El atardecer caía y el viento soplaba, movía las copas de los árboles, haciendo que barias hojas se desprendieran de sus ramas y de entre las hojas se puede ver la figura de un joven de veinte años, de tez morena, con cabello rubio como los rallos del sol y unas curiosas marcas sobre ambas mejillas, saltaba de rama en rama a gran velocidad, de repente se detuvo sobre una rama de un árbol muy alto y admiro a varios kilómetros frente a él la aldea que se alzaba orgullosa y era coronada por la gran montaña con cinco rostros tallados en la piedra, sus ojos azul cielo miraron fijamente el cuarto rostro y después continuo con su camino. Llego a la aldea cruzo las enormes puertas que custodiaban la entrada y avanzo rumbo al centro de la ciudad, en su camino lo recibieron muchas miradas de curiosidad y extrañeza mientras hacia el recorrido a la casa del tercer Hokague en donde fue solicitado, llego, entro a la mansión y decidió esperar afuera hasta que lo necesitaran.
Dentro de la mansión, en la habitación principal tendido sobre la cama se hallaba el cuerpo de un hombre mayor rodeado por barias personas más que esperaban en silencio noticias sobre su condición, el silencio se rompió cuando se escuchó como un kunai fue lanzado y clavado en la corteza de un árbol, una joven de cabello rubio y largo, de ojos violetas y vestida como una sacerdotisa, se acercó a la ventana y al mirar a través de ella descubrió en el patio al joven vestido de naranja y capa blanca, jugando con un kunai lanzándolo al aire y cambiándolo de una mano a otra, al reconocer de quien se trataba sus ojos se iluminaron y sonrió con emoción.
Mientras tanto del otro lado de la aldea cerca del bosque se hallaba una pareja de jóvenes compartiendo el más dulce de los besos, ella es una joven de tez clara y ojos color perla, su cabello es largo y de color negro, con destellos azules, vestía su típico uniforme de entrenamiento de pantalón y sudadera en colores claros, y él es un joven alto de tez igualmente clara, con cabello plateado y ojos azules, vestía también su traje de entrenamiento que consistía en un pantalón obscuro con chaleco y camisa, azul y blanco respectivamente.
-ya me tengo que ir- le dijo ella al terminar el beso y se alejó de él.
-Hinata-le dijo él y la tomo del brazo impidiendo que se fuera y la volvió a besar, pero esta vez con más pasión-te amo-le dijo entre el beso, y continúo disfrutando el sabor de sus dulces labios rojos, Hinata al sentir el cambio en el ritmo se ruborizo de pies a cabeza y termino del mismo color que un jitomate ya que su novio nunca la había besado así.
-yo también te amo.
Tendido sobre la cama se encontraba el tercer Hokague quejándose por el dolor de su cuerpo cansado por la edad y la enfermedad, se acercó a su cama un hombre de larga cabellera plateada, ojos obscuros y dos líneas rojas sobre sus mejillas, traía en sus manos unas hojas y un bolígrafo.
-ya está el escrito-le anuncio con voz suave al oído-no se ira a arrepentir precisamente ahora verdad, además usted sabe que Naruto tiene derecho, por favor sensei dentro de poco usted estará en el otro mundo y que es lo que le va a decir al cuarto cuando lo vea y él le pregunte sobre su hijo, acaso usted le va a decir, que ni siquiera en el último momento de su vida quiso reconocerlo como su único hijo, inclusive si fue para protegerlo.
Hinata camino hacia la salida del parque y antes de abandonarlo por completo dio una última mirada a su amor para después marcharse rumbo a su hogar.
El tercer Hokague comenzó a poner su nombre en los documentos que lady Tsunade y Kakashi el recién nombrado Hokague ya habían firmado como testigos, pero por su avanzada edad y condición en la que se encontraba no podía escribir del todo bien, así que Jiraiya le tomo de la mano y le ayudo a terminar de firmar.
