N/A: Muy buenos días/ tardes/ noches a todos, antes que nada, les deseo unas Felices Fiestas ( más bien atrasadas, pero bien, la intención estuvo allí XD ). Como fuere, he vuelto con un nuevo capi de esta humilde historia.
Estoy alegre conmigo mismo porque, no se si lo habrán notado pero he conseguido tener una continuidad de publicación (casi XD) quincenal, cosa que atribuyo a mis vacaciones y a sus reviews, que tan feliz me hacen.
Mi fiesta de Egresados (al igual que la ceremonia) estuvo genial, me temo que tal vez bebí un poco demasiado pero...Hey, cuantas veces termina uno el secundario? xD
Este Capitulo es, según lo tengo programado, mayormente diálogos, para que se hagan un poco a la idea de cómo voy a llevar los personajes, pero no se dejen engañar a primera vista, particularmente con Lily, este es recién el primer año, todavía les falta mucho por madurar...
Enjoy...if you can, of course XD
Que se enciendan las cámaras, el Show debe continuar XD
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Moonlight Sonata
Capitulo tercero: Expreso de HogwartsAsomó su rostro tan solo unos centímetros y volvió a llamar con un golpe de nudillos, sin embargo, sus intentos por atraer la atención del durmiente joven de cabellos castaños resultaron fútiles.
Optó entonces, por entrar silenciosamente, caminando en puntas de pie y con el mayor sigilo posible, el baúl balanceándose de manera estúpida a su espalda. Con mucho cuidado, y movimiento de varita mediante, elevó la pesada carga en los maleteros de la parte superior, procurando que quedase bien sujeta.
Una vez que terminó dio media vuelta y procedió a analizar a su compañero de compartimiento. Lucía agotado y estaba bastante delgado, como si recién hubiese regresado de un viaje particularmente largo. Su respiración era lenta y acompasada, signo inequívoco de que se hallaba profundamente dormido.
- Este...Hola? – Preguntó el joven de ojos grises sin obtener mayor respuesta que un ligero movimiento de cabeza, mas bien involuntario
- Oye! – Dijo en tono mas alto – Hey! Despierta! – Pero, como era predecible, no consiguió más que un pequeño bostezo como respuesta.
Y fue entonces que frunció el seño, porque, era cierto que recién se conocían y...bueno, también era verdad que ni siquiera sabía su nombre, pero nadie, y digo NADIE ignora a Sirius Orion Black!
Alzó entonces su mano y decidió sacudirlo un poco, solo lo suficiente como para que se despertara. Apoyó su mano en el hombro del muchacho y...
Todo sucedió muy rápido.
Con una velocidad abismal tanto el joven de cabello negro como el de cabello castaño, quien se había incorporado con violencia inusitada, habían desenfundaron sus varitas, apuntándose el uno al otro. Sirius apuntaba a la frente, Remus lo hacía a la garganta.
-...Buenos reflejos – Fue todo cuanto dijo Black, arqueando con elegancia una ceja, el otro joven, quien en un principio lo miraba con furia inconsciente pareció entonces entrar en razón, sus encolerizados ojos dorados cambiaron por una expresión dividida entre el nerviosismo y el temor.
- Lo...lo siento – Murmuró bajando la varita, un rubor fruto de la vergüenza cubrió sus mejillas – Estaba soñando y...creo que me dejé llevar
Se miraron a los ojos por unos cuantos segundos, analizándose, y, tras al menos un minuto, estallaron en carcajadas.
- Sirius Black – Dijo con una sonrisa mientras se señalaba con el pulgar derecho y guiñaba un ojo. Extendió su mano y preguntó – Y tu eres...?
- Remus...Remus Lupin – Exclamó un tanto cohibido, estrechando la mano.
- Bueno "Remus...Remus Lupin", es un placer conocerte – Concluyó con una risa, y sin que el castaño pudiese siquiera protestar, Sirius ya había tomado asiento y lo invitaba a hacer lo mismo.
