Capítulo 25. Dos personas, un mismo sentimiento.

Lily y Katya ya sabían que eso iba a pasar. Las otras cuatro Ángeles habían perdido la vida tratando de proteger a sus Elegidos.

- Ahora solo quedamos tú y yo.- dijo Katya.

Lily no respondió inmediatamente. Su mente y su mirada estaban fijas en el muchacho de cabello negro y ojos grises que estaba frente a ella.

- No vayas a dejar que eso te derrote.- pidió Katya.- O todo estará perdido. La Esperanza debe morir al último.

- Pero al final siempre muere, ¿no?.- replicó Lily.

Katya no respondió. Ya no dependía de ellas el descubrir si al final la Esperanza terminaría por dejar este mundo terrenal y convertirse nuevamente en espíritu.

- Te dejo a Anya, pero recuerda que tendrás que dejármela para el final.- dijo Lily a Katya.

- Trataré de no mandarla al infierno.- respondió Katya.

- No puedes mandar al infierno al diablo mismo.- murmuró Lily.

Anya y Ellis miraban la escena. Ya cuatro Demonios y cuatro Ángeles habían pasado a mejor vida, ahora solo quedaban los más fuertes.

- Va a ser pan comido.- dijo Anya.- Contigo de nuestro lado no podemos perder.

- Claro.- asintió Ellis.

Genzo no dejaba de mirar a Ellis, y no pudo evitar el compararse con él. Sí, era guapo, había que admitirlo, y tal parecía que era muy fuerte, pero quizás la pregunta más importante de todas era qué podía causar él en el corazón de Lily.

- Ahora sabré si aun tengo mi Esperanza.- murmuró él.

- Eso quizás no, pero aun tienes tu Caos, querido.- replicó Anya, abrazando a Genzo por detrás.

- Cuánto de no verte, Anya.- suspiró Genzo.- Pareciera que han pasado siglos.

- Para mí sí lo fueron.- Anya pasó sus manos por el pecho de Genzo.- Sin tu calor y sin tus besos... Anya mordisqueó el cuello de Genzo, y él sintió un enorme estremecimiento.

- No te resistas a mí.- murmuró Anya.- Yo sé que tú aun me quieres.

- Eso no es cierto.- protestó Genzo, aunque sabía que estaba mintiendo.

Porque aun sentía algo por Anya. Le parecía increíble, pero era cierto. Aun cuando Genzo sabía que Anya era su Demonio, que era cruel y despiadada, que había intentado matarlo, él la seguía amando.

- Sé lo que estás pensando.- dijo Anya, susurrando al oído de Genzo.- ¿Cómo es posible que me puedas seguir amando? Bueno, pues la respuesta es bien simple.

- ¿Cuál es?.- quiso saber Genzo.- ¿Por qué me sigues estremeciendo hasta lo más profundo?

Anya lo soltó y emitió un bufido. Ella caminó hasta quedar frente a frente con Genzo.

- No puede ser que no te hayas dado cuenta aun.- gruñó Anya.- Si hasta la Señorita Perfección te lo ha dicho. Tú me sigues amando porque amas a Lily.

- Y ella y tú... .- Genzo comenzaba a entender.

- Somos la misma persona.- completó Anya.- Por eso nos amas a ambas, por eso nos deseas a ambas y por eso te estremeces con ambas, porque las dos somos una, compartimos la misma alma y el mismo corazón, solo que yo tengo la parte más oscura y Lily la más clara. Y por eso las dos te amamos y vivimos solo para ti, aunque teóricamente yo te odio tanto como ella te ama

- Y ahora sí que eso ya no lo entiendo.- dijo Genzo, confuso.- ¿Me amas o me odias?

Anya comenzó a pasearse de un lado a otro, agitando sus alas. Genzo trataba de no clavar su mirada en las caderas de la chica.

- Es confuso sí, pero recuerda que soy todo lo contrario a Lily, así que todo lo que ella ama yo debería de odiarlo. Y aquí es donde viene la paradoja, ya que a pesar de ser el Caos mismo, te amo con toda mi alma porque Lily también lo hace.

