A/N: Este es el capítulo 2 de la marca, habrá otro capítulo y ese será el final de la trilogía. Espero que les agrade.

Pov Catra:

Odio estar así, mi cuerpo está caliente, mi entrepierna punzante y la marca de mi cuello quema, sino me hubiera vinculado con Adora podría liarme con cualquiera para apaciguar mi celo, sin embargo todas mis feromonas y mi deseo está con ella la necesito y a nadie más, pero ella se fue y me dejo por personas que apenas conoció en pocas horas, fue suficiente para abandonarme y rechazar mi mano, todo lo nuestro lo tiro por estar tan solo poco tiempo con otras personas, ¿así fue de frágil era nuestra relación?, sin embargo no dejo de pensar en ella, me duele, me enoja, me frusta, tener estos sentimientos, no poder hacer nada más que esperar que en tres días pase mi celo y el dolor se vaya con él.

Los supresores hormonales no funcionan conmigo mi cuerpo los rechaza cada vez que tomo uno me siento fatal una fiebre y debilidad excesiva me invade, así que no me queda otra opción más que enfrentar mi ciclo.

Nadie debe de saber que estoy vinculada con el enemigo, que mi celo la está llamando, me ejecutarían o si bien me va me encerrarían, la ejecución sería más fácil para mí. ¿Por qué tuve que hacerlo con ella?, ¿Por qué la amo? Si para ella soy una persona más en su vida y ella para mi es mi todo la única razón por la cual sobreviví a las torturas de Shadow Weaver, a los arduos entrenamientos, unas lágrimas se asomaron en mis ojos, tomando una larga respiración me calmé. Esta situación debe de pasar desapercibido con eso me inventé que necesitaba hacer un reconocimiento en el área de los Bosques Susurrantes para averiguar cómo pasar lo más rápido posible y destruir a Luna Brillante, aprobaron mi petición pero por mala suerte no iría sola como pensaba, Scorpia iría conmigo y yo no podría negarlo así que nos preparamos para adentrarnos a los Bosques Susurrantes, esperando que pasar este celo sin mayores complicaciones.

Estábamos levantando nuestras tiendas de campaña cuando escuche a Scorpia hablarme. – Gatita montes… estás bien has estado muy callada, tu cara está roja, ¿te sientes mal?- me pregunto con un gesto de preocupación evidente en su cara, tal vez si la hubiera conocido antes y Adora no estuviera taladrando mi corazón ella sería una perfecta pareja pues a igual que Adora es una alpha, si no estuviera vinculada ya ella sería mi primera opción para aplacar este celo.

-No, no es nada solo estoy cansada.- Dije sin poder convencerme hasta mi misma.

-Siempre eres una gran trabajadora Catra, admiro mucho tu dedicación, pero me preocupa que siempre te exijas en demasía.- Dijo Scorpia con ojos llorosos.

-Ya ya no es nada, puedo con esto y más.- Realmente Scorpia me llena de energía y por un momento dejo de pensar en Adora.

Después de armar la tienda tomamos muestras de nuestros alrededores medíamos la energía y la densidad, siempre han sido un misterio estos bosques, varias personas se han perdido en lo más profundo para nunca ser encontrados, se dice que en ellos tienen portales que te pueden llevar a otra realidad, si pudiéramos entender esos portales tal vez los podríamos utilizar a nuestro beneficio, el problema sería encontrar uno y salir intactas de él. El trabajo de campo se hacía más difícil cuando pasaban las horas, en la noche es cuando el celo me pega por completo, pero estoy preparada para tener esas tres noches sin ningún descanso.

Por descuidada tiré una muestra que llevaba, mi cuerpo se sentía agitado y con un calor insoportable -¡Gata salvaje!, ¿estás bien?, ¿no te cortaste?, no te ves bien creo que hay que descansar, vamos a cenar y a dormir un poco.- Me dijo mientras tomaba los restos de la muestra que tire y me llevaba al campamento.

-Estás ardiendo, creo que deberíamos regresar.

-¡No!- dije desesperada. – Por favor Scorpia necesito estar aquí.

-Pero, tienes fiebre, y tu cuerpo tiembla.

-Estaré bien, por favor solo quedémonos.- Dije de manera suplicante espero que ella lo deje pasar.

-Está bien, aunque no entiendo por qué necesitas quedarte, pero si lo necesitas claro que estaré contigo. Mira te daré parte de mi ración para que tengas más energía, iré por un poco de agua para bajar tu calor corporal.- Y así la cedió a no regresar. Realmente es muy atenta conmigo, mentalmente agradecí que ella estuviera a mi lado en este momento.

