Capítulo 28. Un mismo Corazón, una misma Esperanza.
Todo era confusión. El cielo estaba cubierto de nubes negras que relampagueaban, pero a pesar de eso la figura del Ave Fénix Negro se dibujaba perfectamente contra el sielo ennegrecido. Las alas de Anya creían cada vez más y se notaba que se llenaba de energía.
- Ahora que sí que nos va a cargar la fregada.- exclamó Taro.
- ¿Qué está pasando?.- quiso saber Ken.
- La Guerra ha llegado.- respondió Katya.- El final de todo.
- ¿La guerra?.- cuestionó Kojiro.
- La Guerra.- repitió Katya.- Una vez que todos los Poderes de la Oscuridad se unan convocarán a la Guerra para que lo destruya todo. Es la parte final de la Leyenda. Eso significa que los Poderes de la Luz fracasaron en su intento por encontrar un motivo para evitar que el mundo fuese destruido.
- La leyenda dice que los Poderes de la Oscuridad quiere destruir al mundo porque la humanidad se ha vuelto insensible y que ya no merecen seguir viviendo en él, ¿cierto?.- Taro recordó lo que Rika le había dicho.- Y que los Poderes de la Luz debían encontrar un motivo que impidiera la destrucción del planeta, o sea, nosotros. Nosotros somos ese motivo, ¿no? Y no estamos muertos. No todo está perdido.
- Sí, pero el final de la Leyenda dice que si algo terrible ocurre los Poderes de la Oscuridad pueden convocar a la Guerra y entonces será el final de todo. Ni los Poderes de la Luz ni los mismos Elegidos pueden hacer algo para salvar al mundo.- replicó Katya.- Y Anya es la Guerra misma. Punto final. El final de todo. Fallamos.
Todos suspiraron, desalentados. Definitivamente, nadie podría detener a la pelirroja que estaba suspendida en el aire, reuniendo energía que provenía de quien sabe donde.
- No hemos fallado aun.- negó Lily, enérgicamente.
Katya volteó a verla, sorprendida. Lily y Genzo se reunieron con ellos, ella con las alas rotas y él con las manos destrozadas.
- ¿Aun queda una esperanza?.- se burló Katya.
- Siempre queda una Esperanza.- replicó Lily.- Puedo detener a Anya.
- ¿Y cómo vas a hacerlo?.- cuestionó Tsubasa, mirando con miedo a la mujer que amenazaba por destruirlo todo.- Porque me gustaría saberlo.
- Anya es mi otro yo.- contestó Lily.- Es mi alterego. Por mi culpa ella nació, yo debo saber cómo detenerla y debo intentarlo, cueste lo que cueste.
La frase "cueste lo que cueste" no le agradó a Genzo.
- No me digas que arriesgarías tu vida por detenerla.- musitó Genzo.
- ¿Qué otra cosa puedo hacer?.- cuestionó Lily.- Es mi deber. Y además, deseo hacerlo, porque quiero protegerte a como de lugar, aun a costa de mi propia vida.
- Cuando das tu vida por proteger algo que amas, estás mostrando tu determinación de volver con vida*.- citó Genzo.- Lo leí en alguna parte. Y realmente espero que sea cierto.
Por respuesta, Lily solo sonrió.
- Katya, necesito pedirte un último favor.- pidió Lily.
- Te ayudaré en lo que pueda.- contestó Katya.- Aunque no creo servir de mucho.
- Sirves más de lo que te imaginas.- sonrió Lily, hablándole en voz muy baja a Katya.- Tú eres la clave fundamental de todo esto. Sin ti, nada de esto podría ser posible. Quiero que nunca lo olvides.
Katya entendió en su momento el significado de esas palabras, pero esperaba que no fuesen ciertas...
- ¿Y bien?.- preguntó Katya.- ¿En qué deseas que te ayude?
- Quiero que repares mis alas.- pidió Lily.- Tú las destruiste, tú puedes repararlas.
- Parecieras una niña que me reclama por haber roto su muñeca favorita.- bromeó Katya.
- Vaya momentos que escoges para comenzar a sentirte comediante.- gruñó Lily.
- Sí, lo sé.