Afuera del parque se encontraba una joven de ojos perla cabello castaño y vestimenta sencilla, hace algún par de meses atrás ella había sido asignada como dama de compañía de Hinata y al ver que ella se acercaba a la salida del parque corrió a ella y juntas regresaron a la mansión Hyuga.
La sacerdotisa de ojos violeta corría por el patio de la casa hasta que estuvo lo suficiente mente cerca de él joven con vestimenta naranja le llamo.
-Naruto-sama- el nombrado volteo al escuchar su nombre-el tercero firmo, Sarutobi-sama lo ha reconocido como el hijo legítimo de Minato-sama-Naruto se sorprendió ya que después de tantos años no creyó que esto fuera a suceder.
-Hinata-sama si su padre se entera me castigara.
-lo siento Ayame te prometo que será la última vez, ya que en cuanto Toneri-kun hable con mis padres ya no necesitaremos vernos a escondidas.
-espero que ya no tarde Hinata-sama.
-estoy segu…-la contestación de Hinata fue interrumpida ya que en la puerta de la mansión se encontraba suprimo Neji.
- ¿estuvo otra vez entrenado Hinata-sama? -le pregunto en un tono frio.
-a. asi. Asi es Neji-onisan.
-qué manera de desperdiciar su tiempo, tratando de convertirse en algo que no es- le dijo y al ver que producían en ella el efecto deseado dio media vuelta y se fue.
Hinata caminaba a su cuarto, pero al pasar por la sala de su hogar vio a su padre reunido con un par de miembros del consejo del clan.
-Hinata- la llamo su padre, ella regreso sobre sus pasos y entro a la habitación saludando a los presentes y ofreciendo el respeto debido se sentó frente a su padre.
-¿si padre?
-¿Por qué estuviste tanto tiempo fuera de casa?
-lo…. lo que sucede e…... es que pase a….. a comprar e….. eq….. equipo ninja para m…. mi próxima m…. mi. Misión.
-tu madre se sintió mal está en su habitación, mañana entrenaras con Hanabi todo el día puedes retirarte.
-si padre-dijo y con la misma elegancia y porte con la que ingreso a la sala, y se retiró de ella en silencio.
-Hiashi-sama me he enterado que para el próximo festival vendrán personajes importantes de otras aldeas ente ellos el hijo del señor feudal y el joven Sabaku-no Gaara.
-¿el Kazekague de la aldea de la arena?
-ambos son solteros y darán honorabilidad a Hinata-sama y a él clan.
-si ya hace algún tiempo vengo pensando que ya es tiempo que ella se case, pero no es fácil encontrar un buen candidato, y además Hinata no se ha interesado por el tema, ya que su madre la sobre protege pero si ella no toma una decisión pronto, yo lo hare.
-todo sea por el bien del clan.
En una taberna a las afueras de Konoha se hallaba Neji Hyuga jugando con un hombre, la última jugada de parte de él joven shinobi le dio el triunfo a el extraño quien feliz exclamo su victoria, y Neji maldecía su suerte y pedía una botella más de sake, en ese preciso momento en la taberna entraba un hombre con yukata y bastón su cabello era negro y la mitad de su rostro se hallaba cubierto por unas vendas, junto a él entraron dos hombres que vestían el uniforme de ambu
-el joven Hyuga debe de darle muchos problemas a su tío-dijo uno de sus acompañantes.
-no creo que el líder del clan este enterado de lo que hace su sobrino, y nadie de la rama secundaria se atreve a decirle algo al genio Hyuga.
-se dice que últimamente el clan está pasando por un mal momento-hablo el otro mientras se sentaban en una mesa.
-eso parece-contesto el hombre mientras un mesero se acercaba, y le preguntaba si tomaría lo mismo de siempre.
