragón sin darles la cara.

Happy y Natsu se miraron entre ellos y al segundo siguiente, el dragón se metió al río con ropa y todo. Ella se sumergió casi por completo, salpicando agua...

¡SPLASH!

Durante los primeros minutos, ambos permanecieron en silencio en la orilla, viendo a Ophis sumergida hasta la nariz, pero todavía dándoles la espalda.

Natsu reflexionaba un poco acerca de su hallazgo. A pesar de no reparar en detalles en la mayoría de ocasiones, hacía excepciones cuando se trataba de cosas interesantes o por lo menos curiosas, como las cosas que fueran capaces de lastimarlo...

«... El polvo... »

¡Waaah!—Happy chilló.

—¡¿Happy qué pasa?!

—El agua...

¡FSSSSSSS!

De forma espontánea, el agua del río comenzó a hervir y a evaporarse, generando una densa bruma. Sin embargo, ésta no se elevaba al cielo. Era pesada y permanecía en el ambiente...

—¡Mira!

Luego, de un momento a otro, toda la superficie del río se llenó con peces muertos. Mirando a lo lejos, vieron a la corrupción extenderse por todo el río...

—¡COFF-COFF!—Happy comenzó a toser.

Aquella bruma era corrosiva y dificultaba respirar.

—Está... ¡Está envenenando el agua!

«... ¡Mejor nos alejamos!... »

Natsu se cubrió nariz y boca con el antebrazo y cogió a Happy con el otro. Se alejó una distancia prudente para no ser afectados.

—¡¿Qué fue eso?! ¡COFF!—chilló Happy.

Natsu dejó a Happy descansando y entró de nuevo al ambiente contaminado. En el camino se preguntó si Ophis no había sido demasiado imprudente por la tarde, haciendo un paralelismo con un recuerdo propio.

Se acercó a la orilla cubriéndose la nariz.

—¿Qué quieres?—bufó Ophis desde el agua.

—Si te sentías enferma, sólo tenías que decirlo. Hubiéramos entendido y parado—le dijo Natsu con seriedad.

—¿Eh? ¿De qué mierda estás hablando?—dijo el dragón de mal humor.

—Creo recordar que se llama insoplasión—Natsu pronunció mal la palabra—lo ví una vez también—dijo con risa—Una vez Lissana me persiguió por horas en un día muy soleado y se desmayó. Mirajane me dijo que...

—¡SÉ LO QUE ES LA INSOLACIÓN!—Ophis lo interrumpió con violencia y salpicando agua por un ademán de su mano.

Natsu mantuvo su actitud burlona a pesar de la agresividad mostrada por el dragón. Ophis también se extrañó un poco por ello, pues hace pocos días había permanecido con cara de traumado por el incidente durante el primer ataque a los Járgol.

—... Se supone que cuando eso te pasa se te pone la piel de gallina y sudas como un cerdo, pero nunca había visto una reacción como la tuya. ¡Y que tardara tanto en hacer efecto! ¿Es así para los dragones?

En su ignorancia, Natsu no podía darse cuenta que la insolación nunca ocurría horas después de estar expuesto al calor...

—No es eso. ¡Estoy bien!—refunfuñó Ophis.

—Tampoco te he visto comer o descansar—añadió Natsu—Mira dice que...

—¡No me importa lo que Zutana o Fulana diga!. ¿Por qué finges que te preocupas por mí?—escupió el dragón con desprecio.

Natsu levantó una ceja.

—No finjo. ¡Además, no conozco a esas mujeres que mencionas!—dijo sin entender—Lo que entiendo, es que ahora somos un equipo después de todo, o algo así—afirmó el chico—No me agrada, pero así es.

—¿Equipo?—replicó Ophis—No. Yo mando y ustedes solo son herramientas. Yo no juego en "Equipo"...

—Claro que sí—le replicó Natsu—yo tampoco lo entendía al principio, porque éramos solamente Igneel y yo, pero el Maestro me enseñó que cuando las personas trabajan juntas, pueden hacer cosas grandes—explicó con nostalgia—... pero la parte de tener que obedecer al maestro sigue siendo molesta... ¡Creo que nunca dejará de serlo!

—Soy un dragón. No necesito de otras personas para hacer cosas grandes—dijo Ophis—Deja eso para los débiles.

—La confianza no te hace débil—le dijo Natsu—el confiar en otros te da fuerza, incluso entre las personas que aún no son amigas. Puedes confiar en nosotros...

Pero Ophis no lo tomó como una buena señal.

—No pienses que porque estoy así ahora, tienes alguna posibilidad de desafiarme—Ophis amenazó—Aunque esté débil ahora, sigo siendo más fuerte que ustedes 2 juntos...

Natsu puso cara de impresión y sorna.

—¡Así que admites que estás débil!—dijo casi celebrando.

—¿Y qué?—respondió Ophis—yo nunca digo mentiras... Intenta algo y no vivirás para contarlo—agregó.

—¿Por qué lo tomas todo como una amenaza?—Natsu habló hastiado.

—¿Amenaza?—replicó Ophis con arrogancia—Un insecto no puede amenazar a una bota…

El jóven rodó los ojos, harto de intentar un acercamiento. Era como hablar con un muro. Finalmente comprendió las quejas de sus amigos respecto a él...

«... ¿Así es como se siente Erza al hablar conmigo? ¡Es frustrante!... »

Pero a pesar de todo, aunque Natsu no pudiera saberlo, sí había hecho pensar a Ophis en ello. El dragón se quedó pensativo...

¡Ouch!... ¡Déjeme en paz!...

Natsu oyó a Happy quejarse desde la distancia.

—¡¿Happy?!

El muchacho corrió en auxilio de su amigo, pero no estaba preparado para lo que se encontraría...

...

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...

—... ¡¿Qué pasa aquí?!—Natsu dijo de forma amenazante.

Al llegar, encontró a Happy rodeado por una multitud enfurecida. Unos aldeanos le habían arrojado piedras.

—¡Natsu!

El Exceed fue a ponerse a salvo detrás de su amigo.

Natsu levantó el puño de forma amenazante.

—... ¡¿Por qué atacaron a Happy?!—dijo molesto.

Lo que menos esperaba, era que aquellas personas no se intimidaran. Era natural, pues no lo conocían. Si supieran quién era tal vez no lo intentarían...

[¡Largo de aquí, forasteros!]

[¡Ellos! ¡Fueron ellos!]

[¡Ellos envenenaron el río!]

Ambos amigos se paralizaron al oír los reclamos.

—¿Eh?—Natsu cuestionó.

El joven quiso interrogarlos, pero ellos se mostraron agresivos con ellos.

¡Denles duro compañeros!—animó el que parecía ser el líder.

¡CRUNCH! ¡CRUNCH!