Y los Protegidos vieron algo asombroso: de las manos de Katya surgió una potente energía de luz que ella usó para curar las alas de Lily.
- Aun así, el daño es muy grande.- advirtió Katya.- Pero no hablo del daño a tus alas sino a tu cuerpo. Hice todo lo que pude, pero el resto depende de ti.
- Gracias.- sonrió Lily.
Ella extendió sus alas, pero antes de alzar el vuelo se acercó a Genzo y le sonrió.
- Volveré.- prometió ella.
Después, Lily emprendió el vuelo. Genzo, muy a su pesar, tuvo que dejarla ir...
Anya contempló a la chica del maltratado traje azul de pelea que se acercaba a ella, su otro yo.
- Te estaba esperando.- dijo Anya.
- Anya, debemos convertirnos en una sola.- dijo Lily.
- ¡Ja! ¿Crees que a estas alturas voy a aceptar eso?.- rió Anya, con sarcasmo.- Yo he tomado el control, yo tengo todo el poder, ya no te necesito.
- Siempre me vas a necesitar.- replicó Lily.- Porque sigues siendo una parte de mí. No importa cuánto te tardes en reconocerlo, pero tarde que temprano te vas a dar cuenta.
- ¡Yo no te necesito!.- gritó Anya.- ¿Qué no lo ves? He triunfado, soy tremendamente poderosa. No me importa que haya yo nacido de ti, ahora soy independiente.
- Puedes repetir eso cuantas veces quieras, pero no engañas a nadie, ni siquiera a ti misma.- Lily luchaba por no dejarse llevar por la corriente del Caos que amenazaba con destruirlo todo.- Y la prueba más fehaciente de ello es que no me has matado aun, aun cuando sabes que estoy indefensa y que soy menos fuerte que tú.
Anya no dijo nada, pero rayos relampaguearon furiosos detrás de ellas.
- No acabo contigo porque ya no eres tan importante para que lo haga por separado.- replicó Anya, con ira contenida.- Morirás junto con todos los demás cuando el mundo sea destruido.
- Sé como te sientes ahora.- habló Lily con voz suave.- Tu mente sigue siendo la mía, tu corazón sigue siendo el mío. Te sientes sola, triste, sin amor... Crees que todos los que te amaron y a quienes amaste te han abandonado, que lo has perdido todo...
- Cállate.- rugió Anya, en cuyos ojos se reflejó la soledad.
- Sientes que nada tiene sentido, que todo está perdido.- continuó Lily.- Y que no ha motivo ni esperanza alguna que te permita seguir viviendo.
- ¡No necesito esperanza!.- gritó Anya.- ¡El Caos me da todo lo que necesito!
Lily suspiró. Debía decírselo a Anya si quería detenerlo todo.
- Ya no seguiré escuchándote.- amenazó Anya.- Acabaré contigo.
Anya sacó su lanza, la cual también había cambiado de forma, y se lanzó contra Lily. Ella, rauda y veloz, sacó su espada y comenzó a luchar con Anya. El choque de ambas armas sacaban destellos de luz y energía.
Katya observaba todo, al igual que el resto. Ella quería ayudar, hacer algo, participar en la batalla por salvar al mundo, pero dos voces, las Voces de los dos Poderes que vivían en ella, la mantuvieron en su sitio.
"No es tu momento, Katya".
Así que Katya se quedó quieta, confiando y esperando. Lily hacía todo lo que podía por defenderse, pero era más que obvio que Anya era mucho más fuerte.
- ¿Cuánto tiempo más crees poder resistir?.- inquirió Anya, burlonamente.- No puedes contra mí.
- No pretendo derrotarte.- replicó Lily.- Quiero ayudarte.
- Ya no necesito tu ayuda.- Anya esbozó una leve sonrisa de triunfo.
La pelirroja agarró su lanza y, sin dudarlo, la arrojó contra Lily y ésta no se movió. Genzo, atónito, vio como la lanza hería a Lily, y vio como el cuerpo de Anya sufría daño, como siempre, pero que sus heridas se reparaban inmediatamente.
- Te lo dije.- sonrió Anya.- Ya no te necesito.