La noche se hiso presente y Naruto se encontraba recordando su pasado, cuando el siendo niño era despreciado por los pobladores de Konoha
-estuve fuera en una misión-dijo un hombre joven con uniforme de jounin y cabello claro –pero vine en cuanto me enteré ¿Cómo sigue?
-está muy mal, Tsunade dice que posiblemente no sobreviva hasta mañana-contesto Jiraiya.
-pues ya será lo que el destino diga, por cierto, me dijeron en la entrada que avía llegado un viajero.
-si es el joven que esta junto a la ventana y parece que por fin el tercero a decidido hablar con la verdad porque ya lo reconoció como hijo del cuarto- el hombre en la cama comenzó a toser llamado la atención de todos los presentes en la habitación.
-Sarutobi-sensei aquí esta Naruto-dijo Jiraiya.
-Naruto habla con él, si quiera para que escuche tu voz que es como la de tu padre-le dijo Tsunade-si se a echo el milagro de que estemos aquí reunidos dile que entiendes sus razones y lo perdonas por todos estos años-Naruto se acercó y vio directamente a los ojos a aquel hombre que en sus primeros años fue un amigo, pero también por el no pudo ser reconocido como el héroe que su padre habría querido, lo vio sonreír débilmente y él le contesto de la misma forma aquel extraño gesto.
Todos esperaban atentamente alguna respuesta, hasta que final mente Naruto hablo.
-vieja Tsunade el tercero- la medic ninja se acercó a revisar a el hombre puso sus manos sobre su pecho y al descubrir lo que sucedía sólo negó con la cabeza para comunicar la muerte del hombre a todos los presentes.
-no tiene caso.
-¿está muerto?-pregunto Jiraiya.
-si-contesto Tsunade mientras un par de lágrimas corrían por sus mejillas.
-adiós sensei-todas las personas en la habitación lamentaban profundamente la pérdida y algunas derramaban lágrimas de tristeza. Después de un par de minutos Mitzuki, el guarda espaldas ambu con máscara de pez y la sacerdotisa salieron de la habitación y caminaban en dirección a la puerta.
-¿y de donde salió este hijo del cuarto?- pregunto Mitzuki.
-nosotros tampoco sabemos mucho hace un par de días el Hokague recibió un mensaje en el que se avisaba de su llegada, ya que cuando el tercero empeoró Jiraiya lo mando llamar.
-es un shinobi muy fuerte-dijo con orgullo la sacerdotisa.
-¿un shinobi?-se burló- pues no lo parece ¿es el hijo no reconocido del cuarto?
-si-contesto el ambu-solo que ahora todos lo saben y además cuenta con la protección de los dos últimos Hokagues y el sanin Jiraiya.
-además no entiendo porque lo dejaron volver a la aldea si solo es el kiubi-dijo con desprecio, a sus espaldas Naruto caminaba también asía la salida y escucho lo que el jounin decía, la joven rubia de ojos violetas al verlo se apeno por las palabras de desprecio- bueno me voy hasta luego señorita Shion-se despidió con una reverencia.
-hasta luego.
-lo acompaño-anunció el ambu y los dos salieron por la puerta al patio.
Naruto al ver que la chica se quedaba sola se acercó.
-no se sienta incómoda, es la verdad dentro de mi vive el kiubi, mis padres murieron para salvar esta aldea y el hombre que acaba de morir lo sabía-dijo caminando a la puerta.
-lamento su perdida.
-le agradezco su intención, pero no conocí a mis padres y no estoy seguro si realmente me querían o me odiaban ya que ellos fueron los que sellaron al kiubi en mí, no soy hipócrita señorita Shion y es bueno que lo sepa usted y todos en esta aldea, con su permiso-hiso una reverencia y salió de la casa dejando a una joven bastante confundida.
