Una daga al corazón
By: Guerrera lunar
Cap. 8: El suspiro de Seth
Finalmente, el tercer dragón cerró sus fauces, devorando así, al hechicero oscuro…
Guardia Celta- ¡Hay que matarlos!
Dragones- ¡Sí, es cierto! ¡Lo que dice el guerrero es cierto! –corearon varios dragones de diferentes clases.
Ali- Genial… estúpido alborotador, 'ay sí, hay que hacer lo que el estúpido nos diga'" –murmuró con un ligero ademán de manos.
Seth- Agh… malditas sabandijas –maldijo por lo bajo, estaban rodeados y el número de bestias los superaba por mucho.
Algo parecido a un triceratops lanzó un chirrido de aviso, y sin demora, varias criaturas de tipo dinosaurio –con gran semejanza a los velocirraptores- comenzaron embestir con todo su cuerpo el campo invisible que los separaba de sus presas.
El Alto Sacerdote soltó una enorme carcajada de burla al ver el patético ataque de sus adversarios.
Seth- En realidad esperaba más de ustedes –comentó divertido.
Ali- Tu falta de confianza puede hacernos perder la batalla que ya teníamos ganada Seth, no lo arruines por favor -musitó con seriedad.
Seth- Mira, tú ocúpate de lo tuyo que yo haré lo mío, no necesito oír más estupideces como esa. Con Atemu me basta y me sobra…
¿?- ¡ATAQUE RELÁMPAGO!
Una potente serpiente eléctrica se estrelló contra la barrera de protección, coloreando de un suave y pastel amarillo a todos los cercanos al ataque.
Al desaparecer el relámpago, la muralla comenzó a parpadear una y otra vez, continuamente, una de las criaturas anteriores que antes trataban de derribarla se abalanzó. Y con sorpresa, logró traspasarla por unos cuantos segundos, llevándose entre los dientes un pedazo de la túnica blancuzca que portaba la pelinegra, antes de que el mismo campo lo expulsara con brusquedad hacia afuera.
El conjunto de monstruos se hizo a los lados, abriéndole el paso a un grupo reducido de sombras detrás suyo. La silueta del dueño de aquel ataque se dejó ver, acercándose, portaba colores color hueso, pues de estos mismos parecía estar conformada su anatomía. Su piel era rojiza y tenía dos grandes cuernos en su cabeza.
Seth- Convoca al cráneo… -profirió con asombro.
Y detrás de la enorme calavera, un dragón sin alas, azul y con tres cuernos apareció. También había una gigantesca polilla, una criatura conformada por tres secciones: agua, tierra y viento. Eran los más poderosos de todo el duelo de monstruos, pero de entre todos ellos sobresalía un inmenso dragón de cinco cabezas.
Ali- ¡Demonios!
Los reaparecidos atacaron en conjunto y acto seguido una explosión emergió como resultado. El humo comenzó a dispersarse y los otros monstruos inferiores corrieron rápidamente hacia su interior.
Ali- ¡Viento negro! –proclamó, apartando con la oscura ventisca a las criaturas sobre ellos.
¡GRUARRRRR!
El segundo ojiazul se elevó en el aire, y sobre su espalda, dos brazos morenos se aferraban tratando de subirse. Una vez logrado, desenvainó su espada y girándola por encima de su cabeza, sujetó la empuñadura negra, incrustada de piedras preciosas, y con todas sus fuerzas la dirigió al lomo del ojiazul.
¡CRASH!
La hoja de la espada se dobló al contacto con las escamas del dragón, y no soportando la presión ejercida, se quebró, cayendo hacia algún punto desconocido la mitad de la hoja que llevaba aunada el pico de la espada.
El amatistas levantó la mitad de su filosa al frente y miró con zozobra como más adelante de la empuñadura se cortaba en unos cuantos centímetros, terminando en una especie de punta inservible.
2°- Creí que siendo un faraón, sabrías que la piel de dragones y basiliscos se destaca por tener escamas duras y rígidas que no pueden ser traspasadas por casi ningún material –ridiculizó, volteando la cabeza para verle.
