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▹¿Qué es el amor?

¡Hola chicos! ¿Qué tal?

Tenía muchísimas ganas de subir el primer capítulo de esta historia

Siendo sincera, me ha costado un montón poder escribirla. Y no porque sea difícil ni muy rebuscada, para nada. Es simplemente que tuve un bajón enorme de energía y no tenía nada de ganas de escribir.

Por suerte, me obligué cada día a escribir aunque fueran 5 palabras, y aunque al principió no surgió mucho efecto, al final si lo hizo. Y justo ayer me obligué más que nunca y pude terminarlo. Volví a tener ganas... Tantas ganas, que he empezado el segundo capítulo ~

¡Que emoción!

Espero de todo corazón que la espera haya merecido la pena. Y sobre todo espero que os guste este primer capítulo

Va por vosotros ~

¡Nos leemos abajo!


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CAPITULO # 1

A de: "¿Qué es el amor?"

- Rebecca… ¿Qué es el amor?

Recostada sobre el pequeño sofá que había en su habitación, la nombrada dejó caer el mando de la consola al escuchar aquella pregunta en boca de su amigo.

Giró con rapidez la vista hacia él con los labios semiabiertos queriendo soltar alguna que otra palabra, pero tras intentarlo varias veces, lo único que pudo articular fue un:

- ¿Qué…?

El silenció reinó en el lugar durante unos segundos.

No sabía exactamente cómo reaccionar o qué contestar. No se esperaba que alguien le hiciera esa pregunta. No se esperaba que ÉL le hiciera esa pregunta.

- Shiki quiere saber lo que es el amor. - repitió una voz.

El minino azulado había estado todo ese rato al lado de la castaña siendo testigo de la conversación, y pensando que quizás su amiga no había escuchado bien la pregunta, se la volvió a formular con toda la inocencia del mundo.

Las mejillas de Rebecca adquirieron un leve tono rojizo. Claro signo de estar avergonzada.

- G-Gracias Happy. - respondió ella. De nuevo, alzó la cabeza hacia su compañero. - Lo que no entiendo es… ¿A qué viene esa pregunta?

- Simple curiosidad… - contestó el muchacho.

- ¿Tú abuelo nunca te habló sobre eso? - quiso saber aun temiendo nombrar a su enemigo.

- Puede que mencionara algo… - declaró con cierta duda. - Pero era muy pequeño para darle importancia. Lo único que quería era hacer tantos amigos como pudiera, y conocer a Mother.

- Típico de ti… - se burló ella.

- ¿Qué quieres decir con eso? - preguntó haciendo un puchero.

- Nada, nada. - movió las manos sin darle importancia. - Aun así… Es raro que a tu edad no lo sepas…

- ¡He estado toda mi vida en Grandbell sin conocer a ningún humano, es normal que no lo sepa…! - se excusó levemente ofendido.

El haberse criado junto a robots sin contacto alguno con persona de carne y hueso que pudiera explicarle ese tipo de cosas, hacia que Shiki se sintiera diferente al resto. Aunque realmente así era, pero como bien había dicho la ojiazul, que a su edad no supiera ese tipo de cosas era ciertamente humillante.

- Perdona. Perdona. No quería hacerte sentir mal. - se disculpó ella. - Es solo que… no sabría como empezar.

Aquello había cogido por sorpresa a la chica, estaba claro. Que un niño preguntara eso le parecía lo más normal del mundo. Ellos se cuestionaban absolutamente todo. Pero con un chico casi adulto… era complicado.

Cierto es que debía tener en cuenta que Shiki, a pesar de tener su misma edad, no se había relacionado nunca con su misma especie, y era normal no haber experimentado cosas como el amor. Aunque ella tampoco lo había hecho, pero al menos sabía lo que significaba… Más o menos…

Ahora mismo, tratar con el joven que se encontraba sentado sobre su cama mirándola con el ceño fruncido a la espera de una respuesta, era lo mismo que tratar con quizás un niño de 10 años. Y lo entendía.

Puede que al principio de esta seguramente larga conversación, la muchacha se sintiera confundida y preocupada de que un chico se dirigiera a ella con esas palabras, pero ahora, entendiendo que el pelinegro no sabía ni la mitad de lo que la gente hoy en día sabía, y que lo hacía con la más sincera inocencia, sentía cierta ternura hacía él.

- Podrías buscar el significado en internet. - le propuso Happy.

Ella lo pensó.

