Una daga al corazón
By: Guerrera lunar
Cap. 7: Triple Asesino
¿?- ¡Maestro! ¡No puede dejar que una lagartija rastrera le haga esto! –espetó la voz de una figura encapuchada, con su ser oculto tras las opacas vestimentas.
El ojiazul volteó a ver al dueño de la voz y el hechicero aprovechó para zafarse de su agarre.
1°- ¡Ataquen! –ordenó al tiempo que se elevaba en el aire y se dirigía en picada hacia el campo de batalla, abandonando de una vez por todas su sede, las dunas.
El ocaso estaba ya casi en su punto culmine… el tiempo se estaba acabando…
Aún faltaba una hora y media para completar el ritual.
Los otros dos ojiazules se dirigieron rápidamente hacia sus blancos, volando como fieras con sed del vino tinto de la vida, apartando en el proceso la arena que estaba a su paso; el segundo cerró sus mandíbulas sobre el cetro que Mahado usó para defenderse mientras el tercero llegaba hacia su presa, segundos después, y con brusquedad hacía lo mismo con la espada de Atemu, la cual ahora cumplía con la misma función del cetro.
El impacto hizo retroceder unos centímetros tanto al amatistas como al lavandas…
El hechicero hizo que su cetro diera giros como un bastón, dando como resultado a un dragón furioso que alejó sus fauces para evitar el dolor que le había provocado en el hocico.
¡GRUARRRRR!
El reptil níveo comenzó entonces, furioso, a lanzar una serie de mordidas hacia el mago, avanzando y retrocediendo, logrando que sus cuatro patas parecieran no querer quedarse en un lugar fijo.
Un ligero sonido, pisadas… no, no había nadie más ahí, quizás… el viento…
Ali- ¿Seth?
Seth– Hn –negó con la cabeza-, creí escuchar algo. Blanco… -un espejismo, ¿tal vez? No obstante, ¿qué era lo suficientemente rápido, pequeño y blanco para ocultarse tan bien entre los cambiantes mares de oro a su alrededor?
¡GRUACKKKKK!
Un estruendo fuerte hizo eco por todo el desierto. De repente, traidor y líder colisionaban sus cabezas en un intento por hacer retroceder al otro. Girando a los lados, sin despegar sus cabezas, los gruñidos se unían a la brisa formando una melodía épica de batallas. ¡A loco hubieran dado el nombre aquél que un pasado dijese que habría una lucha entre dragones! Pero, ¿no es acaso pues, la locura inteligencia ante las divinidades?
1°- ¡Relámpago blanco!
4°- ¡Rayo de neutrones!
¡WRRROUUUUU!
Atemu- ¡Mahado!
Mahado- ¡Colmillo plateado! Rayos, ¡me olvidé que aún quedaban monstruos! –en un ataque rápido pero descontrolado, logró asestarle un puñetazo en la cara al animal arrojándolo al suelo.
3°- ¡Tu lucha es conmigo! –gritó, avanzando hacia el mago, y en una mordida pudo arrancarle un pedazo de los ropajes que cubrían su hombro izquierdo.
El lobezno se lanzó encima suyo y detrás de él le siguió un zarpazo del ojiazul, los cuales pudo esquivar con éxito; sin embargo, la última bestia enganchó con sus dentadas el cetro, y una vez teniéndolo bien sujeto, con un jalón se levantó en pie como un humano, atrayendo consigo a Mahado.
Y debido a la sorpresa, el lobato dio un salto y aprovechó para encajar sus colmillos en la pierna derecha del hechicero, quedando prendado de él.
Seth- Entonces… -sus orbes se dilataron y con ansiedad volteó hacia atrás suyo, divisando un grupo de aproximadamente 865 criaturas.
Ali- ¡Barrera protec…!
Seth- ¡Nadie se mueva!
Antes de poder hacer algo, las criaturas se abalanzaron contra la guardiana, una tras otra. El resto de ellos rodeó al sacerdote. Si los dragones podían alimentarse, ellos también estaban en su derecho. En sus ojos se leía el sentir del hambriento.
Seth- ¡Cristal azul!
¡KRACKKKKK!
Una cantidad impresionante de bestias aladas recubría el cielo mientras las arenas parecían cobrar vida y una enorme diversidad de colores. Murallas de fuego por doquier, rayos deslizándose desde los lugares menos esperados y rugidos infernales que anticipaban el momento adecuado para agredir.