Un nuevo día llego a la aldea y con él las personas volvían a su rutina, los comercios se habrían y la gente caminaba por las calles y se saludaban cordialmente en una de las calles menos concurridas se hallaba un joven de cabellos claros escondido en la esquina que daba a la mansión Hyuga una de las más grandes y nobles de toda la aldea, el muchacho esperaba a una persona en particular y cuando la vio no dudo en correr hasta a ella y darle alcance antes de que entrará a la enorme casa, se colocó frente a ella e hizo una reverencia y comenzó a darle un recado para una persona en particular. Mientras tanto dentro de la casa Hinata entraba a la habitación de su madre quien se hallaba recostada en su cama mirando hacia la ventana con un pergamino en su regazo.
-buenos días madre ¿Cómo amaneció hoy? - pregunto con una enorme sonrisa mientras se acercaba con una bandeja de desayuno en sus manos y le daba un beso en la frente.
-mejor hija gracias.
- ¿Qué dice su pergamino?
-la situación entre la aldea de la nube y la aldea de la roca se está complicando cada vez mas.
- ¿estallara una vez más la guerra?
-los países están divididos y se acercan tiempos difíciles- dijo y suspiro-por eso hija me gustaría que pensaras muy seriamente en tomar marido hija, tu padre y yo no vamos a durar eternamente y me gustaría que, si llegará a estallar la cuarta guerra mundial shinobi, tu estés bajo la protección de un ninja fuerte tu valeroso.
- si madre no se preocupe-le dijo Hinata y la tomo de la mano-le prometo que este año sin falta me caso-ambas se miraron y se sometieron de forma cariñosa antes de que la menor saliera de la habitación.
Hinata cerró la puerta de el dormitorio de sus padres y camino por el pasillo iba tranquila pesando en lo que su madre acaba de decirle cuando escucho su nombre porvenir de su fiel amiga y servidora
-Hinata-sama- le decía Ayame-Que bueno que la veo.
- ¿Por qué? ¿qué pasa?
-el señor Toneri la espera en el jardín que está cerca del lago.
- ¿ahorita?
- siii, Dice que le urge hablar con usted.
-gracias-le dijo Hinata y con una gran sonrisa salió rumbo al jardín más apartado de los territorios Hyuga. Hinata llego a la orilla del lago donde Toneri la esperaba, al llegar el la tomo de la mano y la atrajo a su cuerpo, con uno de sus brazos rodeó la delegada cintura femenina y la beso con mucho amor, Hinata se apeno por la acción tan repentina y al terminar el beso se separó de el tan roja como un tomate, y a pesar de sentir vergüenza sonreía emocionada hasta que descubrió en la cara de su joven novio un sentimiento que le causo temor.
- ¿qué pasa? ¿alguna mala noticia?
-en la tarde tengo que salir a una misión
- ¿en una misión? ¿a dónde?
-seré uno de los guardaespaldas del señor feudal.
-y ¿Por cuánto tiempo te vas?
-no lo sé tal vez un par de semanas o meses.
- ¿meses? ¿Será que va a estallar la guerra?
-podría ser- Hinata dio un suspiro de angustia y abrazo al albino.
- ¿Por qué no hablas con mis padres antes de que te vallas? Hace unos momentos mi madre me dijo que me tengo que casar.
-lo se mi cielo, pero tus padres no estarían felices con nuestra relación.
- ¿por qué no? Si mis padres quisieran imponerse un esposo ya lo abrían hecho, estoy segura que me dejarán escoger a quien yo quiera.
-eso es porque confían que tu elijas a alguien de tu clan- le dijo y volteo molesto a otro lugar, Hinata se entristecido y miro al suelo.
- ¿no me amas entonces? - dijo y comenzó a derramar lágrimas de tristeza.
Al escuchar eso Toneri corrió y dulcemente tomo el mentón de Hinata y con delicadeza levantó la cabeza femenina para que lo viera a los ojos, y mientras Le limpiaba las lágrimas le dijo.
-sabes que tu eres lo más importante para mi, que no hay nada que me importe más que tu y que me volvería loco si llegará a perderte, Hinata nunca dudes de mi amor nunca.