-CDE-
Ante sus ojos árboles, claros, montañas y valles se desvanecían como un borrón de colores, el expreso de Hogwarts había empezado su marcha hacía ya cuando menos tres horas, y, con cada minuto que pasaba, con cada paisaje que se perdía en el horizonte, la amistad entre Remus Lupin y Sirius Black se fortalecía.
- Déjame ver si entendí bien – Exclamó mientras una rana de chocolate desaparecía dentro de su boca – Así que eres el principal descendiente de la dinastía de los Black?
- Algo así... – Dijo con aire alicaído – ...genial, no?
- Por lo visto no para ti – Pronunció sagaz y pese a que no levantó la voz ni un decibel, sus palabras tuvieron un efecto similar al de un látigo, haciendo que el muchacho de ojos grises saltara en sus asiento – ...tan malo es?
- Mejor hablemos de otra cosa, si? – Comentó de manera cortante, sus facciones serias por primera ves en el transcurso de la conversación.
- Como quieras – Susurró con una sonrisa indulgente, asumiendo que, si pretendía tener un secreto, debía, cuando menos, respetar los ajenos – Y...de que te gustaría hablar entonces?
- Ni idea – Respondió el de pelo negro, la sonrisa volviendo a dibujarse en su rostro
- Mmm...Tu ya sabes a que casa irás? – Preguntó Remus con algo de curiosidad, por lo que notó, no fue el mejor tópico a elegir, pues las facciones del joven Black volvieron a ponerse tensas.
- Mi familia es tradicionalmente Slytherin – Comentó con los ojos cerrados, rascándose la cabeza en gesto de agotamiento, suspiró desalentado y miró a su interlocutor – Qué hay de ti? Tu familia tiene alguna tradición?
- No lo se... – Contestó con franqueza, rascándose la cabeza en gesto avergonzado – Hasta donde sé, mi padre fue a Gryffindor, así que no puede ser mala opción.
- Y que hay de tu madre? – Cuestionó inquisitivo
- Qué con ella? – Respondió receloso, sus ojos dorados entornándose en un gesto perspicaz
- A qué casa fue? – Preguntó con sencillez – Me has dicho que tu padre no pudo quedarse haciéndote compañía por culpa de su trabajo, pero...que hay de ella?
- Hooo – Exclamó, la tensión desapareciendo de su rostro – Es que no te lo había dicho? Ella es...
BANG!
- Que demo...? – Dijeron al unísono mientras todo el compartimiento se sacudía por un temblor, tanto el vidrio de la puerta como el de la ventanilla se hicieron añicos y mientras se ponían de pie y sacaban sus varitas, el suelo se regaba de grageas Berty Bott de todos los sabores y cromos de magos famosos, mayormente de Albus Dumbledore, Agripa y Ptolomeo.
- Qué se supone que haya sido eso? – Gruñó Remus mientras trataba de calmar los chillidos de Mave, su escandalizada lechuza.
- No tengo idea – Contestó Sirius con cara de estar muy concentrado mientras a la distancia resonaba el estallido de lo que parecían ser pequeñas explosiones – No recuerdo que me contaran algo de temblores o pruebas de iniciación...
BANG!
El segundo gran estruendo parecido a un disparo no los tomó por sorpresa, pero de todas maneras hizo que el vagón temblara, las luces parpadearon por un instante y luego dejaron de funcionar.
- Pero que... – Comenzó Lupin, la consternación clara en sus orbes de color miel
- No tengo idea de que esta pasando aquí – Lo cortó en seco Black, sus ojos grises brillantes con desafío – Pero pienso averiguarlo en este instante.
Remus lo miró a los ojos solo unos segundos, parado allí, con su varita en mano y una expresión decidida en sus aristocráticas facciones. No pudo más que sonreír y asentir.
- Te acompañaré – Dijo en tono decidido, de hecho, demasiado decidido, se cuestionó a si mismo...nunca se había considerado valiente, ni nada remotamente parecido...pero había algo en este chico, en Sirius Black, que sencillamente le inspiraba confianza. No sabía como, pero estaba completamente convencido de que, mientras siguiera a su lado, todo estaría bien.
El muchacho lo miró con seriedad, pero finalmente terminó por asentir, haciendo una seña con su mano, instándolo a seguirlo.
