Capítulo 12. Mitad Ángel, mitad Demonio.
Si éste fuera tú último día sobre la Tierra, ¿cómo te gustaría pasarlo?
Era la pregunta que muchos se formulaban y cada vez con mayor frecuencia.
Tsubasa contemplaba el cuerpo inmóvil de Sanae. Él había caído en shock, la había visto caer, la había visto morir... ¿Pero en verdad ella estaba muerta? Quizás solo estaba inconsciente, pero el vacío que Tsubasa sintió en su corazón le decía que la mujer que más lo había amado sobre la Tierra había dejado de habitar este mundo...
Lily llegó hasta Sanae, le revisó el pulso, le tocó la frente, acarició una de sus alas. No hacía falta que ella dijera algo para que Rika comprendiera lo que pasaba...
- Intenta reanimarla.- murmuró Lily, en español.- Haz lo que puedas.
- Sí.- asintió Rika, aunque sabía que todo sería imposible.
Katya seguía mirando hacia el vacío. Lily se acercó a ella con una actitud muy seria.
- ¿Qué hiciste, Katya?.- murmuró Lily.- ¿Por qué ella?
- Yo no hice nada.- Katya movía lentamente sus alas, como si con ellas estuviera abanicando el cuerpo de Sanae.- Solo quise... Solo quise ayudar.
- ¿A quiénes?.- cuestionó Lily.- ¿A nosotras? ¿O a ellas?
Rika miró las dos mujeres, con las cejas muy levantadas. A ella ya le resultaba lo suficientemente macabra la escena de las alas bicolor de Katya.
- Tú lo sabías, ¿cierto?.- musitó Katya.- Sabías que yo maté a Hana..
- Lo sospechaba.- respondió Lily, en voz baja.- Sabía que alguien tenía que haber ayudado a Anya a vencerla, y ésa solo podías haber sido tú.
- No fue mi intención.- musitó Katya.
Rika seguía con la boca abierta. Katya había confesado el haber colaborado en la muerte de Hana y Lily, tan campante, declaraba ya sospecharlo. Genzo y Taro también estaban sorprendidos, no se diga Genzo ya que al fin sabía quiénes habían matado a su hermana. Tsubasa parecía haberse ido muy lejos en el pensamiento...
- Supongo que tú siempre lo sabes todo.- murmuró Katya.
- Yo solo sabía que tú podías ser la mitad Ángel, mitad Demonio.- comentó Lily.- Eras la única que nunca quiso mostrar sus alas y la que no pudo demostrar su coartada la noche de la muerte de Hana. Con eso me bastaba para saber que tú podías ser la mestiza.
- Siempre lo supiste.- repitió Katya.- Y aun así, me trataste igual que los demás Ángeles. ¿Por qué?
- Porque yo quería creer en ti.- replicó Lily.- La mestiza puede ser Ángel o Demonio a voluntad, quería creer que escogerías ser un Ángel.
- ¿Aun cuando sea mi destino el matar a la gente?.- Katya estaba escéptica.- ¿Cómo puedo ser un Ángel si he matado a todos los que están cerca de mí?
Rika se puso a la defensiva. Katya había matado ya a dos Ángeles y bien podría acabar con otros dos. Se levantó, al darse cuenta de que ya no podía hacer más por Sanae, y se colocó entre Katya y los tres Protegidos.
- Rika.- musitó Taro.- ¿Qué está pasando?
- Quédense atrás.- ordenó ella.- Llévense a Sanae con ustedes.
- ¿Qué está pasando?.- exigió saber Genzo.- ¿Katya es peligrosa?
- Quizás sea más peligrosa que todos los Demonios juntos.- fue la respuesta de Rika.- Por eso, háganme caso: ¡Quédense atrás!
Kazuki sentía que debía darse prisa en llegar. Algo lo estaba llamando con mucha intensidad, dos fuerzas poderosas y contrarias que se fundían en una sola y que bien podrían cambiarlo todo... Ken, Kojiro, Haydee y Suien iban con él. Las dos chicas estaban nerviosas, ellas también habían sentido el grito de adiós de Sanae.
- Ustedes no debían de haber venido con nosotras.- gruñó Haydee.- Los estamos exponiendo mucho y les facilitaremos mucho las cosas a Allison y Nella.
- Yo debo ir en busca de mi Ángel.- dijo Kazuki.- Y además no tengo un Demonio, así que no tengo por qué preocuparme.
- Yo creo que tienes el peor Demonio de todos.- musitó Suien, casi sin voz.
- De cualquier manera.- replicó Haydee.- Ken y Kojiro no tienen nada que estar haciendo aquí.
- No vamos a dejar solas a nuestros Ángeles.- dijo Ken.
La mirada que él le lanzó a Haydee fue tan profunda que ella se ruborizó hasta lo más profundo. Cuando los jóvenes llegaron, se toparon con la escena rara que le había helado la sangre a Rika: Sanae inconsciente y con las alas rotas y a Katya exponiendo sus alas negra y blanca.
- Tiene un ala blanca y una negra.- murmuró Suien, atónita.- Lo que pensábamos era cierto...
