Dos años pasaron desde ese fatídico día en que la Organización cayó, y nada pasó a ser como era antes. ¿Podrá un crimen, donde tres testigos deben huir para sobrevivir, cambiar la situación? (Shi x ran) – (Hei – Kaz) – (Kai – Aoko) – (Hakuba – Akako).

Los personajes de Detective Conan no me pertenecen. Es obra de Gosho Aoyama.


Actualidad – Osaka, Japón - 2 años después de la caída de los hombres de negro.

- Hei-chan, gracias por ayudarme con el caso.

- No me agradezcas Otaki-han. Además, casi lo has resuelto tú solo. Mereces el mérito.

Otaki lo miró detenidamente con una sonrisa amplia.

- Debo reconocer que has cambiado en estos dos años. Antes te llevabas el mundo puesto con tal de demostrar tu razonamiento. Ahora te has vuelto prudente, hasta el punto en que a veces intentas no ser nombrado.

- Es de esperarse después de todo lo que pasó. Si algo aprendí con Shinichi y esa bendita organización, es que no se puede vencer algo tan grande, como lo es el crimen, si estás solo. Por eso decidí entrar a la Prefectura de la Policía de Osaka.

- Debo decirte que los chicos están contentos con que los ayudes a formarse. Nunca vi que los jóvenes estén tan entusiasmados por buscar las evidencias y deducir los crímenes de forma correcta. Hemos tenido mejoras significativas en la calidad de las investigaciones.

- Sí. A veces me gustaría que trabajen más en poder evitar el crimen, y no tener que trabajar tanto cuando ya ocurrió. Trabajar en el post, equivale a vidas perdidas. Pero no existe lo bueno en este mundo sin lo malo. Todo lo que existe tiene una contraparte que es necesaria para la existencia.

- Hei-chan…. ¿Estás estudiando Criminología o Filosofía en la Universidad? – Le preguntó riéndose.- Ya que lo nombraste, ¿Qué es de la vida de Kudo-kun?

- No lo sé. Perdí contacto desde que se fue.

- No vendría mal que vuelva. Después de todo, escuché que Tokio está teniendo bastantes problemas.

- No sé si volver sea una opción para él. Y si volviese, sinceramente, no sé qué tanto se involucraría.

- ¿En serio?… Heiji. Son las 4 de la tarde. ¿No tienes clases?- Preguntó mientras chequeaba la hora.

- ¡Ya son las 4! Oh no. Voy a llegar tarde. Nos vemos Otaki-chan.

Heiji corrió hacia su moto y fue a la Universidad de Osaka. Hoy le tocaba cursar papiloscopía y sistemas biométricos. Así que esperaba poder llegar por lo menos 30 minutos antes y tomarse un café. Siendo una materia anual y pesada, iba a necesitarlo.

Mientras manejaba, la charla con Otaki removió recuerdos en su mente, que había acallado hace tiempo.

- "Ya pasaron más de dos años desde que cambió todo y desde que el grupo de detectives junto a un mago nos separamos".

- "Este estúpido de Shinichi jamás volvió a contactarse. ¿Estará vivo después de todos los problemas que tenía?" – Se preguntó, mientras ponía los ojos en blanco y movía la cabeza en negación.- "Kaito también desapareció y Saguru volvió a Inglaterra".

- "¿Qué será de la vida de todos? ¿Estarán estudiando? ¿Estarán trabajando?... ¿Se habrán puesto de novios?".

Suspirando fuertemente, se dio cuenta que estaba extrañando al grupo. Si bien no había sido mucho el tiempo en que los 4 estuvieron realmente todos juntos, establecieron una amistad y conexión para derrotar a la Organización, que nadie se imaginaba. Compartieron en un par de semanas, lo que quizás nadie compartió en una vida: desde sentimientos negativos como el miedo, la tristeza, el dolor, el estrés y el pánico, hasta lo positivo, como lo fueron el respeto por el otro, la felicidad en sus caras al desmantelar la Organización, y hasta incluso, las ganas de llorar porque todo había terminado de una vez.

Sin darse cuenta, como un autómata, llegó a la Universidad. Empezó a caminar por los largos pasillos hasta llegar a la máquina de bebidas. Sacó el café de la máquina y mientras le daba pequeños sorbos, dado que se encontraba extremadamente caliente, se dio cuenta que por sobre todas las cosas, extrañaba a su mejor amigo. Su compañero. Su rival. Su hermano.