Abrieron con lentitud la chirriante puerta del compartimiento, el pasillo se encontraba desierto, el suelo alfombrado cubierto de polvo, al igual que el ambiente, la mampostería del cielo raso se había desmoronado aquí y allí por el impacto de encantamientos y maleficios.
Se miraron el uno al otro con el seño fruncido y emprendieron camino rumbo a los vagones del fondo, donde los daños parecían ser mayores, según pudieron notar, las puertas a los distintos compartimientos se encontraban bloqueadas desde adentro con encantamientos cerrojo, los vidrios empañados por alguna clase de magia, o por el vaho de aquellos curiosos que no eran lo suficientemente imprudentes como para salir. Sirius procuró gruñirle a un par de ojos que lo miraban desde uno de los brumosos cristales.
No había señal alguna de los prefectos, era probable que siguieran en la junta de comienzos de año en el primer vagón, desde donde les sería probablemente imposible escuchar los incidentes en el tramo final de la gigantesca serpiente escarlata.
Finalmente, en el ante ultimo vagón encontraron una puerta entre abierta, se asomaron cautelosamente, espiando por la pequeña rendija de luz. A simple vista parecía no haber nada allí, volvieron a cruzar miradas y, con un asentimiento, acompañado por un haz de chispas, la puerta se abrió de par en par, sus goznes chirriando con estridencia.
Se prepararon para encontrarse con un monstruo de poderes inimaginables, o cuando menos con una horda de soldados, pero, tamaño fue su asombro cuando su mortal enemigo se transformo en un niño rubio, bajito y regordete quien, en lugar de amenazarlos con violencia aterradora se encontraba de rodillas, lloriqueando por misericordia.
- Por favor perdónenme! – Imploró, sus ojos de un celeste acuoso completamente húmedos por el llanto – No he hecho nada, revisen mi árbol familiar, mas de diez generaciones de sangre pura!
Black y Lupin volvieron a mirarse, sus cejas alzadas entre la incredulidad y el asombro. Fue entonces que Sirius verbalizó sus emociones y pensamientos.
- De que diablos estas hablando? – Sus ojos todavía abiertos por el asombro
- No...no están con Lucius Malfoy? – Exclamó con angustia, su cabello rubio hecho una maraña y su rechoncha cara dividida entre el pánico y la esperanza.
- No – Dijeron en simultaneo, la expresión del rubio indicaba que gracias a esto volvía a vivir.
- Gracias a Merlín! – Exclamó llevándose una mano al pecho, suspirando aliviado y volviendo a sentarse en una de las butacas de la habitación – Dios...No sé en que pensaba James enfrentándose a gente así...
BANG!
- Otra vez! – Susurró Remus, enfilando hacia la salida, dispuesto a abrir la puerta, Sirius siguiéndolo a dos pasos de distancia, sin embargo, una mano de dedos regordetes lo tomó del antebrazo
- Yo no iría de ser ustedes – Dijo en un susurro, como si quisiera evitar que alguien lo escuchara decir algo comprometedor – Es muy peligroso allí afuera...
- No has dicho que tu amigo se encuentra allí afuera? – Preguntó Remus con incredulidad, Sirius enfocó su mirada atenta en el turbado rostro del niño de ojos acuosos – Es que no te importa que le pase algo?
- No he dicho eso – Replicó con el rostro colorado – Pero...que podemos hacer nosotros contra magos del tercer año en adelante? Nos darán una paliza!
Sirius y Remus se limitaron a mirarlo con perplejidad.
BANG!
Pettigrew saltó del susto y se acurrucó en uno de los asientos, en una vano intento por ocultar su inmensidad tras los pliegues de una capa de viaje. Black puso sus ojos en blanco, luego suspiró, abriendo el mismo la puerta, saliendo a la búsqueda de la fuente del caos. Lupin saludó a la bola de tela y nervios con un pequeño movimiento de cabeza y salió como un bólido tras el rastro de su compañero.
