Capítulo 26. Life in mono.
Lily abrió los ojos y se encontró en un cuarto de paredes blancas cuyas ventanas estaban cubiertas por cortinas azules. Ella, sorprendida, se incorporó y miró a su alrededor. En el cuarto había un escritorio, un tocador de madera con su luna con espejo, un ropero y un librero. Había varios cuadros colgados en las paredes y varios muñecos de peluche acomodados en una repisa.
- ¿Qué está pasando aquí?.- murmuró Lily.- ¿En dónde estoy?
El lugar le parecía muy conocido, como si varios años atrás ella hubiese vivido ahí... Pero era imposible...
De pronto, se escuchó una voz que a Lily le paralizó el corazón...
- ¿Amankaya, ya te despertaste?.- gritó una mujer.- Se te va a hacer tarde.
Lily saltó de la cama, y se encontró vestida con una pijama azul claro, cosa a la que no le prestó atención y bajó corriendo las escaleras. La casa le era sumamente familiar, pero lo que más le inquietaba era esa voz... Lily llegó a la sala en donde jugó cuando era niña, atravesó el comedor en donde celebró tantos cumpleaños y llegó a la cocina, en donde una mujer de edad mediana y que tenía el mismo tipo de color de ojos del chocolate derretido que tenía Lily...
- ¿Mamá?.- Lily estaba incrédula.- ¿Eres tú?
- ¿A quién te esperabas, a Vicente Fox?.- rió Evelyn, la madre de Lily.
- ¡Mamá!.- gritó Lily, al tiempo que abrazaba a su madre y se soltaba a llorar con fuerza.- ¡Te he extrañado tanto!
- Pero si me viste anoche.- Evelyn rió un poco.
- Para mí fueron mil años.- sollozó Lily.
- Bueno, ya, deja de llorar, que se te va a hacer tarde.
- ¿Tarde para qué?.- cuestionó Lily.
- Para la escuela, ¿o que no piensas ir a tu último día de clases en la Preparatoria?.- respondió Evelyn.
¿Preparatoria? ¿Último día de clases? ¿Y qué era ese lugar, el cual se parecía muchísimo a la casa en donde Lily vivió de niña?
- ¿Acaso todo fue un sueño?.- murmuró Lily, sin podérsela creer.
- Ya cámbiate y deja de hacerte pato.- la regañó su madre.- Anda, que te prepararé un licuado de plátano.
Licuado de plátano. Evelyn sabía que ése era el licuado predilecto de Lily... Mejor dicho, de Amankaya... La chica subió a su cuarto y miró con atención las fotografías que lo decoraban. Una de ellas hizo que el corazón de ella diera un vuelco... En dicha foto podía verse a un grupo de chicas de secundaria capitaneadas por la propia Lily, la cual sostenía un trofeo. Una leyenda al pie de la foto rezaba: "CAMPEONAS NACIONALES, TORNEO NACIONAL FEMENIL 199X". Lily tomó esa foto, y al hacerlo vio otra fotografía que casi la hizo desmayarse o creer que se estaba volviendo loca... En ella aparecían una Amankaya adulta con un Elliot adulto... Lily dejó la foto del campeonato y tomó la otra. No podía ser posible...
- ¿Qué cosa?.- gritó Lily, dejando caer la foto al piso alfombrado.
De pronto, un tumulto de recuerdos llegaron a su mente como saetas ardientes: Lily renunciando a las Alas Guerreras y saliendo con vida del Castillo de Chapultepec en compañía de Elliot, Lily ganando el Torneo Nacional de Volleyball Femenil, Lily graduándose de la secundaria, Lily ingresando a la Preparatoria... Y de pronto, ella olvidó que en algún momento alguien la llamó Lily. Lo único que ella sabía era que se llamaba Amankaya y que tenía un brillante futuro por delante...
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Genzo lo sintió. Fue como si Lily hubiese abandonado la Tierra.
- No puede ser.- murmuró Genzo.- No pudiste haberte dado por vencida...
- ¿Qué ocurre?.- preguntó Kazuki.
- No lo sé.- Genzo echó a correr hacia la zona en donde supuestamente peleaban Lily y Ellis.