¡Ungh!

Los furiosos aldeanos volvieron a lanzar piedras. Natsu pudo entrever que incluso había mujeres entre ellos. El joven encendió su puño en llamas y lo levantó, dispuesto a hacer temblar la tierra...

—¡BASTA!

🔥¡BOOOM!🔥

Natsu golpeó el suelo con su puño, provocando un pequeño temblor y una liberación de fuego, que hizo tropezar y retroceder a sus atacantes...

[¡Ahhh!...]

[¿Qué fue eso?]

[¡Es un monstruo!]

Los aldeanos comenzaron a susurrar entre ellos, pero ahora a Natsu no le importó.

¡¿Lo vieron?! ¡Está claro que fueron ellos quienes envenenaron el agua!—dijo el más ruidoso.

Natsu se acercó caminando hasta él, provocando temor entre los demás, que se replegaron hacia atrás. El líder de la turba quiso irse también, pero Natsu no se lo permitió...

ee-eeh... ¡Atrás!, te lo advierto!—tartamudeó el hombre al tener a Natsu en frente.

Natsu se paró serio frente a él, queriendo demostrar que no tenía que temerle.

—... ¿Puedes decirme qué es lo que les molestó tanto?—le dijo Natsu.

El hombre dejó su enojo momentáneamente sólo para volver a tomar bríos:.

—... nos dejaron... ¡Nos dejaron sin sustento!—le gritó a Natsu.

—¿eh?

—Ese río nos proveía agua y alimento, y ahora, ¡No es más que veneno!

—¡Glubs!

Natsu y Happy tragaron y se giraron a mirar las vaporosas aguas donde yacía Ophis. Se preguntaron si ella estaría escuchando todo...

«... ¡¿Cómo pudiste?!... » Happy culpaba a Ophis.

Los aldeanos continuaron sus quejas:

[¡Este río nos proveía comida y agua limpia y ahora no tenemos nada de eso!]

[¡La ciudad más cercana está lejos de aquí y no tenemos dinero ni cosas de valor que vender!]

Dejaron entrever que su supervivencia dependía de ese río. Ahí vivían 1 docena de familias en pocos metros cuadrados y casas andrajosas. En medio de esa pobreza este pueblo contaba con una única ventaja: el río.

Un río que con la escasa cantidad de peces que producía, proveía a aquellas familias con el poco alimento de algún valor nutricional que podían conseguir sin correr el riesgo de cazar a los peligrosos animales que allí rondaban. Era lo único que los separaba de la miseria total.

Natsu se acercó más a él.

—¡Oye!—el aldeano temió—¡no te acerques!

—... Lo siento—Natsu lo dijo con pesar y la cabeza gacha.

Al ver que Natsu no era una amenaza el hombre no hizo más que ofenderse y enfureció de nuevo:

¡¿Un "Lo siento"?! ¡¿Eso es todo?!

—... No puedo hacer nada para arreglarlo ahora—Natsu contestó firme—¡Pero lo arreglare! No se como, no se cuando. Pero les prometo que los compensaré por esto…—habló con sinceridad.

—¡¿Y qué haremos hasta entonces?!—le escupió resentido.

Natsu pensó un momento. Realmente no sabía cómo responderle o darle alguna clase de garantía.

—... Golpéame—dijo Natsu resuelto—¡Si te hace sentir mejor, golpéame! Es todo lo que puedo ofrecerte ahora…

Happy observaba todo con gran impresión. El líder se quedó pensativo un momento antes de responder.

—... Bien...

¡Punch!

—¡Natsu!

El hombre le dió un puñetazo en la cara y Natsu no hizo nada para defenderse.

¡Punch! ¡Punch! ¡Punch! ¡Punch!

Los otros aldeanos miraban con rabia e impotencia cómo su líder intentaba acabar a golpes al chico, pero sin lograr nada en apariencia. Natsu no sentía demasiadas molestias por aquello.

Para el hombre fue más frustrante. Se sentía cómo golpear un muro de piedra. El músculo fibroso, acostumbrado a pelear de forma constante no cedió ante un simple pescador entrado en años. Al notarlo, Happy se tranquilizó porque supo que no le causaría daños graves.

«... esto terminará pronto... »

Tras unos momentos más, el hombre se detuvo jadeante...

ahj-ahj-ahj...

—¿Por qué te detienes?—Natsu cuestionó.

El hombre apretó el puño junto con toda su gente.

—¿De qué serviría?—dijo el hombre con gesto de derrota—¡Aunque te matemos, eso no devolverá el río! ¡Jag-tup!

Natsu recibió un escupitajo en el rostro.

—¡Nos regresamos!—anunció el líder del pueblo.

«... fiuuu... » Happy suspiró con alivio.

Los aldeanos dieron media vuelta y emprendieron el camino a sus hogares. Al irse, ellos susurraban y maldecían contra ellos...

"... ¿Lo viste?... Esa marca en su hombro ¡Era un mago!... "

Natsu levantó ambas cejas con susto al oirlo. Sintió vergüenza y se cubrió el emblema de gremio en su hombro con la mano...

—¡Natsu, ¿cómo estás?!—Happy se acercó a él para ver su estado.

El joven tenía el rostro un poco amoratado pero no hinchado. Dos delgados hilos de sangre chorreaban de su labio y nariz.

—Nada grave—dijo apenado y agarrándose el hombro, en la marca de Fairy Tail—¡Dame la mochila!

Happy obedeció a su amigo y de ella, Natsu sacó unos trapos, con los cuales se vendó el hombro, cubriendo su marca de gremio...

—¿Natsu qué haces?—Happy preguntó extrañado.

—¿No los oíste?—preguntó sombrío—¡Ellos ahora creen que los magos de Fairy Tail son malas personas! No quiero que nadie vuelva a pensar eso...

El joven recordó las malas acciones de Bora haciéndose pasar por él cuando intentó secuestrar a Lucy. No le gustó nada el saber que ahora realmente "Salamander" era responsable de un crímen.

Ambos se sentaron mientras esperaban a Ophis. Happy notó que Natsu cambió su gesto: Ahora tenía la mirada fija en el horizonte, luciendo muy concentrado y sereno...

—... Me sorprendió cómo manejaste eso de hace rato... Y también como peleaste contra los Jar'gols de hace rato—Happy le comentó aliviado—Me alegra que ya estés mejor...

—¿A qué viene eso?—preguntó Natsu con extrañeza.

—... es que me preocupaste—le dijo Happy—Me preocupaba cómo reaccionarías después de la pelea de hace un tiempo... ya sabes, lo que pasó en el castillo anterior…

Ambos se referían al incidente en el que Natsu mató a un Jar'gol a golpes y con una violencia desmedida, marchándose completamente con su sangre durante el primer encuentro con dichas criaturas… Aquella vez que el dragon-slayer se perdió en el trance homicida.