-quiero que nos casemos-le dijo Hinata y lo abraso-por favor Toneri por favor.
Mientras tanto dentro de la mansión se hallaba Neji hablando con su tía.
-no puedo creer que hayas pedido dinero en el juego, ¿Cómo vas a pagar?
-tengo una semana para pagar
-Neji tu sabes perfectamente que el clan está pasando por un pésimo momento y aun así ¿te atreves a apostar? ¿De dónde vamos a sacar ese dinero? Y ¿Qué le voy a decir a tu tío? lo siento mucho Neji, pero esta vez no podre ayudarte, así que arregla este problema antes de que todo mundo se entere
En una mansión en la frontera del país del viento y el fuego se encontraba Naruto junto a un joven de cabello y ojos negros, ambos revisaban pergaminos y documentos en el despacho de la antigua mansión.
-¿Qué piensas Sasuke?-le preguntaba Naruto a su amigo mientras revolvía y buscaba entre algunos pergaminos.
-por lo que se refiere al manejo de tu herencia y esta casa, todo parece estar en orden-contesto el pelinegro-donde parece haber algo mal es en la propiedad que se encuentra en la aldea del remolino, según se cuándo la atacaron todo quedo completamente destruido. ¿Por qué no mejor vas a hablar con el hombre que administraba a tus padres y al tercero? ¿Cómo dices que se llama?
-Fudo Mizaki.
-talvez él sepa algo de eso.
-tal, según mi padrino me conto ese hombre era de confianza para Hiruzen Sarutobi.
-¿Por qué llamas al tercero por su nombre?
-porque yo no crecí en esta aldea y no lo conozco.
-bueno, pero te reconoció como hijo del héroe de la aldea y te entrego todo lo que era de tus padres.
-eso si
-no entiendo porque si estaba el dinero que dejo el cuarto la casa se encuentra en estas condiciones, mira, los muebles se caen a pedazos-le dijo mientras lanzaba un shuriken a un mueble detrás de Naruto y este se desmoronaba sobre el suelo.
-mi padrino dice que después de la muerte de mis padres la aldea y la mayoría de los shinobis se negaron a que alguien más pusiera un pie en ella, para respetar la memoria del héroe de la aldea y la de su familia.
-pero sin embargo todos sus bienes fueron confiscados por los altos mandos de la aldea.
-eso sí.
-quien hubiera imaginado de la nada tanto dinero y un apellido reconocido y respetable te caería del cielo, cuando apenas unas semanas atrás estabas en la oficina del Kazekague exigiendo una misión para pagar la renta de tu departamento.
-sabes bien que Gaara y yo no cobrábamos nuestras misiones para que la gente de la aldea confiara en nosotros-le contesto Naruto con una mirada de tristeza, que Sasuke noto.
-bueno ahora tienes dinero, propiedades, un apellido importante, prácticamente eres dueño de una aldea oculta entera, y gracias al kyubi posees un gran poder, eres un dobe con mucha suerte-le dijo tratando de ocultar la sonrisa que se formaba en su rostro.
-si claro, el dinero es importante para algunos-dijo suspirando-pero sabes que es lo que me ha hecho más falta-se acercó al pelinegro y paso un brazo por su cuello para acercarlo a el-una familia, llegar a mi casa y encontrarme una mujer bonita, dulce, bien dispuesta.
-hum.
-imagínate a unos pequeños niños rubios, sanos, que salten sobre mi cuando cruce la puerta después de cumplir con una misión.
-hablas igual que Itachi antes de que se casara-dijo el pelinegro con aburrimiento.
-pues yo realmente quiero seguir su ejemplo y formar mi propia familia para reconstruir mi clan.
-pues qué esperas, ahora que tu preocupación ya no es el dinero manos a la obra.
-si eso es lo que voy a hacer, buscarme una mujer para que me acompañe y así acabar con mis días de soledad.