Dio un giro inesperado sobre sí, y comenzó a dar vueltas hacia arriba y hacia abajo, en torno a un círculo. El tricolor perdió el equilibrio y tuvo que sujetarse de sus brazos, recostado, sobre el lomo de la serpiente alada.
El otro pedazo de la espada, que aún sostenía, se le resbaló de las manos, formando espirales en el aire hacia una ruta desconocida.
En una de tantas, sus manos se soltaron y cayó al vacío. Girando rápidamente el ojiazul abrió sus fauces, mostrando una par de colmillos bien formados a punto de devorar a su objetivo.
¡SPLASH!
¡GRUARRRTTTT! ¡GRUARRRTTHHH!
Las aguas del Nilo apenas y alcanzaban a tocar los vientres de los animales míticos, cuyos movimientos salpicaban de agua bruscamente, al hacerlas ondear sin control.
Parecían retorcerse en el lago, en una danza antigua perdida en las Memorias del Tiempo. Llegaron aún rodando al centro, mientras sus colas aplastaban sin delicadeza el líquido vital bajo ellas; entonces, el líder que estaba bajo el impío lanzó un relámpago y este se apartó esquivando el ataque.
4°- ¡RAYO DE NEUTRONES!
1°- ¡RELÁMPAGO BLANCO!
Hubo un choque devastador y el impacto hizo borbotear una titánica pared de agua entre ambos contrincantes. Los dos jadeaban y miraban con ojos entrecerrados, atentos y desconfiados, los movimientos del otro.
El ojiazul de mayor tamaño empezó a trotar en el agua, agarrando impulso, cuando sin razón alguna se detuvo, inclinándose un poco para atrás. La criatura de Seth creyó atisbar por un momento un dejo de espanto en los ojos del otro; sin embargo, desechó la idea de inmediato, al ver de nuevo la misma fría mirada de su enemigo, quien gruñía bajito, moviendo el par de filamentos blancos levemente, dejándolos a la vista.
Parpadeó extrañado, había algo más en sus pupilas fluctuantes…
Un leve temblor pasó desapercibido para todos, excepto para la guardiana y el milenario dragón vino tinto.
¡GRUARRRRR! ¡GRUARRRRR! ¡GRUARRRRR!
El tercer ojiazul se tomó el cuello con dolor, haciendo presión contra él para aliviar su agonía. Sus chillidos y rugidos pronto se vieron mezclados y confundidos, abrió la boca y con gran esfuerzo la cerró, no evitando que esta se volviera a abrir por sí sola y un descomunal haz de luz saliera de entre sus colmillos.
¡CRACCCCKKKTT!
Sus ataques parecían fuera de control, sin sentido, se dirigían hacia todos lados. Los demás monstruos se asustaron, todos los débiles fueron exterminados al ser incapaces de soportar el rayo azulino.
Las arenas del desierto se agitaban con fuerza, mostrando los diversos senderos que la agresión del dragón había provocado.
¡GRUARRRRR!
Con un aullido, el segundo dragón cayó al suelo estrepitosamente, al ser alcanzado por el relámpago de su camarada. No muy lejos de él, la mitad de una espada se encontraba con la punta clavada en las areniscas; a su lado, un cuerpo inconsciente era alumbrado cada vez más por una luz que oscilaba entre azules y blancos, una luz que se estaba acercando con rapidez.
Ali- ¡Atemu despierta!
Seth- Estúpido faraón, ni creas que voy a hacer esto siempre –masculló entre dientes para después dirigirse a la ojiazul-. Iré por él –tajó estoicamente.
Con una agilidad impresionante el castaño corrió entre las dunas, teniendo cuidado de no ser visto por los demás, daba saltos como si danzara con la arena y el viento, dejando las puntas de sus pies deslizarse por la tierra volátil bajo ellos. Divisó el cuerpo de Atemu y reparó en que tenía muchas heridas y rasguños, uno de los costados de su ropa estaba manchado en sangre.