Natsu puso rostro serio unos instantes, cerró los ojos un segundo y le sonrió débilmente a su amigo.

—... Es que tomé una decisión—dijo con gran seguridad.

—¿Cuál?

—Que sólo debo concentrarme en regresar a casa.

—¿Eh?—Happy se confundió—¿Qué no era ese justamente el plan?

—Es diferente ahora—dijo Natsu—No sé explicarlo muy bien, pero eso que dijo Ophis me hizo pensar...

¡¿HOOO?!—Happy puso cara de total desconcierto—¡Natsu está pensando!

El joven hizo un puchero.

—¿Ya terminaste de burlarte?—dijo Natsu—¡No entiendes!

—¿Qué quieres decir entonces?

—Todo eso que Ophis dijo. Que si Lucy valdría por todo esto... ¡No tengo dudas acerca de ello!—explicó— y no solo eso. Estar con nuestros amigos, regresar a casa... ¡Eso también vale todo esto!

—Natsu tu...

—Lo que quiero decir, es que no me importa lo que tengamos que hacer o a quienes tenga que lastimar ¡Volveremos a casa como sea!

Happy sintió una especie de escalofrío alrededor y una profunda preocupación por su amigo y sus nuevas ideas radicales.

—¿Estás conmigo?—le dijo Natsu. Lo observaba directo a los ojos.

Aye...—Happy asintió con complicidad.

Ante todo, siempre seguiría a Natsu, aunque eso le costara el alma…

...

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Magnolia, Reino de Fiore…

«... Eso fue perturbador...»

Cerca de las 5 de la tarde, Lucy caminaba de regreso a su casa. Estaba muy preocupada por Natsu y su condición. Más intrigada que nunca, revisaba sus memorias hacia un punto específico...

«... Pero yo re-escribí el libro de E.N.D, ¿Verdad?...»

Si bien en aquel momento fue una victoria, ahora reflexionaba si realmente lo había sido. En los hechos, realmente no sabía muy bien lo que había hecho. El propio Zeref lo dijo: "... Un humano común no podría tratar con el lenguaje demoníaco... "

«... Lo único que hice fué completar los símbolos que desaparecieron y seguir la presencia de Natsu a través de la oscuridad...»

Un pequeño bullicio la sacó de sus pensamientos...

¡¿Dónde está mi pedido?!

¡Harina! ¡Queremos harina!

«... ¿Qué pasa por allá?... »

Con curiosidad, la chica se acercó para averiguar de qué se trataba el escándalo. Una turba aglomerada en la puerta de un almacén. Por sus uniformes dedujo que eran todos panaderos...

—¿Hola? ¿Alguien puede decirme qué ocurre?

La mayoría de ellos la ignoraron por ser ajena al oficio, salvo uno de ellos que le explicó un poco...

—¡Mire señorita!—le dijo con algo de petulancia—¡No es de su incumbencia, pero sucede que estos comerciantes están reteniendo la harina para re-venderla a precios inflados! ¡Mienten con una supuesta escasez!

¡Si!... ¡Codiciosos!

Lucy no lo creyó, pues conocía a la esposa del dueño y sabía que ellos no hacían eso.

—¡Ya les dije que no tenemos harina! ¡Revisen mi maldito almacén si así lo prefieren!—salió a gritarles el dueño del comercio—¡Si no les gusta, entonces vayan a los molinos a comprar directamente!

¡Venimos de allí y no tienen nada!—se quejaron de vuelta—¿Dónde está el grano que llega desde Joya? ¡Hace meses que lo compramos y nunca había faltado!

El dueño se puso más histérico y siguió discutiendo con ellos. Lucy cruzó miradas con la esposa del dueño, una joven que además se encontraba embarazada. La chica le hizo señas con el dedo para ir a un lugar apartado...

—Lucy-san ¿Qué haces aquí? ¿Ahora eres panadera?

—¡No se trata de eso!—replicó Lucy—... me dió curiosidad solamente ¿Qué es lo que ocurre?

La mujer hizo un gesto de preocupación que camufló con una ligera sonrisa.

—Nada grave, espero... es solo que la harina ya no está llegando. Los molineros dicen que la mayoría de los comerciantes que la traían de Joya, simplemente se retiraron... ¡Ha de ser una situación temporal seguramente! ¡Apuesto que nuevos comerciantes llegarán!

«... ¡Tienen que hacerlo, porque toda la cosecha se perdió en la guerra!...»

Lucy se dejó contagiar por la esperanza de la joven y ambas se despidieron. Pero en el camino de retorno, la chica vió situaciones similares en otros comercios de características similares: Pulperías, boticarias, mercados mayoristas y otros tantos. Todos negocios que vendían insumos necesarios para producir productos procesados como pan y conservas. El distrito central de la ciudad siempre había sido de gran vitalidad comercial, pero ahora se vivía un extraño clima de incertidumbre.

A pesar de ello, los productos de consumo final todavía estaban presentes, por lo que la mayoría de los ciudadanos todavía no se daba cuenta de lo que ocurría...

Al dar la vuelta por la calle Fresa, Lucy notó a un hombre corpulento parado cerca a su casa.

—¿Gajeel?

El tipo la miró rodando los ojos hacia su puerta, donde estaba Levy conversando con un sujeto flaco y rubio...

—¿Jason-senpai?

Se trataba del mentor y cuasi-representante de Lucy, primero en su breve carrera de periodista y ahora de escritora semi-profesional…

Lucy cruzó miradas con Levy por un instante y su amiga de baja estatura le hizo una rápida seña para que se fuera...

«... ¡Lu-chan, no es un buen momento ahora!... »

Desafortunadamente, Lucy no entendió el mensaje y Jason rápidamente se dió cuenta de su presencia. Se giró rápidamente para ver a Lucy. La rubia le hizo un gesto alegre en saludo, pero se encontró con una mirada dura...

—¿Uh?

Jason no tenía su típica expresión jovial y despreocupada, sino que Lucía bastante enojado mientras se acercaba a ella.

Lucy se confundió y miró de vuelta a Levy y Gajeel, quienes le lanzaron un gesto de reproche. Lucy se puso a revisar su memoria...

«... Piensa-piensa ¿Por qué está Jason aquí?... Espera... ¡Oh no!... ¡Lo olvidé por completo!... »

Lucy puso un gesto de susto y vergüenza al darse cuenta porqué Jason se veía tan enojado con ella.

«... ¡Mi novela!... ¡No avancé casi nada!... »

...