Internet tenía grandes respuestas para grandes preguntas, y poner en el buscador "¿Qué es el amor?" y encontrar un link que pudiera explicarlo, no era nada complicado. En absoluto. Pero también era cierto, que lo más probable es que la definición fuera demasiado técnica, además de larga y aburrida. Y a pesar de seguir ofendido por las palabras que había soltado en su contra, el rostro de Shiki mostraba gran curiosidad, por lo que no quería leerle lo que alguien había escrito de manera aleatoria en algún bloc o en la mismísima Wikipedia, pudiendo explicárselo ella misma con calma y paciencia.

Así que tenía que armarse de valor para tener "la charla" y pensar con exactitud que palabras usar.

En su mente, Rebecca se rio al imaginarse brevemente teniendo otro tipo de charla con su compañero, aquella que al parecer preocupa a todos los adultos. Aunque rápidamente, y notando como sus mejillas se incendiaban, se quitó la idea de la cabeza. Probablemente no tenía ni idea de que eso existía, pero estaba claro que si en algún momento tocaba decirle a Shiki en qué consistía, no sería ella la que lo hiciera. Le tocaba a otro. A un chico a ser posible.

Con una pequeña sonrisa en el rostro, Rebecca se levantó del sofá, apagó la consola y se dirigió a la cama para tomar asiento frente a él.

Estaba nerviosa.

- Bien. - comenzó. - No soy una experta, y quizás no te lo pueda explicar igual de bien que otra persona, así que… ¿Estás seguro de que quieres que sea yo la que lo haga?

Esa pregunta llevaba rondando en su mente desde hacía rato. Era extraño que un chico le preguntara a una chica sobre este tema, y a lo mejor ella no era la indicada para contestarle. Quizás él se sentiría más cómodo acompañado de Weisz o Jinn, o incluso de Laguna. Y así ella también podría ahorrarse ese momento bochornoso.

- Sí. Tienes que ser tú. - contestó haciendo énfasis al "tú".

Tienes... Había dicho "tienes". Como si fuese una obligación. Aunque sabía que no era así. Puede que, a pesar de las dudas que sentía ella por creer no ser suficiente para hacer eso, para Shiki sí que lo era. Debía ser ella. O más bien, como acababa de indicar, tenía que ser ella.

Por un momento se sintió feliz, y aunque sonara pretencioso, también especial. Especial para él.

Carraspeó sacando todas esas ideas de su cabeza, y algo sonrojada, se acomodó bien sobre el colchón.

¿Por dónde debía empezar…?

- ¿Qué sabes… sobre el amor? - preguntó ella.

Shiki había mencionado la palabra, pero… ¿hasta qué punto la entendía?

- Sé que es un sentimiento. - respondió.

Bien. Algo es algo.

- ¿Qué más?

Lo vio reflexionar unos segundos.

- Es un sentimiento que… ¿hace feliz a la gente? - dudó ladeando la cabeza.

- Algo así. - confirmó. - A ver cómo te lo explico… El amor es un sentimiento que todo el mundo experimenta.

- ¿Todo el mundo? ¿Incluido yo?

- Así es. Todo el mundo. - sonrió. - Es un sentimiento de afecto o cariño que sientes hacia otras personas.

- Cariño… - susurró él.

- Pero no solo eso. - continuó. - Hay varios tipos de amor: el que sientes por la familia, el que sientes por los amigos, y el que sientes por esa persona especial.

Shiki vio como las mejillas de la chica se había colorado un poco, y como sus labios se habían curvado levemente dándole una apariencia adorable. Parecía que estaba feliz hablando de ese tema…

- ¿Persona especial…? - preguntó segundos después.

Rebecca calló un momento. Los nervios que había sentido al principio volvieron a ella. Sabía que ese momento tenía que llegar. Debía explicarle lo más claro posible lo que era el amor. No quería confundirle, pero… Intentar contestar las dudas que el chico que le gustaba se hacía sobre esto, era complicado. Porque sí, nunca lo había admitido ante nadie, y hasta hace bien poco ella misma no lo había aceptado. Shiki le gustaba, y mucho.

- Y-Ya sabes…

Su vista se posó sobre el colchón huyendo de la mirada que él le dedicaba. Una normal y corriente, pero que ahora mismo la avergonzaba.

- No. No lo sé. - contestó él con simpleza.

Pues claro que no lo sabía. Rebecca idiota…

Suspiró y con el corazón comenzando a latirle a más velocidad, continuó.

- En algún momento de nuestra vida, todo el mundo acaba encontrando a una persona que está por encima del resto.

- No hablas de su fuerza, ¿verdad? - supuso él.