Lily estaba muy débil. Le costaba trabajo el seguir peleando, sus fuerzas estaban llegando al límite y por momentos la vista se le nublaba. Pero no iba a darse por vencida.
- Por favor.- murmuró ella.- Sé que estás ahí. Tú me has mantenido con vida en este momento y has batallado junto conmigo. Necesito tu ayuda. Dame la fuerza para pelear, tú que nunca mueres, Esperanza eterna.
Y la Esperanza habló. Le dio a Lily las fuerzas necesarias para poder afrontar su Destino y le dijo la forma en cómo debía de hacerlo. Lily aceptó su Destino.
- Lo siento.- dijo Lily a Anya.- Perdóname, Anya.
- ¿Qué te perdone?.- se sorprendió Anya, como era de esperarse.
- Sí, perdóname.- insistió Lily.- Por haberte dejado sola.
- ¿Haberme dejado sola? ¿De qué rayos hablas?.- fueron las preguntas de Anya.
Y las preguntas de todos los demás. Ni Katya, ni Genzo ni el resto entendían el por qué Lily estaba pidiéndole perdón a Anya.
- Te dejé sola todos estos años.- continuó Lily, agitando levemente sus alas.- Me negué a aceptar que tenía esos sentimientos tan horribles en mí. Te ignoré, te enterré en lo más profundo de mi corazón y te ordené que nunca te atrevieras a salir. Y a ti no te quedó más remedio que obedecer.
- Yo no salí porque estaba esperando el momento oportuno, no porque tú me lo mandaras.- replicó Anya, furiosa, aunque su voz tuvo un leve temblor.
- Te dejé sola.- repitió Lily.- Me pediste muchas veces, en la soledad de la noche, que hablara contigo, que te dejara salir para que no estallaras de otra manera.
- ¡Deja de decir eso!.- la petición de Anya era más una súplica que una orden. La corriente de energía dejó de crecer y se mantuvo quieta, aunque el Fénix Negro ya había extendido sus alas y había soltado un graznido.
- Me negué a escucharte, te di la espalda.- continuó Lily.- Y me negué aceptarte, a ti, a una parte de mí misma. Porque no quería creer que yo pudiera ser capaz de tener sentimientos de odio y de muerte, pero ahora, después de tanto tiempo y de tantas cosas sucedidas he comprendido que es normal que cuando un humano sufre una pérdida importante puede tener en su interior sentimientos oscuros, como los que te dieron vida, pero que no por tener esos sentimientos significa ya por fuerza que va a volverse en alguien "malo". Son nuestras decisiones las que al final nos hacen ser lo que somos, y nosotras estamos a tiempo de ser algo mejor.
Anya estaba luchando una batalla interna. Las palabras de Lily, su sincero perdón por haberla ignorado estaban haciendo una huella importante en la chica, aunque por otro lado el odio y el dolor de tantas pérdidas la estaban llamando al lado oscuro.
- ¡Ya basta!.- rugió Anya, quien tomó nuevamente su lanza y se lanzó hacia Lily con todo, pero momentos antes de llegar, algo detuvo a la pelirroja y la lanza se rompió en mil pedazos.
Anya se dejó caer al suelo, a pocos metros de en donde se encontraban los Elegidos y Katya. Genzo intentó acercarse, movido por el amor hacia esa mujer que era la otra mitad de Lily.
- No te muevas.- le ordenó Katya, aun impulsada por la Muerte y la Vida.
Genzo obedeció. Lily bajó volando lentamente hasta Anya y le extendió la mano.
- Perdóname.- insistió Lily.- Déjame corregir mi error. No volveré a darte la espalda, no volveré a negar lo que soy. Volvamos a ser una misma, Anya. Te prometo que no volverás a estar sola, nunca más.
Anya se debatía entre dos fuerzas poderosas que la llamaban. Ella levantó la mirada y vio los ojos de Lily, se vio a ella misma... Anya extendió la mano... Y tomó la que Lily le ofrecía... Algo asombroso comenzó a suceder: Anya y Lily se elevaron por el cielo y una luz intensa las cubrió. Ambas comenzaron a girar, se abrazaron, y al hacerlo, hubo un destello que cegó a los demás...