Atemu- Maldita sea, ¡quítate de mi camino!
2°- ¡Estúpido humano, fíjate a quién le hablas!
Espada y colmillos hacían su encuentro a cada segundo. El ojiazul avanzaba y el faraón retrocedía. Fue allí, cuando el animal fabuloso detuvo su andar y sin razón aparente levantó el vuelo, y dándole la espalda, se alejó de él.
Atemu- ¡¿Qué pretendes?! –profirió con extrañeza, en aquel momento el dragón dio vuelta y se encarreró en el aire a toda velocidad, abriendo sus dos filamentos de centellas perladas.
Atemu- ¡Dragones de viento!
¡GRUARRRRR!
Con gran facilidad la bestia traspasó a los dragones de aire, y sin vacilar, repasó mentalmente su tarea.
Blanco: Atemu.
Objetivo: Matarlo.
El amatistas se encorvó, empero, no había tiempo para estipular un movimiento de defensa, así que con la mira fija hacia su enemigo, este se lo llevo consigo mismo.
Y al elevarse al cielo, no había quedado ningún rastro del tricolor. Que Ra se apiadase pues del tan afamado hijo de los dioses.
¡WRRROUUUUU!
Mahado- ¡Atemu!
¡GRUARRRRR!
El tercer ojiazul comenzó a zarandear tanto el arma como el dueño entre sus caninos, provocando que el lobato desgarrara más la piel del mago por el ajetreo.
Ali- ¡Remolino de nieve!
¡WRRROUUUUU!
Un tornado de cristales de hielo rebotó en el cánido, quien con un último aullido destelló y sin siquiera llegar a tocar las arenas, se deshizo en una lluvia de diamantina dorada que desaparecía con la brisa egipcia.
Un segundo tornado obligó a la tercera bestia soltar a su víctima.
Mahado- Aght… ha… ha… -jadeaba mientras arrodillado, se sostenía la pierna herida.
3°- ¡Jajajaja! ¡Con esa herida no podrás escapar! –abriendo su boca mostró una bola de energía, a lo que el mago atendió inmediatamente a evadir a la criatura- ¡Rayo de neutrones! ¡Rayo de neutrones, rayo de neutrones!
Uno tras otro fallidos caían contra las areniscas, así que levantó el vuelo, persiguiendo a su presa quien se mantenía eludiendo con saltos sus ataques.
Debía admitirlo, Mahado era perseverante, pero eso no le quitaba lo traidor.
Seth- ¡Viento negro!
Varias aves murieron asfixiadas en la ventisca, y el campo que la pelinegra había creado se debilitaba cada vez más.
Ali- ¡¿Te faltan muchos?! –gritó, pues el ruido era demasiado y muy difícilmente se podían distinguir voces.
Seth- ¡Son demasiados! ¡En dónde rayos están esos dos idiotas!
Ali- Espero que bien… -realizando un movimiento con las manos, colocó sus palmas al frente en una especie de muro invisible que brilló al contacto.
Guardia Celta- ¡Ataquen!
Hechizo del D.– ¡Flama de dragón!
D. Negro de ojos rojos- ¡Bolas de fuego!
Seth- ¡Viento negro! ¡Cristal azul!
1°- ¡Te enseñaré que nadie nos traiciona! –vociferó al hacer caer al ojiazul del sacerdote contra las arenillas.
Luego, se colocó sobre él y apoyó su pata derecha delantera sobre la cabeza del otro. Hizo presión. El animal bajo suyo comenzó a retorcerse de dolor ante las garras sobre su espalda, en ese instante, él otro disparó un relámpago blanco. Y luego otro, y otro.
¡GRUARRRTTHHH! ¡GRUARRRTTHHH! ¡GRUARRRTTHHH!
Dolía, dolía demasiado. Sentía su cuerpo quemarse con cada nueva llamarada. Percibió que su vista empezaba a nublarse y las carcajadas de su contrincante se volvían llanos ecos lejanos a sus sentidos. De repente, ahí en ese lugar, mientras era pisoteado y lacerado por el escarlata, divisó a su amo lanzando una gran cantidad de poderosas ofensivas.