Al llegar, Genzo vio que Ellis estaba de espaldas a él, sosteniendo algo entre sus brazos.
- ¿Qué le hiciste?.- gritó Genzo.
- Nada.- Ellis lentamente se dio la vuelta y Genzo vio que sostenía a Lily.- Simplemente la envié a un lugar mejor...
- Déjala en paz.- amenazó Genzo.- O la vas a pagar muy caro.
- ¿Qué me puedes hacer tú?.- rió Ellis.- Aunque seas uno de los Elegidos eres un completo inútil. No puedes ni defenderte por ti solo.
- Cállate.- rugió Genzo.- Ya te lo dije: deja a Lily en paz.
- Y yo ya te dije que ella ya está en un lugar mejor.- Ellis miró a Lily con ternura.- Le he hecho un favor, está viviendo su más grande sueño ahora. ¿No sería egoísta el hacerla volver al mundo real en donde le espera un horrible Destino?
Genzo no supo que responder. Lily se veía muy tranquila, quizás Ellis tenía razón y ella estaba en un lugar mejor...
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Amankaya se dirigía a la Preparatoria en donde supuestamente ella había estudiado los últimos tres años. Ese día sería su último día de clases ahí, y más tarde el periódico publicaría la lista de admitidos a la mejor Facultad de Medicina del país, y Amankaya vería los resultados con sus amigos, esperando el haber sido admitida.
- Hola, Azu.- la saludó Esmeralda, su mejor amiga de la Preparatoria.- ¿Ya estás lista para el gran final?
- Estoy lista para vomitar.- respondió Amankaya.- Los nervios me van a destrozar el estómago.
- Seguro que pasas.- comentó Ana, otra amiga.- Eres la más ñoña de la prepa, segurito que te van a admitir en León.
- Eso espero.- Amankaya suspiró.
La última clase estuvo salpicada de chistes, bromas, alegría por haber terminado y tristeza por tener que partir. A la salida de la clase, un chico fue corriendo a comprar el periódico.
- Me muero por ver los resultados.- comentó Amankaya, jalándose el cabello.
- ¿No vas a esperar a Elliot?.- preguntó Esmeralda, sorprendida.
- Pero Elliot está muerto.- respondió Amankaya, sin pensarlo.
Ana y Esmeralda soltaron exclamaciones de sorpresa.
- Oye, está bien que te hayas peleado con él ayer, ¿pero no crees que es demasiado el desearle la muerte?.- cuestionó Esmeralda.
- Sí, ¿no crees que exageras?.- apoyó Ana.
Amankaya se sorprendió. ¿Por qué había dicho que Elliot estaba muerto? Sí, era cierto que se habían peleado la noche anterior pero...
- Ya, me merezco que quiera matarme.- comentó una voz que paralizó por segunda ocasión el corazón de Lily.
The stranger sang a theme
From someone else´s dream
The leaves began to fall
And no one spoke at all…
Amankaya volteó y vio a Elliot parado detrás de ella, con un ramo de rosas color melón en la mano. Ella, sin poder contenerse, saltó hacia él y lo abrazó.
- Vaya que estas rosas funcionan de maravilla.- rió Elliot.
- No sabes cuanto me alegra verte.- sollozó Amankaya.- No tienes una idea de cuánto te he extrañado...
- Oye, lo lamento.- dijo Elliot, acariciando el cabello de Amankaya.- Sé cuánto deseas el irte a estudiar Medicina a León, así que no seguiré pidiéndote que no te vayas. Quiero que cumplas tu sueño y que seas feliz, yo estaré contigo, a tu lado, pase lo que pase, vayas a donde vayas.
Amankaya sonrió, y Elliot la besó. Ella se sintió muy extraña con ese beso, pues sus últimos recuerdos sobre el mundo real fueron borrados de un plumazo... Amankaya aceptó el mundo en el que estaba como el real, y aceptó al cien por ciento que todo lo vivido con Genzo y con el resto de las Ángeles no había sido nada más que el sueño de una noche...
But I can´t seem to recall
When you came along
Ingénue…
- Aquí está el periódico.- dijo Frank.- ¿Están listos para ver los resultados?