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Reino de Minstrel, cerca al valle de Exynos…

La noche que sucedió al tercer día, Ophis finalmente salió del agua. El una vez próspero río acabó convertido en su mayoría en un pantano venenoso. Todos los peces y plantas de aquel río murieron y toda criatura en un radio de 100 metros huyó o murió intoxicada.

Recién entonces Natsu y Happy se acercaron a la orilla con las debidas precauciones. Happy llevaba toda la cabeza cubierta como si fuera un habitante del desierto…

—O-ophis…

El Exceed observó a la niña dragón salir de entre la vaporosa bruma, completamente restaurada y con el rostro renovado. Las grietas habían desaparecido y su gran poder mágico se imponía de nuevo. Natsu se llenó de preguntas de nuevo, y Happy comenzó a tener pensamientos conspirativos...

«... Parece que después de todo, ¡tiene una debilidad!...»

Ophis los miraba con indiferencia y sólo se limitó a ordenar:

—Vamos a regresar por lo que es mío…—dijo en tono sombrío…

Con sus fuerzas restauradas, el dragón se apresuró a atacar de nuevo. El grupo se dirigió a toda prisa a la fortaleza Jar'gol una vez más.

Esta vez no habría guardias esperándolos ni oposición alguna. Cuando regresaron por el premio de Ophis fueron testigos de toda la destrucción que ellos mismos habían causado.

Caminaron entre escombros calcinados y partes de la mueblería del edificio. Afortunadamente para sus conciencias, los cuerpos de los Jar'gols asesinados por Ophis y Natsu habían sido cubiertos por el derrumbe de la construcción, al menos hasta que Happy distinguió uno de ellos asomado entre dos enormes piedras…

¡Glubs!—el Exceed tragó nervioso y perturbado.

Happy todavía se asqueaba por la masacre, Natsu lo abrazó y cubrió debajo de su camisa. Fiel a su promesa, Natsu se mantuvo estoico y mudo ante las malvadas acciones de Ophis y las consecuencias de sus propias. Miró hacia otro lado. Nada lo separaría de su objetivo de ver a Lucy y sus amigos una vez más...

—No se detengan…—dijo Ophis.

El castillo estaba en ruinas, sólo se conservaban los muros exteriores y algunas partes del edificio original. En medio de todo, una gigantesca esfera blanca, atada con cadenas igualmente grandes que brotaban de la tierra.

Justo como Ophis había dicho que pasaría si no tenían cuidado, la verdadera naturaleza del edificio emergió para proteger el tesoro de los intrusos: Una monstruosa esfera de piedra blanca, del tamaño de una casa.

La niña dragón se detuvo a unos 10 metros de la esfera y miraba con un gesto pensativo. Estaba hecha toda de piedra blanca lisa, como si hubiera sido tallada en una sola pieza. Sólo la magia hacía posible algo así considerando que en un inicio estaba "abierta". A su vez, los gigantescos eslabones de la cadena tiraban de ella hacia abajo…

"... la esfera tiene un mecanismo mágico que la hará cerrarse sobre sí misma. Una vez atrapado dentro, sacar mi fragmento será complicado, aunque no imposible… ¡Quiero evitar esa molestia a como dé lugar!… "

—¿Ophis?—Natsu preguntó con expectación.

La actitud de la niña dragón los hizo dudar. Si Ophis era tan poderosa como decía, ¿Qué tan difícil podía ser abrir una piedra?

—Atrás—ordenó Ophis.

La niña Dragón tomó una gran cantidad de aire, abrió la boca y vomitó una espesa corriente de fuego azulado contra la esfera…

¡FSSSSSSSS!

Aquellas llamas calentaron todo alrededor, sorprendiendo a Happy y un poco también a Natsu, quien vió que Ophis podía mantener eso por varios minutos. Eran como las brasas de un gran horno para fundir metales.

Tras sostener el ataque por varios minutos, Ophis se detuvo y con una sorpresa aún más grande ambos amigos vieron que la esfera estaba completamente intacta. Ni siquiera recalentada o al rojo vivo, como si nunca hubiera sido tocada por el fuego. La tierra debajo y alrededor de ella se había fundido por tanto calor pero tanto la esfera como las cadenas seguían intactas…

—¡Imposible, tanto calor debió derretirla! ¡Sigue ahí!—Happy chilló.

Natsu también se veía impresionado.

«… ¡Fué igual o más caliente de lo que puede hacer Natsu pero no le pasó nada!… »

Ophis se acercó a la esfera y la tocó con la palma. Retrocedió instantáneamente con un gesto de dolor…

¡ghj!... mierda…—Ophis disimuló su quejido. Su mano sufrió una quemadura.

Natsu levantó una ceja con curiosidad y se acercó también junto a Happy. El Exceed estaba a nada de tocar la superficie con su propia pata pero Ophis lo detuvo…

—Yo no tocaría eso si fuera tú.

¡Ups!—Happy hizo caso a la advertencia temiendo sufrir una quemadura igual a la de Ophis…

—¿No puedes tocarla?—preguntó Natsu con burla muy disimulada.

Al joven le causaba un malsano placer el saber que la "todopoderosa" y arrogante Ophis no era capaz de hacer algo…

¡Tch!—Ophis emitió un quejido de mal humor y giró la vista con el ceño fruncido.

«… ¡Je-je! No puedes hacerlo… »

A estas alturas, Natsu ya no podía contener su gran sonrisa burlona. Se arrepentiría segundos después cuando Ophis cambió de idea:

—Tócala tú—dijo Ophis en forma impositiva y malhumorada.

—¿Eh?

—Ya oíste, ¡Vé y tócala con tu mano!—insistió Ophis.

Natsu se lo pensó un momento y llegó a la rápida e impulsiva conclusión de que quedaría como un gallina si no lo hacía…

—Bien…—Natsu replicó con fingida seguridad.

Se acercó a pocos centímetros de la piedra y segundos antes de hacer contacto, Happy chilló un objeción:

—¡Natsu no! ¡Vas a lastimarte!

—HAZLO—Ophis opacó la voz de Happy—Es una órden…—anunció en tono sombrío.

Natsu se quedó paralizado unos momentos, sin saber muy bien qué hacer, si obedecer o no. Pronto sintió un cosquilleo familiar en la parte trasera del cuello y comprendió que si no hacía nada, Ophis lo fastidia con la marca del contrato.

Deseoso de evitar tal molestia problemática, Natsu colocó su palma desnuda sobre la blanca superficie… ¡Y nada ocurrió!

—Wow…

Happy se deslumbró por enésima vez en la noche y el propio Natsu se emocionó.

—¡Mira Ophis, puedo tocarla!

—Si-si, ya te ví—replicó el dragón con desgano.

Ophis giraba los ojos hacia arriba en un gesto de desmedro, como si ella ya hubiera sabido de antemano que esto ocurriría pero al mismo tiempo se mostraba indignada…

«… ¡Puedo tocarla y tú no!... » pensó Natsu lleno de satisfacción.

