Un joven esta tranquilamente en la parada de autobus, y cuando llega su bus, el conductor abre la puerta para que entre, sin embargo el muchacho esta quieto en frente de la puerta sin pasar dentro y riéndose para si mismo.
El hombre lo mira extrañado y por no perder más tiempo en tonterías decide cerrar la puerta e irse a la siguiente parada.
—Oh... Perdí el bus. Bueno no importa, ya que mi disfraz de camuflaje es genial!! —dice alegremente. —Fue tan bueno que ni me vió, shishi —añade orgulloso.
Una chica de pelo anaranjado muy llamativo viene corriendo hacia la parada.
—¡Ah! ¡No! ¡Perdí mi bus!! —la joven se lamenta para si misma por perder el bus.
El muchacho se acerca a ella de frente e intenta darla un susto, pero parece que no funciona.
—¿Uh? ¿Qué haces aquí Luffy? —mira al chico de reojo. —Pero, ¡si te fuiste mucho antes que el resto hoy! Y por cierto...¿Qué estabas intentando hacer? —pregunta confusa.
—¡Ah! ¿¡Me puedes ver?! ¡Pero si mi camuflaje es perfecto!
—¿¿Ah?? ¿Qué dices idiota? —pregunta molesta a su compañero.
—¡Sí! ¿Nami, No viste como hoy nadie me veía en clase? se preguntaban Usopp y el resto dónde estaba, ¡cuando yo me encontraba delante de ellos! —contesta alegremente pensando que era porque de verdad no lo veían.
—Luffy... No iba en serio, estaban de broma de idiota.
—¿Eh? ¡Imposible! El autobusero tampoco me vió —replica orgulloso.
—Luffy... Estoy cien por cien segura que te vió, pero al ver que no subías se fue.
—Oh... Vaya... —Parece algo deprimido porque al parecer su traje no servía.
Nami se sintió un poco mal al verlo tan decaído.
—Bueno... ¡No te preocupes! ¡Estoy segura que tienes razón, seguramente el autobusero no te vió! —asegura la chica intentando animarlo con todas sus fuerzas.
Parece ser que sirvió —¡¿En serio?! —responde mucho más animado mirando a su amiga alegre.
Luffy comienza hablar —Ya que estamos, ¿y si volvemos a casa juntos? —Sonríe de oreja a oreja, esperando impacientemente una respuesta.
—Hmmm —La chica finge como si se lo estuviera pensando, pero solo para ver las reacciones de su amigo, las cuales pasaban de fruncir el ceño a una alegre cuando parecía que iba a responder por fin.
—Vale, esperemos juntos entonces.
Ambos esperan durante una media hora más o menos sin embargo se les hizo muy corta ya que de mientras esperan ambos hablan animadamente y su compañero hace bobadas a las cuales a veces su compañera se unía.
Pasado un rato empieza hacer frío y la joven no se ha traído su chaqueta, así que Luffy ofrece dejarla su super chaqueta de camuflaje según él.
—Pero ten cuidado! Que quizás el autobusero no te verá entonces.
Nami se ríe ante tal comentario.
—Idiota...Pero gracias por dejarme la chaqueta —agradece la muchacha. «Que voy hacer contigo Luffy. Has conseguido que me enamore de un idiota como tú, y tampoco es que me arrepienta de que pasase» —piensa para si misma mientras una gran sonrisa se forma en su rostro.
Unos minutos mas tarde llega el bus. la pelinaranja es la primera que va a subirse, pero antes es detenida por su amigo.
—¿Qué ocurre? No podemos estar haciendo esperar a todo el mundo Luffy —regaña la chica.
—Solo una cosa antes, yo realmente no subí al bus porque quería esperarte y que fueramos juntos como siempre —contesta sorprendentemente serio.
—¡¿Ah?! —eso la toma desprevenida totalmente, no sabe cómo reaccionar.
—Aunque habría estado guay subir a un bus sin pagar shishi —responde riéndose, parece que sigue creyendo que es "invisible".
—Nami, debemos pasar, la gente se esta cabreando —añade el chico, mientras zarandea ligeramente a su compañera para que reaccione.
Al ver que sigue sin dar señales, decide agarrarla del brazo para que así entren ambos y puedan irse a casa.
Parece ser que ese gesto la hace volver en si, lo primero que nota es que Luffy ha pagado por ambos el viaje y que estaban dados de la mano.
Eso parece que la hace sentir algo avergonzada y se sonroja un poco.
—Luffy, gracias.
—¿Ah? ¿Por pagar tu viaje? Tranquila, muchas veces me invitas tú ya que se me olvida el dinero en casa. —añade con una sonrisa.
—Eso no, idiota, simplemente gracias por aparecer en mi vida. —La joven ahora sentía sus mejillas arder, y parece que el muchacho no era tan tonto como decían, porque parece que se dió cuenta a que se refería.
—Tu también me gustas Nami —confiesa mirando a su amiga a los ojos .
La chica esta sorprendida, pero la llena de gran alegría esas palabras, así que decide decir una cosa más.
—Luffy, ¿quieres venir a mi casa a comer hoy? Hoy teníamos carne y como sé que es tu plato favorito...
—SI —grita tan entusiasmado que las personas del bus le piden que se calle o baje el volumen.
Nami sólo se ríe, nunca cambiará, ella lo sabe y la verdad es que eso la hace muy feliz, no cambiaría nada de Luffy ni por todo el dinero del mundo.
—Hey Nami, quieres escuchar música mientras llegamos?
—De acuerdo, pasame un casco
Su compañero le pasa un casco, agarra su mano delicadamente, luego la pelinaranja decide acomodarse apoyándose en su hombro felizmente y por último cuando el bus empieza a moverse Luffy pulsa "comenzar música".