No sabía si era el por el sol o porque corría muy raudo, empero, de repente el aire se hizo muy sofocante. Cerró sus ojos y sintió un intenso calor que envolvía su cuerpo mientras sus pies vagamente tocaban las doradas plataformas de Egipto.
¡GRUARRRRR!
El sacerdote cayó bruscamente a unos metros de Atemu, inconsciente, había recibido un choque muy directo por parte del tercer ojiazul.
Ali- ¿Por qué ellos pueden desmayarse y yo no? –observó hacia atrás con desesperación, a Simón todavía le faltaba mucho tiempo, no obstante, no sabía si tendrían el suficiente.
El reptil níveo cerró al fin sus fauces. Un tumulto se aglomeró en su garganta y de su boca se vislumbraban pequeños destellos color púrpura.
¿?- ¡Hechizo negro! –exclamó atacando por primera vez, la sombra encapuchada.
¡GRUARRRRR! ¡GRUARRRRR!
La bestia cayó al suelo abruptamente, retorciéndose, para unos segundos después apoyarse en sus cuatro patas. Alzó la cabeza, y con dolencia y angustia escupió una especie de gran óvalo morado, rodeado de ligeros rayos del mismo color.
La energía comenzó a desvanecerse, y arrodillado, salió de entre los humos lúgubres el mago oscuro.
¿?- Maestro… cuánto tiempo sin verle… -expresó con orgullo y alegría la voz femenina al ser de ojos lavandas.
Mahado- Maná… -murmuró al ponerse de pie, mirando con nostalgia y cariño el rostro preocupado de su discípula.
Un escalofrío recorrió a Ali y giró con ansiedad hacia el horizonte. Ra estaba por ocultarse y Seth pronto se alzaría nefastamente sobre todo Egipto.
Podía sentirlo, dentro de poco despertarían…
¡Dichoso el Dios Seth, traidor de traidores, capaz de destruir a toda una legión de soldados y bestias con tan sólo un soplo de su divino y mágico poderío! ¡Saludad entonces, al Dios de guerras y calamidades, que nos honra de su presencia con plagas hijas de la Muerte! Saludad, pues, ¡que Amman esta sediento de esencias malditas! (1)
Un segundo temblor logró sacudir todo el desierto, obligando a sacerdote y faraón despertarse. Sólo entonces el primer dragón dejó de pelear. Desde las aguas del Nilo el escarlata contemplaba el cielo rojizo, a la vez los otros dos dragones blancos de ojos azules hacían lo mismo desde las dunas. Sin despegar sus ojos del ocaso, se mantenían en cuatro patas, con la cabeza recta al frente, las alas flexionadas a los costados y la cola hacia abajo, rígida.
Entonces, la comisura del astro rey se vio semioculta por las imponentes dunas.
Salidas de la nada, las sombras cubrieron el sol y la luna. Las arenas de repente parecían olas azabaches que se movían al compás del viento.
El desierto fue sacudido por un formidable tercer temblor, sin embargo, debido a la brusquedad de este, tanto monstruos como humanos tuvieron que hacer un tremendo esfuerzo por mantenerse en pie. A lo lejos, un chillido suave y tenue se transformó precipitadamente en uno escalofriante y ronco, parecía la mezcla del rugido de un fénix y de un dragón.
Y a ése, le siguieron varios, oyéndose cada vez más cerca…
Continuará…
(1) En el Antiguo Egipto cuando una persona moría iba al juicio de Anubis, donde era juzgado si merecía el descanso eterno al pesar su corazón y una pluma en la balanza. Si el corazón del muerto, que en este caso representaba su alma, pesaba más que la pluma de la verdad, se decía que su espíritu era devorado por la bestia Amman y condenado a vagar con hambre y sed por toda la eternidad sin descanso. Por eso lo de esencias malditas.