Genzo sabía que algo asombrosamente milagroso había ocurrido. Ya no sentía la presencia de su Ángel y de su Demonio, ahora solo sentía a una sola persona...
Él alzó la mirada y vio que Lily bajó volando, vestida con un traje blanco y un par de alas blancas muy hermosas y poderosas. Katya se quedó con la boca abierta.
- El Ángel la Paz.- murmuró Katya.- La última parte de la Leyenda...
- ¿Qué cosa?.- musitó Genzo.
- El Ángel de la Paz.- repitió Katya.- La Leyenda dice que si se consigue que la Esperanza permanezca viva aun cuando todo esté perdido, el Ángel de la Paz vendrá a acabar con la Guerra...
- ¿Pero por qué el Fénix Negro y toda esa energía negativa no ha desaparecido?.- preguntó Kazuki.
- Porque Anya consiguió liberar el poder suficiente como para que el FénixNegro actúe por sí solo.- contestó Katya, desalentada.
- O sea, que de todos modos, perdimos.- gruñó Kojiro.
- Hombres de poca fe.- sonrió Lily.- Nunca deben de decir que todo está perdido antes de que termine el partido. ¿Y se dicen jugadores de fútbol?
Todos sonrieron, en especial Genzo.
- ¿Y cuál es tu plan maestro?.- quiso saber Ken.
- Puedo detenerlo todo, llamando al Fénix de la Luz.- dijo Lily.
- Si haces eso, no podré evitar que traspases el umbral al más allá.- advirtió Katya.
- Lo sé.- asintió Lily.- Estoy conciente.
- No.- negó Genzo, corriendo hacia Lily.- No lo puedo permitir. No puedo dejarte ir.
Lily descendió hasta donde se encontraba Genzo y tomó el rostro de él entre sus manos.
- Lo mejor que me ha pasado en la vida fue el haberte conocido.- susurró ella.- Te amo. Y confío plenamente en ti. Por favor, nunca lo olvides.
- No quiero perderte.- murmuró él.
- No lo harás.- contradijo ella.- Siempre estaré contigo...
Lily y Genzo se besaron. Las alas de ella se agitaron y se extendieron majestuosamente y los cubrieron por un momento. Después, Lily se separó y se elevó de nuevo.
- Te amo.- murmuró Genzo.
- Cuando ofreces tu vida por proteger algo que amas, estás mostrando tu determinación de regresar con vida.- sonrió Lily.
Después, ella miró a Katya. Y ésta comprendió una vez más el mensaje... Lily se acercó a la enorme ave negra que gritaba y agitaba sus alas frente a ella y cerró los ojos, entregándose a su Destino. Entonces todos escucharon que Lily comenzó a cantar, con la voz más bella que cualquiera de ellos hubiese escuchado jamás, y detrás de Lily comenzó a dibujarse una enorme y bellísima ave mitológica hecha de la más pura energía... El Ave Fénix de la Luz.
- Es hermosa.- murmuró Genzo.
Lily abrió los ojos, alzó la mirada y elevó su canto. El Fénix de la Luz cantó entonces con ella, extendió sus alas y cubrió al Fénix Negro por completo. Genzo, Taro, Tsubasa, Kojiro, Ken, Kazuki y Katya vieron como toda la energía oscura era consumida por la fuente de luz... El Fénix Negro desapareció y el Fénix de la Luz comenzó a hacer lo propio, llevándose a Lily consigo.
- Siempre te amaré.- murmuró ella, mirando a Genzo con una dulce sonrisa.
- Y yo a ti.- murmuró Genzo.
Las energías desaparecieron, el cielo se despejó y todo volvió a ser como antes, con excepción de las plumas blancas que caían del cielo, las cuales le anunciaban a Genzo que Lily, su Ángel, se había ido...
-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-*La frase que dice Genzo a Lily de: "Cuando ofreces tu vida por proteger algo que amas, estás mostrando tu determinación de regresar con vida", la dijo la madre de Keiichi Morisato, personaje de "Ah, my Goddess!", en el manga.
Ahora sí. Si me lo permiten, el próximo capítulo será el final...