La luz en esta parte del tren titilaba con desgano, y posiblemente se perdería de un momento a otro, a medida de que se aproximaban al último compartimiento del tren los temblores y los gritos se hacían más y más intensos. Sus pasos cautelosos se transformaron en grandes zancadas y debieron tomarse del dosel de una puerta despedazada para detener su marcha.
Las explosiones y los temblores se detuvieron de manera abrupta, lo único que podían escuchar eran voces ahogadas por la puerta del último compartimiento. Avanzaron a hurtadillas el pequeño tramo que los separaba y entonces, espiando por una rendija, lo vieron, aquello que terminaría de marcar su destino.
-CDE-
Pese a que en el camino agreste, abundante en puentes de piedra y pastizales predominaba un sol resplandeciente y no se vislumbraba una sola nube en el cielo, la realidad en el último vagón del expreso de Hogwarts era completamente diferente.
El aire se encontraba turbio, nebuloso y repleto de vapores pestilentes. Tanto las alfombras como las paredes se hallaban profundamente chamuscadas, las brazas aún ardiendo en algunos sectores.
En un rincón se encontraba, en posición fetal, una niña con trenzas de fuego, agitándose en un sollozo silencioso, su túnica cubierta en cenizas, el hombro izquierdo de la misma estaba rasgado y colgaba sin elegancia, dejando ver una porción de la impecable camisa blanca.
Frente a ella, un grupo de alumnos mayores reían con prepotencia, Sirius se mordió el labio al reconocerlos como Lucius Malfoy, Rodolphus y Rabastan Lestrange y sus propias primas Narccisa y Bellatrix Black.
- Ahora...Potter...serías tan amable de ocuparte de tus problemas? – Dijo en un susurró malicioso Lucius, su voz era un tanto arrastrada, sus facciones aristocráticas contorsionadas en un gesto de claro desagrado – El asunto aquí es con la sangre sucia, no contigo.
- No la llames así! – Gritó molesto el niño que Remus asumió debía ser Potter, no era mucho más alto que él, su cabello era un verdadero caos de color tinta y sus lentes con monturas ovaladas se encontraban torcidos. Un delgado hilillo de sangre caía por la sien izquierda, cerca de sus ojos color avellana. Su mano izquierda se encontraba cerrada en un sendo puño, la derecha tomaba con fuerza la varita, de la cual volaban agresivamente chispas de colores rojos y dorados.
Fuera de la habitación, los ojos de Sirius tomaban el tamaño de Galleons...no...no podía ser cierto...
- A cada cosa su nombre Potter – Acotó con malicia Bellatrix, apartando con elegancia una mata de sedoso cabello negro - ¿Qué se ha creído después de todo? Andando por los pasillos como si fuera una de nosotros y teniendo el descaro de tropezar conmigo!
- Eso fue un accidente y lo sabes perfectamente! – Gruñó Potter
- Hay que educarla desde pequeña – Agregó la rubia con crueldad, acariciando la mejilla de su hermana menor – Debe aprender cual es su lugar dentro de la cadena alimenticia... – Miró de manera despectiva a la pequeña, sus ojos de un verde impactante todavía derramaban lagrimas – Ahora no hay forma de que nadie se confunda, es bastante claro que es una asquerosa hija de los muggles!
- Ya basta de tonterías...Potter te he dicho que te muevas! – Siseó con violencia Lucius, sus ojos grises llenos de desprecio. El joven de desordenado cabello negro parecía inmutable. Finalmente, Malfoy optó por alzar su varita – Debería darte vergüenza...un hijo de la sangre pura defendiendo a una basura semejante...
- Expelliarmus! – Gritó el chico de anteojos, empujando al rubio cuando menos medio metro, los hermanos Lestrange tomándolo de los hombros para que no cayera – Tu y yo, Malfoy, tenemos ideas muy diferentes acerca de lo que da vergüenza.
- Como te atreves! – Gruñó Rodolphus con un gesto amenazador, mientras Lucius se incorporaba y limpiaba con desdén cualquier atisbo de polvo en su túnica.
- Nada mal para alguien de primer año...- Dijo con una sonrisa maliciosa, alzando su varita – Pero esto se hace así: Expelliarmus!