- No. Su fuerza es lo menos. ¿Recuerdas que te he dicho que hay varios tipos de amor?

- Sí. - asintió con la cabeza. - El familiar, el de amistad y el de la persona especial.

- Bien. Pues de la persona especial es el llamado: "Amor romántico"

- ¿Amor ro… mántico?

- E-Es un amor diferente al resto. El amor que sientes hacia esa persona especial es uno que no puedes comparar al que sientes por un familiar o un amigo. - quiso explicar. - Es algo más… fuerte, diría yo…

- Pero… ¿No es egoísta? - preguntó con duda.

¿Egoísta?

- ¿Por qué lo dices?

- ¿El resto no se siente remplazado? ¿No es egoísta sentir tanto amor como tú dices por una sola persona, pudiendo repartirla con varias?

Rebecca parpadeó repetidas veces.

De tratarse de otra persona que no fuera Shiki, hubiera pensado que estaba loco, y que quizás era un pervertido en busca de un harem, pero tras pensarlo varios segundos, lo único que pudo hacer fue reír.

No quería parecer que era de él de quien se burlaba, pero debía admitir que eso le había hecho gracia.

- ¿D-De qué te ríes? - preguntó el joven, avergonzado.

- Perdona. Perdona. Es que… Jamás se me hubiera ocurrido eso. - contestó deteniendo su risa.

- ¿Entonces… tiene sentido lo que he dicho? - quiso saber.

- No. - respondió con rapidez. Lo escuchó chasquear la lengua y sonrió por ello. - No tiene sentido, pero no por lo que piensas. Es normal que te cuestiones eso, pero hay más cosas aparte.

- ¿A sí? ¿Cómo qué?

Shiki observó como nuevamente el rostro de la chica se tornaba rojo, aunque esta vez parecía aún más tímida. ¿Por qué? La vio jugar con el dobladillo de su falda y seguidamente, morderse el labio inferior como si estuviera dudando de algo.

Un repentino calor surgió desde sus entrañas.

- C-Cuando encuentras a esa persona especial, haces con ella cosas que no puedes hacer con el resto.

- Pues que aburrido. - respondió. - Siempre es mejor hacer las cosas en grupo, ¿no?

Rebecca tuvo que recordar una vez más que quien estaba frente a ella era Shiki, y no un chico cualquiera que entendía por qué eso no era probable. De no ser así, le hubiera gritado que era un pervertido.

- Hay cosas que solo pueden hacerse con esa persona. - contestó.

- ¿Cómo qué?

- Como… tomarse de las manos.

- ¿Tomarse de las manos? Eso lo he hecho con casi todos vosotros… - mencionó.

- Bueno, también puedes hacerlo con amigos, aunque la emoción es distinta. - inquirió. - Al igual que los abrazos. Cuando abrazas a un amigo o familiar te sientes bien, pero cuando lo hace esa persona… - Rebecca sonrió con ternura. - … te sientes aún mejor…

- Creo que solo te he abrazado a ti… - intentó recordar. - ¿Coger en brazos cuenta?

- No, creo que no.

- Entonces sí. - afirmó. - Solo a ti.

Aquello hizo que Rebecca se sonrojara. No significaba nada, lo acababa de menciona, los amigos también se abrazaban. Nada a lo que darle importancia.

- ¿Eso es todo? - preguntó Shiki. - ¿Tomarse de las manos y abrazarse?

- No. Hay más cosas…

Quería cambiar el tema. Hablar sobre… el amor familiar quizás. O la misma amistad. No quería que le preguntara más sobre el romántico. Ya estaba lo suficientemente nerviosa para mencionar aquello.

- ¿Qué más?

Y justamente le tocaba hacerlo ya.

Por una parte quería decirlo, y por otra no. Era demasiado vergonzoso… Pero… se dijo a sí misma que le explicaría todo lo que pudiera, y eso podía hacerlo. Daba vergüenza, pero podía, así que… Adelante.

- L-Los… b-besos… - dijo en voz baja.

- ¿Besos?

Respira Rebecca. Respira.

- Ha-Hay besos que solo pueden darse con esa persona especial… Ya sabes…

- No. No lo sé.

Y de nuevo, estaba claro que no lo sabía. Rebecca idiota x2

La chica respiró hondo intentando calmarse.

- A una persona a la que aprecias mucho, puedes darle ciertos besos: en la mejilla, o en la frente, aunque eso también sirve para tu pareja, suele usarse más en amigos o familiares. Pero para la persona a la que amas… tiene que ser… e-en la boca…

Lo había dicho.

