Capitulo 8.- Susurros en las paredes.

Los expertos dicen, y todo mundo sabe, que el sonido se queda a veces atrapado. Si uno grita en cierto tipo de cuarto, puede oír su mismo grito después de un rato. Y hay ciertos lugares en los que el sonido puede quedarse atrapado durante años, y en ciertas condiciones climáticas o de presión salen… a veces para encontrarse con personas quienes no esperaban tener que lidiar con alguien mas, mientras se mantenían solas en su casa.

Y así fue la primera vez que escuche aquellas palabras…

Mi padre, editor de una popular revista había recibido un mensaje de última hora, algo del primer Ministro de Magia… se oía importante… Tal ves tendría que ver con el eslabón perdido, o alguna criatura fantástica que la gente no suele creer, acababa de aparecer en su despacho! Fuese lo que fuere, mi padre se había ido a averiguarlo, dejándome a mi sola en la casa… Y no es que me preocupe, estoy totalmente acostumbrada.

Horas antes, acababa de recibir una curiosa lechuza de mi mejor y tal ves única amiga, la cual me comentaba algo importante que para ser sincera no entendí.

Por lo que en este momento, estaba viendo fotografías pasadas, cosas lindas que recuerdo, cuando la vida era más bonita. Cuando mi madre vivía y mi padre no me dejaba tanto tiempo sola Fue en ese momento cuando oí el primer ruido de lo que sería una noche abrumadora…

… Un viento extraño solaba esa noche, toda Inglaterra sufría probablemente el día mas frió de toda la historia. Lo que lo convertía en el día más raro de todos, puesto que estaban aun en verano…

Pero lo que la gente normal ignoraba, es que realmente sucedía algo único, tal ves más inusual que único; donde realmente ni había nada que hacer… más que tratar de mantener una luz…

Una muchacha de unos 15-16 años, se encontraba viajando en sus memorias mientras que veía unas fotografías en su alcoba, cuando un ruido de una puerta que se cerraba de golpe la saco de su trance.

"Papá?" pregunto la muchacha, esperando si su padre habría vuelto antes de lo previsto, pero no obtuvo respuesta…

Pensando que seguramente el viento pudo ocasionar aquel sonido siguió viendo fotografías… Pero se equivocaba; ya no había mas viento…

Pero la armonía de la noche volvió a ser interrumpida, cuando en ese momento se escucho algo así como un grito… el grito de una mujer.

La muchacha viró la cabeza rápidamente, mientras que sus ojos grises cobraban un horror aparente.

No es que las cosas le asustaran a menudo. Había cobrado una forma de vivir, casi tan monótona, que le daba igual lo que podía asustarle, pero había algo en ese grito que la había dejado completamente paralizada.

Corrió hasta uno de los cajones que tenia en un buró, y al abrirlo sujeto lo único que la defendería en esos momentos, su varita… Abrió la puerta con lentitud, y camino por los oscuros pasillos completamente agazapada al muro; fue en ese momento cuando oyó el primer susurro…

"Donde los muros oyen…"

Luna apunto su varita de donde venia el susurro, pero no logro ver nada mas que su propia sombra… A continuación escucho un fuerte portazo seguido del grito de una mujer…

"Quién esta ahí?" grito esta

"…se encuentran secretos…"

"Muéstrate!"

"Siete…porque siete lágrimas se derramaron…"

Fue en ese momento que Luna alzo la mirada… y ahí estaba a quién hacia años que no veía, pero su rostro hermoso se transformo rápidamente en una calavera; y fue cuando se sintió tan débil, como si estuviera perdiendo parte del alma…

Cuando estaba por derrumbarse, una gran luz azul salio del collar de águila que portaba… Y recobrando todas sus fuerzas salió rápidamente hacia su habitación, donde escribió una carta que llegaría muy pronto…