—Muy bien Dragneel, ahora ábrela.

—¿Abrirla? ¡Eso es fácil!—dijo Natsu confiado. Preparando su puño, tomó impulso y cargó contra la piedra:

… 🐲🔥¡Karyuu no Tekken!🔥🐲 (¡Puño de hierro del dragón de fuego!)

¡BOOOM!

El golpe de Natsu resonó en toda la roca y una rápida vibración la recorrió y regresó hacia su propio puño, haciéndolo temblar…

«… ¿Qué pasó?... »

¡Krish!

Únicamente una pequeña esquirla se desprendió de la piedra blanca y el lugar donde Natsu había golpeado sólo tenía un daño superficial, calentado casi al rojo vivo…

—No lo entiendo ¡La golpeé con toda mi fuerza!

La confusión de ambos no hizo más que aumentar a un nivel nuevo cuando Natsu tampoco fué capaz de abrirla. Pero a diferencia de Ophis, al menos fué capaz de tocarla y dañarla, aunque sea un poco…

—¿Qué esperas?—Ophis habló en forma demandante—Ábrela.

—No se rompe…

—¡Pues ingéniatelas!—Ophis replicó hastiada—Derretirla, quemarla, destruirla, no me me importa cual, ¡Sólo ábrela de una maldita vez!

Natsu colocó ambas palmas contra la piedra mientras Happy trataba de pensar algo útil. Ophis no tendría paciencia infinita.

«… Bueno, si Natsu puede tocarla entonces debería encontrar una manera de romperla ¿Cierto?… »

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Reino de Minstrel…

—🐲🔥¡Karyuu no Hoko!🔥🐲 (Rugido del dragón de fuego)... ¡Gaaarrrh!

Una espesa corriente de fuego bañó por completo la blanquecina esfera de piedra…

—¡Nada todavía! Sigue sólida…—Happy observó.

—¡Maldición!—renegó Natsu—¡No lo entiendo, debería ser líquida!

Natsu seguía haciendo intentos infructuosos por fundir la esfera para abrirla. Sus primeros intentos de golpearla y quebrarla en pedazos sólo consiguieron re-calentarla, por lo que en última instancia Natsu se decantó por intentar fundirla por completo y sacar el fragmento de Ophis.

Lo cierto era que a pesar de la demora, Natsu estaba ya cerca de conseguirlo, pues la esfera de piedra ya estaba brillando al rojo vivo y una ligera deformación se hacía notar… unos pocos intentos más y lo conseguiría.

El jóven no llevaba la camisa puesta ni los zapatos a sugerencia de Happy, pues cuando la roca se deshiciera en lava, su ropa podría salir dañada…

—¿Qué tiene de especial esa roca?—cuestionó Happy mientras observaba a Natsu esforzarse—Me sorprende que le esté costando tanto…

«… Y tú por otro lado ni siquiera puedes tocarla… » El Exceed guardó su último pensamiento.

Hum, ¿así que te diste cuenta?—replicó Ophis—Es problemático. La roca está hecha en realidad de un mineral maldito por la misma magia que protege los orbes con mis fragmentos. Esta gran roca no es tan fuerte como para repelerme a distancia pero no me deja tocarla y anula todos mis ataques…

—Pero si eso es cierto, ¿Por qué le está costando tanto a Natsu abrirla?—Happy preguntó—Cuando abrió los orbes pequeños antes lo hizo con facilidad.

—Esta esfera es más grande. Sacrifica parte de la efectividad de la maldición a cambio de resistencia a ser abierta…

Happy levantó una ceja en forma reflexiva y un gesto con sus patas acompañó:

—Si de esta manera tu no podrías tocar ni acercarte a la esfera y eso la hace tan segura para alejarla de tí… ¿Por qué las otras, o mejor dicho todos tus fragmentos no están protegidos de esta forma?—cuestionó el Happy—Si es tan seguro, ¿por qué la primera que le quitamos a ese demonio no estaba tan asegurada?

—Muy simple: Porque es impráctico y muy difícil de hacer—Ophis respondió—Este mineral es ya de por sí muy escaso y encantarlo con una maldición de ese nivel todavía es más difícil…

—Sin mencionar lo raro que se ve ahora… ji-ji—se burló Happy.

—¿A qué te refieres?

—Sólo mírala… si alguien como nosotros intentara entrar de la misma manera, esta cosa destruye todo el castillo para cerrar la esfera y se queda completamente expuesta… ¡Una enorme pelota de piedra sujeta con cadenas al suelo! Es un blanco perfecto…

El Exceed se burlaba con notorio sarcasmo.

—Lo creas o no, es más que suficiente para alejarme a mí o a cualquiera…—explicó Ophis—se hizo para que una vez cerrada NADIE pudiera sacarla más…

—¿Nadie-nadie?

Incluso sería muy difícil para un dios no experimentado...—Ophis lo dijo casi en un susurro.

Eso último hizo levantar a Happy las cejas de impresión y luego se giró a ver al descamisado Natsu, que cual bárbaro se estrellaba una y otra vez contra la piedra mientras intentaba terminar de destruir la esfera recalentada…

... 🐲🔥¡Karyuu no tekken!🔥🐲 (Puño de hierro del dragón de hierro)

¡BOOOM!

—¡Falta poco!... ahj-ahj…—un jadeante Natsu vió esperanzado cómo las primeras grietas aparecían en la piedra y su superficie se ablandaba, cercana a convertirse en mineral líquido fundido.

—Vaya que le está costando…—comentó Happy.

—Yo les advertí que no debíamos dejar que esto pasara o habría problemas…—reprochó Ophis.

«… Aún así, si es como ella dice, si es que ni siquiera un dios puede tocarla… »

—... Si lo que dices es verdad… ¡Eso quiere decir que Natsu podría ser más poderoso que un… !

—Por supuesto que no, tonto—Ophis lo interrumpió antes de terminar.

¿Eh?—Happy comentó confundido.

Ophis tomó una posición solemne y empezó a explicar:

—... Eso no significa que los poderes de Dragneel sean particularmente impresionantes…—Ophis menospreció—Las maldiciones son esencialmente las malas intenciones de aquellos que las lanzan. Quien lanzó esta maldición para alejarme de mis fragmentos no solo lo hizo de tal forma que sólo seres de gran poder pudieran tocar. Si fuera así, ¿No crees que mis poderes estarían a merced de cualquier ser lo suficientemente poderoso como para tocar los orbes?—Ophis le hizo una pregunta retórica—Este tipo de maldiciones funcionan un poco como la magia convencional: Hay tanto condiciones como nivel de poder involucrados. Hay ciertas "condiciones" que restringen a cualquier otro, poderoso o no, que quiera usar mis poderes de mala manera…

—¿Eso que tiene que ver con Natsu?