- Katya es mitad Ángel, mitad Demonio.- musitó Haydee.- Las dos en una. Es una mestiza...
- Ya me lo suponía.- musitó Kazuki.- Katya nunca ha sido un Ángel completo...
Katya sintió la presencia de su Elegido. Ella le lanzó a él una mirada cargada de tristeza.
- Lo lamento, Kazuki.- murmuró.- Creo que la persona de quien yo debo protegerte es de mí misma...
- Nunca me han dado miedo los demonios.- replicó Kazuki.
- Pues deberías de temerles.- intervino una voz de mujer que le puso a Genzo la carne de gallina y puso en guardia a Lily.
Todas las Ángeles se pusieron a la defensiva. Anya, Allison, Nella, Isa y Natalie estaban paradas a pocos metros de ellos, con sus alas negras extendidas y listas para el ataque. Lily, Rika, Haydeee y Suien se dispusieron a defender a los demás. Ellas estaban en desventaja: Sanae no podría luchar con ellas, y además Katya... Katya podía ser un enemigo más...
- Katya, únete a nosotras.- dijo Anya.- No te sirve de nada pretender ser un Ángel, cuando la sangre de Demonio corre por tus venas.
- Tú puedes elegir que quieres ser.- replicó Lily.- Eres mitad de cada cosa, la decisión de lo que serás es tuya.
- ¿Y para qué pretender que el lado bueno es lo tuyo?.- Anya soltó una risa sarcástica.- Si el lado oscuro es mucho más atractivo. Eres el Ángel de la Muerte, Katya, el Ángel que puede ser el más débil o el Demonio que puede ser el más poderoso.
Katya miraba a Anya fijamente y Lily comprendió todo al instante... Ella se transformó en un Ángel, nuevamente, y las demás hicieron lo mismo. Los muchachos sabían qué era lo que estaba por ocurrir...
La primera en atacar fue Natalie. Ella era la única que aun no se enfrentaba con su contraparte, por eso estaba tan ansiosa. Pero Rika no se dejó, ya que regresó el golpe desde el primer momento.
- Tenía tantas ganas de enfrentarte, querida amiga.- sonrió Natalie, con sarcasmo.
- Y yo tenía tantas ganas de patearte el trasero.- replicó Rika, mostrando su traje de pelea, el cual era de color verde aguamarina.
Taro no alcanza a ver bien a su Demonio, lo único que él distinguía era su cabello castaño rojizo y rizado. Rika desviaba los golpes de Natalie con tanta destreza que Taro estaba sorprendido. Sin embargo, durante un golpe particularmente fuerte por parte de Natalie, Rika se detuvo un momento a arreglar sus alas. Natalie aprovechó para acercarse a Taro.
- ¿Me recuerdas, corazón?.- sonrió Natalie, guiñándole un ojo al muchacho.
- ¡Eres tú!.- Taro estaba sorprendido.- ¡Natalie!
- Me recuerdas.- Natalie sonrió con su dulzura.- He estado esperando muchos años para llevarte conmigo, Taro, mi amor.
Taro se sentía asqueado. Natalie Delacourt era la reportera que lo había estado acosando por muchos años, llamándole por teléfono a altas horas de la noche y enviándole cartas obscenas... Natalie se había obsesionado tanto con Taro que éste se vio obligado a demandarla. Natalie parecía no recordar nada de eso. Con una gran sonrisa, se le dejó ir a Misaki.
- Ni se te ocurra.- dijo Rika, lanzándole un golpe a Natalie que le dio de lleno en el pecho.- Taro es mío.
Cada Ángel peleó con su Demonio, con excepción de Anya y Lily, quienes se quedaron paradas, una a cada lado de Katya. Genzo notó nuevamente que tanto la pelirroja como la trigueña tenían la misma marca de quemadura en el abdomen.
- Katya, no lo hagas.- pidió Lily.- Eres mejor que ellas.
- Precisamente porque eres mejor que nosotras debes unírtenos.- replicó Anya.- Vamos, Katya, no te resistas más.
Genzo sabía que si Katya se unía a Anya las consecuencias serían desastrosas.
Tsubasa sostenía entre sus brazos el cuerpo de su esposa. Las alas blancas de ella comenzaron a perder sus plumas.
- Por favor, despierta, Sanae.- musitó Tsubasa, conteniendo las lágrimas.- Por favor, mi amor, regresa conmigo...
- Ella ya no puede hacerte feliz.- dijo Isa, mirando a Tsubasa con una extraña mezcla de desafío y... ¿Deseo?
La brasileña había conseguido deshacerse de su rival, con un poco de ayuda eso sí, pero a fin y al cabo lo había conseguido. Sanae, como buen Ángel del Amor que era, lo había dado todo por proteger al hombre al que amaba, y eso le había costado la vida... Isa sería la primera en terminar con la vida de su Elegido, y eso la hacía sentirse eufórica. Sin embargo, conforme fue acercándose a Tsubasa, sin dejar de mirar sus ojos negros, Isa comenzó a sentir algo extraño en su interior...