Notó el cansancio en sus ojos y el sudor que hacía que sus cabellos se pegasen a su rostro. Por una fracción de segundo se dio cuenta que estaba sujetando uno de sus hombros, tenía la mayor parte del brazo cubierta en sangre y sus túnicas ya mostraban ligeras manchas rojizas.
¡GRUARRRTTTT!
1°- ¡Jajajaja!
Sus ojos se dilataron con espanto y su mente se suspendió por unos momentos. La explosión de aquel que se estaba riendo en su cara, había provocado un severo daño en su amo…
Y recordó. Recordó cuando su señor le encontró de pequeño, abandonado en el desierto, rememoró todos los cuidados que le había dado y el intenso entrenamiento que había tenido. El Alto Sacerdote había sacrificado mucho por él y varias veces la Corte le discutió el traer una abominación como aquella a palacio. Nadie entendía a Seth. Nadie excepto su mítico leal sirviente. Su amo siempre le decía que él iba a ser el más fuerte de los dragones, y el único más cercano a su corazón.
Su señor estaba luchando. Y ese ser se mofaba de la confianza que tan devotamente le guardaba a ese ser humano.
Ese dragón dañó a su amo…
Ése dragón se reía de su orgullo…
¿Ése dragón iba a ganarle la guerra?
No, él también iba a luchar.
¡ESE DRAGÓN NO TENÍA POR QUÉ SER SUPERIOR A ÉL!
Con una fuerza descomunal empotró sus cuatro patas al suelo y se paró de un solo golpe, quitándose de encima al ojiazul. Quedando de frente, ambos embistieron y la fuerza del de franjas rojizas los empujó hacia una pendiente.
Daban vueltas sin pensar hacia dónde caerían. Las mordidas, los rasguños y zarpazos se volvieron parte del juego de guerrillas. El primer dragón le arrancó un pedazo de piel de un hombro al traidor; curiosamente la contusión fue en el mismo hombro en que el castaño se había lastimado.
¡GRUARRRRR!
El rugido lo arrojó al suelo y haciendo uso de su agilidad, la serpiente nívea de los cielos aprovechó el instante para abrir su boca y engullir de una vez por todas al de ojos violetas…
¡CRACK!
Un chasquido repicó al hacer contacto los colmillos de la bestia con el cetro -cuyo dueño se mantenía con una pierna arrodillada y la otra en el suelo- que el peli-lila tan insistentemente sujetaba con ambas manos. Un estudio minucioso y rápido le permitió ver una gota salada en el rostro de su enemigo, y luego otra y otra. Su presa no resistiría por mucho. Sonrío para sus adentros, y valiéndose de ser un dragón jugó con un truco sucio digno de reprocharse por la esencia pura.
¡GRUARRRRR! ¡GRUARRRRR!
Apoyado en sus cuartos traseros, dejando a todas sus patas hundirse entre las arenas y levantar un poco de polvo al alzarlas pero sin moverlas de su lugar, comenzó a mover sus mandíbulas a los lados, rugiendo incontrolablemente. El mago sintió un escalofrío. Y a ese le siguieron varios más.
Su cuerpo temblaba.
Si bien era secreto de unos pocos –dragones, monstruos o humanos-, no sólo podían dominar el fuego, y la más clara prueba de ello era su frigorífico aliento. Sí, es cierto, en sí él no podía usar el fuego o el hielo como un ataque, aunque le costase aceptarlo no era capaz de hacer tal cosa.
No obstante, ¿quién dice que el aliento tan común e inofensivo, más viniendo de tan impresionante criatura, no podía ser un arma? Su mirar se volvió burlesco y con sus rugidos dejaba su aliento colarse por entre los dientes, el cual empezaba a hacer efecto en su adversario, paralizándolo en una gélida brisa que un cuerpo herido y en el suelo era incapaz de contraatacar. Sabía que pronto cedería.
Un movimiento en falso y sería devorado. Sentía su cuerpo desfallecer y clamarle por piedad. Tenía frío, mucho frío…
Se tiraban unas y otras contra el campo invisible que los protegía. Las bestias iban cada vez con más fuerza y mayor número intentando derribar con el peso de su cuerpo la barrera que los separaba de sus víctimas.
Ali- Esto está mal… van a despertarlos… -dejo ir en un susurro de angustia que sólo ella escuchó.
