AN: El ambiente se sitúa en la temporada 1 es un Omegaverse pero sin futa, si quieren un capítulo con futa hágamelo saber espero que les guste.
La marca
Es insoportable, Adora se encontraba acostada en su cama, en su cuarto de Luna Brillante agarrándose el cuello donde claramente se veía una marca de mordida, punzaba tanto, quemaba su cuerpo, su entrepierna húmeda y caliente sabía que es lo que lo ocasionaba esos síntomas en su cuerpo… el celo de Catra.
Ellas se habían marcado en secreto en la horda un mes antes de que todo lo de She-ra pasara, a pesar que Shadow Weaver las castigaba severamente, sacando su ira más hacia Catra, si se acercaban demasiado demostrando el cariño que se tenían la una a la otra, no entendían porque quería separarlas y que en la horda los cadetes que entraban a la adolescencia los mantenían separados por los Alpha, Omegas y Betas, según sus clases de educación sexual había una posibilidad de vincular a su pareja más allá de lo sexual y de reproducción pero debían ser completamente compatibles, y tener un vínculo emocional poderoso se hacía marcando a la persona amada.
Aun así siempre encontraban una manera de colarse y dormir juntas para luego despertar temprano para no ser descubiertas, era arriesgado pero desde pequeñas ellas dormían juntas, sino, pasarían una noche con insomnio, pero esa vez pasó algo más en lo que siempre las unirían, vinculándolas a tal punto que de vez en cuando ella podía sentir a Catra,anhelando estar a su lado.
Flashback:
-Adora, ¿dónde estás?- preguntaba Catra tratando de encontrar a su amiga desde de la infancia.
Con una sonrisa Adora salió de la oscuridad tomando a Catra por la cintura y tapándole la boca ahogando un tierno gritillo, pegándola a su cuerpo. – Hey Catra, ¿me extrañaste todo el día?- le dijo en su oreja afelpada, sin quitar la sonrisa que posaba en sus labios.
Sintió como Catra se tensaba y pasaba por su cuerpo un escalofrío para después tratar de liberarse del abrazo. – Eres una idiota Adora, ni te extrañé no es que me agrades mucho.- le dijo empujándola.
-Awww, pero yo si te extrañé mucho Catra. – Le dijo mientras trataba de no romper el abrazo.
-Pfff ya basta, nos vamos o que.- Dijo Catra cruzando los brazos en su pecho. Adora tomó su mano, guiándoladonde sería su habitación secreta, iban cautelosamente evadiendo cualquier soldado de guardia, llegando a aquella escondida improvisada habitación, donde dormían recientemente, un pequeño compartimento de un almacén donde rara vez frecuentaban los soldados de la horda, pues solamente había desechos de máquinas inservibles, en un rincón oscuro ahí es donde yacía un colchón duro, almohada y mantas.
Catra se acostó alegre con un suspiro, Adora quedó petrificada observando a su amiga pensando que era el ser más hermoso que había visto, hace ya algunos meses se sentía rara alrededor de su amiga, siempre notaba su presencia, cuando la miraba fijamente su corazón latía de prisa, y cuando entrenaban juntas surgía una excitación y un calor en todo su cuerpo que era más que el esfuerzo físico ejercido por la actividad, le gustaba verla ágil y fuerte, excusaba lo que sentía por admiración.
-Vas a venir o te vas a dormir ahí parada.- Dijo Catra en tono de burla, Adora roló los ojos y se acostó a su lado con un suspiro de alivio de estar tan cerca de su amiga.
-Ahhh se siente bien.
Catra no respondió solamente tenía una pequeña sonrisa inconscientementeempezaba a ronronear, su cola se enroscaba en su pierna. Adora le encantaba el sonido la tranquilizaba, tomadas de las manos se quedaron dormidas.
Pov Adora:
Más adentrada la noche me desperté por una sensación que nunca había sentido, mis fosas nasales captaron algo delicioso y dulce, olfateé para ver dónde provenía viendo a Catra acostada de lado su cuerpo despedía mucho calor y el aroma tan dulce era de ella, escuché jadeos que intentaba tapar con su mano.
-Catra, ¿estás bien?- Pregunto con preocupación.
-Adora…..- Se volteó mirándome de manera suplicante y como un tsunami mi cuerpo se tensó, empezó a calentarse, mi pupilas se dilataron, empecé a sentir que toda mi mente se apagó notando todo muy confuso, una humedad se estaba formando en mi entrepierna, nunca había sentido algo así hasta que me di cuenta… Catra entró en celo.