James Potter no pudo hacer nada, más que ser elevado en el aire y expulsado cuando menos un metro, golpeando de manera sonora contra el muro y cayendo de manera nada ceremoniosa junto a la niña, quien había dejado de llorar, pero no de mirarlo horrorizada.
Luchaba por no perder la conciencia, podía escuchar como los Slytherin se acercaban entre carcajadas...debía levantarse y defenderla...debía ayudarla... debía ayudar a Lily...
Fue entonces que la puerta voló sobre sus goznes de bronce oxidado, azotando con fuerza la pared, Remus Lupin y Sirius Black entraron sin vacilar, mientras los Slytherin los analizaban con astucia.
- Ha...eres tu Sirius! – Dijo Lucius de manera apreciativa – Por favor, acompáñanos! Tal vez aprendas una o dos cosas...
- Creo que por hoy he aprendido bastante – Respondió con frialdad
- Sirius... – Siseó la joven de cabello azabache, sus ojos claros centelleando – Nunca te ha dicho tu madre que no levantes la basura que encuentres por allí?
- Que diría la pobre tía Casiopea... – Coreó con malicia Narcissa enfocando su mirada en Remus, quien se encontraba particularmente pálido – si te viera juntándote con algo así? Con nada más ni nada menos que un mestizo!
- Mestizo? – Susurró Black, su espeso cabello ensombreciendo su mirada.
- Es que no te has dado cuenta? – Retrucó Rabastan entre carcajadas – Esas túnicas de segunda mano...ese pelo y ese rostro tan estúpido...eres hijo de ese ridículo Lupin, no?
- Si, lo soy – Respondió con vos calma, su rostro no mostraba la menor preocupación. Sirius le miraba de reojo.
- Lo supuse – Dijo Rodolphus con una mueca arrogante – Nuestro Padre dice que ese Lupin es un fracasado, que abandonó su linaje para casarse con una mugrosa muggle, renunció a sus títulos como miembro de una de las familias más antiguas solo para fugarse con ella y mudarse a una pocilga en el campo
Los Slytherin estallaron en carcajadas, Remus se limitaba a sonreír, Sirius mantenía una expresión indescifrable. La pelirroja apartó un mechón del cabello azabache de James, sonriéndole con ternura, luego, con algo de dificultad, se puso de pie y caminó hasta ponerse a la izquierda de Black, quien quedó al medio del pequeño contingente de primer año.
- Ya basta...- Susurró finalmente el joven Black, su pelo negro oscureciendo la expresión de su rostro, su vos resultaba imperceptible para los alumnos mayores quienes seguían desternillándose de la risa. Alzó entonces la mirada, sus ojos grises, normalmente risueños, llenos de cólera – DEJEN DE REÍRSE!
Y así lo hicieron. El silencio del compartimiento fue entonces sepulcral, el grupo de Slytherins se limitaba a mirarlos de manera calculadora, Sirius los fulminaba con la mirada, al igual que la chica de ojos esmeralda. Remus se limitó a mirarlos con seriedad, su boca una línea inexpresiva. Un pequeño quejido les indicó que Potter recuperaba poco a poco la conciencia.
- Sirius – Siseó Narcissa con furia contenida – No dejaré que pongas en vergüenza a la familia!
El susodicho solo la miró desafiante
- Piénsalo bien, Sirius – Dijo Lucius con una amabilidad que no resultaba mucho más agradable que sus siseos – Supongo que sabes que se acercan tiempos oscuros...no querrás unirte al bando equivocado...o si?
- No...no quiero unirme a los equivocados – Respondió Sirius con simpleza, tomando con mayor fuerza su varita – Es por eso que estoy con ellos – Agregó señalando a sus acompañantes con un elegante movimiento de su mano.
- Merlín! No puedes hablar enserio! – Graznó Bellatrix – Me estas diciendo que estas cambiando la tradición de nuestra familia por un grupo de sangres sucias, mestizos y amantes de muggles?
-Vaya...lo has entendido! – Acotó el heredero de los Black - Y yo que creí que eras estúpida...