—... Hay muy pocas cosas que sean capaces de anular la maldición. Significa que él es una cosa tan extraña y anormal que la maldición no lo afecta. Yo especulo que simplemente no existen las condiciones para restringir a una criatura como él—dijo Ophis—Quiero decir, míralo: Un ser que es tanto demonio como dragón sin ser a la vez ninguno y que además tiene un corazón humano… incluso si alguna vez un ser poderoso como un dios o un duque demonio lograra llegar a este punto y se encontrara con la esfera cerrada, no podría hacer mucho más. Dragneel es una cosa única, una cosa deforme, que no debería existir en primer lugar pero aún así existe…

«… ¡Está insultando a Natsu!… » Happy se molestó por la opinión de Ophis pero todavía le temía lo suficiente para no protestar, al menos por ahora…

Ophis continuó denigrando a Natsu:

—... Dragneel es un ser con esta habilidad tan única y específica que no le sería útil a nadie más que a mí y al mismo tiempo él no tiene el poder ni el cerebro suficiente para usar mis poderes de forma adecuada… ¡Es esencialmente una herramienta perfectamente hecha para mí!

Happy no pudo callar más ante las ofensas contra su amigo y le contestó a Ophis:

—¡No somos herramientas!—chilló el Exceed—¡Somos personas!

—Hicimos un contrato y literalmente aceptaron ser mis herramientas, GATO…—Ophis le lanzó una mirada amenazadora. Happy sintió un poco de miedo pero aún así respondió de vuelta:

—Cuando este año termine, ¡Volveremos a casa y no tendremos que verte la cara nunca más!—exclamó Happy ofendido.

—Pero hasta entonces siguen siendo MÍOS…—concluyó Ophis en forma oscura.

—¡¿Por qué tienes que recordárnoslo a cada rato?!

—Si quieres dejar de oírlo, entonces te sugiero que tu amigo se de prisa en abrir esa cosa…—Ophis señaló con el dedo al sudoroso y cansado Natsu, que seguía teniendo problemas en derretir y abrir la esfera…

—¡Carajo, ábrete de una maldita vez!—Natsu renegaba.

Afortunadamente Natsu no había oído la discusión de Ophis y Happy, pues hubiera reaccionado en forma violenta. Happy rodó los ojos con hastío.

—¿Cuál es la prisa?—cuestionó en forma sarcástica—Tú misma lo dijiste: ¡Da igual quien venga, sólo Natsu puede abrir la esferaaa…. ¡Ungh!

Súbitamente la tierra debajo de ellos empezó a temblar…

¡CRUNCH-CRUNCH!

¡Ahh! ¡¿Qué pasa?!—Happy chilló.

Natsu también perdió el equilibrio y cayó sentado. Ophis puso una cara de horror que Happy no supo interpretar…

Si existía algo parecido al Karma, ahora mismo cayó sobre la arrogante Ophis: ¡La esfera de piedra empezó a enterrarse!

Las enormes cadenas que envolvían la esfera y que no habían sido destruidas por Natsu, empezaron a tirar de la esfera hacia abajo, amenazándola con hacerla desaparecer bajo tierra…

—¡No-no-no.. NOOO!—Ophis gritó impotente y desaforada mientras la esfera seguía descendiendo…

Los nervios de la niña dragón casi estallaron cuando la esfera detuvo cuando una tercera parte de esta había desaparecido bajo tierra…

«… ¡Fiuuuu!… »

Ophis disimuló lo más que pudo su alivio cuando los temblores se detuvieron y la esfera se quedó quieta.

Los 3 se pusieron de pié y antes de que Natsu y Happy pudiesen cuestionarse que había ocurrido, Ophis cogió a Natsu del cuello y con los ojos casi tocando los suyos le lanzó una amenaza que más sonó a súplica:

—¡Ábrela, maldita sea! ¡DATE PRISA!

Natsu vió a la niña dragón con el rostro enfurecido y las venas de su frente dilatadas. Gruesas gotas de sudor en sus sienes.

—¡Bi-bien!...—Natsu tartamudeó un poco.

Ophis lo soltó y se apresuró a recobrar la compostura. Había perdido el control por un instante.

El jóven se acercó una vez más a la esfera y reanudó los trabajos con más fuerza. Como un animal se trepó a los eslabones de las cadenas gigantes y hacía de todo para destruirla: Golpes, calor e incluso mordidas…

«… Grr… ¡Rómpete-rómpete maldición!... »

—¿Qué ocurrió?—cuestionó Happy, todavía confundido.

—Parece que es un mecanismo de seguridad adicional. Estoy segura que esas cadenas están enterradas más profundo de lo que cualquiera puede llegar y tiran de la esfera para enterrarla poco a poco fuera de mi alcance… —explicó Ophis de mal humor—¡Tch!... ¡Por eso les dije que no debíamos permitir que la esfera se cerrara!

Cuando finalmente una gran y prometedora grieta se abrió en la cima de la esfera gigante, Natsu se preparó para dar un ataque definitivo…

Se paró encima de la esfera y juntó ambas manos sobre la cabeza, preparando un golpe.

—…🐲🔥 ¡Karyū no Hōken!🔥🐲 (Puño de destrucción del dragón de fuego)

¡BOOOOM!

El golpe fué demoledor y el daño afectó la esfera en dos etapas: Primero hubo una gran estela de llamas abrasadoras que calentaron la superficie al rojo vivo, ablandando lo suficiente para que el golpe de los puños de Natsu resonara en toda la piedra, haciendo que ésta finalmente se quebrara en un punto…

—¡Se abrió!

Al instante, Natsu usó sus manos para coger los extremos de la abertura y aplicó más calor para que el derretimiento fuera completo. La piedra empezó a fluir viscosa y ardiente cual vela hasta caer al suelo e inflamar cualquier hierba que encontrase.

🔥¡FSSSSSSS!🔥

Ophis observaba expectante y atenta a cualquier cambio que su cuerpo sufriera.

Pronto buena parte de la esfera se deshizo y el boquete fué lo suficientemente grande para que Natsu pudiera entrar.

«… ¡Aquí voy!… »

Una vez dentro, Natsu encontró los restos de la sala original del castillo y el deshecho cuerpo de Holan, que quedó irreconocible tras caer sobre él un poco de piedra fundida. Natsu tragó nerviosamente y pateó el cadáver a un lado mientras buscaba en lo que una vez había sido el piso del castillo…

—¡Date prisa!—Ophis alcanzó a decir. Ella también estaba emocionada y ansiosa, aunque exteriormente tenía éxito en aparentar frivolidad…

Menos de un minuto después, Ophis y Happy vieron como explosiones de llamas salían del boquete como si se tratase de un cañón ardiente. Natsu había empezado a derretir también el interior para buscar el fragmento de Ophis…

🔥¡FSSSS!... ¡BOOOOM!🔥

Fueron momentos de gran expectación para Ophis… hasta que la niña dragón sintió una dolorosa punzada en todo el cuerpo…

¡UNGH!