- Eso es suficiente como para causarle dolor de cabeza a alguien que no esté preparado para comprenderlo.

- Pues no pienses demasiado en eso.- Anya abrazó a Genzo.- Mejor concéntrate en mí...

Genzo se quiso resistir, pero no pudo evitar perderse en los ojos color chocolate derretido de Anya, no importando que fueran más fríos que el hielo... Anya lo besó, y Genzo le correspondió, sin poner más resistencia. Hubo de pronto una corriente de energía sumamente poderosa que hizo que Genzo soltara a Anya. Él volteó hacia el sitio en donde provenía la energía y se dio cuenta de que Lily los observaba y que había sido ella quien había lanzado el ataque.

- Ya se puso celosa la señorita Perfección.- se mofó Anya.

- Ni se te ocurra acercártele.- amenazó Lily.

- Bah, no tienes derecho a prohibírmelo, ya que todo lo que te pertenece también es mío.- replicó Anya.

- Genzo no.- protestó Lily.

- Perdón que me meta, pero creo que ella tiene razón.- comentó Katya.- Te estás poniendo celosa de ti misma.

- ¿De qué lado estás?.- gruñó Lily.

- Ya qué más da.- Katya se encogió de hombros.

- Peleemos.- gritó Lily.- Anda, Anya, acabemos con esto de una vez.

- Creo que aun tienes un asunto pendiente antes que ella, Amankaya.- Ellis llegó en esos momentos, muy guapo, fuerte, varonil.- ¿O ya me olvidaste?

- Ve y diviértete con tu ex novio.- dijo Anya.- Que él a mí no me produce ninguna tentación ni me estremece en lo más mínimo.

- ¿Él no te causa ningún sentimiento?.- Genzo se sorprendió un poco.

- No, porque yo nací después de que él murió.- contesto Anya.- De hecho, gracias a la muerte de Elliot yo pude venir a este mundo a traer el Caos. Así que, como ves, mejor te quedas conmigo ya que la dulce Lily querrá irse con su amorcito.

- No dejes que ella te engatuse, no voy a abandonarte.- le dijo Lily a Genzo.- Cree en mí.

- Ya, si serás habladora.- replicó Anya.

Lily estuvo a punto de lanzarle a la pelirroja un potente ataque que bien hubiese podido acabar con ella, pero Katya la detuvo.

- Piensa con la cabeza, no con el corazón.- la aconsejó Katya.- No vas a ser de mucha utilidad ni para Genzo ni para nadie si te dejas llevar por tus impulsos.

- Supongo que tienes razón.- gruñó Lily.- Me encargaré de Ellis.

Lily alzó el vuelo, sin dejar de mirar a Genzo. Él tuvo contacto visual con su Ángel y supo que ella le pedía que, pasara lo que pasara, nunca dejara de confiar en ella.

- ¿Vamos entonces?.- le dijo Lily a Ellis.

- Te he estado esperando por años, preciosa.- respondió Ellis, alzando el vuelo tras ella.

Anya miró a Genzo con una sonrisa.

- Te lo dije.- dijo.- Ahora solo quedamos tú y yo.

- ¿Te olvidas de mí?.- preguntó Katya, agitando sus alas, de manera que hubo una lluvia de plumas negras y blancas.

- ¿Vas a intentar detenerme otra vez?.- se burló Anya.- ¿Se te olvida que la última vez tuviste que ser rescatada por Lily?

- No volverá a ocurrir.- replicó Katya.

- Bueno, como quieras.- Anya suspiró.- Supongo que en algo me tengo que entretener mientras Ellis acaba con Lily.

Anya emprendió el vuelo. Katya iba a hacerlo cuando Genzo la detuvo.

- No entiendo el por qué haces esto.- dijo él.

- No lo hago por ti.- replicó Katya.- Sino por Lily, le debo una. Además, ella me dijo que fuiste tú el que dio el voto que pondría las cosas a mi favor.

- Hice lo que creí correcto.- Genzo se encogió de hombros.

- Pues entonces yo estoy haciendo lo que creo lo correcto.- dijo Katya.

- ¿Y tu Protegido?