Amankaya contuvo el aliento. El sueño de su vida dependía de ese periódico, y no de un grupo de Poderes de la Luz y de la Oscuridad...
-o-o-o-o-o-o-o-o-
La culpabilidad estaba haciendo que Genzo se diera por vencido. Él no podía olvidar que por causa suya Lily había perdido todo. Ellis había hecho que ella se sumiese en su más anhelado sueño. ¿Cuál sería ése? ¿Acaso Lily soñaba con un gran futuro al lado de... Elliot?
- Sé lo que estás pensando.- dijo Ellis.- Muy seguramente quisieras saber lo que Lily sueña, ¿no? Y muy seguramente sabes que tú no figuras en ese sueño.
- Lo sé.- reconoció Genzo.- Y lo admito. Me duele reconocerlo pero no me merezco estar ahí, cuando fui yo quien le quitó todo lo que ella más quería.
- Al menos lo reconoces.- dijo Ellis.- Pero no te preocupes, que yo la cuidaré bien.
Estas palabras despertaron un sentimiento poderoso en Genzo. La voz de Sanae, la voz del Amor, le habló al oído.
- Si la amas, busca lo que es mejor para ella...
Lo que es lo mejor para ella. Genzo sabía que Lily vivía su más grande sueño, pero también sabía que ella estaba viviendo una mentira...
Ingenue...
I just don´t know what to do…
- Si supiera que le das la realidad más dulce, no diría nada.- dijo Genzo a Ellis.- Pero le estás dando la más farsa más grande, sin importar cuánto la desee ella, no es la realidad. Y por más dulce que sea la mentira, a la larga terminará por convertirse en amarga. Déjala ir.
- No lo haré.- negó Ellis.- Ella se va a quedar conmigo.
- No si yo puedo impedirlo.- replicó Genzo.
Él saltó hasta un promontorio alto, de manera que se acercó lo suficiente a Ellis y a Lily, quienes se mantenían suspendidos en el aire por la fuerza de las alas de él.
- ¿Qué pretendes hacer?.- gritó Ellis.
- Hacerla volver.- respondió Genzo.- ¡Lily, tienes que despertar!
Las alas blancas de ella se agitaron levemente. Genzo lo tomó como una señal del Destino.
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Amankaya miró el periódico. No lo podía creer...
- ¡Pasé, pasé!.- gritó ella, emocionada.- ¡Pasé! ¡Voy a estudiar medicina en León!
- ¡Felicidades!.- gritaron Esmeralda, Ana y Frank al unísono. Elliot besó a Amankaya.
Ella se estremeció. No por el beso, sino porque sintió como si alguien la hubiese estado llamando...
- ¿Qué te pasa?.- preguntó Elliot.
- Nada.- sonrió Amankaya.- Es la emoción.
- Vamos a festejar.- propuso Esmeralda.- Hoy por la noche, fiesta en mi casa.
- ¡Fabuloso!.- exclamó Ana.
- Cuenten conmigo.- dijo Frank.
- Con nosotros también.- añadió Elliot.- ¿Verdad, Azu?
- Claro.- sonrió ella.
Esmeralda, Ana y Frank se despidieron. Elliot abrazó nuevamente a su chica.
- Muy bien, preciosa.- dijo él.- Ahora yo te tengo una noticia más: también me iré a León.
- ¿Qué dices?.- se sorprendió Amankaya.
- Conseguí una beca para estudiar en el Tecnológico de allá.- sonrió Elliot.- No puedo estar lejos de ti. Me iré contigo a León. Tú eres mi Destino y no quiero dejarlo.
Amankaya sintió otro estremecimiento. Esa sensación de que alguien la llamaba...
- No parece alegrarte mucho la idea.- comentó Elliot.
- No digas tonterías.- protestó Amankaya.- Claro que me da gusto.
Las jacarandas estaban en flor y un viento suave comenzó a soplar, haciendo que las flores moradas cayeran sobre ellos.
- Fue bajo una jacaranda donde te declaré mi amor.- comentó Elliot.- ¿Lo recuerdas?
- Cómo olvidarlo.- respondió Amankaya, con una sonrisa.