Ophis se desplomó en el suelo de nuevo sin poder arrodillarse. Todo su cuerpo volvió a humear, cómo si se estuviera quemando. Ella sufría mucho… A pesar de ello el dragón se mantuvo firme e hizo un esfuerzo por ponerse de pié, buscando no mostrar ninguna debilidad.

Happy comprendió que Natsu había encontrado el orbe. Reconoció la misma reacción en Ophis cuando la maldición del orbe estaba cerca...

¡wwhhhmmm!

Un tintineo metálico se escuchó, y de la piedra derretida emergió un triunfante Natsu con un pequeño orbe blanco en la mano, el tesoro que habían venido a buscar en primer lugar…

Natsu enseñó la joya con la mano y se vió el blanco de la piedra, con textura de porcelana y la serpiente-dragón tallada. Una vez más, Happy vió un símbolo familiar en la superficie del mismo... Esta vez era Circinus, El Compás.

«... ¡Sabía que había visto esos símbolos en alguna parte! ¡Es una constelación! ¡no sé cual es exactamente pero estoy seguro que es una constelación!...»

—¡Ábrela de una vez!—ordenó Ophis, resistiendo el dolor en el suelo.

¡KRAK!

Natsu apretó con fuerza y con una estela de fuego adicional quebró el orbe con la mano sólo para ser lanzado hacia atrás por la ola de poder que emergió de allí...

¡Ungh!

El contenido era el mismo de siempre: Una gema minúscula color morado.

Ophis no perdió tiempo y ya tenía su boca transformada en la ventosa dentada, que aspiró con fuerza para atraer y tragar la gema...

¡gggrrrr!—el dragón gruñó con fuerza.

🔥🐉¡WOOOOOSH!🐉🔥

Ophis fue rodeada por una poderosa aura púrpura que generaba grandes vientos, Obligando a Happy y Natsu a resistir plantándose en el suelo...

—¡Sus poderes! ¡Están creciendo de nuevo!

Natsu miraba impresionado y Happy se esforzaba por terminar de comprender cómo funcionaba exactamente…

A pesar del aparente éxito, Ophis no se mostraba conforme. Palmeó su estómago.

«... Ahora tengo hambre... ¿tan pronto? ¡Esto no es normal!... » pensó el dragón.

—¡Oh, mierda!—dijo Natsu al mirar al cielo—La lun... ufff!

Happy también vió a s amigo caer desmayado sin poder hacer nada por él. Al tiempo que Ophis se fortalecía, la luna volvía a tomar ese color siniestro…

Inconsciente de nuevo, lo último que Natsu llegó a ver antes de caer dormido fue a Happy preocupándose. A pesar de su estupidez, sabía perfectamente lo que significaba.

«... ¡No más sueños sin sentido de nuevo! ¡Los odio!... »

Esta vez, la luna morada hizo su trabajo más rápido de lo previsto.

...

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...

Magnolia, Casco viejo de la ciudad…

¡Brrrr! ¡Hachiis! ¡Hachisss!... ¡mierda!

Laxus Dreyar se encontraba en el techo de la casa que compartía con el abuelo. El dragon-slayer de rayo volvía a sufrir los efectos de la luna morada en su cuerpo.

Agitó un poco su taza de café mientras se cubría con una manta para resistir. Sentía escalofríos y tenía unas ojeras enormes...

—Parece que será una larga noche para tí.

Laxus se dió vuelta y encontró a Makarov junto a él.

—¡Anciano! ¡Qué haces aquí arriba! ¡Tus piernas!

¡Ja-ja!—se rió Makarov—¡Parece que el que necesita ser cuidado eres tú y no yo!

Laxus rodó los ojos con molestia y lo ignoró.

Con el tiempo, la condición del viejo maestro mejoró enormemente. Si bien no podía estar todo un día sin la silla de ruedas, su fuerza se había restaurado en una medida decente. Incluso Porlyusica ya podía relajarse un poco y volver a sus propios asuntos.

—Muy pronto regresaré a mi propio techo. Veo que tu condición está mejor que nunca—le dijo Laxus con cierta indiferencia.

—¿Por qué estás tan ansioso por irte? Creo que hemos logrado un progreso importante aquí...

—¡Por eso mismo!—Laxus intentó hacer su sonrisa malvada—¡Tanto tiempo contigo me está ablandando!

El maestro le sonrió con calidez al ver detrás de su falsos intentos de parecer duro. Era su abuelo después de todo y podía leerlo a la perfección.

—¿Cómo te sientes?—preguntó Makarov, poniéndole una mano en el hombro.

—Viviré—dijo con frialdad—se requiere mucho más que esto para acabar conmigo.

—La luna si que te pone mal, ¿eh?

—¿Disculpa?—replicó Laxus levantando una ceja.

—¿No te has dado cuenta?—dijo Makarov—Siempre que la luna se pone de ese color, tu enfermas—Makarov habló serio.

—Oh, eso—dijo Laxus—por eso mismo, desaparecerá para mañana y estaré bien.

—Lo minimizas porque piensas que te hará ver débil, ¿verdad?

—Cierra la boca—escupió Laxus.

—No te sientas mal, porque al parecer no eres el único—dijo el anciano.

Laxus levantó lo miró desconfianza.

—¿En serio?

—Hace casi un mes escuché una conversación muy interesante entre Levy y Wendy—dijo Makarov—Honestamente me preocupa, más que todo por Natsu—dijo con preocupación—Sabes que ese muchacho reacciona de forma imprudente a cosas como esta.

—Oh sí, ¿Quién habría pensado que ya casi es 1 mes desde que no sabemos nada de él?—Laxus habló—Es gracioso, porque siempre pensé que cuando esa pequeña rata se esfumara yo disfrutaría la paz... pero ahora ¡Hasta extraño su escándalo!

—Aunque sea un solo miembro el que falte, la familia siempre notará su ausencia—dijo Makarov en forma melancólica—... pero a pesar de ello, nosotros debemos creer en su regreso.

—En eso estoy de acuerdo—dijo Laxus—si ese torpe dice que puede manejarlo, entonces no hay nada que hacer más que esperar...

Makarov sacó una petaca de metal escondida en su camisa y propuso un brindis...

—Por el regreso de Natsu y tu pronta recuperación. ¡Salud!

Laxus chocó su café con el brandy de su abuelo, complementando con algo.