¿?- ¡No, maestro!
Ante el grito, el consejero, la guardiana y el sacerdote viraron sus rostros hacia Mahado.
Ali- ¿Mahado? –musitó con miedo.
¡GRUARRRRR!
Finalmente, el tercer dragón cerró sus fauces, devorando así, al hechicero oscuro…
Continuará...
GRUARRRRR: Dragón 2 y 3
GRUARRRTTTT: Dragón 1
GRUARRRTTHHH: Dragón de Seth
Nuevamente pido disculpas por el retraso, sin embargo ya saben que no cuento con internet y recién acabo de terminar la secundaria, así que estoy estudiando para el examen de admisión a prepa --'
Rex- Por eso la tardanza…
Otro punto, por si no se han dado cuenta les puse rugidos especiales a cada uno de los dragones, que ya aclaré arriba.
Black Kanon Ryu: Bueno, yo… no sé si leas esto Ryu ni sé si también vas a dejar de leer. Vaya, este podría ser el último review tuyo que responda, ¿no debo ponerme triste, cierto? Yo sé que tú estás a mi lado, por qué lo estás, ¿no? Claro que lo estás… Muchas gracias por todo y por no dejar que Kida Luna muriese hace mucho tiempo, porque por ti sigo aquí, sin ti hace mucho que hubiera dejado de escribir, desde que comencé tal vez. Mira, aquí sale Seth aunque creo que en este chap no se ve tanto de él, empero, ¡sí salen los ojiazules! Lindos, ¿no? Voy a extrañarte, prométeme que te cuidarás mucho, harás tu trabajo social, sacarás buenas notas y descansarás bien porque si te enfermas ¡no te lo perdono! Creo que eso es todo, te quiero mucho Ryu-chan, recuérdame que yo siempre lo haré. Se despiden con un gran abrazo tu guerrera y Rex, para nosotros siempre serás nuestra ex-guitarrista ¡y guerrera favorita también! ¡Apoyad vuestras tropas! Gracias por tu review, por tu amistad y por todo lo que me regalaste sin condición alguna amiga, eres única y especial, nunca lo olvides :)
Hisaki Raiden: Siempre me peleo con el Word porque tu nick en la parte raiden me lo cambia a radien, así que si un día sale mal es culpa del Word XD Uh, ese capítulo de Pokemón nunca lo vi. ¿Quién es Satoshi? Hey no maltrates a tu Yami, si se te la pasa la mano ¿luego a quién vas a molestar? –mirada asesina de parte de Rex- ¡Pero yo no soy como Rei-chan! Yo te quiero… -mirada asesina de segundo nivel-… ¡hey! ¡Niveles no existen en eso! Como sea, al pobre dragoncito aún le toca mucho para darle rienda suelta, a ver qué tal les va, y parece ser que Mahado se nos va… oh bueno, su culpa por ser tan descuidado XD Y esto es sólo el principio de la guerra. Siento que últimamente me estoy obsesionando mucho con las batallas épicas entre humanos y monstruos. ¡Se cuidan mucho!
Forfirith-Greenleaf: Hola mujer, ¡ese milagro! Ya me había hecho a la costumbre de que a estas alturas sólo Hisaki seguiría mi fic pero me alegra ver a otra persona nueva que se interese :) Ojala que te deje un buen sabor de boca el fic, ya sabes, para matar el tiempo XD Me alegra que te parezca buena, ese es el pretendido propósito, ¿y Mahado fiel a Atemu? Sí, ¡hasta que la muerte los separe! Y de hecho algo así pasó en Yu-Gi-Oh! Hey, me caes bien, un placer que des tu opinión. Igual cuídate mucho, ¡besos! Aquí la actualización y un mago devorado y dragones hambrientos XDD Gracias por el comentario n_n
¿Qué creen? ¡Creo que si pasé el examen!
Rex- Este pedazo del final, Luna lo escribió como una semana después junto con la editada total ¬¬U
Ahora que estoy de vacaciones a ver si mi manita de perro se anima a escribir más rápido.
Rex- Oye Luna, ¿en verdad ya no necesitamos a Mahado en el fic?
Em, no creo que nadie lo extrañe… -murmurando-… ¡chao! :)
Guerrera lunar & Rex.