-"Todavía puedo recordar la voz de destruido que tenía cuando se peleó con Mouri-san. Me llamó desde el aeropuerto para decirme que se iba a Estados Unidos y que iba a perder el contacto con todos, dado que iba a cambiar su número. Cuando le pedí que me pasara el nuevo, me explicó todo lo que le estaba pasando, y que si quería recuperarse, debía perder contacto con todos".

-"Fue entonces, cuando se me heló la sangre. Nunca había sentido que un escalofrío pueda ir desde el cuello hasta el talón, haciendo que mi cuerpo entero tenga piel de gallina. Recuerdo tener los pies congelados, el último golpeteo fuerte en mi pecho, y la imposibilidad de hablar".

-"Sí. Shinichi era un superdotado. Era la persona que desenmascaró a la Organización….al costo de prácticamente su vida".

Ya eran las 16.40. En 20 minutos empezaban sus clases y ya se había terminado el café. Sin darse cuenta, había mordido el alrededor del vaso de tergopól. Mientras lo tiraba a la basura, su teléfono empezó a sonar.

- Kazu.

- Heiji, todavía tienes tiempo antes de clases, ¿No?

- Sí, tengo… 15 minutos.

- ¿Estás bien?

- …

- ¿Heiji?

- Sí estoy bien no te preocupes.

- Heiji – y esta vez notó el cambio de tono como diciendo, habla de una vez que sé que no es así.

- … - Suspiró fuertemente y le contestó –No te preocupes en serio. Sólo tuve una charla con Otaki-han y recordé… prácticamente todo de vuelta.

- ¿Quieres que vaya para allá?

- No tonta. Ahora entro a clases y me distraigo. Solo que a veces, extraño un poco las charlas entre amigos – Le contestó riéndose y tocándose la cabeza.

- Tonto eres tú. Si quieres te espero en tu universidad a que salgas, mientras, puedo avanzar con mis estudios en la biblioteca.

- No, olvídalo. Estás lejos y no quiero que estés deambulando sola por la calle. Recuerda que salgo a las 20.

- ¿Fuiste con la moto?

- Sí.

- Entonces, avanzo en la biblioteca, cuando sales me mandas un mensaje, me vienes a buscar y salimos a comer algo. Así nos despejamos un poco. ¿Te parece?

- De acuerdo – Y no pudo evitar una sonrisa.

- ¡Bien! Te espero en la puerta de la facu.

- Si, pero…

- Sí ya se. Sabes que calculo 15 minutos desde que me avisas para salir.

- Por eso te amo.

- Yo más.

- No empieces. ¿Siempre compitiendo? - Le contestó con tono de reproche pero a la misma vez sonriendo como un tonto.

- No, sólo me gusta imaginarme la cara de tonto que tienes ahora.

- Hey, cómo sab… ¡KAZUHA! – Dijo un poco colorado.

- Caíste.- Le contestó riéndose a pura carcajada por haber adivinado. Conocerlo de toda la vida, tiene sus ventajas.

- Bueno, tengo que colgar.

- Dale, que se te haga leve. Te aaaamo.

- Yo más – Y le cortó para que no pueda reprocharle nada. Aunque a los segundos llegó un mensaje con un emoticon con cara de rabia.

-"Ok, yo no era así. Quién diablos iba a pensar que íbamos a terminar de esta manera, después de todo, casi se me mata cuando le conté todo lo que había pasado con la Organización.

Nunca la había visto tan enojada y gritarme tanto en mi vida. Pensé que era el fin de nuestra amistad. Pero por suerte con el paso del tiempo pudimos ir hablando mejor, y me dejó explicarle las cosas con mayor detalle"

-"Tardamos meses en volver a la normalidad, pero lo logramos. Ella entendió mis razones y las aceptó aunque no estuviese de acuerdo en muchas de ellas…."

-"Si tan solo ellos hubieran podido hacer lo mismo…."

-"Heiji… basta. Concéntrate. Tienes examen en dos semanas y ahí llegó el profesor. Hora de ponerlo nervioso con algunas preguntas"- Pensó poniendo su sonrisa de diablo.