GRUARRRRR: Dragón #2 y 3
GRUARRRTTTT: Dragón #1
GRUARRRTTHHH: Dragón de Seth
A propósito, el título se refiere al Dios Seth, no a nuestro querido sacerdote.
Glaring Ryu: ¡Ryu! ¡Juro que voy a matarte! –Luna se calma- Casi me muero de pensar que no volvería recibir palabras tuyas, y no lo olvido, somos amigas, ¿ves? No lo olvido. ¿Sangriento? Pero si ni siquiera ha habido mucha sangre, claro que lo dices porque siendo una batalla debe haber sangre, así que tengo que ver eso, más adelante veré cómo se las exprimo –Rex grita algo sobre psicópata-. Em… pues sí, tienes razón, en sí nada dura para siempre. Gracias y sí pasé el examen. Oye qué bien ¡otra frase! Pero es de un cantante y no de un poeta XDDD Cuídate mucho y sigue echándole ganas, ¡tú puedes! Y bueno, ya ves, ahora los dragones pasaron a segundo plano y algo nuevo vendrá, y si te fijas bien, por lo menos todos tienen algo herido XD Gracias por el review, ¡besos y abrazos de oso a ti también!
Hisaki Raiden: Ali es una guardiana enviada por los dioses, la que sale al principio, y pues yo no sé por qué se enredan tanto. Mahado aquí esta, y sí, ya había leído, no recuerdo dónde, que Ash era Satoshi en japonés. Lo de los adjetivos se me voló XDD Me suele pasar eso, que siempre se me vuelan las cosas, qué bueno que Rex puede sostenerse por sí solo –gruñido por parte de Rex-. Espero que este capítulo te guste. Y aquí entre nos, el tipo de criatura qué va aparecer es una que conocemos y la mayoría de nosotros ignoramos su existencia, por el simple hecho de parecernos absurda, pero aunque no lo creas existe, ¿crees saber cuál es? ¡Ni te lo imaginas! ¡Adivina, adivina! Bueno, muchas gracias por tu review y disculpa si no te he dejado a ti, pero apenas el martes pude leer tu fic, porque cuando lo quise leer antes, sale con que sólo copie en el Word un pedazo. Y sí, tu yami parece perro por como lo tratas XD ¡Cuídense mucho, saludos!
Mikaela Rodríguez: Me alegra que les guste a ti y a tu yami, ¿ves Rex? A ellos les gusta –gruñido por parte de Rex-. Bueno, ignórenlo, pues el título de hecho era por los tres dragones, y con gusto leeré tu fic, sólo dime cuál es y si tardo en comentar al respecto es porque no tengo inet, ¿eh? Pero lo voy a leer. Ya actualicé y a Mahado ya lo escupieron, me pregunto cómo se verá un dragón por dentro, habrá que preguntarle… cuídense mucho y gracias n_n
Chibi-Kaisie: ¿Eso? Ah, eso es Mahado con baba de dragón, creo que ya no se ve tan lindo ahora. Claro que hay esperanza, con un buen baño se arregla XDD Me alegra ver que sigas aquí, ya había pensado que no regresarías, al menos ya se que estás leyendo jeje. He aquí la actualización, esperemos que a Mahado no se lo vuelvan a tragar. Y eso que la verdadera batalla apenas va a empezar. Cuídate mucho y ojala que hayas disfrutado esto n_n
Muchas gracias por animarse a leer a todos :)
Rex- Como se habrán dado cuenta actualiza cada dos semanas, no podemos hacer más porque una semana lo hace, checa su correo y responde.
Y hasta la otra ya está listo para subirlo. ¿No sé se enteraron de la nueva regla que se puso, el de no responder reviews?
Rex- Nosotros lo hacemos, porque tenemos la costumbre de que es una forma de agradecer la atención prestada :)
Esperemos no me borren la historia –ríe nerviosa.
Guerrera lunar & Rex.
P.D. Aww, recuerdo que en este entonces no existía aún el sistema de Reply. Cuántos recuerdos… ¡seguimos re-editando! :)