-¿No te tomaste los supresores hormonales?- Era una estricta regla de la horda para no tener que lidiar con cuestiones sexuales de sus cadetes, solamente les importaba la eficiencia no tenían tiempo para pleitos románticos, ni cuestiones amorosas y sexuales, sin embargo teníamos la educación necesaria teórica de la sexualidad.
-Me hacían daño Adora, ya no podía aguantar más, mi cuerpo dolía mucho.- Demonios si no hacemos algo nos descubrirán por el olor de su celo, alguien podría venir y querer tomarla, ese pensamiento me hizo enojar de sobremanera, ¡no dejaré que la toquen!
Catra me tomó del cuello para darme un beso casto en mis labios, yo estaba sorprendida de todo, pero su olor era embriagante y sus labios tan suaves que lentamente me deje llevar por las sensaciones, mi instinto se hizo presente degustando sus carnosos labios con los míos queriendo probar con mi lengua su sabor y textura sin querer me salió un sonoro suspiro por mi boca.
Catra se separó un momento para decirme. – Debemos de hacerlo, sino, nos meteremos en problemas Adora, ayúdame...
-Pero… estás segura que quisieras hacerlo conmigo, que tal si hay alguien más.- Pregunté con nerviosismo controlando con todo mí ser mi instinto de tomarla ahora, esperando que su respuesta fuese que no había nadie más que me quería a mí solo a mí.
-Idiota yo confío en ti eres la única que le he confiado todo, no podría ser con alguien más, por favor Adora sólo esta vez quédate.
Noté que mis manos estaban con un agarre férreo en las sábanas, el tiempo que pasaba junto a ella oliendo sus dulces feromonas, sintiendo mi cuerpo caliente, estaba perdiendo el control totalmente, no podía pensar con claridad, solamente deseaba tenerla.
-Está bien, yo también quiero hacerlo.- Estaba aterrada y nerviosa, pero la excitación sobrepasaba todo nunca había sentido algo así, era nuevo, placentero, estaba ansiosa de que podría pasar. Agarré su mejilla suavemente con mi cara ardiendo, me acerqué para probar sus labios por segunda vez primero fueron unidos tímidamente, después empezaron a hacerse más profundos, abriendo mis labios para degustar los suyos, después nuestro ritmo se tornó desesperado hasta que unimos nuestras lenguas, sacándole hermosos gemidos, al escucharlos sentía como una corriente eléctrica pasaba por mi cuerpo depositando un calor en mi bajo vientre que pulsaba en una cierta incomodidad por ser saciado.
Al separarnos por falta de aire, la miré deleitándome con su belleza, sus mejillas rozadas, sus labios con pequeño tono rojizo e hinchados, sus ojos suplicantes, su respiración entrecortada, sus manos aferrados a mis brazos, su cola enredada en mi cintura atrayéndome a ella, todo de ella era perfecta y hermosa.
Junté de nuevo mis labios y la fui empujando hasta quedar encima de ella en el colchón duro, levantando parte de mi peso sobres mis antebrazos para poner mi pierna en medio de las suyas causándole un gemido de placer, si mi sexo estaba ardiendo, el de Catra se sentía como lava ardiente, su humedad se podía presenciar en los shorts que tenía puesto, inconscientemente me relamí los labios y baje mis caderas empecé un vaivén sacándole suspiros de esa boca que tome en besos apasionados, arrinconándola para que no pudiese escapar de mis caricias.
Catra empezó a tirar de mi blusa y de mis shorts rasgándolos un poco con sus uñas, mostrándome lo ansiosa que estaba, incitándome a seguir más, yo en cambio estaba repasando su cuerpo con una mano tocando debajo de su playera de dormir su cálido y corto pelaje de su piel, sintiendo definidos músculos de tanto entrenamiento, palpando sus senos pasando mis dedos por aquel pezón endurecido exquisito, estaba por un tiempo disfrutando de su cuerpo mientras cada vez ella aumentaba el ritmo de sus caderas, hasta que sentí unas pequeñas punzadas en mis brazos, sus garras se habían enterrado no muy profundo pero lo suficiente para sacarme de mi trance, deje de besarla.
-Eso dolió un poco Catra.
-Adora, estas siendo una tonta necesito más, por favor…- Dijo en tono suplicante con respiración entrecortada. – Necesito que la ropa quede fuera.- Vi mi playera y mi shorts un poco desgarrados de los intentos fallidos de querer quitármelos. Baje para darle un sonoro beso para después sentarme y empezar a quitar mi ropa primero iban mis shorts, ella también se levantó paralas suyas eso detuvo mi movimiento de quitar mi playera para contemplar su cuerpo desnudo, lo había visto muchas veces en la bañera más sin embargo ahora era diferente, su piel esta aperlado por sudor, sus ojos brillaban como nunca, su pecho subía y bajaba entrecortadamente su excitación, su sexo húmedo que despedía el aroma más dulce. Ella al ver que no me movía tomo mi blusa y la subió por mi cabeza rápidamente, sacándome de mi trance, ahora era ella quien me observaba con el pequeño sonrojo de sus mejillas.