The tree lined avenue
Begins to fade from view
Drowning past regrets
In tea an cigarettes…
Amankaya sabía que algo andaba mal. El viento que tumbaba las flores de jacaranda era una especie de augurio. El cielo se nubló de pronto y se cubrió de rayos. Amankaya tuvo la repentina sensación de que las cosas a su alrededor parpadeaban y desparecían por momentos, como si se tratasen de hologramas.
- ¿Qué es lo que pasa?.- cuestionó Amankaya.- ¿Por qué presiento que todo esto es una mentira?
Lily, por favor, tienes que volver...
- No sé de qué hablas.- dijo Elliot.- Todo esto es realidad. Es tu realidad.
Con estas palabras, el mundo de Amankaya pareció congelarse, como si alguien le hubiese puesto pausa a la imagen. Las flores de jacaranda quedaron suspendidas en el aire.
- Ésta puede ser tu realidad, Azu.- dijo Elliot, tranquilamente.- Es lo que siempre has querido, ¿no?
- Quizás.- admitió Amankaya.- Pero...
- Pero puedes ser tremendamente feliz.- la cortó Elliot.- No tienes por qué volver.
¿Volver a donde? A Amankaya comenzaron a llegarle imágenes de un grupo de enmascarados que los emboscaban en el Castillo de Chapultepec y mataban a Elliot, imágenes de Amankaya entrenando arduamente para proteger a un joven japonés y así poder cambiar el futuro...
Lily, por favor, vuelve. No quiero dejarte en un mundo irreal. Sé que la realidad no es tan hermosa ni tan perfecta como lo que sueñas, pero te juro que si vuelves conmigo haré hasta lo imposible por cambiar nuestro futuro y hacerlo perfecto...
- Genzo.- murmuró Lily.
- ¿Quién es Genzo?.- preguntó Elliot.- No conoces a nadie con ese nombre en este mundo, Amankaya.
- Yo ya no soy Amankaya.- negó Lily, moviendo la cabeza con tristeza.- Hace mucho que dejé de serlo... Ahora, mi nombre es Lily... Y tengo un Destino por cumplir, al lado de Genzo Wakabayashi…
But I can´t seem to forget
When you came along
Ingénue…
En ese momento, el mundo de Amankaya desapareció y dio paso a la oscura realidad de Lily. Solo quedaron ella y Elliot, un Elliot que Lily sabía que era falso, como Ellis.
- No tienes por qué hacerlo, Lily.- murmuró Elliot, muy triste.- Puedes ser feliz conmigo.
- La verdad es que eso me encantaría.- musitó ella.- Pero no es la realidad. Y no puedo perderme por una mentira, más cuando me espera un amor sincero en la realidad.
Todo comenzó a perderse en un enorme remolino, el cual terminó por tragarse a Elliot quien no dejó de mirarla con tristeza hasta el último instante...
En ese momento, Genzo alcanzó a estirarse lo suficiente y tocó la mano de Lily. Ella abrió los ojos.
- Genzo.- murmuró Lily.
- ¿Cómo es posible?.- Ellis se sorprendió.- No puede ser que hayas conseguido salir de ese sueño.
Lily se separó de Ellis y se fue con Genzo.
- Él me sacó de mi falsa realidad, y me hizo ver que aun queda una esperanza de un futuro hermoso en esta realidad.- dijo Lily, encarando a Ellis, y sin soltar a Genzo de la mano.
- Ah, qué demonios.- suspiró Ellis.- No creí que el amor que se tienen ustedes fuese tan grande...
- Pues ahora ya lo sabes.- replicó Genzo.
- Y ahora, debo encargarme de terminar contigo.- añadió Lily.- Por jugar con algo tan importante como mis sueños.
Lily soltó a Genzo de la mano y se elevó. Él vio cómo los ojos de ella se llenaban de lágrimas.
Ingenue...
I just don´t know what to do…
-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-
Life in mono, interpretada por Mono.
Las jacarandas son árboles que crecen en México y que dan unas lindísimas flores de color morado, que cuando caen al suelo crean un hermoso paisaje de tonos lilas.
Vicente Fox es el actual presidente de México, de aquí al 2 de Diciembre del 2006, a menos que otra cosa suceda.
Dos o tres capítulos, quizás...