Lily seguía insistiendo, quería creer que podría convencer a Katya, pero no fue así... Katya extendió sus alas y en sus ojos brilló la maldad.
- Espero que tengan espacio para un Demonio más.- le dijo Katya a Anya.- No voy a seguir negándome a mi Destino.
Lily suspiró. Todo estaba por acabar… Su primera prioridad era proteger a Genzo, así que se colocó delante de él.
- Pase lo que pase, suceda lo que suceda, no vayas a interponerte en nuestra pelea.- le dijo Lily a Genzo.
- No permitiré que nada te pase.- replicó Genzo, abrazando a la chica, notando que ella estaba aun muy débil.- No voy a permitir que nadie te lastime.
Anya sintió un dolor intenso justo en el preciso momento en que Genzo y Lily se abrazaban. Lily, por su parte, se sintió mejor, aunque las quemaduras en su cuerpo seguían presentes. Anya volvió a atacar, el golpe le dio a Lily en una pierna, y Genzo volvió a ver cómo en el cuerpo de Anya se marcaba una quemadura en el mismo sitio en donde había aparecido la de Lily. En ese momento, Natalie pasó volando frente a ellos y se fue a estrellar contra un árbol. La chica se hizo una herida profunda en el brazo. Rika se acercó hacia ella, volando, dispuesta a seguir atacando. Y Genzo vio algo que volvió a sorprenderlo: aunque Natalie estaba herida, Rika seguía intacta. ¡No había pasado lo que pasó con Anya y Lily, que la herida de una repercutía en el cuerpo de la otra!
- Es suficiente.- dijo Katya.- No conseguiremos nada con seguir peleando ahora.
Anya comprendió el mensaje. Ella levantó una mano y al instante los demás Demonios dejaron de pelear. Allison dejó de atacar a Haydee con su golpe de la crueldad, cosa que resultó beneficioso para la segunda, ya que si la primera hubiese seguido con su ataque quizás la griego-japonesa no habría resultado tan bien librada... Nella, por su parte, se negó a obedecer. Ella y Suien estaban enfrascadas en una pelea a mano limpia. Nella le jaló a Suien su largo cabello negro y liso, en un infantil ataque.
- Fue suficiente.- dijo Anya.- Nella, ya basta.
- ¿Por qué tengo que detenerme ahora?.- protestó Nella.- Estoy a punto de ganar.
- Sí, como no.- bufó Suien, dándole un golpe en la espalda a la desprevenida Nella.
- ¡Maldita!.- gritó Nella, dispuesta a regresar el golpe, pero entonces Anya lanzó un ataque de Caos hacia Nella.
- Dije que fue suficiente.- la voz de Anya era tan fría como el hielo, al tiempo que Nella era presa del Caos.
- No tenías que llegar a ese extremo.- protestó Allison.- Todas tenemos el deseo de acabar con los Ángeles. ¿Tú no?
- Ya murieron suficientes Ángeles el día de hoy.- replicó Katya.- Si las matamos a todas ahora, no habrá diversión para después.
Y después sucedió algo extraño: el ala blanca de Katya comenzó a teñirse de negro, como si un tintero hubiese caído sobre ella. Para los Ángeles, eso fue una sentencia de muerte. Allison agarró el cuerpo inconsciente de Nella y emprendió el vuelo. Natalie se elevó con dificultad y las últimas en irse fueron Anya y Katya.
- Nos veremos, querida.- le dijo Anya a Lily.- Prepárate para lo peor.
Kazuki miró a Katya antes de que ella se marchara. Katya le sonrió con tristeza.
- Lo siento, Sorimachi-san.- murmuró Katya.- Pero creo que ahora tendrás que cuidarte tú solo.
Sorimachi no dijo nada, solo experimentó en su interior una gran pérdida... Lily contempló con tristeza la partida de Katya. El Ángel se había convertido en Demonio...
- Necesito algo de ayuda acá.- musitó Tsubasa.
Todos voltearon a verlo. Él seguía sosteniendo el cuerpo inerte de Sanae, pero no era eso lo que le preocupaba al muchacho en esos momentos...
Isa estaba hincada en el suelo, agarrándose el pecho y gimiendo de dolor. Las alas negras de ella también comenzaban a perder sus plumas.
- ¿Qué está ocurriendo?.- preguntó Ken, sorprendido por la actitud de Isa. Ella había sido el único Demonio que no se había ido.
- El equilibrio se ha roto.- respondió Lily, asustada.- El Ángel del Amor ha partido y por eso el Demonio del Odio está sufriendo.
Todos comprendieron lo que significaban esas palabras. El equilibrio de energía se había roto y eso nunca auguraba nada bueno...
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Respecto al origen de los Ángeles, Suien es japonesa, Haydee es mitad griega y mitad japonesa, Rika es francesa, Sanae es japonesa y Lily es mexicana.
Respecto al origen de los Demonios, Nella es española, Natalie es francesa, Isa es brasileña, Allison es estadounidense y Anya es mitad mexicana y mitad rusa.
Y Katya es bielorrusa.