-Ven. – dijo tomándome del brazo guiándome para caer encima de ella, el contacto con su piel desnuda me hizo jadear. Tomó mi mano seductoramente empezó a lamer mis dedos pasando por cada uno de ellos con su cálida lengua, mis ojos se nublaban de excitación al ver esa escena tan sexy de mi ¿amiga? ¿Seríamos pareja ahora?, hasta que guío mi mano a su centro caliente palpando la humedad empecé a explorar con mis dedos sus labios de su vagina, su entrada que suplicaba por sentir mis dedos dentro de ella, su clítoris hinchado.
Nos veíamos con pasión y lo que me pareció amor, baje para robarle besos mientras mi mano en su centro hacía rápidos movimientos donde provocaba los más sonoros gemidos de Catra. – Adentro por favor, Adora…- Con esa orden empecé a probar su entrada y con dos dedos empecé entrar sin dificultad estaba tan humedecida que resbalaban naturalmente sintiendo como sus paredes cálidas y suaves me apretaban, estar rodeada de Catra es la sensación más extaciante que he experimentado quería estar dentro de ella por siempre. Empecé a mover mis caderas en su muslo ejerciendo presión también en mi centro y en el suyo, generándome placer que recorría por todo mi cuerpo, mientras mis dedos salían y entraban en ella una y otra vez, sacando gemidos de placer, haciendo de sus labios míos probando cada rincón de ellos.
Nuestros movimientos eran acompasados haciendo fácil nuestro vaivén por nuestro sudor, nuestra humedad, se sentía tan bien hasta que una presión insoportable en mi vientre bajo se hizo presente haciéndome moverme más desesperadamente contra el muslo de Catra, ella empezaba también a moverse rápidamente gimiendo en mis labios, agarrando fuerte mi espalda enterrando un poco sus uñas sacando pequeñas gotas de sangre, pero eso no hizo más que explotara de deseo, sus paredes vaginales me apresaban fuertemente sintiendo convulsiones en su interior. – No te detengas… no pares.- Me dijo mientras cerraba los ojos y con un gran gemido sentí que en su sexo sacaba un exceso de humedad mientras me retenía mis dedos con sus paredes. Yo me fui con ella cerrando los ojos y liberando la presión de mi bajo vientre depositando el exceso de humedad en su muslo, tensando mi cuerpo junto con ella en la inconciencia empecé a lamer su cuello y sentía que ella hacía lo mismo hasta juntas nos mordimos profundamente teniendo un shock de placer en mi cuerpo de nuevo, sintiendo la esencia de ella y la mía se mezclaba, sintiendo su alma y corazón llegar a mí fundiéndonos en una sola sus feromonas se habían apaciguado totalmente. Recuperando de la experiencia extrasensorial empecé a lamer su herida del cuello y sentía su lengua en el mío calmándonos lentamente de todo lo acontecido. Nos quedamos abrazadas un rato dándonos mimos y pequeños besos con grandes sonrisas en nuestros rostros hasta que caímos dormidas.
Al día siguiente nos escabullimos sin que nadie notara nada, la marca que nos dejamos la ocultábamos bien, sin embargo mis sentimientos eran una explosión de alegría, quería estar cerca de Catra lo más posible, mi cuerpo quería tener el mayor contacto físico, dándole abrazos, o posibles besos, ella los aceptaba gustosa pero fue ahí cuando Shadow Weaver nos sorprendió dándonos un beso y arremetió contra Catra tan brutal que me sentí tan culpable por lo sucedido, si tan solo hubiera tenido mayor cuidado, si hubiera controlado estos sentimientos, esto no hubiera pasado, junto conmigo Catra tendría que sufrir y yo no quería eso. Desde ese acontecimiento nos empezamos a alejar sin decirnos nada, necesitaba irme de ahí dolía no poder estar cerca y fue ahí cuando encontré aquella espada en los Bosques Susurrantes fue ahí cuando la perdí.
Tiempo presente:
Sentía que Catra me llamaba necesitaba estar cerca de ella, quería estarlo, unas lágrimas de desesperación se hacían presente de impotencia de no poder traerla aquí, ¿por qué no vino conmigo cuando se lo pedí?, yo realmente la quiero, necesito ir con ella, con ese pensamiento me pare de la cama, me cambié y en la mitad de la noche me escabullí de Luna Brillante adentrándome al Bosque Susurrante, solo en mi mente estaba ella.
Continuará...