- Él nunca ha estado en peligro en realidad.- contestó Katya.- Obviamente que yo no puedo matarlo, y nadie más puede.

- ¿Entonces debo sentirme seguro?.- preguntó Kazuki, en esos momentos.

Katya lo miró con... ¿Ternura? Genzo creía que era ése sentimiento el que se reflejaba en los ojos de Katya. Ella tuvo una visión, la última que habría de tener. Era sobre su futuro, y sobre el de las demás Ángeles. Era un futuro brillante, promisorio, pero Katya sabía que de ella dependería que ese futuro se cumpliera.

- Siéntete mejor cuando todo pase.- dijo ella a Kazuki.- Y nunca dejes de creer que tienes el poder de cambiar el Destino.

- Eso sonó como a mensaje de tarjeta de felicitación.- comentó Kazuki, con una leve sonrisa.

- O como a frase de superación personal.- comentó Genzo.- Algo poco común en ti.

- Sí, eso lo sé.- suspiró Katya.

- ¿Vas a venir o no?.- gritó Anya, quien se cansó de esperar.

- Ya voy.- Katya emprendió el vuelo.- Sorimachi-san, no olvides nunca que te quiero.

Genzo y Kazuki miraron a la chica elevarse y enfrentarse a su Destino. Anya sacó nuevamente su lanza en forma de media luna, al tiempo que Katya sacó su guadaña. Esta vez, fue Anya la que se lanzó el ataque, y Katya la detuvo con su guadaña.

- Que no se te olvide que con un golpe de esta guadaña y te envío al más allá.- comentó Katya.

- Eso a mí no se me olvida, pero puedes recordárselo a Lily.- replicó Anya.

Una nube negra cubrió a las jóvenes. Anya trataba de reservar todo su poder del Caos para Lily, por lo que se limitaba a darle a Katya golpes con su lanza.

- ¿Eso es todo lo que sabes hacer?.- se burló Katya.

- Sabes que puedo hacer mucho más.- replicó Anya.- Es solo que ya me cansé de acabar contigo tan rápido.

Katya no podía usar contra ella su golpe mortal, pero sí podía lanzarle ataques secundarios de dolor intenso. Sin embargo, Anya los repelía todos con su lanza. Los ataques caían muy cerca de en donde se encontraban Kazuki y Genzo.

- ¡Quítense de ahí!.- gritó Katya.- ¡O no respondo!

- Qué dulce.- gruñó Genzo.

Anya seguía lanzando golpes contra Katya, la cual los rechazaba con su guadaña. Anya dudaba en enviar a la muchacha al Caos.

- Aun creo que tú y yo podemos dominar al mundo.- dijo Anya.

- No me vas a hacer caer con ésa otra vez.- contestó Katya.

- Vamos, que sabes que mi oferta es tentadora.- insistió Anya.

- Te tengo una oferta mejor: acabo contigo y yo domino el mundo.

- Ya te lo dije una vez: no puedes destruirme. Yo soy eterna.

Y mientras Katya y Anya continuaban peleando, Lily y Ellis se medían con la mirada.

- Has cambiado.- comentó Ellis.- Has crecido. Y te has puesto hermosa, como ninguna.

- Lo dices como si me hubieses conocido desde antes.- comentó Lily, tranquila.- Y eso no fue así.

- ¿Ya olvidaste todo lo que pasamos juntos?.- Ellis puso cara de dolido.- Tuvimos una gran vida juntos, Amankaya.

- Yo tuve una gran vida con Elliot, el cual no eres tú.- replicó Lily.- Tú no eres más que su clon, quizás tienes su recuerdos, pero no tienes su corazón.

Ellis la miró con tristeza y movió la cabeza de un lado a otro.

- Ay, mi querida Amankaya, quisiera que no me complicaras tanto las cosas.- murmuró él.

- Yo también lo desearía.- susurró Lily.- Ni en mis peores pesadillas pensé que algo así podría ocurrir...

Ellis se lanzó contra ella, pero antes de que Lily pudiera reaccionar, él la abrazó con fuerza. Lily comenzó a sentir un dolor intenso, muy intenso, y su mente se sumergió en las tinieblas...