Era de madrugada no podía dormir mi cuerpo estaba quemándome, mi entrepierna punzaba pero sabía que si me autosatisfacía se apagaba un rato el calor para volver al doble, sabía que solo con mi vínculo saciaría mi necesidad, en eso sentí como abrían mi tienda de campaña y entraba indudablemente una presencia.

-¿Scorpia?, no puedes dormir.- dije intentando que mi voz sonara normal, no quería que se preocupara de más, sin embargo nadie respondió. Volteé para ver la entrada cuando vi a Adora erguida jadeante, su cuerpo estaba tenso y sudoroso. ¿Cómo diablos me encontró?, de seguro es por el vínculo que tenemos nos lleva a encontrarnos en la necesidad por una fuerza sobrenatural. De repente las feromonas se hicieron presentes embriagándonos de la esencia de la otra, queriendo unirnos de nuevo como aquella vez.

-Catra- dijo en un susurro mientras un gruñido se hizo presente en Adora tomaba pequeños pasos cautelosos hacía mí, yo no podía mover mi cuerpo sabía que debía de huir de ahí ¿cómo diablos paso los detectores de movimiento?, se acercó hasta estar encima de mí.

-No- le dije en un susurro, mis manos se posaban en su pecho haciendo una pequeña presión pero sin llegar a apartarla, mi cuerpo exigía su contacto pero mis emociones y corazón no quería que esto sucediera, no por solamente el celo.

Me miró detenidamente su cuerpo esbozaba un calor abrumante comparado con el mío.- No podemos, Adora.- sabía que no podría detener sus avances físicamente así que intenté detenerlos por medio de la razón. – Scorpia está aquí y puede venir en cualquier instante.

-No me importa, Catra, te necesito y sé que tú también.- Dijo mientras me tomaba una mejilla con su mano de manera delicada, se hicieron presentes los sentimientos que tanto quisiera olvidar, dejándome llevar por su toque, se acercó hasta besar mis labios tímidamente para después hacer con su lengua la mía en una batalla frenética. Odio que este celo y vínculo me lleve rendida hasta ella, no merece esto, no merece mi cuerpo, me dejó, me abandonó y aquí estoy ofreciéndome. Para tener un poco de cordura me aferraba al sentimiento de que sólo lo hacía para apaciguar este ciclo solamente por eso.

La alejé con un jadeo -Adora, esto no cambia nada entre nosotras, que quede claro que sólo lo hago para apaciguar el ciclo. – dije en tono serio.

Ella me miró con un dejo de tristeza en sus ojos que no entendía del todo por qué estaba así, si para ella soy otra persona más en su vida, alguien desechable, no más, ella no me desea como yo la deseo, antes de todo esto pensaba que sí, pero después de que se fue lo dejó en claro. Suspiró con tristeza y decepción apartando la mirada solo asintió.

Teniendo todo en claro me propuse que esta vez ahora yo voy a tomarla, seré egoísta y tomaré lo que mi cuerpo necesita y después seremos otra vez enemigas en esta guerra que parece no tener fin.

Agarré su cara con ambas manos y la atraje besándola con pasión sacándole gemidos sintiendo sus jadeos en mis labios probé de ella como quise, cada vez que intentaba tocarme quitaba sus manos, su frustración era evidente en su rostro quería más pero yo le daría lo que yo quiera.

-Catra…. Por favor.- Tire de la chamarra roja haciéndole quedar debajo de mí, poniendo mis piernas a los lados de sus caderas, sujetando sus manos en el nivel de su cara.

-No, esta vez yo te diré cuando tocarme, que tocar y por cuánto tiempo. Me lo debes Adora.- Sé que para un alpha es muy difícil que se sometiera en el acto sexual, pero estoy dispuesta a llevarlo tan lejos como sea posible. Empecé a quitarme la ropa que tenía para dormir que constaba en unos shorts y un top deportivo, escuchaba los pequeños gruñidos de Adora, sabía que estaba controlándose lo más que podía para no tomarme ya y eso me divertía. Después de unos momentos yacía desnuda encima de ella, veía como sus hermosos ojos se nublaban de deseo mientras veía mi figura expuesta, quiso tocarme lo cual se lo impedí.