—... Mi INMEDIATA recuperación—dijo Laxus con arrogancia.

Makarov sonrió con malicia.

—Me ALEGRA que estés tan enérgico—dijo casi en tono de broma—Porque tengo un importante encargo para tí y tu grupo...

Laxus levantó una ceja.

—¿Uh?

—Si. Una gran caravana de comerciantes saldrá de Fiore por la frontera con Bosco en 2 días. Un trabajo muy bien remunerado e importante.

—¿En serio?—bromeó Laxus—¿Ahora que tu grupo preferido está sin Natsu, vienes a mi? ¡JA-JA!

Makarov sonrió siguiéndole el juego.

—Oh, pequeño nieto, ¿O es que no te sientes capaz?—El viejo le alcanzó un papel con los detalles—Mira. Necesito a alguien confiable y que no haga preguntas innecesarias. ¡Nada de escándalos ni destrozos!—fué enfático.

Laxus se puso serio y cogió el papel, entendiendo porque no confiaba en el equipo Natsu para esta misión. Tras examinar cuidadosamente los escritos, Laxus puso un gesto suspicaz y cuestionó algunas cosas...

—Aquí hay algo raro. Dice que moverán una cantidad valorada en más de 20 000 millones. ¿Por qué lo hacen por tierra? ¿No sería más sencillo hacerlo por el puerto de Hargeon? Y lo más importante. ¿Por qué detallaron el valor de su carga en esta solicitud? Sólo se necesita que esta información llegue a oídos de cualquier grupo de bandidos para atraer el peligro…

—Veo con alivio que pareces haber heredado algo de mi suspicacia—dijo Makarov con cierto aire de arrogancia—Ellos cuentan con ello. Sospecho que la información ya fue filtrada y por ello el representante de todos esos gremios de comerciantes buscó los servicios de los gremios más grandes, el nuestro incluido, como el más fuerte del país...

—Aún así—continuó Laxus—Moverlo por Bosco es peligroso... ese ahora es un remedo de País. Tras ser invadidos por Álvarez, la mayoría de su territorio ahora es una colonia del emperador Ajeel—reflexionó—Apenas tienen control de pocos kilómetros de frontera con nosotros. El camino será muy peligroso. Sigo pensando que hubiera sido más fácil por mar...

Makarov puso un gesto serio.

—... Eso es lo que me preocupa—el anciano habló—También oí un rumor muy peculiar...

—Habla...

—Al parecer, la reina Hisui en persona les prohibió a esos comerciantes hacer este viaje por mar…

Laxus se sorprendió al oír y de inmediato intuyó que en realidad, en la práctica la reina sencillamente les había prohibido salir del país…

—¿Cómo el consejo mágico aprobó esto si la reina emitió una prohibición?—replicó Laxus—No se necesita ser un detective para notar que no sólo es una prohibición de salir por mar…

Makarov le sonrió con un gesto de condescendencia:

—Tú sabes cómo es esto, el consejo no se mete en política y por ende no tiene problemas en aprobar esto, SUPONIENDO que sea una prohibición de hecho—observó Makarov—Si consideramos lo opuesto, dejando esas sospechas de lado y suponiendo que no sea una prohibición completa, aún así es muy raro…—Makarov continuó—De tratarse de algo tan importante, el reino debería proveer seguridad con el ejército, pero en su lugar estos mercantes usan servicios privados... Yo estimo que buscarán entrar en Bosco por tierra para usar alguno de sus puertos.

—¿Quienes son estos comerciantes?—dijo Laxus.

—Casi todos del país de Joya—respondió el anciano—Nadie más podría gastar en contratar a tantos gremios poderosos...

—¿Quienes más participarán en esto?

—Sabretooth y Lamia Scale—respondió Makarov—enviarán también a sus equipos más fuertes.

Laxus bufo con algo de desdén.

¡Buuuf!... Sting se comporta como un niño, pero creo que podré confiar en los de Lamia. Si al menos mandan a Lyon, entonces coordinaremos de forma adecuada—reflexionó Laxus.

Makarov observó a su nieto con disimulado orgullo. En el pasado seguramente Laxus habría procedido con arrogancia, buscando por sobre todo resaltar de forma individual y presumir de su fuerza. Pero ahora parecía tomarlo muy profesionalmente.

«... creo que lo estoy logrando después de todo...»

Laxus se retiró a intentar dormir. Debía prepararse para salir pronto.

...

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Magnolia, Reino de Fiore…

—¡Kyaaaaaa! ¡Nopuedeser-nopuedeser!

Lucy chillaba sin parar de forma histérica mientras buscaba sus implementos de escritura.

—¡¿Lu-chan, qué pasó?! ¡¿Por qué lo dejaste hasta último momento?!

Levy intentaba ayudarla a recuperar la compostura y de paso, a encontrar sus hojas de papel.

—¡Dos semanas! ¡Dos semanas! ¡¿Cómo voy a presentar el borrador completo en 2 semanas?! sob-sob... ¡buaaaah!

La rubia comenzó a llorar de forma cómica por su suerte, mientras Levy puso una cara de incomodidad sin saber cómo ayudar...

—Sea como sea, ¡Mejor ponte a escribir!

—¡Espera! ¡¿Vas a dejarme sola?!—dijo suplicando.

Mo, Lu-chan, ambas sabemos que si me quedo, solo vas a distraerte y no avanzar nada. Además, estoy casada ahora, debería estar en casa hace horas...

—¡Necesito un último consejo! ¡Lo que sea!

—Solo no procrastines—Levy dijo seria—Y cuando tengas la idea, trata de avanzar lo más que puedas sin irte por las ramas—concluyó Levy—¡Muy bien! Buena suerte...

Levy se despidió con una sonrisa antes de salir por la puerta.

—¡Levy-chan, espera!...

Fué inútil.

¡Mooohoo!—emitió un chillido—¿Y ahora qué hago?...—pensó un momento—¡YA SÉ! ¡Mis llaves! ¡Seguro Virgo tendrá algo útil qué decir!

Lucy halló una sorpresa en su manojo de llaves. Una nota dejada por Levy...

"... ¡NO TE DISTRAIGAS!... "

Se sintió avergonzada y volvió al escritorio, ahora sí dispuesta a comenzar.

«... Levy-chan tiene razón ¡Debo ponerme a escribir!... »

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¡Gracias por leer hasta aquí y no olvides dejar tu review!

NOTAS DEL CAP

¡Buenos días a todos y gracias por su paciencia!

Me disculpo por la interrupción en la publicación, una serie de inconvenientes me impidieron actualizar a tiempo pero descuiden, ahora retornaremos al ritmo semanal habitual.

Siéntanse libres de opinar sobre el camino que está tomando la historia.

¡Gracias por leer y nos vemos la próxima!