- ¿Pareja? ¿Es así a como se le llama a esa persona especial?

- Así es. Cuando los dos se gustan, cuando están enamorados, y confiesan sus sentimientos, comienzan una relación. Una relación amorosa. - explicó. - Se vuelven pareja. Novio y novia.

- ¿Y es allí cuando pueden hacer eso de besarse?

- S-Sí…

- ¿Y ya está?

Rebecca se sorprendió. ¿Ya está? ¿Qué más quería?

- Supongo que sí… - afirmó. - El amor es muy amplio, pero creo que ya te lo he explicado todo. Aunque todo es cuestión de práctica. Son cosas que se aprenden y descubren viviéndolas, supongo.

Unos minutos pasaron desde que la chica terminó la explicación, y desde que el silenció reinó.

Shiki había alzado su vista hasta el techo pensando quién sabe en qué, mientras que ella intentaba calmarse por completo. Había sido duro, pero tampoco tan mal como en un principio había pensado.

- Rebecca… - la llamó. Ella hizo un sonido dando a entender que le escuchaba, y bajando de nuevo su vista hacia ella, preguntó: - ¿Qué se siente estar enamorado…?

La chica pensó que quizás quería agradecerle por contestar a sus dudas. Jamás imagino que una nueva pregunta surgiría en él. ¿Lo bueno? Que tenía una explicación completa a eso. Al fin y al cabo eso era lo que sentía ella.

- Estar enamorado… da miedo… - contestó. Shiki se sorprendió por aquello, pero se mantuvo en silencio esperando a que continuara mientras observaba con detenimiento cada expresión en el rostro de la muchacha. - Es… un vaivén de emociones. Como una montaña rusa… Por eso da miedo. - dijo. Su rostro había estado serio durante esas palabras, pero ahora una pequeña y tímida sonrisa se dibujó en ella. - Pero… también sientes felicidad, calidez… Estar al lado de esa persona hace que tu pecho arda, a veces tanto que duele, pero eso es bueno… Significa que le quieres a lo grande… - Y como si lo hubiera invocado, Shiki sintió de nuevo un repentino calor surgir desde sus entrañas. - No hay un solo día, un solo momento en el que no pienses en esa persona. - Rebecca alzó la cabeza y posó su mirada sobre él. - En sus ojos, su pelo, sus manos, sus labios… - susurró deslizando su vista sobre la boca del muchacho. - Quieres estar siempre con él, a su lado… Quieres protegerlo y cuidarlo, y cuando está lejos… sientes miedo… - agachó la cabeza una vez más. - Temes que algo malo pueda sucederle si no estas con él, y cuando al fin os reencontráis sientes paz… Calma… Lo único que quieres es verle feliz, que sonría, y quieres un buen futuro para él… Aunque eso implique muchas veces que no sea contigo… - Shiki vio en ella un destello de tristeza, y se preguntó por qué… - Eso… es lo que sientes al estar enamorado…

Un nuevo silencio ahogo el lugar.

Rebecca no había notado los distintos cambios de expresión en su rostro, pero él sí. Y ahora, por culpa de eso, sus latidos, su calor y sus emociones, estaban descontrolados.

- Rebecca… - la llamó una vez más.

Ella se sorprendió levemente. Volvía de nuevo al presente.

Toda esa explicación… era lo que ella sentía… Qué vergüenza… ¡Le había dicho a Shiki como se sentía respecto a él!

- D-Dime… - contestó a su llamada con nervios. - ¿Tienes otra pregunta?

- Tengo… Una petición.

- Claro. ¿Qué es?

No pensó mucho en su respuesta. Estaba demasiado avergonzada para analizar lo que le había dicho.

- ¿Podrías enseñarme sobre ello? - le pidió el chico levemente ruborizado.

- ¿Sobre qué? - quiso saber.

¿A qué se refería? ¿Y por qué sus mejillas estaban rojas?

- El amor… - susurró desviando la vista a un lado.

Rebecca ladeó la cabeza sin entender.

- ¿Enseñarte? No es algo que te pueda enseñar. Ya te lo he dicho. Eso es algo que se tiene que experimentar con el tiempo. - contestó.

- Pues eso. - respondió él.

- ¿Pues eso?

- Experimenta conmigo.

- ¿Eh…?

¿Qué? ¿Qué hiciera qué?

- Todo lo que has dicho. Hazlo conmigo. - pidió.

- ¿Hacer qué?

¿Era lo que pensaba? Porque si era así…

- El amor romántico.