-No, todavía no.- Le dije agarrando su mano mientras me agachaba para robarle un beso apasionado, mordía su labio inferior, me hacía de su lengua con la mía, empezaba a mover mis caderas frotando mi humedad en su pelvis cubierto por el pantalón gris, ella jadeaba constantemente en mis labios, sentía como mi humedad iba poco a poco traspasando sus pantalones.

-Catra…. Estás tan húmeda.- Dijo mientras intentaba agarrarme otra vez, al impedirlo por tercera vez soltó un gruñido de desesperación. – Necesito tocarte por favor, Catra…. Me vuelves loca.

Con una sonrisa me acerqué para callarla con mis labios, después de un rato de besos desesperados, besé su cuello, ella me agarraba para acercarme más a su piel, huele tan bien, quiero que me tome ya. Empecé a jalar su chamarra indicándole que quería que se despojara de ella, y eso hizo más no solo su chamarra quedó en el piso, sino su playera ajustada blanca y su top la acompañaron, viendo su torso desnudo aumentó mi libido.

Toqué con mis manos su abdomen marcado pasando mis garras sin abrir la piel, hasta posarlas en sus hermosos pechos lechosos con pezones rosados, acariciándola sin más, ella jadeaba ante el contacto, baje para probarlos succioné, besé y mordí sus pechos hasta quedar satisfecha con mi trabajo.

Vi a Adora aferrarse a las cobijas que tenía para cubrirme de la fría noche, sus ojos cerrados fuertemente y sus labios rojos por los besos apasionados separados jadeantes, estaba conteniéndose para cumplir mi deseo de no tocarme, pero yo ya la necesitaba.

Después de tomar sus labios con beso apasionado, susurré a su oído.- Tócame.- su cuerpo se calentó más y su mirada se nubló todavía más de lo que estaba. Se irguió poniéndome en su regazo abrazándome fuertemente pegándome a ella sintiendo su torso desnudo con el mío que un suspiro salió por mis labios, me agarró mi cuello y me besó con tanta pasión que el mismo infierno sentiría envidia de su calor, sus manos ahora vagaban intensamente por todo mi cuerpo sintiéndolo, palpando mis caderas, mis glúteos, mis pechos. Movía mis caderas para apaciguar un poco mi excitación y ella me acompañó en mi compas sensual, moví mis manos por su torso hasta ponerlas sobre el borde de sus pantalones grises, los desabroche, empezaba a bajarlos hasta donde el abrazo férreo me dejaba.

-Adora, quítate tus pantalones…- Le ordené. Ella de golpe me puso debajo de sí sacándome un pequeño gritillo de asombro, y se deshizo sus pantalones a toda prisa, junto con sus botas, mire en su entrepierna y vi como corría sus fluidos resbalaban por su muslo, estaba tan húmeda…

Con premura se puso encima de mi poniendo una pierna en medio de las mías haciéndome gemir al sentir presión en mi punto más sensible, sentía todo de ella su pelvis con pequeños vellos acariciando el mío, su pliegues resbalando en mi muslo, su bien definido abdomen, sus senos besando los míos, todo estaba como en un sauna dentro de mi tienda de acampar, ya no me importaba si nos descubrían o si Scorpia entraba, necesitaba saciar esto.

Como dominante Adora me empezó a besar mientras agarraba mis glúteos e iniciaba el movimiento de vaivén nuestra humedad se mezclaba nuestras respiraciones se entrecortaban. Pero Adora necesitaba más que un simple roce, ella se levantó, sentándose abriéndome las piernas me jalo hasta que mi vulva quedó directamente en su boca y mis glúteos en su pecho, abrazándome de la cintura para no resbalar, empezó a lamerme como si estuviera sedienta, haciéndome sofocar con mi mano gritos de placer, introducía su lengua en mi interior después la paseaba en toda mi extensión hasta llegar a mi clítoris erecto y repetía el proceso, gemía sin cesar, no podía más iba a tener un orgasmo ya, ella me miraba nublada por el deseo de poseerme su boca y barbilla brillante por mis fluidos, cuando introdujo fuertemente su lengua lo más profundo que pudo fue ahí cuando explote del éxtasis sacando para su boca un exceso de humedad la cual ella felizmente bebió.

Adora me bajo lentamente hasta quedar recostada, me acaricio mi mejilla y me beso lentamente mi sabor percibía en su boca, me miró con ternura y un brillo que no lograba descifrar del todo, haciéndome sentir nerviosa, asustada y confundida de todo lo que hacía, resistiéndome a sentir más allá de un simple encuentro casual de placer.

-Adora….

Continuará...