Una risa débil y entrecortada les indicó que James se ponía de pie con algo de dificultad. Caminó pesadamente, ubicándose junto a Lupin y, dedicándole una sonrisa a sus compañeros, sacó nuevamente su varita.
Ya me harté de esto – Exclamó Lucius con el tono más peligroso imaginable colándose en su garganta, tanto el como el resto de las serpientes pusieron sus varitas en posición. Así también lo hicieron los de primer año – SECTUSEM...!
- HO POR DIOS! – Gritó una mujer escandalizada en la distancia, un traqueteo metálico la acompañaba – QUIEN HA PODIDO HACER ESTO?
- Demonios...es la bruja de las golosinas – Gruñó Bellatrix bajando su varita
- Larguémonos de aquí – Dijo Lucius resoluto, emprendiendo la marcha con un ondeo de su capa, sus escoltas siguiéndolo de cerca – No olvides mis palabras Black: Algún día te arrepentirás de esto.
Una vez cerrada la puerta, los cuatro dejaron escapar suspiros aliviados. El silencio duró solo unos segundos.
- James Potter – Dijo el chico de anteojos con una sonrisa radiante
-Mi nombre es Sirius Black – Retrucó con su propia sonrisa, luego señaló con un pulgar al muchacho de cabello castaño – Y el mestizo es Remus Lupin – agregó con un guiñó amistoso para dejar claro que solo bromeaba. El aludido sonrió.
-...gracias – Les dijo la pelirroja, sus mejillas un tanto sonrojadas por la vergüenza – pero no...no debieron haberse metido...
- Tonterías – Desechó Sirius con un movimiento desdeñoso de su mano – No te preocupes por nosotros... – Agregó invitándola a revelar su nombre
- Lily...Lily Evans
- Bien, es un placer conocerlos...- Exclamó James, tanteando los bolsillos de su túnica - Pero debemos irnos ahora mismo...No se ustedes, pero la idea de que me expulsen antes de empezar siquiera mi primer clase no me entusiasma demasiado...
- Ho Dios...nos expulsarán! – Chilló Lily, por su aspecto parecía como si le estuviera por dar una crisis nerviosa
- Nah...no te preocupes – Dijo James con alegría, sacando lo que parecía una capa hecha de plata diluida
- Que diablos es eso? – Preguntó Sirius con curiosidad – No puede ser una...
- Es una capa de invisibilidad – Apuntó Remus con asombro
- Una capa de invisibilidad? – Preguntó Lily desconcertada
- Luego continuamos la charla, rápido, acérquense – Procuró cubrirlos con el manto, desvaneciéndose los cuatro al instante.
Caminaron con algo de lentitud hasta la puerta, para luego corroborar que la bruja de las golosinas había marchado a alertar al maquinista, los prefectos y premios anuales.
Aprovechando ese lapso, corrieron en busca de un lugar seguro, como almas que lleva el diablo.
- Quién sabe...? – Reflexionó Sirius en sus adentros, mientras reían como posesos al correr por los pasillos, hasta encerrarse en el compartimiento de James, donde cierto Peter Pettigrew los miraba cual si fueran fantasmas – Quizás después de todo, su estadía en Hogwarts no sería tan mala...
Continuará
N/A: Otro capítulo que se va...este es, de momento, el más largo de la serie...espero no haya resultado demasiado denso...en lo personal, me he quedado más o menos conforme...sin embargo, es uno de los que más me gusta
Creo que no hay mucho que aclarar...por cierto, espero no les moleste, pero en el futuro usaré los insultos para los hijos de muggles que se emplean en todas las versiones, es decir sangre impura, sangre sucia, etc...no es una cosa pretenciosa de mi parte, es solo para tener variedad y que la lectura resulte (relativamente XD) más agradable.
Bien, los dejo por que estoy por ver las dos nuevas ovas de Hades XD
Los invito a dejar sus opiniones y pareceres en forma de adorable review XD
Mucha suerte, y feliz año para todos ustedes, en un momento contesto sus comentarios (siempre y cuando sean users logueados o me hayan dejado un mail).
Mis mejores deseos en este 2006
Viosil Uab