Eso pensaba.

- ¡¿QUÉ…?! - chilló. No hace falta decir lo rojo que estaba su rostro. - ¡¿Q-Qué dices?!

Shiki volvió a sonrojarse.

- Quiero experimentar eso contigo… - respondió.

La chica no sabía qué hacer. Sentía demasiadas cosas en ese momento.

- ¿P-Pero por qué yo…? - preguntó.

- Quizás… ¿sienta amor?

Eso no se lo esperaba. No. Ni hablar. ¡¿Qué?!

- ¡¿P-Pero qué dices?!

- Bueno, tu explicación me ha dado de que pensar. Es probable que así sea… o no… No estoy seguro…

- ¿Cómo puedes no saberlo? ¡Se sabe!

En este punto ya no le importaba que con quien estuviera hablando fuera Shiki. Omitía el hecho de que él no era como el resto.

- Solo sé que contigo todo es diferente a como es con el resto. - soltó.

¿Eh…?

- Shiki…

Sintió su corazón latir con fuerza. Tanto que pensó que el chico podría escucharlos.

- ¿Qué me dices?

Quería decir que sí. Claro que sí. Pero… Él no sabía lo que sentía por ella. Fácilmente podía ser una confusión por toda la explicación que le había dado. Y siendo sincero, no quería ser el experimento de nadie. Y aun así… ¿Por qué sentía que no podía negarse…?

- No quiero hacer cosas de pareja con alguien que no sea mi pareja. - comentó con duda.

- ¿Y si me hago tu pareja?

- ¿P-Por qué…? ¿S-Sabes lo que significa eso, Shiki? - preguntó con duda.

- Qué… podrías enseñarme más a fondo sobre ello, ¿no?

- ¡Eres un pervertido! - gritó de la nada.

Aunque para ser justos, la única pervertida allí era ella. Por su mente habían pasado todo tipo de imágenes al escuchar lo de: "Más a fondo".

- ¿Por qué me llamas pervertido? - inquirió molesto.

¿Y a esta que le pasaba?

- E-Eso es algo que debería enseñarte tu novia. - contestó levantándose de la cama.

No podía estar más tiempo allí.

- ¿Qué novia?

- La que tengas en algún momento.

- Podrías serlo tú.

Su corazón no aguantaba más. ¡Se le iba a salir del pecho!

- ¡Esto es serio!

- ¡Estoy siendo serio! - gritó de vuelta sorprendiéndola.

Sin esperárselo, el muchacho agarró ambas manos de la chica y acercando su rostro al suyo, le pidió:

- Sé mi novia Rebecca, y enséñame todo lo que sepas sobre el amor.

Iba a desmayarse. Eso no estaba pasando de verdad… ¿o sí…?

Una carcajada se escuchó llamando la atención de ambos.

Ninguno lo notó, pero bajo el umbral de la puerta, había espectadores. Y mientras algunos de sus compañeros se reían de la inocencia de Shiki, ella solo quería desaparecer. Tal vez ser comida por un monstruo espacial no era tan mala idea.

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¡FIN del capítulo 1!

¿Qué os ha parecido? ¿Os ha gustado? ¿Tenéis ganas de más?

¡Estoy nerviosa!

Siendo sincera, mientras leía el capítulo en voz alta, se me subían los colores a la cara al igual que Rebecca.

La inocencia de Shiki es adorable, pero también puede ser muy peligrosa ~

De nuevo, espero de todo corazón que os haya gustado, y me digáis que os ha parecido

Tenía pensado subir un capítulo a la semana, cada Sábado (Ya que hoy es Sábado) pero mientras estoy escribiendo esto, pienso que quizás no queréis esperar una semana para el capítulo 2. Cosa que es normal (Yo tampoco querría de ser vosotros XD) pero es cierto que debo dejar un pequeño margen de días para subir el siguiente. Así que... Ya veremos.

Este fin de semana, terminaré de escribir el segundo, y empezaré el tercero. Cuando más o menos tenga el tercero a la mitad, subiré el segundo. ¿Entendeis?

Lo que no quiero es hacer como antes de subir un capítulo sin haber empezado el otro, porque luego sabemos lo que pasa.

- ¿Qué estas meses sin actualizar?

Exacto.

Así que para poder haceros feliz a vosotros, y ser yo también un poco responsable, lo haré así. Pero sí. Al menos tendréis un capítulo a la semana. Máximo 2.

¡No tengo nada más que decir salvo que os cuidéis muchísimo!

Un abrazo enorme ~

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