Después del entierro, Hermione y sus amigos salen del cementerio y mientras caminan encuentra un lindo parque dónde deciden sentarse un rato, ellos sabían que Hermione necesitaba estar con alguien, no era necesario hablar sólo estar ahí, eso le daba paz aunque la mente de ella no dejaba de trabajar, sólo podía pensar en la frase —No hay diferencia en el mundo sin estos muggles— y en lo casi igual que sonaba a lo que Ron le dijo, ella no iba a dejar pasar ese detalle y lo primero que haría sería decirle a Draco.

Luna tampoco estaba tranquila, su mente también trataba de comprender quién le hizo eso a los padres de Hermione y por buenas razones ella era Ravenclaw porque no le cuadraba ahora más que nunca la actitud de Harry, Ron y Ginny.

Ellos saben algo, lo importante es descubrir que es lo que saben y porque se lo ocultan a su amiga. Pero el que ellos se alejarán de ella le trajo algo bueno, le trajo a los Slytherin's y sólo Luna sabe cómo se entera de todas las cosas pero esta feliz por su amiga, los Slytherin's no la van a dejar caer, ellos la van a proteger así como ella a ellos.

-Chicos, creo que es hora de volver al castillo –dije de repente.

-¿No quieres que vayamos a comer algo antes de irnos? –me pregunto Neville.

-Bueno, si tienen hambre podemos ir a comer algo –conteste.

-Yo lo preguntaba por tí, no sabía se comiste antes de salir, nosotros sí –volvió a decir Neville.

-Oh entonces tranquilos, prefiero volver ya a Hogwarts –dije con una pequeña sonrisa.

-Esta bien, entonces vamos chicos –dijo Dean mientras se levantaba.

En todo el camino de regreso al traslador los gemelos Weasley la pasaron diciendo chistes y bromeando, sacándole más de alguna sonrisa a Hermione. Ellos nos eran como Ron y Ginny, ellos si eran verdaderos amigos.

Después de llegar al traslador y que los dejará en el ministerio, caminaron hacia las chimeneas pues tenían que regresar por la chimenea de la dirección, en cuánto llegaron a Hogwarts le agradecieron al director y fueron a su sala común, incluidas Luna y Padma que eran Ravenclaw.

-Gracias chicos, no saben cuánto les agradezco que me acompañaran y gracias por brindarme su amistad sinceramente, significa muchísimo para mí. –Dije mientras le daba un abrazo a cada uno.

-De nada Hermi...–decia Seamus cuándo fue interrumpido.

-Maldita sea, ¿otra vez te escondes Hermione? –dijo Ronald enojado.

-¿Y ahora que hice Ronald? –dije con voz cansada.

Yo ya estaba harta de la actitud que tiene conmigo, yo no le he hecho nada y ahora más que nunca no quiero ni verlo, después de esa maldita frase —No hay diferencia en el mundo sin estos muggles— yo sólo puedo pensar en las palabras de Ron, lo quiero golpear ahora que lo veo.

-¿Ahora te haces la loca? ¿Dónde estabas y con quién? –dijo rojo de la rabia.

-Mira Ronald, yo no tengo que darte ninguna explicación de lo que hago o dejo de hacer, a mí ya me quedó muy claro que tu y yo no somos amigos, no somos nada así que déjame en paz –le dije mortalmente seria.

-Esto no se va a quedar así Hermione, no debiste decir eso –dijo con una sonrisa medio rara mientras se iba, esa sonrisa que dejo extrañados a todos.

-Vaya, no sé que le pasa Ron pero se acaba de ganar una semana de bromas –dijo Fred con una sonrisa maliciosa.

-Oh sí, será una semana infernal –dijo George también con una sonrisa maliciosa.

-Uh, yo quiero ver como termina eso –dije soltando una carcajada.

Todos me miraron sorprendidos con los ojos bien abiertos y la boca en forma de O y tras verlos así mejor los tranquilicé.

-No me vean así, él desde que inició el curso me trata mal, unas cuántas bromas no lo van a matar –dije sonriendo mientras me encogía de hombros.

Todos lo pensaron y se comenzaron a reír y comenzar a dar ideas para las bromas, en este momento los gemelos estaban encantados con tantas ideas, definitivamente disfrutarían de molestar a su hermanito.

-Chicos, no me cansaré de agradecerles por todo, por su amistad, me hace bien saber que no tenía amistaes a medias como fue Ron o está siendo Harry, ustedes son amistades completas de las que estaré agradecida eternamente –dije dejando caer una lágrima.

-Hermione, ni lo tienes que mencionar, si otras personas no saben ser amigos leales y corresponder con gratitud, no significa que todos sean igual –dijo Dean.

-Es verdad, nuestro apoyo nunca te faltará, tu siempre demuestrar ser tan leal a los tuyos y nosotros sólo correspondemos lo mismo que tú –siguio Seamus.

-Lo ven, son tan comprensivos todos, espero siempre tengamos nuestra amistad, no quiero perder más gente –dije bajando la cabeza.

Pero recordé las palabras de Draco, ahora siempre es Draco y levanté la cabeza —no tengo que bajar la cabeza— decía mentalmente.

-Siempre Hermione, en las buenas –dijo George.

-Y las malas –continuó Fred.

-En la luz –dijo Dean.

-Y la oscuridad –siguió Seamus.

-Amigos en cualquier situación –dijo Parvati.

-Amigos en risas –decía Padma.

-Amigos en lágrimas –prosiguió Luna.

-Siempre juntos –dijo Neville.

-Siempre en todo –finalicé yo.

Y allá iba otro gran abrazo de oso entre esos amigos que se profesaban una amistad pura y sincera, dónde Hermione supo que no estaba sola y no sólo porque ahora tenía a cuatro Slytherin's sino porque sabía que aunque Harry, Ron y Ginny no demostraban querer su amistad, tenía personas que valoraban lo que ella daba por los que quería, ella no los decepcionaria, sus amigos y ella irían a cualquier parte pero juntos, siempre juntos.

El separarse de los que creyó sus mejores amigos eternos y del chico que le gustó un poco y sí, gustó pues ese sentimiento ya no existe, la llevaría a encontrar la amistad sincera, el verdadero valor de dar y recibir, ella podía ser feliz en estos momentos, aunque sea un poco.